viernes, 13 de enero de 2017

Parte II: SALVACIÓN EN CRISTO: (Colosenses 1:12-2:10)

Parte II:
SALVACIÓN EN CRISTO:
(Colosenses 1:12-2:10)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

“… en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento… Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas… Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo… Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;… arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias… ”.
(Colosenses 1:12-2:10)


Se ha discutido mucho este término, pero podemos decir, sin temor a equivocarnos, que Pablo lo utilizaba como la plenitud de la naturaleza divina que reside en Cristo de tal modo que nada de la deidad le falta.
Siguiendo al comentarista M. Barth, se puede decir que el término hace referencia al concepto bíblico de la presencia de Dios manifiesta en el mundo.
La grandiosidad de Jesús no es que se contentó quedando como la plenitud, sino que siendo tal decidió Dios reconciliar todas cosas (2 Corintios 5:19). Lo que hizo Dios en Jesucristo es cambiar la hostilidad y enemistad por el amor, amistad y obediencia. Lo que estamos afirmando es que no fue Dios el que se reconcilió, siempre es el hombre quien debe ser reconciliado con Dios. Dios sólo es el que toma la iniciativa.
El único camino para esto era la sangre de la cruz, no había otra alternativa para hacer la paz. Jesucristo tenía que pagar el precio de la redención para hacernos libres; nuestra esclavitud al pecado es tal que solamente un precio de esta magnitud puede ser el camino de la paz. Con estos versículos vienen muchos conceptos que están involucrados: redención, reconciliación, propiciación, justificación. Todo es obra de Dios, y de Cristo la plenitud de la deidad.

NOTA: Efesios 1:7: REDENCIÓN: Tres ideas están implicadas en la doctrina de la Redención:
1) El pago del rescate con la sangre de Cristo (1 Corintios 6:20; 1 Pedro 1:18-19; Apocalipsis 5:9);
2) La retirada de la maldición de la ley (Gálatas 3:13; 4:5); y
3) liberación de la esclavitud del pecado para entrar en la libertad de la gracia (1 Pedro 1:18).
La Redención es siempre por su sangre; i es, mediante la muerte de Cristo (Colosenses 1:14).

El himno termina (siguiendo el orden del texto griego) con una frase que ha despertado grandes polémicas: Tanto sobre la tierra como en los cielos. Algunos han querido ponerla como base para una redención a los ángeles u otros seres no humanos.
No creemos que haya suficiente base en este pasaje para afirmar esto, sino que se trata de una metáfora que nos señala que la obra de la cruz tiene un alcance universal sobre la humanidad. Un Dios infinito no puede tener una redención limitada. El triunfo de la cruz es garantizado por Jesús, quien es Dios mismo.

Podríamos resumir este himno con esta frase de Erasmo: “La creación del mundo fue un trabajo de poder pero la redención del mundo fue un trabajo de misericordia”.

Como corolario al himno existe una aplicación muy personal para la iglesia de los colosenses en los vv. 21-23. A veces pensamos que la obra de reconciliación es tan amplia que nos olvidamos que es también muy particular, se aplica a cada individuo. Esta reconciliación implica no sólo una buena noticia sino que también tiene un propósito moral; el evangelio, el mensaje de reconciliación es un llamamiento a una vida diferente. Hay un fuerte énfasis en el uso de las frases en otro tiempo con ahora; apartados y enemigos con ahora os ha reconciliado; malas obras con santos, sin mancha e irreprensibles.
El v. 22 hace hincapié en que toda esta grandiosa bendición de la reconciliación no sucedió en una dimensión etérea, sino que ha sucedido en la historia, en la encarnación de Dios, por medio de la muerte en la cruz. No estamos hablando de apenas emanaciones gnósticas o algo por el estilo, Pablo habla de cuerpo físico para dar énfasis en lo material. Igual nuestra santidad y el ser sin mancha e irreprensibles, no las podemos hacer sencillas características “espirituales”, sino características que se deben dar en el creyente aquí y ahora.

Paz Por La Deuda Pagada. Col.1:21.

Ejemplo: Era yo muy jovencito. Mucho anhelaba poseer una máquina de escribir, pero era muy pobre. Decidí ir a una casa comercial que vende artículos para oficinas. Allí estaba como empleada una señorita que me conocía.
Le expliqué que anhelaba poseer una máquina de escribir, pero que debido a la falta de recursos, le agradecería que me recomendara con el gerente a fin de que me la diese al crédito. Así lo hizo y el gerente ordenó se me entregara una.
Empecé a hacer abonos muy cumplidamente; mas perdí mi modesto trabajo y no pude continuar abonando. Bueno, me preocupé, hice diligencias sin poder solucionar mi problema. Procuré venderla y no conseguí quien me la comprara. La cosa transcendió y un buen profesor que yo tenía se dio cuenta de mi necesidad, se dirigió a donde el gerente y canceló toda mi deuda. Cuánta fue mi alegría y paz porque mi deuda fue pagada; cómo agradecí a mi maestro su generosidad.

