Parte (1)
COMENTARIO A
PROVERBIOS: (1)
(Proverbios
1-31)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
INTRODUCCION:
A. EL TEXTO BIBLICO DE PROVERBIOS:
El libro de Proverbios es Mishley Shelomoh en hebreo. Hay unas 6,915 palabras en el texto (Jenni, II, 689). Se encuentra en la tercera parte de la Biblia judía (ketubiym, o los escritos). Hay amplia evidencia de la antigüedad del libro dentro del AT. Es el tercer libro en el orden hebreo dentro de los Escritos (Salmos, Job, Proverbios, Rut, etc.).
Ayuda Hermenéutica:
Hagiográficos כְּתוּבִּים = (Ketuvim):
La Septuaginta (LXX), la traducción más
importante del AT., al griego, tiene un orden distinto en estos libros: Job, Salmos, Proverbios,
Eclesiastés,
etc. La Vulgata, la traducción al latín, siguió el orden de la Septuaginta;
también lo hicieron las versiones modernas, incluida la española.
Por lo tanto, la Septuaginta ordena
los capítulos en una forma distinta. Además de omitir algunos versículos, el
orden de los capítulos
es: 1–24, 30:1–14, 24:24–34, 30:15–33, 31:1–9, 25–29, 31:11–31. No
hay una explicación satisfactoria para el orden cambiado de la Septuaginta.
Sin embargo, se nota la separación de los caps. 30 y 31 en dos partes cada uno. Así se da evidencia a la teoría que los dos capítulos son, en realidad, cuatro secciones.
La autoridad de los Proverbios se
comprueba por su uso por Josefo, Filón, Misná, los Rollos del Mar Muerto y el
NT. (Se citarán algunos comentarios de
estas fuentes dentro de esta obra).
Por lo tanto, el libro de Proverbios se sitúa dentro de la conciencia de los judíos (y los judíos cristianos), en el primer siglo después de Cristo.
B. EL AUTOR DE PROVERBIOS:
¿Quién es el autor de Proverbios? A primera vista
se puede decir, Salomón. Sin embargo, el verdadero autor es Dios. Ciertamente,
la sabiduría de Salomón era la respuesta de Dios a la petición de Salomón (1 R.
3:9). Jehová es la fuente principal de la sabiduría (Prov. 2:6). Por lo tanto,
la relación entre la fe y
la sabiduría es estrecha. La verdadera fe, el temor, es el comienzo y el
fundamento de la vida prudente y exitosa (ver 1:7). Sin la fe en Dios, una dimensión esencial se ausenta de la
educación y la prudencia del hombre.
El papel de Salomón en el libro de Proverbios. Como el
recipiente de un “corazón sabio” de Dios, él dirigió la construcción
del palacio del rey y la del templo. Además, se instaló un sistema administrativo
y militar comparable al de los reyes orientales. El comercio internacional
creció; se traían a Palestina los objetos más raros de toda la tierra conocida
de aquel tiempo. La plata fue utilizada como piedras para las calles de
Jerusalén (1 R. 10:27).
Había una abundancia de alimento y de riquezas. Josefo brinda
una lista de las riquezas de Salomón en su obra Antigüedades, cap. 8. Aun el
Corán, la literatura sagrada de los musulmanes, habla de la sabiduría y la
gloria de Salomón (Sura XXVII, 170, Sura XXXIV, 190 y Sura XXXVIII, 201).
Además, hay menciones en libros apócrifos, como la Sabiduría de Salomón, de
carácter dudoso; estos libros son rechazados por judíos y protestantes.
Salomón compuso 3,000 proverbios y 1,005
canciones según 1 Reyes 4:32. Allí se menciona una lista de los sabios de aquel
entonces que eran inferiores a Salomón, aunque grandes en su sabiduría (v. 31).
De hecho, la sabiduría de Salomón era superior a la sabiduría oriental y
egipcia (v. 30). Los escritos de Salomón que se encuentran en las Escrituras
son Proverbios, Eclesiastés, Cantar de Cantares y los Salmos 72 y 172.
El NT., por lo tanto, habla de la gloria de Salomón (Mt. 6:29; Lc. 12:27), la sabiduría de Salomón (Mt. 12:42; Luc. 11:31) y del juicio de la reina del sur (la reina de Saba), que serán testigos contra los que escuchaban a Jesús, quien era más sabio que Salomón (1 R. 10:1–13; Mt. 12:42; Lc. 11:31).
