jueves, 27 de octubre de 2022

PARTE I: LOS JUICIOS DE JESÚS: (Jn. 18:12-14, 34)

                                                                         PARTE I:

LOS JUICIOS DE JESÚS:

 

Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron, … y le llevaron primeramente a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel añoEra Caifás el que había dado el consejo a los judíos, de que convenía que un solo hombre muriese por el puebloJesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?

(Jn. 18:12-14, 34) 


Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Se inicia aquí la descripción del arresto y los seis juicios antes de la crucifixión. Hemos comentado antes el espacio desproporcionado que los Evangelios dedican a la última semana de la vida de Jesús, a partir de la entrada triunfal en Jerusalén (Juan, 47, 6%; Marcos, 37, 5%; Mateo, 28, 6%; Lucas, 25%).

También, los seis juicios a los cuales Jesús fue sometido ocupan un espacio desproporcionado en los Evangelios en relación con la crucifixión (Mateo, 52 versículos; Lucas, 51; Juan, 45; Marcos, 42).

Plummer comenta que estos juicios ilustran los dos grandes elementos del oficio mesiánico de Jesús:

·      Por el sanedrín, fue condenado por pretender ser el Hijo de Dios;

·      Por Pilato, por pretender ser el rey de los judíos.

 

Estudiemos el siguiente grafico cronológico:

LOS JUICIOS DE JESÚS: Hechos Cronológico:

Juicios Religiosos:

Judíos

Juicio:

Referencia:

Juez:

Decisión:

Primero

Jn. 18:12-14

Anás

Concede aprobación para matar a Jesús

Segundo

Mt. 26:57-68

Caifás

Sentencia de muerte, acusación de blasfemia

Tercero

Mt. 27:1-2

Sanedrín

Legalización de la sentencia de muerte

Juicios Civiles:

Romanos

Cuarto

Jn. 18:28-38

Pilato

Inocente

Quinto

Lc. 23:6-12

Herodes

Inocente

Sexto

Jn. 18:39-19:6

Pilato

Inocente, pero entregó a Jesús a los judíos

 

 





I.     Juicios Religiosos: Judíos:

1.1.    Primero. Anás. Juan 18:12-14:

El título comandante usado en el v. 12 traduce un término compuesto que significa el líder de mil”, aunque muchas veces guiaba menos que mil (ver v. 3), a sea, la compañía de soldados romanos. La participación de los guardias de los judíos indica que este elemento también estaba unido con los romanos en el proceso.

Quizás el hecho de atar a Jesús, un hombre que no había presentado ninguna evidencia de resistencia, se debe a la acción de Pedro, o era el procedimiento normal al tomar un preso.

1) Jesús Juzgado Por Anás. Jn. 18:13-14.

El primer juicio al cual sometieron a Jesús fue ante Anás, el que antes había sido sumo sacerdote y todavía ejercía una gran influencia en la nación judía. Los sumos sacerdotes del AT., eran nombrados de por vida, pero bajo el domino romano eran puestos y depuestos según el antojo del jerarca romano.

Josefo nos informa que:

·      Anás fue designado por el prefecto romano Cirenio en el año 6 d. de J.C. y

·      Depuesto por Valerio Grato, el predecesor de Pilato, en el año 15.

·      Luego consiguió el puesto para su hijo Eleazar (16 d. de J.C.), luego para su yerno José Caifás (17-36 d. de J.C.) y después para cuatro hijos más,

·      El último llamado también Anás (62 d. de J.C.), el cual mandó matar a Jacobo.

Ayuda Hermenéutica:

 

G452 Ἄννας = Ánnas: de origen hebreo [H2608]; Anás (i.e. G367), un israelita: - Anás. (Strong)

 

H2608 חֲנַנְיָה = KJananiá: o חֲנַנְיָהוּ = KJananiáju; de H2603 y H3050; Jah ha favorecido; Jananías, nombre de trece israelitas: - Hananías. (Strong)

Este examen ante Anás sería un juicio preliminar, no oficial, relatado sólo por Juan. El hecho de que Jesús fuera llevado a Anás primero indica que todavía éste era considerado por los judíos como su legítimo líder. También sólo Juan aclara que Anás era el suegro de Caifás.

