jueves, 27 de octubre de 2022

PARTE II: LOS JUICIOS DE JESÚS: (Jn. 18:12-14, 34)

                                                                      PARTE II:

LOS JUICIOS DE JESÚS:

 

Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron, … y le llevaron primeramente a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año… Era Caifás el que había dado el consejo a los judíos, de que convenía que un solo hombre muriese por el pueblo… Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?

(Jn. 18:12-14, 34) 


Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:


Al no tener una acusación contra Jesús que Pilato aceptaría, responden en una declaración general (v. 30). Parece que ellos habían esperado que Pilato aceptara su veredicto, sin entrar en detalles de su culpabilidad o no. Literalmente dicen: “si no estaba este mal haciendo…”, enfatizando una acción continua. Quieren pintar a Jesús como un criminal habitual.

Morris acota que es una acusación contra su carácter, no la mención de un crimen específico que hubiera cometido. Estaban apelando a la confianza de Pilato en el juicio que ellos habían realizado. Más adelante Pilato insiste en algo más concreto y ellos ofrecen tres causas:

v Incitación de una sedición,

v Prohibición de pagar tributo a César y

v Considerarserey de los judíos (ver Lc. 23:3).

El pronombre vosotros que se usa en el v. 31 es enfático. Es evidente que Pilato no quería tratar este pleito, quizás por darse cuenta que era motivado por un fanatismo religioso, y quizás motivado también por un sueño que su esposa había tenido (ver Mt. 27:19). Intentó en varias maneras evitar la muerte de Jesús:

Ø Aquí insiste en que los mismos judíos lo traten;

Ø Se lo envió a Herodes;

Ø Ofreció librarlo como una muestra de buena voluntad durante la Pascua; y

Ø Ofreció azotarlo y luego soltarlo.

Nada de esto satisfizo a los líderes judíos. Juan registra nada menos que tres veces que Pilato lo declaró inocente (ver v. 39; Mt. 19:4; 19:6).

La interpretación de este versículo depende en parte del tono con que Pilato se dirigía a los judíos. Al decir Tomadle vosotros y juzgadle, él ignoraba que ya lo habían juzgado, o lo decía irónicamente, sabiendo que lo querían matar.

Brown sugiere que se deben tomar en serio las palabras de Pilato: “Les ha pedido los resultados de sus deliberaciones, que ellos no le han entregado. Les dice, en consecuencia, que no le es posible organizar un juicio en tales circunstancias y que, por tanto, habrán de hacerlo ellos mismos.

La respuesta de los judíos, no nos es lícito dar muerte a nadie, también da lugar a distintas interpretaciones. Se sabe que el imperio romano daba cierta libertad a los pueblos conquistados a gobernarse y resolver pleitos dentro de ciertos parámetros.

Sin embargo, esta libertad no autorizaba a los judíos a ejecutar a algún culpable de su propio pueblo y la respuesta de los judíos reconoce este hecho.

El problema consiste en que hubo casos cuando los judíos sí mataban a los de su pueblo sin la anuencia ni la intervención de las autoridades romanas:

Ø La mujer tomada en adulterio que iban a apedrear (Mt. 8:5; ver 5:18; 7:1, 25; 8:59; Hech. 21:31), y

Ø El apedreamiento de Esteban (Hech. 7:58).

Dos explicaciones se dan en estos casos:

·      Sería más bien una reacción violenta del momento, un linchamientopor motín,

·      Que el procurador decidió no investigar, o que el procurador estaba ausente.

Lindars concluye su presentación de la evidencia a favor y en contra diciendo que, aunque el Sanedrín de vez en cuanto podía ejecutar a un judío por razones religiosas, estando ausente el procurador, no podía hacerlo estando Pilato en la ciudad.

Otra vez Juan contempla el desarrollo de los eventos como el cumplimiento de las predicciones de Jesús (v. 32). Una traducción literal, guardando el orden del texto griego, sería:

Ø Para que la palabra de Jesús sea cumplida, la cual dijo señalando con qué clase de muerte estaba a punto de morir”.

