Discernimiento: El Problema Básico:
“Da, pues, a tu
siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo
bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar
este tu pueblo tan grande?... Y agradó
delante del Señor que Salomón pidiese esto”.
(1
R. 3:9-10).
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Introducción:
Un amigo me
comentó una reflexión muy interesante que alguien le había enviado por carta: “A un cajero
de banco no se le enseña a detectar dinero falso. Por medio del uso de dinero
legítimo y el constante manejo del verdadero, en cuanto se cruza con un billete
falso lo reconoce”.
El autor se refería al discernimiento
entre la verdad y el error. La idea es que cuando uno conoce íntimamente la
verdad de Dios, entonces automáticamente reconocerá los BILLETES
FALSOS de Satanás. El discernimiento del mal es uno de los
resultados de aprender a identificar la verdad. Veremos
que hay gran mérito en lo que se dice.
I. El Discernimiento De Salomón:
Salomón era famoso por su facultad para
discernir. Le pidió a Dios “un corazón entendido” para que pudiera “juzgar”
bien a su pueblo, pudiendo “discernir entre lo bueno y lo malo” (1 R.3:9).
NOTA: 1 R.3:6-9: Cuando se le
dio la oportunidad de tener lo que deseara más en el mundo, Salomón pidió
sabiduría ("corazón entendido") para poder guiar bien al pueblo y para
tomar decisiones correctas. Nosotros también podemos pedir esta misma sabiduría
(Stg.1:5). Note:
· Que Salomón pidió sabiduría para
llevar a cabo su trabajo.
· No pidió a Dios que hiciera el trabajo por él.
· No debemos pedir a Dios que haga por nosotros lo que Él quiere hacer a
través de nosotros.
Por
el contrario debemos pedirle que nos dé sabiduría para saber qué hacer y el
valor para continuar en ello.
A Dios le agradó su pedido y le dio un
corazón con discernimiento[1] (1 R.3:12). El texto no dice cómo
ocurrió, pero podemos suponer que lo recibió instantemente.
Sin embargo, un análisis, más cuidadoso
nos lleva a cuestionar esta idea. Cuando Dios dijo “he dado”, quizá solamente haya
dicho que Salomón tuviera discernimiento. Muchas veces Dios habla de lo que ÉL
ha decidido como si ya hubiera sucedido. Al fin y al cabo, lo que ha dicho se
cumplirá.
De hecho, en el versículo siguiente usa
la misma construcción cuando dice “también te he dado… riquezas y
honor” (1 R.3:13). Seguramente éstos no aparecieron inmediatamente.
Las riquezas de Salomón crecieron con el tiempo, y mientras más rico era más
crecía su fama.
Así que es muy posible que, junto con
sus riquezas y honor, la sabiduría y el discernimiento de Salomón hayan sido
adquiridos con el tiempo. La evidencia bíblica no nos permite ser dogmáticos en
este asunto.
De cualquier modo, fijase que el
discernimiento consistía en la habilidad para distinguir entre el bien y el mal
(1 R.3:9, 11). Indispensable para ser un juez con conocimiento y sabiduría.
Es interesante que el Nuevo Testamento
nos presente la misma idea en cuanto al discernimiento[2]:
Ø “Acerca de esto tenemos
mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para
oír… Porque debiendo ser ya maestros, después de
tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los
primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que
tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido… Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la
palabra de justicia, porque es niño;… pero el
alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso
tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. Heb 5:11-14).
II. Trasfondo:
El autor de Hebreos estaba preocupado
porque en cuanto comenzaba la persecución los cristianos empezaban a dudar,
aunque ninguno había sufrido físicamente (Heb.12:4).
“Porque aún no
habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado”
NOTA: V.4: Estos
lectores enfrentaban tiempos difíciles de persecución, pero ninguno de ellos
todavía había muerto por su fe. Como todavía estaban vivos, el escritor les exhorta
a continuar su carrera. Así como Cristo no
se rindió, tampoco ellos debían rendirse.
Parece que algunos se preguntaban si no
sería más sabio volver al judaísmo. Posiblemente estaban en peligro de
abandonar la fe. Por ello, el autor compara el judaísmo que dejaron con lo que
ellos recibieron en Cristo, y en todo momento muestra cómo Cristo es superior.