Barclay sugiere que quizás Anás insistió en que Jesús fuera llevado primero ante él porque era el dueño de los puestos en el templo donde vendían animales y hacían cambio de monedas; quería burlarse de aquél que había arruinado su negocio. El término traducido suegro se encuentra sólo aquí en el NT. La expresión aquel año no significa que Caifás fuera sumo sacerdote sólo ese año, sino que fue en aquel año cuando sucedió este evento.

El v. 14 se refiere a la profecía relatada por Juan en 11:49-51(*) (ver nota). La expresión muriese por el pueblo emplea el mismo verbo gr. y la misma preposición que en el pasaje al cual se refiere.

NOTA: (*) V.51: Juan veía en la declaración de Caifás una profecía. Dios usó a Caifás, en su calidad de sumo sacerdote, para explicar la muerte de Jesús a pesar de que Caifás no se daba cuenta de lo que hacía.

1.2.    Segundo. Caifás. Mateo 26:57-68:

Viernes: Un día de juicio y muerte.  Mt. 26:57-68.

 Jesús inició el último día de su vida terrena en estas circunstancias:

·      Arrestado en el huerto de Getsemaní por los soldados del sumo sacerdote y

·      Abandonado por sus discípulos.

Viernes sería un día largo y de sufrimiento indescriptible. Jesús tendría que soportar un total de seis juicios:

Ø Tres bajo autoridades judías y

Ø Tres bajo los romanos.

Ø El día culminaría en la crucifixión.

1) Jesús Juzgado Por Caifás y El Sanedrín. Mt. 26:57–68.

V.57: El orden del procesamiento de Jesús es como sigue:

(1) La audiencia ante Anás (Jn. 18:12-14, 19-23);

(2) El juicio ante Caifás y el sanedrín (vv. 57-68; 27:1);

(3) La primera audiencia ante Pilato (27:2, 11-14);

(4) Audiencia ante Herodes (Lc. 23:6-12); y

(5) Un segundo juicio ante Pilato (27:15-26).

El primer juicio fue informal, realizado ante Anás, ex sumo sacerdote y suegro de Caifás. Anás había sido depuesto por los romanos, pero todavía era respetado por los judíos. Sólo Juan informa de este primer juicio.

El segundo, relatado en detalle por Marcos y Mateo, tuvo lugar ante Caifás, el sumo sacerdote reconocido por los romanos:

·      Mateo menciona el tercer juicio muy brevemente (27:1),

·      Mientras que Lucas lo describe en más detalle (Lc. 22:66–71).

La jurisprudencia judía tenía una clara tendencia hacia la clemencia, pero varias de sus reglas fueron violadas en el juicio de Jesús. Por ejemplo, se prohibía sesionar de noche para juzgar a un criminal. No podían sentenciar a un criminal a muerte y ejecutar la sentencia en el mismo día.

El hecho de buscar testigos estaba en contra del espíritu de la ley. Procurar testigos falsos merecía la pena de muerte. También era un delito sobornar a los testigos. Probablemente la falta más grave que el Sanedrín cometió fue la de juzgar y sentenciar a Jesús antes de llegar él.

El Sanedrín [*] estaba ya reunido cuando llegaron los soldados con Jesús. Todo el Sanedrín (v. 59) no significa necesariamente que todo miembro, sin excepción, estuviera presente:

·      Las expresiones buscaban (v. 59) y

·   Por fin (v. 60) parecen indicar que hacía largo rato que estaban ocupados en la tarea de escuchar a muchos testigos falsos (v. 60) con el fin de encontrar a lo menos a dos que estuviesen de acuerdo y que tuviesen una acusación grave como para justificar la sentencia de muerte.

La ley exigía que hubiese dos testigos por lo menos:

·      Tal vez los miembros del Sanedrín no buscaban únicamente testigos falsos;

·      Realmente no les importaría si eran testigos verdaderos o falsos con tal de lograr su fin.

