Parte II
EL EVANGELIO DE PODER:
“Hubo también entre ellos una disputa sobre
quién de ellos sería el mayor… Pero
él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre
ellas tienen autoridad son llamados bienhechores;… mas no así vosotros, sino
sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que
sirve… Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la
mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Más yo estoy entre vosotros como el que
sirve…” (Lucas 22:24ss.)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Capítulo
II
HISTORIA
DE LA RELIGIÓN EN AMERICALATINA:
2.1. Raíces Del Poder En América Latina:
A la ciencia religiosa, ideas,
de las prácticas representan una influencia extraordinaria en la formación del
comportamiento de la cultura. La
concepción de poder en la cosmovisión (cómo piensa la persona)
latinoamericana está íntimamente ligada a su formación religiosa[*]. La
historia religiosa de América La tina puede ser dividida en tres grandes periodos:
1)
El de las religiones pre-colombinas de los mayas,
aztecas e incas, y porque no incluir los indios
del norte de americana;
2)
El catolicismo romano religión dominante, en especial
mí país en la constitución del estado del Perú: Titulo II, Art. 50, que
ampliare en;
3)
El del advenimiento del protestantismo, el
Evangelicalismo y el pentecostalismo(7).
Arrasados por la
evangelización depravador (genocida) del catolicismo hispano, las culturas
precolombinas, y culturas-inca (Perú), no consiguió imponerse en la formación
de la religiosidad latinoamericana. Salvo algunos vestigios residuales
animistas, de la religiosidad popular, los contornos religiosos y culturales de
América Latina fueron en verdad gestados por el catolicismo.
¿Qué Se Entiende
Por Religión?
[*]RELIGIÓN: threskeia =
(θρησκεία, G2356), significa religión en su aspecto externo (relacionado con
threskos, véase bajo RELIGIOSO), culto religioso, en especial referente al servicio
ceremonial de la religión.
Se utiliza
de la religión de los judíos (Hech.26:5); del «culto» a los ángeles (Col.2:18),
que ellos mismos repudian (Ap.22:8,9). Se hacía una exhibición formal de
humildad al seleccionar a estos seres inferiores como intercesores en lugar de
apelar directamente al trono de la gracia (Lightfoot).
Desde que Europa fue sacudido por los vientos revolucionarias, tanto en la reforma como el renacimiento, al final del siglo XV, su percepción de la realidad, su economía, sus formas de gobierno y su dimensión espiritual se establecieron como marco en todo el Occidente y en el Nuevo Mundo (América, como nos llaman los Europeos).
1) Los Movimientos De La Reforma y Del Renacimiento.
Representaban la revolución dialéctica de aquella generación contra los establecimientos de la Edad Media. Los dos movimientos se desarrollaron paralelamente, ya que muchos de los reformadores fueron humanistas, así como muchos humanistas fueron reformados.
La necesidad de la reforma y de la revolución humanista nació cuando la brecha entre el orden establecido y los patrones de la moralidad y justicia se volvió exageradamente conflictiva. La Edad Media termino porque había mucha discrepancia entre lo ideal y lo real. La promesa cristiana de paz, seguridad y solidaridad se contradecía día a día con la cruda realidad. El cristianismo institucionalizado se tronó un sucio juego de poder, posición y riqueza. La perspectiva de justicia social bajó un sistema feudal tampoco ofrecía ninguna esperanza para corregir los profundos abismos sociales. Más aún, ese sistema de discriminación social, los pobres no eran sólo pobres sino, sobre todo, ignorantes.
2) Nacieron dos focos de
confrontación de la realidad.
Los
reformadores alemanes tomaron la vía espiritual y clamaron por un retorno a la
simplicidad del evangelio. Los humanistas buscaban la gradual regeneración de
la humanidad a través de la educación y del saber por encima del misticismo.
Esas dos corrientes no se encontraban, pues los humanistas que miraban a la Iglesia en busca de un referente no encontraban nada, y los reformadores no aceptaban la premisa del sistema cerrado de los humanistas.
