viernes, 26 de febrero de 2021

TIPOS DE AMOR A JESÚS HOY: (Juan 21:15-17)

 

TIPOS DE AMOR A JESÚS HOY:

(Juan 21:15-17) 

 

Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderosVolvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas… Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas”.

(Juan 21:15-17)

 

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Las tres negaciones de Pedro son aquí compensadas por tes declaraciones de su amor a Cristo. Es probable que, en estos versículos, Jesús [el Cristo Resucitado] Juan usara los dos términos diferentes de amor como sinónimos a fin de concluir todos los aspectos (emocionales, intelectuales, etc.) del amor (comp. 3:35, agapao1), con 5:20, phileo2)). ¿más que estos? Significamás que los otros discípulos (comp. Mt. 26:33; Mr. 14:29).

Si bien es cierto que estos versículos tratan de la responsabilidad del liderazgo sobre el rebaño del Señor, queremos que lo miremos sobre el tipo de amor [agapao o  phileo] que le puede usted tener al Señor Jesús hoy, veámoslo solo en esta perspectiva sí.

1.      ¿Me amas más que éstos? (agapâis me pleon toutön;). (V. 15).

Caso ablativo de comparación toutön (los discípulos) después de pleon. Pedro se había jactado de que se mantendría junto a Cristo, aunque todos lo abandonaran (Mr. 14:29). No sabemos qué es lo que sucedió entre Jesús y Pedro cuando Jesús se le apareció por primera vez (Lc. 24:34). Pero aquí Cristo pone a prueba lo más recóndito en el corazón de Pedro para lograr la humildad necesaria para el servicio.

Ayuda Hermenéutica:

v.15:         

T216 La frase πλέον τούτων en este versículo puede significar: más que éstos, o más de lo que éstos me aman (esta frase equivale a τούτους -BD185[1]). [Editor. Si la traducción deseada hubiera sido: más de lo que éstos me aman, se hubiera incluido el pronombre σύ. La comparación es entre μέ y τούτων, y significa: más que éstos.]

Te amo (philö su). Pedro no pretende aquí ningún amor superior, dejando a un lado la frase «más que éstos», no empleando siquiera la palabra de Cristo agapaö para un amor excelso y consagrado, sino la palabra más humilde phileö para amor como a un amigo. Insiste en que Cristo sabe esto a pesar de su conducta.

Apacienta mis corderos (Boske ta arnia mou). Para el antiguo verbo boskö (apacentar los rebaños como pastor) véase Mateo 8:33. Presente de imperativo en voz activa aquí. Arnia es un diminutivo de arnos (cordero).

2.      ¿Me amas? (agapâis me;). (V. 16).

Esta vez Jesús abandona la frase pleon toutön y reta la propia declaración de Pedro. Pedro le repite, como contestación, las mismas palabras. Pastorea mis ovejas (poimaine ta probatia). Presente de imperativo activo de poimainö, viejo término derivado de poimën (pastor), «pastorea mis corderos» (probatia, diminutivo de probaton, ovejas).

3.       ¿Me amas? (phileis me;). (V. 17).

Esta vez Jesús emplea la palabra phileö usada por Pedro, y la reta. Estas dos palabras son frecuentemente intercambiables en el NT., pero aquí se preserva la distinción entre ambas.

Pedro se sintió herido en lo más profundo de su corazón (elupëthë, primer aoristo en voz pasiva de lupeö, entristecer) debido a que Jesús le reta este preciso verbo, y es indudable que esta tercera pregunta le recuerda vívidamente sus tres negaciones aquella madrugada junto al fuego.

Repite su amor hacia Jesús con el ruego: «Tú lo sabes todo». Apacienta mis ovejas (boske ta probatia). Muchos MSS. tanto aquí como en el versículo 16 leen probata (ovejas) en lugar de probatia (ovejitas o corderos).

Para ti querido pastor: Cuanto amo a Jesús:

Debemos fijarnos en lo que el amor le trajo a Pedro:

(a)   Le trajo una tarea. “Si Me amas -le dijo Jesús-, dedica tu vida a pastorear las ovejas y los corderos de Mi rebaño”.

Sólo podemos demostrar que amamos a Jesús amando a los demás. El amor es el mayor privilegio del mundo, pero conlleva la mayor responsabilidad.

(b) Le trajo a Pedro una cruz. Jesús le dijo: “Mientras seas joven, puedes escoger adónde quieres ir; pero llegará el día cuando extenderán tus brazos en una cruz, y te llevarán por donde no quieras”.

Llegó el día, en Roma, cuando Pedro murió por su Señor; él también acabó su vida en una cruz, y se dice que pidió que le crucificaran cabeza abajo, porque no se consideraba digno de morir como su Señor.

