LA SUPERIORIDAD DE LA PROFECÍA SOBRE LAS LENGUAS:
1 CORINTIOS 14:
Pastor: Carlos Ram´rez Jiménez:
Lo
primero que queremos hacer es recorrer este capítulo y tachar la palabra «desconocida».
Pablo no habla de lenguas «desconocidas»; esa palabra la añadieron
traductores bien intencionados, pero confundidos. Siempre que en la Biblia
hallemos «lenguas»
se refiere a lenguajes conocidos (nótese Hch. 2:4, 6, 8, 11).
Los
judíos en Pentecostés oyeron a los creyentes exaltando las poderosas obras de
Dios en sus propios dialectos, de modo que no se necesitó intérprete. En 1
Corintios 14:10 y 21 Pablo indica definitivamente que se refiere a lenguajes
conocidos, no de ningún «lenguaje celestial» extraño o lenguas
desconocidas.
I. La Inferioridad De Las Lenguas (1
Corintios 14:1–25):
Algunos
quieren hacernos creer que el don de lenguas es una señal de espiritualidad
superior y que los cristianos no pueden ser espirituales de verdad mientras
descuiden este don. Pablo ¡enseña exactamente lo opuesto! Da tres razones por
las que las lenguas son un don inferior.
A.
Las Lenguas
No Edifican a La Iglesia (vv. 1–19).
Debemos
tener presente que el propósito de los dones espirituales es la edificación de
la Iglesia de Jesucristo (12:7) y no
el placer personal del creyente. Los dones son para emplearse, no para
disfrutarse. En esta sección Pablo contrasta las lenguas y la profecía.
La
profecía, como usted recordará, era la proclamación de la verdad de Dios bajo
la dirección inmediata del Espíritu Santo:
· No es idéntica a la
predicación, por cuanto el predicador interpreta la Palabra escrita conforme le
instruye el Espíritu;
· De modo que no habla la
misma Palabra de Dios.
Nótese: Los Contrastes:
Profecía:
|
Lenguas:
|
1. Hablaba a los hombres para su bien,
v. 3
|
1. Le hablan a Dios para el bien del
que habla, v. 2
|
2. Se puede entender, vv. 2, 5
|
2. No se comprenden a menos que haya
un intérprete
|
3. Edifica a la iglesia, vv. 3, 4
|
3. Edifica al que habla, v. 4
|
4. Es el don mayor, vv. 5, 19
|
4. El don de menor categoría, v. 5
(nótese: 12:10)
|
Pablo
deja en claro que las lenguas, a excepción de las que se interpretan, no tienen
ningún valor para la iglesia. De igual manera, no le dan ninguna bendición
personal al que las habla a menos que entienda lo que dice (vv. 14–15). Los que creen que los cristianos deberían practicar
este don en privado ignoran lo que Pablo dice aquí:
· En
primer lugar, ¿cómo puede edificar a la iglesia si usamos nuestros dones espirituales en
privado y no para servir a otros? Y
· Segundo,
si no entendemos lo que se dice, ¿cómo podemos
aprovecharlo nosotros mismos?
Es
posible que la carne y el diablo imiten los dones espirituales y lleven al
creyente a una religión de emocionalismo superficial en lugar de una de
comprensión sólida de la fe.
Esto
no es negar el lugar de las emociones sinceras en la vida cristiana, porque los
frutos del Espíritu ciertamente involucran las emociones (Gál. 5:22, 23); estas
emociones, sin embargo, deben ser instruidas por la mente y controladas por la voluntad
o serán destructivas.
B.
Las Lenguas[1] No Edifican Al Creyente
(vv. 20–21).
Algunos
sugieren que el don de lenguas es una muestra de madurez espiritual y de una
vida cristiana más profunda; pero Pablo dice justamente lo opuesto.
Los
cristianos en Corinto eran «niños en Cristo» y «carnales»
(3:1–4). Se jactaban de su «espiritualidad» (8:1, 2; 10:12) y sin embargo
Pablo tenía que advertirles y enseñarles de la manera más elemental.
En
13:8–13 Pablo explica que su pasión
por los dones espirituales era una señal de infancia y no de madurez. Los
creyentes maduros tienen al Espíritu y al Verbo, y no buscan «muletas»
espirituales para sostenerlos.
El
Dr. M.R. De Haan tiene un interesante punto de vista respecto a 14:22 que respalda esta enseñanza. Dice
que «los
creyentes» (v. 22) se refiere a los cristianos espirituales que
viven por fe en la Palabra de Dios, en tanto que los «incrédulos» se refiere a los
creyentes inmaduros sin una fe fuerte.
