Parte III
LA DEMONOLOGÍA BÍBLICA Y LA POSESIÓN DEMONIACA:
(Marcos 1:34)
“Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían”.
(Mr. 1:34)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
PUNTO DISCUTIDO HASTA HOY:
La misma naturaleza de la Salvación del creyente, que hace que
reciba el Espíritu Santo, que regenera:
·
Sella,
·
Mora, y
·
Llena, y
·
Que lo coloca “en Cristo”,
eternamente y sin posibilidades de perderla,
·
Es suficiente explicación del por qué el
demonio no puede poseer al creyente.
El incrédulo, en cambio está bajo
el “príncipe de
la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”
(Ef. 2:2), y es por la misma naturaleza de su situación presa para el poder
satánico y la malignidad demoniaca desde adentro y desde afuera.
Y no hay ninguna razón aparente por
la cual no pueda ser presa y sufrir la invasión demoniaca de su personalidad
hasta llegar al eclipse total o parcial de su individualidad y manifestar todos
los síntomas del poseído, como en el tiempo de nuestro Señor y sus apóstoles,
con la única excepción de la confesión de Jesús como Mesías.
Podemos estar confiados que el
creyente aunque perpetuamente se enfrente al poder sutil y la sagacidad del
enemigo que viene desde afuera, está protegido dentro de las murallas. Pero no
debe suponerse que la desobediencia y descarrío persistente del creyente puede
llevarlo a cometer el “pecado de muerte” (Físico, 1 Jn.5:16), o la solemne
entrega de aquel “a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el
espíritu sea salvo en el día del Señor” (1 Cor. 5:5).
Además de todos los otros
significados que pudiera tener este procedimiento solemne, indudablemente
involucra un severo castigo al creyente culpable de inmoralidad, sensualidad o
algún otro pecado grave para que no sea condenado con el mundo (1 Cor. 11:32).
Esta entrega a Satanás, aunque
aparentemente sea la última alternativa en el método de la sanidad divina del
gran abuso antinomia no de la gracia, difícilmente puede significar que la
persona está expuesta a la posesión
demoniaca. Sí significa que estará expuesta a influencia demoniaca, a la
enfermedad física, quizás mental o, en ocasiones, a la muerte física.
La
influencia demoniaca puede tomar gran variedad de formas:
Ø Su característica es siempre un
alejamiento de la fe o del cuerpo de verdad revelada, y puede manifestarse en
abierta y declarada apostasía (1 Tim. 4:1), o
Ø En corrupción doctrinal o perversión de la verdad, que es evidente en de la multiplicidad de sectas que siembran la desunión entre la cristiandad (1 Jn. 4:1, 2).
La Influencia Demoniaca Puede Aparecer:
· En
un credo muy ortodoxo, revelándose en forma formalismo ritualismo, o una vacía
adherencia a la letra sin el espíritu
(2 Tim. 3:5), o
·
En
hipocresía (1 Tim. 4:2, 3).
· La influencia demoniaca en la doctrina lleva a la corrupción de la conducta y la práctica (1 Cor. 10:16-22), resultando en mundanalidad (2 Tim 3:4) e impureza (2 P. 2:10-12).
Los creyentes que desean ser espirituales y vivir victoriosamente, se enfrentan en tremendo conflicto con Satanás y los demonios, que vehementemente se oponen a la verdadera espiritualidad y servicio cristiano (Ef. 6:11, 12). Los recursos del cristiano para el triunfo son:
§ La panoplia[10]
de la oración (Ef.6:10-20),
§ Fe (1 Jn.5:4), y
§ La Palabra de Dios (Mt.4:4,
7, 10),
§ Combinadas con un conocimiento de las maquinaciones y
engaños satánicos (2
Cor. 2:11).
4.4. LA POSESIÓN DEMONIACA Y EL EXORCISMO:
Estrictamente hablando, no existen exorcismos*) registrados
en la Biblia. El uso de la palabra, en su significado etimológico
esencial, prohíbe su empleo con respecto de la expulsión de demonios realizados
por nuestro Señor o sus discípulos.
