martes, 1 de noviembre de 2022

Parte I: Martín Lutero 1483-1546 Trento: Otros:

                                                                         Parte I:

Martín Lutero 1483-1546 Trento: Otros: 

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

INTRODUCCIÓN:

Martín Lutero, nacido como Martin Luder,[1] después cambiado a Martin Luther, como es conocido en alemán (Eisleben, Alemania, 10 de noviembre de 1483-ibídem, 18 de febrero de 1546), fue un teólogo y fraile católico agustino que comenzó e impulsó la reforma religiosa en Alemania, y en cuyas enseñanzas se inspiró la Reforma Protestante y la doctrina teológica y cultural denominada luteranismo.

Lutero se caracterizó por exhortar a que la Iglesia cristiana regresara a las enseñanzas originales de la Biblia, impulsando con ello una reestructuración de las iglesias cristianas en Europa. La reacción de la Iglesia católica ante la reforma protestante fue la Contrarreforma. Sus contribuciones a la civilización occidental se llegan a considerar más allá del ámbito religioso, ya que sus traducciones de la Biblia ayudaron a desarrollar una versión estándar de la lengua alemana y se convirtieron en un modelo en el arte de la traducción. Su matrimonio con Catalina de Bora el 13 de junio de 1525 inició un movimiento de apoyo al matrimonio sacerdotal dentro de muchas corrientes cristianas.

Hijo de Hans y Margarethe Luder, Martín nació el 10 de noviembre de 1483, y fue bautizado el día que se celebraba la festividad de San Martín de Tours. En 1484 la familia se trasladó a Mansfeld, donde su padre dirigía varias minas de cobre. Habiéndose criado en un medio campesino, Hans Lutero ansiaba que su hijo llegara a ser funcionario civil para darle más honores a la familia. Con este fin, envió al joven Martín a varias escuelas en Mansfeld, Magdeburgo y Eisenach.

En 1501, a los 18 años, Lutero ingresó en la Universidad de Erfurt, donde tocaba el laúd y recibió el apodo de El filósofo.

Lutero recibió el grado de bachiller en 1502 y una maestría en 1505, como el segundo de 17 candidatos.[2] Siguiendo los deseos de su padre, se inscribió en la Facultad de Derecho de esta universidad. Pero todo cambió durante una tormenta eléctrica en 1505. Un rayo cayó cerca de él mientras regresaba de una visita a la casa de sus padres. Aterrorizado, gritó:

·      «¡Ayuda Santa Ana! ¡Me haré monje!».

Salió con vida y abandonó la carrera de Derecho, vendió sus libros con excepción de los de Virgilio y entró en el monasterio agustino de Erfurt el 17 de julio de 1505.[3]

 

1) Su Vida Monástica y Académica:

Existen desacuerdos sobre la neutralidad en el punto de vista de la versión actual de este artículo o sección.

En la página de discusión puedes consultar el debate al respecto.

El joven Lutero se dedicó por completo a la vida del monasterio, empeñándose en realizar buenas obras con el fin de complacer a Dios y servir a otros mediante la oración por sus almas. Su vida se complicó cuando se dedicó con mucha intensidad al ayuno, a las flagelaciones, a largas horas en oración, al peregrinaje y a la confesión constante. Cuanto más intentaba agradar a Dios, más se daba cuenta de sus pecados.[4]

Johann von Staupitz, el superior de Lutero, concluyó que el joven necesitaba más trabajo para distraerse de su excesiva reflexión, y ordenó al monje que comenzara una carrera académica.

En 1507 Lutero fue ordenado sacerdote, y en 1508 comenzó a enseñar Teología en la Universidad de Wittenberg. Lutero recibió su grado de bachiller en Estudios Bíblicos el 9 de marzo de 1508.

El 21 de octubre de 1512 fue "recibido en el Senado de la Facultad de Teología", dándole el título de Doctor en Biblia. En 1515 fue nombrado vicario de su orden, quedando bajo su cargo once monasterios.[5]

Durante esta época estudió el griego y el hebreo para profundizar en el significado y los matices de las palabras utilizadas en las Escrituras, conocimientos que luego utilizaría para la traducción de la Biblia judía.