La gran falla de Salomón fue su relación con las mujeres. Con 700 esposas
y 300 concubinas, muchas de ellas importantes, como la más prominente, la hija
de Faraón, Salomón participaba en la construcción de los recintos religiosos y
en la adoración de los dioses paganos (1 R. 11:4 ss.). Según el texto bíblico,
tal desgracia se produjo cuando Salomón era ya anciano (1 R. 11:4).
¡Qué lástima vivir una vida recta
ante el Señor, una vida bendecida por los favores divinos y, en los últimos
años de la vida, perder la fuerza moral para seguir el camino recto!
La influencia de la demás pesa sobre nosotros, no importa cuál sea nuestra edad. Al pecar, Salomón pierde el reino de David y la unidad de un pueblo que había sacrificado bastante para mantener su gloria (1 R. 11:11–13).
El nombre de Salomón se menciona en tres
citas del libro de Proverbios (1:1; 10:1; 25:1). Es difícil determinar si la
primera cita en 1:1 se relaciona con los caps. 1–9, con todo el libro, o con ambos.
Es cierto que los primeros nueve caps. son distintos a la forma encontrada en
las listas de proverbios que siguen las otras dos citas (10:1 y 25:1). Los
caps. 1–9 contienen una serie de exhortaciones ampliadas, parecidas a los
estudios científicos de algunos casos donde se busca entender las posibles
acciones y el porqué de las decisiones.
Sin embargo, el maestro de las exhortaciones bíblicas no deja al lector en duda acerca de la decisión esperada y apropiada. Aquí no hay una ética relativa y oscura. La sección de 10:1–22:16 incluye alrededor de 375 proverbios, y quizás simbólicamente iguala los valores numéricos de la suma de las letras hebreas sh + l + m + h, las letras hebreas de Salomón. Por lo tanto, la sección de 25:1–29:27 incluye unos 130 proverbios, y quizá simbólicamente iguala los valores numéricos de Ezequías en el hebreo: j + z + q + y + h. Ezequías fue responsable de la obra en los caps. 25–29.
Además de las secciones, 1–9, 10:1–22:16 y
25–29, los rabinos judíos quisieron atribuir la totalidad del libro de Proverbios
a Salomón. Especialmente, ellos encontraron designaciones ocultas para Salomón
en los nombres Agur (30:1) y Lemuel (31:1). Se buscaba, entonces, el
significado de las palabras en referencia a la persona de Salomón (ver 30:1 y
31:1).
No se puede negar la participación de
varias personas en la composición del libro de Proverbios. Salomón juega un
papel fundamental pero no exclusivo. La redacción de los proverbios que se
encuentran en los caps. 25–29 es el trabajo de los sabios en el tiempo de Ezequías,
unos 250 años después del reinado de Salomón. Como rey de Judá y descendiente
de Salomón (ya habían pasado nueve generaciones
según Mt. 1:6–9), Ezequías había sobrevivido la invasión de los asirios
y había visto la destrucción de Samaria y todo Israel del norte. La mención de
Ezequías nos ayuda a ver una composición no acabada hasta por lo menos 700 años
a. de J.C., nueve generaciones después de Salomón.
En dos citas se menciona a los sabios (22:17;
24:23). La designación es ambigua dando pocos detalles. Jeremías 18:18 nombra
al sabio entre el sacerdote y el profeta. Preguntamos: “¿Es el sabio
un profesional en Israel?”. Volveremos a la pregunta más tarde.
Los nombres de Agur y Lemuel, ambos de
Masá, si se acepta el texto hebreo, representan una influencia no hebrea en
Proverbios. Sin embargo, varios eruditos consideran que ellos son descendientes
de Ismael (Gn. 25:14; 1 Cron. 1:30).
Así estos orientales son verdaderos descendientes de Abraham y primos de los hebreos. Agur es Agur ben Jaqué de Masá, Lemuel es Lemuel ben “su madre” de Masá. El nombre Agur significa “unir, congregar, buscar reunir, etc.”, mientras Lemuel significa “consagrado o dedicado a Dios”. Masá fue el séptimo hijo de Ismael.
C. LA AUDIENCIA-OYENTE DEL LIBRO:
¿Quién es la
audiencia del libro de Proverbios? En 1:4, 5 se da respuesta a esta
inquietud. Estos proverbios apuntan a los “jóvenes-ingenuos” y a los “sabios-entendidos”. Los jóvenes son
aquellos que no tienen mucha experiencia en la vida y están muy abiertos a
cualquier influencia; son muy vulnerables a los engaños y las trampas que ponen
los hombres violentos y malvados.