El amor le trajo a Pedro una tarea, y también una cruz:

Ø El amor siempre implica una responsabilidad, y siempre incluye un sacrificio.

Ø No amamos a Cristo de veras a menos que estemos dispuestos a asumir Su obra y Su Cruz.

Concluyó:

Jesús preguntó a Pedro tres veces si lo amaba:

1-      La primera vez Jesús dijo: "¿Me amas más que éstos?" (en griego, se emplea la palabra ágape. Significa amor volitivo, auto-sacrificial).

2-      La segunda vez, Jesús se centra solo en Pedro y vuelve a emplear la palabra griega ágape.

3-      La tercera, Jesús usa la palabra griega fileo (que significa afecto, afinidad o amor filial) y en efecto le preguntaba: "¿Eres de veras mi amigo?".

Siempre Pedro había respondido con la palabra fileo. Jesús no aceptó precipitadamente respuestas superficiales. Él sabe llegar a donde tiene que llegar. Pedro tuvo que enfrentar sus motivos y sentimientos verdaderos cuando Jesús lo confrontó.

¿Qué respondería usted si Jesús le preguntara?:

·      "¿Me amas?",

·      ¿Realmente ama a Jesús?,

·      ¿Es usted su amigo?

___________

Notas y Bibliografía:

1) G25 ἀγαπάω = agapao: tal vez de ἄγαν = ágan  (mucho) [o compare H5689]; amar (en sentido social o moral):- amado, amada, amar, amor. Compare G5368. (Strong).

Agapao = (ἀγαπάω, G25) y el correspondiente nombre agape (B, Nº 1 más abajo) constituyen «la palabra característica del cristianismo, y ya que el Espíritu de la revelación la ha usado para expresar ideas previamente desconocidas, la investigación de las formas en que se utiliza, tanto en la literatura helénica como en la lxx [Biblia de los LXX], arroja más bien poca luz sobre su significado distintivo en el NT. Cf., sin embargo, Lv.19:18; Deut. 6:5.

»Agape y agapao se usan en el NT:

(a) Para describir la actitud de Dios hacia su Hijo (Juan 17:26); hacia la raza humana, en general (Juan 3:16; Rom. 5:8); y hacia aquellos que creen en el Señor Jesucristo, en particular (Juan 14:21);

(b) Para expresar su voluntad a sus hijos con respecto a la actitud que tienen que mostrarse mutuamente (Juan 13:34), y hacia todos los hombres (1 Ts. 3:12; 1 Cor. 16:14; 2 P. 1:7);

(c) Para expresar la naturaleza esencial de Dios (1 Jn. 4:8).

»El amor solo puede conocerse a base de las acciones que provoca. El amor de Dios se ve en la dádiva de su Hijo (1 Jn. 4:9-10). Pero es evidente que no se trata de un amor basado en la complacencia, ni afecto, esto es, no fue causado por ninguna excelencia en sus objetos (Rom. 5:8). Se trató de un ejercicio de la voluntad divina en una elección deliberada, hecha sin otra causa que aquella que proviene de la naturaleza del mismo Dios (cf. Deut. 7:7-8).

»El amor tuvo su perfecta expresión entre los hombres en el Señor Jesucristo (1 Cor. 5:14 ; Ef. 2:4; 3:19; 5:2); el amor cristiano es el fruto de su Espíritu en el cristiano (Gál. 5:22).

»El amor cristiano tiene a Dios como su principal objeto, y se expresa ante todo en una implícita obediencia a sus mandamientos (Juan 14:15; 14:21; 14:23; 15:10; 1 Jn. 2:5; 5:3; 2 Jn. 1:6). La propia voluntad, esto es, complacer los propios deseos, es la negación del amor debido a Dios.

»El amor cristiano, sea que se ejercite hacia los hermanos, o hacia hombres en general, no es un impulso que provenga de los sentimientos, no siempre concuerda con la general inclinación de los sentimientos, ni se derrama solo sobre aquellos con los que se descubre una cierta afinidad. El amor busca el bien de todos (Rom. 15:2), y no busca el mal de nadie (Rom. 13:8-10); el amor busca la oportunidad de hacer el bien a «todos, y mayormente a los de la familia de la fe» (Gál. 6:10). Véanse además 1 Corintios 13  y Col. 3:12-14. (De Notes on Thessalonians por Hogg y Vine, p. 105.)

Con respecto a agapao cuando se usa de Dios, expresa el profundo y constante amor e interés de un ser perfecto hacia objetos totalmente indignos de este amor, produciendo y promoviendo en ellos un amor reverente hacia el dador, y un amor práctico hacia aquellos que participan del mismo, y un deseo de ayudar a otros a que busquen al dador. Véase AMADO. (VINE).