2) Teología De La Gracia De Lutero:

Las ansias de obtener grados académicos llevaron a Martín Lutero a estudiar las Escrituras en profundidad. Influido por la vocación humanista de ir ad fontes a las fuentes»), se sumergió en el estudio de la Biblia y de la Iglesia primitiva. Debido a esto, términos como la penitencia y la probidad tomaron un nuevo significado para Lutero, convencido ahora de que la Iglesia había perdido la visión de varias verdades centrales que el cristianismo enseñaba en las Escrituras, siendo una de las más importantes de ellas la doctrina de la justificación sólo por la fe. Lutero empezó a enseñar que la salvación es un regalo exclusivamente de Dios, dado por la gracia a través de Cristo y recibido solamente por la fe.[6]

Más tarde, Lutero definió y reintrodujo el principio de la distinción propia entre la Ley de Moisés y los Evangelios que reforzaban su teología de la gracia. Como consecuencia, Lutero creía que su principio de interpretación era un punto inicial esencial en el estudio de las Escrituras. Notó que la falta de claridad al distinguir la Ley Mosaica de los Evangelios era la causa de la incorrecta comprensión del Evangelio de Jesús en la Iglesia de su época, institución a la que responsabilizaba de haber creado y fomentado muchos errores teológicos fundamentales.

3) La Teología Luterana:

Desligado de la obediencia romana, Martín Lutero emprendió la reforma de los sectores eclesiásticos que le siguieron y que conformaron la primera Iglesia protestante, a la cual dotó de una base teológica. El luteranismo se basa en la doctrina (inspirada en escritos de San Pablo y de San Agustín) de que el hombre puede salvarse sólo por su fe y por la gracia de Dios, sin que las buenas obras sean necesarias ni mucho menos suficientes para alcanzar la salvación del alma; en consecuencia, expedientes como las bulas que vendía la Iglesia católica no sólo eran inmorales, sino también inútiles.

Lutero defendió la doctrina del «sacerdocio universal», que implicaba una relación personal directa del individuo con Dios en la cual desaparecía el papel mediador de la Iglesia, privando a ésta de su justificación tradicional; la interpretación de las Sagradas Escrituras no tenía por qué ser un monopolio exclusivo del clero, sino que cualquier creyente podía leer y examinar libremente la Biblia, la cual debía ser traducida, por consiguiente, a idiomas que todos los creyentes pudieran entender. El propio Lutero la tradujo al alemán, creando un monumento literario de gran repercusión sobre la lengua escrita en Alemania en los siglos posteriores.

También negó otras ideas asumidas por la Iglesia a lo largo de la Edad Media, como la existencia del Purgatorio o la necesidad de que los clérigos permanecieran célibes; para dar ejemplo, él mismo contrajo matrimonio con una antigua monja convertida al luteranismo. De los sacramentos católicos, Lutero sólo consideró válidos los dos que halló reflejados en los Evangelios, es decir, el bautismo y la eucaristía, rechazando los demás.

Al rechazar la autoridad centralizadora de Roma, Lutero proclamó la independencia de las Iglesias nacionales, cuya cabeza debía ser el príncipe legítimo de cada Estado; la posibilidad de hacerse con el dominio de las Iglesias locales (tanto en su vertiente patrimonial como en la de aparato propagandístico para el control de las conciencias) atrajo a muchos príncipes alemanes y facilitó la extensión de la Reforma. Tanto más cuanto que Lutero insistió en la obediencia al poder civil, contribuyendo a reforzar el absolutismo monárquico y desautorizando movimientos populares inspirados en su doctrina, como el que desencadenó la «guerra de los campesinos» (1524-25).