Los jóvenes son ingenuos y no tienen un
criterio formado de cómo funciona la vida y cómo tener un éxito duradero en la
misma. La juventud, o la etapa de la adolescencia, es muy difícil, pues el adolescente
está cambiando en lo físico y en lo afectivo. No es un niño; pero no tiene el
criterio para ser un adulto. Se muestran las tensiones entre la dependencia y
la independencia.
Es una etapa en la que la sexualidad juega un papel importante,
también los amigos y las preguntas existenciales: “¿Quién soy?”, “¿para qué
sirvo?”, “¿qué lugar me corresponde en el mundo?” Los adolescentes
quieren saber el porqué de las reglas y la autoridad impuesta se cambia para la
autodisciplina, una calidad adulta. Lograr la autodisciplina es difícil y
requiere la paciencia y la constancia del individuo.
La falta de la autodisciplina resultará en
la adicción a las drogas, especialmente al alcoholismo, la trampa de las bandas
juveniles, la violencia y robo, la prostitución juvenil, la consecuencia del
embarazo y el incremento de madres y padres adolescentes.
En América Latina, la adolescencia representa entre el 20 y el 25% de la población. A veces las madres adolescentes representan entre el 25 y el 35% de la totalidad de las madres, afectando la posible educación de las madres solteras y su futuro. Muchas veces la pobreza es la cara de una madre soltera con niñitos pobremente alimentados. Una adolescencia que fracasa denota una sociedad fracasada con un futuro en peligro. ¡Qué necesidad hay de la Palabra de Dios!
Una segunda agrupación de oyentes del
libro de Proverbios son los sabios (1:5). Nunca es tarde para aprender la
sabiduría divina. Es necesario repasar un contenido tan importante. De hecho,
Salomón se perdió en su vejez (1 R. 11). Aun Nicodemo aprendió bastante del
Maestro Jesús (Juan 3:1 ss). Jesús dijo a Nicodemo: Tú
eres el maestro de Israel, ¿y no sabes esto?
(Juan 3:10). No es fácil modificar el comportamiento cuando uno es anciano. Nicodemo
preguntó a Jesús:
· ¿Puede acaso (un hombre) entrar por
segunda vez en el vientre de su madre y nacer? (Juan 3:4).
Quizás será más fácil nacer de nuevo que cambiar el comportamiento cuando uno es viejo. Sin embargo, Jesús dio la respuesta adecuada cuando apuntó a Nicodemo a la obra del Espíritu Santo (Juan 3:6 ss.). Todo sabio puede aprender a los pies de Jesús, escuchando la palabra divina.
D. FORMAS
LITERARIAS DE LOS PROVERBIOS:
Veamos ahora las formas literarias de los Proverbios. La palabra del
título es Mishley Shelomoh. Mishley viene de la palabra mashal, que tiene como raíz el significado
de “reinar”
o “comparar”.
Si se combinan las dos ideas, tenemos el
concepto de un “dicho
poderoso de comparación”. Mashal aparece seis veces en el
libro de Proverbios y otras 33 veces en los otros pasajes del AT.
Ø Su significado
puede ser una sentencia breve de sagacidad antigua como se encuentra en 1
Samuel 24:13: Como dice el proverbio (mashal)
de los
antiguos: “De los impíos saldrá la impiedad”.
Estos dichos breves ocupan la parte principal de los Proverbios (caps. 10–29).
Ø Una segunda
definición de mashal se encuentra en su
uso en Salmos 44:14 y 69:11 como refrán de burla.
Ø Una tercera
definición se encuentra en Números 23:7, donde la palabra mashal
ha sido traducida como profecía por su naturaleza de discurso profético.
Por lo tanto, mashal tiene un cuarto significado de parábola (Ez. 17:2). Así que la palabra mashal puede significar un dicho breve o un discurso prolongado (e. g. una parábola).
Ayuda Hermenéutica:
מָשָׁל = mashál H4912 apar. de H4910 en algún sentido original de superioridad en acción mental; propiamente máxima substanciosa, usualmente de nat. metaf.; de aquí, símil (como adagio, poema, discurso): - discurso, ejemplo, escarmiento, parábola, proverbio, refrán. (Strong).
El mashal
tiene una función pedagógica muy importante, siendo uno de los métodos más
dinámicos, y más antiguos, en la enseñanza en el antiguo Cercano Oriente. Este
dinamismo didáctico exalta el uso del oído, del intelecto y de la imaginación.
La memorización y la reflexión juegan papeles fundamentales.
