lunes, 16 de mayo de 2022

DESCRIPCIÓN Y CONDENACIÓN DE LOS DEMONIOS: (V) (Mateo 8:16).

 

DESCRIPCIÓN Y CONDENACIÓN DE LOS DEMONIOS: (V)

(Mateo 8:16).

 

Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios”.

(Mateo 8:16).

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Sobre el tema de los demonios, la Biblia nos habla de manera tal como para no llamar la atención de los muy curiosos o altamente imaginativos. Sin embargo, se presentan los hechos esenciales con tal sencillez y brevedad, que en ningún momento se pierde el objetivo de dar instrucciones prácticas y llamar la atención sobre sus peligros.

En ningún otro punto del tema es más evidente esta falta de imaginación y soslayo de detalles innecesarios que en los pasajes donde se describen los malos espíritus.

I.       LA NATURALEZA DE LOS DEMONIOS:

No se ha entendido el carácter preciso de los demonios, en la gran mayoría de los casos, y se constituyó en la fuente más prolífica de superstición, no solamente en los sistemas étnicos y rabínicos, sino también en los conceptos cristianos.

1.1.   SU NATURALEZA ESPIRITUAL:

Como lo demuestran los siguientes pasajes, los Evangelios nos dan pruebas concluyentes de que los demonios son seres puramente espirituales. Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados (daimonizomenous); y con la palabra echó fuera a los demonios (ta pneumata)” (Mt.8:16).

Ayuda Hermenéutica:

Endemoniados: G1139 δαιμονίζομαι = daimonízomai: voz media de G1142; ser ejercido por un demoni o: - atormentado, demonio, endemoniado.

Demonios: G4151 πνεμα = pneúma: de G4154; corriente de aire, i. e. respiración (soplo) o brisa; por analogía o figurativamente un espíritu, i. e. (humano) el alma racional, (por implicación) principio vital, mentalmente disposición, etc., o (sobrehumano) ángel, demonio, o Dios (divino), espíritu de Cristo, el Espíritu Santo: - aliento, espíritu, espiritual, viento. Compare G5590. (Strong).

El apóstol Pablo presenta gráficamente la naturaleza espiritual de Satán y sus huestes demoníacas cuando dice enfáticamente que la lucha del creyente no es contra sangre y carne”, sino contra lo inmaterial, lo incorpóreo que él describe como potestades”, “gobernadores de las tinieblas”, “huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Ef.6:12).

 

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. (Ef.6:12).

Nuevamente en Efesios 2:2, el apóstol parece señalar claramente la potestad del aire”, de la que Satán es elpríncipe”, como espíritu, La traducción de Weymouth es bien cara al respecto: “el príncipe de las potestades del aire, los espíritus que ahora obran en los corazones de los hijos de desobediencia”. Las “potestades del aire”, son los malos espíritus que motivan a los impíos, de la misma manera que el Espíritu Santo da poder al pueblo de Dios.

En forma similar, el apóstol Juan da testimonio sobre la incorporeidad de los demonios cuando habla de los tres espíritus inmundos que salen de la boca del dragón, la bestia y el falso profeta, como espíritus de demonios (Pneumata daimonion, Ap. 16:14). La expresión puede ser considerada o como genitivo común de descripción, denotando la clase de espíritus como demoniacos”, o mejor aún, como genitivo de aposición, que define más particularmente el término general espíritus”, que pueden ser buenos o malos, como demonios espíritus malos1).

Entonces, las Escrituras presentan a los demonios como seres puramente espirituales. En varios pasajes la Biblia nos da prácticamente lo que es una definición de espíritu”. “Dios es Espíritu (Jn.4:24). Un espíritu no tiene carne ni huesos (Lc.24:39). Los demonios son espíritus (Lc.10:17, 20). Los ángeles… son… espíritus(Heb.1:13, 14).

El atributo específico de espíritu”, es entonces, inmaterialidad, incorporeidad. Cristo como el Verbo eterno (Espíritu increado), en su encarnación,  no tomó sobre Sí mismo un cuerpo inmaterial incorpóreo, la naturaleza de los ángeles (Heb.2:16), sino una verdadera humanidad, en una esfera un poco menor que los ángeles (Salm.8:4, 5; Heb. 2:6,9), para poder elevar al creyente a su propia plano, sobre los ángeles (Heb.2:9,10).

Es, pues, evidente por estas Escrituras, que ángeles buenos o malos, son en substancia espíritu, y habitantes del mundo espiritual, que está sobre el mundo natural. Pero no debemos suponer por el hecho de que los espíritus son inmateriales, que son menos personales. Los demonios, como otros seres espirituales creados, poseen personalidad, y en todas partes de las Escrituras se habla de ellos como agentes inteligentes y con voluntad (Mr.5:10; Lc.4:34).

Si la substancia de los demonios es espiritual, ¿qué podemos decir de su forma y visibilidad? ¿Pueden ellos tomar una forma definida y ser vistos por ojos humanos? ¿Puede el espíritu llegar a ser discernible a los hombres en la carne? Admitimos que estas preguntas son difíciles, y excepto por unos pocos y débiles rayos de luz de la Palabra revelada, el tema está envuelto en oscuridad.

Aunque ningún ser humano en la carne ha podido ver la divina esencia, Dios, en su propia y gloriosa Trinidad espiritual (Jn.1:18; 4:24), sin embargo, Dios cubierto en forma angélica, encarnado particularmente en Jesucristo, ha sido visto por los ojos mortales (Gn.18:2, 22; Éx. 3:2-4; Jn.14:9). Aunque los ángeles son invisibles a los hombres (Salm.104:4), sin embargo en semejanza de forma humana (Gn. 19:1, 5; Lc.1:26; Jn.20:12; Hech.12:9).

De la misma manera, los seres espirituales malignos evidentemente poseen un poder similar. Satán el príncipe de los malos espíritus (Mt.12:24), sin duda asumió la semblanza de forma humana en la tentación de Jesús (Mt.4:910), y fue visto por Zacarías, de pie a la derecha de Josué, el sumo sacerdote (Zc. 3:1). Bajo el disfraz de la sapiente edénica, él se presentó primero como ángel de luz (Gn.3:1; 2 Cor.11:14). No sería raro, entonces, que sus demonios acólitos pudieron asumir la semblanza de forma humana, si la ocasión lo requiriera.

La Escritura es notablemente reticente[1] en esta fase de la demonología, en contraste competo con los sistemas étnicos y rabínicos, donde se da gran prominencia a los vislumbre de espíritus de las clases y formas más fantásticas. Por ejemplo: los rabíes dividieron a los demonios en dos clases:

(1)   Compuesta de seres puramente espirituales,

(2)   La otra de semiespíritus (“halbgeister”)2).

Los últimos, como seres semisensuales con una constitución psíquica[2] carnal que los envuelve en necesidades unciones físicas, podían ser vistos bajo ciertas condiciones y eran la fuente de una superstición interminable.

Sin embargo, la verdad Escritural de una vez por todas deshace la noción de semiespíritus y con ella una gran parte de la demonología étnica y rabínica, donde se viola las características esenciales del espíritu.

Al presentar a los demonios como seres puramente espirituales, las Escrituras los consideran uniformemente como por encima de, o superiores a las operaciones de las leyes naturales, y no sujetos a la visión humana u otra percepción sensorial.

De allí que la Biblia esté libro de ritos y métodos mágicos, que vician y contaminan los sistemas no bíblicos. Teniendo en cuenta este reconocimiento general de la  espiritualidad e invisibilidad de los demonios, debemos notar cuidadosamente que la Palabra de Dios reconoce el principio de la trascendencia de la ley natural en el milagro divino.

Bajo tales circunstancias, el ojo natural puede ver la realidad espiritual, como, por ejemplo, cuando en contestación a la oración de Eliseo, Jehová = (Ha-Shem El NombreAdonai) abrió los ojos del joven, el siervo del profeta, para ver que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo (2 R.6:17).

De la misma manera Eliseo vio un carro de fuego con caballos de fuego cuando Elías subió en un torbellino al cielo (2 R. 2:11). Así también el vidente de Patmos vio los horribles demonios langosta, en el horrendo último día de la erupción del abismo (Ap. 9:1-12).

Y también vio los tres espíritus inmundos con forma de ramas, que salieran de la boca del dragón, la bestia y el falso profeta (Ap.16:13-16). Juan pudo ver estos habitantes del mundo maligno espiritual por visión sobrenatural. No obstante, los demonios-langostas y los malos espíritus con forma de ranas serán invisibles al ojo natural, pero su presencia será notada por el intenso sufrimiento que infligirá, el gran engaño que causaría, que será inevitable por causa de su invisibilidad humana para proveer armas contra sus ataques.

Es imposible decir si el poder satánico en las tierras que no fueron tocados por la verdad del evangelio ni liberadas de la esclavitud del mal sobrenatural, haya estado sin freno a tal grado que ha llegado a realizar miagro diabólicos, trascendiendo a las leyes naturales con el fin de extender el miedo y la superstición  por medio del vislumbre de espíritu.

Sería difícil negar tal posibilidad, frente a los fenómenos del espiritismo moderno y a la explosión milagrosa del mal sobrenatural de los últimos días (2 Ts. 2:9; Ap. 13:13-15), y frente a las declaraciones de la demonología étnica y rabínica sobre la verificación directa en el asunto de ver espíritus3). Al negar tal posibilidad de milagros diabólicos como causa última y dinámica, es difícil dar alguna razón de la perpetuación de una masa tan vasta de superstición y fanatismo desde el principio de los tiempos históricos hasta nuestros días. Si hay mucho humo, es porque debe haber fuego en algún lado.