Fíjese Que El Discernimiento Consistía En La Habilidad Para
Distinguir Entre El Bien y El Mal (1
R. 3:9, 11).
En relación a esto, el autor comienza a hablar del Sacerdocio de
Cristo. Habría querido
decir mucho más (Heb.5:11), pero le resulta difícil. Sin embargo, es reacio a
explicar por qué. Tal vez esté hablando de algo demasiado complicado para sus
lectores.
“Acerca de esto
tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho
tardos para oír”.
NOTA: Heb.5:5-11: Jesús completa perfectamente todos los requerimientos del
Sumo Sacerdocio. Él fue nombrado por Dios;
experimentó una legítima humanidad; se sacrificó por el pecado «porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a
sí mismo» (7:27); tuvo un sentimiento
compasivo por nosotros.
Esto no debería ser así (a esta altura
deberían poder enseñar a otros), pero es muy posible que no
comprendieran debido a su “falta de entendimiento” (vv. 11 y 12). Son como bebés que no pueden digerir comida sólida
sino que todavía necesitan leche (vv.12b-14ª),
y no tienen experiencia con la Palabra de Dios (v.13).
Los lectores habían estado alejándose
del CONOCIMIENTO(3)
y habían llegado a ser un poco “sordos”. Esto implica que se habían
apartado gradualmente, a lo que el autor se refiere como “dejar de alcanzar la gracia de Dios”
(Heb.12:15), “perder la confianza” (10:35), “retroceder” (10:39)
y “deslizarse”
(2:1). El problema principal radica en el
lector, no en la dificultad del material.
Él lo atribuye a que son “tardos para oír”
y teme que no podrán dirigir la comida sólida que desea presentarles.
Asimismo, la inmadurez espiritual los hacía flaquear frente a la persecución
(Heb.5:12-14). Debido a su “falta de sensibilidad” no tenían en claro los
aspectos específicos de la fe cristiana, y por lo tanto, podían considerar la
posibilidad de volver a un judaísmo más “seguro”.
Es como decir los evangélicos son igual
que los católicos ¿…? ¿Hay alguna diferencia hoy? Una hermana
después de un tiempo que me encontré me dijo: ahora de nuevo soy católica romana [después de estar varios años
como evangélica], veo que todo es igual [es porque quería que sus hijos
estudiaran en una escuela católica de prestigio ‘El Salesiano’ en
Huancayo-Junín, y el cura le exigía que regresara de nuevo…], así como muchos
hoy no tienen discernimiento entre lo bueno y lo malo, entre lo santo y lo
pagano.
La raíz del problema era su insensibilidad hacia la
verdad de Dios debido a su falta de discernimiento. Habían fracasado al no
utilizar regularmente la verdad que sí poseían para reconocer el error y
mejorar de esta forma sus poderes de discernimiento. Analicemos cada aspecto de
este problema según el autor de Hebreos, y veamos cómo es nuestra situación
actual.
III. Falta De Sensibilidad Espiritual:
El problema de los hebreos era que al oír les faltaba la
habilidad de comprender. Por consiguiente, no podían distinguir entre el
bien y el mal. Se los engañaba fácilmente. Las personas de hoy somos
exactamente iguales. No podría haber programa de radio ofreciendo fotos
autografiados por Jesús sino los apoyaran cristianos crédulos.
Toda clase de sectas y grupos semejantes
no avanzaría si los cristianos fueran maduros espiritualmente, con sus
facultades ejercitadas para distinguir entre el bien y el mal. Pero, como Pablo
dijo claramente, hay muchos “para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por
doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para
engañar emplean con astucia las artimañas del error”. Ef. 4:14.
NOTA: Ef.4.14-16: Cristo es la
Verdad (Jn.14:6) y el Espíritu Santo que guía a la Iglesia es el
Espíritu de verdad (Jn.16:13). Satanás, por el contrario, es el padre de
mentira (Jn.8:44). Como seguidores de Cristo, debemos dedicarnos a la verdad.
Esto significa que nuestras palabras serán sinceras como también nuestras
acciones reflejarán la integridad de Cristo. Seguir la verdad en amor no
siempre es fácil, conveniente ni placentero, pero es necesario si la Iglesia va
a cumplir con la obra de Cristo en el mundo:
§ Los progresos en madurez
(v. 13),
§ Estabilidad (v. 14), e
§ Integridad (v. 15).
Que
tienen lugar en la experiencia de cada miembro de la Iglesia, dan lugar al
crecimiento (expansión cuantitativa) y
a la edificación (fortalecimiento interno) de todo el cuerpo.
¿Exactamente
qué es esta falta de sensibilidad (nothros de
la cual habla el autor de Hebreos?
Ayuda
Hermenéutica:
apalgeo = (ἀπαλγέω, G524) , significa dejar
de sentir dolor por (apo = de, desde–ablativo; algeo = sentir dolor; comp. el
término castellano neuralgia); de ahí, estar endurecido. Se traduce en Ef.4:19: cómo «después
que perdieron toda sensibilidad» (rv: «después que perdieron el sentido»;
Besson: «hechos
insensibles»). Véase SENSIBILIDAD[*]. (VINE).
[*]apalgeo =
(ἀπαλγέω,
G524), véase PERDER, Nº 3. Se utiliza en Ef.4:19: «después que
perdieron toda sensibilidad». (VINE).
V.19:
M89 Muchos compuestos de preposiciones con verbos tienen
un sentido que se resiste a una explicación exacta. Ἀπαλγέω significa: dejar de sentir.
La palabra es una combinación de otras dos:
Ø “no”, y
Ø “empuje”.
En el Nuevo
Testamento la encontramos sólo dos veces: en Hebreos 5 y en
Hebreos 6:12, donde es traducida como “perezosos”. El Testamento
Griego Cambridge traduce esta palabra como
“de oídos perezosos”.
Esto también tiene
connotaciones de enfermedad. Encontré un pasaje de Hipócrates, el famoso médico
griego de la antigüedad, en el cual describe un estado de coma usando nothros
en conjunción con karosis, lo cual significa
“con cabeza pesada”, o como diría mi lengua materna del Perú “huma muyo = cabeza dura”. El uso metafórico de nothros en Hebreos expresa
muy bien esa condición. Uno está “mal
espiritualmente, con pesadez de cabeza”, o en un estado de
coma espiritual.
Por
tanto, se pueden decir dos cosas de la persona que está en la condición nothros:
1. Es lento en su comprensión, le falta empuje
y no se mueve hacia adelante por sí mismo, no es agresivo. Le falta de deseo lo lleva a la indecisión. Si
esta condición persiste, se vuelve perezoso. Si no ejercita sus poderes de discernimiento por
medio de la práctica agresiva, pronto desarrollará una apatía y un estado
habitual de pereza con respecto a la fe.
2. En la forma en que es usado
aquí y en Hebreos
6:12, el término implica que la falta de habilidad es su
propia culpa, porque no aprovecha la verdad disponible para ponerla en práctica
en la vida diaria.
Clemente,
el obispo de Roma en el primer siglo, escribió: “El buen obrero recibe el
pan de su labor con valor, pero el
perezoso (nothros) y descuidado no se atreve
a mirar a su empleador cara a cara”.
A continuación,
Clemente alienta al lector a ser “puntual” (o “listo”, “preparado”) para hacer el bien.
La idea, entonces, es que la persona nothros, debido a que no
toma ventaja de las oportunidades, ha alcanzado un estado de letargo, pereza y
falta de preparación en el que es incapaz de distinguir entre la Verdad y el
Error.
Los Bebés Espirituales Que No Han Tenido Práctica En Oír La verdad Tienen Problemas Para Diferenciar
Del Error:
IV. Capacidad Y Hábito:
Es necesario
destacar que los lectores se vuelven “sordos” por no utilizar
correctamente las facultades que poseen. La palabra usada en Hebreos 5:14 para
hablar del concepto de “facultades” o “sentidos” es aistheterion, el término griego
para los cinco sentidos (vista,
oído, tacto, olfato, tacto).
Se usa de esa
manera en los Escritos de Diógenes Laertius, el historiador que escribió sobre
las vidas de los grandes filósofos griegos. Por ejemplo, cuando discute las
enseñanzas de varios filósofos que hablaban de la percepción sensual, usa la
misma palabra que el autor de hebreos usa para hablar de la habilidad de la
persona regenerada para distinguir entre la verdad de Dios y el error del
diablo.
El autor se refiere
metafóricamente a la vida interior del creyente como si tuviera sentido de
percepción que, al igual que los sentidos físicos, deben ser usados y
capacitados para reconocer cosas.