El mashal
es el puente oportuno entre la fe en Jehová y la vida real con toda su
posibilidad y todo su peligro. El libro de Proverbios consiste en unos 800 a
900 puentes, momentos didácticos,
donde el corazón palpa y la imaginación corre. Estos momentos didáctico-reflexivos revelan
la verdadera condición de un mundo dolido a causa de la violencia, la
corrupción, el engaño, la drogadicción, la prostitución, etc. Tales
características urbanas también se encuentran en el mundo hispano, donde un
sector de la sociedad exalta los valores alterados, los antivalores.
El mashal da la oportunidad para que la fe en Jehová se enfrente con estos antivalores.
Jesús utilizó algunos proverbios en sus
enseñanzas, como los que se encuentran en Mateo 7:6: No deis lo santo a los perros, ni echéis
vuestras perlas delante de los cerdos... Por
lo tanto, algunos de los dichos de Jesús han llegado a ser verdaderos modismos latinos como:
v Dad a César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios (Mt. 22:21; Mr. 12:13–17; Lc. 20:20–26);
v No se debe echar vino viejo en odres
nuevos (Mt.
19:17; Mr. 2:22; Lc. 5:37); nadie es profeta en su tierra (Lc. 4:24).
Si se agregan todas las parábolas a la lista de mashal como indicaría su definición más amplia, entonces la enseñanza de Jesús fue primordialmente la de la literatura sapiencial. De hecho, hay dichos parabólicos como Mateo 5:13: Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada?, o Mateo 9:12: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.
Por fin, habría que
exponer los dos tipos de mashal que se encuentran en
el libro de Proverbios:
· El primero es el del dicho común y breve (caps. 10–29).
· El segundo es el del discurso más largo,
notablemente visible en los caps. 1–9.
Dentro de los discursos largos hay dichos
comunes más breves como el de 1:17: Ciertamente en vano se tiende la red ante
los ojos de toda ave. También se puede ver en 6:11: Así vendrá tu pobreza como un vagabundo, y tu
escasez como un hombre armado.
Además, está el ejemplo de Proverbios 9:17: Las aguas hurtadas son
dulces, y el pan comido en oculto es delicioso. Como
se puede ver, no todos los modismos son expresiones agradables a Dios:
v El modismo o dicho común puede expresar
tanto una maldad como una verdad;
v Es decir, puede llegar a expresar un antivalor.
El mashal
más frecuente en Proverbios
toma la forma de un aforismo, una sentencia
breve que se propone como regla. Por lo tanto, el proverbio breve toma un traje
poético de dos
líneas paralelas. Robert Lowth, en 1753, estableció las diversas
formas de la poesía hebrea en su libro De
Sacra Poesi Hebraeorum Praelectiones Academicae, llamando a la expresión hebrea
un parallelismus membrorum, es decir una “rima de ideas”.
A veces hay una aliteración donde se
repite el mismo sonido de alguna consonante, pero puede ser que el paralelismo
sólo se encuentra en una repetición de la misma idea central. Además, a veces
se puede ver una cantidad de sílabas con los correspondientes acentos. Dentro
de esta rima de ideas se notaba la presencia de unidades de un verso con dos
líneas del versículo. Veamos los tres más destacados de Paralelismos:
1- Cuando las dos líneas del versículo compartían la misma
idea se llamaba “paralelismo sinónimo”.
Es decir, la segunda línea repite la idea de la primera. Por ejemplo, Proverbios 1:5 dice:
El sabio oirá y aumentará su saber (primera línea),
Y el entendido adquirirá habilidades (segunda línea).
La segunda línea refuerza la primera línea. Este estilo ayuda como un medio para la memoria, y a la vez pone énfasis en lo esencial del dicho.
“Oirá el sabio, y aumentará el saber, (1)
Y el entendido
adquirirá consejo” (2)
(Prov. 1:5. RV1960).
Otro ejemplo se encuentra en 1:28:
Entonces me llamarán, y no responderé (primera línea):
Me buscarán con diligencia y no me hallarán (segunda línea).
Le segunda línea repite complementando la
primera línea.
El paralelismo sinónimo figura en forma prominente en Proverbios 1–9, 16:1–22:16, etc.
2- Una segunda rima de ideas es la del “paralelismo
antitético”.
Esta rima consiste en una segunda línea que expresa lo opuesto de la primera línea. Por ejemplo, 10:3 dice:
Jehová no deja padecer hambre al justo (primera línea),
Pero impide que se sacie el apetito de los impíos (segunda línea).