1.2.   SU NATURALEZA INTELECTUAL:

A creencia de que os malos espíritus poseen conocimientos sobrehumanos, especialmente el futuro, la atestigua la práctica difundida de buscar oráculos de ellos. Si la etimología de la palabra daimon que hace Platón, es correcta4) de que proviene de un adjetivo que significa conocedor) o inteligente, parece ser que la inteligencia es la característica básica en el concepto de los demonios. Más aún, las Sagradas Escrituras enfatizan uniformemente su perspicacia:

·         Ellos conocen a Jesús (Mr. 1:24),

·         Se inclinan delante de Él (Mr. 5:6),

·         Hablan de Él comoHijo de Dios Altísimo(Mr. 5:7),

·         Se dan cuenta de que no puede haber comunión entre la luz y las tinieblas, entre Jesús y ellos (Lc. 8:28),

·         Le piden favores (Lc. 8:31),

·         Le obedecen (Mt. 8:16),

·         Niegan conocimiento de su encarnación y completo sacrificio (1 Jn. 4:1-3),

·         Corrompen la sana doctrina (1 Tim. 4:1-3),

·         Disciernen entre aquellos sellados por Dios y los que no o están (Ap. 9:4), y

·         Se dan cuenta de su futuro y su propia e inevitable condenación (Mt. 8:29).

Aunque el conocimiento de los demonios es agudo y sobrenatural, no es un conocimiento santo y salvador. Los demonios creen, y tiemblan (Stg. 2:19), pero siendo confirmados en maldad, nunca buscan perdón y pureza. Ellos tienen un profundo conocimiento de que Jesús es el Señor del mundo espiritual, pero su confesión no involucra una confianza salvadora, o una sumisión voluntaria. Ellos adoran a Cristo (Mr. 3:11), pero su adoración no es de amor o de gozo por la santa comunión, sino la mera inclinación de una voluntad inferior a una superior, en odio y resentimiento.

Como la vasta sabiduría de Satanás, aunque finita, se corrompió cuando él pecó (Ez. 28:12, 17), es razonable pensar que la gran sabiduría que caracteriza a los seres angelicales en general (2 Sam. 14:20), fue en el caso de la multitud de colaboradores angélicos que le siguieron, pervertida de la misma manera.

Esta es, sin duda, la explicación de la preeminente, aunque no santa, sabiduría de los demonios, que es usada infatigablemente e incesantemente en tentativas de estorbar y frustrar los palanes y propósitos de Dios.

1.3.    SU NATUALEZA MORAL:

La depravación y completa bajeza moral de estos invisibles agentes del mal está testimoniada a lo largo de las Escrituras por los diabólicos efectos que producen en sus víctimas y por el frecuente epíteto de inmundos que se aplica a ellos (Mt.10:1; Mr.1:27; 3:11; Lc.4:36; Hech.8:7; Ap. 16:13):

Ø  Ellos usan a aquellos que llegan a posesiones o influencias como instrumentos de iniquidad (Rom.6:13),

Ø  Para promulgar doctrina de demonios (1 Tim.4:1) y

Ø  Herejías destructores (2 P.2:1), llevando no sólo a conducta amoral, sino inmoral.

Los actos de los endemoniados parecen indicar que los espíritus inmundos toman posesión en algunos casos con propósitos de gratificación sensual, usando todo tipo de impurezas. Esto puede explicar el deseo de los poseídos de vivir en estado de desnudez, de tener pensamientos licenciosos (Lc.8:27) y de frecuentar lugares de impureza como las tumbas.

La naturaleza viciosa y vil de los demonios se demuestra aún más en el deseo que tenía de entrar en los cerdos (Mr.5:12) y en su actividad en la proclamación de las doctrinas de amor libre (1 Tim.4:3), con el consiguiente resquebrajamiento moral de una sociedad ordenada.

Junto con su inteligencia sobrehumana y su moral viciosa, ellos tienen una fuerza asombrosa:

§  Tienen poder sobre el cuerpo humano para causar mudez (Mt. 9:32, 33),

§  Ceguera (Mt. 12:22),

§  Demencia (Lc. 8:26-36),

§  Manías suicidas (Mr. 9:22),

§  Males físicos (Mr. 9:18) y

§  Varios defectos y deformidades físicas (Lc. 13:11-17).

Se les representa con diferentes grados de malignidad (Mt. 12:45). Puede verse su energía titánica en la fuerza sobrenatural que pueden impartir al cuerpo humano (Lc. 8:29). El poder y la gran fuerza son atributos angelicales conspicuos (Salm. 103:20; 2 P. 2:11), que, como la sabiduría, fueron viciados y pervertidos en la rebelión de los ángeles (Mt. 12:26-29).

II.     LA ACTIVIDAD DE LOS DEMONIOS:

Satán y los malos espíritus están incansable e incesantemente dedicados a la prosecución de objetivos de engaño y maldad. Puede percibirse la actividad y diligencia satánica en expresiones como ésta:

Ø Rodear la tierra y de andar por ella(Job 1:7), o

Ø Como león rugiente… buscando a quien devorar (1 P.5:8).

Si el príncipe líder de los demonios presenta tal imagen de incansable celo e inagotable energía (Mt. 12:24), no es raro que sus huestes de seguidores voluntarios demuestren algo del mismo entusiasmo y diligencia.

2.1.  LOS DEMONIOS SE OPONEN A DIOS Y LUCHAN EN CONTRA DE SU VLUNTAD:

La oposición a la voluntad de Dios es el principal objetivo satánico. El nombre “Satán”, significa “adversario”:

·         Primeramente, adversario de Dios (Job 1:6; Mt. 13:39), y

·         Luego, oponente del hombre (Zc.3:1; 1 P. 5:8).

Satán: H7854 שָׂטָן = satán: de H7853; oponente, opositor; especialmente (con el art. prefijo) Satán, Satanás, el archienemigo de lo bueno: adversario, enemigo, Satanás. (Strong).

Adversario: H7854 שָׂטָן

1) Adversario, acusador (Núm.22:22; 1 R.5:18/4).

2) Ha-satán = la RVA traduce consecuentemente como Satanás en Zc.3:1; Job 1:6, aunque bien podría traducirse como en (1) arriba.

3) Satán = Satanás (1 Cron.21:1). (Moisés Chávez).

La designación “diablo” significa “acusador”:

§  Acusando a Dios delante de los hombres (Gn.3:1-5), y

§  A los hombres delante de Dios (Job 1:9, 11; 2:45; Ap.12:10).

Diablo: G1228 διάβολος = diábolos: de G1225; calumniador; específicamente Satanás [Compare H7854]:- calumniador, diablo. (Strong)

Fue la intromisión de su voluntad en contra de la voluntad divina, en la apostasía original (Is. 14:13,14) y la concurrencia de una vasta multitud de ángeles la que por siempre determinó la actitud satánica y demoniaca como una de oposición y de exaltación del yo[3]” “contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto (2 Ts. 2:4).

Desde el asesinato de Abel (Gn. 4:8), hasta la matanza de niños inocentes que hizo Herodes (Mt. 2:16), puede observarse el implacable odio de Satán hacia la simiente prometida y su antagonismo al Mesías de Dios y al propósito divino que se realizaba en El. Como los demonios tienen a Satanás por rey (Mt. 12:26), de la misma manera que él, se opone a Dios.

Podemos discernir la tremenda resistencia venenosa de Satán y los demonios a los planes de Dios y sus propósitos en Cristo:

Ø  En la aparición personal de Satán para tentar al Señor Jesús en el desierto (Mt. 4:1-11),

Ø  En los tremendos disturbios demoniacos que por todas partes trataron de frustra su ministerio público, en la traición de Judas (Lc. 22:3),

Ø  En la negación de Pedro (Lc. 22:31) y en la horrible ceguera y engaño de los líderes judíos.

Lo mismo vemos a través de los anales de la historia de la Iglesia, hasta la última y terrible coalición en contra de Dios, motivada por los demonios en el Armagedón (Ap. 16:13-16).

2.2.   LOS DEMONIOS OPRIMEN AL HOMBRE Y TRATAN DE ESTORBAR SU BIENESTAR:

A menudo los malos espíritus ponen en peligro el bienestar temporal y eterno del hombre al ejercitar cierto control sobre los fenómenos naturales. Para afligir a Job, Satanás utilizó rayos, viento y enfermedades (Job 1:12, 16, 19; 2:7). La mujer que tenía unespíritu de enfermedadestuvo ligada por Satanás durante 18 años (Lc. 13:11, 16). La violenta tormenta en el Mar de Galilea en la cual los discípulos despertaron al Salvador puede ser atribuida a agencia satánica y demoniaca (Mr. 4:39).

Pero mucho más a menudo los espíritus malignos ponen en peligro el bienestar del hombre al ponerlo bajo tentación. Muchas Escrituras atribuyen específicamente este poder a Satanás (Gn. 3:1-7; Mt. 4:3; Jn. 13:27; Hech. 5:3; 1 Ts. 3:5) y seducciones son tanto positivas como negativas (Mt. 13:38, 39).

Satanás no solamente quita la buena semilla, sino que también siembra la cizaña.

Sin lugar a dudas, este poder de tentación es poseído por los muchos espíritus malignos subordinados de Satán, a través de cuya instrumentalidad, él cumple sus nefastos propósitos. El príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en  los hijos de desobediencia (Ef.2:2) está perpetua e infatigablemente ocupado en el desarrollo de un vasto programa de engaño y atracción al mal.

Es evidente en las Sagradas Escrituras que la actividad de los demonios está tan íntima e inseparablemente ligado con la de su príncipe-líder, que sus obras no se diferencian, sino más bien se identifican. Es así que se describe el ministerio del Señor sobre la Tierra, como haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo(Hech. 10:38).

Es obvio, aun en una precipitada observación de los hechos, que la llamada opresión del diablo, es, en su mayor parte, la obra de sus emisarios y siervos los demonios. Sin duda, los casos más importantes de tentación (Mt. 4:1; Lc. 22:3, 31) son obra directa de Satanás mismo, pero como no es ni omnipresente, ni omnipotente, ni omnisciente, la mayor parte de su actividad colosal debe ser delegada en los demonios. Estos también angustian a la humanidad desordenando la mente en la posesión demoniaca (Mr. 1:23-27; 5:1-20).

2.3.    SIN EMBARGO, LOS DEMONIOS CUMPEN LOS PROPÓSITOS DE DIOS:

Los demonios son instrumentos en las manos de Dios para ejecutar sus planes de castigar a los impíos (Salm. 78:49) El malvado Acab fue castigado por sus crímenes por un espíritu de mentira que Jehová puso en la boca de todos sus profetas para llevar al desastre de Ramot de Gallad (1 R. 22:23). Son los demonios los que llevarán a los ejércitos que resisten a Dios en Armagedón a una catástrofe similar (Ap. 16:13-16).