La extensión del luteranismo dio lugar a las «guerras de religión» que enfrentaron a católicos y protestantes en Europa a lo largo de los siglos XVI y XVII, si bien las diferencias religiosas fueron poco más que el pretexto para canalizar luchas de poder en las que se mezclaban intereses políticos, económicos y estratégicos. El protestantismo acabó por consolidarse como una religión cristiana separada del catolicismo romano; pero, a su vez, también se dividió en múltiples corrientes, al aparecer disidentes radicales en la propia Alemania (como Thomas Münzer) y al extenderse el protestantismo a otros países europeos, en donde aparecieron reformadores locales que crearon sus propias Iglesias con doctrinas teológicas diferenciadas (como en la Inglaterra de Enrique VIII o la Suiza de Ulrico Zuinglio y Juan Calvino).

 

1483

1501

1502

1505

1507

1512

1517

Martín Lutero nace el 10 de noviembre.

Se matrícula en la Universidad de Erfurt, tercera universidad más grande en Alemania

El 29 de septiembre se gradúa de bachiller en Artes.

Enero 7: obtiene una maestría en Artes; Julio 2: hace votos para ser monje; Julio 17: entra al monasterio de los agustinos en Erfurt.

Ordenado sacerdote. Celebra su primera misa.

El 19 de octubre se gradúo de doctor en teología en Wittenberg y es nombrado profesor de Sagrada Escrituras.

Septiembre: 97 Tesis contra los escolásticos; 31 de octubre: 95 Tesis sobre las indulgencias.

I. MARTÍN LUTERO:

(1483-1546)

La Alemania en que nació Lutero se encontraba dividida en un gran número de principados y territorio semiindependiente, que juntos formaron parte del imperio medieval.

I.      El Descubrimiento Del Evangelio:

¿Cuál fueron los factores y los pasos que llevaron a Lutero a su experiencia de la Gracia de Dios y de la Justificación por la fe? Aquí mencionamos diferentes elementos que no se daban en forma sucesiva sino más bien al mismo tiempo.

1.1.   La Universidad De Erfurt:

En el tiempo de Lutero, todo estudio universitario se centraba en Aristóteles, el filósofo”. En Erfurt, sin embargo, este estudio era más bien crítico del filósofo.

Un antiguo rector de la universidad, Juan de Wesel, había enseñado que las indulgencias eran un engaño piadoso, que los laicos deberían recibir la copa en la eucaristía y que la autoridad de las Escrituras estaba por encima de papas y concilios. Aunque Wesel fue muerte como hereje, sus conceptos perduraron en la universidad.

Se daban en la teología de este tiempo dos tendencias básicas:

·  La primera se llamaba la vía antigua o realismo”, y se identificaba con los grandes escolásticos Tomás de Aquino y Duns Escoto.

·   La otra se llamaba la vía moderna o nominalismo”, y se identificaba con Guillermo de Ocam y Gabriel Biel.

Sin entrar en detalles, destacamos que los nominalistas dudaban de la capacidad racional del hombre y por lo tanto cuestionaban la especulación teológica. Según ellos, no se podía afirmar nada en cuanto a la doctrina más allá de lo que Dios mismo había revelado en las Escrituras. En la ciencia, la base de nuestro conocimiento es la experiencia, mientras que en la teología la Escritura forma la base.


En el mundo iberoamericano, donde las tensiones entre católicos y evangélicos son todavía marcadas, es preciso conocer mejor a este hombre para saber qué motivó la Reforma Protestante.

Aun cuando Lutero llegó a criticar fuertemente a los teólogos nominalistas, siempre se movía dentro de la estructura conceptual del nominalismo.

En la Universidad de Erfurt, Lutero también experimentaba alguna influencia del humanismo. Este era un movimiento intelectual del Renacimiento que se caracterizaba por su aprecio a los tesoros de la Edad Clásica, por su interés en los idiomas griegos y hebreo y por su empeño en volver a las fuentes de la fe cristiana. Se despertó así en Lutero el interés en el griego y en el hebreo, que le sirvió luego en su estudio y su traducción de la Biblia.

1.2.   Pecador Ante Un Dios Santo:

Lutero compartir los temores típicos de la religiosidad popular de su tiempo, el concepto de que era sumamente difícil alcanzar los cielos y que el cristiano encontraba obstáculos sin número en su intento por hacerlo. Compartía la conciencia de que el monasterio representaba el camino más seguro para alcanzar la salvación.

