jueves, 1 de diciembre de 2022

EL CANTAR DE LOS CANTARES: (Cantares 7:1-13)

 

EL CANTAR DE LOS CANTARES:

(Cantares 7:1-13)

 Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

VV. 1-9. Aquí Salomón exalta la belleza física de su esposa. Sus ojos centelleaban y brillaban como estanques; su nariz al parecer era distinguida (v.4). El Carmelo era notorio por su belleza.

9) El Amado. Cant. 7:1-9.

El amado parece ser el que responde a la pregunta que levanta su amada (6:13b). La respuesta se presenta en dos partes:

·  En la primera (vv. 1-5), el amado parece repetir algunas metáforas y comparaciones anteriores (4:1-6; 6:5-7), agregando nuevos elementos.

·      En la segunda (vv. 6-9), la descripción es más íntima y personal.

En ambos casos, el contenido de la descripción es bien explícito y erótico.

El amado comienza su primera alabanza de ella a la altura de sus pies y va subiendo hasta llegar a la punta de su cabeza. Por 6:13b da la impresión como que la Sulamita está danzando delante de él con ropas muy sutiles o totalmente desnuda, de manera que sus encantos físicos quedan bien a la vista.

Es natural que, a la inversa de las descripciones anteriores que comienzan en la cabeza, aquí el amado se fije primero en los pies de su esposa. Ella está danzando con sandalias muy atractivas, que destacan la belleza de sus pies en movimiento. Ella sabe moverse cuando baila, de tal modo que sus caderas parecen más redondeadas y seductoras. ¡Sus caderas son una joya! ¡Sus muslos están tan bien torneados que son obra de las manos de un artista!

Los ojos del amado pasan de las caderas en movimiento ondulante al vientre desnudo, que también se mueve de manera sugestiva. La palabra traducida ombligo (sarr[1]  H8270) muy probablemente se refiere a toda la zona genital femenina. La palabra árabe sirr indica las partes “secretas”. La raíz sr significa un valle o un lugar para ser cultivado.

Ayuda Hermenéutica:

 

שֹׁר = shor H8270 de H8324; cuerda (como retorcida [Compárese con H8306]), i.e. (especialmente) cordón umbilical (también figurativamente como centro de fuerza): - ombligo. (Strong).

La idea de “arar” como eufemismo para la relación sexual está bien atestiguada en la literatura. De ser así, las partes íntimas de ella no sólo estaban perfumadas, sino que eran promesa de gran placer (vino). De allí, el amado pasa a describir el vientre propiamente dicho, es decir, la parte baja del abdomen, por debajo del ombligo.

La referencia al montón de trigo puede querer significar el color de la piel en esa parte del cuerpo, mientras que la expresión rodeada de lirios puede ser una referencia al vello púbico. ¡Este hombre no deja de ponderar cada solo centímetro cuadrado del cuerpo de su amada, con el lenguaje más exquisito que uno se pueda imaginar! La mención de los dos pechos repite su alabanza Cant.4:5, sólo que aquí la comparación con los venaditos y los mellizos de gacela parece más adecuada, en razón de los movimientos de la mujer mientras danza.

Un Contraste Marcado:


Hay un contraste marcado entre las palabras que se expresan aquí por el autor de los Cantares y algunos conceptos contemporáneos que rechazan la igualdad.

 

Sorprende ver que este tema genera reacciones "violentas" en muchos hermanos cuando se analiza la IGUALDAD en la interacción de la pareja. Pesan sobre nuestras espaldas interpretaciones parciales de las Escrituras, una historia machista y la propia historia personal.

 

No por nada el tema de los papeles es uno de los temas principales en los conflictos de pareja. En Cantares vemos a una pareja darse el mismo lugar. El machista es alguien con un profundo sentimiento de inferioridad y resentimiento hacia la mujer; su búsqueda es racionalizar argumentos que le permitan cubrir sus propios conflictos con el sexo opuesto.