Satán y sus demonios también son usados por Dios para el castigo de los suyos. Cuando Satanás zarandeó a Pedro no lo hizo sino en cumplimiento de lo dicho por el Señor (Lc.22:31). A través de pruebas satánicas, Job es llevado a una posición de refinamiento y crecimiento espiritual (Job 42:5, 6). El incestuoso creyente de Corintio es entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús (1 Cor. 5:5). Himeneo y Alejandro son entregados a Satanás para que aprendan a no blasfemar (1 Tim. 1:20).

Satanás y los demonios ilustran, para todos los tiempos, la naturaleza y el destino del mal moral (Mt. 8:29). El fuego eterno”, que está preparado para Satán, sus ángeles, y todos los que le siguen (Mt. 25:41; Ap. 20:10), será una demostración para todo el universo moral de la tremenda iniquidad del pecado y su inevitable pena y castigo.

III.    LA MORADA DE LOS DEMONIOS:

Aunque Satanás tiene gran poder, está circunscrito por barreras y limitaciones más allá de las cuales no puede actuar.

Se le puede permitir ahora emplear un innumerable ejército de demonios, que están libres y pueden obedecer sus órdenes, pero no puede capitanear a todos los agentes del mal que de buena gana le seguirían en sus designios diabólicos.

Pero en los últimos juicios en la consumación de los tiempos y para aumentar el castigo de los impíos, él aumentara sus ejércitos con multitudes de seres malignos, que están en prisiones al presente.

3.1.    EL ABISMO –LA MORADA DE LOS DEMONIOS PRISIONEROS:

Aunque las Sagradas Escrituras hablan de las prisiones de malos espíritus, y la multitud de sus prisioneros, nada se revela sobre la razón o el tiempo en que este encarcelamiento tuvo lugar. Sin embargo, la liberación de estos seres malignos aparece gráficamente en detalle en Apocalipsis 9:1-11. 

El quinto ángel tocó la trompeta,  y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra;  y se le dio la llave del pozo del abismo…”. (Ap. 9:1-11).

Estrella: G792 στήρ = astér: probablemente de la base de G4766; estrella (como regada por el cielo), literalmente o figurativamente:- estrella. (Strong).

Juan vio una estrella que cayó del cielo a la tierra, y se le dio la llave del pozo del abismo(ver. V.1).

Una estrella: Representa una creatura inteligente; al parecer, un ángel del abismo (v.11). Nótese: el abrió del v.2. Del pozo del abismo (para otros usos de esta frase, Comp. Lc. 8:31; Rom. 10:7; Ap. 9:11; 11:7; 17:8; 20:1, 3). Lc. 8:31 indica que ésta es la habitación de los demonios. (Biblia de Estudio. Ryrie, p.1791).

Los comentaristas  no están de acuerdo en el significado de la estrella:

Ø  Unos piensan que representa a Satán,

Ø  Otros a un ángel caído,

Ø  O a un ángel en estado de pureza,

Ø  A un líder apóstata o algún otro ser.

Por otra parte, la apertura del pozo del abism5), y la erupción de langostasinfernales y sobrenaturales que surgen en medio del humo es generalmente considerada como la liberación de millones de demonios destructivos y engañadores, que vienen a atormentar y engañar a judíos y gentiles en los últimos tiempos.

El pozo del abismo6), desde donde emergen estos agentes demoniacos, no es el Hades la mora de los espíritus de seres humanos perdidos hasta la segunda resurrección, ni Tártaro, la prisión de los ángeles caídos (2 P. 2:4; Jud. 6), ni tampoco el lago de fuego, el lugar de condenación final de Satán y sus ángeles (Mt. 25:41), sino que el lugar de la detención actual de muchos espíritus caídos, que, por alguna razón han sido privados del privilegio que gozan muchos de sus compañeros, de andar en libertad.

Algunos espíritus que gozaron una vez de libertad, llegaron a esta cárcel espiritual consignados por la justicia y el poder divinos (Lc. 8:31). Juan en su Apocalipsis nos habla también de otra vasta multitud de seres espirituales.

Que, como los demonios-angosta, quedan en libertad para actuar sobre las masas idólatras y adoradoras de demonios de la humanidad, en los últimos tiempos (Ap.9:13-21). Simultáneamente, cuando desatan los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates! (ver. V.14), aparece en escena la invisible caballería infernal de doscientos millones de jinetes para matar a la tercera parte de los hombres (ver. V.15).

No puede discernirse claramente si estos extraños y bizarros seres espirituales con tan horrible constitución y mortal poder, pueden ser clasificados como agentes demoniacos7). Los cierto es que pertenecen al reino del mal sobrenatural.Los cuatro ángeles cuya liberación marca el momento del comienzo de esta terrible destrucción, parecen ser magnates específicos y ocupan un lugar muy importante en el reino del mal espiritual (Ef. 6:12). Los millones de agentes subordinados, cuya liberación llama automáticamente a la acción, parecen indicar un alto rango en estos cuatro ángeles. La Biblia no aclara si este ejército sobrenatural (2 R. 2:11; 6:13-17) estaba en libertad o atado, como los cuatro ángeles, y si así lo fuera, dónde. Ellos simplemente entran en escena y comienzan su carrera destructiva y agresiva.

3.2.      TIERRA Y AIRE –LA MORADA DE LOS DEMONIOS EN LIBERTAD:

Estos espíritus que constituyen los poderes del aire (Ef. 2:2) o la potestad de las tinieblas (Col. 1:13), bajo las órdenes de Satán, su príncipe, son los enemigos espirituales en contra de quienes tienen que luchar los creyentes en la actualidad (Ef. 6:11, 12). Ellos sin duda conservarán su libertad para andar por las regiones celestes con Satán hasta que éste sea echado de los cielos a la Tierra (Ap. 12:9).

Con Satán, serán arrojados al abismo en la Segunda Venida de Cristo, para permanecer allí durante el milenio (Ap. 20:1-3) y compartirán su destino eterno en el (fuego eterno) (Mt. 25:41; Ap. 20:10). El estado de preparación que él (Pablo) describe requiere que el creyente esté debidamente uniformado y equipado. Hay seis partes que se debe poner o tomar para estar preparado, que son: (Ef. 6:11, 12-18).

§  El cinturón,

§  La coraza,

§  El calzado,

§  El escudo,

§  El casco y

§  La espada.


Cada parte cumple con una función estratégica en la protección del soldado. El apóstol Pablo estuvo muy familiarizado con la vestimenta y armadura de un soldado romano porque estaba vigilado día y noche por soldados que tomaron turno para guardarlo. Cada prenda o pieza que Pablo menciona la usa como figura dándole un significado espiritual.

IV.   LA ORGANIZACIÓN DE LOS DEMONIOS:

Los seres angelicales, tanto los caídos como los puros, constituyen una vasta multitud (Dn. 7:10; Ap. 12:4,7). Así como los buenos espíritus tienen varios grados y responsabilidades en ordenamiento sistemático, sería extraño pensar que el ejército de Satán fuese una turba o chusma sin coordinación.

Lejos de ser así, se revela el reino de Satanás (Mt. 12:26) como un imperio del mal altamente sistematizado, y organizado elaboradamente. La autoridad de Satán parece extenderse sobre dos órdenes distintas de seres:

§  La organización satánica de la Tierra, y

§  Las huestes satánicas del aire8).

4.1.   LA ORGANIZACIÓN SATANICA DE LA TIERRA:

En esta esfera Satán gobierna sobre la humanidad no regenerada. Él se aseguró el cetro de gobierno sobre la Tierra desde Adán, por derecho de conquista (Gn. 3:1-6; Mt. 4:8,9; Jn. 12:31) y organizó el presente sistema mundial bajo sus propios principios cósmicos de orgullo, ambición, egoísmo, violencia, avaricia y placer (Jn. 14:30; 18:36; Ef. 2:2; 6:12; 1 Jn. 2:15-17).

Imponente, exteriormente religioso, científico, culto, elegante, este sistema mundial está dominado por los principios satánicos, y bajo su engañosa apariencia exterior, es una caldera hirviendo de ambiciones nacionales e internacionales, revalidadas comercialmente, lágrimas escondidas detrás de una sonrisa.

Satanás y su jerarquía elaboradamente organizada de seres espirituales de maldad (Dn. 10:13; Ef. 6:12), son a menudo los agentes invisibles y la causa real del poder e inteligencia de los dictadores, reyes presidentes y gobernadores que son los dirigentes visibles9). Las fuerzas armadas y las guerras periódicas, con muerte, sangre y violencia, son los acompañantes indispensables.

4.2.   LAS HUESTES SATANICAS DEL AIRE:

En esta categoría Satanás ejerce dominio sobre los espíritus caídos que le siguieron en su rebelión original. Su autoridad es, sin duda, un atributo que se le ha permitido retener desde su creación. Estos espíritus, habiendo irrevocablemente elegido seguir a Satán, en vez de permanecer leales a su Creador, han quedado confirmados irremisiblemente en maldad, e irreparablemente abandonados al error.

De allí que estén en completo acuerdo con su príncipe y le rindan voluntarioso servicio en sus diferentes grados y posiciones en su altamente organizado reino del mal (Mt.12:26). Su decisión inicial los ha ligado por siempre a su programa de engaño y a su inevitable condenación.

4.3.   LOS ESPIRITUS APRISIONADOS EN EL ABISMO:

La organización satánica no se extiende solamente a su ejército en la Tierra y a las huestes del aire. Hasta los moradores demoniacos del abismo sienten la influencia de su sistematización eficiente. Tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón y en griego Apolión (Ap. 9:11). Este rey no es Satanás.

Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón*, y en griego, Apolión**. (Ap. 9:11) 


*Abadón: G3 βαδδών = Abaddón: de origen hebreo [H11]; ángel destructor: - Abadón.

Abadón: H11 אֲבַדּוֹן = abaddón: intensivo de H6; abstractamente perecer; concretamente Hades: - Abadón. (Strong).