Quizá el término falso expresa más bien el resultado práctico que vio el evangelista. Marcos dice que buscaban testimonio (Mr. 14:55), pero omite el término falso.

Ayuda Hermenéutica:

 

[*] El Sanedrín (en hebreo: סנהדרין; en griego: Συνέδριον = synedrion, literalmente sentarse juntos) fue una asamblea o consejo de sabios estructurado en veintitrés o setenta y un rabinos en cada ciudad de la Tierra de Israel, que hacían la función de juez. (Fuente: Wikipedia).

Por fin, se presentaron dos que concordaron en hacer una acusación que era realmente una distorsión de lo que Jesús había dicho (v. 61; comp. 24:2; Juan 2:19–22). Es dudable que el hecho de afirmar que uno podría destruir el templo y edificarlo en tres días fuera motivo para sentenciarlo a muerte.

Sin embargo, era lo más grave que los testigos podían presentar. La acusación ni siguiera expresa fielmente lo que dijo Jesús, pues lo que él dijo fue que después de tres días lo levantaría (Juan 2:19), refiriéndose a la resurrección, pero no que lo edificaría (v. 61).

Ante estas acusaciones, Jesús guardó silencio. En esta ocasión fue un silencio sumamente elocuente:

v Por un lado, indica el control absoluto que Jesús tenía sobre sus emociones.

v Por otro lado, indica que Jesús sabía que las mentes estaban cerradas a la verdad y que sería inútil procurar defenderse.

v Además, ya había decidido permitir que lo crucificasen.

Solamente cuando Caifás le puso bajo juramento, respondió. El silencio en ese momento hubiera significado negación. Cristo e Hijo de Dios (v. 63) son títulos esencialmente sinónimos. Si era Cristo, también era el Hijo de Dios.

Sin embargo, probablemente no hubiera sido una gran ofensa pretender ser el Cristo, pues la nación vivía en esperanza de la aparición del Mesías. Por otro lado, el pretender ser el Hijo de Dios podría considerarse una blasfemia.

La Contestación De Jesús Parece Ambigua. Literalmente Dice:

v Tu dijiste (v. 64).

La respuesta fue en realidad una afirmación y así lo entendió Caifás (comp. v. 25).

La contestación, según Marcos, es aún más clara:

v Yo soy (Mr. 14:62).

Además (v. 64) introduce una promesa sorprendente que incluye citas del Salmo 110:1 y Daniel 7:13.

En efecto, como Bruce parafrasea, Jesús dijo:

v El tiempo viene cuando tú y yo cambiaremos lugares; yo seré el juez y tú el preso acusado. Diestra del poder... (v. 64) significa “diestra de Dios”.

Ø La primera parte de la cita (Salm. 110:1), introducida por de aquí en adelante (v. 64), se refiere al futuro inmediato a partir de la resurrección.

Ø La segunda parte se refiere a la parousía G3952.

Caifás entendió que las palabras de Jesús eran suficientes como para condenarlo, sin contar con el testimonio de los falsos testigos (v. 65). Por lo tanto, cumplió con el rito establecido en reacción a lo que le parecía una clara blasfemia contra Dios. Sin embargo, lo que Jesús dijo no era en realidad una blasfemia, pues no habló en contra de Dios. Que uno pretendiera ser el Mesías, en una nación que esperaba la aparición del Mesías prometido, no sería considerado como blasfemia.

Ayuda Hermenéutica:

 

G2533 Καϊάφας = Kaiáfas: de origen caldeo vallecito; Caifás, un israelita: - Caifás. (Strong)

Por lo tanto, la declaración de Caifás fue infundada y prematura. Es una evidencia más que indica que el sumo sacerdote estaba dispuesto a usar cualquier pretexto para condenar a muerte a Jesús. Una regla rabínica mandaba que, para comprobar una blasfemia, había que ponerse de pie y rasgarse las ropas, tantas como se estuviesen usando, aunque fuesen diez, y no coserlas nunca más. Es interesante que el término que Mateo emplea se refiere a la ropa exterior, pero el de Marcos a la ropa interior.