3) El
Renacimiento, que floreció primordialmente en los países latinos, caminó sin
referentes eclesiásticos, pues para ellos Roma era sinónimo de promiscuidad.
La
Reforma, por otro lado, al desenvolverse en el Norte de Europa, representaba
una brecha con Roma atrayendo así a sectores liberales.
El
renacimiento latino, la mayoría de sus protagonistas eran hombres de letras,
intelectuales. Pero percibieron la reforma como una protesta y un quiebre
incoherente del cristianismo.
El Renacimiento
no puede ser descrito como una revolución de bases y sí como una revolución
intelectual. Sí bien sus influencias fueron sentidos con igual impacto de la
Reforma, quedaron restringidos a la elite, sin muchos desdoblamientos en la
masa. Los avances que produjo el renacimiento fueron todos seculares. Se
desarrollaron las artes, la literatura y los avances científicos; la religión,
en tanto sofrío poca influencia en los países latinos.(9)
El poder y la religiosidad continuaron de desenvolviéndose monolíticamente y cuando llegaron a América Latina nunca fueron desafiados realmente. Los conquistadores (invasores) atraparon, mataron y esclavizaron tanto en nombre de la Corona como de la religión (la santa inquisición). En aquel punto no había ningún elemento liberal que pudiera confrontar este binomio.
4) El
Avivamiento De Concepto Sobrepasó Cualquier ambiente de Democracia en la
Península ibérica.
Es importante recordar que
costumbres paganas y las supersticiones nunca desaparecieron completamente en
los países latinos, provocados así que el renacimiento cambiara muy poco el
concepto de religiosidad en sus días.
No sucedió lo mismo, por ejemplo, con los reformadores que, al invocar una restauración de los principios de la Biblia, promovieron una reforma profunda en la sociedad, no sólo en las artes, sino en la economía, la política y la ciencia. La reforma fue mucho más revolucionaria de lo que los reformadores pudieron imaginar.
5) Esta
ideología continuó inmutablemente en América Latina a través de los siglos,
formulando todo concepto de Poder en
la dimensión política, eclesiástica o social. Ni la llegada del
protestantismo consiguió modificar esta realidad.
Leonardo Boff reconoce que la llegada de
la Reforma en la cultura latinoamericana
no consiguió transformar su ambiente.
Por otro lado, debe reconocer
que la teología protestante está ligada al sujeto histórico liberal. El liberalismo se vuelve la ideología del imperialismo dominante… El cambio social que el protestantismo promovía era sólo
reformista; beneficiaba directamente a los extractos Medios y Altos, y
escasamente a los grupos “el popular”,
por vía indirecta.
La transformación
religiosa centrada en la conversión del corazón, en una fe viva y en prácticas
éticas, aunque personalistas, repercutía en los estratos modernos de la
sociedad. El pueblo continuaba en la religión popular y en el drama de la
opresión social.(10)
Porque no ver la realidad de nuestro país
1980-2000 en el Perú fue lo más vil quien no lo recuerda con amargo sabor, de
la guerra sucia, enriquecimiento, etcétera que hasta ahora estamos enfrascados
de no recuperar algunos de los personajes centrales el ex presidente que se
encuentra en Japón (si era peruano
o japonés, actualmente se encuentra cumpliendo 25 años de cárcel después de
muchos intentos de extradición en Perú-2010) tantos miles de
millones de dólares y dólares ¿…?
Donde están, el poder se centró en un grupo pequeño, que domino según: los censos de población ejecutados en el país en las últimas décadas, muestran la evolución de la población a partir del año 1940. Según los resultados del XI Censo Nacional de Población, al 21 de octubre del año 2007, la población censada fue de 27 millones 419 mil 294 habitantes y la población total, es decir, la población censada más la omitida, 28 millones 220 mil 764 habitantes de peruanos (en lo cual yo soy parte). Datos de INEI. Perú.