**Apolión: G623 πολλύων = Apolúon: participio activo de G622; destructor (i. e. Satanás): - Apolión.

Satán es el príncipe de todos los poderes de las tinieblas, pero tiene potentados y príncipes a su mando, con sus propias responsabilidades particulares. Es Satanás mismo quien abre la puerta del pozo del abismo (Ap. 9:1-2) para la liberación de los espíritus-langostas en los días del poder engañoso (2 Ts. 2:11), pero el rey inmediato de estos malignos demonios es uno de los ángeles de Satanás, el ángel del abismo”.

El rey tiene un nombre descriptivo, dado en hebreo y en griego, que demuestra que la horrible erupción demoniaca del abismo tendrá relación tanto con judíos como con gentiles, al final de los tiempos. Cristo es llamado Jesús”, porque Él es Salvador”. El rey es llamado Abadón en hebreo y Apolión en griego, porque él es un destructor, lo opuesto al Salvador.

V.     LA CONDENACIÓN DE LOS DEMONIOS:

Los demonios, como su líder Satanás, tienen una importante esfera de actividad para ejercitar su poderoso y maligno ministerio, pero, sin embargo, están bajo estricto control divino y cumplen un papel definido en el plan de Dios.

La amplitud de sus maquinaciones está estrictamente determinada, la esfera de sus malvadas operaciones ya está dada, y su condenación, inexorablemente sellada. No se encuentran un impuro dualismo en la demonología bíblica.

5.1.   EL ABISMO –LUGAR INTERMEDIO DE CONDENACIÓN:

Los malos espíritus de ninguna manera ignoran el destino seguro que les espera. Por eso es que clamaron a Jesús: “¿Qué tienes con nosotros, Jesús Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?” (Mt.8:29) Los demonios en el endemoniado gadareno demostraron a Jesús un miedo peculiar y terror al abismo, haciendo ver que lo consideraban como un lugar de tormento y prisión. Y le rogaban que no os mandase ir al abismo (Lc.8:31).

Ayuda Hermenéutica:

[4] Abismo: G12 βυσσος = abusos: de G1 (como partícula negativa) y una variación de G1037; sin fondo, i. e. (específicamente) (infernal) «abismo»: - abismo. (Strong).

[5] Sin Fondo: G12: abussos = (ἄβυσσος G12) sin fondo (de a negación, y bussos, profundidad; similar a bathus, profundo; que se usa en castellano como prefijo para términos técnicos, como batógrafo, apartado para registrar profundidades).

Describe una profundidad insondable, el mundo inferior, las regiones infernales, el abismo del Seol. En Rom. 10:7, citando a Dt. 30:13, el abismo (la morada de los muertos perdidos) toma el lugar del mar, debiéndose el cambio en la cita a los hechos de la muerte y de la resurrección del Señor. Es una referencia a las regiones inferiores como morada de demonios, de donde pueden ser soltados (Ap. 11:7; 17:8); se halla en siete pasajes de Apocalipsis (9:1, 2, 11; 11:7; 17:8; 20:1, 3). En los Evangelios aparece en Lc.8:31: (VINE).

El abismo, siendo similar al Hades, que es la morada de las almas de los injustos entre la muerte y la segunda resurrección, parece ser un lugar intermedio de detención para malos espíritus. Sus huestes depravadas quedan libres durante la gran tribulación para aumentar las malignas cohortes de Satán en su salvaje obra de engaño y destrucción (Ap.9:1-11). A ese mismo calabozo será consignado Satanás en la segunda venida de Cristo y quedará prisionero durante el reino milenial (Ap.20:1-3). Sin duda, quedan encerrados con él, todos sus ejércitos de esbirros[6] demoniacos pues no podrá engañar más a las naciones, hasta que sean cumplidos mil años (ver. V.3).

Y éste no sería el caso si las bandas vagabundas de sus sicarios hubiesen quedado en libertad para proseguir su iniquidad.

Sin duda, se entiende que el hecho de que haya de ser “desatado por un poco de tiempo(ver. 3, 7), luego del milenio, incluye a los demonios también o, por lo menos, parte de ellos, para llevar a cabo el engaño de las naciones (vv. 8, 9).

5.2.   GEHENNA –EL LUGAR DE ETERNA CONDENACIÓN:

El abismo acoge a sus malignos huéspedes sólo temporalmente, y debe luego entregarlos al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles (Mt.25:41). Esta es incuestionablemente la terrible condenación que los demonios tenían en mente cuando clamaron a Jesús:

·      “¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?” (Mt. 8:29) o “¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos?” (Mr. 1:24).

Satanás quedará libertado del abismo, pero será nuevamente apresado en su última y horrible rebelión en contra de Dios y lanzado en el lago de fuego y azufre”, su lugar de eterna condenación, para ser atormentado “día y noche por los siglos de los siglos (Ap.20:10).

No hay duda de que sus cómplices demoniacos, que han colaborado con Satanás en su último engaño de la humanidad, tendrán el mismo destino al mismo tiempo. Todo otro espíritu maligno que hubiere permanecido en el abismo estará presente en el juicio del Gran Trono Blanco y será consignado a las llamas eternas del Gehenna[7] (vv.11-15).

Pember10) ve una posible identificación del abismo la prisión de los demonios, con el mar. “Y el mar entregó los muertos que había en él” (ver. V.13).

Pro esta idea, ingeniosa por cierto, no puede ser probada.

La Septuaginta usa el término en conexión con el abismo caótico en Génesis 1:2 y las fuentes del grande abismo que fueron rotas para causar el diluvio (Gn. 7:11), pero otra cosa es pensar que el abismo sea considerado como el mar. Si se pudiera establecer este uso explicaría el por qué el mar que usualmente se toma como entregando los restos de aquellos que murieron allí o se ahogaron, aparece junto con la muerte y el Hades” (el mundo invisible), lugares que no contienen materiales, sino espíritus sin cuerpos.

___________

Notas y Bibliografía:

[1] Reticente. (Del lat. retĭcens, -entis, part. act. de reticere, callar). adj. Que usa reticencias. || 2. Que envuelve o incluye reticencia. || 3. Reservado, desconfiado. (Microsoft® Encarta® 2008).

[2] Psíquico, ca. (Del lat. psychĭcus, y este del gr. ψυχικός). adj. Perteneciente o relativo a las funciones y contenidos psicológicos. (Microsoft® Encarta® 2008).

[3] Yo. (Del lat. eo, de ego). pron. person. Forma de nominativo de 1.ª persona singular en masculino y femenino. || 2. Fil. Designa la realidad personal de quien habla o escribe. || 3. m. Fil. El sujeto humano en cuanto persona. El yo. Mi yo. || 4. Psicol. Parte consciente del individuo, mediante la cual cada persona se hace cargo de su propia identidad y de sus relaciones con el medio. || ~ que tú, que usted, etc. exprs. coloqs. Si yo estuviera en tu, su, etc., lugar. □ V. ~ pecador. Ego. (Del lat. ego, yo). m. Psicol. En el psicoanálisis de Freud, instancia psíquica que se reconoce como yo, parcialmente consciente, que controla la motilidad y media entre los instintos del ello, los ideales del superyó y la realidad del mundo exterior. || 2. coloq. Exceso de autoestima. (Microsoft® Encarta® 2008).

[4]  Sin fondo, cavernoso muy profundo, Insondable. Todas estas palabras son la traducción del inglés.

[5]  Profundo, ahuecado, de profundidad grave, hondo, abismálico. Traducción del inglés.

[6] Esbirro. (Del it. sbirro). m. Oficial inferior de justicia. || 2. Hombre que tiene por oficio prender a las personas. || 3. Secuaz a sueldo o movido por interés. (Microsoft® Encarta® 2008).

[7] Gehenna: G1067 geenna = (γεέννα G1067) representa el término hebreo Ge-Hinnom (el valle de Tofet) y una palabra aramea correspondiente. Se encuentra doce veces en el NT., once de ellas en los Evangelios Sinópticos, y en cada caso es mencionado por el mismo Señor. El que le diga a su hermano, fatuo (véase bajo INSENSATO), quedará expuesto «al infierno de fuego» (Mt.5:22); es mejor arrancar (descripción metafórica de una ley irrevocable) un ojo que haga caer a su poseedor, que no que «todo su cuerpo sea echado al infierno» (v. 29); similarmente con la mano (v. 30). En Mt.18:8,9 se repiten las amonestaciones, con una mención adicional al pie. Aquí, también la advertencia va dirigida a la persona misma, a la que se refiere evidentemente el término «cuerpo» en el cap. (VINE).

1)    Compara H. E. Daney y J. R. Mantey, A. Manual Grammar of the Greek New Testament, pp. 75 76, 79.

2)   Wiliam M. Alexander, Dmonic Possession in the New Testament, pp. 25, 26, 50-57. Para la multitude de formas grotescas de los demonios en la antigua demonología semítica, véase Edward Langton, Essentials of Demonology, pp. 20-22; y R. Campbell Thompson, Semitic Magic, pp. 44, 57 60, 62, 101.

3)    Alexander, op.cit. p. 41.

4)    Cratilo I, 389. Para la naturaleza intelectua de los demonios, vea John L. Nevius, Demonic Possession and Allied Themes pp. 33, 83, 150, 296, y E, Langton, Essentials of Demonology, pp. 153, 179.

5)    Para os conceptos paganos antiguos del abismo, vea James Moffatt en The Expositor’s Greek New Testament (Revelation), p. 406.

6)  Para una disertación profunda sobre el abismo, vea el apéndice o digresión en Lange’s Commentary on the Holy Scritures (Revelation).

7)   Es sumamente probable que sean agentes demoniacos. Las características sobresalientes de los demonios son sus formas fantásticas en los conceptos extra bíblicos. Compare la nota 2.

8)    Lewis Sperry Chafer, Satan, pp. 63, 64.

9)    Vea el Capítulo XI, “La Demonología Bíblica y los gobiernos del mundo”.

10)   G. H. Pember, Earth’ Eatliest Ages and Their Connection with Modern Spiritualism and Theosophy, pp. 75. 76.

-       e-Sword-the. LEDD.

-       Biblia de Estudio RYRIE.

-       UNGER, Merrill. Los Demonios Según La Biblia. Edit. Las Américas. Primera Edición. 1952.

