martes, 7 de junio de 2022

Parte III LA DEMONOLOGÍA BÍBLICA Y LA POSESIÓN DEMONIACA: (Marcos 1:34)

                                                                        Parte III

LA DEMONOLOGÍA BÍBLICA Y LA POSESIÓN DEMONIACA:

(Marcos 1:34)

 

Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demoniosy no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían”.

(Mr. 1:34) 

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:


PUNTO DISCUTIDO HASTA HOY:

La misma naturaleza de la Salvación del creyente, que hace que reciba el Espíritu Santo, que regenera:

·         Sella,

·         Mora, y

·         Llena, y

·         Que lo coloca en Cristo”, eternamente y sin posibilidades de perderla,

·         Es suficiente explicación del por qué el demonio no puede poseer al creyente.

El incrédulo, en cambio está bajo el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia (Ef. 2:2), y es por la misma naturaleza de su situación presa para el poder satánico y la malignidad demoniaca desde adentro y desde afuera.

Y no hay ninguna razón aparente por la cual no pueda ser presa y sufrir la invasión demoniaca de su personalidad hasta llegar al eclipse total o parcial de su individualidad y manifestar todos los síntomas del poseído, como en el tiempo de nuestro Señor y sus apóstoles, con la única excepción de la confesión de Jesús como Mesías.

Podemos estar confiados que el creyente aunque perpetuamente se enfrente al poder sutil y la sagacidad del enemigo que viene desde afuera, está protegido dentro de las murallas. Pero no debe suponerse que la desobediencia y descarrío persistente del creyente puede llevarlo a cometer el pecado de muerte (Físico, 1 Jn.5:16), o la solemne entrega de aquel a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor(1 Cor. 5:5).

Además de todos los otros significados que pudiera tener este procedimiento solemne, indudablemente involucra un severo castigo al creyente culpable de inmoralidad, sensualidad o algún otro pecado grave para que no sea condenado con el mundo (1 Cor. 11:32).

Esta entrega a Satanás, aunque aparentemente sea la última alternativa en el método de la sanidad divina del gran abuso antinomia no de la gracia, difícilmente puede significar que la persona está  expuesta a la posesión demoniaca. Sí significa que estará expuesta a influencia demoniaca, a la enfermedad física, quizás mental o, en ocasiones, a la muerte física.

La influencia demoniaca puede tomar gran variedad de formas:

Ø  Su característica es siempre un alejamiento de la fe o del cuerpo de verdad revelada, y puede manifestarse en abierta y declarada apostasía (1 Tim. 4:1), o

Ø   En corrupción doctrinal o perversión de la verdad, que es evidente en de la multiplicidad de sectas que siembran la desunión entre la cristiandad (1 Jn. 4:1, 2).

La Influencia Demoniaca Puede Aparecer:

·    En un credo muy ortodoxo, revelándose en forma formalismo ritualismo, o una vacía adherencia a la letra sin el espíritu (2 Tim. 3:5), o

·         En hipocresía (1 Tim. 4:2, 3).

·        La influencia demoniaca en la doctrina lleva a la corrupción de la conducta y la práctica (1 Cor. 10:16-22), resultando en mundanalidad (2 Tim 3:4) e impureza (2 P. 2:10-12).

Los creyentes que desean ser espirituales y vivir victoriosamente, se enfrentan en tremendo conflicto con Satanás y los demonios, que vehementemente se oponen a la verdadera espiritualidad y servicio cristiano (Ef. 6:11, 12). Los recursos del cristiano para el triunfo son:

§  La panoplia[10]  de la oración (Ef.6:10-20),

§  Fe (1 Jn.5:4), y

§  La Palabra de Dios (Mt.4:4, 7, 10),

§  Combinadas con un conocimiento de las maquinaciones y engaños satánicos (2 Cor. 2:11).

 

4.4.   LA POSESIÓN DEMONIACA Y EL EXORCISMO:

Estrictamente hablando, no existen exorcismos*) registrados en la Biblia. El uso de la palabra, en su significado etimológico esencial, prohíbe su empleo con respecto de la expulsión de demonios realizados por nuestro Señor o sus discípulos.