En la teología medieval la justificación se entendía como un proceso por el cual una persona era hecho justa”. La gracia se entendía como una gracia infusa”, por la cual Dios le daba el poder al hombre para hacer la voluntad de Él. Esta gracia especial la repartía la iglesia por medio de los sacramentos. Al hombre le tocaba cooperar con esa gracia de tal forma que mereciera el cielo. Quedaba así un énfasis exagerado en las buenas obras del hombre y en los medios que la iglesia ponía a su alcance para recibir la gracia necesaria.

El monasterio ofrecía un camino de renuncia por medio de comida sencilla, vestido rústico, trabajo de día, vigilias de noches, ayunos, castigos de la carne y auto humillación.

Pero por este camino Lutero no encontró paz con Dios. Su primera misa en mayo de 1507, fue una experiencia aterradora para él. Sentirse en la presencia de un Dios Santo y justo, sabiendo que era pecador indigno, casi lo lleva a huir del altar.

No luchó directamente con las tentaciones carnales sino con la pregunta de cómo podía ser acepto ante Un Dios Santo. La mortificación de la carne no le sirvió.

Al pecador atormentado la iglesia ofrecía también el camino de las indulgencias. En diferentes formas (por peregrinajes, mediante reliquias, etc.) podía obtener méritos de los santos del pasado, para así estar seguro de no tener que sufrir más adelante en el purgatorio.

Cuando Lutero visitó Roma en 1510 y tuvo la oportunidad de conseguir cuantas indulgencias quisiera, le acosó la duda en cuanto a si era posible manipular a Dios en esta forma, si realmente podían ser eficaces las indulgencias. Con tal duda, ya las indulgencias[7] no podían brindarle paz.

En sí, la sola confesión de sus pecados ante un confesor, debiera haber sido suficiente para asegurase del perdón. Pero la eficacia de la confesión radicaba en la realidad de la contrición de parte del pecador. ¿Cómo podía uno estar seguro de que se sentía lo suficientemente avergonzado por su pecado? Además, para ser perdonado, el pecado tiene que ser confesado. ¿Qué tal si a uno se le olvida algún pecado? La confesión tampoco brindaba paz.

Lutero mismo nos dice que llegó hasta a odiar a Dios y casi se desespera por si tal cosas era blasfemia, si tal vez había cometido el pecado imperdonable.

1.3.   La Preparación Académica:

Fue durante sus estudios para el doctorado, por su lectura del nominalismo Biel y de Agustín, que Lutero empezó a cuestionar la influencia de Aristóteles en la teología de su tiempo.

Unos dos meses antes de estallar la controversia sobre las indulgencias, Lutero, presentó sus famosos 97 Tesis contra los escolásticos, poco comentadas.

La teología escolástica, había incorporado los conceptos y categorías filosóficas de Aristóteles en forma integral. No era posible, en la iglesia medieval, entender la doctrina:

·      De la gracia,

·      De la transubstanciación, y

·      Otras,

·      Aparte de Aristóteles.

Esta crítica de Lutero puso en tela de juicio buena parte de la doctrina de la iglesia de su tiempo.


En Erfurt, donde Lutero estudiaba derecho, sus compañeros lo llamaban “el filósofo”, “el músico”, y hablaban de la manera como tocaba el laúd, cantaba, y la habilidad con que participaba en los debates.

 

FACTORES QUE FAVORECIERON LA REFORMA PROTESTANTE

La pérdida de prestigio del papado. De 1309 hasta 1377 los papas habían sido prácticamente prisioneros del rey de Francia, trasladando su sede de Roma a Avifión. De 1378 a 1417 la iglesia vivió la vergüenza de tener dos (y a veces tres) papas rivales. Muchos teólogos consideraban un concilio de la iglesia de mayor autoridad que el papa. Tanto el poder político, la prosperidad, como la corrupción del papado rebajaron la dignidad del oficio.

