jueves, 11 de febrero de 2021

Elías y La Viuda En Sarepta: (1 Reyes 17:8-24)

 

Elías y La Viuda En Sarepta:

(1 Reyes 17:8-24)

 

Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu manoY ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.

(1 R. 17:8-24)

 

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

El siguiente relato establece un contraste entre Jezabel, que siembra la muerte en Israel (comp. 1 R. 18:4), y el profeta Elías, que da vida en Fenicia, la región de donde provenía aquella reina pagana.

Sarepta: localidad fenicia, situada a unos 15 km al sur de Sidón (véase Jos. 11:8 n.), es decir, en una región que no estaba bajo el control del rey Acab. Comp. Lc. 4:25-26.

1.      Entonces La Palabra De Jehová Vino a Elías:

V. 8. Por haberse secado el arroyo, la provisión de Dios para el profeta tiene que encontrar otra expresión.

En efecto, hay una transición en el relato, justamente debido a la sequía que Elías mismo había predicho. Entonces la palabra de Jehová vino a Elías:

·      Al igual que en el primer episodio, llega la palabra de Dios al profeta con instrucciones que seguir.

2.      Sarepta De Sidón:

Vv. 9, 10. Sarepta de Sidón era una aldea costanera que quedaba unos 16 km. al sur de Sidón, territorio fenicio.

En realidad, esta aldea quedaba entre dos puntos importantes en la costa del mar Mediterráneo:

Ø Sidón, y

Ø Tiro.

Una mujer viuda...

Ahora Elías, siempre bajo la dirección de Dios, se sale de los límites de Israel para ser alimentado por una mujer gentil (Lc.4:25-26). Las viudas eran la clase social más humilde y necesitada, y por quienes Dios siempre ha tenido una gran preocupación (Ex.22:22; Is.1:17).

El que el profeta haya tenido que depender de una mujer extranjera para su sustento va en contra de todo sentimiento y costumbre de los hebreos. Ella era una doña nadie”. Pareciera que Dios quería que Elías reconociera su propia vulnerabilidad, sometiéndose al socorro del estrato más vulnerable de la sociedad antigua.

Brueggemann sugiere que el relato permite una analogía con la historia de Jesús y la mujer samaritana (Juan 4). Tanto Elías como Jesús pidieron agua primero. Ambos a la postre van en socorro, pero son socorridos. Sigue el tema de la vulnerabilidad. Pareciera que Dios quería enseñarle a Elías la misma lección que aprendió el Apóstol:

·      Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad(2 Cor.12:9).

3.    Contrastan Las Dos Actitudes:

Vv. 11, 12. Se contrastan las dos actitudes de la viuda ante las peticiones de Elías.

Ø Cuando pide agua, se apresura a dársela.

Ø Cuando se trata de comida, la mujer rehúsa por razones que se hacen patentes después.

Es más, pronuncia una especie de juramento en el nombre de Jehová. Esto no debe sorprendernos, dada la sociedad politeísta en la que vivía. Ella solo reconocía que Elías seguía al Dios de Israel y no a los dioses de Sidón. Es seguro que la petición de Elías debió sorprender y preocupar a esta viuda. ¿Quién sabe si preparaba su última comida? ¿Cómo podría compartirla?

 

NOTA. V.12: El hambre se había extendido bien al norte, y la viuda preparaba su última comida. La reverencia de la viuda sugiere que adoraba al Dios de Israel. Dios envió a Elías a una viuda gentil para reprender la apostasía de Israel (Lc. 4:24-26). (Biblia de Estudio RYRIE Pág. 364)

4.    No Tengas Temor...,

Vv. 13-16. La respuesta de Elías a las palabras desesperadas de la mujer refleja el mismo formato que las palabras de Jehová a Elías anteriormente:

Ø Hay un mandato, seguido por una explicación esperanzadora.

No tengas temor..., son palabras que amortiguan la petición posterior. Porque así ha dicho Jehová Dios de Israel..., representa la expresión clásica de los profetas al entregar un oráculo de Dios.

Sería únicamente por el poder de este mismo Dios que se satisfarían las necesidades del profeta y las de la viuda. Ella responde con fe y obedece al profeta. Su generosidad fue milagrosamente recompensada (Mt.10:41-42), y más allá de la necesidad. Sin duda que esta mujer de Sidón recibió una prueba del amor de Dios, la que sería un testimonio para todos. Alguien escribió:

·      La fe de un gentil vale más que la incredulidad de diez judíos juntos, aunque aquella sea del tamaño de un grano de mostaza".

Más importante aún, Jesús mismo alaba a esta mujer (Lc.4:26).

5.      ¿Oh Hombre De Dios?

Vv. 17-24. A partir de este versículo, ya no es el hambre el problema principal, sino la muerte.

