lunes, 27 de mayo de 2019

LA SUPERIORIDAD DE LA PROFECÍA SOBRE LAS LENGUAS: 1 CORINTIOS 14:


LA SUPERIORIDAD DE LA PROFECÍA SOBRE LAS LENGUAS:
1 CORINTIOS 14:

Pastor: Carlos Ram´rez Jiménez:

Lo primero que queremos hacer es recorrer este capítulo y tachar la palabra «desconocida». Pablo no habla de lenguas «desconocidas»; esa palabra la añadieron traductores bien intencionados, pero confundidos. Siempre que en la Biblia hallemos «lenguas» se refiere a lenguajes conocidos (nótese Hch. 2:4, 6, 8, 11).
Los judíos en Pentecostés oyeron a los creyentes exaltando las poderosas obras de Dios en sus propios dialectos, de modo que no se necesitó intérprete. En 1 Corintios 14:10 y 21 Pablo indica definitivamente que se refiere a lenguajes conocidos, no de ningún «lenguaje celestial» extraño o lenguas desconocidas.

I.       La Inferioridad De Las Lenguas (1 Corintios 14:1–25):
Algunos quieren hacernos creer que el don de lenguas es una señal de espiritualidad superior y que los cristianos no pueden ser espirituales de verdad mientras descuiden este don. Pablo ¡enseña exactamente lo opuesto! Da tres razones por las que las lenguas son un don inferior.

A.     Las Lenguas No Edifican a La Iglesia (vv. 1–19).
Debemos tener presente que el propósito de los dones espirituales es la edificación de la Iglesia de Jesucristo (12:7) y no el placer personal del creyente. Los dones son para emplearse, no para disfrutarse. En esta sección Pablo contrasta las lenguas y la profecía.
La profecía, como usted recordará, era la proclamación de la verdad de Dios bajo la dirección inmediata del Espíritu Santo:
·     No es idéntica a la predicación, por cuanto el predicador interpreta la Palabra escrita conforme le instruye el Espíritu;
·     De modo que no habla la misma Palabra de Dios.

Nótese: Los Contrastes:
Profecía:
Lenguas:
1. Hablaba a los hombres para su bien, v. 3
1.  Le hablan a Dios para el bien del que habla, v. 2
2. Se puede entender, vv. 2, 5
2.  No se comprenden a menos que haya un intérprete
3. Edifica a la iglesia, vv. 3, 4
3.  Edifica al que habla, v. 4
4. Es el don mayor, vv. 5, 19
4. El don de menor categoría, v. 5 (nótese: 12:10)

Pablo deja en claro que las lenguas, a excepción de las que se interpretan, no tienen ningún valor para la iglesia. De igual manera, no le dan ninguna bendición personal al que las habla a menos que entienda lo que dice (vv. 14–15). Los que creen que los cristianos deberían practicar este don en privado ignoran lo que Pablo dice aquí:
·     En primer lugar, ¿cómo puede edificar a la iglesia si usamos nuestros dones espirituales en privado y no para servir a otros? Y
·   Segundo, si no entendemos lo que se dice, ¿cómo podemos aprovecharlo nosotros mismos?

Es posible que la carne y el diablo imiten los dones espirituales y lleven al creyente a una religión de emocionalismo superficial en lugar de una de comprensión sólida de la fe.
Esto no es negar el lugar de las emociones sinceras en la vida cristiana, porque los frutos del Espíritu ciertamente involucran las emociones (Gál. 5:22, 23); estas emociones, sin embargo, deben ser instruidas por la mente y controladas por la voluntad o serán destructivas.

B.      Las Lenguas[1] No Edifican Al Creyente (vv. 20–21).
Algunos sugieren que el don de lenguas es una muestra de madurez espiritual y de una vida cristiana más profunda; pero Pablo dice justamente lo opuesto.
Los cristianos en Corinto eran «niños en Cristo» y «carnales» (3:1–4). Se jactaban de su «espiritualidad» (8:1, 2; 10:12) y sin embargo Pablo tenía que advertirles y enseñarles de la manera más elemental.
En 13:8–13 Pablo explica que su pasión por los dones espirituales era una señal de infancia y no de madurez. Los creyentes maduros tienen al Espíritu y al Verbo, y no buscan «muletas» espirituales para sostenerlos.
El Dr. M.R. De Haan tiene un interesante punto de vista respecto a 14:22 que respalda esta enseñanza. Dice que «los creyentes» (v. 22) se refiere a los cristianos espirituales que viven por fe en la Palabra de Dios, en tanto que los «incrédulos» se refiere a los creyentes inmaduros sin una fe fuerte.
Dios tiene que dar señales a los cristianos inmaduros para reforzar su fe, pero el creyente maduro edifica su vida en la Palabra.