Así es la paz que viene al pecador cuando por fe descansa en que Cristo pagó la deuda de los pecados mediante su sangre que derramó en la cruz.

Bendito sea el Salvador. Si usted recibe a Jesús como el que pagó por usted, también quedará tranquilo, ahora y cuando sea juzgado, porque la Escritura dice:
·      Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.

La razón de que esto sucederá es que sencillamente van a permanecer, no es una condición. RVA es correcta en poner como primera opción de traducción la frase por cuanto, en lugar de a condición (v. 23). No quiere decir que el creyente no deba vigilar su fundamentación, pues es su deber hacerlo si ha experimentado la reconciliación. Pero no todo queda en las bendiciones que tenemos, sino que el pensamiento se orienta a la esperanza del evangelio, esperanza que a los colosenses les dice que debe ser perseverada, y que ya la había hallado en él.

Finalmente, para cerrar el círculo —que se comenzó con la proclamación del reino de su Hijo, se siguió trazando hablándonos de la obra de Cristo en la creación y en la iglesia y se aplicó inmediatamente de una manera personal por medio de la reconciliación en Cristo— termina diciendo que hay una esperanza en este evangelio. Pero como si Pablo no se pudiera detener en un evangelio que permanece encerrado en uno, lanza el desafío misionero, un evangelio abierto para todos.

Todo este pasaje nos ha hablado del señorío cósmico de Jesús, como cabeza y mediador de la creación. En la actualidad esto no es otra cosa que la libertad personal del creyente y el progresivo influjo del reino de Dios en nuestras sociedades.

II.     Compromiso Por La Salvación. Col. 1:23b-29:

Esta división comienza con una especie de título: Pablo llegó a ser ministro del evangelio. RVA ha tenido que aumentar la palabra evangelio para explicar con precisión a qué se refiere y tratar el v. 23b como una unidad aparte. El Apóstol desea hacer sobresalir el compromiso que él tiene con la tarea de predicar el evangelio.
La descripción que se da a sí mismo es de ministro = (diákonos  G1249), que sería mejor traducir como servidor. Nuevamente Pablo se cuida de quedar como servidor de algo que podríamos decir es etéreo, nada demostrable. Por eso usa inmediatamente en el v. 25 la misma expresión de servidor (ministro), pero ahora de la iglesia pues esto sí se puede ver y de esto precisamente nos va a hablar. Él tuvo un compromiso con el mensaje de salvación para la iglesia y para el mundo.

Pablo no se podía atrever a pedir a los colosenses algo que él no podía hacer. Ya en el v. 11 les había dicho que tuvieran perseverancia y paciencia en medio de los conflictos; ahora él puede decir que vive así. No era un gozarse en los padecimientos, sino en que estos padecimientos eran por los colosenses, de ninguna manera era un sufrimiento para la salvación.
Pablo jamás podía decir que la expiación de Cristo fue incompleta, que sus sufrimientos no fueron suficientes para traer la salvación; afirmar esto sería ir en contra de las enseñanzas de todo el Nuevo Testamento. Para entender este pasaje es necesario ir haciendo algunas aclaraciones aparte de la ya indicada.

Es importante pensar en las palabras que se usan. No está hablando de la pasión de Cristo: RVA., bien traduce tribulaciones. No está haciendo mención a su muerte expiatoria y vicaria en la cruz. Esto sencillamente se refiere a que Cristo durante su ministerio no experimentó toda clase de sufrimiento, y esto es lógico. Pablo, teniendo un ministerio más extenso en tiempo que el de nuestro Señor Jesucristo, pasó por una mayor cantidad y diversidad de sufrimientos.
Es en este sentido, y sólo en este, que Pablo completó las tribulaciones de Cristo (v. 24). Esta idea no es ajena a Pablo, la podemos ver en Romanos 8:17. Aún más: Nosotros estamos llamados a seguir completando estas tribulaciones (2 Corintios 1:6-7).
En ninguna parte de la Biblia hay base para afirmar que ya no vamos a sufrir, todo lo contrario, Pablo decía en Hechos 14:22: Es preciso que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. Tampoco quiere decir que debemos buscar las tribulaciones, ellas vendrán solas si somos fieles a las demandas que nos hace el evangelio y a las demandas que nos impone el vivir bajo el reino de Dios.