2.2. Expresiones Del Protestantismo En América Latina. Precepción Del Poder:
La llegada del elemento protestante, cualquier sea su origen, se mostró en un primer instante importante para debilitar la fuerza del catolicismo en la formación cultural latinoamericano. La percepción de la realidad, del poder espiritual o estructural, continuó siendo católica por siglos, debido a algunas inhabilidades de los segmentos protestantes instalados tanto en América como portugueses.
Hubo tres grandes corrientes protestantes:
1) El Protestantismo de
Inmigración:
Las iglesias sin la intención de ser agentes de transformación, sino sólo como movimientos perpetradores de sus orígenes étnicos que estaban al otro lado del mar. Su visión de poder continuaba aliada al estado del cual provenían y que los sostenían. Su inserción en la cultura se dio después de la segunda generación de inmigración, que forzados por la propia convivencia ambiental iniciaron el día cultural, pero asimismo permanecieron sin mayor impacto. Las iglesias de origen étnico trataron el poder religioso mucho más como forma de preservación étnica que como una intromisión que altera procesos históricos.
2) El Protestantismo de
Misión:
Las misiones protestantes
históricos fueron encarados a partir de una mentalidad colonialista. Tuvieron
un discurso con la lógica dogmática del Fundamentalismo y sobre ella giraron
los engranajes del mecanismo eclesiástico.
La práctica proselitista del
protestantismo de misiones, que podrían parecer en un primer momento expulsor
del “statu quo” se restringía a una acción
pragmática, poco reflexiva. El elemento protestante fundamentalista
norteamericano venía alineando a los segmentos más reaccionarios de la sociedad.(11) El discurso unidireccional del misionero, que
salvaba almas en la dimensión espiritual, muchas veces tenía una fuerte dosis de colonialismo que menospreciaba la
cultura local y se separaba de cualquier relevancia concreta.(12)
Esa práctica evangelizadora alejó a la
Iglesia de cualquier proyecto pertenencia social, política o histórica.(13)
El crecimiento de las primeras
corrientes evangélicas se tornó meramente cuantitativo, y la iglesia, no
obstante estar presente en la sociedad, se mantuvo al margen de los procesos
formadoras de la cultura latinoamericana.
Como la reflexión crítica no florece en
sistemas cerrados, estaba además el factor inhibidor del
fundamentalismo que no se aventuraba a hacer teología, sino que sólo se
limitaba a traducirla.
La propuesta fundamentalista en el proyecto misionero inhibía la
posibilidad de pensar en el evangelio como poder transformador de la historia.
El énfasis pre-milenario descartaba cualquier de rescatar valores sociales.
Por último, las élites eclesiásticas
que se formaron, generalmente extranjeros, separaban al laico del nudo del
sistema y le impedían participar del “poder”.
El trabajo activamente en la escuela dominical, predicaba en plazas, pero no
conseguía determinar el ritmo o el futuro de la iglesia, de la ciudad o del
país. El monopolio del poder quedaba en manos de algunos. En el evangelismo latinoamericano no había lugar
para la acción beligerante, ingrediente esencial para que el evangelio sea
efectivamente de poder. La virtud fue siempre ser conservador. Cristo pasó a
ser identificado con los segmentos más reaccionarías de la sociedad,
invirtiendo así su posición contestaría y revolucionaría.
Los evangélicos fueron enseñados a
formar una masa xenofilia, con una conciencia doméstica y provista de libertad
critica.
Resultado desastrosos fue que las
denominaciones, importantes y cerradas, se hicieron lentas como las antiguas seres
pre-históricos, sin poder para alterar o adaptarse a los cambios rápidos que el
mundo experimentaba.
Sin querer abrirse a los argumentos
especulativos del hombre moderno, se mostraban amigos declarados del
absolutismo de los sistemas, se separaron de los partidos de la razón, se
cerraron al equilibrio, al sentido común, y sobre todo, a la libertad.
No había otra alternativa para las
iglesias evangélicas sino multiplicarse, restringiendo la naturaleza de su
misión a reunir al pueblo para oír sermones dominicales, predicar un dulce
provenir e intentar inculcar patrones
morales a partir de una reflexión ética, tradicional, rural e importada.