C.     Las Lenguas No Ganan a Los Perdidos (vv. 22–25).
En Hechos 2 Dios les dio a los apóstoles el don de lenguas para que pudieran hablar la Palabra a los judíos en Pentecostés. Para los judíos era una señal de que Dios estaba obrando, cumpliendo Isaías 28:11, 12.
Cuatro veces en Hechos hallamos incidentes que involucran lenguas y cada una muestra a los judíos presentes de que Dios está obrando:
(1) Hechos 2; las lenguas son evidencia a los judíos incrédulos en Pentecostés;
(2) Hechos 8; evidencia a los judíos creyentes de que el Espíritu había venido sobre los samaritanos;
(3) Hechos 10; evidencia de que el Espíritu había venido sobre los gentiles;
(4) Hechos 19; evidencia de que los doce hombres efesios habían recibido el Espíritu.

Pero las lenguas nunca pueden alcanzar al incrédulo para el Señor, especialmente la confusión de lenguas que existía en Corinto. ¡Era otra Babel! Es mucho mejor que el visitante que no es creyente escuche un mensaje de la Palabra, algo que pueda entender y entonces hacer su decisión por Cristo, que escuchar una confusión de mensajes que no puede captar.

II.     La Importancia Del Orden (1 Corintios 14:26–40):

A.     Lenguas (vv. 26–28).
Las lenguas no deben permitirse sin interpretación. Solamente tres han de hablar y por turno.

B.      Profecía (vv. 29–33).
Dos o tres profetas han de hablar y los demás deben probar sus mensajes para ver si vienen de Dios (nótese el don de «discernimiento de espíritus» en 12:10 y véase 1 Ts. 5:20, 21).
Los que hablan deben edificar a la iglesia y mantener el orden apropiado. Si alguien que está hablando «pierde el control» es una prueba de que el Espíritu no está hablando; porque cuando el Espíritu está obrando, hay dominio propio.

C.     Las Mujeres En La Iglesia (vv. 34–35).
Relacione estos versículos a 11:5ss y 1 Timoteo 2:12. Al parecer, las mujeres estaban abusando de sus dones y usándolos fuera de lugar. Pablo no dice que las mujeres no tienen dones espirituales ni que deban ser esclavos de los hombres.
Enseña que tanto hombres como mujeres, si actúan fuera de lugar en la iglesia, la destruyen en lugar de edificarla:
Ø Pablo también coloca una responsabilidad sobre los hombres;
Ø Deben enseñar a sus esposas las verdades espirituales, pero hacerlo en casa.
Triste como suena, ¡en muchas familias es la esposa la que tiene que enseñarle al marido!

D.     Obediencia a La Palabra (vv. 36–40).
«Si alguno de ustedes es espiritual», dice Pablo, «¡lo probará por obedecer la Palabra de Dios El Espíritu de Dios nunca trabaja fuera de la Palabra de Dios ni contrario a ella, y en ninguna parte se necesita más este principio que en el área de los dones espirituales.
No podemos ser guiados por la experiencia emocional subjetiva de alguien, pero sí podemos ser guiados por la inmutable y objetiva Palabra de Dios.

Nótese: los principios básicos para la adoración espiritual que Pablo da a la iglesia:

(1)   La enseñanza y la predicación de la Palabra sienta precedencia sobre todo lo demás.
(2)   La iglesia debe ser edificada.
(3)   No debe haber nada que menoscabe el testimonio ante los incrédulos.
(4)   Siempre debe haber dominio propio.
(5)   Todo debe hacerse «decentemente y con orden», siguiendo a la Palabra de Dios.
(6)   Las mujeres no deben ejercer autoridad sobre los hombres.
(7)   Debe haber comprensión antes de que pueda haber bendición.
Es evidente por las Escrituras que había cierta informalidad en las reuniones de la iglesia primitiva.
Por un lado debemos evitar la formalidad y por otro el fanatismo. Es una línea muy fina. Un culto planeado no es un culto falto de espiritualidad, porque el mismo Espíritu puede guiar en el planeamiento anticipado así como el culto mismo.
Pero incluso en un servicio planeado debemos dar lugar a que el Espíritu guíe, para no contristarlo.
Notas: adicionales sobre 1 Corintios 12–14.