La injusticia judicial es seguida por tres indignidades personales (v. 67), las cuales representaban las formas más crueles de insultar a una persona. Puñetazos significa pegar con el puño cerrado, en este caso quizás en la cara. El verbo en griego G2852) que se traduce dar bofetadas se compone de elementos que significarían pegar con una vara pero en este caso probablemente significa pegar en la cara con la mano abierta.

Se pregunta: ¿Quiénes insultaron a Jesús así? Algunos opinan que no es probable que los miembros del Sanedrín se hayan rebajado al punto de tratar a una persona de esa manera. Probablemente fueron los guardas o siervos de Caifás (comp. Lc. 22:63). Marcos dice que fueron algunos de los que estaban allí (Mr. 14:65). El juego que emplearon indica que los ojos de Jesús estaban vendados, o que le pegaban de atrás (v. 68).

 

La Prueba Testimonial: En un juicio ordinario, cuando la imputación o atribución de delito a la persona acusada tiene evidencias suficientes para seguir el proceso, la prueba testimonial es sumamente importante. Consiste en citar a los testigos para la declaración de lo que han visto o de lo que conocen.

El testigo, que es una persona que ha visto y oído un suceso, generalmente es ajeno al proceso, pero ha sido espectador del hecho. Ha habido testigos que pretendiendo defender al acusado no han hecho otra cosa que condenarlo más aún. Sus declaraciones, por falsas, han perjudicado, ya que esto es conocido en los estrados judiciales como "obstrucción a la justicia".

Pero no debe confundirse testigos falsos con declaraciones falsas. El testigo falso carece de autenticidad por cuanto no ha presenciado el hecho, y se presenta a juicio manifestando que él ha estado en el lugar a la hora del suceso. En cambio, puede ser que siendo efectivamente un testigo fehaciente haga declaraciones que no coinciden con la verdad.

En los vv. 59 y 60 se habla de falso testimonio y testigos falsos, o sea que nos encontramos con un proceso que es una burla a la verdad y a la justicia. Eran testigos falsos que hacían declaraciones falsas. Esto había sido ya "arreglado" para hundir totalmente a Jesús; legalmente, claro está. Estos testigos no sabían en aquellos días que un día serán llamados al banquillo, pero ahora como acusados, y no habrá "arreglos" posibles para librarlos de una sentencia que dicte su culpabilidad dolorosa.

2) Pedro Niega a Jesús. Mt.  26: 69–75.

El triste evento de la negación se relata en los cuatro Evangelios. En vez de intentar encubrir la gran falta de uno de los más destacados de entre los doce, los cuatro evangelistas la describen con lujo de detalle. Este hecho en sí es una fuerte evidencia de la autenticidad de los Evangelios.

También revela la honestidad de la iglesia y una sana autocrítica. Es importante recordar que Jesús y el cristianismo perdonaron a Pedro esta falta. Es casi seguro que cuando Juan menciona al otro discípulo, se refiere a sí mismo (Juan 18:15, 16). Si es así, fue él quien introdujo a Pedro en el patio del sumo sacerdote y estuvo allí durante este episodio.

Comparando los cuatro relatos de este episodio, uno nota una serie de variantes de poca importancia y datos particulares que deben considerarse como elementos necesarios para completar el cuadro total. El v. 58 debe leerse como introducción a este evento. Pedro tenía una gran curiosidad de ver cómo terminaba aquello, o sea, el juicio ante el sumo sacerdote. Sin embargo, no quiso identificarse con Jesús; por eso le seguía de lejos hasta el patio de la casa del sumo sacerdote (v. 58).

El patio era un terreno cerrado por muros y columnas. Daba acceso a la calle, por un lado, y a la casa donde juzgaban a Jesús, por otro. Había una fogata en medio del patio donde se calentaban. Pedro se acercó demasiado para calentarse, y la luz iluminó su rostro. Mateo describe las tres acusaciones y negaciones en tres pares de:

·      vv. 69 y 70; v. 71 y

·      vv. 72; 73 y v. 74.

Obsérvese El Orden:

1) Acusación: ¡Tú también estabas con Jesús el galileo! (v. 69).

v  Negación: (delante de todos) No sé lo que dices (v. 70).