Dios
tiene que dar señales a los cristianos inmaduros para reforzar su fe, pero el
creyente maduro edifica su vida en la Palabra.
C.
Las Lenguas
No Ganan a Los Perdidos (vv. 22–25).
En
Hechos 2 Dios les dio a los apóstoles el don de lenguas para que pudieran
hablar la Palabra a los judíos en Pentecostés. Para los judíos era una señal de
que Dios estaba obrando, cumpliendo Isaías 28:11, 12.
Cuatro veces en
Hechos hallamos incidentes que involucran lenguas
y cada una muestra a los judíos presentes de que Dios está obrando:
(1) Hechos 2; las
lenguas son evidencia a los judíos incrédulos en Pentecostés;
(2) Hechos 8; evidencia
a los judíos creyentes de que el Espíritu había venido sobre los samaritanos;
(3) Hechos 10; evidencia de que el Espíritu había
venido sobre los gentiles;
(4) Hechos 19; evidencia
de que los doce hombres efesios habían recibido el Espíritu.
Pero
las lenguas nunca pueden alcanzar al incrédulo para el Señor, especialmente la
confusión de lenguas que existía en Corinto. ¡Era otra Babel! Es mucho mejor
que el visitante que no es creyente escuche un mensaje de la Palabra, algo que
pueda entender y entonces hacer su decisión por Cristo, que escuchar una
confusión de mensajes que no puede captar.
II. La Importancia Del Orden (1 Corintios 14:26–40):
A.
Lenguas (vv. 26–28).
Las
lenguas no deben permitirse sin interpretación. Solamente tres
han de hablar y por turno.
B.
Profecía (vv. 29–33).
Dos
o tres profetas han de hablar y los demás deben probar sus mensajes para ver si
vienen de Dios (nótese el don de «discernimiento de espíritus» en 12:10 y véase 1 Ts. 5:20,
21).
Los
que hablan deben edificar a la iglesia y mantener el orden apropiado. Si
alguien que está hablando «pierde el control» es una prueba de que el
Espíritu no está hablando; porque cuando el Espíritu está obrando, hay dominio
propio.
C.
Las
Mujeres En La Iglesia (vv. 34–35).
Relacione
estos versículos a 11:5ss y 1
Timoteo 2:12. Al parecer, las mujeres estaban abusando de sus dones y usándolos
fuera de lugar. Pablo no dice que las mujeres no tienen dones espirituales ni
que deban ser esclavos de los hombres.
Enseña
que tanto hombres como mujeres, si actúan fuera de lugar en la iglesia, la
destruyen en lugar de edificarla:
Ø Pablo también coloca una
responsabilidad sobre los hombres;
Ø Deben enseñar a sus
esposas las verdades espirituales, pero hacerlo en casa.
Triste
como suena, ¡en
muchas familias es la esposa la que tiene que enseñarle al marido!
D.
Obediencia a La Palabra (vv. 36–40).
«Si alguno de ustedes es espiritual», dice
Pablo, «¡lo
probará por obedecer la Palabra de Dios!» El Espíritu de Dios nunca
trabaja fuera de la Palabra de Dios ni contrario a ella, y en ninguna parte se
necesita más este principio que en el área de los dones espirituales.
No
podemos ser guiados por la experiencia emocional subjetiva de alguien, pero sí
podemos ser guiados por la inmutable y objetiva Palabra de Dios.
Nótese: los principios
básicos para la adoración espiritual que Pablo da a la iglesia:
(1) La enseñanza y la predicación de la Palabra sienta
precedencia sobre todo lo demás.
(2) La iglesia debe ser edificada.
(3) No debe haber
nada que menoscabe el testimonio ante los incrédulos.
(4) Siempre debe haber dominio propio.
(5) Todo debe hacerse «decentemente
y con orden», siguiendo a la Palabra de Dios.
(6) Las mujeres no deben ejercer autoridad
sobre los hombres.
(7) Debe haber
comprensión antes de que pueda haber bendición.
Es
evidente por las Escrituras que había cierta informalidad en las reuniones de
la iglesia primitiva.
Por un lado
debemos evitar la formalidad y por otro el fanatismo. Es una línea muy
fina. Un culto planeado no es un culto falto de espiritualidad, porque el mismo
Espíritu puede guiar en el planeamiento anticipado así como el culto mismo.