 

Ayuda Hermenéutica:

 

*exorkistes = (ἐξορκιστής, G1845) denota:

(a) A uno que administra un juramento;

(b) A un exorcista; relacionado con exorkizo = conjurar; de orkos = juramento; uno que emplea una fórmula de conjuración para la expulsión de demonios (Hechos 19:13).

La práctica del exorcismo la llevaban a cabo judíos ambulantes, que usaban sus poderes en la invocación de nombres particulares. (VINE).

La palabra exorcismo significa: echar los malos espíritus por medio de conjuraciones, encantamientos o ceremonias religiosas o mágicas. Es un término muy apropiado para describir las prácticas judías y étnicas, pero en agudo contraste con el método que usaron el Señor Jesús y sus discípulos.

Entre los pueblos antiguos y primitivos, el exorcismo dependía en gran parte de la eficacia de las fórmulas mágicas, compuestas comúnmente de nombres de deidades repetidas en un ritual exorcistado sobre el cuerpo del endemoniado. Se consideraba que el poder para echar fuera los demonios estaba en las mismas palabras, y se daba gran importancia a la recitación correcta de las fórmulas y el desarrollo exacto del ritual prescrito.

El fenómeno predominante del exorcismo entre los judíos en el tiempo de nuestro Señor (Mt.12:27) y de los apóstoles (Hech.19:13-20), pierde su singularidad debido a la amplia y extendida distribución étnica, manifestada, por ejemplo, no solamente en los textos de encantamiento de la antigua Babilonia y Asiria50), sino también en grandes números de papiros sobre magia que han sido descubiertos, mostrando lo arraigado que estaba esta antiguamente creencias sobre la posesión demoniaca51).

Y es asombroso a los extremos que se ha llegado debido a lo absurdo y cruel de la superstición.

En el caso de Josefo, uno se queda atónito al ver, aun en el caso de un hombre educado como era él, que más abyecta superstición colorea sus pensamientos sobre estos temas. Josefo atribuye gran parte de la sabiduría de Salomón al hecho de que Dios le permitió aprender el arte de expulsar demonios52).

También narra una curación, que él dice haber visto en presencia de Vespasiano y sus hijos”, hecha de acuerdo con los métodos de encantamiento atribuido a Salomón. En la nariz del endemoniado fue puesta una raíz mágica por Salomón. Se representa fantásticamente al demonio como sacado a través de la nariz de la víctima, y se proporcionaron pruebas indubitables de la eficacia del exorcismo, al colocar un recipiente con agua cerca que, de acurdo con la orden previa del exorcismo, el demonio derribó en su rápida huida53).

Lo absurdo y extravagancia de este ridículo incidente queda sobrepasado por la narración de un exorcismo relatado en el Libro de Tobit (actualmente llamado Tobías, apócrifo). Se quema el corazón y el hígado de un pez, milagrosamente pescado, sobre las cenizas del incienso, y  el hedor resultante y el humo disgustan y hace que el demonio salga54). Los escritores rabínicos dan rienda suelta a sus fantasías y con enfermiza morbidez dan detalles repulsivos sobre varios métodos de exorcismo55).

El método de Jesús para librar a los endemoniados está en agudo contraste con el exorcismo judío y étnico. Su método siempre era el mismo, basado en su propia palabra viviente de infinito poder y no en ritos mágicos o jerigonza[11] ritualista.

Él hablaba y los demonios le obedecían como Señor del mundo de los espíritus. En cierto aspecto todos los endemoniados exhibieron a misma característica:

Ø Reconocieron a Jesús y su poder sobre ellos (Mr.1:24, 34; 5:7):

·   Diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios”. (Mr. 1:24) 

·     Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían”. (Mr. 1:34) 

·  Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes”. (Mr. 5:7) 

Jesús, Hijo del Dios Altísimo: Aunque parece ser que éste era su primer encuentro con Jesús, este hombre sabía quién era el Señor tal conocimiento procedía de los demonios que habitaban en él.