-  Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 11//3//2022. MISIÓN BAUTISTA: Emanuel”. Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 942-562691-Tumbes.


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Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios”.

(Mateo 8:16).

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Sobre el tema de los demonios, la Biblia nos habla de manera tal como para no llamar la atención de los muy curiosos o altamente imaginativos. Sin embargo, se presentan los hechos esenciales con tal sencillez y brevedad, que en ningún momento se pierde el objetivo de dar instrucciones prácticas y llamar la atención sobre sus peligros.

En ningún otro punto del tema es más evidente esta falta de imaginación y soslayo de detalles innecesarios que en los pasajes donde se describen los malos espíritus.

I.       LA NATURALEZA DE LOS DEMONIOS:

No se ha entendido el carácter preciso de los demonios, en la gran mayoría de los casos, y se constituyó en la fuente más prolífica de superstición, no solamente en los sistemas étnicos y rabínicos, sino también en los conceptos cristianos.

1.1.   SU NATURALEZA ESPIRITUAL:

Como lo demuestran los siguientes pasajes, los Evangelios nos dan pruebas concluyentes de que los demonios son seres puramente espirituales. Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados (daimonizomenous); y con la palabra echó fuera a los demonios (ta pneumata)” (Mt.8:16).

Ayuda Hermenéutica:

Endemoniados: G1139 δαιμονίζομαι = daimonízomai: voz media de G1142; ser ejercido por un demoni o: - atormentado, demonio, endemoniado.

Demonios: G4151 πνεμα = pneúma: de G4154; corriente de aire, i. e. respiración (soplo) o brisa; por analogía o figurativamente un espíritu, i. e. (humano) el alma racional, (por implicación) principio vital, mentalmente disposición, etc., o (sobrehumano) ángel, demonio, o Dios (divino), espíritu de Cristo, el Espíritu Santo: - aliento, espíritu, espiritual, viento. Compare G5590. (Strong).

El apóstol Pablo presenta gráficamente la naturaleza espiritual de Satán y sus huestes demoníacas cuando dice enfáticamente que la lucha del creyente no es contra sangre y carne”, sino contra lo inmaterial, lo incorpóreo que él describe como potestades”, “gobernadores de las tinieblas”, “huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Ef.6:12).

 

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. (Ef.6:12).

Nuevamente en Efesios 2:2, el apóstol parece señalar claramente la potestad del aire”, de la que Satán es elpríncipe”, como espíritu, La traducción de Weymouth es bien cara al respecto: “el príncipe de las potestades del aire, los espíritus que ahora obran en los corazones de los hijos de desobediencia”. Las “potestades del aire”, son los malos espíritus que motivan a los impíos, de la misma manera que el Espíritu Santo da poder al pueblo de Dios.

En forma similar, el apóstol Juan da testimonio sobre la incorporeidad de los demonios cuando habla de los tres espíritus inmundos que salen de la boca del dragón, la bestia y el falso profeta, como espíritus de demonios (Pneumata daimonion, Ap. 16:14). La expresión puede ser considerada o como genitivo común de descripción, denotando la clase de espíritus como demoniacos”, o mejor aún, como genitivo de aposición, que define más particularmente el término general espíritus”, que pueden ser buenos o malos, como demonios espíritus malos1).

Entonces, las Escrituras presentan a los demonios como seres puramente espirituales. En varios pasajes la Biblia nos da prácticamente lo que es una definición de espíritu”. “Dios es Espíritu (Jn.4:24). Un espíritu no tiene carne ni huesos (Lc. 24:39). Los demonios son espíritus (Lc.10:17, 20). Los ángeles… son… espíritus(Heb. 1:13, 14).

El atributo específico de espíritu”, es entonces, inmaterialidad, incorporeidad. Cristo como el Verbo eterno (Espíritu increado), en su encarnación,  no tomó sobre Sí mismo un cuerpo inmaterial incorpóreo, la naturaleza de los ángeles (Heb. 2:16), sino una verdadera humanidad, en una esfera un poco menor que los ángeles (Salm. 8:4, 5; Heb. 2:6, 9), para poder elevar al creyente a su propia plano, sobre los ángeles (Heb.2:9, 10).

Es, pues, evidente por estas Escrituras, que ángeles buenos o malos, son en substancia espíritu, y habitantes del mundo espiritual, que está sobre el mundo natural. Pero no debemos suponer por el hecho de que los espíritus son inmateriales, que son menos personales. Los demonios, como otros seres espirituales creados, poseen personalidad, y en todas partes de las Escrituras se habla de ellos como agentes inteligentes y con voluntad (Mr. 5:10; Lc. 4:34).

Si la substancia de los demonios es espiritual, ¿Qué podemos decir de su forma y visibilidad? ¿Pueden ellos tomar una forma definida y ser vistos por ojos humanos? ¿Puede el espíritu llegar a ser discernible a los hombres en la carne? Admitimos que estas preguntas son difíciles, y excepto por unos pocos y débiles rayos de luz de la Palabra revelada, el tema está envuelto en oscuridad.

Aunque ningún ser humano en la carne ha podido ver la divina esencia, Dios, en su propia y gloriosa Trinidad espiritual (Jn.1:18; 4:24), sin embargo, Dios cubierto en forma angélica, encarnado particularmente en Jesucristo, ha sido visto por los ojos mortales (Gn. 18:2, 22; Éx. 3:2-4; Jn.14:9). Aunque los ángeles son invisibles a los hombres (Salm.104:4), sin embargo en semejanza de forma humana (Gn. 19:1, 5; Lc.1:26; Jn.20:12; Hech.12:9).

De la misma manera, los seres espirituales malignos evidentemente poseen un poder similar. Satán el príncipe de los malos espíritus (Mt.12:24), sin duda asumió la semblanza de forma humana en la tentación de Jesús (Mt.4:910), y fue visto por Zacarías, de pie a la derecha de Josué, el sumo sacerdote (Zc. 3:1). Bajo el disfraz de la sapiente edénica, él se presentó primero como ángel de luz (Gn.3:1; 2 Cor.11:14). No sería raro, entonces, que sus demonios acólitos pudieron asumir la semblanza de forma humana, si la ocasión lo requiriera.

La Escritura es notablemente reticente[1] en esta fase de la demonología, en contraste competo con los sistemas étnicos y rabínicos, donde se da gran prominencia a los vislumbre de espíritus de las clases y formas más fantásticas. Por ejemplo: los rabíes dividieron a los demonios en dos clases:

(1)   Compuesta de seres puramente espirituales,

(2)   La otra de semiespíritus (“halbgeister”)2).

Los últimos, como seres semisensuales con una constitución psíquica[2] carnal que los envuelve en necesidades unciones físicas, podían ser vistos bajo ciertas condiciones y eran la fuente de una superstición interminable.

Sin embargo, la verdad Escritural de una vez por todas deshace la noción de semiespíritus y con ella una gran parte de la demonología étnica y rabínica, donde se viola las características esenciales del espíritu.

Al presentar a los demonios como seres puramente espirituales, las Escrituras los consideran uniformemente como por encima de, o superiores a las operaciones de las leyes naturales, y no sujetos a la visión humana u otra percepción sensorial.

De allí que la Biblia esté libro de ritos y métodos mágicos, que vician y contaminan los sistemas no bíblicos. Teniendo en cuenta este reconocimiento general de la  espiritualidad e invisibilidad de los demonios, debemos notar cuidadosamente que la Palabra de Dios reconoce el principio de la trascendencia de la ley natural en el milagro divino.

Bajo tales circunstancias, el ojo natural puede ver la realidad espiritual, como, por ejemplo, cuando en contestación a la oración de Eliseo, Jehová = (Ha-Shem El NombreAdonai) abrió los ojos del joven, el siervo del profeta, para ver que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo (2 R.6:17).

De la misma manera Eliseo vio un carro de fuego con caballos de fuego cuando Elías subió en un torbellino al cielo (2 R. 2:11). Así también el vidente de Patmos vio los horribles demonios langosta, en el horrendo último día de la erupción del abismo (Ap. 9:1-12).

Y también vio los tres espíritus inmundos con forma de ramas, que salieran de la boca del dragón, la bestia y el falso profeta (Ap.16:13-16). Juan pudo ver estos habitantes del mundo maligno espiritual por visión sobrenatural. No obstante, los demonios-langostas y los malos espíritus con forma de ranas serán invisibles al ojo natural, pero su presencia será notada por el intenso sufrimiento que infligirá, el gran engaño que causaría, que será inevitable por causa de su invisibilidad humana para proveer armas contra sus ataques.

Es imposible decir si el poder satánico en las tierras que no fueron tocados por la verdad del evangelio ni liberadas de la esclavitud del mal sobrenatural, haya estado sin freno a tal grado que ha llegado a realizar miagro diabólicos, trascendiendo a las leyes naturales con el fin de extender el miedo y la superstición  por medio del vislumbre de espíritu.

Sería difícil negar tal posibilidad, frente a los fenómenos del espiritismo moderno y a la explosión milagrosa del mal sobrenatural de los últimos días (2 Ts. 2:9; Ap. 13:13-15), y frente a las declaraciones de la demonología étnica y rabínica sobre la verificación directa en el asunto de ver espíritus3). Al negar tal posibilidad de milagros diabólicos como causa última y dinámica, es difícil dar alguna razón de la perpetuación de una masa tan vasta de superstición y fanatismo desde el principio de los tiempos históricos hasta nuestros días. Si hay mucho humo, es porque debe haber fuego en algún lado.

1.2.   SU NATURALEZA INTELECTUAL:

A creencia de que os malos espíritus poseen conocimientos sobrehumanos, especialmente el futuro, la atestigua la práctica difundida de buscar oráculos de ellos. Si la etimología de la palabra daimon que hace Platón, es correcta4) de que proviene de un adjetivo que significa conocedor) o inteligente, parece ser que la inteligencia es la característica básica en el concepto de los demonios. Más aún, las Sagradas Escrituras enfatizan uniformemente su perspicacia:

·         Ellos conocen a Jesús (Mr. 1:24),

·         Se inclinan delante de Él (Mr. 5:6),

·         Hablan de Él comoHijo de Dios Altísimo(Mr. 5:7),

·         Se dan cuenta de que no puede haber comunión entre la luz y las tinieblas, entre Jesús y ellos (Lc. 8:28),

·         Le piden favores (Lc. 8:31),

·         Le obedecen (Mt. 8:16),

·         Niegan conocimiento de su encarnación y completo sacrificio (1 Jn. 4:1-3),

·         Corrompen la sana doctrina (1 Tim. 4:1-3),

·         Disciernen entre aquellos sellados por Dios y los que no o están (Ap. 9:4), y

·         Se dan cuenta de su futuro y su propia e inevitable condenación (Mt. 8:29).