Pero
incluso en un servicio planeado debemos dar lugar a que el Espíritu guíe, para
no contristarlo.
Notas:
adicionales sobre 1 Corintios 12–14.
Queremos
examinar las afirmaciones de algunos carismáticos con respecto a la
manifestación de lenguas y del Espíritu, para ver si satisfacen la prueba: «¿Qué dicen las Escrituras?» Algunos aducen:
A. «Hay Un Bautismo Del Espíritu Después De La Salvación».
Algunos
enseñan que es necesario «quedarse esperando el poder» en oración y ayuno,
basando esto en Hechos 1 y Lucas 24:49. Pero 1 Corintios 12:13 enseña que todos
los creyentes han sido bautizados por el Espíritu en el cuerpo de Cristo.
Esto
fue verdad, ¡incluso
de los carnales corintios! Hay «llenuras» del Espíritu después de la conversión y
se nos ordena que seamos llenos del Espíritu (Ef. 5:18); pero en las Escrituras
nunca se nos ordena que seamos bautizados con el Espíritu.
Hay
un solo bautismo en el momento de la conversión, pero muchas llenuras del
Espíritu, en la medida en que diariamente nos rendimos a Dios.
B.
«La Evidencia
De Este Bautismo Es Hablar En Lenguas».
Si
esto fuera verdad, la mayoría de los corintios nunca experimentaron el
bautismo, porque no todos hablaban en lenguas (12:10, 30). Sin embargo, 12:13
dice que todos fueron bautizados por el Espíritu.
Por
consiguiente, si los carismáticos están en lo correcto, todos los creyentes
corintios debían haber hablado en lenguas; pero no fue así. Juan el Bautista
fue lleno del Espíritu desde antes de su nacimiento, sin embargo, nunca habló
en lenguas. Los grandes santos, a través de las edades, nunca han hablado en
lenguas.
C.
«El Don De
Lenguas Es Un Distintivo De Espiritualidad».
¡No en Corinto! Esta fue la
iglesia más carnal con la que Pablo tuvo que lidiar. Eran niños en Cristo (1 Cor.
3:1–4). En lugar de ser un distintivo de una vida espiritual más profunda, las
lenguas eran un don relativamente inferior que tenía muy poco valor al
cristiano como individuo o para la iglesia colectivamente.
Es
posible tener dones espirituales y no tener las virtudes espirituales, y 1
Corintios 13 enseña esto con claridad. La cuestión importante no es cuántos
dones tengo, sino: ¿es mi vida semejante a la de Cristo y atraigo gente a Él?
D.
«Las Lenguas
Son Para La Iglesia Hoy».
Hay
más que suficiente evidencia de que varios de los dones fueron temporales. Tal
parece que la profecía, las lenguas y el conocimiento (el inmediato impartir de verdad espiritual por
el Espíritu) pasaron cuando se terminó de escribir el NT. Primera de
Corintios 13:8–13 indica que estos dones pasarían y no se necesitan más.
Pertenecían a la
«infancia» de la iglesia. Hoy la vida y
ministerio de la iglesia están cimentados en la Palabra de Dios.
Lea
en Hechos 20:17–38 un cuadro del ministerio ideal del NT; aquí no hallará nada
acerca de las lenguas.
E.
«Un Creyente
Se Puede Beneficiar De Las Lenguas Privadamente».
Pero
los dones espirituales son dados para el beneficio de la iglesia entera (12:7),
no de un solo santo. No hay ninguna sugerencia en estos capítulos que algún don
sea concedido para el disfrute privado del creyente.
En
verdad, en 14:13–15, Pablo afirma
con claridad que el uso privado del don de lenguas no es correcto:
Ø Si hay interpretación, permitiendo al creyente saber lo que
se dice, puede haber beneficio espiritual;
Ø Pero sin comprensión, no
hay bendición.
Ø El uso privado de lenguas es
contrario a la letra y al espíritu de
1 Corintios 12–14.
F.
«El Don De
Lenguas Une a Los Creyentes».
Hay
una nueva clase de ecumenismo entre los cristianos en el movimiento carismático
que dice: «Usted
no tiene que negar sus creencias básicas para ser parte de nuestro compañerismo».
Pero,
¿unió acaso el llamado «bautismo del Espíritu» a los creyentes en Corinto? ¡La iglesia estaba dividida en cuatro facciones!
(1 Cor. 1:10–13). Sin embargo, ¡todos los creyentes allí habían experimentado el bautismo
del Espíritu! (12:13).