Juan recuerda a los lectores que Jesús dijo que sería levantado (ver 3:14; 8:28; 12:32), de modo que la muerte realizada por los romanos, es decir la crucifixión, cumpliría la predicción hecha antes. Veamos las citas Bíblicas mencionadas:


Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado”.  Jn. 3:14. 

La liberación del pecado descrita en Núm. 21:4-9 es un tipo de la crucifixión.

 

Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo”. Jn. 8:28. 

Levantado: Se refiere a su crucifixión.

 

Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo”. Jn. 12:32. 

Levantado en la cruz, a todos atraeré. Su gracia salvífica estará al alcance de los griegos (como los que estaban allí presentes, v. 20), así como de los judíos.

2) Jesús Examinado Por Pilato.  Jn. 18:33-40.

El escenario se cambia de la parte exterior del Pretorio a una sala interior donde Pilato pudo interrogar a Jesús sin la interrupción de los judíos. Al fin el príncipe del poderoso imperio romano estaba frente a frente con el Príncipe de paz”, el representante de César frente al Cristo eterno. El tema del intercambio se enfoca en el título rey de los judíos”. El drama se intensifica.

Culpepper nos recuerda que bajo la ley romana el juicio no se decidía por un jurado, sino que el procurador en este caso tenía autoridad absoluta para juzgar y condenar, o soltar.

Los cuatro Evangelios expresan la pregunta con las mismas palabras. En el texto griego el pronombre tú introduce la pregunta y es enfático en los cuatro Evangelios. Según Lucas (23:2), de entrada, los judíos habían acusado a Jesús ante Pilato por tres crímenes:

·      Agita la nación,

·      Prohíbe dar tributos a César y

·      Pretende ser el Cristo, un rey (ver Mt. 2:1).

Quizás esta acusación se hizo después de la que Juan registra en el v. 30.

Si esto se hizo antes de la confrontación entre Pilato y Jesús, explica por qué se comienza con esta pregunta. Si fuera así, que Jesús declaraba ser un rey, sería un rival de Pilato y del César, y probablemente recibiría la sentencia de pena capital de Pilato.

Morris sugiere que la conversación se llevó a cabo en el idioma griego, que Pilato podría entender sin intérprete, y no en arameo.

En el texto griego del v. 34 la cláusula de ti mismo inicia la pregunta y es enfática, dato que se pierde en la traducción. Pilato se sorprendió del hecho de que Jesús no se defendía; esto lo diferenciaba de la actitud común de los presos, que siempre se defendían. El acusado abre su propia interrogación.

El origen de la pregunta de Pilato es significante. Si fuera de Pilato mismo, significaría: “¿Eres tú un rey político?”, para lo cual Jesús contestaría que no”. En cambio, si se originó entre los judíos, significaría: “¿Eres tú el rey de los judíos?”, para lo cual Jesús contestaría que . Así, Jesús no podía contestar la pregunta sin saber de dónde procedía y, por eso, qué significaba. Jesús preguntaba para obtener información, no para provocar al procurador.

La respuesta de Pilato indica que la pregunta de Jesús fue un intento de saber el origen de la pregunta de aquél. Es probable que la respuesta de Pilato se haya expresado con cierto desdén o indignación: “No soy yo judío, ¿verdad?”. La pregunta anticipa una contestación negativa y el pronombre yo1) es enfático.

Además, Pilato contestó la pregunta de Jesús, indicando que las acusaciones provinieron de los mismos líderes de la nación judía. Parece que él quería ver si la respuesta de Jesús estaría de acuerdo con las acusaciones que había recibido de los judíos.

Por eso, quería saber qué había hecho. La pregunta se expresa con un verbo en el tiempo aoristo2): “¿Qué hiciste?”. Pilato estaba buscando un hecho concreto por el cual se justificaría el proceso judicial.

Otra vez en el v. 36 Jesús esquiva la pregunta de Pilato y vuelve al tema de su pretensión de ser rey. El deseo de Jesús es el de aclarar para Pilato la naturaleza de su reino y su reinado. Parece que la fuerza del término reino es más bien reinado, como lo es en el Evangelio de Mateo.

 

Nótese: que Jesús emplea tres veces el término Mi reino; en cada caso es literalmente el reino el mío o el reino que es mío (ver 8:31). Jesús establece un contraste marcado entre su reino y el del mundo. El suyo no procede de, ni pertenece a, ni es cotérmino con este mundo.