Ayuda Hermenéutica:
*exorkistes
= (ἐξορκιστής, G1845) denota:
(a) A uno que administra
un juramento;
(b) A un exorcista; relacionado con exorkizo = conjurar; de orkos = juramento;
uno que
emplea una fórmula de conjuración para la expulsión de demonios (Hechos 19:13).
La práctica del exorcismo la llevaban a cabo judíos ambulantes, que usaban sus poderes en la invocación de nombres particulares. (VINE).
La palabra exorcismo significa:
echar los malos espíritus por medio de conjuraciones,
encantamientos o ceremonias religiosas o mágicas. Es un
término muy apropiado para describir las prácticas judías y étnicas, pero en
agudo contraste con el método que usaron el Señor Jesús y sus discípulos.
Entre los pueblos antiguos y primitivos,
el exorcismo dependía en gran parte de la eficacia de las fórmulas mágicas,
compuestas comúnmente de nombres de deidades repetidas en un ritual exorcistado
sobre el cuerpo del endemoniado. Se consideraba que el poder para echar fuera
los demonios estaba en las mismas palabras, y se daba gran importancia a la
recitación correcta de las fórmulas y el desarrollo exacto del ritual
prescrito.
El fenómeno predominante del
exorcismo entre los judíos en el tiempo de nuestro Señor (Mt.12:27) y de los
apóstoles (Hech.19:13-20), pierde su singularidad debido a la amplia y extendida
distribución étnica, manifestada, por ejemplo, no solamente en los textos de
encantamiento de la antigua Babilonia y Asiria50), sino también en
grandes números de papiros sobre magia que han sido descubiertos, mostrando lo
arraigado que estaba esta antiguamente creencias sobre la posesión demoniaca51).
Y es asombroso a los extremos que
se ha llegado debido a lo absurdo y cruel de la superstición.
En el caso de Josefo, uno se queda
atónito al ver, aun en el caso de un hombre educado como era él, que más
abyecta superstición colorea sus pensamientos sobre estos temas. Josefo
atribuye gran parte de la sabiduría de Salomón al hecho de que “Dios le permitió
aprender el arte de expulsar demonios”52).
También narra una curación, que él dice haber visto “en presencia de Vespasiano y sus hijos”, hecha de acuerdo con los métodos de encantamiento atribuido a Salomón. En la nariz del endemoniado fue puesta una raíz mágica por Salomón. Se representa fantásticamente al demonio como sacado a través de la nariz de la víctima, y se proporcionaron pruebas “indubitables” de la eficacia del exorcismo, al colocar un recipiente con agua cerca que, de acurdo con la orden previa del exorcismo, el demonio derribó en su rápida huida53).
Lo absurdo y extravagancia de este
ridículo incidente queda sobrepasado por la narración de un exorcismo relatado
en el Libro de Tobit (actualmente llamado Tobías, apócrifo). Se quema
el corazón y el hígado de un pez, milagrosamente pescado, sobre las cenizas del
incienso, y el hedor resultante y el
humo disgustan y hace que el demonio salga54).
Los escritores rabínicos dan rienda suelta a sus fantasías y con enfermiza
morbidez dan detalles repulsivos sobre varios métodos de exorcismo55).
El método de Jesús para librar a los endemoniados está en agudo contraste con el exorcismo judío y étnico. Su método siempre era el mismo, basado en su propia palabra viviente de infinito poder y no en ritos mágicos o jerigonza[11] ritualista.
Él hablaba y los demonios le obedecían como Señor del mundo de
los espíritus. En cierto aspecto todos los endemoniados exhibieron a misma
característica:
Ø Reconocieron a Jesús y su
poder sobre ellos (Mr.1:24, 34; 5:7):
· “Diciendo: ¡Ah!
¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres,
el Santo de Dios”. (Mr. 1:24)
· “Y sanó a
muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos
demonios; y no dejaba hablar a los demonios,
porque le conocían”. (Mr. 1:34)
· “Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes”. (Mr. 5:7)
Jesús, Hijo del Dios Altísimo:
Aunque
parece ser que éste era su primer encuentro con Jesús, este hombre sabía quién
era el Señor tal conocimiento procedía de los demonios que habitaban en él.