2) G5368 φιλέω = filéo: de G5384; ser amigo de (amar a [un individual o un objectivamente]), i.e. tener afecto por (denotando apego personal, como asunto de sentimiento o emoción; en tanto que G25 es más amplio, abarcando específicamente el juicio y el asentimiento deliberado de la voluntad como asunto de principio, deber y propiedad: los dos así están muy relacionados como G2309 y G1014, o como G2372 y G3563 respectivamente; el anterior siendo principalmente del corazón y el último de la cabeza; específicamente besar (como señal de ternura):- amar, besar. (Strong).

fileo = (φιλέω, G5368) se debe distinguir de agapao en que fileo denota más bien un afecto entrañable. Las dos palabras se usan del amor del Padre hacia el Hijo (Juan 3:35, Nº 1; y 5:20, Nº 2); hacia el creyente (14:21, Nº 1; y 16:27, Nº 2); ambos, del amor de Cristo hacia un cierto discípulo (13:23, Nº 1; y 20:2, Nº 2). Pero permanece la distinción entre los dos verbos, y nunca se usan indiscriminadamente en el mismo pasaje; si cada uno de ellos se usa con referencia a los mismos objetos, como se acaba de mencionar, cada palabra retiene su carácter esencial y distintivo.

Fileo nunca se usa en ningún mandato a que los hombres amen a Dios; se lo usa, sin embargo, como advertencia en 1 Cor.16:2; en lugar de ello se usa agapao (por ejem., Mt. 22:37; Lc. 10:27; Rom. 8:28; 1 Cor. 8:3; 1 P. 1:8; 1 Jn. 4:21). La distinción entre los dos verbos aparece de una manera conspicua en la narración de Juan 21:15-17. El mismo contexto indica que agapao sugiere en las dos primeras preguntas el amor que es capaz de valorar y estimar (comp. Ap. 12:11). Este es un amor desprendido, dispuesto a servir. El uso de fileo en las respuestas de Pedro y en la última pregunta del Señor comporta el pensamiento de valorar al objeto por encima de cualquier otra cosa, de manifestar un afecto caracterizado por la constancia, motivado por la más alta veneración. Véase también Trench, SYNONYMS, xii.

Además, amar = (fileo) la vida, a base de un deseo indebido de preservarla, con olvido del verdadero propósito de vivir, se encuentra con la reprobación del Señor (Juan 12:25). Al contrario, amar la vida (agapao) tal como se usa en 1 P.3:10, significa considerar el verdadero motivo de vivir. Aquí, la palabra fileo sería totalmente inapropiada. (VINE).

-  e-Sword-the. LEDD.

-  Biblia de Estudio RYRIE.

-   Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 26//02//2021. MISIÓN BAUTISTA Emanuel”. Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz. E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 942-562691-Tumbes.

charlyibsh@hotmail.com

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martes, 23 de febrero de 2021

Claves Que Todo Cristiano Debe Conocer Sobre El Aborto: (Proverbios 6:16-19)

 

Claves Que Todo Cristiano Debe Conocer Sobre El Aborto:

(Antes De Debatir)

Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos”. (Proverbios 6:16-19)

¿Por qué deberían los cristianos oponerse a la legalización del aborto?

¿De qué manera pueden involucrarse efectivamente en el debate?

 Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

En un mundo en el que en las últimas dos décadas el secularismo, el nihilismo y el relativismo han tomado enorme fuerza, el cristianismo enfrenta la tarea hercúlea de defender su visión del mundo y sus creencias respecto de los fenómenos sociales que se le oponen. Prácticas como el aborto y la eutanasia, entre otras, han venido ganando terreno lenta y consistentemente en la sociedad, moldeando a su gusto una opinión cada vez más reacia y contraria a los valores judeocristianos sobre los que descansa la civilización occidental.

Recientemente el Senado argentino aprobó la legalización del aborto. Aunque esta propuesta ya había sido rechazada en 2018, el debate volvió a estar en el centro de la escena política, caldeando una vez más los ánimos entre los pañuelo verde y los pañuelo celestes, en medio de una gran crisis económica y social causada por la pandemia del COVID-19 y una endeble salud de las instituciones democráticas del país.

Si bien este breve artículo no pretende en manera alguna ser exhaustivo para un tema que tiene muchas aristas que necesitarían un trato individual, mi propósito es ofrecer un panorama general para que los cristianos podamos tener algunas herramientas al abarcar este tema tan difícil.

Como cristianos no podemos ser ajenos a la dinámica de la sociedad en la que vivimos. Varios de los temas que se debaten ponen en riesgo libertades que han costado muchos siglos y sangre y que, por supuesto, no solo nos afectan individualmente, sino como familia, iglesia y sociedad, obligándonos a tomar una postura definida, sólida e informada. Dicho esto, ¿de qué manera podemos los cristianos involucrarnos efectivamente en el debate? ¿Cómo podemos cumplir con el mandato de las Escrituras de presentar una defensa del evangelio y de nuestras creencias en medio del clima hostil hacia el cristianismo, por los sectores que justamente han hecho banderas del aborto?

Para Responder Estas Preguntas:

·     Primero hay que comenzar por entender que la problemática del aborto es tan antigua como las civilizaciones mismas y cómo fueron entendidos el aborto y el infanticidio entre romanos y griegos.

·     Segundo, debemos comprender cómo el cristianismo, al entrar en escena, modificó lentamente los paradigmas sobre el aborto y el infanticidio.

·     Tercero, es clave revisar el uso del lenguaje y el estudio de los argumentos en el debate actual.

·     Cuarto, debemos comprender cómo las estadísticas y su interpretación son usadas en el debate influyendo en la opinión pública.

·     Quinto y último, debemos establecer formas efectivas en que el cristiano puede incorporarse al debate y también de qué forma, como comunidad, hacer una verdadera diferencia en la vida de las mujeres que se ven ante la disyuntiva de abortar o no.

1.      El Aborto y El Infanticidio En El Imperio Romano:

Tanto el aborto como el infanticidio fueron una práctica común en el mundo antiguo. Sin embargo, al igual que en la actualidad, suscitó fuertes controversias filosóficas, religiosas y jurídicas. Las diferentes escuelas de pensamiento griego diferían en su visión: los pitagóricos consideraban al feto como dueño de un alma, siendo entonces un ser animado desde el momento mismo de su concepción. Hipócrates, en su juramento, prohibió la administración de cualquier tipo de abortivo.

Por su parte, Platón, Aristóteles y algunos estoicos como Séneca, por distintas razones y pese a aceptar la existencia de un alma, consideraron el aborto y el infanticidio como opciones válidas bajo circunstancias, especialmente en el caso de recién nacidos con defectos físicos.

Roma, si bien hizo eco del pensamiento griego, se concentró en el aspecto jurídico del aborto, ahondando en el concepto de persona como sujeto de derechos y estableciendo una diferencia jurídica entre el nasciturus (no nacido) y el natus (nacido). La postura predominante entre los juristas romanos fue que el concebido no fuera considerado persona como tal. Sin embargo, como se trataba de una persona eventual, se le debían reservar y tutelar aquellos derechos que desde el momento del nacimiento se le habrían transmitido. Además, su capacidad jurídica debía calcularse desde el momento de la concepción, no desde el momento del nacimiento1).

Con el advenimiento del cristianismo, si bien las consideraciones jurídicas permanecerían en vigor, las filosóficas comenzarían a ser desafiadas. El paleocristianismo comenzó a jugar un papel cada vez más preponderante al divulgar el valor especial que, según las Escrituras, se le otorga a la vida humana en tanto reflejo de la imagen y semejanza Divina, concepto revolucionario para la sociedad de la época.

2.      El Cristianismo Entra En Escena: Imago Dei:

El cristianismo hizo su aparición en el Imperio romano durante las últimas dos décadas de la primera mitad del primer siglo, y expandió con éxito la concepción judía acerca de la dignidad de la vida humana, novedosa para la sociedad romana de entonces. El cristianismo, que abreva doctrinalmente del judaísmo, consideraba la vida humana como sagrada, por cuanto el hombre creado por Dios es reflejo de Su imagen y semejanza. Esta creencia fue desarrollada filosófica y teológicamente en el concepto de Imago Dei, según el cual todo miembro de la raza humana tiene dignidad en sí mismo y por ende su vida es sagrada desde el momento mismo en que es concebido.

El imago Dei sostiene que Dios le otorgó al hombre un honor especial que no le confirió a ningún otro ser creado. Dicha imagen y semejanza es reflejada, según algunos pensadores como Filón, en la conciencia y en la habilidad del lenguaje, que a primera vista nos separan del resto de la creación, permitiéndole al hombre comprender, entre muchas otras, conceptos e ideas.

El sustento escritural del concepto de Imago Dei y sus consecuencias prácticas, están explícita e implícitamente incorporadas en varios pasajes de ambos Testamentos. Por ejemplo, son evidentes la importancia de tener hijos, la alta estima por la vida en formación y el hecho de que Dios se involucre en la formación de la vida intrauterina, afirmando incluso que el feto puede ser lleno del Espíritu Santo (Lucas 1:15, 44). Resulta inevitable entonces concluir que, según las Escrituras, el feto es un ser humano, tiene un alma y por lo tanto es poseedor del imago Dei, cuya vida entonces tiene dignidad y debe respetarse.

3.      La Visitación De Philippe De Champaigne:

Algunos de los pasajes de las Escrituras que afirman el Imago Dei y la desaprobación rotunda del aborto son los siguientes:

 

 Y dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra”. (Génesis 1:26)

 

 Este es el libro de las generaciones de Adán. El día que Dios creó al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. Varón y hembra los creó; y los bendijo, y los llamó Adán el día en que fueron creados. Cuando Adán había vivido ciento treinta años, engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y le puso por nombre Set”. (Génesis 5:1-3)

 

 El que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada, porque a imagen de Dios hizo Él al hombre”. (Génesis 9:6)

 

 No matarás (Éxodo 20:13)

 

 Maldito el que acepte soborno para quitar la vida a un inocente”. (Deuteronomio 27:25)

 

 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre”. (Salmos 127:3)

 

 Porque tú formaste mis entrañas; me hiciste en el seno de mi madre. Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien. No estaba oculto de ti mi cuerpo, cuando en secreto fui formado, y entretejido en las profundidades de la tierra. Tus ojos vieron mi embrión, y en tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos”. (Salmos 139:13-16)

 

 Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos”. (Proverbios 6:16-19)

 

 Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones”. (Jeremías 1:5)

 

 Porque él será grande delante del Señor; no beberá ni vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre”. (Lucas 1:15)

4.      El Papel Del Cristianismo En El Imperio Romano:

El cristianismo trajo consigo un lento cambio en los paradigmas y costumbres de la sociedad romana del primer siglo. El cristianismo, al retener las bases doctrinales del judaísmo respecto de la dignidad de la vida humana desde la concepción, consideró el aborto y del infanticidio como una acción repugnante, aunque fueran prácticas relativamente comunes en ese entonces.

En un estudio sobre el cristianismo primitivo, que buscaba establecer desde el punto de vista antropológico las causas que facilitaron su expansión en la sociedad romana, se afirma que una de ellas consistió en que el cristianismo se ubicaba en las antípodas del paganismo respecto al trato y honra de la mujer, la estima del embarazo, el incentivo de la adopción de recién nacidos abandonados (en su gran mayoría mujeres), y su rechazo terminante al infanticidio. Al respecto escribe Gregorio Calvo García:

 

El ocultamiento de relaciones ilícitas era la principal causa del aborto y la contracepción en las clases aristocráticas; y las limitaciones económicas lo eran en las clases media y baja. Frente a este panorama el cristianismo primitivo representó un cambio cultural que redundó en una proporción numérica distinta de los géneros al interior de sus comunidades. La estructura familiar paleocristiana fue herencia de la familia judía donde también se condenaba el aborto y la exposición.

Un recuento de la Carta a los Romanos nos permite señalar que Pablo saluda individualmente a quince mujeres y dieciocho hombres. Es llamativo que en comunidades rotuladas de patriarcales haya una proporción genérica de 5:6 entre fieles lo suficientemente destacados como para recibir el saludo personal de un apóstol tachado de misógino.

Según Stark (2001) durante la persecución del 303, en Norafricana se logró desarticular una comunidad que en una capilla almacenaba vestimenta destinada a la caridad. El decomiso sumaba dieciséis túnicas de hombre y ochenta y dos de mujer, lo cual puede reflejar la proporción de géneros que había entre los donantes o bien destinatarios.

Plinio el joven (61-114?) en su célebre carta al emperador Trajano señala haber torturado a dos mujeres que se hacían llamar «diaconisas» y en la Primera carta a Timoteo (3:11) Pablo se refiere sucintamente a las mujeres que ejercen el diaconado. Si bien los hombres mantuvieron un rol dirigente al interior de las comunidades, hubo mujeres que jugaron un rol significativo visible en el martirologio y, tal como se trasluce en la redacción del evangelio, la mujer ocupó en las comunidades un estatus distinto al que ocupaba en el resto de la sociedad.2)

Hasta el día de hoy la iglesia en todas sus denominaciones ha mantenido sin fisuras la misma posición respecto al rechazo del aborto y el infanticidio, y solo algunos pequeños grupos liberales, que procuran una reinterpretación de los textos sagrados insertando el pensamiento posmoderno, han expresado una posición, no solo pro-aborto, sino también abiertamente pro LGTBIQ.