Mire el v.9: Legión: La mayor unidad del ejército romano, con la fuerza de 3,000 a 6,000 hombres, indicando que eran muchos los demonios que se habían posesionado de aquel hombre (Comp. Mt. 12:45; Lc. 8:2).

La frase:

en el nombre de Jesús(Mr. 16:17; Lc. 10:17).

 

Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; (Mr. 16:17).

No significa que la sacra apelación, pronunciada formalmente tenga, tenga un poder mágico para lograr una curación:

Ø  El nombrees representación de la infinita Persona detrás de ese nombre.

Ø  La expresiónen su nombrees equivalente asu poder”, aa todo lo que EL es y hace”.

Ø  Mientras que se dice que Jesúsecho los demonios con la palabra(Mt. 8:16), obviamente, esa palabra no es ritualística, sino con autoridad.

Jesús mismo explica el método y poder usando en sus expulsiones cuando dice:

Si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios(Mt. 12:28).

Consecuentemente, Jesús efectuó sus curaciones por el poder del Espíritu Santo, actuando en plenitud y sin traba alguna a través de su humanidad sin pecado y no basándose en su intrínseco poder divino como segunda Persona de la Trinidad.

La sencillez y efectividad del método de Jesús y de sus discípulos, al expulsar demonios, así como lo elevado de sus conceptos demonológico en general, está en abierta antítesis cuando se comprende que la gama inferior de idas y prácticas realmente entre la gente con lo que tenía  contacto constantemente Jesús y sus discípulos.

Cuando los fariseos atribuyeron las curaciones de Jesús al poder demoniaco (Mt. 12:24), dejaron entrever que, a idea popular de la manera de obtener control sobre los demonios, era conseguir, por magia, poder sobre Beelzebú, el príncipe de los demonios. Y Jesús contesta, que puesto que los demonios son agentes de maldad, el control sobre ellos puede provenir solamente por oposición, en el poder de Dios.

En su respuesta a las acusaciones que le hacen los fariseos, Jesús se refiere a los judíos exorcistas que “!de una manera u otra estaban echando malos espíritus¡56) Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces(Mt.12:27). Cristo no ataca ni defiende a estos exorcistas en este pasaje. Meramente hace referencia a ellos en su argumento con sus padres.

Plumptre piensa que la pregunta de Jesús requiere, para su validez lógica, la aceptación de que los hijos de sus acusadores realmente echaban fuera los demonios, y no lo hacían por Beelzebú57). En tal caso, aquellos fariseos se condenaban a sí mismo, pues estaban lanzando una acusación en contra de Jesús a la que sus propios hijos estaban expuestos también.

Plumptre sugiere, además, que no necesitamos pensar que el supuesto poder de los judíos exorcistas para echar demonios era siempre sólo una pretensión o descansaba únicamente en magia y encantamiento. El piensa que:

·         La oración,

·         El ayuno, y

·     La fe, pueden haber sido encontrados entre los fariseos mejores y más verdaderos, y resultaba en expulsiones genuinas58).

Lange reconoce los exorcismos realizados por los judíos, y declara que de ninguna manera invalidan la autoridad de los milagros de Jesús. Sugiere que pueden ser comparados apropiadamente con las maravillas hechas por Moisés y las que hicieron los magos de Egipto (Éx.7:8-13, 20-24; 8:6,7, 16-19; 9:11), en donde los milagros de mal sobrenatural (magia), en imitación del poder divino, podían imitarlo hasta cierto punto y no más allá de él59).

Mientras que la referencia de Jesús a los exorcistas judíos parece referirse a verdaderas expulsiones, no producidas por el mal sobrenatural, el problema es: ¿Se puede aceptar que los ritos de exorcismo judío o étnico realmente echan demonios bajo el principio sobrenatural? Esto es lo que sugiere Lange. Es difícil ante la práctica extendida y continua del ritualismo exorcista.