Un bebé no puede
distinguir sonidos suficientemente bien como para imitarlos. Los bebés
espirituales que no han tenido práctica en oír la verdad tienen problemas para
diferenciarlas del error. Una de las señales de crecimiento en un niño es la
habilidad de distinguir.
Antes del
desarrollo de esa capacidad, todo lo que el niño ve entra en su boca. Muchos
cristianos inmaduros son así: devoran cualquier cosa “religiosa”, demostrando su inmadurez espiritual.
Los bebés
espirituales son “faltos de experiencia” o “inexpertos” (Heb.5:13). En
contraste, los maduros tienen sentidos (facultades) que han “ejercitado” o “capacitado por la práctica”, de tal manera que
disciernen habitualmente entre el bien y el mal.
El ejercicio
mencionado en el versículo 14 es similar al entrenamiento de un atleta. A lo
largo del tiempo el cristiano maduro, que distingue correctamente las cosas y
vive de acuerdo con esas distinciones, aguza sus sentidos para que respondan
automáticamente al bien y el mal.
Podríamos decir que está en condiciones de “oler la verdad”. Es un cajero de banco espiritual con tanta
experiencia en el manejo de la Palabra de Dios que cuando pasa alguna enseñanza
falsa por su mente la identifica inmediatamente.
V. La Palabra De Justicia:
El autor de Hebreos
prestó especial atención a la falta de experiencia de los bebés espirituales y
su falta de capacitación. Los llamó: “inexpertos en la palabra de justicia”. ¿Qué significa eso? Una sola cosa: la Palabra de Dios tiene que ver con
la justicia.
Se le llama “palabra de justicia” porque es tanto
parámetro de justicia (la medida del bien y del mal) como la palabra por medio de la cual una persona se
vuelve justa al comprenderla y obedecerla por el poder del Espíritu.
En este pasaje la
Palabra de Justicia es principalmente parámetro de Justicia, ya que lo que le
preocupa al autor es el DISCERNIMIENTO, la discriminación
entre la justicia y la injusticia.
Lo que el autor
dice es lo siguiente: cuando uno ha alcanzado la condición a la cual se llega por el uso
regular y disciplinado del discernimiento del bien y el mal, entonces (y sólo entonces) es posible que elija lo bueno en lugar de lo malo.
Salomón pidió un corazón que oyera la Palabra de Dios, que la comprendiera y
estuviera de acuerdo con ella, y que actuará en consecuencia (1 R.3:9).
Fíjese que el
hombre justo, experimentado en el discernimiento y en vivir de acuerdo a la
Palabra de Dios, tiene práctica justamente en eso: en usar la Palabra de Dios para
identificar su voluntad.
La diferencia entre
aprender de la experiencia en general y de seguir la Palabra de Dios es
sumamente importante hoy en día. Un camino lleva a la falta de sensibilidad, el
otro al discernimiento. En todas partes los cristianos escriben sobre sus
experiencias y enseñan a otros a vivir
de acuerdo a las “sugerencias
del espíritu”.
Sin embargo, a
quienes siguen este camino les espera la subjetividad confusa, ya que no es
bíblico. No es nada más que un intento de identificar la voluntad de Dios por
medio de los sentimientos y circunstancias. Los romanos consultaban los hígados
de pollo para entender la voluntad de los dioses, y los gitanos miran las hojas
del té.
Los cristianos
modernos, en cambio, prefieren el arreglo de las circunstancias y sus propios
presentimientos. ¡Con razón hay tanta falta de
discernimiento! ¡Por eso se toman tantas decisiones malas en estado de confusión! No saben distinguir entre la Verdad y el Error.
Existe
sólo una forma: o la enseñanza de una persona está de acuerdo con la enseñanza de los
apóstoles y los profetas (la cual se encuentra
solamente en las Escrituras), o es falsa. Ésta
siempre fue la prueba. En Deuteronomio 13. Moisés advierte sobre los maestros
falsos que harían predicciones y dirían que hacían milagros. Él nos dice
específicamente que no los sigamos si anuncian a un dios falso, aun cuando sus
predicciones se cumplan y los milagros parezcan reales. El parámetro es la
enseñanza de las Escrituras: ¿es bíblico lo que dicen de Dios?
Concluyó:
Hoy necesitamos
esta exhortación, ya que escuchamos todo tipo de afirmaciones. El DISCERNIMIENTO solamente se desarrollará por medio del estudio
continuo de las Escrituras y la aplicación de sus verdades.