Una vez entendida la posición del cristianismo frente al aborto y su papel en la transformación de la sociedad romana, cuya influencia ha permanecido hasta el día de hoy por la adopción y diseminación de los valores judeocristianos, moldeando las bases de nuestra civilización occidental, es tiempo que veamos con detenimiento algunos puntos específicos que revisten importancia central en la discusión actual sobre el aborto.

5.      Algunos Argumentos:

Una de las columnas del posmodernismo tan de moda en nuestra sociedad es el manejo del lenguaje, tanto para inocular el concepto de relativismo a la hora de responder las grandes preguntas que nos hacemos los seres humanos, como también (sin querer entrar en terreno Saussureano) para modificar los significantes, convirtiéndolos en verdaderos eufemismos. En algunas ocasiones una palabra en particular se escoge en lugar de otra, para morigerar su significado y hacerla más digerible al paladar del público en general, como por ejemplo llamar interrupción a una finalización”. De igual manera, en otras ocasiones algunas palabras o conceptos son usados como verdaderos proyectiles dialécticos con el fin de aplicar un simbolismo descalificante y/o peyorativo a aquel a quien se dirige, palabras que suelen individualizar un enemigo: “facho”, “homofóbico”, “antiderechos”, “patriarcal”, “machista”, “misógino”, etc.

En el caso que nos ocupa, llamó poderosamente la atención que el texto argentino de legalización del aborto fuera presentado como Interrupción Legal del Embarazo (cursiva añadida por el autor). Evidente es que la palabra interrupción fue usada para edulcorar el lenguaje, hacerlo más digerible, convirtiendo la interrupción en un eufemismo para la finalización/muerte/asesinato de un ser humano en gestación. Es aquí donde comienza a decantarse la importancia del uso del lenguaje.

De acuerdo con la RAE, abortar significa Interrumpir de forma natural o provocada, el desarrollo del feto durante el embarazo, que trae como resultado la muerte intencionada o no del feto antes de su nacimiento espontáneo. El uso del verbo interrumpir se presta a equívocos, pues en su uso cotidiano conlleva la noción de continuidad una vez superada la interrupción, cuestión que no ocurre en el aborto, puesto que esa interrupción busca la terminación, finalización, asesinato de la vida del feto.

Por otro lado, en un paneo general de los argumentos mainstream que suelen ser invocados a favor del aborto, hay normalmente una serie de tácticas que buscan alterar el contexto de la discusión. Por ejemplo, se usan historias o testimonios dramáticos cuyo fin es generar empatía (otra palabra devenida en eufemismo) en la audiencia. Si bien son historias reales, suelen plantearse como regla general, ocultando su excepcionalidad para así introducir una fuerte carga emocional preliminar que busca manipular al oyente y alejarlo de la deseable discusión racional y profunda de lo que se debate.

Adicionalmente, también es muy común encontrar entre esos argumentos, los relacionados con las etapas de desarrollo del embrión. Muchos buscan establecer un punto en el que deba considerarse humano al feto, de forma que durante el periodo de desarrollo previo solo hay un organismo sin valor moral. Esto no solo enfrenta serios problemas ontológicos, sino que soslaya el continuum que es la vida desde la concepción hasta la muerte.

Otro sirirí repetido hasta el cansancio es el eslogan mi cuerpo, mi decisión, en donde se busca convencer de que el feto es simplemente un conjunto de células que habita el cuerpo de la mujer y por lo tanto la mujer cuenta con el derecho de decidir qué hacer. Este mantra olvida que el feto desde el momento mismo de la concepción tiene, entre varias otras cosas, una carga genética totalmente diferente de la de su madre, por lo que no hablaríamos del cuerpo de la madre, sino de una entidad diferente. La batalla contra la biología para poder justificar el aborto es una muy difícil de ganar, por lo que se suele recurrir a las emociones y también, por qué no decirlo, a los intereses de organizaciones que se lucran de este delito.

Hay un escollo muy difícil de superar desde lo filosófico por los grupos proaborto y es que un análisis profundo de sus argumentos derivaría irremediablemente en la admisión de que conductas como el infanticidio se convertirían en una opción válida.

De acuerdo con el filósofo australiano Peter Singer, el proaborto debe atacar dos premisas:

Ø La primera, que está mal matar a un ser humano inocente y,

Ø La segunda, que un feto no es un ser humano.

Según Singer, la segunda premisa está condenada al fracaso, pues es absolutamente ridículo no conceder que un feto no sea un ser vivo perteneciente a nuestra especie y distinto de su madre. Sin embargo, la primera premisa podría resultar justificable si se adhiere a una visión utilitarista de la vida, reemplazando en su totalidad la concepción judeocristiana acerca del carácter sagrado de la vida humana, lo cual implica una revolución ética sin precedentes en los últimos dos milenios. Sin entrar en sus pormenores, el mismo autor reconoce que el gran problema que enfrenta su posición son las consecuencias inevitablemente eugenésicas que traerían consigo, haciendo incluso viables, como en la sociedad romana precristiana, no solo el aborto, sino conductas como el infanticidio3).