Pero a primera vista parece quedar excluido por la referencia del Señor al colapso inevitable de un reino dividido, o a Satán echando fuera a Satán, o el despojo de la casa del hombre fuerte (Mt. 12:25-29).

Estudiando más detenidamente el asunto, descubrimos que la referencia de Jesús es con respecto solamente a la invasión hostil del reino de las tinieblas realizadas por el poder real y efectivo de la luz, donde Satanás sufre una lesión real y permanente. No es esa una alusión a los propios métodos engañosos de Satán que aparentemente lo hieren y que no son sino una finta para extender su poder y dominio.

Jesús no niega el poder del príncipe de los demonios para ubicar a sus satélites donde lo crea conveniente o para sacarlos de un lugar específico, aunque sea temporalmente (Mt. 12:43-45) para engañar, inspirar miedo y temor y adoración demoniaca.

Tales expulsiones no son divisiones en el reino de Satanás, ni Satanás se está echando fuera a sí mismo, sino que es una inteligente estrategia satánica y milagrosa diabólica para edificar y extender el imperio del mal.

Con respecto a los judíos exorcistas específicamente, en la alusión que Jesús hace a ellos, parece ser que en algunos casos al menos, echaron fuera demonios, pero no por los poseedores del mal.

Sin embargo, la referencia inmediata y enfática a sus propias expulsiones por el Espíritu de Dios y en su caso, las repentina e inesperada venida del reino de Dios sobre sus acusadores, cuando estaban completamente desprevenidos para recibirlo (Mt. 12:28), ostensiblemente es un vívido contrate con todos los métodos de exorcismo.

Estos Métodos Eran:

§  Ostentosos,

§  Opulentos,

§  Ritualista, y

§  Supersticiosos.

Su Método De Jesús, Fue Singularmente:

·         Sencillo,

·         Instantáneo  o infaliblemente eficaz,

·         Sin ninguna contaminación de todo ritualismo ostentoso, y

·         Superstición ignorante.

Sin embargo a pesar del carácter de los exorcismos judíos no hay razón dogmática para que la rica gracia de Dios, no pudiera en muchos casos haber pasado por alto la ignorancia y extravagancia de los métodos empleados, y escuchado el clamor de fe y angustia genuinas, brindando liberación.

Debemos tener en cuenta un hecho muy importante. Aunque el Shema Oye Israel: Jehová uno es (Dt. 6:4[*]) y otras fórmulas similares eran empleadas en los exorcismos judíos, nunca se hicieron como en las expulsiones cristianas, en el nombre del Señor Jesús(Hech.19:13).

Ayuda Hermenéutica:

[*] Oír: H8086 שְׁמַע = shemá: (caldeo); correspondiente a H8085: - obedecer, oír. (Strong)

 Esta frase profunda implica necesariamente una fe personal en Jesús como el Cristo y es equivalente a en su poder”. El incidente, que es la única referencia bíblica con respecto al exorcismo profesional (exorkistes) que se hace directamente por nombre, es una ilustración de este hecho (Hech. 19:13).

 

Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo”. (Hech. 19:13).

 

NOTA: V.13: exorcistas: Magos que podían echar demonios. La lección de esta historia (vv.13-17) es que para usar el NOMBRE DE JESÚS con eficacia en un exorcismo, es menester estar completamente dedicado a ÉL. En contra de las teorías de la magia de aquel tiempo, el NOMBRE por sí mismo no podía hacer nada; de hecho, este abuso se volvió contra los que lo practicaban (v.16)

Ayuda Hermenéutica:

Exorcismo: exorkistes = (ἐξορκιστής G1845) denota:

(a) A uno que administra un juramento;

(b) A un exorcista; relacionado con exorkizo, conjurar; de orkos = juramento; uno que emplea una fórmula de conjuración para la expulsión de demonios (Hech. 19:13).

La práctica del exorcismo la llevaban a cabo judíos ambulantes, que usaban sus poderes en la invocación de nombres particulares. (VINE).