La comunidad evangélica
latinoamericana predico un evangelio desinteresado (sin poder) en influenciar
efectivamente los instrumentos
promotores cambios estructurales y permanentes en la sociedad.
Sus herramientas se limitaban a viajes patrones teológicos que no
consiguieron proveer las bases de un análisis ético o crítico de los problemas
coyunturales. En fin, la comunidad evangélica latinoamericana no alcanzó importancia
en la evolución de los valores comunitarios y existenciales.
3) El
Pentecostalismo:
El crecimiento de las iglesias, seguramente representan el movimiento
religioso más significativo de América Latina, si bien también había sido un brazo
del evangelismo de Misiones, fue el segmento protestante que se a culturó, más
rápidamente en América Latina.
Sus iglesias
tomaron el perfil autóctono no sólo en el desarrollo de un gran énfasis
soteriológico sino combatiendo férreamente dimensiones organizadas de los
poderes espirituales, tales como práctica animistas, de magia negra, magia
blanca, hechicería e idolatría.
El pentecostalismo latinoamericano se desarrolló en el extracto más bajo de la sociedad; puede decirse sin duda que el pentecostalismo no desarrollo una alienación social sino que trajo a aquellos que ya estaban marginados socialmente.(14)
El Misionero Samuel Escobar Dice En Su Libro:
“En 1966, el famoso evangelista Billy
Graham convocó a las iglesias y organizaciones misioneros evangélicos a un
congreso Mundial de Evangelización en la ciudad de Berlín. Consiguió reunir a
un número significativo de líderes misioneros evangélicos de todo el mundo. Fue
allí donde por primera vez el Sector “evangélico” del protestantismo aceptó a los
pentecostales como hermanos en la tarea de evangelización mundial. Quienes
asistieron en ese evento en Berlín no olvidaran nuestra sorpresa durante
aquella parte del programa dedicada a escuchar informes acerca del avance de la
evangelización en el mundo. País tras país y continente tras continente, en
lugares tan diferentes como Sudáfrica, chile, corea o Yugoslavia, los informes
daban cuenta de una notable expansión de las iglesias pentecostales. En muchos
lugares los pentecostales superaban numéricamente a todos los demás
protestantes juntos, muchos evangélicos ni se habían dado cuenta de la
presencia pentecostal en sus países y en Berlín tomaron conciencia de ello”.
En la más reciente biografía de Billy
Graham, se describe en detalles las
dudas y conflictos que el evangelista y su organización enfrentaron, antes de
decidir a invitar a conocidos predicadores pentecostales a participar en el
mencionado Congreso de Berlín.
El Poder en
la óptica pentecostal tiene primordialmente una dimensión sobrenatural. Desde
las instituciones eclesiásticas mostradas “sobre la revelación divina” hasta el
ejercicio de los dones carismáticos día a día, el pentecostal latinoamericano
percibió el evangelismo como un Poder carismático practicable. Ser pentecostal
significa creer en milagros, sanidad divina, lenguas,
manifestaciones de ángeles y disfrutar el libre acceso al propio Dios.
La
propuesta religiosa del pentecostalismo latinoamericano lamentablemente
permaneció fundamentada en un subjetivismo emocional experimental. Aunque el
pentecostalismo norteamericano luchó por permanecer identificado con el
fundamentalismo y sus vertientes más conocidos (de la inspiración verbal de la bíblica
al pre milenarismo), en
América Latina hay una tendencia apartarse de ese patrón al costo de una
inmensa fragilidad teológica y una franca vulnerabilidad al sincretismo. Gran parte del pentecostalismo
latinoamericano sucumbió a la mistificación de la propia bíblica, y alegorizó
párrafos que debían ser leídos, por lo menos, obedeciendo el método histórico
gramatical, de interpretación.
