Persecuciones Venideras:
Temor,
Costo, Premio:
“He aquí, yo os envío como a ovejas en
medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas… Así que, no los temáis; porque nada hay
encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse… No penséis que he venido para traer paz
a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada… Y cualquiera que dé a uno de estos
pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto
os digo que no perderá su recompensa”.
(Mateo 10:16–42)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Al llevar a cabo su misión los discípulos deben
estar preparados para enfrentar la persecución y el martirio. A quienes iban a
ministrar, la naturaleza de su misión, el equipo que
llevarían y la doble respuesta de parte de otros:
Ø Unos reciben y
Ø Otros rechazan.
En lo que resta del capítulo, Jesús trata
mayormente con la respuesta negativa, y hasta violenta, de parte de algunos y
cómo los discípulos deben encarar esa oposición.
En esta sección, vemos la total honestidad de
Jesús de advertir a sus discípulos de las consecuencias de identificarse con él y su reino. Usaremos cuatro subdivisiones en la
exposición del texto:
· Fuentes de la persecución,
· A quién temer,
· El costo del discipulado y
· El premio compartido.
I. Fuentes De La
Persecución. Mt. 10:16–25:
Jesús no solo advierte a los discípulos de
una futura persecución, sino que menciona tres fuentes —del judaísmo oficial, del gobierno romano y de
su propia familia— y les aconseja qué hacer cuando viene la
persecución.
Otra vez Jesús emplea el verbo "envío" (G649), del cual viene el término "apóstol".
Ayuda Hermenéutica:
G649 ἀποστέλλω = apostélo: de G575 y G4724; poner aparte, i.e. (por implicación) enviar (propiamente en una misión) literalmente o figurativamente: - devolver, enviar, mandar, meter, poner. (Strong).
La advertencia se presenta con la analogía
muy conocida de ovejas
en medio de lobos (v. 16):
· La oveja es un animal sumamente dócil, débil y sin defensas propias.
· El lobo, en cambio, es un animal feroz
que no perdona, sino que ataca, se prende a su víctima y no la suelta hasta
matarla.
Por supuesto Jesús no habla literalmente
de animales, sino de personas que actúan en esa manera. "Lobos" representan a
cualquiera persona o personas que atacan sin piedad a los mensajeros del Rey
con el fin de destruirlos. ¿Cuál debe ser
el espíritu y mentalidad del mensajero? Jesús
manda:
Ø Sed pues, astutos... y sencillos... (v. 16).
No deben ser serpientes, ni como serpientes en todo sentido,
sólo en una característica:
·
La
astucia.
Deben llegar a ser prudentes, cuidadosos, como el hombre que
construye sobre la peña (Mt. 7:24).
La serpiente emplea gran cautela para evitar peligros. Por otro lado,
deben llegar a ser como palomas:
Ø Sencillos,
Ø Puros,
Ø Inocentes,
Ø No mezclados,
Ø Sin engaño.
Deben combinar la prudencia con la sencillez.
El mensajero debe estar atento para
discernir la intención de los hombres, no prejuzgando que todos sean malos.
Jesús está advirtiendo de una realidad perenne. Siempre ha habido y siempre
habrá algunos que, por distintos motivos, se oponen, o procuran hacer daño a
los mensajeros del reino.
1- La primera fuente de persecución, y el peligro inmediato, era
del judaísmo oficial.
Los líderes judíos tenían la facultad,
otorgada por el gobierno romano, de juzgar y aplicar la sentencia a los
criminales y herejes, con algunas limitaciones. Era un juicio más bien
religioso, pues los jueces eran judíos fieles a sus tradiciones y usaban la ley
de Moisés como la base para juzgar.
El
término tribunales (v. 16), o sanedrines,
se refiere a grupos de hombres separados y ordenados para juzgar. Había tres
clases de tribunales.
Ø La clase menor, que operaba en villas de menos de 120 habitantes,
consistía de 3 jueces.
Ø La clase intermedia, compuesta de 23
jueces, tenía más autoridad y operaba en ciudades y pueblos de más de 120
habitantes.
Estos tribunales se reunían en las sinagogas, excepto en
Palestina.
El Gran Sanedrín,
compuesto de 71 miembros, se reunía en el templo de Jerusalén (Edersheim). Esta
persecución continuó, de parte de los judíos, hasta la destrucción del templo
en el año 70 d. de J.C.
