RESUMEN DE LA
CONQUISTA:
JOSUÉ 12:1-24
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
I. Estadística
De Los Triunfos. JOSUÉ 12:1-24:
Este pasaje constituye una especie de apéndice de la obra de Josué, pero
incluye lo realizado bajo el liderazgo de Moisés.
v En la primera
parte (vv.
1-6) se mencionan solo dos reyes que fueron destronados
en el lado oriental del río Jordán,
v Mientras que
en la segunda parte (vv. 7-24) se mencionan treinta y un reyes
derrotados por Josué al lado occidental del río.
NOTA: V.1. Josué tenía 90
o 100 años de edad en ese tiempo (compare 23:1; 24:29). Por poseer. En áreas aún no
conquistada por las tribus es descrita en los VV. 2-6, de S a N.
La mención de la primera lista obedece a la
importancia teológica que el autor da a las podían unir para enfrentar a algún
adversario como en efecto lo hicieron para defenderse de los israelitas.
Algo que se debe destacar es que las principales
víctimas de los ataques del pueblo de Jehová fueron los reyes, es decir, el
sistema que ellos representaban. Lo que se menciona en esta estadística no es
el número de habitantes que destruyeron sino el número de reyes que
destronaron.
No habría ahora otro rey que no fuese Jehová. Si hubo luego conflictos bélicos, fue en la medida en que la presencia
de otros reyes amenazaban la vida del pueblo y la fidelidad a Jehová, y no sólo
porque les interesara apoderarse de más territorios.
Este no era un pueblo expansionista al estilo de las
grandes naciones de la época contemporánea, sino un pueblo que quería
garantizar que su fidelidad, culto y prácticas religiosas dirigidas a Jehová no
fuesen tentados por la presencia de otras divinidades que acompañaban a los
reyes que estaban cerca de ellos.
NOTA: V.2: La mención de los filisteos
(véase Gn.21:32) podría ser una nota editorial para
explicar que lo que posteriormente fue su territorio perteneció a los cananeos
en tiempo de Josué.
Es necesario subrayar el hecho de que antes que una
lucha entre poderes políticos lo que hay en el fondo es una lucha espiritual,
contra dioses. Tales dioses no garantizaban la vida de todo el pueblo sino que
estaban al servicio de reyes que a su vez los usan para mantener su posición y
su dominio sobre la población.
Jehová liberó a Israel de la esclavitud a que estaban
sometidos en Egipto. La formación de este pueblo se da en medio de la
solidaridad (el
apoyo de las tribus trans jordanos), la obediencia a un solo Dios y
la repartición justa y equitativa de la tierra.
NOTA: V.28-33: La media
tribu de Manasés se estableció al E del Jordán;
la otra
media tribu se estableció al O del Jordán.
Lo que está sucediendo no es el reemplazo de un dios por otros, sino el paso de
una forma distinta de ser pueblo, ahora con una misión, una bendición y un
llamado que deberá reflejarse en su actitud hacia los otros pueblos en el
momento histórico que Dios había preparado para ellos, a saber
el tiempo de la venida de Jesucristo.
Ayuda Homilética:
Tierra
todavía por conquistar: (Josué 13:1-7):
El libro de Josué. Presenta dos
perspectivas de la naturaleza y alcance de la ocupación de Canaán por Israel:
Batallas relámpago y espectacularmente exitosas en la conquista de toda la
tierra (11:16-23; 21:43-45; comp. Ex. 23:23), y una serie de muchas batallas
durante un tiempo largo (11:18) con grandes áreas de territorio del que poco a
poco tendrían que tomar posesión luego de la conquista (13:1-7; 18:3; comp. Ex.
23:27-30; Jue. 1). La tensión se puede disipar haciendo ver dos factores:
v Primero, los historiadores bíblicos presentan su material de acuerdo con
esquemas teológicos. A veces, como en el caso de los libros de Rey. y Cron. y
de los Evangelios del NT., los diferentes autores presentan la misma historia
desde ángulos diferentes. Para enfatizar sus puntos, seleccionan material con
cuidado, organizándolo por temas y no necesariamente en orden cronológico, y editandolo como sea necesario. Escriben una historia para provocar la memoria e
inspirar la visión, no solamente como crónica de eventos.
Nuestro narrador celebra que, cuando terminan las
asombrosas campañas de Josué, se acaba la resistencia cananea. Por la “tierra”,
él implica tanto el territorio como sus habitantes. Ahora que los pueblos de la
tierra han sido vencidos, puede decirse que toda la tierra -en su sentido
geográfico- ha sido tomada. Esa memoria ayudó a Israel para darle
fuerza y establecerse en la tierra que faltaba.
v Segundo, la posesión de la tierra por parte de Israel y el resto que sucedió,
son temas ampliados, porque la tierra fue tomada “poco a poco” (Ex. 23:30) pero nunca
totalmente (Heb. 4:1-14). Las generaciones futuras debían desempeñar su parte
(Jue. 3:1-4). El autor de Cron. usó Jue. 3:1-4 para presentar a David como
mayor que Josué porque reinó desde “el río Sijor en Egipto hasta Lebo
(la entrada a) Hamat”, usando vocabulario
único de es tos dos textos. Isaías vio el cumplimiento de estas fronteras
nacionales ideales en la era mesiánica (Is. 11:12-16). En cualquier punto dado
durante el proceso de posesión de la tierra, puede decirse que Dios cumplió su
promesa. Además, cada cumplimiento individual fue parte del cumplimiento último
y podía reconocerse como tal. El NT., presenta la misma tensión en relación con
el reino de Dios: Ya está aquí pero en su más amplio sentido “todavía no”.
Las tierras que quedaban, eran:
VV.2, 3. El territorio que se convirtió en Filistea, desde Sijor (“río de Horus”, el Nilo)
hasta Gesur.
Aunque más tarde gobernada por los filisteos (comp. 11:22; Gn. 10:14), esta
tierra era parte del territorio cananeo prometido a Israel. Los aveos
vivieron en las cercanías de Gaza.
V.4. El territorio de los cananeos desde Ara (sitio desconocido) de los
sidonios hasta Afec,
al sudeste de Biblos,
y los amorreos,
probablemente el reino de Amurru en la región del Líbano.
V.5. El territorio de los gebalitas, es decir, el área de Biblos y
todo el Líbano al oriente de Baal-gad al pie del monte Hermón a la entrada
de Hamat.
Otras áreas todavía quedaban por ser tomadas: Ciudades
estratégicas en el valle de Jezreel-Meguido, Taanac, Ibleam, Endor y Bet-seán (17:11, 12; comp. Jue.
1:27).
La llanura costera, Afec, Gezer y Dor (13:4; 16:10; 17:11;
comp. Jue. 1:27, 29).
La ciudad de Jerusalén (15:63; comp. Jue. 1:21) y los
territorios de Gesur
y Maaca
(13:13).
Estos comentarios muestran que Israel cinceló su
territorio en las montañas de Palestina, mientras las poblaciones nativas
permanecieron en las llanuras porque intimidaron a Israel con sus carros de
hierro (17:16; Jue. 1:19).
Dar por sorteo en el v. 6 significa “hacer caer”
(es decir, la porción gobernada por Dios; comp.
Núm. 33:54; Is. 34:17; Miq. 2:4-5).
Estudios para el
Domingo.
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