De acuerdo con narración, un grupo de judíos exorcistas profesionales itinerantes, que, desde luego, no eran cristianos, admirando las poderosas e instantáneas curaciones realizadas por Pablo en Efeso (Hech. 19:12), intentaron hacer lo mismo por el mero uso ritualística del nombre del Señor Jesús.

Su fracaso completo e ignominioso se debió a su falta de fe en el Cristo viviente, por cuyo poder eran posibles tales milagros de sanidad, aunque habían estado perfectos en la simple repetición de la fórmula:

Ø  Los demonios reconocieron y obedecieron a Jesús como Señor del mundo de los espíritus.

Ø  Reconocieron también a Pablo como siervo y embajador de Cristo.

Ø  Pero el intento de utilizar el nombre de Jesús de una manera mágica y supersticiosa, lejos de dominarlos, dejó a los exorcistas sin defensa ante su furia punitiva, para dejarles una impresión indeleble, y a todos los demás, del error de mesclar a Cristo con la magia, a la verdad con la superstición.

Es altamente significativo que esta demostración del poder de Dios en el desenmascaramiento notorio de la superstición, resultó en un gran avivamiento, en el cual muchos de los que habían practicado la magia”, quemaran sus libros (v. 19).

El doctor A.C. Gabelein piensa que en las narraciones sobre expulsiones (Mr. 9:38, 39; Lc.9:49, 50) hechas por personas usando el nombre del Señor Jesús, pero sin seguirle, quizás se referían a judíos exorcistas60).

Esto, sin embargo, es sumamente improbable, teniendo en cuenta el incidente de Efeso y a la luz de lo que en Nuevo Testamento entiende sobre la expresiónen mi nombre, que implica:

·         Fe, y

·         Obediencia.

Probablemente, estos eran hombres que habían recibido una visión de fe en Jesús como Mesías, pero no podían seguirlo o no lo hacán constantemente como los doce.

__________

Nota y Bibliografía:

[1]   Hipnotizar. (Del ingl. to hypnotize). tr. Producir la hipnosis. || 2. Fascinar, asombrar a alguien.

[2]   Hipnosis. (Del gr. ὑπνοῦν, adormecer, y -sis). f. Estado producido por hipnotismo. hipnotismo. (Del ingl. hypnotism). m. Med. Método para producir el sueño artificial, mediante influjo personal, o por aparatos adecuados. (Microsoft® Encarta® 2008).

[3] Telepatía. (De tele- y -patía). f. Coincidencia de pensamientos o sensaciones entre personas generalmente distantes entre sí, sin el concurso de los sentidos, y que induce a pensar en la existencia de una comunicación de índole desconocida. || 2. Transmisión de contenidos psíquicos entre personas, sin intervención de agentes físicos conocidos. (Microsoft® Encarta® 2008).

[4] Médium. (Del lat. medĭum, medio). com. Persona a la que se considera dotada de facultades paranormales que le permiten actuar de mediadora en la consecución de fenómenos parapsicológicos o de hipotéticas comunicaciones con los espíritus. (Microsoft® Encarta® 2008).

[5] Exorcismo. (Del lat. exorcismus, y este del gr. ἐξορκισμός). m. Conjuro contra el espíritu maligno. (Microsoft® Encarta® 2008). Exorcista. (Del lat. exorcista, y este del gr. ἐξορκιστής). Com. Persona que exorciza. || 2. m. Rel. Clérigo que en virtud de orden o grado menor eclesiástico tenía potestad para exorcizar. Exorcizar. (Del lat. cristiano exorcizāre, y este del gr. ἐξορκίζειν). tr. Rel. Usar oraciones y exorcismos contra el espíritu maligno.

[6] Mente. (Del lat. mens, mentis). f. Potencia intelectual del alma. Designio, pensamiento, propósito, voluntad. Psicol. Conjunto de actividades y procesos psíquicos conscientes e inconscientes, especialmente de carácter cognitivo. || de buena ~. loc. adv. ant. De buena voluntad, de buena gana. || tener algo en la ~. fr. Tenerlo pensado o prevenido.