2- La segunda fuente de persecución sería el gobierno romano:
gobernadores y reyes (v.
18).
El término gobernadores, o príncipes, se
refiere a los procónsules, como Sergio Paulo y Galio, y a los procuradores
romanos, como Pilato, Félix y Festo. El título rey se refiere a la línea
herodiana —Antipas,
Agripa I, Agripa II— y aun al mismo emperador (1 P. 2:13 ss.).
Antes del año 70 d. de J.C., Jesús y varios de los apóstoles fueron entregados por los judíos, por razones religiosas, a las autoridades romanas. Pablo fue llevado a Roma para ser juzgado ante el César. Después del año 70, los mismos romanos perseguían a los mensajeros del Rey porque el cristianismo presentaba una amenaza a la unidad del imperio. La persecución cesó solamente cuando Constantino abrazó el cristianismo en el año 311 d. de J.C.
La persecución daría una oportunidad sin igual de dar testimonio a
ellos y a los gentiles (v. 18). Ellos se refieren a los tribunales judíos, y
gentiles se refiere a las autoridades romanas. Los apóstoles —Pedro y Juan,
Esteban, y otros— tuvieron oportunidad de predicar el evangelio al Sanedrín
en momentos de persecución, y el resultado fue positivo.
Su oración y preocupación en momentos de persecución no era su propia libertad, sino el poder hablar con denuedo la palabra de Dios (Hech. 4:31). Probablemente el testimonio de Esteban, en el momento de su martirio, tuvo mucho que ver con la conversión de Saulo de Tarso (Hech. 7:58). Luego Pablo tuvo oportunidad de predicar ante los reyes y el mismo emperador romano, lo cual hubiera sido imposible aparte de la persecución.
Jesús promete que cuando sus apóstoles
sean llevados ante las autoridades por su testimonio cristiano, el Espíritu
Santo pondría en su boca las palabras para su defensa. No deben preocuparse de
antemano cómo o qué hablarían. El caso de Juan y Pedro (Hech. 4) y el de
Esteban (Hech. 7) sirven de ejemplo de cómo el Señor cumplió esta promesa, para
no mencionar innumerables casos heroicos en la historia desde ese entonces.
Es absurdo aplicar esta promesa a la
predicación normal en el púlpito, como algunos han hecho, para justificar el
descuido de una adecuada preparación. El intento de justificar un ministerio
sin preparación formal, en base a esta promesa, es igualmente erróneo. La
promesa no es para pastores perezosos en el púlpito, sino para los presos en la
cárcel por causa de su fe.
3- La tercera fuente de persecución sería sus propios familiares (v. 21; comp. 24:9–13; Mar. 13:12, 13; Luc. 21:16–19).
El fanatismo religioso ha practicado esta
clase de persecución, especialmente cuando uno, por amor de Cristo, rompe con
las tradiciones religiosas de la familia. Tal ha sido la experiencia triste de
judíos convertidos a Cristo, donde el judaísmo predomina. También se ha
manifestado en países católicos donde uno ha abrazado la fe evangélica. A veces los padres prefieren ver a sus
hijos muertos y no verlos abandonar la fe de la familia.
Por otro lado, en países totalitarios se ha dado el caso de padres entregando a sus hijos a las autoridades, o viceversa, cuando optan por una fe no aprobada por el gobierno.
Jesús promete que será salvo el que soporta la persecución hasta el
fin (v. 22).
Esta promesa tiene una doble aplicación.
· Es obvio, en primer lugar, que el que soporta las persecuciones hasta el
fin de éstas será librado de tales males.
· Por otro lado, significa que el que
soporta las persecuciones y otros males, por amor de Cristo, hasta el fin de la
vida, o sea, hasta el martirio, será salvo y librado en la vida eterna (Ap. 2:10).
Cuando viene la persecución, Jesús recomienda evitarla hasta donde sea posible, siendo astuto como la serpiente (ver v. 16). Deben huir a las ciudades que ofrecen refugio para evitar una confrontación y torturas innecesarias. Jesús mismo practicó este criterio (Mt. 4:12; Lc. 4:29, 30). No hay mérito en buscar la persecución y el martirio.
El v. 23 presenta un problema sumamente difícil de resolver. Jesús comparte
con sus discípulos una profecía: que antes que ellos terminen de recorrer todas las
ciudades de Israel, el Hijo del Hombre vendría. Hemos visto que la expresión Hijo del Hombre se
refiere a Jesús mismo. El problema está en el significado de antes que venga el
Hijo del Hombre.