2) Acusación: Este estaba con Jesús de Nazaret (v. 71).

v  Negación: (con juramento) Yo no conozco al hombre (v. 72).

3) Acusación: Verdaderamente, tú también eres de ellos, porque aun tu modo de hablar te descubre (v. 73).

v  Negación: (Con maldiciones y juramentos) ¡No conozco al hombre! (v. 74).

En Cuanto a Las Acusaciones, Lo Encerraban Más y Más:

·      Jesús el galileo era un título muy general, pues se refiere a la provincia.

·      La segunda acusación lo identifica como Jesús de Nazaret, más específica, pues se refiere a su pueblo.

·      La tercera es aún más comprometedora, pues Pedro no podía negar que tenía un acento parecido al de Jesús y los demás discípulos.

Los galileos no podían pronunciar correctamente algunos sonidos guturales. Al intentar decir en arameo la palabra que significa hombre”, es posible que Pedro haya dicho ith en lugar de ish.

El acento galileo de Pedro era fácilmente detectable en Jerusalén. (v. 73)

Ayuda Hermenéutica:

îsh = (אִישׁ, H376), «hombre; marido; pareja; ser humano; humano; alguien; cada uno; todos». Hay cognados de esta palabra en fenicio, púnico, arameo antiguo y arábigo meridional antiguo. El nombre aparece unas 2,183 veces y en todos los períodos del hebreo bíblico. El plural de este nombre usualmente es îm, aunque 3 veces es îshîm (Salm. 53:3). (VINE).

En cuanto a las Negaciones, se nota también una progresión, cada vez más engorrosa para Pedro:

Ø En la primera, pretendió no saber a qué se refería la criada. Era una manera indirecta y suave de negarlo. Mateo observa que lo negó delante de todos (v. 70). Había muchos testigos y cada uno comenzaba a fijarse en Pedro.

Ø En la segunda, Pedro quiso reforzar su afirmación con juramento. No solo mintió, sino que se olvidó de la prohibición de juramentos en tales circunstancias (comp. 5:33–37). Tampoco utilizó el nombre de Jesús en su negación.

Ø En la tercera, parece que Pedro perdió total control de sus emociones. Comenzó (v. 74) probablemente indica que comenzó y siguió con maldiciones y juramentos en la negación. No sólo seguía de lejos a Jesús, sino también su conducta indica que estaba muy lejos, espiritualmente, de Jesús.

Tal como Jesús había anunciado, el gallo cantó en seguida de la tercera negación de Pedro. Lucas acota que en ese instante Jesús se dio vuelta y miró a Pedro (Lc. 22:61). Esa mirada de amor de parte de Jesús y el darse cuenta que había fallado a su Señor produjeron en Pedro un profundo sentido de culpabilidad. En griego hay varios términos para expresar llorar.

Uno describe el llanto en silencio, dejando caer lágrimas. Pero el que se emplea aquí (G2799) describe los gemidos audibles y fuertes que expresan una profunda angustia de alma. Amargamente (v. 75) agrega una dimensión más al sincero arrepentimiento que Pedro experimentó después.

Ayuda Hermenéutica:

klaio = (κλαίω, G2799), lamentar, ya sea con lágrimas, ya con cualquier otra expresión exterior de dolor. Se usa especialmente de llanto por los muertos (Mt. 2:18; Mr. 5:38-39; 16:10; Lc. 7:13; 8:52, dos veces; Jn. 11:31; 11:33, dos veces; Jn. 20:11, dos veces, 13,15; Hech. 9:39); también en exhortaciones (Lc. 23:28; Rom. 12:15; Stg. 4:9; 5:1); negativamente, «no llores, no lloréis» (Lc. 7:13; 8:52; 23:28; Ap. 5:5; comp. Hech. 21:13). (VINE).

1.3.    Tercero. Sanedrín. Mateo 27:1-2:


3) Jesús Juzgado Oficialmente Por El Sanedrín. Mt. 27:1, 2.

Esta sección describe el tercer juicio bajo las autoridades judaicas.