Mire el v.9: Legión: La mayor unidad del ejército romano, con la fuerza de 3,000 a 6,000 hombres, indicando que eran muchos los demonios que se habían posesionado de aquel hombre (Comp. Mt. 12:45; Lc. 8:2).
La frase:
“en el nombre de Jesús” (Mr. 16:17; Lc. 10:17).
“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios;…” (Mr. 16:17).
No significa que la sacra apelación, pronunciada formalmente tenga, tenga un poder mágico
para lograr una curación:
Ø El “nombre” es representación
de la infinita Persona detrás de ese nombre.
Ø La expresión “en su nombre” es
equivalente a “su poder”, a “a todo lo que EL es y hace”.
Ø Mientras que se dice que Jesús “echo los demonios con la palabra” (Mt. 8:16), obviamente, esa palabra no es ritualística, sino con autoridad.
Jesús
mismo explica el método y poder usando en sus expulsiones cuando dice:
“Si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios” (Mt. 12:28).
Consecuentemente, Jesús efectuó
sus curaciones por el poder del Espíritu Santo, actuando en plenitud y sin
traba alguna a través de su humanidad sin pecado y no basándose en su
intrínseco poder divino como segunda Persona de la Trinidad.
La sencillez y efectividad del
método de Jesús y de sus discípulos, al expulsar demonios, así como lo elevado
de sus conceptos demonológico en general, está en abierta antítesis cuando se
comprende que la gama inferior de idas y prácticas realmente entre la gente con
lo que tenía contacto constantemente
Jesús y sus discípulos.
Cuando los fariseos atribuyeron las
curaciones de Jesús al poder demoniaco (Mt. 12:24), dejaron entrever que, a
idea popular de la manera de obtener control sobre los demonios,
era conseguir, por magia, poder sobre Beelzebú,
el príncipe de los demonios.
Y Jesús contesta, que puesto que los demonios son agentes de maldad, el control
sobre ellos puede provenir solamente por oposición, en el poder de Dios.
En su respuesta a las acusaciones
que le hacen los fariseos, Jesús se refiere a los judíos exorcistas que “!de una manera u otra estaban echando malos espíritus¡56) “Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú,
¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces”
(Mt.12:27). Cristo no ataca ni defiende a estos exorcistas
en este pasaje. Meramente hace referencia a ellos en su argumento con sus
padres.
Plumptre piensa
que la pregunta de Jesús requiere, para su validez lógica, la aceptación de que
los hijos de sus acusadores realmente echaban fuera los demonios, y no lo
hacían por Beelzebú57). En tal caso, aquellos fariseos se
condenaban a sí mismo, pues estaban lanzando una acusación en contra de Jesús a
la que sus propios hijos estaban expuestos también.
Plumptre sugiere,
además, que no necesitamos pensar que el supuesto poder de los judíos exorcistas para echar demonios era
siempre sólo una pretensión o descansaba únicamente en magia y encantamiento. El piensa que:
·
La
oración,
·
El
ayuno, y
· La fe, pueden haber sido encontrados entre los fariseos mejores y más verdaderos, y resultaba en expulsiones genuinas58).
Lange reconoce los exorcismos
realizados por los judíos, y declara que de ninguna manera invalidan la
autoridad de los milagros de Jesús. Sugiere que pueden ser comparados
apropiadamente con las maravillas hechas por Moisés y las que hicieron los
magos de Egipto (Éx.7:8-13, 20-24; 8:6,7, 16-19; 9:11), en donde los milagros
de mal sobrenatural (magia),
en imitación del poder divino, podían imitarlo hasta cierto punto y no más allá
de él59).
Mientras que la referencia de Jesús
a los exorcistas judíos parece
referirse a verdaderas expulsiones, no producidas por el mal sobrenatural, el problema es:
¿Se puede aceptar que los ritos de exorcismo judío
o étnico realmente echan demonios bajo el principio sobrenatural?
Esto es lo que sugiere Lange. Es
difícil ante la práctica extendida y continua del ritualismo exorcista.