Lindars comenta que tampoco se debe pensar del reino de Jesús en el sentido metafísico, sino en términos de relación. Su reino no es uno del mundo de hombres apartados de Dios, sino un reino de hombres en relación con Dios, no secular, sino espiritual.

Además, se puede afirmar que su reino no es temporal, no es de este siglo”, ni de aquí, sino eterno, del siglo venidero”. Esta definición de su reino explica por qué no emplea un ejército de servidores para defenderse y por qué reprendió a Pedro por usar la espada. Ni en ese momento, ni antes de la resurrección (Hech. 1:6), Pedro había aprendido la naturaleza verdadera del reino de Jesús.

La pregunta de Pilato emplea una partícula griega que sólo se encuentra aquí en el NT. Se ha traducido en tres maneras, en parte debido a la ubicación del acento, y siempre con un tono de desdén. Puede ser una exclamación o una pregunta anticipando una contestación negativa o positiva.

Vincent lo traduce: “¡Así que, después de todo, tú eres rey!”. La traducción de la RVA mantiene los signos de interrogación que figura en el texto griego de las Sociedades Bíblicas Unidas.

En la respuesta de Jesús, nótese que el pronombre está en una posición enfática, con el sentido de esa es tu opinión, tu palabra o tu conclusión.

Morris piensa que la fuerza de la expresión es algo así: “Yo no dije eso, pero si tú quieres decirlo, no puedo decir queno’”.

Brown opina que es una contestación afirmativa, pero otros consideran que es una negación de ser rey, por lo menos en el sentido en que Pilato todavía lo entiende. Por eso, procede otra vez a aclarar la naturaleza de su reino.

En el texto gr. el pronombre yo es enfático e introduce la afirmación: “Yo para esto he nacido…”. Establece un contraste entre en la pregunta de Pilato y en la respuesta de Jesús.

Poncio Pilato:  Poncio Pilato fue el quinto procurador romano de Palestina donde sirvió de 26-36 d. de J.C. Se menciona su nombre en el Nuevo Testamento 53 veces.

Josefo, en sus Antigüedades, nos da mucha información adicional en cuanto a Pilato.

Filón habla de una carta de Agripa I en la cual se habla de Pilato como inflexible, terco y de disposición cruel”. El mismo autor se refiere al servicio de Pilato que se caracterizó por: “banalidad, violencia, robos, asaltos a la gente, conducta abusiva, ejecuciones frecuentes de prisioneros sin previo juicio, ferocidad interminable y salvaje.

En tiempos cuando el emperador romano era proclamado como divino, Josefo informa que Pilato introdujo estandartes con el retrato de Tiberio en Palestina, a pesar de los sentimientos religiosos de los judíos. El pueblo protestó por esta acción y organizaron una marcha hacia Cesárea, su residencia.

Se reunieron en el hipódromo donde se podían acomodar hasta veinte mil personas, pero no pudo dar cabida a la multitud que había llegado. Aunque los soldados procuraron intimidarlos, los judíos fueron desafiantes y firmes, hasta que por fin Pilato tuvo que ceder y retirar los estandartes.

Pilato era político y quería ser reconocido como amigo del César”, título dado a altos oficiales que demostraban su lealtad y servicio excepcional al Cesar del día. Los enemigos de Jesús sabían de los puntos débiles de Pilato y se aprovecharon de esto en sus acusaciones contra Jesús, diciendo que si Pilato soltaba a Jesús no era amigo del César (Jn. 19:12-16).

Pilato fue destituido por Roma cuando los samaritanos se quejaron ante Vitelio, el gobernador romano de Siria, por el asesinato de muchas personas que se habían reunido en el monte Gerizim. Pilato asumió erróneamente que estaban en rebelión contra Roma y, sin mayores averiguaciones, ordenó la matanza. Ése fue su último acto de tiranía en Palestina.

Aunque Pilato fue llamado a Roma por este acto, el emperador Tiberio murió antes de su llegada, y no se sabe más del ex gobernador; aunque hay varias leyendas en cuanto a su vida y muerte. Algunos han pensado que posiblemente se suicidó, pero no hay ninguna prueba de esto.

