SALMO 32:
SUPLICA INDIVIDUAL: ACCION DE GRACIAS POR EL PERDON:
(Salmo 32:1-11)
“Bienaventurado aquel cuya
transgresión ha sido perdonada, y
cubierto su pecado”. (v. 1).
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
El Salmo se considera uno de los siete salmos penitenciales (comp. Salm. 6), pero realmente es himno de acción de gracias por el perdón ya recibido; además incluye instrucción al estilo sapiencial (vv. 1, 2, 9, 10).
Este era el salmo favorito de Agustín, y Lutero lo llamaba un salmo paulino. Ciertamente el gozo verdadero es estar en comunión con Dios. No hay nada más terrible que tener a Dios como enemigo, pero casi todo el mundo prefiere no pensar en el juicio de Dios. Así viven en un letargo fatal. No reconocen que Dios los ama y que su primer acto de mostrar amor es proveerles el perdón de sus pecados, si se humillan y lo aceptan.
1. Pecado Perdonado.
vv. 1, 2:
Bienaventurado (dichoso, feliz). El salmo empieza con dos bienaventuranzas que anuncian el tema del poema. No hay dicha mayor que ser reconciliado con Dios y saber que los pecados han sido perdonados. La única manera de ser reconciliado con Dios es recibir su misericordia y su perdón.
El salmista usa tres palabras para
pecado en estos dos versículos:
Ø Transgresión
(pesha H6588), “rebelión”;
Ø Pecado (jatah H2401), “errar el blanco”; e
Ø Iniquidad (von H5771) “maldad”, “culpa”.
Ayuda Hermenéutica:
פֶּשַׁע
= pésha H6588 de H6586; revuelta
(nacional, moral, o religiosa): - defecto, falta, fraude, infracción, iniquidad, maldad,
ofensa, pecado, pecar, prevaricación, rebelarse, rebelde, rebeldía, rebelión,
traición, transgresión.
חֲטָאָה
= kjataá H2401 femenino de H2399;
ofensa, o sacrificio por ella: - expiación, pecado,
pecador, pecar.
עָוֹן
= avón H5771 o עָווֹן =
avón (2 R. 7:9; Salm. 51:5 [7]); de H5753;
perversidad, i.e. mal (moral): - castigar, castigo (de iniquidad), falta, iniquidad, mal,
maldad, malo, delito, pecado. (Strong).
NOTA: La maldad se describe como transgresión (rebeldía), pecado (erra al blanco porque se da en el blanco equivocado) e iniquidad (culpa). (vv. 1-2, 5). El trato de Dios con el pecado se describe con términos como perdonado, cubierto y no culpa.
Las usa como sinónimos, lo que es típico del paralelismo en la poesía hebrea, pero a la vez cada uno agrega un aspecto distinto para cubrir todo lo que es pecado.
Como el párrafo da tres palabras para el
pecado, también da tres explicaciones del perdón:
·
Perdonado,
·
Cubierto y
·
No
atribuye iniquidad.
El ser humano no debe intentar cubrir su pecado, pero Dios sí lo puede cubrir con la sangre de su sacrificio expiatorio. Esta verdad, con el hecho de no atribuir iniquidad presenta la misma verdad que Pablo explica como la justificación (Rom. 4:6-8; también 2 Cor. 5:19). Según el NT., el que cree en Cristo Jesús es justificado por la fe, es decir, ya Dios no le atribuye iniquidad, lo declara justificado, sin culpa delante de él.
El párrafo predica un doble mensaje:
·
Una advertencia a los que no reconocen su
necesidad de perdón, y
·
Un consuelo y base de confianza al que
ha recibido el perdón de Dios.
Así la frase en cuyo espíritu no hay
engaño también tiene doble aplicación, pues, para:
Ø
El primero, debe saber que no puede engañar
a Dios, tiene que ser sincero; el arrepentimiento no puede ser a medias.
Ø Y para el segundo, el secreto de la transparencia en la vida es saber que está perdonado y que Dios no le atribuye iniquidad. Todo creyente en Jesucristo debe saber esto.
2. La Tristeza
Por La Comunión Rota. vv. 3, 4:
Estos dos versículos muestran la lucha interna que sufre cualquier ser humano que ha pecado, sea creyente o no. Pero aquí es claro que el salmista había conocido la comunión con Dios, pero aquella dulce comunión había sido rota por algún pecado. Por cierto, el no creyente a menudo es insensible a su condición perdida y no siente tanto la falta de comunión con Dios.
Mientras callé (v. 3). Callarse cuando uno debe confesar puede ser engaño (v. 2). No vale la pena postergar la confesión y el arrepentimiento. El pecado es como una serpiente; cuando uno la cubre la mantiene caliente para que pueda picar y herir más fuerte, inyectando más veneno de maldad. Un creyente que ha conocido la paz y la comunión con Dios siempre estará triste e inquieto cuando está rota esta comunión, pues el Espíritu Santo que mora adentro estará redarguyéndole.
