lunes, 27 de mayo de 2019

ESTUDIO 1 GÉNESIS 1: IMPORTANCIA Y CONTENIDO DEL GÉNESIS:


ESTUDIO 1

GÉNESIS 1: IMPORTANCIA Y CONTENIDO DEL GÉNESIS:

Lectura bíblica: Génesis 1:1-31.
Texto Áureo: Lucas 24:27.
Objetivo: estimular a los alumnos para que conozcan el libro de Génesis por la importancia que tiene para entender todos los libros de la Biblia.

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

INTRODUCCIÓN:
Hoy iniciamos el estudio de uno de los libros más importantes de la Biblia. Toda la Biblia es importante y cada libro en ella es la Palabra de Dios y por eso merece nuestra atención y estudio. Pero ningún otro libro de la Biblia es indispensable de la manera que el libro de Génesis lo es.
Podemos entender el resto de la Biblia sin leer el libro de Habacuc, por ejemplo, o Abdías; pero si no tenemos un conocimiento de Génesis el resto de la Biblia nos parece impenetrable. Todo el resto de la Biblia depende del libro de Génesis, y nuestra comprensión de la Biblia presupone que tengamos en mente el contenido de este libro.
Para poner esta verdad en relieve podemos hacer una afirmación que suena rara pero que contiene una importante verdad. Esta es la afirmación: La Biblia empieza con Éxodo, pero Génesis es el prólogo indispensable. Esto decimos no para restar importancia al libro sino, más bien, para resaltarla.
La razón es que si una persona lee algún otro libro de la Biblia sin tener conocimiento del contenido de Génesis, o por haberlo leído o porque alguien le haya relatado su contenido, su comprensión de este otro libro será incompleta y parcial, si acaso tenga alguna comprensión de lo que lee. Los temas de la creación, el pecado, el pacto, la salvación y la providencia se presentan en el libro de Génesis y son temas fundamentales para la fe cristiana. Todo el resto de la Biblia presupone el libro de Génesis.

SU CONTEXTO:
Es indispensable saber del contexto de Génesis para su correcta interpretación. Esto, desde luego, es la verdad para interpretar todos los libros de la Biblia, pero es más patente y vital para la interpretación de Génesis.
El contexto de Génesis es el éxodo. Se refiere aquí al éxodo como evento y no al libro de Éxodo. De hecho, todo el Pentateuco fue escrito más o menos al mismo tiempo, y el acontecimiento del éxodo es el contexto de estos primeros cinco libros de la Biblia.
El que por inspiración del Espíritu Santo escribió el libro de Génesis es Moisés. Y Moisés vivió en el tiempo del éxodo. Además, escribió para un pueblo que estaba viviendo el éxodo.
Este pueblo apenas estaba aprendiendo a ser pueblo. Antes de esta fecha los hijos de Israel eran un clan numeroso, pero no eran pueblo. Los hijos de Israel, junto con su anciano padre, llegaron a Egipto en tiempos de José; pero ya habían pasado 430 años, y los setenta que llegaron a Egipto ya se habían multiplicado y llegaron a ser un número grande, algunos calculan que eran 3 millones. Pero, por su circunstancia de esclavos, no tenían sentido de pueblo. En el desierto, en el tiempo del éxodo, el pueblo de Dios adquirió la estructura social que necesitaba, y en la prehistoria y en sus raíces, el conocimiento que les diera identidad.
El libro de Génesis es esta prehistoria. Cuando decimos «prehistoria» hablamos de la historia antes del tiempo de ser constituido en pueblo. Para saber cuál es el significado de ser «hijos de Adán» e «hijos de Abraham» tienen que llevar presente en su conciencia el conocimiento de estos personajes.
Para que el pueblo de Dios pueda entender su relación con Él tiene que saber del pacto, y éste se entiende en el contexto de la creación. Pero, su presente realidad (y la nuestra) se entiende solamente a la luz del pecado, que se sabe solamente por lo que nos dice el libro de Génesis. El pueblo de Dios puede tener sentido de pueblo solamente a la luz de la revelación de Dios que nos proporciona el libro de Génesis.