Para los cristianos, la condenación de Jesús parece ser la equivocación más grande de Pilato. El Nuevo Testamento lo presenta condenando a Jesús con renuencia.

Jesús introduce el propósito final de su venida al mundo con Para esto. Se debe observar los dos verbos en el tiempo perfecto3) he nacido y he venido, los cuales expresan acción en el pasado cuyos resultados continúan:

Ø Hay un propósito en su vida, Una misión divina, y

Ø Ese propósito se relaciona con la verdad.

Estos dos verbos también apuntan a la preexistencia eterna del Hijo de Dios.

En otra ocasión Jesús dijo que para juicio he venido a este mundo (Jn. 9:39), pero no hay una contradicción entre las dos declaraciones, pues la verdad establece la base para el juicio.

También, en 5:33 Jesús dice que Juan vino para dar testimonio de la verdad. Plummer insiste que hay una diferencia entre dar testimonio de la verdad, es decir, respecto de la verdad (ver 1:7, 15; 2:25; 5:31-39; 8:13-18), y dar testimonio a la verdad, es decir, en apoyo y defensa de la verdad (ver 5:33). La verdad no es un concepto abstracto, como contrario a lo falso, sino la revelación de la realidad última que es Dios mismo.

Se relaciona estrechamente con la persona de Jesús (ver 14:6), por ser él la manifestación perfecta y suprema de Dios. Jesús afirma que Todo aquel que es de la verdad, es decir, todo el que procede de la verdad, que nace espiritualmente de acuerdo con la verdad y camina en la verdad oye mi voz. Este es el sentido de la preposición gr. que se traduce de; comunica la idea de origen o fuente.

2.2.   Quinto:  Herodes. Lucas 23:6-12:

La acusación ante Pilato era realmente triple. Acusaban a Jesús de:

a) Agitación sediciosa;

b) Animar a la gente a no pagar tributo al Emperador, y

c) Atribuirse el título de rey.

Todo esto era falso, y ellos lo sabían; pero recurrieron a las mentiras más calculadas y maliciosas en su loco deseo de eliminar a Jesús.

Herodes, llamado también Herodes Antipas, estaba en Jerusalén ese fin de semana para la celebración de la Pascua. (Este fue el Herodes que mató a Juan el Bautista). Pilato pensó delegar su responsabilidad enviando a Jesús a Herodes, porque sabía que Jesús vivió y trabajó en Galilea.

Sin embargo, Herodes no fue de mucha ayuda. Fue escrupuloso con Jesús y disfrutó burlándose de Él. A pesar de ello, cuando lo envió de nuevo a Pilato, fue con el veredicto de "inocente". Si desea más información de Herodes Antipas, véase su perfil en Marcos 6.

No en vano Pilato era un oficial romano experimentado:

·      Vio sus intenciones, y

·      No tenía ningunas ganas de complacerlos.

Pero tampoco los quería ofender. Se les había escapado decir que Jesús era galileo; o lo habían dicho para añadir leña al fuego, porque Galilea era la cuna de los rebeldes.

Pero aquello le ofrecía a Pilato una salida de escape. Galilea era la jurisdicción de Herodes Antipas, que se encontraba casualmente en Jerusalén, probablemente para cumplir la Pascua. Así es que Pilato le remitió el caso a Herodes. Herodes era una persona a la que Jesús no tenía nada que decir.

¿Por Qué?:

 

i)  Herodes consideraba a Jesús un mero espectáculo, y Jesús era el Rey al que había que someterse.

El famoso maestro estoico griego Epicteto solía lamentar que había gente que venía de todo el mundo a sus clases para verle, como si fuera una estatua, y no para aceptar y poner en práctica sus enseñanzas. Jesús no es sólo una figura que vale la pena contemplar, sino el Maestro que nos enseña a vivir victoriosamente.

ii) Herodes tomó a Jesús a broma: se burló de Él, y le vistió de una ropa de rey para reírse de Él.

Para decirlo de otra manera: se negó a tomar a Jesús en serio. Se le mostró a su corte como una curiosidad divertida, y nada más. Y lo trágico es que, todavía, la inmensa mayoría de la gente se niega a tomar a Jesús en serio. Si no fuera así, prestarían más atención a su Palabra.

iii) El versículo 11 se puede traducir: “Herodes y sus soldados trataron a Jesús con desprecio”.

Y también: “Herodes, con sus soldados detrás, pensó que Jesús no tenía ninguna importancia”. Es decir: seguro en su puesto como rey, con la fuerza que le daba su guardia, pensó que ese carpintero Nazareno no tenía la menor importancia.

Y aún hay muchos que, consciente o inconscientemente, llegan a la conclusión de que Jesús no tiene ninguna importancia, que es un elemento que se puede omitir en la vida. No le dan lugar en su corazón ni influencia en sus vidas, y creen que se pueden pasar sin Él. Para un cristiano, lejos de no tener ninguna importancia, Jesús es el más importante de todo el universo.

Herodes era el gobernador medio judío de Galilea y Perea. (V. 12). Pilato era el gobernador romano de Judea y Samaria. Estas cuatro provincias, con otras más, estaban unidas bajo el gobierno del rey Herodes el Grande, pero cuando murió en 4 a.C. el reino se dividió entre sus cuatro hijos. A ninguno se les llamó rey, sino tetrarca (significaba "gobernador de un cuarto de la región").

Arquelao, el hijo que recibió Judea y Samaria, transcurridos diez años lo destituyeron y sus provincias las gobernaron una sucesión de gobernadores romanos de los cuales Pilato fue el quinto:

Herodes Antipas tenía dos ventajas sobre Pilato:

·      Venía de una monarquía heredada,

·      En parte judía, y

·      Permaneció durante más tiempo en su cargo.

En el caso de Pilato, también tenía dos ventajas sobre Herodes:

Ø Era ciudadano romano y

Ø Enviado del emperador y

Su posición la crearon para reemplazar al ineficiente medio hermano de Herodes.

No es una sorpresa, por lo tanto, que la relación de estos dos hombres fuera tensa. Sin embargo, el juicio de Jesús los unió. Debido a que Pilato reconocía la autoridad de Herodes sobre Galilea, este detuvo el sentimiento amenazante de los políticos romanos, y como ningún hombre sabía lo que debía hacer en este trance, su problema común los unió.

2.3.   Sexto: Pilato. Juan 18:39-19:6:

VV. 39-40: Pilato no tuvo el coraje de sostener su convencimiento de que Jesús era inocente (v. 38).

Barrabás era un rebelde contra Roma y, a pesar de haber cometido homicidio, quizás era un héroe entre los judíos. Los judíos detestaban que Roma los gobernase y tener que pagar impuestos al despreciado gobierno.

A Barrabás, que dirigió una rebelión fallida, lo liberaron en lugar de Jesús, el Único que en verdad podía ayudar a Israel. Si desea más información sobre Barrabás, véase la nota a Lc. 23:18-19[*].

 

NOTA: [*] Lc. 23:18, 19: ¿Quién era Barrabás? Los judíos tenían nombres que los identificaba con sus padres. A Simón Pedro, por ejemplo, se le llama Simón, hijo de Jonás (Mt. 16:17). Barrabás no se identifica por el nombre que se le dio, de ahí que no nos sea de mucha ayuda.

Barrabás significa hijo del padre”. Pudo haber sido un hijo de nadie y ese es precisamente el asunto. Barrabás, hijo de un padre sin nombre, cometió un crimen. Debido a que Jesús murió en su lugar, liberaron a este hombre. Nosotros también somos pecadores y malhechores en contra de la ley santa de Dios. Como Barrabás, sentenciados a morir.

Pero Jesús muere en nuestro lugar, por nuestros pecados y nos pone en libertad. No necesitamos ser muy importantes para aceptar nuestra libertad en Cristo. Más aún, gracias a Jesús Dios nos adopta como a hijos y nos da el derecho de llamarlo Abba, papá (véase Gál. 4:4-6).

1) Pilato Presenta a Jesús Ante La Multitud. Juan 19:1–6.

V.1. azotó. Véase Mt. 27:26:

NOTA: Mt. 27:26: Las víctimas de azotes eran desnudadas y amarradas a un poste. Luego eran golpeadas sin misericordia con un látigo fabricado con tiras de cuero trenzadas, cada una con pequeños pedazos de metal o hueso adheridos y con fragmentos de plomo atados a la punta. La flagelación arrancaba fragmentos de carne a las víctimas, muchas de las cuales no sobrevivían al tormento.

El comienzo de un nuevo capítulo no siempre indica un cambio de tema, sino el intento de dividir el Evangelio en secciones manejables. Este capítulo continúa y concluye el tema del anterior como se ve en un adverbio temporal que significa entonces o en ese tiempo, y la conjunción continuativa que también se traduce entonces”, con los cuales se inicia el capítulo.

En estos versículos se registra el evento culminante del ministerio de Jesús:

·      Su condenación,

·      Crucifixión y

·      Muerte,

Dejando los dos últimos capítulos para relatar:

Ø La resurrección y

Ø Apariciones posteriores.

En este capítulo veremos otros intentos de Pilato de librar a Jesús, declarándole inocente dos veces más, pero finalmente cediendo a la presión de los líderes judíos y entregándole para ser crucificado. Juan relata el azote de Jesús, pero no menciona específicamente el motivo que Pilato tuvo en hacerlo. Quizás fue con el fin de apelar a la simpatía humana de los judíos que, al ver a un hombre sangrando y sufriendo, quedarían satisfechos.

Uno de los problemas que surge en este capítulo es la cronología de eventos. Juan ubica el azote de Jesús antes de la sentencia de muerte, mientras que Mateo (27:26) y Marcos (15:15) aparentemente la ubican después como parte normal de la preparación para la crucifixión. Parece que Lucas (23:16, 22) está de acuerdo con Juan.

Morris comenta que no es probable que haya sido azotado dos veces.

Lenski observa que es Juan quien nos informa que Jesús no fue azotado como preparación para la crucifixión, sino que representa el intento de Pilato de librarlo de la demanda de los judíos de que fuera crucificado. La cronología de Juan parece representar correctamente la secuencia de eventos.

Es obvio que Pilato no azotó a Jesús personalmente, sino que mandó a sus siervos a hacerlo. El azote se aplicaba a los que estaban condenados a la muerte, inmediatamente antes de la crucifixión.

Vincent dice que en este caso fue aplicado ilegalmente con el propósito de satisfacer a los judíos (Lc. 23:22). Era un castigo terrible. Se ataba al condenado a una estaca y le azotaban con varas o, en el caso de esclavos, con un látigo hecho de tiras de cuero con pedazos cortantes de plomo en las puntas.

Jesús sufrió tanto en este castigo que no podía cargar su cruz. Quizás murió rápido en la cruz debido en parte a lo mismo. A veces el castigo era tan severo que los condenados morían antes de ser crucificados; inclusive se describen casos en que los huesos y aun sus órganos vitales quedaban expuestos.

En una manera increíblemente cruda y cruel, los soldados se entretenían, burlándose del Hijo de Dios (v. 2). Aparentemente, esto tuvo lugar dentro del Pretorio (ver v. 4) aunque Juan no menciona el regreso después del clamor de los judíos para la liberación de Barrabás (18:40). Es casi seguro que ellos oyeron las palabras de Pilato refiriéndose a Jesús como el rey de los judíos (18:39), y aprovechan este título como motivo de burla. No se sabe de qué planta obtuvieron las ramas con espinas para entretejer la corona.

Del término griego que se traduce corona = (stefanos G4735) proviene el nombre Esteban y se refiere a una corona de victoria en vez de una corona real (diadema   G1238). No se sabe si los soldados le pusieron la corona como instrumento de tortura, o si tenía el significado de victoria, como burla de uno vencido, o si los soldados se burlaban de sus pretensiones de ser rey”.

El hecho de vestirle con un manto de púrpura, color real, indicaría la intención de burlarse de él por pretender ser rey. Si es así, probablemente ambos actos se hicieron como burla de sus pretensiones reales.

La descripción del v. 3 es vívida, con tres verbos en el tiempo imperfecto, indicando acción continua o repetida:

Ø Estaban viniendo”,

Ø Estaban diciendo” y

Ø Estaban dándole”.