Queremos examinar las afirmaciones de algunos carismáticos con respecto a la manifestación de lenguas y del Espíritu, para ver si satisfacen la prueba: «¿Qué dicen las Escrituras?» Algunos aducen:

A.      «Hay Un Bautismo Del Espíritu Después De La Salvación».
Algunos enseñan que es necesario «quedarse esperando el poder» en oración y ayuno, basando esto en Hechos 1 y Lucas 24:49. Pero 1 Corintios 12:13 enseña que todos los creyentes han sido bautizados por el Espíritu en el cuerpo de Cristo.
Esto fue verdad, ¡incluso de los carnales corintios! Hay «llenuras» del Espíritu después de la conversión y se nos ordena que seamos llenos del Espíritu (Ef. 5:18); pero en las Escrituras nunca se nos ordena que seamos bautizados con el Espíritu.
Hay un solo bautismo en el momento de la conversión, pero muchas llenuras del Espíritu, en la medida en que diariamente nos rendimos a Dios.

B.     «La Evidencia De Este Bautismo Es Hablar En Lenguas».
Si esto fuera verdad, la mayoría de los corintios nunca experimentaron el bautismo, porque no todos hablaban en lenguas (12:10, 30). Sin embargo, 12:13 dice que todos fueron bautizados por el Espíritu.
Por consiguiente, si los carismáticos están en lo correcto, todos los creyentes corintios debían haber hablado en lenguas; pero no fue así. Juan el Bautista fue lleno del Espíritu desde antes de su nacimiento, sin embargo, nunca habló en lenguas. Los grandes santos, a través de las edades, nunca han hablado en lenguas.

C.      «El Don De Lenguas Es Un Distintivo De Espiritualidad».
¡No en Corinto! Esta fue la iglesia más carnal con la que Pablo tuvo que lidiar. Eran niños en Cristo (1 Cor. 3:1–4). En lugar de ser un distintivo de una vida espiritual más profunda, las lenguas eran un don relativamente inferior que tenía muy poco valor al cristiano como individuo o para la iglesia colectivamente.
Es posible tener dones espirituales y no tener las virtudes espirituales, y 1 Corintios 13 enseña esto con claridad. La cuestión importante no es cuántos dones tengo, sino: ¿es mi vida semejante a la de Cristo y atraigo gente a Él?

D.     «Las Lenguas Son Para La Iglesia Hoy».
Hay más que suficiente evidencia de que varios de los dones fueron temporales. Tal parece que la profecía, las lenguas y el conocimiento (el inmediato impartir de verdad espiritual por el Espíritu) pasaron cuando se terminó de escribir el NT. Primera de Corintios 13:8–13 indica que estos dones pasarían y no se necesitan más.
Pertenecían a la «infancia» de la iglesia. Hoy la vida y ministerio de la iglesia están cimentados en la Palabra de Dios.
Lea en Hechos 20:17–38 un cuadro del ministerio ideal del NT; aquí no hallará nada acerca de las lenguas.

E.      «Un Creyente Se Puede Beneficiar De Las Lenguas Privadamente».
Pero los dones espirituales son dados para el beneficio de la iglesia entera (12:7), no de un solo santo. No hay ninguna sugerencia en estos capítulos que algún don sea concedido para el disfrute privado del creyente.
En verdad, en 14:13–15, Pablo afirma con claridad que el uso privado del don de lenguas no es correcto:
Ø Si hay interpretación, permitiendo al creyente saber lo que se dice, puede haber beneficio espiritual;
Ø Pero sin comprensión, no hay bendición.
Ø El uso privado de lenguas es contrario a la letra y al espíritu de 1 Corintios 12–14.

