“Estar
En El Balcón”:
(2 Samuel 11:1-5)
“…Y sucedió un día, al caer la tarde, que se
levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio
desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa…” (2 Sam.11:1-5).
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Dios
había llevado a David a alcanzar el trono de Israel y a conquistar otros
pueblos alrededor, llegando David a reinar sobre todo un imperio; sin embargo,
la vida de David tomó otro rumbo después de haber alcanzado la cumbre. David apartó los ojos de Dios por un tiempo y su
vida fue presa del pecado.
El pecado casi destruyó la vida de
David por completo, pero la misericordia de Dios le salvó de la muerte; no
obstante, el pecado de David dejó una huella imborrable en su vida, su hogar
y la nación. DAVID CAE EN PECADO, 11:1-12:31. David comete
adulterio: 11:1-5:
Los capítulos 11-20 relatan los
problemas de David en cuestiones morales, políticas y de relaciones familiares,
e ilustran repetidamente las inevitables y devastadoras consecuencias del
pecado. Al año siguiente. Literalmente, al regresar el año; i, e., en la
primavera. La primavera era una época ventajosa para librar batallas debido al
buen tiempo y las provisiones disponibles de las cosechas.
I. Una Decisión Fatal:
Cuando el ejército israelita salió a luchar contra los
amonitas, David decidió quedarse en Jerusalén y ésta resultó ser una decisión
fatal para su vida. Lo que Satanás no había podido conseguir antes, lo
consiguió esta vez que David se quedó solo; bastó un solo momento para que
David diera lugar a una tentación que lo llevaría a caer en pecado y que
destruiría mucho de lo que David había llegado a lograr en su vida:
·
¿Qué sucedió en la vida de
David para que cayese en tal profundidad de pecado?
·
¿Cuál
fue el error que David cometió?
·
¿Cómo
se encontraba David espiritualmente en ese momento?
·
¿Podía
Dios evitar que David cayese?
Con seguridad se puede decir que Dios siempre provee una salida en el momento en que sus hijos son tentados; David, sin embargo, rehusó tomar la salida y decidió contemplar la tentación, cayendo rápidamente en el pecado.
El ejemplo: de David es una
advertencia a todo santo que nunca dé lugar a ser seducido por sus deseos carnales. La ocasión terminó siendo una
experiencia devastadora en la vida de David. ¡Qué irónico que mientras los ejércitos de David derrotaban a los
amonitas, David era derrotado por la tentación y el pecado!
¿Qué aspectos de su vida descuidó David en el momento de
ceder a la tentación?
Matthew Henry destaca tres aspectos de
debilidad en David que fueron ocasión para caer en pecado:
1) El descuido de su misión;
2)
El amor a lo fácil y la indulgencia de un
temperamento perezoso; y
3)
La inquietud de los ojos.
Los
dos primeros aspectos:
formaron parte en la decisión de David de quedarse en Jerusalén mientras sus hombres
luchaban contra el enemigo.
El tercer: aspecto fue el que indujo
a David a contemplar indebidamente a Betsabé.
II: Una Mirada Fatal:
“…Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa…” (2 Sam.11:2).
Todo comenzó con una mirada, mientras David salía una tarde a pasearse sobre el terrado de su casa. Desde allí David podía ver las terrazas de las otras casas que se encontraban en un terreno más bajo. Desde allí pudo ver, en una de las casas vecinas, a una hermosa mujer que se bañaba. Si David no miró a propósito la primera vez, sí pudo haber evitado el seguir mirando a la mujer; pero sus ojos continuaron mirando, y le fueron ocasión para caer.
Ayuda Hermenéutica:
H5027. טַ בָ נ = nabát; raíz prim.; examinar, i.e. mirar intencionalmente a; por impl. considerar con placer, favor o atención: —atender, considerar, contemplar, mirar, notar, observar, parecer, poner, ver. (Strong)
David se quedó contemplando a la mujer, dejándose
llevar por sus deseos carnales, sin ponerse a pensar si aquella mujer estaba
soltera o casada. La imagen que veía en sus ojos, oscureció su mente que ya no
pudo pensar clara y sabiamente.
NOTA: V.2: Las viviendas orientales tenían un patio cerrado que era
considerado como parte de la casa. Betsabé no estaba cometiendo ningún acto
inmodesto al bañarse allí al caer la tarde ya que lo hacía dentro de su casa.
Sin embargo, el interior del patio podía verse desde el terrado de
la casa de David, situada en un nivel más alta en el monte Sion.
III. Un Interés Fatal:
“Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo”. (v.3)
David se dejó llevar por sus deseos carnales
inmediatamente; no le fue suficiente el mirar, sino que comenzó a inquirir
acerca de aquella mujer. Sus mensajeros le informaron que era una mujer casada,
que se llamaba Betsabé y que era la esposa de Urías el heteo. Esta información
era suficiente para que David hubiese quitado su interés en aquella mujer; pero
su corazón y su mente ya estaban cegados por malos deseos. Urías era uno de los
oficiales más valientes de David. Urías era parte de los treinta, un grupo
seleccionado de los hombres más valientes de David (2 Sam.23:39).
El historiador
judío Josefo afirmaba que Urías fue el escudero de Joab. David, sin embargo,
estaba determinado a conseguir a Betsabé, envió a traer a Betsabé y la tomó.
Ella vino a él, y él durmió con ella. David, quien había ascendido muy alto con
la ayuda de Dios, ahora descendía a las profundidades del pecado de adulterio,
y descendería aún más.