La
experiencia pasó a ser el principal crítico de verdad y colocó al subjetivismo
por encima de la verdad de Dios objetivamente revelada en las Escrituras. Ese
énfasis tornó al pentecostalismo vulnerable a las practicas arrogantes, produjo
muchas veces catarsis emocional es artificialmente manipulados y confundió a su masa sobre el significado real del Poder.
Ese
menosprecio por el pensar cayó bien a los analfabetos y marginados sociales.
Esto colocó a las multitudes en desarmonía con los grupos pensantes de la
sociedad y con la propia biblia que valoriza al pensar sin
anular la experiencia. Dado que en la historia los avivamientos
nacieron con cierta Anarquía teológica y hasta con un menosprecio intelectual,
se comprende el actual estado del pentecostalismo latinoamericano. Pero sí ésta
alcanzando relevancia, necesita evolucionar a una coherencia intelectual.
La
visión del poder en
el universo pentecostal fue también influenciada por la forma de gobierno
centralizado que adopto.(15)
El tipo
de gobierno carismático centralizado en la persona de un líder (presbítero,
presidente, consejo directivo nacional, ancianos, etcétera), además
de tender al “gerantocratismo”,
facilitó el régimen de “rex lex”.
Peter Wargner detectó ese
fenómeno al entrevistar a ciertos “pastores
Brasileños” que se consideraba caudillo espiritual y frecuentemente decía: “Nosotros los
sacudimos, pero ellos obedecen”.(16)
La Dependencia De
Los Líderes Como Auténticos Caudillos De La Fe Produjo Dos Efectos:
Ø Primero; en los creyentes, que semejante al fenómeno de los esclavos,
desarrollaron una dependencia tan profunda por su señor, que pasaron a
admitirlo por su tiranía y no osaron nunca confrontarlos. El liderazgo
pentecostal muchas veces enfermo y sufre sin que haya ninguna voz que lo
exhorte o advierta.
Ø Segundo; los líderes pasaron a actuar no sólo cómo dosificadores, sino también como inspectores, del
comportamiento cristiano. En el pentecostalismo son ellos los que determinan lo
que es pecado y lo que no es pecado, legislando desde la indumentaria femenina
hasta el ocio. Políticamente son dueños
de los votos en la iglesia (dentro de la “organización”) negociándolos
descaradamente (para ocupar cargos de privilegios
como: Provincial, departamental, y el más
jugoso la nacional, que está reservado para los iluminados los ordenados).
Ese comportamiento,
además de mostrase extremadamente sensible a posible
herejías (aberranticas), coloca
un peso excesivo de responsabilidad en una única persona.
Ese
liderazgo al principio dio resultados bastantes prácticos y generoso gran
crecimiento cuantitativo entre los pentecostales, pero luego provocó un desfase
con la realidad. Hay que admitir que muchos están regresando a la iglesia
carismática Católica (no hay diferencia entre pentecostales y carismáticos, y
católicos carismáticos ¿Cuál sería la diferencia?
Esta es la pregunta que siempre les hago a mis
estudiantes del seminario o institutos
pentecostales cuando me invitan a enseñar teología).
Si la centralización del poder eclesiástico agiliza a las decisiones y facilita la
movilización de masas, por otro lado, sus consecuencias son desastrosas. La dictadura
degrada el ejercicio de la crítica, dilata la modernización e inhibe la
creatividad.
A no
ser que el pentecostalismo latinoamericano revalúe sus estructuras, continuará
alcanzando multitudes sin conseguir impactar sus estructuras, continuará
multitudes sin conseguir impactar en la sociedad; continuará restringiendo a
los círculos marginados de la sociedad. Sin llegar a los oyentes formadores de
opiniones, el evangelismo pentecostal, verá que, paralelamente a su vertiginoso
crecimiento numérico, crecerá también la miseria, la injusticia, la violencia y
los desencuentros sociales. Y peor aún, como los regímenes políticos
totalitarios, tanto de la izquierda como de la derecha, el autoritarismo
eclesiástico se Corrompe.
Véase Parte III.
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