¿Cuándo y
en qué manera vendrá? Se
sugieren cinco posibles soluciones:
(1) La reunión de Jesús
con los discípulos al fin de ese viaje,
(2) La aparición clara de Jesús como Mesías,
(3) La venida en la persona del Espíritu Santo para consolarlos,
(4) La venida en la destrucción de Jerusalén y
(5) La venida para el
juicio final.
Otros mencionan la Transfiguración como una venida. "La venida" de Dios,
o de su Hijo,
puede referirse a cualquiera crisis en que el hombre está obligado a escoger su
destino espiritual (Stagg). La mayoría de los comentaristas optan por la cuarta
solución, la cual nos parece más aceptable.
Los discípulos serían tan semejantes a su
Maestro que el trato que le darían a él, lo darían ellos también (vv. 24, 25). No debían sorprenderse
por ser calumniados,
insultados, falsamente acusados, encarcelados, azotados y matados. Jesús utilizó
tres pares de correlativos que subrayan la relación entre él y sus seguidores:
· Discípulo y maestro;
· Siervo y señor;
· Familia y padre.
Mateo introduce el término Beelzebul aquí sin explicar el significado del nombre, pero luego lo define (comp. 12:24).
II. A Quién Temer
En La Persecución. Mt. 10:26–33:
Esta sección se dirige a los discípulos
que están contemplando una persecución inevitable por causa de su fe en Jesús.
Es natural que tal perspectiva infunda temor en sus corazones; pero, ¿temor a quién?
Jesús contesta este interrogante.
Deben mantener un temor reverente ante Dios por cuatro razones:
· Porque todo será revelado;
· Porque los perseguidores sólo pueden
destruir el cuerpo físico;
Porque
el Padre Celestial cuidará de ellos;
· Porque Jesús los confesará en el juicio
final.
Puesto que el verbo "temer" se destaca en esta
sección, obsérvense las tres ocasiones donde se menciona y el énfasis de cada
una.
No les temáis (v. 26) es la traducción de un verbo en
griego del tiempo pretérito indefinido que prohíbe el comienzo de la acción.
Quiere decir:
Ø No comencéis a temerles (comp.
5:17).
Ø En cambio, No temáis (v. 28) es un verbo del
tiempo presente en griego que prohíbe la continuación de una acción ya
comenzada.
Quiere decir:
· No continuéis temiendo, indicando que los discípulos
ya estaban manifestando temor.
· Más bien, temed... (v. 28b) es también del tiempo presente y manda la
continuación de la acción.
Quiere decir:
· Más bien, continuad temiendo.
· Esta explicación aclara el énfasis de
Jesús y da vigor al pasaje.
1. La primera
razón para no temer a los perseguidores es que todo el maltrato de parte de
ellos vendrá a la luz, si no en esta vida, por lo menos en el juicio final (v. 26).
Hitler trató de encubrir algunas de las
atrocidades cometidas contra la humanidad durante su régimen. Muchos creyentes
fieles fueron encarcelados, y otros muchos murieron por su fe.
No lo sabemos todo todavía, pero sí, una
buena parte de las crueldades por parte de Hitler y el testimonio heroico de
parte de los creyentes han salido a la luz. El mensaje que Jesús compartía con
ellos en privado y en los retiros en zonas aisladas, ellos deben publicarlo sin
temor ante las multitudes y en los lugares más destacados, aun desde las
azoteas (v. 27).
2- La segunda
razón para no achicarse ante los perseguidores es que sus poderes maliciosos
tienen su límite (v.
28).
· El cuerpo físico es temporal;
· El alma es eterna.
Los perseguidores podrán hacer daño al cuerpo,
pero no pueden tocar el alma. En cambio, Dios tiene en sus manos el destino del
cuerpo y alma. Siendo así, es razonable que el hombre creyente obedezca a Dios
antes que a los hombres (Hech. 5:29).
3- Otra razón para
no temer ante los perseguidores es que ellos sólo procuran destruir, pero
nuestro.
Padre Celestial cuidará de los siervos suyos (vv. 29–31; comp.
6:26–34). Jesús
emplea dos ilustraciones y dos silogismos para subrayar el cuidado amoroso que
Dios tiene de sus mensajeros fieles. Dios cuida de cada uno de los pajaritos de tan poco valor
y tiene contados hasta los cabellos de nuestra cabeza.