SU CONTENIDO:
El nombre del libro en hebreo es: בְּרֵאשִׁית  = Be-reshít  = Génesis que quiere decir «en el principio», y es la primera palabra del libro. (Los hebreos acostumbraban llamar a sus libros por la primera palabra). La palabra «génesis» capta el sentido de la palabra hebrea e indica el contenido del libro, ya que «génesis» quiere decir «orígenes». El libro de Génesis es el libro de los orígenes, los comienzos, el principio de todas las cosas.

El Libro Puede Dividirse En Tres Partes:
·  La primera parte: (capítulos 1-3) es verdaderamente «prehistoria»; es el relato de la creación.
·      La segunda parte: (4-11) es la historia primeval, y
·      La tercera parte: (12- 50) la historia patriarcal.
La tercera parte se divide también en tres partes, que se suelen llamar «ciclos». Los tres ciclos son:
ü (1) el ciclo de Abraham,
ü (2) el de Jacob, y
ü (3) el de José.
v El ciclo de Abraham va del 12:1 hasta el 25:18;
v El de Jacob, el más corto, del 25:19 al 36:43, y
v El de José los capítulos del 37 al 50, o sea, hasta el final del libro.
El libro de Génesis también se llama, en círculos judíos, «Toledot», que quiere decir «generaciones». Este nombre hace referencias a las genealogías que se hallan en el libro. Algunos estudiosos piensan que estas «generaciones» o genealogías dan otra estructura al libro.
La palabra «toledot» también se traduce como «descendientes» o, en 37:2 «historia». Se emplea esta palabra en 2:4; 5:1; 6:9; 10:1; 11:10, 27; 25:12, 19; 36:1,9; cada vez la palabra introduce una genealogía.
H8435 ּוֹלְדָה = toledá: o ֹּלְדָה  = toledá; de H3205; (solo plural) descendencia, i.e. familia; (figurativamente) historia:- descendencia, descendiente, familia, generación, historia, linaje, nacimiento, orden, origen. (Strong).

El libro de Génesis es altamente teológico. Introduce los temas principales de la Biblia entera. Allí se hallan todas las doctrinas que se desarrollan al través de toda la Biblia. Nos proporciona los conceptos básicos de Dios, del hombre, del pacto, de la historia (providencia), de la justificación, de la redención y del Mesías. Allí se ve por primera vez los conceptos del pecado y de la gracia. Del libro de Génesis tenemos la primera vista de la salvación.
Allí está la historia de la redención, que en el resto de la Biblia se ve como la historia del pacto, el hilo conductor del pensamiento bíblico. Este libro a la luz del NT., tiene una «suficiencia sotérica» (salvadora).   

CUESTIONARIO:
1. ¿Por qué considera importante el autor de la lección el libro de Génesis?
2. ¿Cuál es el contexto de Génesis y en qué aspecto?
3. ¿A qué le llama "prehistoria" del pueblo el autor de la lección?
4. ¿Qué significa Génesis y de qué palabra hebrea proviene?
5. ¿Cómo divide el libro de Génesis el autor de la lección?
6. ¿Qué significa la palabra "toledot"?
7. ¿Qué doctrinas sobresalientes se encuentran en Génesis?




La Herencia De Efraín: JOSUÉ 16:1-10


La Herencia De Efraín:
JOSUÉ 16:1-10

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Aquí comienza la enumeración de los territorios de las tribus josefitas, es decir, Efraín y Manasés. No hay la enumeración detallada que encontramos en las listas de ciudades judaítas, sino que por el contrario las fronteras aparecen descritas en forma muy sucinta, excepto en lo relativo a la línea divisoria entre Efraín y Manasés (16:5-8).

Estas tribus recibían el nombre de los dos hijos de José. Este había sido el preferido por Jacob, debido a que era uno de los frutos del amor de su vida, Raquel. Por esta razón en la tradición israelita Efraín y Manasés ocuparon un lugar especial en el contexto simbólico de todo el pueblo.

Geográficamente su ubicación correspondió al corazón mismo de Canaán. Por el este se extendía hasta el Jordán (v. 1); por el oeste, hasta el Mediterráneo. La fertilidad de la tierra correspondía a las bendiciones pronunciadas por Jacob (Gn.49:25-26) y Moisés (Deut.33:13).

Se mencionan algunas ciudades que no estaban incluidas propiamente en el territorio descrito para Efraín, sino que correspondían al de Manasés (v. 9). Algunos comentaristas creen que ha existido una reorganización posterior al relato que tenía como fin mostrar la superioridad del hermano menor sobre el mayor, es decir, Efraín con supremacía sobre Manasés.
De hecho, en la práctica, Efraín tuvo mayor importancia, lo cual se encuentra anunciado en Gn.48:1-20. Hay una especie de reproche porque los miembros de esta tribu no echaron de allí a los cananeos (v. 10) sino que los hicieron sus tributarios, lo cual sin embargo, implicaba una forma de sometimiento más no de exterminio total.
A su vez este hecho quizá ponía en peligro la fe de la tribu al estar en permanente contacto con ellos; pero de nuevo aparece el hecho de que si hubo sometimiento este se caracterizaba por la destrucción de sus dioses o por lo menos por la supresión legal de los cultos a estas divinidades. A pesar de que esta situación puede presentarse como negativa es al mismo tiempo un desafío permanente a la fidelidad que se debe a Jehová, porque era en medio de los que seguían a otros dioses donde la obediencia a Jehová sería probada.

El texto refleja de una manera realista la situación que el pueblo tuvo que afrontar de manera casi continua. Representa el desafío de las otras tradiciones religiosas para Israel, cuando en la práctica no se trataba de vivir en obediencia a Jehová en un desierto, sino en medio de la congestión del mundo.
A su vez, la presencia de los cananeos en varias de las ciudades que estaban ubicadas en los territorios asignados a las tribus fue también un motivo indirecto de la unidad de las tribus. En el período que nos relata el libro de los Jueces encontramos que la solidaridad de las tribus entre sí aumentó en una proporción directa a la presencia de enemigos que hostilizaron a alguna de las tribus.
La situación descrita en Josué es similar, guardando las proporciones, a lo que ocurre en América Latina. Allí vemos un resurgimiento de tradiciones religiosas que al parecer habían sido extirpadas en América Latina, tales como tradiciones prehispánicas o afroamericanas.
Aunque hubo una conquista y un sometimiento en nombre de la fe, muchas de estas creencias sobrevivieron al arrasamiento y han resurgido posteriormente. En varios casos han provocado una crisis de identidad al cristianismo latinoamericano que hoy se expresa en muchas maneras a veces difíciles de conciliar entre sí. Para el pueblo de Israel la sobrevivencia de tradiciones pre israelitas en Canaán también significó en muchos casos una crisis de identidad, y de ello trata el libro de Josué en sus últimos versículos (Jos.24:1-28).

En el fondo esto es una demostración de todo el proceso de instalación del pueblo de Israel en Canaán. Hay mucho más de esperanza que de una realidad cumplida. La expectativa por poseer toda la tierra no fue cumplida en su totalidad, sino que se mantuvo siempre algo pendiente, un todavía no”, que permitía al pueblo pensar que no todo había sido logrado y hacía falta la plenitud que sólo Dios puede ofrecer a la historia humana.
Incluso muchas de las expresiones teológicas del pueblo de Israel no pudieron abstraerse totalmente de las influencias cananeas o egipcias, pues ese fue el ambiente en el que se forjó la fe de Israel.
Este resultado era casi inevitable. No obstante Dios en su soberanía ha usado a su pueblo de esta manera para que poco a poco su propósito se fuera extendiendo a otros pueblos.

Hubo tendencias nacionalistas entre los judíos que no asimilaron este hecho en esa forma, como desafío permanente, sino como una tarea incompleta que ellos con sus propias fuerzas debían cumplir.

En nuestro contexto latinoamericano lo que se mantiene como un hecho casi inevitable es que las tradiciones prehispánicas y afroamericanas sobreviven y hay necesidad de afrontar este hecho desde la perspectiva de la fe, no con salidas fáciles tal como ignorar el hecho o mezclar las tradiciones con la fe cristiana, sino buscando mantener la fidelidad al evangelio de Jesucristo y, al mismo tiempo, que este evangelio presentado sea pertinente al ser humano de hoy.
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Nota:
[1] H669 אֶפְרַיִם = Efraim: dual de una forma masculino de H672; fruto dual; Efraim, un hijo de José; también la tribu que descendió de él y su territorio:- Efraín, efrateo. (Strong).

Estudios para el Domingo.

Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia


LA SUPERIORIDAD DE LA PROFECÍA SOBRE LAS LENGUAS: 1 CORINTIOS 14:


LA SUPERIORIDAD DE LA PROFECÍA SOBRE LAS LENGUAS:
1 CORINTIOS 14:

Pastor: Carlos Ram´rez Jiménez:

Lo primero que queremos hacer es recorrer este capítulo y tachar la palabra «desconocida». Pablo no habla de lenguas «desconocidas»; esa palabra la añadieron traductores bien intencionados, pero confundidos. Siempre que en la Biblia hallemos «lenguas» se refiere a lenguajes conocidos (nótese Hch. 2:4, 6, 8, 11).
Los judíos en Pentecostés oyeron a los creyentes exaltando las poderosas obras de Dios en sus propios dialectos, de modo que no se necesitó intérprete. En 1 Corintios 14:10 y 21 Pablo indica definitivamente que se refiere a lenguajes conocidos, no de ningún «lenguaje celestial» extraño o lenguas desconocidas.

I.       La Inferioridad De Las Lenguas (1 Corintios 14:1–25):
Algunos quieren hacernos creer que el don de lenguas es una señal de espiritualidad superior y que los cristianos no pueden ser espirituales de verdad mientras descuiden este don. Pablo ¡enseña exactamente lo opuesto! Da tres razones por las que las lenguas son un don inferior.

A.     Las Lenguas No Edifican a La Iglesia (vv. 1–19).
Debemos tener presente que el propósito de los dones espirituales es la edificación de la Iglesia de Jesucristo (12:7) y no el placer personal del creyente. Los dones son para emplearse, no para disfrutarse. En esta sección Pablo contrasta las lenguas y la profecía.
La profecía, como usted recordará, era la proclamación de la verdad de Dios bajo la dirección inmediata del Espíritu Santo:
·     No es idéntica a la predicación, por cuanto el predicador interpreta la Palabra escrita conforme le instruye el Espíritu;
·     De modo que no habla la misma Palabra de Dios.

Nótese: Los Contrastes:
Profecía:
Lenguas:
1. Hablaba a los hombres para su bien, v. 3
1.  Le hablan a Dios para el bien del que habla, v. 2
2. Se puede entender, vv. 2, 5
2.  No se comprenden a menos que haya un intérprete
3. Edifica a la iglesia, vv. 3, 4
3.  Edifica al que habla, v. 4
4. Es el don mayor, vv. 5, 19
4. El don de menor categoría, v. 5 (nótese: 12:10)

Pablo deja en claro que las lenguas, a excepción de las que se interpretan, no tienen ningún valor para la iglesia. De igual manera, no le dan ninguna bendición personal al que las habla a menos que entienda lo que dice (vv. 14–15). Los que creen que los cristianos deberían practicar este don en privado ignoran lo que Pablo dice aquí:
·     En primer lugar, ¿cómo puede edificar a la iglesia si usamos nuestros dones espirituales en privado y no para servir a otros? Y
·   Segundo, si no entendemos lo que se dice, ¿cómo podemos aprovecharlo nosotros mismos?

Es posible que la carne y el diablo imiten los dones espirituales y lleven al creyente a una religión de emocionalismo superficial en lugar de una de comprensión sólida de la fe.
Esto no es negar el lugar de las emociones sinceras en la vida cristiana, porque los frutos del Espíritu ciertamente involucran las emociones (Gál. 5:22, 23); estas emociones, sin embargo, deben ser instruidas por la mente y controladas por la voluntad o serán destructivas.

B.      Las Lenguas[1] No Edifican Al Creyente (vv. 20–21).
Algunos sugieren que el don de lenguas es una muestra de madurez espiritual y de una vida cristiana más profunda; pero Pablo dice justamente lo opuesto.
Los cristianos en Corinto eran «niños en Cristo» y «carnales» (3:1–4). Se jactaban de su «espiritualidad» (8:1, 2; 10:12) y sin embargo Pablo tenía que advertirles y enseñarles de la manera más elemental.
En 13:8–13 Pablo explica que su pasión por los dones espirituales era una señal de infancia y no de madurez. Los creyentes maduros tienen al Espíritu y al Verbo, y no buscan «muletas» espirituales para sostenerlos.
El Dr. M.R. De Haan tiene un interesante punto de vista respecto a 14:22 que respalda esta enseñanza. Dice que «los creyentes» (v. 22) se refiere a los cristianos espirituales que viven por fe en la Palabra de Dios, en tanto que los «incrédulos» se refiere a los creyentes inmaduros sin una fe fuerte.
Dios tiene que dar señales a los cristianos inmaduros para reforzar su fe, pero el creyente maduro edifica su vida en la Palabra.

