miércoles, 7 de noviembre de 2018

PRESENTACIÓN Y JUSTICIA, CONDENACIÓN, PECADO: ROMANOS 1:


PRESENTACIÓN Y JUSTICIA, CONDENACIÓN, PECADO:
ROMANOS 1:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

I.       Saludo (Romanos 1:1–7):
Las trece cartas de Pablo empiezan con el nombre del apóstol. Se acostumbraba en esos días empezar una carta con el nombre y los saludos personales del que escribía, en lugar de colocarlos al final como lo hacemos hoy. Pablo se identifica como un siervo y un apóstol y da toda la gloria a Dios al decir que fue llamado por la gracia de Dios (v. 5) y separado para este maravilloso ministerio (véase Hch. 13:1–3).
De inmediato afirma que su ministerio es el evangelio, al cual llama «el evangelio de Dios» (v. 1), «el evangelio de su Hijo» (v. 9) y «el evangelio de Cristo» (v. 16).
Afirma que sus «buenas noticias» no son algo nuevo que ha inventado, sino que el AT., prometía la venida, muerte y resurrección de Cristo. (Véase 1 Cor. 15:1–4, en donde las «Escrituras» obviamente significan los escritos del AT., puesto que el NT., apenas se empezaba a escribir). Al relacionar el evangelio con el AT., Pablo apelaba a los creyentes judíos que leían su carta.
El evangelio tiene que ver con Cristo:
·      Según la carne, un judío (v. 3),
·      pero de acuerdo al poder de Dios mediante la resurrección, probó ser el mismo Hijo de Dios (v. 4).
Esto demuestra la humanidad y deidad del Dios-Hombre que es el único que puede ser nuestro Mediador.
¿Cuál es el propósito de este evangelio que le costó a Cristo su vida? El versículo 5 nos lo dice: traer a todas las naciones a la obediencia de la fe. Cuando una persona verdaderamente confía en Cristo, le obedecerá. En los versículos 6–7 Pablo describe a sus lectores, los santos en Roma. Ellos también son «llamados» por Cristo, no a ser apóstoles, sino a ser santos.

Nótese: que un santo es un creyente vivo en Cristo Jesús. ¡Sólo Dios puede hacer de un pecador un santo! También son «amados de Dios», incluso viviendo en la perversa ciudad de Roma. Qué maravilloso que Dios nos llame «amados», así como llamó a su Hijo (Mt. 3:17). Jesús afirma que el Padre nos ama como el Padre le ama a Él (Jn. 17:23).

En Este Breve Saludo Pablo Identifica:
(1) al escritor, él mismo;
(2) los que recibieron la carta, los santos en Roma (no los inconversos);
(3) el tema: Cristo y el evangelio de salvación.

II.      Explicación (Romanos 1:8–17):
Pablo ahora da una doble explicación de:
(1) por qué escribe (vv. 8–15); y
(2) acerca de qué escribe (vv. 16–17).
Por mucho tiempo Pablo deseó visitar a los santos en Roma. Su testimonio se había esparcido por todo el Imperio Romano (v. 8; y véase 1 Ts. 1:5–10) y Pablo anhelaba fervientemente visitarlos por tres razones:
(1) para establecerlos en la fe, v. 11;
(2) para que fueran una bendición para él, v. 12; y
(3) para tener entre ellos «algún fruto», o sea, ganar a otros gentiles para el Señor, v. 13.

Téngase presente que Pablo era el mensajero escogido de Dios a los gentiles y, por cierto, ¡sentía el peso de una responsabilidad hacia los santos (y pecadores) en la capital del imperio!
Explica que se le había estorbado en su deseo de visitarlos antes, no por Satanás (véase 1 Ts. 2:18), sino por sus muchas oportunidades de ministrar en otras partes (Rom. 15:19–23). Ahora que el trabajo había concluido en esas áreas, podía visitar Roma.

Nótese: las fuerzas motivadoras en la vida de Pablo (vv. 14–16): «Soy deudor [...] pronto estoy [...] no me avergüenzo». Deberíamos imitar el ejemplo del apóstol.

En los versículos 16–17 tenemos el tema de la carta: el evangelio de Cristo revela la justicia de Dios, una justicia basada en la fe y no en las obras, y disponible para todos, no sólo para los judíos.
Pablo explica en Romanos cómo Dios puede ser a la vez «el justo y el que justifica», esto es, cómo Él puede hacer justos a los pecadores y todavía mantener firme su santa ley. Pablo cita a Habacuc 2:4 (véase las notas introductorias): «El justo por su fe vivirá».

III.    Condenación (Romanos 1:18–32):
Ahora empezamos la primera sección de la carta, la cual trata del pecado (1:18 3:20; véase el bosquejo). En estos versículos finales del capítulo 1 Pablo explica cómo los gentiles penetraron en las terribles tinieblas que los rodean y cómo la ira de Dios se ha revelado en su contra.

Nótese: los pasos decadentes en la historia de los gentiles:

A.     Conocieron a Dios (vv. 18–20).
Dios les había dado una revelación doble de sí mismo: «les es» (conciencia) y «se lo» (creación), v. 19. El hombre no empezó con ignorancia y gradualmente creció hasta la inteligencia; empezó con una brillante revelación del poder y sabiduría de Dios y le dio las espaldas.
Dios se reveló desde el mismo momento de la creación, de modo que los que nunca han oído el evangelio de todas maneras no tienen excusa. (En el cap. 2 se analizará cómo Dios juzga a tales personas).

B.      No Le Glorificaron Como a Dios (vv. 21–23).
Los pensamientos vanos y el razonamiento necio hicieron que los hombres se alejaran de la verdad y se volvieran a las mentiras. Vemos la indiferencia conduciendo a la ingratitud, resultando en ignorancia.
La gente de hoy se postra ante los filósofos griegos y romanos, y honra mas su palabra que la Palabra de Dios; pero Pablo llama a todas estas filosofías «imaginación de hombres» y «tiempos de ignorancia» (Hch. 17:30). El próximo paso fue la idolatría, honrando a la criatura (incluyendo al hombre) antes que al Creador.

C.     Cambiaron La Verdad De Dios (vv. 24–25).
Esta palabra cambiaron indica precisamente eso. ¡Reemplazaron la verdad de Dios con la mentira de Satanás! ¿Qué es la mentira de Satanás? Adorar a la criatura y no al Creador; adorar al hombre en lugar de adorar a Dios; adorar las cosas antes que a Cristo. Satanás tentó a Cristo para que hiciera esto (Mt. 4:8–11).

Nótese: que en Romanos 1:18 los gentiles «detienen con injusticia la verdad» y ahora «cambiaron la verdad» por una mentira. Cuando se cree y obedece la verdad, ella nos hace libres (Jn. 8:31–32); cuando se rechaza y desobedece la verdad, nos hace esclavos.

D.     Rechazaron El Conocimiento De Dios (vv. 26–32).
Estas personas comenzaron con un claro conocimiento de Dios (vv. 19, 21) y su juicio en contra del pecado (v. 32); pero ahora llegaron al más bajo nivel de su caída: ¡ni siquiera querían el conocimiento de Dios! «Dijo el necio en su corazón: No hay Dios» (Salm. 14:1).
Es triste ver los trágicos resultados de esta decadencia. Los evolucionistas quieren hacernos creer que los seres humanos hemos «evolucionado» desde formas primitivas, ignorantes y como bestias, a la criatura maravillosa que somos hoy. Pablo dice precisamente lo opuesto: el hombre empezó como la más superior de las criaturas de Dios, pero ¡él mismo se hizo bestia!
Nótese: los tres juicios de Dios:
Dios los entregó a la inmundicia[1] e idolatría, vv. 24–25.
• Dios los entregó a pasiones[2] vergonzosas, vv. 26–27.
• Dios los entregó a una mente reprobada[3], vv. 28ss.

¡Dios los abandonó! Esta es la revelación de la ira de Dios (v. 18). Los pecados que se mencionan aquí son demasiado viles para definir o hablar de ellos, sin embargo, hoy en día se practican alrededor del mundo con la aprobación de la sociedad.
La gente sabe que el pecado será juzgado, no obstante, se deleitan en él de todas maneras. Si no fuera por el evangelio de Cristo, estaríamos nosotros mismos en esa esclavitud del pecado. «Gracias a Dios por su don inefable» (2 Cor. 9:15).
___________
Notas:
[1] akatharsia = (ἀκαθαρσία, G167), relacionado con B, Nº 1, denota suciedad: (a) física (Mateo 23:27); aparecen casos en los papiros en los que se habla de mantener las casas en buenas condiciones; (b) moral (Romanos1:24; 6:19; 2 Corintios 12:21; Gálatas 5:19; Efesios 4:19; 5:3; Col.3:5; 1 Ts.2:3, que sugiere el hecho de que la sensualidad y las falsas doctrinas están frecuentemente asociadas; 1 Ts.4:7). (VINE).
[2] pathos = (πάθος, G3806), de pasco = sufrir, denota primariamente lo que uno sufre o experimenta de cualquier manera; de ahí, un afecto de la mente, un deseo lleno de pasión. Utilizado por los griegos tanto de deseos buenos como malos, siempre se utiliza en el NT., de estos últimos (Rom.1:26: «pasiones vergonzosas»; rv: «afectos»; Col.3:5: «pasiones desordenadas»; rv: «molicie»; 1 TS.4:5: «pasión»; rv: «afecto»). (VINE).
[3] adokimos = (ἀδόκιμος, G96), que significa «no soportando la prueba», rechazado (a = privativo; dokimos = aprobado), se aplicaba primariamente a metales (comp. Is.1:22). En el NT., se utiliza siempre en sentido pasivo: (a) de cosas (Heb.6:8): «reprobada», de una tierra que produce espinos y abrojos; (b) de personas (Rom.1:28), de «una mente reprobada», una mente que Dios no puede aprobar, y que tiene que ser rechazada por él, consecuencia de rehusar «tener en cuenta a Dios»; en 1 Cor.9:27, para lo cual véase ELIMINADO; 2 Cor.13:5-6 , donde la referencia es a la gran prueba de si Cristo mora en una persona; en 2 Tim.3:8, de los «réprobos en cuanto a la fe», esto es, hombres cuyo sentido moral está pervertido y cuyas mentes están entenebrecidas por sus propias especulaciones; en Tito 1:16 , de los abominables, que están «reprobados en cuanto a toda buena obra», esto es, si se les pone a prueba con respecto a cualquier buena obra (en contraste con su profesión de fe), deben ser absolutamente rechazados. En la lxx, Prov.25:4; Is.1:22. (VINE).

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