Ø La importancia del juicio se ve en el hecho de que aun a esa hora tan temprana —al amanecer (v. 1)—el Sanedrín estaba reunido en pleno.

Ø Principales sacerdotes (v. 1b) se refiere a los sumos sacerdotes.

Parece que todos se refiere a los sumos sacerdotes y ancianos, indicando una reunión en pleno.

Este tercer juicio sirvió para dar cierta apariencia de legalidad a un proceso que fue, de todos modos, ilegal en muchos aspectos.

Según la ley, una sentencia de muerte tendría que pronunciarse un día, de día, y ratificarse el día siguiente. Sin embargo, habiendo condenado a Jesús a muerte durante la noche, no quisieron esperar al día siguiente, sino que se reunieron al amanecer del mismo día para ratificar la sentencia.

Ø El consejo contra Jesús... (v. 1c) tenía el solo propósito de determinar la mejor manera de lograr su muerte, pues mucho antes habían determinado matarlo.

Ese consejo incluiría el plan para presionar a Pilato a dar visto bueno al fallo del Sanedrín.

El gobierno romano había concedido a los líderes judíos cierta libertad para gobernar y juzgar a su propio pueblo. Sin embargo, esa autoridad concedida no les permitía llevar a cabo la sentencia de muerte. Por eso llevaron a Jesús a Poncio Pilato para lograr su aprobación para crucificarlo (comp. Juan 18:31).

Poncio Pilato fue nombrado procurador, o gobernador, cuando Arquelao fue depuesto, y sirvió en esa categoría desde el año 26 a 36 d. de J.C. Su sede estaba en Cesarea y su jurisdicción incluía Judea y Samaria.

Tiberio fue emperador durante todo el ejercicio de Pilato. La personalidad de Pilato es descrita como descortés, cruel y débil. Además, manifestaba cierto desprecio hacia los judíos. Roma lo retiró de su puesto por razón de la extrema crueldad con que sofocó una pequeña revuelta en Samaria.

Ayuda Hermenéutica:

G4194 Πόντιος = Póntios: de origen latín; aparentemente con puente; Poncio, un romano: - Poncio (Pilato).

 

G4091 Πιλάτος = Pilátos: de origen latín; apretado estrechamente; i.e. firme; Pilato, un romano: - Pilato.

πίμπλημι = pimplemi. Véase G4130. (Strong).

Pilato provocó sobremanera a los judíos en muchas ocasiones, pero especialmente en dos acontecimientos que ellos consideraban sacrilegios:

v Primero, Pilato permitió que soldados romanos entrasen en Jerusalén sin sacar la imagen del emperador, o el águila romana, de su estandarte, lo cual era considerado como idolatría.

v Segundo, se apropió de los fondos del Templo para construir un acueducto.

El historiador Eusebio relata que Pilato, después de regresar a Roma, siguió el ejemplo de Judas, suicidándose.

II.    Juicios Civiles: Romanos:

2.1.   Cuarto:  Pilato. Juan 18:28-38:

El Juicio Romano. Jn. 18:28-38.

Habiendo pasado por tres juicios judíos, el proceso continúa cuando Jesús fue entregado a Pilato. Según los Sinópticos, Pilato lo interrogó, lo mandó a Herodes y éste lo devolvió a Pilato, no deseando intervenir en el asunto. Juan dedica más atención a los juicios romanos que a los de los judíos. Enfatiza el hecho de que Pilato declaró inocente a Jesús y sólo por la insistencia y amenazas de los líderes judíos accedió finalmente a que fuera crucificado.

Westcott opina que probablemente Juan habría entrado en la corte romana donde observó el desenvolvimiento del proceso, inclusive esa confrontación entre Jesús y Pilato (18:33-38). Esta conjetura, si se acepta, explicaría cómo Juan obtuvo todos estos datos que no se presentan en los Sinópticos. Los líderes judíos no se presentaron para no contaminarse ceremonialmente con los gentiles.

1) Jesús Es Entregado a Pilato. Jn. 18:28-32.