F.      «El Don De Lenguas Une a Los Creyentes».
Hay una nueva clase de ecumenismo entre los cristianos en el movimiento carismático que dice: «Usted no tiene que negar sus creencias básicas para ser parte de nuestro compañerismo».
Pero, ¿unió acaso el llamado «bautismo del Espíritu» a los creyentes en Corinto? ¡La iglesia estaba dividida en cuatro facciones! (1 Cor. 1:10–13). Sin embargo, ¡todos los creyentes allí habían experimentado el bautismo del Espíritu! (12:13).
Había discordia, división y disensión en la iglesia; y, no obstante, también había el don de lenguas. Ha sido nuestra experiencia que el énfasis en las «lenguas» y en el «bautismo del Espíritu» divide a la iglesia en lugar de unificarla. Los «cristianos de lenguas» se creen superiores a los demás y entonces empieza el problema.

G.  «No Importa Los Términos Que Use Con Tal De Que Tenga La Experiencia».
Esta es una mentira sutil de Satanás. El Espíritu fue el que dio las palabras de las Escrituras y debemos obedecerlas (1 Cor. 2:9–16). Está mal confundir el bautismo del Espíritu con Su plenitud, porque Dios definitivamente las ha separado.
Debemos basar en la Biblia la experiencia cristiana y no interpretar la Biblia por la experiencia. Si comprendemos las palabras y verdades de la Biblia, comprenderemos cómo vivir la vida cristiana.

Nótese: cuántas veces usa Pablo la palabra «ignorar» al escribir a los corintios. «No seáis niños en el modo de pensar» les amonesta en 14:20. A Satanás y sus poderes demoníacos les es posible falsificar las «experiencias espirituales» para los cristianos superficiales.

Pero cuando los cristianos comprenden la Palabra de Dios, Satanás no puede trabajar.


Clase Para El Miércoles:

Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.
___________
Notas:
[1] glossa =  (γλω̂σσα, G1100) se usa de: (1) las «lenguas … como de fuego» (Hech.2:3), que aparecieron en Pentecostés; (2) la lengua, como órgano del habla (p.ej., Mr.7:33; Rom.3:13; 14:11; 1 Cor.14:9; Filp.2:11; Stg.1:26; 3:5-6; 3:8; 1 P.3:10; 1 Jn.3:18; Ap.16:10); (3) (a) un lenguaje, lengua; junto con fule = tribu, laos = pueblo, ethnos = nación, siete veces en Apocalipsis (Ap.5:9; 7:9; 10:11; 11:9; 13:7; 14:6; 17:15); (b) el don sobrenatural de hablar en otro lenguaje sin haberlo aprendido. En Hech.2:4-13 se registran las circunstancias desde el punto de vista de los oyentes. Para aquellos en cuyo lenguaje se hizo el discurso constituía un fenómeno sobrenatural; para otros, el tartamudeo de los ebrios. Aquello que fue proclamado no estaba dirigido a la audiencia, sino que consistía en una proclamación de «las maravillas» de Dios; Comp. 2:46. En 1 Corintios, caps. 12 y 14, se menciona el uso del don de lenguas como ejercido en las reuniones de las iglesias locales. En 12:10 se habla del don en términos generales, y lo une con el de «interpretación de lenguas». El cap. 14 da instrucciones con respecto a la utilización del don, siendo el principal objetivo la edificación de la iglesia; a no ser que la lengua fuera interpretada el orador no estaría hablando a los hombres, «sino a Dios» (v. 2); se edificaría solo a sí mismo (v. 4), a no ser que interpretara (v. 5), en cuyo caso su interpretación tendría el mismo valor que el don superior de profecía, por cuanto sería para edificación de la iglesia (vv. 4-6); tenía que orar para tener interpretación (v. 13); en caso de no haber intérprete, tendría que guardar silencio (v. 28), porque todas las cosas debían ser hechas «para edificación» (v. 26). «Si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará?», dice el apóstol, expresando el gran objeto en todo ministerio oral, «¿si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?» (v. 6). Las lenguas eran para señal, no para los creyentes, sino para los incrédulos (v. 22), y especialmente para los incrédulos judíos (véase v. 21); cf. el pasaje en Hechos.
No hay evidencia alguna de la continuidad de este don después de la época apostólica. De esta manera, esto da confirmación del cumplimiento de 1 Cor.13:8, que este don cesaría en las iglesias, de la misma manera en que cesarían las «profecías» y «conocimiento» en el sentido de un conocimiento recibido por un poder sobrenatural inmediato (comp. 14:6). Al haber sido dadas las Sagradas Escrituras en su totalidad, se ha dado a las iglesias todo lo necesario para la conducción, instrucción y edificación, tanto individual como colectivamente. 01//08//2018.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario