¿Hombres De Dios o Líderes?
“Porque a la verdad, dicen, las cartas son duras
y fuertes; más la presencia corporal débil, y la palabra menospreciable”.
(2 Corintios 10:10)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
El mundo ha logrado imponer sobre la
iglesia conceptos y principios que ésta ha sido aceptando pasivamente. Sin pensar en las consecuencias se ha permitido en
la iglesia el uso indebido de palabras que inocentemente han ido desviándola de
un sentido bíblico verdadero en diversas maneras.
Por ejemplo, en la teología, la
filosofía griega ha hecho sus estragos. En la ética cristiana, la sociología y la psicología han hecho otro
tanto. En el
campo de la semántica como: “conciencia”, “amor”, “ética”, “justicia”, para señalar algunos casos, han ido
desviando de su sentido verdadero y bíblico.
Sin embargo, uno de los aspectos en que esto ha ido cobrando más y más fuerza, con resultados sutiles y repercusiones mayores de las que podemos imaginar, es en el popular concepto de “líder”. Hoy toda gira en torno a “líderes o liderazgo”. Cursos, seminarios, capacitaciones, etc., están dirigidos a formar líderes, como si la iglesia necesitara de más y más líderes. ¿Qué es lo que en realidad necesitamos saber?
1. Las Diferencias:
Cualquier diccionario nos informará que “líder” es un anglicismo cuyo
concepto es el de “uno que va adelante como caudillo, jefe, o que dirige”,
y esto particularmente en relación a agrupaciones políticas, ideológicas,
sindicales, etc.
Un “Hombre de Dios” solo puede definirse a la luz de la Palabra de Dios y cobra connotaciones que rebasan totalmente el concepto que acabamos de enunciar. Pretender producir líderes para la iglesia, es pretender proveerla con algo menos de lo que la iglesia en verdad requiere. Es una grave devaluación del ministerio del Espíritu Santo dentro del Cuerpo de Cristo y los ministerios que ÉL debe reproducir. Veamos ahora algunas connotaciones paralelas de una y otra concepción.
2. Particularidades
Del Hombre De Dios:
El apóstol Pablo no fue meramente “un líder de la secta de los nazarenos” como
algunos han querido sindicarlo. Por el contrario, se conforma al cuadro de un
hombre de Dios [al final del estudio veremos un
cuadro comparativo, entre líder y hombre de Dios].
Su presencia corporal era débil y su
palabra tosca (2 Cor. 10:10). No parece haber sido “gran predicador”, dado que los Corintios parecen
haberse dividido en sus preferencias por Apolo y Pedro (1 Cor. 1) -además de que hizo dormir a Eutico en su sermón en Troas.
Su actuación en la ciudad de Corinto tampoco perfila el carácter de un líder
frenando el desborde como debiera haberlo hecho un líder capaz y hábil con su
propia gente (Hech. 18).
Tampoco parece haber tenido el tino de un líder, al actuar como lo hiciera
en Jerusalén bajo el consejo de los líderes judeo-cristianos. Sin embargo, lo hizo bajo
el peso de sus propias declaraciones que merecen cuidadosa atención (Hechos
20:24; 21:23).
Aquí no hay un líder, hay un hombre de Dios. Podía de su libertad de conciencia y el testimonio
de su conciencia ante Dios (2 Cor. 1:12). Esta es la faceta de un hombre y
declara que “se
gloriaba en ellos” (2 Cor. 1:14), no en sí mismo.
Podía hablar de mirar la gloria de Cristo como en un espejo y así ser
transformado de gloria en gloria. Esto no es el idealismo de un líder sino de
un hombre de Dios que percibe al Señor más allá de todo espejismo falso o
seducción mística.
En la adversidad y la tribulación el hombre de Dios se moverá con
conciencia de eternidad, hablando de sus problemas (graves,
por cierto) como “leves” (2 Cor. 11:12; 4:7). Esto es patrimonio de un hombre de Dios y
está fuera del alcance de un mero líder.
Al finalizar su carrera no le interesan éxitos fáciles y reconocimiento públicos, sino el saber que ha guardado la fe, habiendo sido fiel. Su gloria no estará en iglesias fundadas, cartas escritas, y riesgos vividos, sino en la Cruz de Cristo (Gál. 6:14[*]). Esto no yace en el perfil de un líder, sino en el de un hombre de Dios.
“Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo”.
Gloriándonos en la cruz. Gál. 6:14:
1. Es nuestro privilegio más alto.
2. Es nuestra base única de gloria.
3. Es nuestro
recurso más seguro.
[*]Contrario a los judaizantes, el Apóstol declara que
su gloria está en la cruz de nuestro Señor Jesucristo (v. 14).
La palabra gloriarme
es kaucáomai G2744 y quiere decir
una clase de gloria que hace una buena demostración. En este caso sería la
circuncisión que muestra externamente una buena demostración para el hombre,
pero no para Dios. Pablo se gloriaba en la cruz, porque el Salvador murió para
librarlo del sistema malo del mundo.
La palabra mundo
es kósmos G2889 y tiene que ver
con el orden del sistema maligno en el que reina Satanás (Jn. 12:31; 14:30; 1 Cor.
2:6; 2:8; Ef. 2:2). La idea es que el
creyente está crucificado al mundo y el mundo al creyente y tiene que ver con
que los dos están muertos el uno al otro. El cristiano es un ciudadano del reino
celestial y no del sistema maligno del mundo
(Filp. 3:20-21).
Esto no quiere decir que un cristiano no puede ser influido por el mundo, sino que en Cristo el sistema del mundo no tiene poder ni autoridad sobre el cristiano porque él está en Cristo. El poder del Espíritu Santo está en el creyente para vencer al mundo, como testifica el apóstol Juan: Porque todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo (1 Jn. 5:4).
3. ¿Cómo
Encontrar Hombres De Dios?
·
Primero, la iglesia debe orar para que Dios levante estos obreros (Lc. 10:2):
Puesto que carne y sangre no los pueden producir, llámese seminarios,
cursos pastorales, y desarrollo de habilidades naturales cualesquiera.
“Y les decía: La mies a la verdad es mucha, más los obreros
pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”. (Lc. 10:2).
Jesús envió treinta y cinco parejas para alcanzar las
multitudes. No intentarían cumplir su tarea sin ayuda. En
cambio, pedirían a Dios que enviara más obreros.
Al llevar a cabo la obra de evangelización, sin duda querrá empezar de
inmediato alcanzar a las personas inconversas. Esta historia sugiere un acercamiento
diferente: empiece por movilizar personas para
orar.
Y antes de orar por los inconversos, ore que otras personas interesadas
se le unan para alcanzarlos.
En el servicio cristiano, no hay desempleo. Dios tiene trabajo más que suficiente para cada uno. No se siente atrás para mirar lo que otros hacen, busque la manera de tomar parte en la cosecha.
· Segundo, la iglesia debe dedicarse a la oración intercesora para
que los mismos sea capacitados.
Aquí es donde la iglesia debe saber cómo producir un hombre de Dios, sea
en un instituto bíblico o seminario con fuerte énfasis formativo de carácter y
conocimiento del Señor.
·
Tercero, velar para que aquellos que han sido llamados y capacitados.
Sepan permanecer en la unción del Espíritu Santo, listos a servir dónde
y cómo Dios lo determine.
Hablar de líderes en la iglesia es hablar de algo muy inferior a lo que
Dios desea proveer a su iglesia. Son hombres de Dios lo que necesita la
iglesia, hombres que se identifican totalmente con el ministerio del Espíritu
Santo. Hombres entregados de los cielos. Miremos ahora
este cuadro de comparación entre líder y obrero...