El recorrido de la mirada del amado sigue ahora más arriba, para presentar símiles repetidos, pero modificados. En 1:10 y 4:4, el cuello aparece rodeado y engalanado con bellos collares; aquí se lo alaba por su belleza natural (su dignidad, torre; y su color, marfil). Los ojos, que anteriormente se los comparó con los tonos iridiscentes de la malva y el gris de las palomas (1:15; 4:1; etc.), aquí son descriptos como estanques, es decir, calmos, profundos.

Cerca de los ojos está la nariz, que es mencionada aquí por primera vez. Se la compara con la torre del Líbano. Es probable que el símil se refiera a la blancura (laben  H3836, “ser blanco”) de la nariz, más que a su tamaño o forma. El v. 5 completa la observación de la cabeza, que se presenta majestuosa como el monte Carmelo. La cabellera, arreglada primorosa y lujosamente (como púrpura real), cae sobre los hombros de la mujer aprisionada (peinada) en trenzas.

Ayuda Hermenéutica:

לָבָן = labán H3836 o (Gn. 49:12) לָבֵן = labén; de H3835; blanco: - blanco. (Strong).

En 7:6-9 la alabanza que el amado hace de su esposa adquiere un tono aún más íntimo. El hombre está encandilado con la belleza física de su mujer (ver 1:8), quizá tanto como ella lo está respecto a él (ver 1:16).

Él no puede dejar de pensar en el placer que le produce recordar cuando hizo el amor con ella (4:16-5:1), o anticipar tal experiencia (7:10-12). ¡No hay nada más grande para un hombre y una mujer enamorados, que hacer el amor! Como dice el amado: “Qué extraordinariamente deleitoso es el amor por sobre todos los demás placeres”.

Aprender Del Pasado:


El autor de los Cantares nos puede enseñar mucho con relación a la actitud debida hacia la esposa. La historia contrasta con los Cantares.

 

En la revolución industrial, el hombre estaba en la calle y la mujer en el hogar. El en la calle, luchando y peleando y la mujer en la casa, tranquila y limpiando. El esperaba que ella recibiera a quien venía cansado de trabajar todo el día, que dijera a los hijos: “No lo molestes que papá viene cansado". "Mira, trabajé todo el día y lo único que quiero es comer, mirar ‘tele’ e irme a dormir”. Lo femenino se asoció a lo doméstico y lo masculino a lo intelectual y a la lucha. El matrimonio era un trato comercial. La menagier de París decía en 1939:

Tú, teniendo 15 años, y en la semana en que nos casamos, me rogaste, por favor, que fuera indulgente ante tu juventud y perdonara el que no supieras atenderme bien, hasta que hubieras aprendido más, y prometiste poner el mayor cuidado y diligencia... pidiéndome humildemente, en nuestro lecho, que, por el amor de Dios no te corrigiera delante de extraños o de parientes, sino que lo hiciera todas las noches o día a día en nuestra alcoba, mostrándote las cosas impropias o tontas hechas en el día pasado, y castigándote, si lo deseaba, luego no dejarías de enmendarte, de acuerdo con mis enseñanzas y correcciones, y harías todo lo posible por obedecer mi voluntad... y como estas dos cosas, salvar tu alma y alegrar a tu marido, son las más importantes, las he colocado en primer término”.

Ella es alta y elegante como una palmera. Sus pechos, que ya fueron descritos como dos venaditos (7:3; 4:5), ahora son comparados con racimos de dátiles, quizá para continuar con el símil de la palmera y expresando la dulzura y deleite que producen. Sumamente excitado, él quiere abordarla sexualmente y acariciar sus pechos. En el v. 8b continúa el símil en relación con los pechos, pero esta vez su dulzura (placer) es comparado con racimos de uvas.

La palabra traducida boca (ver nota de RVA) puede referirse a los pezones o a la vagina. En razón del contexto altamente erótico de este pasaje, es muy probable que el amado esté hablando de la fragancia de las partes íntimas de su esposa, bajo la excitación sexual (como de manzanas, ver 2:3, 5). En este momento, los besos de ella son tan placenteros como el buen vino. Para ella los de él son igualmente deleitosos (ver 1:2).