· El silogismo sigue así:
(1) Dios cuida de los pajaritos;
(2) Los pajaritos tienen menos valor que los siervos de Dios;
(3) Sin duda Dios cuidará
de sus siervos.
· El segundo silogismo sigue así:
(1) Dios sabe exactamente cuántos cabellos tenemos;
(2) El cabello es de poco valor en comparación con la vida;
(3, Implícito)1) sin duda Dios sabe de
nuestras necesidades y cuidará de nosotros.
4- La cuarta razón
por la cual los discípulos no deben temer a los perseguidores es que, si son
fieles para confesar a Jesús aquí, él los confesará en el juicio final (vv. 32, 33).
En cambio, si por temor u otras
consideraciones niegan a Jesús en esta vida, él los negará, es decir, no los
reconocerá como suyos ante el Padre en el juicio final. A través de la
historia, comenzando en el primer siglo, a menudo los seguidores de Cristo han
sido obligados a optar entre la cárcel, tortura, o muerte, si mantienen su fe
en su Maestro.
Por otro lado, si niegan su fe en Cristo, se les promete liberación. Esta advertencia no se limita a momentos de persecución. Parece lógico que, si el riesgo de daño personal por confesar a Jesús es menor, como lo es en la mayoría de las situaciones hoy en día, Jesús aplicaría las consecuencias de esta advertencia aún más ahora.
III. El Costo De Ser
Mensajeros. Mt. 10:34–39:
Jesús inicia esta sección con una
expresión designada a sorprender a los oyentes y obtener su atención. Los discípulos
estaban acostumbrados a oír un énfasis pronunciado sobre la paz en las
enseñanzas de Jesús (comp. Mt.
5:9; 10:13; Mr. 9:50; etc.), además de las profecías que hablaban de un reino de paz (Is. 9:6; Zc. 9:10, etc.) que el Mesías establecería. Pero
el v. 34 dice en efecto, Ni comencéis a pensar que he venido para traer paz a la
tierra... (comp. Mt. 5:17). Es la prohibición de comenzar una
acción.
Luego repite el concepto con una afirmación negativa: No he venido para traer paz... Era tan
sorprendente que tuvo que repetirlo, a fin de que los discípulos no pensasen
que habían oído mal. ¡Qué sorpresa! ¡Qué
contradicción a las enseñanzas anteriores! Más sorpresa todavía,
cuando agrega que había venido para echar espada en la tierra. La espada es lo
opuesto a la paz.
Luego explica lo que quiso decir con no traer paz, sino espada,
a la tierra (vv.
35, 36).
Hay una diferencia fundamental entre la
intención primaria de la misión de Jesús y el resultado práctico de la misma.
La intención primaria de Jesús fue y es la paz entre el hombre y Dios, y entre
hombre y hombre. Jehová es el Dios de paz (Rom.
15:33; 16:20). Él mandó a su Hijo al mundo para
traer paz (Lc. 2:14).
· Jesús se conoce como el Príncipe de paz (Is. 9:6);
· Él anunció paz para los hombres;
· Él es nuestra paz;
· Él logró nuestra paz con Dios en la cruz (2
Cor. 5:19).
Sin embargo, el resultado práctico de su
venida al mundo, y de su venida al hogar, es a veces lo opuesto a su intención.
Jesús sigue advirtiendo a sus discípulos del precio de ser sus discípulos. Cuando un miembro de una familia decide seguir a Jesús, dándole lealtad absoluta como él demanda, y si los demás miembros deciden no seguir a Jesús, o no seguirle en ese nivel de consagración, inevitablemente se produce disensión. Unos procuran seguir al Señor, y otros siguen a otros señores. Es como si una espada cayese sobre la familia: produce división.
En la sección anterior, Jesús aconseja a sus discípulos en cuanto a quien temer. Aquí aconseja a quien amar. Un costo del discipulado es el amar supremamente a Jesús (v. 37). El discípulo tiene el deber de honrar y amar a todos los semejantes, comenzando con los familiares (Ex. 20:12; Ef. 5:25 ss.). Pero el honrar y amar a Dios en primer lugar es una demanda categórica.
El principio más profundo incorporado en
las enseñanzas y vida de Jesús se encuentra en los vv. 38 y 39 (Stagg). La cruz es el
símbolo de la muerte, el entregar la cosa más preciosa que tenemos en este
mundo: la vida. Esta es la última y más rigurosa demanda de Jesús
para sus seguidores. La demanda es nada más que seguirlo, como su nombre "seguidores"
significa.