El contraste se encuentra entre las palabras justo e impío, además de las ideas de “padecer hambre” y “saciar el apetito”. Un segundo ejemplo se encuentra en 15:1:
La suave respuesta quita la ira (primera línea),
Pero la palabra áspera aumenta el furor (segunda línea).
Así, la segunda línea contrasta la suave respuesta con la palabra áspera, y los verbos “quitar” y “aumentar”.
Proverbios 10–15 está lleno de dichos con un paralelismo antitético. Por ejemplo Prov. 10:2 dice:
Los tesoros de maldad no serán de provecho (primera línea);
Mas la justicia libra de muerte (segunda línea).
3- Una tercera rima de ideas se relaciona como “paralelismo
sintético”.
En este paralelismo, la segunda línea no repite la primera idea sino construye sobre ella o algún aspecto de ella. Por ejemplo, 23:9 dice:
No hables a oídos del necio (primera línea),
Porque despreciará la prudencia de tus palabras (segunda línea).
La segunda línea no repite ni la misma idea ni la idea opuesta a la primera línea. Al contrario, la segunda línea agrega algo, el porqué, de la primera línea. Un segundo ejemplo se encuentra en 30:10:
No difames al siervo ante su señor (primera línea),
No sea que te maldiga, y seas hallado culpable (segunda línea).
Otra vez, la segunda línea define más los pormenores de la idea expresada en la primera línea. Por supuesto, estas tres construcciones son ayudas para comprender el texto y el espíritu hebreo; no debemos exagerar su utilidad.
La poesía sirve a varios propósitos: Como apoyo para la memoria,
para describir la escena proverbial y para la estética, mostrando un sentido
placentero para el oído y la imaginación.
Otra característica del libro de los Proverbios es la formación
de los dichos.
· Algunos son
numéricos (6:16; 30:15, 16, 18, 19, 21–23, 24–28, 29–31);
· Otros utilizan la
palabra hebrea tob para decir que una cosa
es mejor que una segunda cosa (3:14; 8:11, 19; 12:9; 15:16, 17; 16:8, 16, 19, 32;
17:1; 19:1, 22; 21:9, 19; 25:7, 24; 27:5, 10; 28:6); y
· Un proverbio
ampliado utiliza el alfabeto hebreo como ayuda para la memoria (31:10–31).
· Ciertos proverbios son imperativos o mandatos (ver 6:3; 7:25; 19:18; etc.), mientras otros proverbios son las conclusiones de algunas observaciones éticas de la vida (ver 10:1 ss.; 31:10 ss.).
Ayuda Hermenéutica:
מָשָׁל = mashál
H4912: apar. de H4910 en algún sentido
original de superioridad en acción mental; propiamente máxima substanciosa,
usualmente de nat. metaf.; de aquí, símil
(como
adagio, poema, discurso): - discurso, ejemplo, escarmiento, parábola, proverbio, refrán.
(Strong)
מָשׁל = māšāl: H4912
Un
sustantivo masculino queriendo decir un proverbio, un oráculo, una parábola. Es
un género literario, dispositivo, y dele estilo a en forma de dichos pequeños,
medulosos, las expresiones proféticas, o las composiciones de comparación (1 Sam.
10:12; 24:13 14; Ez. 12:22-23; 17:2;
20:49 [21:5]). Tiene el sentido de un sobrenombre o el objeto del que se habló
en el desprecio o la irrisión (Deut. 28:37; 1 R. 9:7; Salm. 44:14 15; 69:11
12). Describe una expresión profética (Núm. 23:7; 23:18; 24:3; 24:15; 24:20-21;
24:23; Is. 14:4; Miq 2:4).
Su significado está extendido para la poesía, eso a menudo presenta comparaciones, idioma figurativo, etc. (1 R. 4:32 [5:12]; Salm. 49:4 [5]; Salm. 78:2). Esta palabra describe frases o dichos pequeños de sabiduría (Job 13:12; 27:1 de Trabajo; Job 29:1 de Trabajo; Prov. 10:1 Profesional; Prov. 25:1 profesional, etcétera. en los Proverbios). (Diccionario Completo de WordEtudy).
E. LA UNIDAD DEL LIBRO:
Los proverbios se unen en 10:1–22:16 y
caps. 25–29 a través de temas comunes entre los versículos (e.g. justicia, flojera,
etc.) y palabras comunes entre los versículos (ver lengua, pan, vida, etc.).
Hay más de 500 temas en el libro de
Proverbios y docenas de palabras comunes, uniendo así los pasajes.
Véase Parte 2
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