Baste decir que ya hace años que la práctica de ciertos estudios de laboratorio en las etapas tempranas del embarazo busca detectar malformaciones físicas o trastornos genéticos, como el síndrome de Down, que suele implicar una segura sentencia de muerte del feto, en alrededor del 85% de los casos.4)

No es el objetivo de este ensayo ser exhaustivo en las muchas maneras en que puede desenvolverse el uso del lenguaje en la problemática sobre el aborto, los argumentos generalmente usados, y las consecuencias prácticas y filosóficas que traen consigo, sino más bien poner en alerta al creyente para que logre interceptar argumentos, interactuar con ellos y poner al descubierto sus falencias.

6.      La Danza De Las Estadísticas:

Uno de los puntos más importantes que sostienen aquellos que apoyan la legalización del aborto es la gran cantidad de abortos realizados, que lo convierten en una de las principales causas de muerte para la mujer, debido a la práctica clandestina y las pésimas condiciones fitosanitarias en las que se realizan los procedimientos.

De acuerdo con un artículo publicado en el diario argentino Infobae del 17 de mayo de 2018, según los datos publicados por el Ministerio de Salud argentino en 2016, 43 mujeres murieron por abortos en todo el país. Sin embargo, de acuerdo con estas mismas estadísticas, las principales causas de mortalidad femenina son los problemas cardiovasculares (51,283), seguidas de enfermedades respiratorias (33,775), tumores malignos (31,517), accidentes de tránsito (912) y en el séptimo lugar, con un porcentaje ínfimo, aparece la mortalidad por causas relacionadas con el embarazo, notificándose 245 casos, de los cuales 43 fueron abortos5).

Pero la razón fundamental por la que se viene exigiendo su legalización descansa en la aparente gran cantidad de procedimientos hechos de manera clandestina que, para el caso argentino, suelen considerarse alrededor de 450,000 según la ONG Amnistía Internacional, de acuerdo con un estudio adelantado por el Ministerio de Salud en el año 2005. Sostienen que, además, al ser una práctica aparentemente común, esto la convierte ipso-facto en tema de política pública. No quisiera imaginarme si otras actividades como el expendio de drogas, el homicidio o el hurto, por la cantidad de casos que existen, también deban ser sujetos de legalización y de implementación de políticas públicas.

Dada la aparente gran cantidad estimada de abortos clandestinos y la alarma generada por el impacto que esto ocasionó en la opinión pública, la metodología usada para dicha estimación fue fuertemente criticada, pues el Instituto a cargo de su práctica no sustentó suficientemente la relevancia y efectividad de las herramientas usadas. El epidemiólogo Elard Koch, junto con otros investigadores, se tomó el trabajo en 2012 de examinar detenidamente la metodología usada por el Instituto Guttmacher con ocasión de la estimación de abortos inducidos en Colombia y en otros países de Latinoamérica (incluyendo Argentina), concluyendo lo siguiente:

 

(...) a los números obtenidos con la encuesta se les aplicó un factor multiplicador expansivo (x3, x4, x5, etc.) que también emergió de la opinión subjetiva de otros 102 entrevistados seleccionados por conveniencia. No hay datos objetivos basados en hechos vitales reales: toda la estimación se basa en números imaginarios subyacentes de opiniones. Aún como encuesta de opinión, la técnica de muestreo tuvo graves sesgos de selección en el levantamiento de la información.

Con la utilización de métodos epidemiológicos de estimación válidos, objetivos y reproducibles, escogiendo los casos paradigmáticos de Chile y España como tasas estándar aplicadas a estadísticas vitales colombianas, se observó que la metodología del Instituto Guttmacher sobrestima en más de nueve veces las complicaciones hospitalarias por aborto inducido y en más de 18 veces el número total de abortos. En otros países de Latinoamérica, como:

·      Argentina,

·      Brasil,

·      México,

·      Perú,

·      Guatemala, y

·      República Dominicana.

La metodología del Instituto Guttmacher también sobrestimó largamente la cifra de abortos. Estos resultados llaman a la cautela con este tipo de informes que alarman a la opinión pública (negrilla añadida por el autor).6)

Lo anterior pone de manifiesto para los cristianos, no solo la necesidad de conocer las estadísticas, los estudios y los consensos”, sino percatarse de que esos análisis no siempre son asépticos y son muchas veces manipulados conscientemente. Este tipo de datos dimensionan el papel preponderante que juega la propaganda sistemática y la instalación de verdades a medias en la opinión pública por parte de los verdaderos interesados en el negocio del aborto, para generar un ambiente favorable a sus propósitos por medio del bombardeo diario en los medios de comunicación.