Aunque el conocimiento de los demonios es agudo y sobrenatural, no es un conocimiento santo y salvador. Los demonios creen, y tiemblan (Stg. 2:19), pero siendo confirmados en maldad, nunca buscan perdón y pureza. Ellos tienen un profundo conocimiento de que Jesús es el Señor del mundo espiritual, pero su confesión no involucra una confianza salvadora, o una sumisión voluntaria. Ellos adoran a Cristo (Mr. 3:11), pero su adoración no es de amor o de gozo por la santa comunión, sino la mera inclinación de una voluntad inferior a una superior, en odio y resentimiento.

Como la vasta sabiduría de Satanás, aunque finita, se corrompió cuando él pecó (Ez. 28:12, 17), es razonable pensar que la gran sabiduría que caracteriza a los seres angelicales en general (2 Sam. 14:20), fue en el caso de la multitud de colaboradores angélicos que le siguieron, pervertida de la misma manera.

Esta es, sin duda, la explicación de la preeminente, aunque no santa, sabiduría de los demonios, que es usada infatigablemente e incesantemente en tentativas de estorbar y frustrar los palanes y propósitos de Dios.

1.3.    SU NATUALEZA MORAL:

La depravación y completa bajeza moral de estos invisibles agentes del mal está testimoniada a lo largo de las Escrituras por los diabólicos efectos que producen en sus víctimas y por el frecuente epíteto de inmundos que se aplica a ellos (Mt.10:1; Mr.1:27; 3:11; Lc.4:36; Hech.8:7; Ap. 16:13):

Ø  Ellos usan a aquellos que llegan a posesiones o influencias como instrumentos de iniquidad (Rom. 6:13),

Ø  Para promulgar doctrina de demonios (1 Tim. 4:1) y

Ø  Herejías destructores (2 P. 2:1), llevando no sólo a conducta amoral, sino inmoral.

Los actos de los endemoniados parecen indicar que los espíritus inmundos toman posesión en algunos casos con propósitos de gratificación sensual, usando todo tipo de impurezas. Esto puede explicar el deseo de los poseídos de vivir en estado de desnudez, de tener pensamientos licenciosos (Lc. 8:27) y de frecuentar lugares de impureza como las tumbas.

La naturaleza viciosa y vil de los demonios se demuestra aún más en el deseo que tenía de entrar en los cerdos (Mr. 5:12) y en su actividad en la proclamación de las doctrinas de amor libre (1 Tim. 4:3), con el consiguiente resquebrajamiento moral de una sociedad ordenada.

Junto con su inteligencia sobrehumana y su moral viciosa, ellos tienen una fuerza asombrosa:

§  Tienen poder sobre el cuerpo humano para causar mudez (Mt. 9:32, 33),

§  Ceguera (Mt. 12:22),

§  Demencia (Lc. 8:26-36),

§  Manías suicidas (Mr. 9:22),

§  Males físicos (Mr. 9:18) y

§  Varios defectos y deformidades físicas (Lc. 13:11-17).

Se les representa con diferentes grados de malignidad (Mt. 12:45). Puede verse su energía titánica en la fuerza sobrenatural que pueden impartir al cuerpo humano (Lc. 8:29). El poder y la gran fuerza son atributos angelicales conspicuos (Salm. 103:20; 2 P. 2:11), que, como la sabiduría, fueron viciados y pervertidos en la rebelión de los ángeles (Mt. 12:26-29).

II.     LA ACTIVIDAD DE LOS DEMONIOS:

Satán y los malos espíritus están incansable e incesantemente dedicados a la prosecución de objetivos de engaño y maldad. Puede percibirse la actividad y diligencia satánica en expresiones como ésta:

Ø Rodear la tierra y de andar por ella(Job 1:7), o

Ø Como león rugiente… buscando a quien devorar (1 P.5:8).

Si el príncipe líder de los demonios presenta tal imagen de incansable celo e inagotable energía (Mt. 12:24), no es raro que sus huestes de seguidores voluntarios demuestren algo del mismo entusiasmo y diligencia.

2.1.  LOS DEMONIOS SE OPONEN A DIOS Y LUCHAN EN CONTRA DE SU VLUNTAD:

La oposición a la voluntad de Dios es el principal objetivo satánico. El nombre “Satán”, significa “adversario”:

·         Primeramente, adversario de Dios (Job 1:6; Mt. 13:39), y

·         Luego, oponente del hombre (Zc.3:1; 1 P. 5:8).

Satán: H7854 שָׂטָן = satán: de H7853; oponente, opositor; especialmente (con el art. prefijo) Satán, Satanás, el archienemigo de lo bueno: adversario, enemigo, Satanás. (Strong).

Adversario: H7854 שָׂטָן

1) Adversario, acusador (Núm.22:22; 1 R.5:18/4).

2) Ha-satán = la RVA traduce consecuentemente como Satanás en Zc.3:1; Job 1:6, aunque bien podría traducirse como en (1) arriba.

3) Satán = Satanás (1 Cron.21:1). (Moisés Chávez).

La designación “diablo” significa “acusador”:

§  Acusando a Dios delante de los hombres (Gn.3:1-5), y

§  A los hombres delante de Dios (Job 1:9, 11; 2:45; Ap.12:10).

Diablo: G1228 διάβολος = diábolos: de G1225; calumniador; específicamente Satanás [Compare H7854]:- calumniador, diablo. (Strong)

Fue la intromisión de su voluntad en contra de la voluntad divina, en la apostasía original (Is. 14:13,14) y la concurrencia de una vasta multitud de ángeles la que por siempre determinó la actitud satánica y demoniaca como una de oposición y de exaltación del yo[3]” “contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto (2 Ts. 2:4).

Desde el asesinato de Abel (Gn. 4:8), hasta la matanza de niños inocentes que hizo Herodes (Mt. 2:16), puede observarse el implacable odio de Satán hacia la simiente prometida y su antagonismo al Mesías de Dios y al propósito divino que se realizaba en El. Como los demonios tienen a Satanás por rey (Mt. 12:26), de la misma manera que él, se opone a Dios.

Podemos discernir la tremenda resistencia venenosa de Satán y los demonios a los planes de Dios y sus propósitos en Cristo:

Ø  En la aparición personal de Satán para tentar al Señor Jesús en el desierto (Mt. 4:1-11),

Ø  En los tremendos disturbios demoniacos que por todas partes trataron de frustra su ministerio público, en la traición de Judas (Lc. 22:3),

Ø  En la negación de Pedro (Lc. 22:31) y en la horrible ceguera y engaño de los líderes judíos.

Lo mismo vemos a través de los anales de la historia de la Iglesia, hasta la última y terrible coalición en contra de Dios, motivada por los demonios en el Armagedón (Ap. 16:13-16).

2.2.   LOS DEMONIOS OPRIMEN AL HOMBRE Y TRATAN DE ESTORBAR SU BIENESTAR:

A menudo los malos espíritus ponen en peligro el bienestar temporal y eterno del hombre al ejercitar cierto control sobre los fenómenos naturales. Para afligir a Job, Satanás utilizó rayos, viento y enfermedades (Job 1:12, 16, 19; 2:7). La mujer que tenía unespíritu de enfermedadestuvo ligada por Satanás durante 18 años (Lc. 13:11, 16). La violenta tormenta en el Mar de Galilea en la cual los discípulos despertaron al Salvador puede ser atribuida a agencia satánica y demoniaca (Mr. 4:39).

Pero mucho más a menudo los espíritus malignos ponen en peligro el bienestar del hombre al ponerlo bajo tentación. Muchas Escrituras atribuyen específicamente este poder a Satanás (Gn. 3:1-7; Mt. 4:3; Jn. 13:27; Hech. 5:3; 1 Ts. 3:5) y seducciones son tanto positivas como negativas (Mt. 13:38, 39).

Satanás no solamente quita la buena semilla, sino que también siembra la cizaña.

Sin lugar a dudas, este poder de tentación es poseído por los muchos espíritus malignos subordinados de Satán, a través de cuya instrumentalidad, él cumple sus nefastos propósitos. El príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en  los hijos de desobediencia (Ef.2:2) está perpetua e infatigablemente ocupado en el desarrollo de un vasto programa de engaño y atracción al mal.

Es evidente en las Sagradas Escrituras que la actividad de los demonios está tan íntima e inseparablemente ligado con la de su príncipe-líder, que sus obras no se diferencian, sino más bien se identifican. Es así que se describe el ministerio del Señor sobre la Tierra, como haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo(Hech. 10:38).

Es obvio, aun en una precipitada observación de los hechos, que la llamada opresión del diablo, es, en su mayor parte, la obra de sus emisarios y siervos los demonios. Sin duda, los casos más importantes de tentación (Mt. 4:1; Lc. 22:3, 31) son obra directa de Satanás mismo, pero como no es ni omnipresente, ni omnipotente, ni omnisciente, la mayor parte de su actividad colosal debe ser delegada en los demonios. Estos también angustian a la humanidad desordenando la mente en la posesión demoniaca (Mr. 1:23-27; 5:1-20).

2.3.    SIN EMBARGO, LOS DEMONIOS CUMPEN LOS PROPÓSITOS DE DIOS:

Los demonios son instrumentos en las manos de Dios para ejecutar sus planes de castigar a los impíos (Salm. 78:49) El malvado Acab fue castigado por sus crímenes por un espíritu de mentira que Jehová puso en la boca de todos sus profetas para llevar al desastre de Ramot de Gallad (1 R. 22:23). Son los demonios los que llevarán a los ejércitos que resisten a Dios en Armagedón a una catástrofe similar (Ap. 16:13-16).