10) La Amada. Cant. 7:10-8:4.

Ahora, la mujer que ha sido objeto de tantos piropos de parte de su amado, le responde afirmando su entrega total. Por tercera vez (2:16; 6:3), ella confirma su fidelidad y su confianza en el amor que él le profesa. Ella se considera plenamente realizada, porque se siente una mujer deseada por su esposo. Su respuesta al deseo de él se expresa en los términos en que él ya la ha invitado a disfrutar de la vida (2:10-14). La idea de ir al campo es para pasar allí la noche juntos (ver nota de RVA).

Se nota cierta urgencia en su invitación (madruguemos, lit. “comencemos temprano”). Las frases que siguen se refieren todas al acto amoroso y tienen un marcado tinte erótico (ver 1:6; 2:13, 15; 6:11). Ella está ansiosa por hacer el amor con su esposo allí te daré mi amor!).

La amada parece estar preparada para el acto sexual. La mandrágora es considerada como planta afrodisíaca (ver nota de RVA). Los amantes no necesitan mayor estímulo que el que ya tienen, pero aquí probablemente la mención de la “manzana del amor” y su “fragancia” es otra referencia al hecho de que ella está lista para el acto sexual.

Todos sus atractivos y encantos están ahora a disposición de él, para que él se sirva como de un plato repleto de frutas frescas y secas, para que coma cuanto le plazca. Ella ha estado reservándose para él, y ahora es su gozo entregarse plenamente a su amado, expresándole de este modo su amor.

Conceptos Equivocados De La Mujer:

 

Juan Luis Vives en 1528 en "Instrucción de la mujer cristiana" decía: "Que en el amor de la esposa debe haber gran obediencia y acatamiento al marido pues él ocupa el puesto de Dios en la tierra".

Fray Luis León en 1583 en "La Perfecta casada" decía: "No las dotó Dios del ingenio que piden los negocios mayores ni de fuerza... mídanse con lo que son y conténtense con lo que es su suerte, y entiendan en su casa y anden en ella, pues las hizo Dios para ella sola".

El escritor Honore de Balzac en 1829 decía: "El destino de la mujer y su única gloria es hacer latir el corazón de los hombres. La mujer es una propiedad que se adquiere por contrato; un bien mueble, porque la posesión vale por un título; en fin, hablando propiamente, la mujer no es más que un anexo del hombre".

En 8:1, la amada introduce un deseo hipotético respecto de su amado. Lo que desea no es que él sea su hermano carnal, sino que él se sienta con la libertad de expresar públicamente su amor por ella. Lo que no estaba permitido hacer en público entre esposo y esposa, sí era permisible entre hermanos, como por ejemplo, besarse.

Otra cosa que ella haría de ser hermana de él, es llevarlo y meterlo en casa de su madre (v. 2). Obviamente, el propósito no sería el de jugar como hermanos carnales, sino hacer el amor como amantes. Tú me enseñarías significa que él le enseñaría los secretos del amor, en el lugar donde ella tuvo sus primeras experiencias sexuales (3:4).

Ella está dispuesta a aprender de él el arte de amar, aun cuando a lo largo de Cantares la amada se expresa sexualmente con gran maestría. La intención erótica de la mujer queda clara en las dos últimas líneas del v. 2. Las expresiones son de carácter distintivamente sexual (5:1; 7:2). Probablemente el v. 3 es el cumplimiento del deseo expresado por la amada en el v. 1, y repite 2:6.

En el v. 4 se repite por tercera vez este refrán (2:7; 3:5), que concluye con una cuarta sección de Cantares. A estas alturas, el amor ya está despierto y consumado (ver 8:5), y no necesita de mayor estímulo por parte de los testigos anónimos. De esta manera, toda esta parte, que comenzó con sueños confusos y frustraciones, alejamientos y desencuentros, concluye con los amantes cada uno en los brazos del otro.