El Renacimiento era un movimiento cultural que promovió el estudio de la historia, de los idiomas bíblicos, de los padres de la iglesia y de la Biblia misma. Chocaba en muchos puntos con el tradicionalismo de la iglesia. Su representante más conocido es Erasmo de Rotterdam.

Los teólogos Juan Wyclif (1329-1384) y Juan Hus (1373-1415) levantaron su voz contra los abusos en la iglesia.

La técnica de la imprenta, descubierta a mediados del siglo XV facilitó la comunicación y difusión de las ideas. Aunque Lutero nunca aceptó pago por sus obras, quienes las publicaron se hicieron ricos.

La fragmentación del imperio en territorios y ciudades, permitió la aceptación de la Reforma en diversas partes aun contra la voluntad del emperador.

La amenaza de los turcos que requería de un frente político unido, impidiendo que el emperador persiguiera a los príncipes que favorecieron la Reforma.

 

1.4.   El Estudio Y La Biblia:

Después de recibir su doctorado en 1512, Lutero empezó a enseñar Biblia en la Universidad de Wittenberg.

En 1515 inició sus conferencias sobre Romanos. Parece que luchó profundamente con la frase de Romanos 1:17, “la justicia de Dios se revela en el evangelio”. Su formación le había llevado a entender esta justicia de Dios como aquellas por la cual Él condenado al pecador. Nos cuenta cómo luchó con esta frase: “Hasta que, al fin, por piedad divina y tras meditar noche y día, percibí la concatenación de los dos pasajes: “La justicia de Dios se revela en (el evangelio)”, “conforme está escrito: el justo vive de la fe”. Comencé a darme cuenta de que la justicia de Dios no es otra que aquella por la cual el justo vive el don de Dios, es decir, de la fe.

El significado de la frase era el siguiente: por medio del evangelio se revela la justicia de Dios, o sea, la justicia pasiva, en virtud de la cual Dios misericordioso nos justifica por la fe, conforme está escrito: “el justo vive de la fe”. Me sentí entonces un hombre renacido y vi que se me habían franqueado las compuertas del paraíso.

Entendió la “justicia de Dios” ya no como algo que el hombre tiene que alcanzar por su propio mérito, sino como algo que el hombre alcanza por la fe. El hombre es justificado delante de Dios no por las obras sino por la fe. Dios declara justo al pecador que cree en Jesucristo. Con esto Lutero sintió que había encontrado la respuesta a su largo lucha en busca de la paz con Dios. Y vio que este camino de la justificación distaba mucho de lo que la iglesia de su tiempo predicaba y practicaba.

Los conceptos que Lutero fue encontrando en su estudio de la Biblia se cristalizaron más en los años siguientes, pero ahora su lucha por encontrar paz con Dios llegó a su término. Nos encontramos, al final de este proceso, con un teólogo maduro, de un conocimiento y una habilidad muy amplia, capaz de enfrentarse con los teólogos más destacados de su tiempo en pie de igualdad.

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Nota y Bibliografía:

1. www.luther.de: Infancia y juventud.

2. Schwiebert, p. 128.

3. Schwiebert, p. 136.

4. Roland H. Bainton, "The Gospel," en Here I Stand: a Life of Martin Luther (New American Library, 1950), pp. 40-42.

5.  Ibid.

6. Markus Wriedt, "Luther's Theology," en The Cambridge Companion to Luther (Cambridge University Press, 2003), pp. 88-94.

7.  Indulgencia. (Del lat. indulgentĭa). f. Facilidad en perdonar o disimular las culpas o en conceder gracias. 2. Remisión ante Dios de la pena temporal correspondiente a los pecados ya perdonados, que se obtiene por mediación de la Iglesia. □ V. viernes de ~s. Microsoft® Encarta® 2009.

-      DE PASTOR A PASTOR: Un tarjetero pastoral 1995 LOGOI, Inc.

-    Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 24//01//2016. MISIÓN BAUTISTA Emanuel”. AA-HH- Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 942-562691-Tumbes.


charlyibsh@hotmail.com

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Véase Parte II:

 

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