C.     Las Lenguas No Ganan a Los Perdidos (vv. 22–25).
En Hechos 2 Dios les dio a los apóstoles el don de lenguas para que pudieran hablar la Palabra a los judíos en Pentecostés. Para los judíos era una señal de que Dios estaba obrando, cumpliendo Isaías 28:11, 12.
Cuatro veces en Hechos hallamos incidentes que involucran lenguas y cada una muestra a los judíos presentes de que Dios está obrando:
(1) Hechos 2; las lenguas son evidencia a los judíos incrédulos en Pentecostés;
(2) Hechos 8; evidencia a los judíos creyentes de que el Espíritu había venido sobre los samaritanos;
(3) Hechos 10; evidencia de que el Espíritu había venido sobre los gentiles;
(4) Hechos 19; evidencia de que los doce hombres efesios habían recibido el Espíritu.

Pero las lenguas nunca pueden alcanzar al incrédulo para el Señor, especialmente la confusión de lenguas que existía en Corinto. ¡Era otra Babel! Es mucho mejor que el visitante que no es creyente escuche un mensaje de la Palabra, algo que pueda entender y entonces hacer su decisión por Cristo, que escuchar una confusión de mensajes que no puede captar.

II.     La Importancia Del Orden (1 Corintios 14:26–40):

A.     Lenguas (vv. 26–28).
Las lenguas no deben permitirse sin interpretación. Solamente tres han de hablar y por turno.

B.      Profecía (vv. 29–33).
Dos o tres profetas han de hablar y los demás deben probar sus mensajes para ver si vienen de Dios (nótese el don de «discernimiento de espíritus» en 12:10 y véase 1 Ts. 5:20, 21).
Los que hablan deben edificar a la iglesia y mantener el orden apropiado. Si alguien que está hablando «pierde el control» es una prueba de que el Espíritu no está hablando; porque cuando el Espíritu está obrando, hay dominio propio.

C.     Las Mujeres En La Iglesia (vv. 34–35).
Relacione estos versículos a 11:5ss y 1 Timoteo 2:12. Al parecer, las mujeres estaban abusando de sus dones y usándolos fuera de lugar. Pablo no dice que las mujeres no tienen dones espirituales ni que deban ser esclavos de los hombres.
Enseña que tanto hombres como mujeres, si actúan fuera de lugar en la iglesia, la destruyen en lugar de edificarla:
Ø Pablo también coloca una responsabilidad sobre los hombres;
Ø Deben enseñar a sus esposas las verdades espirituales, pero hacerlo en casa.
Triste como suena, ¡en muchas familias es la esposa la que tiene que enseñarle al marido!

D.     Obediencia a La Palabra (vv. 36–40).
«Si alguno de ustedes es espiritual», dice Pablo, «¡lo probará por obedecer la Palabra de Dios El Espíritu de Dios nunca trabaja fuera de la Palabra de Dios ni contrario a ella, y en ninguna parte se necesita más este principio que en el área de los dones espirituales.
No podemos ser guiados por la experiencia emocional subjetiva de alguien, pero sí podemos ser guiados por la inmutable y objetiva Palabra de Dios.

Nótese: los principios básicos para la adoración espiritual que Pablo da a la iglesia:

(1)   La enseñanza y la predicación de la Palabra sienta precedencia sobre todo lo demás.
(2)   La iglesia debe ser edificada.
(3)   No debe haber nada que menoscabe el testimonio ante los incrédulos.
(4)   Siempre debe haber dominio propio.
(5)   Todo debe hacerse «decentemente y con orden», siguiendo a la Palabra de Dios.
(6)   Las mujeres no deben ejercer autoridad sobre los hombres.
(7)   Debe haber comprensión antes de que pueda haber bendición.
Es evidente por las Escrituras que había cierta informalidad en las reuniones de la iglesia primitiva.
Por un lado debemos evitar la formalidad y por otro el fanatismo. Es una línea muy fina. Un culto planeado no es un culto falto de espiritualidad, porque el mismo Espíritu puede guiar en el planeamiento anticipado así como el culto mismo.
Pero incluso en un servicio planeado debemos dar lugar a que el Espíritu guíe, para no contristarlo.
Notas: adicionales sobre 1 Corintios 12–14.