Pero a primera vista parece quedar excluido por la referencia del Señor al colapso inevitable de un reino dividido, o a Satán echando fuera a Satán, o el despojo de la casa del hombre fuerte (Mt. 12:25-29).
Estudiando más detenidamente el
asunto, descubrimos que la referencia de Jesús es con respecto solamente a la
invasión hostil del reino de las
tinieblas realizadas por el poder real y efectivo de la luz, donde Satanás
sufre una lesión real y permanente. No es esa una alusión a los propios métodos
engañosos de Satán que aparentemente lo hieren y que no son sino una finta para
extender su poder y dominio.
Jesús no niega el poder del príncipe
de los demonios para ubicar a sus satélites donde lo crea conveniente o para
sacarlos de un lugar específico, aunque sea temporalmente (Mt. 12:43-45) para
engañar, inspirar miedo y temor y adoración demoniaca.
Tales expulsiones no son divisiones
en el reino de Satanás, ni Satanás se está echando fuera a sí mismo, sino que
es una inteligente estrategia satánica y milagrosa diabólica para edificar y
extender el imperio del mal.
Con respecto a los judíos
exorcistas específicamente, en la alusión que Jesús hace a ellos, parece ser
que en algunos casos al menos, echaron fuera demonios, pero no por los
poseedores del mal.
Sin embargo, la referencia
inmediata y enfática a sus propias expulsiones “por el Espíritu de Dios” y en su
caso, las repentina e inesperada venida del reino de Dios sobre sus acusadores,
cuando estaban completamente desprevenidos para recibirlo (Mt. 12:28),
ostensiblemente es un vívido contrate con todos los métodos
de exorcismo.
Estos
Métodos Eran:
§ Ostentosos,
§ Opulentos,
§ Ritualista, y
§ Supersticiosos.
Su Método De Jesús, Fue Singularmente:
·
Sencillo,
·
Instantáneo o infaliblemente eficaz,
·
Sin
ninguna contaminación de todo ritualismo ostentoso, y
· Superstición ignorante.
Sin embargo a pesar del carácter de
los exorcismos judíos no hay razón dogmática para que la rica gracia de Dios,
no pudiera en muchos casos haber pasado por alto la ignorancia y extravagancia
de los métodos empleados, y escuchado el clamor
de fe y angustia
genuinas, brindando liberación.
Debemos tener en cuenta un hecho muy importante. Aunque el Shema “Oye Israel: Jehová uno es” (Dt. 6:4[*]) y otras fórmulas similares eran empleadas en los exorcismos judíos, nunca se hicieron como en las expulsiones cristianas, en “el nombre del Señor Jesús” (Hech.19:13).
Ayuda Hermenéutica:
[*] Oír: H8086 שְׁמַע = shemá: (caldeo); correspondiente a H8085: - obedecer, oír. (Strong)
Esta frase profunda implica necesariamente una
fe personal en Jesús como el Cristo y es equivalente a “en su poder”. El incidente, que es
la única referencia bíblica con respecto al exorcismo profesional (exorkistes) que se hace directamente por
nombre, es una ilustración de este hecho (Hech. 19:13).
“Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes,
intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os
conjuro por Jesús, el que predica Pablo”. (Hech.
19:13).
NOTA: V.13: exorcistas: Magos que podían echar demonios. La lección de esta historia (vv.13-17) es que para usar el NOMBRE DE JESÚS con eficacia en un exorcismo, es menester estar completamente dedicado a ÉL. En contra de las teorías de la magia de aquel tiempo, el NOMBRE por sí mismo no podía hacer nada; de hecho, este abuso se volvió contra los que lo practicaban (v.16)
Ayuda Hermenéutica:
Exorcismo: exorkistes
= (ἐξορκιστής G1845)
denota:
(a) A uno que
administra un juramento;
(b) A un exorcista;
relacionado con exorkizo, conjurar; de orkos = juramento; uno que emplea una
fórmula de conjuración para la expulsión de demonios (Hech. 19:13).
La práctica del exorcismo la llevaban a cabo judíos ambulantes, que usaban sus poderes en la invocación de nombres particulares. (VINE).