Satán y sus demonios también son usados por Dios para el castigo de los suyos. Cuando Satanás zarandeó a Pedro no lo hizo sino en cumplimiento de lo dicho por el Señor (Lc.22:31). A través de pruebas satánicas, Job es llevado a una posición de refinamiento y crecimiento espiritual (Job 42:5, 6). El incestuoso creyente de Corintio es entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús (1 Cor. 5:5). Himeneo y Alejandro son entregados a Satanás para que aprendan a no blasfemar (1 Tim. 1:20).

Satanás y los demonios ilustran, para todos los tiempos, la naturaleza y el destino del mal moral (Mt. 8:29). El fuego eterno”, que está preparado para Satán, sus ángeles, y todos los que le siguen (Mt. 25:41; Ap. 20:10), será una demostración para todo el universo moral de la tremenda iniquidad del pecado y su inevitable pena y castigo.

III.    LA MORADA DE LOS DEMONIOS:

Aunque Satanás tiene gran poder, está circunscrito por barreras y limitaciones más allá de las cuales no puede actuar.

Se le puede permitir ahora emplear un innumerable ejército de demonios, que están libres y pueden obedecer sus órdenes, pero no puede capitanear a todos los agentes del mal que de buena gana le seguirían en sus designios diabólicos.

Pero en los últimos juicios en la consumación de los tiempos y para aumentar el castigo de los impíos, él aumentara sus ejércitos con multitudes de seres malignos, que están en prisiones al presente.

3.1.    EL ABISMO –LA MORADA DE LOS DEMONIOS PRISIONEROS:

Aunque las Sagradas Escrituras hablan de las prisiones de malos espíritus, y la multitud de sus prisioneros, nada se revela sobre la razón o el tiempo en que este encarcelamiento tuvo lugar. Sin embargo, la liberación de estos seres malignos aparece gráficamente en detalle en Apocalipsis 9:1-11: 

El quinto ángel tocó la trompeta,  y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra;  y se le dio la llave del pozo del abismo…”. (Ap. 9:1-11).

Estrella: G792 στήρ = astér: probablemente de la base de G4766; estrella (como regada por el cielo), literalmente o figurativamente:- estrella. (Strong).

Juan vio una estrella que cayó del cielo a la tierra, y se le dio la llave del pozo del abismo(ver. V.1).

Una estrella: Representa una creatura inteligente; al parecer, un ángel del abismo (v.11). Nótese: el abrió del v.2. Del pozo del abismo (para otros usos de esta frase, Comp. Lc. 8:31; Rom. 10:7; Ap. 9:11; 11:7; 17:8; 20:1, 3). Lc. 8:31 indica que ésta es la habitación de los demonios. (Biblia de Estudio. Ryrie, p.1791).

Los comentaristas  no están de acuerdo en el significado de la estrella:

Ø  Unos piensan que representa a Satán,

Ø  Otros a un ángel caído,

Ø  O a un ángel en estado de pureza,

Ø  A un líder apóstata o algún otro ser.

Por otra parte, la apertura del pozo del abism5), y la erupción de langostasinfernales y sobrenaturales que surgen en medio del humo es generalmente considerada como la liberación de millones de demonios destructivos y engañadores, que vienen a atormentar y engañar a judíos y gentiles en los últimos tiempos.

El pozo del abismo6), desde donde emergen estos agentes demoniacos, no es el Hades la mora de los espíritus de seres humanos perdidos hasta la segunda resurrección, ni Tártaro, la prisión de los ángeles caídos (2 P. 2:4; Jud. 6), ni tampoco el lago de fuego, el lugar de condenación final de Satán y sus ángeles (Mt. 25:41), sino que el lugar de la detención actual de muchos espíritus caídos, que, por alguna razón han sido privados del privilegio que gozan muchos de sus compañeros, de andar en libertad.

Algunos espíritus que gozaron una vez de libertad, llegaron a esta cárcel espiritual consignados por la justicia y el poder divinos (Lc. 8:31). Juan en su Apocalipsis nos habla también de otra vasta multitud de seres espirituales.

Que, como los demonios-angosta, quedan en libertad para actuar sobre las masas idólatras y adoradoras de demonios de la humanidad, en los últimos tiempos (Ap.9:13-21). Simultáneamente, cuando desatan los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates! (ver. V.14), aparece en escena la invisible caballería infernal de doscientos millones de jinetes para matar a la tercera parte de los hombres (ver. V.15).

No puede discernirse claramente si estos extraños y bizarros seres espirituales con tan horrible constitución y mortal poder, pueden ser clasificados como agentes demoniacos7). Los cierto es que pertenecen al reino del mal sobrenatural.Los cuatro ángeles cuya liberación marca el momento del comienzo de esta terrible destrucción, parecen ser magnates específicos y ocupan un lugar muy importante en el reino del mal espiritual (Ef. 6:12). Los millones de agentes subordinados, cuya liberación llama automáticamente a la acción, parecen indicar un alto rango en estos cuatro ángeles. La Biblia no aclara si este ejército sobrenatural (2 R. 2:11; 6:13-17) estaba en libertad o atado, como los cuatro ángeles, y si así lo fuera, dónde. Ellos simplemente entran en escena y comienzan su carrera destructiva y agresiva.

3.2.      TIERRA Y AIRE –LA MORADA DE LOS DEMONIOS EN LIBERTAD:

Estos espíritus que constituyen los poderes del aire (Ef. 2:2) o la potestad de las tinieblas (Col. 1:13), bajo las órdenes de Satán, su príncipe, son los enemigos espirituales en contra de quienes tienen que luchar los creyentes en la actualidad (Ef. 6:11, 12). Ellos sin duda conservarán su libertad para andar por las regiones celestes con Satán hasta que éste sea echado de los cielos a la Tierra (Ap. 12:9).

Con Satán, serán arrojados al abismo en la Segunda Venida de Cristo, para permanecer allí durante el milenio (Ap. 20:1-3) y compartirán su destino eterno en el (fuego eterno) (Mt. 25:41; Ap. 20:10). El estado de preparación que él (Pablo) describe requiere que el creyente esté debidamente uniformado y equipado. Hay seis partes que se debe poner o tomar para estar preparado, que son: (Ef. 6:11, 12-18).

§  El cinturón,

§  La coraza,

§  El calzado,

§  El escudo,

§  El casco y

§  La espada.

Cada parte cumple con una función estratégica en la protección del soldado. El apóstol Pablo estuvo muy familiarizado con la vestimenta y armadura de un soldado romano porque estaba vigilado día y noche por soldados que tomaron turno para guardarlo. Cada prenda o pieza que Pablo menciona la usa como figura dándole un significado espiritual.

IV.   LA ORGANIZACIÓN DE LOS DEMONIOS:

Los seres angelicales, tanto los caídos como los puros, constituyen una vasta multitud (Dn. 7:10; Ap. 12:4,7). Así como los buenos espíritus tienen varios grados y responsabilidades en ordenamiento sistemático, sería extraño pensar que el ejército de Satán fuese una turba o chusma sin coordinación.

Lejos de ser así, se revela el reino de Satanás (Mt. 12:26) como un imperio del mal altamente sistematizado, y organizado elaboradamente. La autoridad de Satán parece extenderse sobre dos órdenes distintas de seres:

§  La organización satánica de la Tierra, y

§  Las huestes satánicas del aire8).

4.1.   LA ORGANIZACIÓN SATANICA DE LA TIERRA:

En esta esfera Satán gobierna sobre la humanidad no regenerada. Él se aseguró el cetro de gobierno sobre la Tierra desde Adán, por derecho de conquista (Gn. 3:1-6; Mt. 4:8,9; Jn. 12:31) y organizó el presente sistema mundial bajo sus propios principios cósmicos de orgullo, ambición, egoísmo, violencia, avaricia y placer (Jn. 14:30; 18:36; Ef. 2:2; 6:12; 1 Jn. 2:15-17).

Imponente, exteriormente religioso, científico, culto, elegante, este sistema mundial está dominado por los principios satánicos, y bajo su engañosa apariencia exterior, es una caldera hirviendo de ambiciones nacionales e internacionales, revalidadas comercialmente, lágrimas escondidas detrás de una sonrisa.

Satanás y su jerarquía elaboradamente organizada de seres espirituales de maldad (Dn. 10:13; Ef. 6:12), son a menudo los agentes invisibles y la causa real del poder e inteligencia de los dictadores, reyes presidentes y gobernadores que son los dirigentes visibles9). Las fuerzas armadas y las guerras periódicas, con muerte, sangre y violencia, son los acompañantes indispensables.

4.2.   LAS HUESTES SATANICAS DEL AIRE:

En esta categoría Satanás ejerce dominio sobre los espíritus caídos que le siguieron en su rebelión original. Su autoridad es, sin duda, un atributo que se le ha permitido retener desde su creación. Estos espíritus, habiendo irrevocablemente elegido seguir a Satán, en vez de permanecer leales a su Creador, han quedado confirmados irremisiblemente en maldad, e irreparablemente abandonados al error.

De allí que estén en completo acuerdo con su príncipe y le rindan voluntarioso servicio en sus diferentes grados y posiciones en su altamente organizado reino del mal (Mt.12:26). Su decisión inicial los ha ligado por siempre a su programa de engaño y a su inevitable condenación.

4.3.   LOS ESPIRITUS APRISIONADOS EN EL ABISMO:

La organización satánica no se extiende solamente a su ejército en la Tierra y a las huestes del aire. Hasta los moradores demoniacos del abismo sienten la influencia de su sistematización eficiente. Tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón y en griego Apolión (Ap. 9:11). Este rey no es Satanás.

Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón*, y en griego, Apolión**. (Ap. 9:11).


*Abadón: G3 βαδδών = Abaddón: de origen hebreo [H11]; ángel destructor: - Abadón.

Abadón: H11 אֲבַדּוֹן = abaddón: intensivo de H6; abstractamente perecer; concretamente Hades: - Abadón. (Strong).