Hay otro concepto que debe ser tratado aquí, así tendremos más claro este pasaje: es lo que el comentarista Lohse llama “el servicio vicario”. Es decir, que cuando nos comprometemos con la salvación como lo hizo Pablo, vendrá un deseo de que nuestro trabajo y tribulaciones sean para que otros no pasen por lo mismo y poder consolar así a los creyentes (2 Corintios 1:5-7).
Hay un paralelismo entre mi propia carne, el cuerpo de Pablo, y el cuerpo de Cristo. Una vez más Pablo se apropia en su causa, en el aquí y ahora de lo que está pasando con la iglesia. No es solamente una preocupación “espiritual” sino que llegó hasta las últimas consecuencias.

Pablo considera su responsabilidad como sencillamente el cumplimiento de un servicio. Dios le dio una responsabilidad para que fuera un administrador y él lo esté cumpliendo. No es un cargo para tener Señorío sobre la iglesia, sino que es un siervo.
Así se debe considerar cualquier responsabilidad en la congregación: siervo de Dios y en favor de la iglesia. No hay posibilidad de un ministerio sin estas dos caras de la misma moneda. Pero además el compromiso que Pablo tiene es con el propósito de cumplir lo que dice la Palabra de Dios.
Sencillamente el trabajo de Pablo era para cumplir la voluntad de Dios. Por otro lado la tarea que debe cumplir está relacionada o es la proclamación de la Palabra de Dios, no tiene otras alternativas. Como les decía a los efesios, Pablo no rehusó predicar todo el consejo de Dios (Hechos 20:27), aunque esto no le trajo muchos admiradores. Pero esta era su mayordomía de servicio para Dios y la iglesia.

En el último párrafo encontramos un énfasis en una proclamación universal, que se va desarrollando poco a poco. Empieza diciendo que su mensaje es un misterio = (mustérion  G3466), palabra que:
·      En primer lugar, está en aposición con palabra de Dios.
·      En segundo lugar, no quiere decir algo que está reservado sólo para los iniciados como lo entendieron las religiones de misterio, sino que significa que es una verdad que no se conocía antes, pero ahora ya es revelada, una verdad que si no tenía una revelación especial no podía ser conocida.
Este misterio es revelado a sus santos (v. 26), es decir a todos los creyentes. Existe un contraste entre había estado oculto y ha sido revelado. Esta última palabra tiene el sentido de “ser manifestado”, es decir que salió a la luz para que se pueda ver. Estamos en la cumbre del mensaje de salvación, es un mensaje universal.

El Col. 1:27: Nos Da a Conocer El Contenido Del Mensaje:
Ø Primero, es por la voluntad de Dios, no de Pablo ni de nadie; es lo que Dios quiere.
Ø Segundo, este mensaje es la riqueza de la gloria, es la presencia de la gloria de Dios entre nosotros, es Emanuel.
Ø Tercero, este mensaje de riqueza y gloria no se limita solamente a un grupo de privilegiados, sino que ha roto las separaciones y alcanza a todos; el ser humano tiene la posibilidad de disfrutar de esto y los gentiles están incluidos en el plan de Dios.
Ø Cuarto, y último, el contenido de este misterio es Cristo en vosotros (v. 27).
Lo fantástico en esta declaración es que Dios no sólo está con los hombres, sino que está en los creyentes y solamente siendo así es que podemos esperar el vivir en gloria aquí y allá. La unión con Cristo es la única garantía.

Inmediatamente de hacernos conocer este mensaje universal, Pablo no quiere conformarse en que se conozca solamente por un pequeño grupo de creyentes, sino que alcance a todos.
Nótese: la cantidad de veces que se usa la palabra “todo”: Cuatro veces, tres de las cuales modifican a algo. La proclamación de Cristo está formada, según este pasaje, por dos elementos:
v Uno de amonestación (lit. “meter en la mente”), que nos hace pensar en el imperativo bíblico (que también es un don de Dios) del arrepentimiento o cambio de mentalidad; esta sería la parte negativa.
v Pero también hay una parte positiva que es la instrucción, que debe ser en las cosas de la vida: Cómo vivir, cómo aplicar los principios bíblicos en nuestro concepto. Esto nos recuerda a la fe como respuesta del hombre a la gracia de Dios por lo que él ha hecho. El propósito final es que todo hombre sea perfecto.

Hay Dos Cosas Que Hay Que Destacar:
Ø Perfectos es estar equipados o preparados, y Dios quiere que estemos listos para enfrentar los problemas que nos plantea la vida;
Ø por otro lado, para este propósito no hay excepciones, todos pueden hacerlo.
Dentro del cristianismo no es posible una doble ética, todos, los llamados laicos y los no laicos, pueden alcanzar este equipamiento o madurez.