3. Confesión
y Comunión Restaurada. vv. 5-7:
Este es el punto central del Salmo, el
salmista confiesa su pecado a Dios. La fórmula es sencilla:
Ø
Confesar, humillarse, reconocer que hizo mal;
Ø
Es la misma verdad de 1 Jn. 1:8-9, y
tiene el mismo resultado, y tú perdonaste.
Dios está pronto a perdonar porque es Dios de amor y ha hecho provisión en la obra de Cristo.
En su confesión,
el salmista usa las mismas tres palabras que usó en los vv. 1 y 2: pecado,
iniquidad y rebeliones, repite dos de ellas en la última línea:
· La maldad (iniquidad) de mi pecado.
El efecto de la restauración es
inmediato: el salmista quiere compartir su gozo con
otros, que ellos oren también y sean restaurados. En el tiempo en que puedas ser hallado subraya la
importancia de responder cuando el Espíritu de Dios redarguye, pues uno que
rechaza la voz de Dios puede endurecerse hasta el punto cuando ya no le oye
más.
El ser humano siempre necesita la protección de Dios para que no se pierda en las caudalosas aguas de maldad y destrucción.
Ahora (v. 7) el salmista se dirige a Dios con un canto gozoso, en alabanza y confianza renovada.
4. Promesa y Exhortación, vv. 8, 9:
Ahora Dios mismo contesta al salmista
con la promesa de su dirección. Todo creyente quiere la guía de Dios en su vida, y él promete
guiarnos. Nuestro Salvador es nuestro instructor, nos instruye con su Palabra
y con el Espíritu
Santo. Cuando estamos en comunión con él, podemos reconocer esta
dirección.
Sobre ti fijaré mis ojos indica la delicadeza de esta dirección. Cuando uno está en estrecha comunión con otro, sólo un movimiento de sus ojos indica su deseo. El creyente debe ser sensible a la voz del Espíritu Santo.
Ahora (v. 9) el salmista exhorta a los lectores. Lo que dice contrasta con la última frase del v. 8, pues exhorta a que seamos sensibles a la guía de Dios de modo que él no tenga que usar la fuerza para que le obedezcamos.
5. El Secreto
Del Verdadero Gozo, vv. 10, 11:
En un paralelismo antitético, el v. 10 presenta las únicas dos opciones de la vida. El impío, el que no confía en Dios cosechará muchos dolores; la otra opción, confiar en Dios, conlleva la promesa de que la misericordia le cercará. ¡Qué lindo cerco para la vida!
Esta confianza en Dios hace prorrumpir
un grito de alabanza: alegraos y gozaos (es paralelo al v. 7) son
palabras comunes en los himnos de acción de gracias. El gozo no es sólo nuestro privilegio, es también
nuestro deber (Spurgeon). La meta de toda
persona que confía en Dios debe ser este deleitarse en él y no la prosperidad
material, el placer, la fama o cualquier otra cosa.
Verdades Prácticas. 32:6:
1. Puede existir una
doble manera de encontrar o hallar a Dios; o se asciende o se baja. Vida o
muerte. Encuentro o separación.
2. No se permanece
en el mismo plano, pues si continuamos en el mismo nivel, no podremos verle.
3. Para encontrarnos con Dios es preciso, primero, descender, huir del
cosmos del que formamos parte.
4. Debemos
ascender para entrar en su Reino, y para esto es necesario negarse a sí mismo y
vivir en Cristo.
5. Toda relación con el Señor supone la muerte al mundo, y la vida en su servicio de amor.
Cómo perdonar 32:1-11. Perdonar es una gracia espiritual que todo cristiano debe ejercer, y sobre este tema, Roy L. Smith ofrece las siguientes sugerencias:
1. Comienza dándote
cuenta de que, en comparación con los sufrimientos de Cristo, tú no has sido
seriamente perjudicado en absoluto.
2. Recuerda las muchas acciones bondadosas de que has sido
objeto, quizá por la misma persona que te ha dañado.
3. Considera los beneficios que has recibido del Señor.
4. Agradécele que
él te bendiga con su amor y perdón cada día.
5.
Esfuérzate honradamente en orar por quien te haya hecho
daño.
6. Ve aún más
lejos, y busca alguna oportunidad para ayudarle.
7. Si la ofensa es especialmente difícil de olvidar, intenta borrarla
de la memoria ocupándola con pensamientos bondadosos y generosos.
8. Finalmente, antes de caer dormido por la noche, repasa
lentamente y reflexionando en ello, aquella frase de la oración del Señor: “Perdona nuestras
deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”.
El gozo no es sólo nuestro privilegio, es también nuestro deber.
___________
Nota y Bibliografía:
- e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
- Biblia de Estudio RYRIE.
-
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 19//6//2023.
MISIÓN
BAUTISTA: “Emanuel”. AA-HH. Ciudadela de Noé. Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del
Hospital Regional II. Cel. 937-608382-Tumbes.
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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