V. 28: ellos no entraron en el pretorio. El cuartel general de los romanos (también en el v.33). Como residencia de gentiles, era lugar impuro. Por eso, las autoridades judías no querían entrar, para no quedar contaminados para la Pascua. No obstante, ¡estaban dispuestos a que se cometiera el Asesinato de Jesús, sin miedo a ser contaminados por ello! Véase Mt. 27:27.

El proceso continúa con la entrega de Jesús a Pilato, el representante del gobierno romano, por Caifás, el representante oficial del judaísmo. No sabiendo la intención de los judíos, Pilato deseaba delegar la responsabilidad del juicio a los judíos porque se trataba de un asunto religioso, no civil.

Por la insistencia de los judíos, finalmente Pilato accedió a su solicitud. El juicio ante Pilato se desarrolla en siete etapas, entrando y saliendo del Pretorio:

Ø Fuera (vv. 28-32, 38-40; 19:4-7, 12-16) y

Ø Dentro (vv. 33-37; 19:1-3, 8-11).

Culpepper describe el proceso: Pilato enfrenta a los judíos afuera e interroga a Jesús adentro, dejando en suspenso hasta el fin si cederá a la presión de los judíos o defenderá a Jesús.

Los Sinópticos parecen indicar que la última cena, de la noche anterior, fue la cena pascual (ver Mt. 26:17-19; Mr. 14:14; 14:16; Lc. 22:7-8; 22:11; 22:13; 22:15). En cambio, aquí parece que la Pascua quedaba por delante.

A. T. Robertson sugiere que esta referencia no es a la cena en sí, sino a la celebración que seguía durante siete días. Otros opinan que Juan está corrigiendo una impresión equivocada en los Sinópticos.

En cambio, Brown afirma: “Jesús compareció a juicio ante Pilato y fue crucificado el día anterior a la Pascua.

El tercer juicio realizado por los líderes judíos tuvo lugar justo al amanecer, más o menos a las 6:00 h, dando validez legal a una decisión ya formada durante la noche. Según su ley, no se podía condenar a una persona a la muerte durante la noche.

También, se estableció que tenía que transcurrir un día entre la condenación de una persona a la muerte y la realización de la sentencia. Para evitar la responsabilidad de esa infracción de la ley, permitirían que Pilato estableciera la hora para la crucifixión.

Había sido una noche repleta de acontecimientos dramáticos, a partir de la cena pascual y la institución de la Cena del Señor. Ahora faltaban apenas tres horas para la crucifixión y todavía había mucho que hacer, principalmente el convencer a Pilato a dar su anuencia al veredicto judío.

 

Nótese: el deseo de Juan de marcar el contraste entre los escrúpulos religiosos de estos líderes judíos, de no entrar en un edificio de los romanos (gentiles) para evitar la contaminación ceremonial, por un lado, y su determinación de matar a un hombre inocente, por el otro.

Esta contaminación duraría siete días (Núm. 19:11), efectivamente prohibiendo la participación en la Pascua. Se discute el significado y lugar exacto del Pretorio. Parece que se refiere a la residencia oficial de Pilato, pero muchos opinan que se refiere a la fortaleza Antonia, desde dónde él podía controlar mejor las grandes multitudes que habían venido para la Pascua.

Por razones mencionadas arriba, este encuentro (v. 29) entre los líderes judíos y Pilato tuvo lugar fuera del Pretorio; y Pilato salió fuera a ellos. El intercambio comienza fuera del Pretorio y sigue allí hasta fines del v. 32. La expresión salió fuera es redundante, un mecanismo de énfasis, pues ambos términos describen la misma acción. Seguramente Pilato estaba al tanto de los escrúpulos judíos y estaba dispuesto a atenderlos afuera. Juan menciona a Pilato como si fuera bien conocido por los lectores.

Poncio Pilato ocupó el puesto de procurador romano en la tetrarquía de Judea desde 26 a 36 d. de J.C. él fue relevado de su puesto por no poder mantener la paz en su territorio. Pilato sabría el motivo de la presentación de los judíos, pues había dado permiso para la participación de sus soldados en el arresto, pero pide de ellos una declaración formal: una acusacióncontra este hombre.

Véase Parte II.




 

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