De acuerdo con narración, un grupo
de judíos
exorcistas profesionales itinerantes, que, desde luego, no
eran cristianos, admirando las poderosas e instantáneas curaciones realizadas
por Pablo en Efeso (Hech. 19:12), intentaron hacer lo mismo por el mero uso ritualística del
nombre del Señor Jesús.
Su fracaso completo e ignominioso
se debió a su falta de fe en el Cristo viviente, por cuyo poder eran posibles
tales milagros de sanidad, aunque habían estado perfectos en la simple
repetición de la fórmula:
Ø Los demonios reconocieron y
obedecieron a Jesús
como Señor del mundo de los espíritus.
Ø Reconocieron también a Pablo como siervo y embajador de Cristo.
Ø Pero el intento de utilizar
el nombre de Jesús
de
una manera mágica y supersticiosa, lejos
de dominarlos, dejó a los exorcistas sin
defensa ante su furia punitiva, para dejarles una impresión indeleble, y a
todos los demás, del error de mesclar a Cristo con la magia, a la verdad con la
superstición.
Es altamente significativo que esta demostración del poder de Dios en el desenmascaramiento notorio de la superstición, resultó en un gran avivamiento, en el cual “muchos de los que habían practicado la magia”, quemaran sus libros (v. 19).
El doctor A.C. Gabelein piensa que en las narraciones sobre expulsiones (Mr. 9:38,
39; Lc.9:49, 50) hechas por personas usando el nombre del Señor Jesús, “pero sin seguirle,
quizás se referían a judíos exorcistas”60).
Esto, sin embargo, es sumamente
improbable, teniendo en cuenta el incidente de Efeso y a la luz de lo que en
Nuevo Testamento entiende sobre la expresión “en mi nombre”, que implica:
·
Fe, y
· Obediencia.
Probablemente, estos eran hombres
que habían recibido una visión de fe en Jesús como Mesías, pero no podían
seguirlo o no lo hacán constantemente como los doce.
__________
Nota y Bibliografía:
[1] Hipnotizar. (Del ingl. to hypnotize). tr. Producir la hipnosis. || 2. Fascinar,
asombrar a alguien.
[2] Hipnosis. (Del gr. ὑπνοῦν, adormecer, y -sis). f. Estado producido por
hipnotismo. hipnotismo. (Del ingl. hypnotism). m. Med. Método para producir el
sueño artificial, mediante influjo personal, o por aparatos adecuados.
(Microsoft® Encarta® 2008).
[3] Telepatía. (De tele- y -patía). f. Coincidencia de pensamientos o sensaciones
entre personas generalmente distantes entre sí, sin el concurso de los
sentidos, y que induce a pensar en la existencia de una comunicación de índole
desconocida. || 2. Transmisión de contenidos psíquicos entre personas, sin
intervención de agentes físicos conocidos. (Microsoft® Encarta® 2008).
[4] Médium. (Del lat. medĭum, medio). com. Persona a la que se considera dotada de
facultades paranormales que le permiten actuar de mediadora en la consecución
de fenómenos parapsicológicos o de hipotéticas comunicaciones con los
espíritus. (Microsoft® Encarta® 2008).
[5] Exorcismo. (Del lat. exorcismus, y este del gr. ἐξορκισμός). m. Conjuro contra el
espíritu maligno. (Microsoft® Encarta® 2008). Exorcista. (Del lat. exorcista, y
este del gr. ἐξορκιστής). Com. Persona que exorciza. || 2. m. Rel. Clérigo que
en virtud de orden o grado menor eclesiástico tenía potestad para exorcizar.
Exorcizar. (Del lat. cristiano exorcizāre, y este del gr. ἐξορκίζειν). tr. Rel.
Usar oraciones y exorcismos contra el espíritu maligno.
[6] Mente. (Del lat. mens, mentis). f. Potencia intelectual del alma. Designio,
pensamiento, propósito, voluntad. Psicol. Conjunto de actividades y procesos
psíquicos conscientes e inconscientes, especialmente de carácter cognitivo. ||
de buena ~. loc. adv. ant. De buena voluntad, de buena gana. || tener algo en
la ~. fr. Tenerlo pensado o prevenido.