Es de sumo interés notar las actitudes paralelas de la viuda que acusa al profeta y las del profeta que acusa a Dios por la muerte del hijo.

¿Qué tengo yo contigo, oh hombre de Dios? Pese el haber obedecido al profeta y así proveerle de alimento, arriesgándose ella, la viuda se encuentra decepcionada.

Acusa al profeta de haber ocasionado la muerte de su hijo por causa del pecado de ella. El haber reconocido a Elías como profeta (hombre de Dios) no suaviza la recriminación; la hace aún más severa. Ella aparentemente es de la opinión de que la misma presencia del profeta acarrea el castigo de Dios.

Elías, siguiendo la costumbre de antaño, lleva al hijo de la viuda a su habitación. Existía la creencia de que el contacto físico entre una persona vigorosa y otra enferma (en este caso muerta) permitiría la restauración de la vida. Solo hay que recordar algo similar ya visto en el caso del anciano David y la joven.

En este caso particular, el profeta acuesta al hijo sobre su cama y empieza a recriminar a Dios por causar esta aflicción. Le recuerda a Dios que él mismo lo había mandado a la viuda.

¿Su obediencia ahora repercute en la muerte del hijo? Son palabras ásperas, pero no desesperadas. Elías se acuesta sobre el cadáver del hijo y pide que el mismo Dios a quien acusaba le restaure la vida (heb. Nefes = alma) al muerto:

·      Conviene recordar que nefes1) quiere decir el principio vital en el hombre,

·      Unión entre ruach (espíritu, que solo proviene de Dios) y basar (materia o carne).

Elías simplemente pide que Dios le restaure el principio vital o vida a la carne ya inerte. Más aun, que esta resucitación no es el primer, genuino e indisputable ejemplo de la resurrección de entre los muertos en el AT.”. (The Wycliffe Bible Commentary). En una resucitación, el anteriormente muerto vuelve a morir. En el sentido de una resurrección neotestamentaria, hay solo una:

Ø La de Jesús.

No se debe encontrar en el AT., todo lo que se halla en el NT. Lo bueno de este relato es que Dios escuchó la plegaria de Elías y respondió con la resucitación del hijo.

¿Cuál sería la actitud de la mujer ante todo esto?

El colmo de la prueba para la viuda fue la muerte de su único hijo (2 R. 4:34; Hech.20:10).

¿Pensaría esta mujer que todo esto era un castigo de Dios?

¿Acaso la visita del profeta despierta en ella el remordimiento por algún pecado oculto?

Pero Dios envió a Elías para fortalecer la fe de aquella mujer, y también la del mismo profeta. Los siervos de Dios tienen también sus propias necesidades; y Dios las usa, a veces, para traernos a un conocimiento más completo de él y a una fe más firme en su Palabra.

¿Tendría la viuda alguna duda de quién era Elías?

¿Sería un verdadero profeta de Dios?

Si acaso no le reconoció por su manera de vestir o de hablar como un israelita, ahora sí estaba bien convencida de quién era Elías. Para terminar esta parte, nos preguntamos:

·      ¿Testificaría esta gentil de este milagro a otros de su propia raza?

La exclamación de la viuda en el v. 24 contiene una exquisita ironía:

Ø Una mujer fenicia se dio cuenta de que Elías hablaba la palabra de Jehovah mientras que el rey israelita,

Ø Adorando a sus dioses fenicios,

Ø Se negaba a reconocerlo.

Jesús mencionó la historia de Elías en Sarepta para respaldar su comentario de que al profeta no lo aceptan en su propia tierra, para mucho disgusto de los que lo escuchaban (Lc. 4:24-30).

Concluyó:

Aun cuando Dios ha obrado un milagro en nuestras vidas, nuestros problemas pueden no haberse acabado. El hambre es una experiencia terrible, pero lo peor estaba por venir.

La provisión de Dios nunca se nos da para que podamos descansar en ella. Debemos depender de Él tan pronto como surja una nueva prueba.

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Nota y Bibliografía:

1)  H5315 נֶפֶשׁ = néfesh de H5314; propiamente criatura que respira, i.e. animal de (abst.) vitalidad; usado muy ampliamente en sentido lit., acomodado o figurativamente (corporal o ment.):- aliento, alma, anhelar, animal, ánimo, antojo, apetito, cadáver, contentamiento, corazón, cordial, cuerpo, dejar, deseo, esclavo, estómago, gusto, hombre, interior, íntimo, lujuria, matar, mente, muerte, muerto, persona, querer, ser, vida, voluntad. (Strong).

-    Biblia de Estudio RYRIE.

-    e-Sword-the. LEDD.

-    Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 11//02//2021. MISIÓN BAUTISTA Emanuel”. Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz. E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 942-562691-Tumbes.


charlyibsh@hotmail.com

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