DE MILETO A CESÁREA: (2)
HECHOS 22:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
I.
La Defensa De Pablo (Hechos 22:1–21):
Este es
el segundo relato en Hechos de la conversión de Pablo[1] (véanse caps. 9 y
26). Al hablar en hebreo, Pablo contribuyó a calmar y despertar el interés de
los judíos.
A. La Primera Táctica De
Pablo (vv. 1–5).
Pablo
era un judío con valiosa ciudadanía romana. En el versículo 28 afirmó que lo era «de nacimiento», lo que indica que su padre había
sido igualmente ciudadano romano. Su primera educación a los pies del gran rabí
Gamaliel fue la mejor (véase 5:34ss).
Léase en Filipenses 3 otro cuadro de
Pablo el fariseo. Nadie podía negar que el joven Pablo fuera celoso
por la Ley de Moisés, incluso hasta el punto de perseguir a los cristianos.
¡Qué
paradoja que Pablo deba decir en el versículo 5 que su plan era traer a
los cristianos «presos a Jerusalén» cuando él mismo estaba allí prisionero!
B. La Asombrosa Conversión
De Pablo (vv. 6–16).
Cuando
la luz del cielo estaba en su mayor esplendor (al
mediodía), las tinieblas satánicas del corazón de Pablo estaban en
su mayor densidad, porque había salido para arrestar a todos los cristianos que
pudiera hallar.
Pero Dios, en su gracia, derribó a Pablo
con una gran luz del cielo. El pecador está en tinieblas hasta que
la luz de Dios brilla en él (2 Cor. 4). Pablo vio y oyó al Cristo glorificado,
confió en Él y fue salvado.
Nótese: cómo Pablo
llama a Ananías «varón piadoso según la ley»,
declaración que debió impresionar a sus
antagonistas. Algunos de los judíos de la ciudad tal vez conocían a Ananías y
esto debería haber obrado a su favor. Ananías declaró que Pablo tenía una
comisión especial de Dios para ser testigo de Cristo.
C. La Comisión Especial
De Pablo (vv. 17–21).
Pablo
tuvo una reunión especial con el Señor mientras oraba en el templo (véase Hch.
9:26). Es interesante comparar esta experiencia con la visión de Pedro que se
registra en el capítulo 10, cuando Dios le preparó para que fuera a los
gentiles.
Pedro
tenía hambre física, mientras que el «hambre» del corazón de Pablo era ganar a su nación
para Cristo. Pero Cristo claramente le dijo que saliera de Jerusalén (v.18).
La súplica del apóstol no cambió la
orden divina: Pablo tenía que ir a los gentiles. Por un lado, los
judíos no recibirían su testimonio de todas maneras; y podrían arrestarlo y
apedrearlo, terminando así su ministerio demasiado pronto. Los judíos
escucharon con atención la narración de Pablo hasta que pronunció esa
detestable palabra «gentiles» (v. 21).
Pablo
pudiera haber usado otra palabra, pero entonces no hubiera sido fiel al citar
lo que el Señor le había dicho. Véase Efesios 3:1–13.
II.
La Respuesta De La Nación (Hechos 22:22–30):
La predicción de Cristo se hizo
realidad: la nación no recibió el testimonio de Pablo. En
lugar de eso ¡estalló
un motín! El capitán ordenó que llevaran a Pablo al castillo cercano
y le examinaran con azotes.
Pero
Pablo usó de nuevo sus derechos como ciudadano romano para protegerse a sí
mismo y su ministerio. Era contra la ley tratar de esa manera a un ciudadano
romano (16:35–40) y Pablo aprovechó estos
privilegios legales.
El
tribuno había comprado su ciudadanía y parecía estar orgulloso de ello,
mientras que Pablo anunció que lo era «de nacimiento». Esto quería decir que su padre fue
un ciudadano romano reconocido.
El
capitán le quitó las cadenas y mantuvo a Pablo en la prisión hasta que el
concilio judío pudiera reunirse al día siguiente (suceso que se analiza en el capítulo 23).
En este
punto es bueno repasar la historia de Israel en el libro de los Hechos. La nación ya había participado en tres
asesinatos: Juan el Bautista, Cristo y Esteban. Hubiera
cometido un cuarto si Dios no libra a Pablo mediante la intervención de la
guardia romana.
Pablo
aún recordaba vívidamente la muerte de Esteban (v. 20) y quería de alguna manera expiar su parte en este crimen
nacional:
· Pero Israel había sido ya puesto
a un lado;
· Cristo le había prohibido
a Pablo que testificara en Jerusalén
(v. 18) porque su período de prueba ya había pasado.
Los
capítulos restantes de Hechos describen a Pablo el prisionero, sus juicios ante
los judíos, su apelación a César. Cómo se hubieran escrito estos capítulos si
Pablo no hubiera ido a Jerusalén, no lo sabemos.
Pero
Dios anuló las equivocaciones de su siervo y las usó para su gloria y para el
bien de la Iglesia. Mientras Pablo estuvo prisionero en Roma, escribió las
cartas a los Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemón, mensajes llenos con la
verdad de la Iglesia que desesperadamente se necesitan hoy.
___________
Notas:
[1] G4549
Σαούλ = Saoúl: de origen hebreo [H7586];
Saúl, nombre judío de Pablo:- Saúl, Saulo. Compare G4569.
(Strong).
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