Un contraste marcado: Hay un contraste marcado entre las palabras que se expresan aquí por el autor de los Cantares y algunos conceptos contemporáneos que rechazan la igualdad.

Sorprende ver que este tema genera reacciones "violentas" en muchos hermanos cuando se analiza la IGUALDAD en la interacción de la pareja. Pesan sobre nuestras espaldas interpretaciones parciales de las Escrituras, una historia machista y la propia historia personal. No por nada el tema de los papeles es uno de los temas principales en los conflictos de pareja. En Cantares vemos a una pareja darse el mismo lugar.

El machista es alguien con un profundo sentimiento de inferioridad y resentimiento hacia la mujer; su búsqueda es racionalizar argumentos que le permitan cubrir sus propios conflictos con el sexo opuesto.

Aprender del pasado. El autor de los Cantares nos puede enseñar mucho con relación a la actitud debida hacia la esposa. La historia  contrasta con los Cantares.

En la revolución industrial, el hombre estaba en la calle y la mujer en el hogar. El en la calle, luchando y peleando y la mujer en la casa, tranquila y limpiando. El esperaba que ella recibiera a quien venía cansado de trabajar todo el día, que dijera a los hijos:

·      No lo molestes que papá viene cansado".

·      "Mira, trabajé todo el día y lo único que quiero es comer, mirar ‘tele’ e irme a dormir”.

Lo femenino se asoció a lo doméstico y lo masculino a lo intelectual y a la lucha. El matrimonio era un trato comercial.

La menagier de París decía en 1939:

Ø Tú, teniendo 15 años, y en la semana en que nos casamos, me rogaste, por favor, que fuera indulgente ante tu juventud y perdonara el que no supieras atenderme bien, hasta que hubieras aprendido más, y prometiste poner el mayor cuidado y diligencia... pidiéndome humildemente, en nuestro lecho, que, por el amor de Dios no te corrigiera delante de extraños o de parientes, sino que lo hiciera todas las noches o día a día en nuestra alcoba, mostrándote las cosas impropias o tontas hechas en el día pasado, y castigándote, si lo deseaba, luego no dejarías de enmendarte, de acuerdo con mis enseñanzas y correcciones, y harías todo lo posible por obedecer mi voluntad... y como estas dos cosas, salvar tu alma y alegrar a tu marido, son las más importantes, las he colocado en primer término”.

Conceptos equivocados de la mujer Juan Luis Vives en 1528 en "Instrucción de la mujer cristiana" decía:

v "Que en el amor de la esposa debe haber gran obediencia y acatamiento al marido pues él ocupa el puesto de Dios en la tierra".

Fray Luis León en 1583 en "La Perfecta casada" decía:

Ø "No las dotó Dios del ingenio que piden los negocios mayores ni de fuerza... mídanse con lo que son y conténtense con lo que es su suerte, y entiendan en su casa y anden en ella, pues las hizo Dios para ella sola".

El escritor Honore de Balzac en 1829 decía:

·   "El destino de la mujer y su única gloria es hacer latir el corazón de los hombres. La mujer es una propiedad que se adquiere por contrato; un bien mueble, porque la posesión vale por un título; en fin, hablando propiamente, la mujer no es más que un anexo del hombre".

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Nota y Bibliografía:

Nota:

[1] H8270 שֹׁר

1) Ombligo (Cant. 7:3).

2) Cordón umbilical (Ez.16:4). — Suf. שָׁרֵּךְ, שָׁרְרֵךְ. (Diccionario del Hebreo Bíblico).

-  Exposición. Pablo A. Deiros. Ayudas Prácticas Bernardo Stamateas. e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.

-  Biblia de Estudio RYRIE.  

- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 25//08//2017. IGLESIA  EVANGELICA BAUTISTA: “EL SHADDAI”. AA-HH-Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz.E-Lt.18. III Etapa.  Cel. 937-608382-Tumbes.

charlyibsh@hotmail.com 

Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.








 

 

 

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