Queremos examinar las afirmaciones de algunos carismáticos con respecto a la manifestación de lenguas y del Espíritu, para ver si satisfacen la prueba: «¿Qué dicen las Escrituras?» Algunos aducen:

A.      «Hay Un Bautismo Del Espíritu Después De La Salvación».
Algunos enseñan que es necesario «quedarse esperando el poder» en oración y ayuno, basando esto en Hechos 1 y Lucas 24:49. Pero 1 Corintios 12:13 enseña que todos los creyentes han sido bautizados por el Espíritu en el cuerpo de Cristo.
Esto fue verdad, ¡incluso de los carnales corintios! Hay «llenuras» del Espíritu después de la conversión y se nos ordena que seamos llenos del Espíritu (Ef. 5:18); pero en las Escrituras nunca se nos ordena que seamos bautizados con el Espíritu.
Hay un solo bautismo en el momento de la conversión, pero muchas llenuras del Espíritu, en la medida en que diariamente nos rendimos a Dios.

B.     «La Evidencia De Este Bautismo Es Hablar En Lenguas».
Si esto fuera verdad, la mayoría de los corintios nunca experimentaron el bautismo, porque no todos hablaban en lenguas (12:10, 30). Sin embargo, 12:13 dice que todos fueron bautizados por el Espíritu.
Por consiguiente, si los carismáticos están en lo correcto, todos los creyentes corintios debían haber hablado en lenguas; pero no fue así. Juan el Bautista fue lleno del Espíritu desde antes de su nacimiento, sin embargo, nunca habló en lenguas. Los grandes santos, a través de las edades, nunca han hablado en lenguas.

C.      «El Don De Lenguas Es Un Distintivo De Espiritualidad».
¡No en Corinto! Esta fue la iglesia más carnal con la que Pablo tuvo que lidiar. Eran niños en Cristo (1 Cor. 3:1–4). En lugar de ser un distintivo de una vida espiritual más profunda, las lenguas eran un don relativamente inferior que tenía muy poco valor al cristiano como individuo o para la iglesia colectivamente.
Es posible tener dones espirituales y no tener las virtudes espirituales, y 1 Corintios 13 enseña esto con claridad. La cuestión importante no es cuántos dones tengo, sino: ¿es mi vida semejante a la de Cristo y atraigo gente a Él?

D.     «Las Lenguas Son Para La Iglesia Hoy».
Hay más que suficiente evidencia de que varios de los dones fueron temporales. Tal parece que la profecía, las lenguas y el conocimiento (el inmediato impartir de verdad espiritual por el Espíritu) pasaron cuando se terminó de escribir el NT. Primera de Corintios 13:8–13 indica que estos dones pasarían y no se necesitan más.
Pertenecían a la «infancia» de la iglesia. Hoy la vida y ministerio de la iglesia están cimentados en la Palabra de Dios.
Lea en Hechos 20:17–38 un cuadro del ministerio ideal del NT; aquí no hallará nada acerca de las lenguas.

E.      «Un Creyente Se Puede Beneficiar De Las Lenguas Privadamente».
Pero los dones espirituales son dados para el beneficio de la iglesia entera (12:7), no de un solo santo. No hay ninguna sugerencia en estos capítulos que algún don sea concedido para el disfrute privado del creyente.
En verdad, en 14:13–15, Pablo afirma con claridad que el uso privado del don de lenguas no es correcto:
Ø Si hay interpretación, permitiendo al creyente saber lo que se dice, puede haber beneficio espiritual;
Ø Pero sin comprensión, no hay bendición.
Ø El uso privado de lenguas es contrario a la letra y al espíritu de 1 Corintios 12–14.

F.      «El Don De Lenguas Une a Los Creyentes».
Hay una nueva clase de ecumenismo entre los cristianos en el movimiento carismático que dice: «Usted no tiene que negar sus creencias básicas para ser parte de nuestro compañerismo».
Pero, ¿unió acaso el llamado «bautismo del Espíritu» a los creyentes en Corinto? ¡La iglesia estaba dividida en cuatro facciones! (1 Cor. 1:10–13). Sin embargo, ¡todos los creyentes allí habían experimentado el bautismo del Espíritu! (12:13).
Había discordia, división y disensión en la iglesia; y, no obstante, también había el don de lenguas. Ha sido nuestra experiencia que el énfasis en las «lenguas» y en el «bautismo del Espíritu» divide a la iglesia en lugar de unificarla. Los «cristianos de lenguas» se creen superiores a los demás y entonces empieza el problema.