· El seguirlo a él conduce por el camino que
lleva a la cruz donde él entregó lo más precioso que tenía en este mundo;
· Su vida.
Esto lo hizo a favor
de nosotros.
El que no está dispuesto a ese nivel de amor y lealtad no es digno (v. 37) de él, es decir, no merece su gracia en la salvación, ni emplear su nombre y llamarse "cristiano". El v. 39 expresa lo mismo que el v. 38, pero al revés. Anuncia la paradoja (una aparente contradicción) en el sentido de que el que se dedica a preservar su vida (no siguiendo el camino de la cruz) terminará perdiéndola, y viceversa. El que halla y el que pierde (v. 39) son participios del tiempo aoristo que enfatizan acción, o decisión, definitiva y puntual.
Verdades Prácticas:
En todos los órdenes, la
recompensa o retribución ha sido considerada como doctrina desde la antigüedad:
castigo para los malos,
recompensas para los buenos. En un principio
este concepto no estaba muy espiritualizado. Se entendía que se materializaba la
recompensa por medio de la prosperidad económica: muchos hijos, salud física, prestigio personal y amistad con
Dios.
Los judíos más ortodoxos decían que Dios confeccionaba una lista de
acciones buenas y otra de malas.
A
fin de año Dios hacía un análisis de estas listas y de acuerdo al resultado de
este balance se podría saber cómo sería su prosperidad al año entrante. Este
balance mercantilista perdió su sentido material y temporal cuando Jesucristo
señaló sin vaguedad que la recompensa está en la apropiación del reino de Dios.
Indudablemente, la mejor recompensa de este siglo es poder ser aceptados por Dios como hijos suyos sin mérito alguno, ser hermanos de Jesucristo y coherederos juntamente con él de todas las cosas del Reino.
IV. El Premio
Compartido. Mt. 10:40–42:
Algunos opinan que el siervo del Señor no
debe pensar en recompensas, sino que debe servir por puro amor.
Por supuesto el motivo del servicio debe ser el amor al Señor, pero Jesús a
menudo se refiere a galardones.
En esta sección, Jesús dice dos cosas:
(1) Hay una relación íntima entre Jesús, sus seguidores y el
Padre; y
(2) Hay un resultado derivado de esa relación a favor de los
que colaboran con los siervos del Señor.
·
El Padre
envió a su Hijo al mundo para representarlo, y
·
El
Hijo envió a sus discípulos al mundo para representarlo a él.
Por
lo tanto:
Ø El que recibe al siervo que fue enviado por Cristo,
Ø En efecto recibe a Cristo y
Ø También al que envió a Cristo,
Ø Al Padre.
El que recibe al
profeta, o sea, a cualquier siervo enviado por
Cristo, por el hecho de que sea enviado
por él con su mensaje, recibirá parte de la recompensa que corresponde a ese
siervo, pues está participando en su ministerio. "Recibir" en este contexto
probablemente se refiere a hospedaje, o sostén financiero.
El v. 42 no enseña que uno se salva por dar agua a un discípulo "pequeño". Más bien, enseña que ese acto de proveer para un siervo del Señor es una evidencia visible de una relación salvadora de antemano, pues indica simpatía y acuerdo con el ministerio que lleva a cabo. Estos pequeñitos (v. 42) es una expresión que se refiere a los creyentes discípulos y sencillos que no se destacan.
Concluye:
Cristo nos guiará a través de los sufrimientos para
gloriarnos con Él. Los mejores preparados para la vida venidera son los que
están más libres de esta vida presente. Aunque la bondad hecha a los discípulos
de Cristo sea sumamente pequeña, será aceptada cuando haya ocasión para ella y
no haya capacidad de hacer más.
Cristo no dice que merezcan recompensa,
porque no podemos merecer nada de la mano de Dios; pero recibirán un premio de
la dádiva gratuita de Dios.
Confesemos osadamente a Cristo y mostremos nuestro amor por Él en todas las cosas.
___________
Nota y Bibliografía:
- e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 1//02//2022. MISIÓN
BAUTISTA: “Emanuel”. Ciudadela de
Noé. Los Cardos Mz. E-Lt.18. III Etapa.
Cerca del Hospital Regional II. Cel.
942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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