[7] Cuerpo. (Del lat. corpus). m. Aquello que tiene extensión limitada, perceptible
por los sentidos. Conjunto de los sistemas orgánicos que constituyen un ser
vivo. Tronco del cuerpo, a diferencia de la cabeza y las extremidades. Talle y
disposición personal. Parte del vestido, que cubre desde el cuello o los
hombros hasta la cintura. Etc. (Microsoft® Encarta® 2008).
[8] Metafísico,
ca. adj. Perteneciente o relativa a la metafísica. || 2.
Oscuro y difícil de comprender. || 3. m. y f. Persona que profesa la
metafísica. □ V. imposibilidad. (Microsoft® Encarta® 2008).
[9] NOTA
ACLARATORIA: En una obra posterior, Demons
in the World Today = (Los demonios en el Mundo Hoy**) el doctor Unger, en las
páginas 116, 117, 185, 186 menciona su cambio de opinión, haciendo ver que, a
raíz de la declaración que aquí se encuentra, recibió muchas cartas y
testimonios de misioneros en todas partes del mundo, testificando al hecho de
que hasta los creyentes pueden ser poseídos por los demonios (Demons in the
World Today**, Tundale House Publishers = Los editores Publicistas de la casa
Tundale, 1971).
[10] panoplia.
(Del gr. πανοπλία). f. Armadura completa con todas las piezas. Tabla,
generalmente en forma de escudo, donde se colocan floretes, sables y otras
armas de esgrima. (Microsoft® Encarta® 2008).
[11] Jerigonza. (Del prov. gergons). f. Lenguaje especial de algunos gremios. || 2. Lenguaje
de mal gusto, complicado y difícil de entender. || 3. coloq. p. us. Acción
extraña y ridícula. || andar en ~s. fr. coloq. Andar en rodeos o
tergiversaciones maliciosas. (Microsoft® Encarta® 2008).
1) Alfred Barry “Demon, Demoniac”, Smith’s Dictionary
of the Bible, editado por el professor H.B. Hackett, pp. 584, 585.
2) Johannes Weiss, “Demoniac”, The New Schaff-Herzog
Encyclopedia of Religious Knowledge; 1090, III, p. 402.
3) Josefo, Antigüedades judaicas, 6:8:2; 11:2.
4) F.C. Conybeare, “Christian Demonology”, Jewish
Quarterly Review, IX, (1896-1897), PP. 600, 601.
5) Ibiden, p. 602.
6) Conybeare, “The Demonology of the New Testament”,
Jewish Quarterly Review, VIII, (Julio, 1896), p. 600.
7)
Se encuentra un resumen fascinante de la historia de la posesión (demoniaca)
desde los tiempos más antiguos hasta la actualidad en todos los países del
mundo habitado en T.K. Oesterreich, Possession, Demoniacal and Other, among
Primitive Races in Antiquity, The Middle Ages, and Modern Times, pp. 199-235. Vea tambiemçn Edward Langton, Supernatural: The
Doctrine of Spirits, Angels, and Demons from the Middle Ages to tho Present
Time.
8) Weiss, opus citatus, p. 403.
9) G. Buchanan Gray, “Demons and Angels”, Encuclopedia
Bíblica, I, p. 1074.
10) Lewis Soerry Chafer, Satán, p. 68.
11) The Gospel According to Mark, p. 119.
12) Oseterreich, opus citatus, p. 379.
13) Ibidem.
14 Ibidem, p.
378.
15 Ibidem.
16 Ibidem, pp.
131-380.
17) Compare F.C. Conybeare, opus citatus, pp. 600,
601. Compare la nota 4.
18)
Opus citatus, p. 3. Encontrará un ataque sobre los relatos neotestamenterios de
la posesión demoniaca en An Essay on the Demoniacs of the New Testament, por
Hugh Farmer. John Fell, on Daemoniacs, pp. 167-400, hace una defensa detallada
del caso.
19) Oesterreich, opus citatus, pp. 4, 5.