7.      Cómo Hacer Frente Hoy:

El cristiano debe entender que hace parte de la sociedad en la que vive (aunque en sentido teológico seamos ciudadanos del cielo) y que todas las decisiones que se tomen en la sociedad pasan por procesos políticos que nos afectan a todos. Pretender mantener una actitud abúlica o apática respecto de estos fenómenos es ponernos a merced de políticos, intereses y sistemas que no tienen mayores reparos en imponernos a como dé lugar su visión del mundo y la realidad.

Así, mientras podamos, tenemos que tomar una postura política y social al respecto. Vemos cómo la iglesia fue definitiva en la movilización provida para evitar que el aborto fuera ley en 2018 en la Argentina y cómo la anemia organizativa del liderazgo cristiano allanó el camino para que la legalización se abriera paso en 2020.

El cristiano debe, no solo manejar con destreza las Escrituras que fundamentan la doctrina cristiana con respecto al aborto, sino además profundizar en el estado del debate y conocer los argumentos que se esgrimen desde la vereda de en frente. Es necesario analizarlos y plantear una defensa razonada que ponga al descubierto sus debilidades y sus no pocas contradicciones, lo cual exige, no solo una lectura juiciosa de la bibliografía sobre el tema, sino además la habilidad de exponer claramente la posición que como creyentes tenemos al respecto y las razones que la sustentan.

El mismo apóstol Pedro, en su segunda carta, exhortó a los cristianos a tomar en serio la defensa de nuestras creencias. También podemos ver varias recomendaciones en este mismo sentido por parte del apóstol Pablo, como en su debate filosófico en el ágora de Atenas, e incluso las palabras del Señor Jesús respecto a dar testimonio del evangelio y ser conscientes de la promesa para el creyente de que será perseguido por llevar la contraria en un mundo hostil al Creador.

Por último, la iglesia no debe quedarse solamente en lo discursivo, ya sea filosófico o teológico, sino que, en la medida de sus posibilidades, debe implementar actividades o políticas al interior de sus comunidades que sean verdaderas alternativas superiores para aquellas mujeres embarazadas que enfrentan serias dificultades presentes y futuras, alternativas que le permitan considerar seriamente la posibilidad de proseguir con el embarazo. De esta manera, se pueden desarticular las aparentes disyuntivas discursivas planteadas por los sectores proaborto sobre el futuro de esas madres y sus hijos, que lo único que buscan es manipularlas mentalmente para hacerlas entrar en un falso callejón sin salida, en el que el aborto se presenta como una alternativa a la pobreza7).

Conclusión:

Nuestra responsabilidad como cristianos es, además de predicar el evangelio, ser luz en medio de la oscuridad en la que vive el mundo que nos rodea, y ser sal para, en lo posible, seguir previniendo la descomposición de nuestra sociedad. Sin lugar a duda la oración y el estudio de las Escrituras son fundamentales para nuestro andar cristiano con el fin de llegar a tener la semejanza del carácter de la persona de Cristo, pero esa solidez espiritual individual y comunitaria tiene que ser reflejada en las buenas obras que fueron preparadas de antemano para que anduviésemos en ellas.

Al fin y al cabo, una ciudad asentada sobre un monte no puede esconderse, y nadie prende una luz para ponerla debajo de un almud, sino sobre el candelero para que alumbre a todos. De esta manera nuestra luz alumbrará a los hombres, y verán nuestras buenas obras y glorificarán a nuestro Dios que está en los cielos.

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Bibliografía:

1) Tomado de: Bonfante, P. (1925). Instituciones de Derecho Romano. Madrid: Editorial Reus. pp 38-39, 90-91.

2) Calvo, G. (2007). Los Primeros Cristianos: Una Mirada Antropológica. VI Congreso Chileno de Antropología. Colegio de Antropólogos de Chile A. G, Valdivia.

3) Tomado de http://bit.ly/3iheSYw

4) Dato tomado de http://bit.ly/3oLUqBu

5) Dato tomado de http://bit.ly/35JaPiS

6) Koch E, Bravo M, Gatica S, et al (2012). Sobrestimación del aborto inducido en Colombia y otros países latinoamericanos. Ginecol Obstet Mex. 2012;80(05):360-372. Artículo disponible en https://bit.ly/39GJ4sq

7) Aquí recomendamos el siguiente recurso http://bit.ly/2KhjRMi

-   Javier Aragall. 15-1-2021.

-   Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 21-02-2021.