DISTINCIONES
IMPORTANTES: |
||
1. Líder es
uno que va adelante. Hombre de Dios es uno que rebasa tal dimensión
estando adelante, atrás y arriba, y al costado como pastor, instructor,
intercesor, profeta, protector. Casos como Samuel, Eliseo y Pablo revelan esta
cualidad ministrando desde la presencia de Dios en “cuya presencia estaban” y
desde donde cumplan su labor diversa. |
2. Líder es alguien con carácter autónomo y espíritu dominante (o fuerte),
alguien autodirigido. Un hombre de Dios deberá ser pobre en espíritu y
dependiente de Dios, saber estar quebrantado como Jeremías, asustarse como Eliseo
y huir, o llorar como Pablo. |
3. Líder es alguien que debe irradiar suficiencia e inspirar
confianza. Hombre de Dios irradiará santidad e inspirará vida
espiritual. Los apóstoles en el libro de Hechos, en la iglesia primitiva,
ilustran esto. |
4. El líder, como tal puede ser carnal
o “natural” (mundano) sin perder su cualidad de líder. Hombre de Dios no puede dejar de ser espiritual y
continuar siendo hombre de Dios. Véase a Balaam como ejemplo de líder. |
5. El líder posee conocimiento y
capacidad didáctica e intuitiva. El hombre de Dios, como Eliseo, poseerá revelación y unción para
comunicarla. |
6. El líder arrastra gente tras de sí. El hombre de Dios solo llevará a las gentes a los pies
de Cristo y los fundamentará en ÉL. |
DISTINCIONES
IMPORTANTES: |
||
7. El líder podrá tener dominio del arte de comunicación, predicar
bien y ayudar a muchos. El hombre de Dios se moverá bajo los ministerios del Espíritu Santo;
Pablo lo revela en 2 Corintios. |
8. El líder como tal contará con
factores genéticos y dones naturales. El hombre de Dios lo
es en virtud de la elección de Dios y los ministerios que ÉL le imparte. |
9. Un líder debe tener dones de gente y
cierto magnetismo personal. El hombre de Dios puede
carecer de ambos y no obstante ser todo un hombre de Dios cómo Jeremías y
Juan. |
10. Un líder puede conducir al éxito, la prosperidad y al bien
temporal. Un hombre de Dios tendrá que señalar la verdad, y la renunciación.
Esto puede conducir al martirio por causa de la justicia, con toda apariencia
de fracaso. |
11. El
líder comunica lo que “sabe” con sabiduría, sabiduría que es de “abajo”. El hombre de Dios dará
sabiduría que es de “arriba” (Stg.
3:15-17), de lo alto. |
12. Un líder trabaja en un contexto
secular (de su propio tiempo). El hombre de Dios lo
hace dentro del marco del “Reino de Dios”. |
13. El líder trabaja con carne y sangre: la psicología,
sociología, teología y ciencias diversas. El hombre de Dios se mueve en el campo de los dones y ministerios del
Espíritu (1 Cor.
12; Rom. 12; Ef. 4). |
14. Un líder
empuja su propia ideología e ideas. El hombre de Dios es
testigo de la muerte y resurrección de Jesucristo, y es investido con poder
por el Espíritu (Hechos 1:1-8). |
15. El líder muere y su obra queda afectada
solamente al tiempo y a veces en forma muy limitada. El mundo se olvida de él. El hombre de Dios muere
y sus obras “le siguen” (Ap. 14:13). |
16. El líder es impulsado y dinamizado
por la pasión de sus ideales o intereses particulares. El hombre de Dios es
apasionado e impulsado por su amor a Cristo y su lealtad a Dios en medio de
un contexto corrupto. |
17. Satanás como líder arrastró la tercera parte de los ángeles del cielo.
Recluta por fuerza, imposición y seducción, conduciéndolos todos al infierno. Jesucristo es el Hombre de Dios por
excelencia. Dio su vida para la salvación eterna de
las almas. Llama sin imposición e invita con amor a seguirle con plena
libertad y conciencia responsable. |
___________
Nota y Bibliografía:
- e-Sword-the. LEDD.
- Alfredo Smith. Guía Pastoral. Logoi.
- Biblia de Estudio RYRIE.
-
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 6//2//2022.
MISIÓN
BAUTISTA: “Emanuel”. Ciudadela de
Noé. Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa.
Cerca del Hospital Regional II. Cel. 942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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