G.  «No Importa Los Términos Que Use Con Tal De Que Tenga La Experiencia».
Esta es una mentira sutil de Satanás. El Espíritu fue el que dio las palabras de las Escrituras y debemos obedecerlas (1 Cor. 2:9–16). Está mal confundir el bautismo del Espíritu con Su plenitud, porque Dios definitivamente las ha separado.
Debemos basar en la Biblia la experiencia cristiana y no interpretar la Biblia por la experiencia. Si comprendemos las palabras y verdades de la Biblia, comprenderemos cómo vivir la vida cristiana.

Nótese: cuántas veces usa Pablo la palabra «ignorar» al escribir a los corintios. «No seáis niños en el modo de pensar» les amonesta en 14:20. A Satanás y sus poderes demoníacos les es posible falsificar las «experiencias espirituales» para los cristianos superficiales.

Pero cuando los cristianos comprenden la Palabra de Dios, Satanás no puede trabajar.


Clase Para El Miércoles:

Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.
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Notas:
[1] glossa =  (γλω̂σσα, G1100) se usa de: (1) las «lenguas … como de fuego» (Hech.2:3), que aparecieron en Pentecostés; (2) la lengua, como órgano del habla (p.ej., Mr.7:33; Rom.3:13; 14:11; 1 Cor.14:9; Filp.2:11; Stg.1:26; 3:5-6; 3:8; 1 P.3:10; 1 Jn.3:18; Ap.16:10); (3) (a) un lenguaje, lengua; junto con fule = tribu, laos = pueblo, ethnos = nación, siete veces en Apocalipsis (Ap.5:9; 7:9; 10:11; 11:9; 13:7; 14:6; 17:15); (b) el don sobrenatural de hablar en otro lenguaje sin haberlo aprendido. En Hech.2:4-13 se registran las circunstancias desde el punto de vista de los oyentes. Para aquellos en cuyo lenguaje se hizo el discurso constituía un fenómeno sobrenatural; para otros, el tartamudeo de los ebrios. Aquello que fue proclamado no estaba dirigido a la audiencia, sino que consistía en una proclamación de «las maravillas» de Dios; Comp. 2:46. En 1 Corintios, caps. 12 y 14, se menciona el uso del don de lenguas como ejercido en las reuniones de las iglesias locales. En 12:10 se habla del don en términos generales, y lo une con el de «interpretación de lenguas». El cap. 14 da instrucciones con respecto a la utilización del don, siendo el principal objetivo la edificación de la iglesia; a no ser que la lengua fuera interpretada el orador no estaría hablando a los hombres, «sino a Dios» (v. 2); se edificaría solo a sí mismo (v. 4), a no ser que interpretara (v. 5), en cuyo caso su interpretación tendría el mismo valor que el don superior de profecía, por cuanto sería para edificación de la iglesia (vv. 4-6); tenía que orar para tener interpretación (v. 13); en caso de no haber intérprete, tendría que guardar silencio (v. 28), porque todas las cosas debían ser hechas «para edificación» (v. 26). «Si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará?», dice el apóstol, expresando el gran objeto en todo ministerio oral, «¿si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?» (v. 6). Las lenguas eran para señal, no para los creyentes, sino para los incrédulos (v. 22), y especialmente para los incrédulos judíos (véase v. 21); cf. el pasaje en Hechos.
No hay evidencia alguna de la continuidad de este don después de la época apostólica. De esta manera, esto da confirmación del cumplimiento de 1 Cor.13:8, que este don cesaría en las iglesias, de la misma manera en que cesarían las «profecías» y «conocimiento» en el sentido de un conocimiento recibido por un poder sobrenatural inmediato (comp. 14:6). Al haber sido dadas las Sagradas Escrituras en su totalidad, se ha dado a las iglesias todo lo necesario para la conducción, instrucción y edificación, tanto individual como colectivamente. 01//08//2018.