[7]  Cuerpo. (Del lat. corpus). m. Aquello que tiene extensión limitada, perceptible por los sentidos. Conjunto de los sistemas orgánicos que constituyen un ser vivo. Tronco del cuerpo, a diferencia de la cabeza y las extremidades. Talle y disposición personal. Parte del vestido, que cubre desde el cuello o los hombros hasta la cintura. Etc. (Microsoft® Encarta® 2008).

[8] Metafísico, ca. adj. Perteneciente o relativa a la metafísica. || 2. Oscuro y difícil de comprender. || 3. m. y f. Persona que profesa la metafísica. □ V. imposibilidad. (Microsoft® Encarta® 2008).

[9] NOTA ACLARATORIA: En una obra posterior, Demons in the World Today = (Los demonios en el Mundo Hoy**) el doctor Unger, en las páginas 116, 117, 185, 186 menciona su cambio de opinión, haciendo ver que, a raíz de la declaración que aquí se encuentra, recibió muchas cartas y testimonios de misioneros en todas partes del mundo, testificando al hecho de que hasta los creyentes pueden ser poseídos por los demonios (Demons in the World Today**, Tundale House Publishers = Los editores Publicistas de la casa Tundale, 1971).

[10] panoplia. (Del gr. πανοπλία). f. Armadura completa con todas las piezas. Tabla, generalmente en forma de escudo, donde se colocan floretes, sables y otras armas de esgrima. (Microsoft® Encarta® 2008).

[11] Jerigonza. (Del prov. gergons). f. Lenguaje especial de algunos gremios. || 2. Lenguaje de mal gusto, complicado y difícil de entender. || 3. coloq. p. us. Acción extraña y ridícula. || andar en ~s. fr. coloq. Andar en rodeos o tergiversaciones maliciosas. (Microsoft® Encarta® 2008).

1) Alfred Barry “Demon, Demoniac”, Smith’s Dictionary of the Bible, editado por el professor H.B. Hackett, pp. 584, 585.

2) Johannes Weiss, “Demoniac”, The New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge; 1090, III, p. 402.

3) Josefo, Antigüedades judaicas, 6:8:2; 11:2.

4) F.C. Conybeare, “Christian Demonology”, Jewish Quarterly Review, IX, (1896-1897), PP. 600, 601.

5) Ibiden, p. 602.

6) Conybeare, “The Demonology of the New Testament”, Jewish Quarterly Review, VIII, (Julio, 1896), p. 600.

7) Se encuentra un resumen fascinante de la historia de la posesión (demoniaca) desde los tiempos más antiguos hasta la actualidad en todos los países del mundo habitado en T.K. Oesterreich, Possession, Demoniacal and Other, among Primitive Races in Antiquity, The Middle Ages, and Modern Times, pp. 199-235. Vea tambiemçn Edward Langton, Supernatural: The Doctrine of Spirits, Angels, and Demons from the Middle Ages to tho Present Time.

8) Weiss, opus citatus, p. 403.

9) G. Buchanan Gray, “Demons and Angels”, Encuclopedia Bíblica, I, p. 1074.

10) Lewis Soerry Chafer, Satán, p. 68.

11) The Gospel According to Mark, p. 119.

12) Oseterreich, opus citatus, p. 379.

13) Ibidem.

14  Ibidem, p. 378.

15  Ibidem.

16  Ibidem, pp. 131-380.

17) Compare F.C. Conybeare, opus citatus, pp. 600, 601. Compare la nota 4.

18) Opus citatus, p. 3. Encontrará un ataque sobre los relatos neotestamenterios de la posesión demoniaca en An Essay on the Demoniacs of the New Testament, por Hugh Farmer. John Fell, on Daemoniacs, pp. 167-400, hace una defensa detallada del caso.

19) Oesterreich, opus citatus, pp. 4, 5.