¡Con qué rapidez se apoderó
el pecado de la vida de David! Todo porque apartó sus ojos de la ley de Dios.
NOTA:
V.3: Hubo tres pasos en el pecado de David:
1) Vio
[mirar] (v.2)
2) Indagó (v.3); y
3) Cedió a la tentación (v.4)
David
se dejó arrastrar por la concupiscencia que dio a luz pecado y que acabó en
juicio (compare Stg.1:14-15)
Urías
heteo. Aunque era heteo, Urías sin duda adoraba a Jehová ya que su nombre
significa “Jehová
es mi luz”.
“Y envió David mensajeros, y
la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego
ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa”. (2 Sam. 11:4).
NOTA: V.4: Betsabé, evidentemente, no fue una
participante reacia en este pecado. La purificación después de la relación
sexual era un requisito de la ley mosaica (Lv.15:18).
IV. Una Consecuencia Fatal. Betsabé Quedó
Embarazada:
Cuando ella se dio cuenta, también lo hizo saber a
David. Según Keil, Betsabé pidió a
David que hiciera todo lo necesario para ocultar
lo que había pasado y evitar así el castigo de muerte que la ley requería para
el hombre y la mujer adúlteros. (Lv. 20:10).
El texto no refleja esta actitud en Betsabé, sino en
David; no era necesario que Betsabé lo pidiese, David mismo trataría de evitar
su vergüenza y su propia muerte.
“Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta”. V.5:
Las
gravantes del pecado:
1) David ya tendría unos cincuenta
años.
2) Tenía muchas esposas y
concubinas.
3) Urías, a quien hizo
traición, era uno de sus mejores servidores y soldados que estaba exponiendo su
vida en lo más recio de la lucha por el honor y la seguridad del rey y del reino,
precisamente en el lugar donde David debería estar.
4) Betsabé, de la que abusó,
era mujer de buena reputación. El adúltero no sólo arruina su propia alma, sino
también la de su cómplice.
5) David era un rey a quien
Dios había encargado la espada de la justicia y la ejecución de los criminales,
especialmente de los adúlteros, conforme a la ley de Dios.
Sólo
tuvo una circunstancia atenuante: que lo cometió una sola vez, pues no era ésa
su costumbre, y lo hizo bajo el tremendo influjo de una fuerte pasión; fue sorprendido
por la tentación, más bien que bajo el influjo de un plan fríamente calculado.
No
era de aquellos que, como dice el profeta Jeremías, relinchaban, como caballos bien alimentados,
tras la mujer de su prójimo (Jeremías 5:8); Pero esta vez Dios lo
dejó de su mano.
Con este
ejemplo se nos enseña la necesidad que tenemos de orar cada día:
“Padre… no nos metas en
tentación”
(Lit. Mt.6:13) y de orar para que no entremos en ella.
V. Dios Convence a David De Su Pecado. (Dios Hace Todo,
Salta Del Balcón No Esperes) 12:1-15:
5.1. Natán Usa Una Parábola, 12:1-7a.
Dios trae al
arrepentimiento a personas en distintas maneras. Natán fue enviado de Dios para
hacerle ver su culpabilidad. Muy sabiamente, Natán presentó a David un caso de
estudio para que David diese su juicio al respecto.
La injusticia del rico, en la parábola, era clara y repugnante:
el rico había actuado con avaricia, con injusticia,
sin ninguna compasión y sin ninguna justificación por el hecho:
(a)
David se enfureció tremendamente ante la conducta de aquel rico y
demandó que el rico pagase al pobre con cuatro ovejas, porque así lo requería
la ley (Ex. 22:1).
(b)
La
indignación de David para con el hombre rico fue tan grande que llegó a pensar
que éste merecía la pena de muerte. (Es más fácil reconocer la injusticia en otros, que en uno
mismo).
(c)
Al reconocer la injusticia en la acción de aquel hombre rico, David
estaba en la posición que Natán quería. Natán había conseguido la reacción que
buscaba en David, ahora podía confrontarle directamente.
5.2. Describir El Caso No Era Suficiente, Era
Necesaria Una Confrontación Directa: Tú Eres Ese Hombre.
(a) David era culpable de una
acción que sí merecía la muerte.
(b) David,
aunque fuese el rey, no escapaba al juicio de Dios.
(c) Las personas en su naturaleza humana tratan de esconder y encubrir su
propio pecado; pero, la palabra de Dios se encarga de descubrir el pecado, aun
en los ricos y poderosos.
Ayuda Homilética:
ACTITUD DE CONFESIÓN: (Heb.9:14; 1 Jn.1:7, 9; Ap.1:5; Lc.15:21).
Conclusión:
El narrador advierte al lector que lo que había hecho
David pareció malo a los ojos de Jehová; era una nota de carácter triste, irónico y grave:
ü Triste, porque se refería al
escogido de Dios,
ü Irónico, porque todo lo que David
hizo por esconder su pecado no valió de nada, y
ü Grave, porque los hechos de David
habían ofendido gravemente a Dios.
El mismo
David merecía:
·
La
muerte por adulterio (Lv. 20:10),
y
·
Homicidio
(Lv. 24:17).
ü El estar en el Balcón como
espectador te traerá problemas; salta del balcón y entra a la batalla.
ATTE.:
Pastor Carlos Ramírez Jiménez.
Ciudadela
de Noé AA-HH. Mz. E – Lt. 18. 13-11-2020. Los Cardos Tumbes. Fono 942-562691.
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