El término ¡Viva…! es un verbo en el tiempo presente, modo imperativo, segunda persona. Significa:

·      Sé gozoso”,

·      Regocíjate”,

·      Salud” y

Se usaba como una salutación.

Mateo y Marcos describen el acto burlón en que los soldados se arrodillaron ante él y escupieron sobre él.

El término bofetadas es el mismo que se emplea en 18:22. Este trato humillante viene a ser una parte de lo que Pablo describe al decir se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte…” (Filp. 2:8). En todo este proceso, no hay evidencia de que Jesús se haya quejado, ni resistido. Muchos siglos 740-680 a.C., antes el profeta lo describe así:

 

Ø Como un cordero, fue llevado al matadero; y como una oveja que enmudece delante de sus esquiladores, tampoco él abrió su boca (Is. 53:7).

 

NOTA: Is. 53:7-9: la pasividad del Siervo. No abrirá su boca (v. 7). Véase Mt. 26:63-64; Jesús afirmó su deidad cuando fue puesto bajo juramento. El v. 8 puede ser parafraseado así:Fue muerto mediante opresión, y ¿Quién de entre su generación entendió que Él fue muerto por la transgresión de mí pueblo?”. Los soldados intentaron enterrarlo con los malvados ya que lo consideraban un delincuente. Sin embargo, recibió honorable sepultura en la tumba de José de Arimatea. comp. v. 9 con Mt. 27:57-60.

 

En el v. 4 se cambia el escenario. Esta es la tercera vez (vv. 4–7) que Pilato sale al pórtico para dirigirse a los judíos que estaban esperando afuera. Parece que Pilato salió primero y avisó a la multitud de su propósito de traer a Jesús afuera y, a la vez, anunció su veredicto.

En la ocasión anterior (ver 18:38–40) Pilato dejó a Jesús adentro cuando salió y lo declaró inocente, pero esta vez propone traerlo afuera. Aquí, pues, tenemos la segunda vez que el procurador romano declara la inocencia de Jesús, como si dijera: “No hallo ninguna causa en él que merezca el juicio.

El aspecto de Jesús, al salir del recinto al pórtico (v. 5), debe haber sido lastimoso. El significado de la exclamación de Pilato ¡He aquí el hombre! ha sido interpretado en varias maneras.

 Beasley-Murray, siguiendo la opinión de Bultmann, sugiere que el intento de Pilato era el de demostrar lo inofensivo y lo ridículo de Jesús, con la esperanza de satisfacer las demandas de los judíos sin crucificarlo.

En esta línea de pensamiento, Brown agregaría una pregunta que acompaña la exclamación: “¿Quién tomaría en serio a semejante persona?”.

Morris cita a Abbott, quien opina que el sentido de la exclamación es mirad este pobre hombre, con un tono despectivo.

Plummer cree que la expresión conlleva lástima y no desprecio.

En cambio, Lohse entiende que Pilato habría estado tan impresionado con Jesús que su intención en la exclamación es: Aquí hay todo un hombre”. No falta quien piense que la expresión se refiere a la descripción del Siervo sufriente de Isaías 53. Otros creen que significa meramente: “Aquí está el acusado”.

Si hemos interpretado correctamente el intento de Pilato de evitar la crucifixión de Jesús por azotarlo y humillarlo, ciertamente fue sorprendido y frustrado. Juan tiene el cuidado de aclarar que son los líderes religiosos (v. 6) los que tienen sed de sangre”. La gritería habrá sido impresionante. La presencia de Jesús, en vez de despertar lástima entre los líderes, los volvió locos”, ¡un fanatismo descontrolado!

El verbo traducido gritó está en el tiempo aoristo ingresivo, indicando acción comienza. Los verbos ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! son imperativos de mando. Los líderes estaban ordenando al procurador romano realizar algo que él persistentemente procuró evitar. No hay un objeto directo del verbo, sólo “¡Crucifica! ¡Crucifica!”.

Concluyó:

A pesar de que el juicio de Jesús duró menos de dieciocho horas, lo presentaron ante seis auditorios diferentes. Debido a que el oficio de sumo sacerdote era vitalicio, Anás aún era el sumo sacerdote oficial ante los judíos, aunque los romanos eligieron a otro. Anás todavía tenía una gran influencia ante los miembros del Sanedrín.