20) A History of Magic and Experimental Science, Vols. I-VI, (1923-1941). Caompare I, pp. 18-24, 280, 299, 533, 534, 722; II, 168, 229, 320; III, 326 y siguientes, 466, 533; IV, 286, 306, 587, V, 117, 118; VI, 545.

21) Satanism and Witchcraft; A Sudy of Medieval Superstition, pp. 41-54, 207-220.

22) Ibidem, p. 42.

23) Compare la nota 4.

24) A History of Christian Missions in China, p. 194.

25) Demon Possession and Allied Themes, Quinta edición, pp. 9-94.

26) Nevius, pus citatus, pp. 143-145.

27) Ibidem, p. iv.

28) Traducido por Oscar W. Hallin en el Sunday School Times de febrero 28, 1942.

29) Ibidem.

30) “Casting Qut a Deaf and Dumb Spirit in Korea”, Sunday School Times, enero I, 1938.

31) New Frontiers in the Central Sudan, p. 86. Para la exposición gráfica de casos de posesión demóniaca, vea las páginas 86, 87. Para la diferencia entre el deminismo y la demencia, vea Demonism Verified and Analyzed por Hugh W. White, pp. 12-20.

32) Black Magic, p. 26. Vea también su obra más grande, The Niger Vision.

33) Roseberry, Black Magic, p. 39.

34) Alfred Edersheim, The Life and Times of Jesus The Messiah, I, p. 479.

35) David Friedrich Strauss, Das Leben Jesu, Zweiter Band, Seite, Seite 21-52.

36) Comp. A.A. Hodge, Outlines of Thelogy, p. 257.

37) Comp. John J. Owen, “The Demonology of the New Testament,” Bibliotheca Sacra nad Biblical Repository, XVI (enero, 1859), pp. 124, 125. Vea también Nevius, opus citatus, pp. 147-150.

38) Para ver la difrencia entre la posesión esontánea (involuntaria) y la voluntaria, consulate Oesterreich, Possession, Deminiacal and Others among Primitive Races in Antiquity, The Middle Ages, and Modern Times, p. 131.

39) Comp. Nevius, opus citatus, pp. 144, 145.

40) Edersheim, opus citatus, I, p. 481.

41) Ibidem, I p. 609.

42) Comp. A.A. Hodge, opus citatus, p. 257; y Nevius, opus citatus pp. 175-206.

43) William Menzies Alexander, M.D. Demonic Possession in The New Testament p. 172.

44) Ibidem, p. 173.

45) Ibidem, p. 171.

46) Ibidem, p. 61.

47) Compare Hugh W. White, Demonism Verified  and Analyzed pp. 80-93.

48) Barry, opus citatus, p. 585.

49) Chafer, Satan, p. 64.

50) Morris Jastrow, Hebrew and Babylonian Tradirions, p. 202. También, Robert W. Roger, The Religion of Babylonia and Assyria, p. 146 y subsiguientes.

51) Weiss, opus citatus, pp. 402, 403. Para un repaso historic general de los exorcismos cristianos, vea Oesterreich, opus citatus, pp. 100 y subsiguientes.

52) Josefo, opus citatus, 8: 2:5.

53) Ibidem.

54) Tobías 6: 7: 8: 2, 3.

55) Edersheim, opus citatus, II, pp. 775, 776.

56) G. Campbell Morgan, The Gospel According to Matthew, p. 130.

57) E.H. Plumptre, New Testament Commentary for English Readers, editado por C.J. Ellicott, I, p. 130.

58) Ibidem.

59) Johann Peter Lange, A Commentary on the Holy Scriptures (Mateo), p. 224.

60) A.C. Gaebelein, The Gospel of Matthew, p. 248.

-    e-Sword-the. LEDD.

-    Biblia de Estudio RYRIE.

-    UNGER, Merrill. Los Demonios Según La Biblia. Edit. Las Américas. Primera Edición. 1952.

-  Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 20//06//2018. MISIÓN BAUTISTA: Emanuel”. Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 942-562691-Tumbes.


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