Había
discordia, división y disensión en la iglesia; y, no obstante, también había el
don de lenguas. Ha sido nuestra experiencia que el énfasis en las «lenguas»
y en el «bautismo
del Espíritu» divide a la iglesia en lugar de unificarla. Los «cristianos de
lenguas» se creen superiores a los demás y entonces empieza el
problema.
G. «No Importa Los
Términos Que Use Con Tal De Que Tenga La Experiencia».
Esta es una
mentira sutil de Satanás. El Espíritu fue el que dio las palabras
de las Escrituras y debemos obedecerlas (1 Cor. 2:9–16). Está mal confundir el
bautismo del Espíritu con Su plenitud, porque Dios definitivamente las ha
separado.
Debemos
basar en la Biblia la experiencia cristiana y no interpretar la Biblia por la
experiencia. Si comprendemos las palabras y verdades de la Biblia, comprenderemos
cómo vivir la vida cristiana.
Nótese:
cuántas veces usa Pablo la palabra «ignorar» al escribir a los
corintios. «No seáis niños en el modo de pensar»
les amonesta en 14:20. A Satanás y sus poderes demoníacos les es posible
falsificar las «experiencias espirituales»
para los cristianos superficiales.
Pero
cuando los cristianos comprenden la Palabra de Dios, Satanás no puede trabajar.
Clase Para El Miércoles:
Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.
___________
Notas:
[1] glossa = (γλω̂σσα, G1100) se usa de: (1) las «lenguas … como de fuego» (Hech.2:3), que
aparecieron en Pentecostés; (2) la lengua, como órgano del habla (p.ej.,
Mr.7:33; Rom.3:13; 14:11; 1 Cor.14:9; Filp.2:11; Stg.1:26; 3:5-6; 3:8; 1 P.3:10;
1 Jn.3:18; Ap.16:10); (3) (a) un lenguaje, lengua; junto con fule =
tribu, laos = pueblo, ethnos = nación, siete veces en Apocalipsis (Ap.5:9; 7:9;
10:11; 11:9; 13:7; 14:6; 17:15); (b) el don sobrenatural de
hablar en otro lenguaje sin haberlo aprendido. En Hech.2:4-13 se registran las
circunstancias desde el punto de vista de los oyentes. Para aquellos en cuyo
lenguaje se hizo el discurso constituía un fenómeno sobrenatural; para otros,
el tartamudeo de los ebrios. Aquello que fue proclamado no estaba dirigido a la
audiencia, sino que consistía en una proclamación de «las maravillas» de Dios;
Comp. 2:46. En 1 Corintios, caps. 12 y 14, se menciona el uso del don de
lenguas como ejercido en las reuniones de las iglesias locales. En 12:10 se
habla del don en términos generales, y lo une con el de «interpretación de lenguas». El cap.
14 da instrucciones con respecto a la utilización del don, siendo el principal
objetivo la edificación de la iglesia; a no ser que la lengua fuera
interpretada el orador no estaría hablando a los hombres, «sino a Dios» (v. 2); se
edificaría solo a sí mismo (v. 4), a no ser que interpretara (v. 5), en cuyo
caso su interpretación tendría el mismo valor que el don superior de profecía,
por cuanto sería para edificación de la iglesia (vv. 4-6); tenía que orar para
tener interpretación (v. 13); en caso de no haber intérprete, tendría que
guardar silencio (v. 28), porque todas las cosas debían ser hechas «para edificación»
(v. 26). «Si yo voy a vosotros hablando
en lenguas, ¿qué os aprovechará?», dice el apóstol, expresando el gran
objeto en todo ministerio oral, «¿si no
os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?»
(v. 6). Las lenguas eran para señal, no para los creyentes, sino para los
incrédulos (v. 22), y especialmente para los incrédulos judíos (véase v. 21);
cf. el pasaje en Hechos.
No hay evidencia
alguna de la continuidad de este don después de la época apostólica. De esta
manera, esto da confirmación del cumplimiento de 1 Cor.13:8, que este don
cesaría en las iglesias, de la misma manera en que cesarían las «profecías»
y «conocimiento»
en el sentido de un conocimiento recibido por un poder sobrenatural inmediato
(comp. 14:6). Al haber sido dadas las Sagradas Escrituras en su totalidad, se
ha dado a las iglesias todo lo necesario para la conducción, instrucción y
edificación, tanto individual como colectivamente. 01//08//2018.