**Apolión: G623 πολλύων = Apolúon: participio activo de G622; destructor (i. e. Satanás): - Apolión.

Satán es el príncipe de todos los poderes de las tinieblas, pero tiene potentados y príncipes a su mando, con sus propias responsabilidades particulares. Es Satanás mismo quien abre la puerta del pozo del abismo (Ap. 9:1-2) para la liberación de los espíritus-langostas en los días del poder engañoso (2 Ts. 2:11), pero el rey inmediato de estos malignos demonios es uno de los ángeles de Satanás, el ángel del abismo”.

El rey tiene un nombre descriptivo, dado en hebreo y en griego, que demuestra que la horrible erupción demoniaca del abismo tendrá relación tanto con judíos como con gentiles, al final de los tiempos. Cristo es llamado Jesús”, porque Él es Salvador”. El rey es llamado Abadón en hebreo y Apolión en griego, porque él es un destructor, lo opuesto al Salvador.

V.     LA CONDENACIÓN DE LOS DEMONIOS:

Los demonios, como su líder Satanás, tienen una importante esfera de actividad para ejercitar su poderoso y maligno ministerio, pero, sin embargo, están bajo estricto control divino y cumplen un papel definido en el plan de Dios.

La amplitud de sus maquinaciones está estrictamente determinada, la esfera de sus malvadas operaciones ya está dada, y su condenación, inexorablemente sellada. No se encuentran un impuro dualismo en la demonología bíblica.

5.1.   EL ABISMO –LUGAR INTERMEDIO DE CONDENACIÓN:

Los malos espíritus de ninguna manera ignoran el destino seguro que les espera. Por eso es que clamaron a Jesús: “¿Qué tienes con nosotros, Jesús Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?” (Mt.8:29) Los demonios en el endemoniado gadareno demostraron a Jesús un miedo peculiar y terror al abismo, haciendo ver que lo consideraban como un lugar de tormento y prisión. Y le rogaban que no os mandase ir al abismo (Lc.8:31).

Ayuda Hermenéutica:

[4] Abismo: G12 βυσσος = abusos: de G1 (como partícula negativa) y una variación de G1037; sin fondo, i. e. (específicamente) (infernal) «abismo»: - abismo. (Strong).

[5] Sin Fondo: G12: abussos = (ἄβυσσος G12) sin fondo (de a negación, y bussos, profundidad; similar a bathus, profundo; que se usa en castellano como prefijo para términos técnicos, como batógrafo, apartado para registrar profundidades).

Describe una profundidad insondable, el mundo inferior, las regiones infernales, el abismo del Seol. En Rom. 10:7, citando a Dt. 30:13, el abismo (la morada de los muertos perdidos) toma el lugar del mar, debiéndose el cambio en la cita a los hechos de la muerte y de la resurrección del Señor. Es una referencia a las regiones inferiores como morada de demonios, de donde pueden ser soltados (Ap. 11:7; 17:8); se halla en siete pasajes de Apocalipsis (9:1, 2, 11; 11:7; 17:8; 20:1, 3). En los Evangelios aparece en Lc.8:31: (VINE).

El abismo, siendo similar al Hades, que es la morada de las almas de los injustos entre la muerte y la segunda resurrección, parece ser un lugar intermedio de detención para malos espíritus. Sus huestes depravadas quedan libres durante la gran tribulación para aumentar las malignas cohortes de Satán en su salvaje obra de engaño y destrucción (Ap.9:1-11). A ese mismo calabozo será consignado Satanás en la segunda venida de Cristo y quedará prisionero durante el reino milenial (Ap.20:1-3). Sin duda, quedan encerrados con él, todos sus ejércitos de esbirros[6] demoniacos pues no podrá engañar más a las naciones, hasta que sean cumplidos mil años (ver. V.3).

Y éste no sería el caso si las bandas vagabundas de sus sicarios hubiesen quedado en libertad para proseguir su iniquidad.

Sin duda, se entiende que el hecho de que haya de ser “desatado por un poco de tiempo(ver. 3, 7), luego del milenio, incluye a los demonios también o, por lo menos, parte de ellos, para llevar a cabo el engaño de las naciones (vv. 8, 9).

5.2.   GEHENNA –EL LUGAR DE ETERNA CONDENACIÓN:

El abismo acoge a sus malignos huéspedes sólo temporalmente, y debe luego entregarlos al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles (Mt.25:41). Esta es incuestionablemente la terrible condenación que los demonios tenían en mente cuando clamaron a Jesús:

·      “¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?” (Mt. 8:29) o “¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos?” (Mr. 1:24).

Satanás quedará libertado del abismo, pero será nuevamente apresado en su última y horrible rebelión en contra de Dios y lanzado en el lago de fuego y azufre”, su lugar de eterna condenación, para ser atormentado “día y noche por los siglos de los siglos (Ap.20:10).

No hay duda de que sus cómplices demoniacos, que han colaborado con Satanás en su último engaño de la humanidad, tendrán el mismo destino al mismo tiempo. Todo otro espíritu maligno que hubiere permanecido en el abismo estará presente en el juicio del Gran Trono Blanco y será consignado a las llamas eternas del Gehenna[7] (vv.11-15).

Pember10) ve una posible identificación del abismo la prisión de los demonios, con el mar. “Y el mar entregó los muertos que había en él” (ver. V.13).

Pro esta idea, ingeniosa por cierto, no puede ser probada.

La Septuaginta usa el término en conexión con el abismo caótico en Génesis 1:2 y las fuentes del grande abismo que fueron rotas para causar el diluvio (Gn. 7:11), pero otra cosa es pensar que el abismo sea considerado como el mar. Si se pudiera establecer este uso explicaría el por qué el mar que usualmente se toma como entregando los restos de aquellos que murieron allí o se ahogaron, aparece junto con la muerte y el Hades” (el mundo invisible), lugares que no contienen materiales, sino espíritus sin cuerpos.

___________

Notas y Bibliografía:

[1] Reticente. (Del lat. retĭcens, -entis, part. act. de reticere, callar). adj. Que usa reticencias. || 2. Que envuelve o incluye reticencia. || 3. Reservado, desconfiado. (Microsoft® Encarta® 2008).

[2] Psíquico, ca. (Del lat. psychĭcus, y este del gr. ψυχικός). adj. Perteneciente o relativo a las funciones y contenidos psicológicos. (Microsoft® Encarta® 2008).

[3] Yo. (Del lat. eo, de ego). pron. person. Forma de nominativo de 1.ª persona singular en masculino y femenino. || 2. Fil. Designa la realidad personal de quien habla o escribe. || 3. m. Fil. El sujeto humano en cuanto persona. El yo. Mi yo. || 4. Psicol. Parte consciente del individuo, mediante la cual cada persona se hace cargo de su propia identidad y de sus relaciones con el medio. || ~ que tú, que usted, etc. exprs. coloqs. Si yo estuviera en tu, su, etc., lugar. □ V. ~ pecador. Ego. (Del lat. ego, yo). m. Psicol. En el psicoanálisis de Freud, instancia psíquica que se reconoce como yo, parcialmente consciente, que controla la motilidad y media entre los instintos del ello, los ideales del superyó y la realidad del mundo exterior. || 2. coloq. Exceso de autoestima. (Microsoft® Encarta® 2008).

[4]  Sin fondo, cavernoso muy profundo, Insondable. Todas estas palabras son la traducción del inglés.

[5]  Profundo, ahuecado, de profundidad grave, hondo, abismálico. Traducción del inglés.

[6] Esbirro. (Del it. sbirro). m. Oficial inferior de justicia. || 2. Hombre que tiene por oficio prender a las personas. || 3. Secuaz a sueldo o movido por interés. (Microsoft® Encarta® 2008).

[7] Gehenna: G1067 geenna = (γεέννα G1067) representa el término hebreo Ge-Hinnom (el valle de Tofet) y una palabra aramea correspondiente. Se encuentra doce veces en el NT., once de ellas en los Evangelios Sinópticos, y en cada caso es mencionado por el mismo Señor. El que le diga a su hermano, fatuo (véase bajo INSENSATO), quedará expuesto «al infierno de fuego» (Mt.5:22); es mejor arrancar (descripción metafórica de una ley irrevocable) un ojo que haga caer a su poseedor, que no que «todo su cuerpo sea echado al infierno» (v. 29); similarmente con la mano (v. 30). En Mt.18:8,9 se repiten las amonestaciones, con una mención adicional al pie. Aquí, también la advertencia va dirigida a la persona misma, a la que se refiere evidentemente el término «cuerpo» en el cap. (VINE).

1)    Compara H. E. Daney y J. R. Mantey, A. Manual Grammar of the Greek New Testament, pp. 75 76, 79.

2)   Wiliam M. Alexander, Dmonic Possession in the New Testament, pp. 25, 26, 50-57. Para la multitude de formas grotescas de los demonios en la antigua demonología semítica, véase Edward Langton, Essentials of Demonology, pp. 20-22; y R. Campbell Thompson, Semitic Magic, pp. 44, 57 60, 62, 101.

3)    Alexander, op.cit. p. 41.

4)    Cratilo I, 389. Para la naturaleza intelectua de los demonios, vea John L. Nevius, Demonic Possession and Allied Themes pp. 33, 83, 150, 296, y E, Langton, Essentials of Demonology, pp. 153, 179.

5)    Para os conceptos paganos antiguos del abismo, vea James Moffatt en The Expositor’s Greek New Testament (Revelation), p. 406.

6)  Para una disertación profunda sobre el abismo, vea el apéndice o digresión en Lange’s Commentary on the Holy Scritures (Revelation).

7)   Es sumamente probable que sean agentes demoniacos. Las características sobresalientes de los demonios son sus formas fantásticas en los conceptos extra bíblicos. Compare la nota 2.

8)    Lewis Sperry Chafer, Satan, pp. 63, 64.

9)    Vea el Capítulo XI, “La Demonología Bíblica y los gobiernos del mundo”.

10)   G. H. Pember, Earth’ Eatliest Ages and Their Connection with Modern Spiritualism and Theosophy, pp. 75. 76.

-       e-Sword-the. LEDD.

-       Biblia de Estudio RYRIE.

-       UNGER, Merrill. Los Demonios Según La Biblia. Edit. Las Américas. Primera Edición. 1952.

-  Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 11//3//2022. MISIÓN BAUTISTA: Emanuel”. Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 942-562691-Tumbes.


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