Pilato le hizo azotar, permitiendo a los soldados presentar una coronación burlesca y luego sacar ante el pueblo la figura patética de Jesús, en la esperanza de que el castigo les dejaría satisfechos.

Aunque Jesús tuvo el Poder para Crear Un Universo, se entregó voluntariamente a Sus captores y a la cruz que le aguardaba. Mucho antes de que tuviera lugar esta escena, Jesús les dijo a sus oyentes que nadie podía quitarle la vida, sino que ÉL la ponía voluntariamente (Juan 10:18). Esta actitud de entrega voluntaria fue profetizada por Isaías, quien escribió: “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. (Is. 53:7). 

El sacrificio personal de Cristo, a semejanza del de un Cordero, es una muestra maravillosa de la grandeza de Su amor. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. (Jn. 15:13).  Piénsalo ¡Hasta tal punto te amó Jesús!

 

LAS MANOS TRASPASADAS DE JESÚS REVELAN EL CORAZÓN INUNDADO DE AMOR DE DIOS  

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Nota y Bibliografía:

1) ego = (ἐγώ, G1473), caso nominativo del pronombre personal de la primera persona. Sin embargo, generalmente no se emplea en griego como tampoco en castellano, estando implicado en la desinencia verbal; así, luo significa «desato». Cuando el pronombre ego se añade al verbo, es casi invariablemente, por no decir que siempre, enfático. El énfasis puede no ser demasiado evidente en algunos casos, como por ejemp., Mt. 10:16, pero incluso ahí puede ser tomado en el sentido de que hay algo más de énfasis que si se omitiera el pronombre. Con mucho, el mayor número de los casos se encuentra en el Evangelio de Juan, y ello en declaraciones del Señor acerca de sí mismo (por ejemp. 4:14, 26, 32, 38; 5:34, 36, 43, 45; 6:35, 40, 41, 48, 51, dos veces, 63, 70). Ejemplos en las Epístolas son Rom. 7:9, 14, 17, 20, dos veces, 24, 25. Hay más en este capítulo que en cualquier otro fuera del Evangelio de Juan.

En otros casos del pronombre aparte del nominativo, es por lo general más necesario para expresar el sentido, aparte de cualquier énfasis.

Notas:

(1) Kago (esto es, kai ego) significa «aun yo» o «también yo» (por ejemp., Mt. 2:8; 10:32-33); se traduce «y yo» en pasajes como Mt. 11:28; Lc. 2:48, etc.

(2) Para jemautou, traducido «como yo» en 1 Cor. 7:7. (VINE).

2) El aoristo es un tiempo que no existe en el español. Tiene un significado muy especial y propio, y ello precisamente en el Nuevo Testamento. Expresa una acción completa o acabada, una acción única o algo acontecido de repente. Es algo así como un punto” (pasado) en la línea del tiempo. En un determinado momento me fue dado (aoristo) un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás, pare que constantemente me abofetee (presente); y el Señor me dijo: ‘Mi gracia te basta en todo momento’ ”  (2 Corintios 12:7-8). (Fuente: Clave Lingüística Del NT. Griego. Edit. La Aurora).

3) El perfecto del idioma griego une en sí el presente y el aoristo. Indica que una acción determinada, con un inicio o comienzo definido y su conclusión en el pasado, aún perdura en el presente con plena validez. El capítulo tercero de Juan habla den Nuevo Nacimiento. Por eso encontramos allí el aoristo. ¿“Cómo puede uno nacer nuevamente siendo ya viejo? Jesús respondió: ‘En verdad, en verdad te digo, que el que no haya pasado en un determinado momento por un nacimiento de agua y de Espíritu (no “nazca”, “naciere”; = aoristo), no puede entrar en el Reino de Dios’ ”. (Juan 3:4-5). (Fuente: Clave Lingüística Del NT. Griego. Edit. La Aurora).  

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-  Biblia de Estudio RYRIE.

-  Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 16//6//2021. MISIÓN BAUTISTA Emanuel”. AA-HH. Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz.E-Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 937-608382-Tumbes.

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