Al final, como el
cajero del banco, podremos distinguir entre el bien y el mal en cuanto lo
veamos. El problema básico es que no hemos estado haciendo esto ni les hemos
enseñado a otros a hacerlo. La solución es comenzar ahora.
___________
Nota y Bibliografía:
[1] bîn = (בִּין, H995), «comprender, ser
capaz, actuar sabiamente, considerar, prestar atención, tomar en cuenta, notar,
discernir, percibir, indagar». Este verbo, que aparece 126 veces en
el hebreo bíblico, tiene cognados en ugarítico, arábigo, etiópico, arameo
tardío y en siríaco. Bîn se encuentra en todos los períodos del
hebreo bíblico.
Bîn aparece en Jr.9:12 con el
significado de «entender»:
«¿Quién es el hombre sabio que entienda esto?» En
Job 6:30 el vocablo significa «discernir» y en Deut.32:7 quiere decir «considerar».
(VINE).
[2] diakrisis = (διάκρισις, G1253), distinción y por ello, decisión
(comp. diakrino = DISCERNIR, A, Nº 2, etc.), significa «discernimiento» en 1 Cor.12:10;
Heb.5:14; en Rom.14:1: «no para contender sobre opiniones» es, más ajustadamente, «no
para decisiones de dudas». Véase
DISCERNIMIENTO. Cf. JUICIO. En la lxx, Job 37:16. (VINE).
[3] 2. oida = (οἴδα, G1492), de
la misma razón que
eidon, véase, es un tiempo perfecto con un
significado presente. Significa, primariamente, haber visto o percibido; de
ahí, conocer, tener conocimiento de, ya bien absolutamente, como en el caso del
conocimiento divino (por ejem., Mt.6:8; 6:32; Juan 6:6; 6:64; 8:14; 11:42;
13:11; 18:4; 2 Cor.11:31; 2 P.2:9; Ap.2:2; 2:9; 2:13; 2:19; 3:1; 3:8; 3:15); o
en el caso de conocimiento humano, conocer por observación (por ejem., 1
Ts.1:4-5; 2:1; 2 Ts.3:7).
Las diferencias entre ginosko (Nº l) y oida
exigen consideración:
(a) ginosk sugiere frecuentemente origen o progreso en conocimiento,
en tanto que oida
sugiere plenitud de conocimiento (por ejem.,
Juan 8:55: «vosotros no le conocéis», ginosko), esto es, empezado a conocer, «pero
yo le conozco», oida; esto es, «le conozco perfectamente»; Juan 13:7: «no lo comprendes ahora», esto es, Pedro no percibía, oida, aún su significado, «más lo entenderás», esto es, «vendrás a conocer, ginosko = después»; Juan 14:7: «Si me conociéseis»,
ginosko, esto es, «hubierais
venido a conocerme de una manera precisa», «también a mi Padre conoceríais», oida, esto es, hubierais tenido percepción de él;
«desde ahora le conocéis», ginosko, esto es, habiendo
venido inconscientemente al Padre, como aquel que estaba en él, ellos estarían
ahora conscientemente en la experiencia constante y progresiva de conocerle a
él; en Marcos 4:13: «¿No sabéis, oida, esta
parábola? ¿Cómo,
pues, entenderéis,
ginosko, todas
las parábolas?», esto es, «¿no entendéis esta parábola? ¿Cómo vendréis a percibir todas?», siendo
la intimación que la primera parábola es la principal y la clave de las demás;
(b) en tanto que ginosko implica frecuentemente una relación activa entre el que
conoce y la persona o cosa conocida (véase Nº 1), oida expresa el hecho de que el objeto ha venido
simplemente a estar dentro del campo de las percepciones del que conoce; así en
Mateo 7:23: «nunca os conocí»,
ginosko sugiere, «nunca
he estado en una relación de aprobación hacia vosotros», en tanto que 25:12:
«no os conozco», oida,
sugiere «no tenéis relación alguna conmigo».
- Apunte
Pastoral. Febrero de 1999.
- e- Sword-
the. LEDD.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
06//02//2019. IGLESIA EVANGÉLICA BAUTISTA “EL SHADDAI”. Puyango-Ciudadela
de Noé. Los Cardos Mz.E-Lt.18. III
Etapa. Cel. 942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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