20) A History of Magic and Experimental Science, Vols.
I-VI, (1923-1941). Caompare I, pp. 18-24, 280, 299, 533,
534, 722; II, 168, 229, 320; III, 326 y siguientes, 466, 533; IV, 286, 306,
587, V, 117, 118; VI, 545.
21) Satanism and Witchcraft; A Sudy of Medieval
Superstition, pp. 41-54, 207-220.
22)
Ibidem, p. 42.
23) Compare la nota 4.
24) A History of Christian Missions in China, p. 194.
25) Demon Possession and Allied Themes, Quinta
edición, pp. 9-94.
26)
Nevius, pus citatus, pp. 143-145.
27)
Ibidem, p. iv.
28)
Traducido por Oscar W. Hallin en el Sunday School Times de febrero 28, 1942.
29) Ibidem.
30) “Casting Qut a Deaf and Dumb Spirit in Korea”,
Sunday School Times, enero I, 1938.
31) New Frontiers in the Central Sudan, p. 86. Para la
exposición gráfica de casos de posesión demóniaca, vea las páginas 86, 87. Para
la diferencia entre el deminismo y la demencia, vea Demonism Verified and
Analyzed por Hugh W. White, pp. 12-20.
32)
Black Magic, p. 26. Vea también su obra más grande, The Niger Vision.
33) Roseberry, Black Magic, p. 39.
34) Alfred Edersheim, The Life and Times of Jesus The
Messiah, I, p. 479.
35) David Friedrich Strauss, Das Leben Jesu, Zweiter
Band, Seite, Seite 21-52.
36) Comp. A.A. Hodge, Outlines of Thelogy, p. 257.
37) Comp. John J. Owen, “The Demonology of the New
Testament,” Bibliotheca Sacra nad Biblical Repository, XVI (enero, 1859), pp. 124,
125. Vea también Nevius, opus citatus, pp. 147-150.
38) Para ver la difrencia entre la posesión esontánea
(involuntaria) y la voluntaria, consulate Oesterreich, Possession, Deminiacal
and Others among Primitive Races in Antiquity, The Middle Ages, and Modern
Times, p. 131.
39) Comp. Nevius, opus citatus, pp. 144, 145.
40) Edersheim, opus citatus, I, p. 481.
41) Ibidem, I p. 609.
42) Comp. A.A. Hodge, opus citatus, p. 257; y Nevius,
opus citatus pp. 175-206.
43) William Menzies Alexander, M.D. Demonic Possession
in The New Testament p. 172.
44)
Ibidem, p. 173.
45) Ibidem, p. 171.
46) Ibidem, p. 61.
47) Compare Hugh W. White, Demonism Verified and Analyzed pp. 80-93.
48) Barry, opus citatus, p. 585.
49) Chafer, Satan, p. 64.
50) Morris Jastrow, Hebrew and Babylonian Tradirions,
p. 202. También, Robert W. Roger, The Religion of Babylonia and Assyria, p. 146
y subsiguientes.
51)
Weiss, opus citatus, pp. 402, 403. Para un repaso historic general de los exorcismos
cristianos, vea Oesterreich, opus citatus, pp. 100 y subsiguientes.
52)
Josefo, opus citatus, 8: 2:5.
53)
Ibidem.
54)
Tobías 6: 7: 8: 2, 3.
55) Edersheim, opus citatus, II, pp. 775, 776.
56) G. Campbell Morgan, The Gospel According to
Matthew, p. 130.
57) E.H. Plumptre, New Testament Commentary for
English Readers, editado por C.J. Ellicott, I, p. 130.
58) Ibidem.
59) Johann Peter Lange, A Commentary on the Holy
Scriptures (Mateo), p. 224.
60) A.C. Gaebelein, The Gospel of Matthew, p. 248.
- e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- UNGER,
Merrill. Los Demonios Según La Biblia. Edit. Las Américas. Primera Edición.
1952.
- Pastor:
Carlos Ramírez Jiménez. 20//06//2018. MISIÓN BAUTISTA: “Emanuel”.
Ciudadela de Noé. Los Cardos Mz.E -
Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II. Cel. 942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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