Perfecto En Cristo Jesús. Col. 1:28.
1.     Su perfección viene de Dios, Salmo 18:32.
2.     La perfección de Dios es su norma, Mateo 5:48.
3.     La Palabra de Dios es la regla, Santiago 1:25; 1 Timoteo 3:16.
4.     El amor es el vínculo de la perfección, Colosenses 3:14.
5.     Se demanda a los siervos del Señor, Génesis 17:1; Deut.18:13.
6.     La paciencia conduce a la perfección, Stg.1:4.
7.     El siervo del Señor ha sido puesto para perfeccionar a otros, Ef.4:12.

El pasaje termina diciendo que “el compromiso por la salvación” no es fácil. Pablo había trabajado hasta el cansancio. La palabra usada aquí (esforzándome, agnízomai  G75) significa hasta quedar agotado.
La proclamación de Cristo exige todo lo que tenemos, toda nuestra fuerza. De esta palabra se deriva nuestro vocablo “agonía”. Pero no estamos solos en esta tarea, nuestro esfuerzo es posible solamente por el poder que se tiene en Jesucristo. Dios nos ha puesto una meta muy grande: nos exige a todos el trabajo hasta la agonía, pero nos da todo su poder para cumplir la meta.

III.    Compromiso Por Los Salvados. Col. 2:1-5:
Este pasaje es una fuerte lección que nos da Pablo para que como obreros de Dios nuestro compromiso no solamente sea con el mensaje, sino también con los receptores del mensaje. Es un desafío a comprometerse con personas. Este compromiso Pablo lo ve de tres maneras:

1) Primera, él tiene un gran conflicto por los colosenses y por los de Laodicea, gente a la que él no conoce pero por quienes siente una gran agonía (nuevamente se usa aquí la misma palabra Col.1:29, en referencia al compromiso con la tarea de compartir).
El conflicto o agonía, la preocupación de Pablo, es en dos direcciones:
·      La obra, y
·      las personas.
No se puede separar las dos cosas.
No podemos aceptar la indiferencia como una manera de vida (Songer). Ser creyente significa preocuparse por lo que está sucediendo con nuestro prójimo, creyentes y no creyentes; el mundo está esperando nuestra preocupación por él.

2) Además, de que las personas que son objeto de su preocupación le son desconocidas, el deseo de Pablo por ellos es que sean reanimados, es decir que tengan ánimo al saber que en un mundo de soledad no se hallan solos: Pablo está con ellos.
Además de esta reanimación ellos recibirán estas cuatro cosas: unidad, que lit. Quiere decir entretejidos o bien compactados. También están unidos en amor, el vínculo perfecto. Tienen un bien común: Toda la riqueza, que está descrita como la plena certidumbre de entendimiento, frases similares a las que usa en 1 Ts.1:5, es decir la certeza que el evangelio, el mensaje que llegó hasta ellos, es ciertísimo.

3) Finalmente, tienen un propósito único: conocer más de Jesucristo. La tarea que está por delante es conocer más el misterio que había mencionado en Col.1:26, 27 y también en 1 Timoteo 3:16. No es solamente conocimiento superficial sino profundo (en el original se usa la preposición epi = [sobre] para dar énfasis).

Al final del v. 2 existe un problema textual con once variantes según el texto de SBU., siendo el más acertado el que aparece en RVA., pero sin la palabra “mismo” que es una interpretación de los revisores.
El texto es sencillo: el misterio de Dios, Cristo. No hay mayor duda sobre esto. Si en 1:27 se indica que las riquezas son algo que se orienta hacia la eternidad, la esperanza de gloria, ahora se dice que estos tesoros son grandes verdades divinas (conocimiento) pero sobre todo sabiduría, o sea la posibilidad de poder aplicar estos conocimientos a la vida diaria.

Regresemos a los tesoros: Si se decía que el mensaje es para todos (1:28), ese “todos” ahora se refiere al alcance de lo que es y tiene Jesucristo. A él no le hace falta nada. Estos tesoros están ocultos en Cristo, es decir que solamente se puede llegar a ellos en una relación personal e íntima con el Señor.
Es algo así como que los tesoros están escondidos para uso de los creyentes. La otra manera como Pablo ve este compromiso es advirtiendoles que hay gente que querrá engañarles, pero si están cimentados en Cristo podrán salir adelante (Col.2:4).

La carta va llegando ya al tema de “la herejía colosense”. Pablo era consciente de que había muchos lobos que estaban disfrazados de ovejas, personas que procuraban desviar a los creyentes por medio de falsos argumentos. En ninguna parte del NT., tenemos base para que no argumentemos, debemos estar listos a dar “razones de nuestra fe”. Sí, tenemos varios llamados a no usar palabras huecas, quedarnos en discusiones de palabras y usar razonamientos falsos (lit. que están a un lado de la lógica). Debemos estar atentos para no caer en razonamientos fuera de lógica que son usados con tanta frecuencia por los grupos sectarios.

Véase Parte III:


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