Parte III
EL EVANGELIO DE PODER:
“Hubo también entre ellos una disputa sobre
quién de ellos sería el mayor… Pero
él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre
ellas tienen autoridad son llamados bienhechores;… mas no así vosotros, sino
sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que
sirve… Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la
mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Más yo estoy entre vosotros como el que
sirve…” (Lucas 22:24ss.)
Capítulo III
PRECEPCIÓN DEL PODER,
DENTRO DE LOS GRUPOS “EVANGELICOS”:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
3.1. La Teología De La Liberación:
La teología de la
liberación ofreció en la década de los (años 60) por todo el mundo católico
latinoamericano. Ante la miseria, el sistema semis-feudal de la economía y el
profundo distanciamiento entre el clero y las bases, los teólogos católicos
formaron una concepción de iglesias que nacieron a partir de las aspiraciones
de su base. “Usando
al socialismo como meta y el marxismo como herramienta de análisis de la
sociedad”,(17) esa teología se tronó la principal corriente de pensamiento teológico
influenciado a la gran mayoría de los centros de reflexión crítica religiosa de
América Latina. El protestantismo sufrió una inmensa influencia de
escritores como Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff, y Hugo Assman.
La teología de la
liberación entretanto, perdió su ímpetu debido a su rápido proceso de
secularización de su reflexión. En la búsqueda de una práctica saludable perdió
los referentes trascendentales. Creó una Sed religiosa pero no consiguió saciarla.
El movimiento pentecostal creció rápidamente también, en el rastro de ese vacío
espiritual que las comunidades eclesiales dejaron. Tanto el discurso como la
militancia de la teología de la liberación se tornaron tan horizontales que
generaron una expectativa en la gran masa de recuperar lo sagrado en su estado
más “salvaje”.
Fue ella, una de las responsabilidades por el surgimiento de grupos
ultra-pentecostales.
3.2. Movimiento De La Prosperidad:
En la década de los (60) y los (70), una
corriente doctrinaría arrasó todo los Estados Unidos. El “Movimiento de la Prosperidad”,
también llamado “Movimiento
de confesión Positiva” apareció como
una renovación del propio pentecostalismo y prometía salud perfecta, prosperidad y triunfo.
Al principio indicaba un giro en dirección al
verdadero evangelio. Con el auge consumista y materialista de la década de
los (años 80) estos evangelistas se tornaron rápidamente famosos. Consiguieron
juntar multitudes, recaudaron millones de dólares ¿$$$? Etcétera y afirmarse
como una auténtica denominación norteamericana, la identificación iníciales “movimiento de
confesión positiva” con el pentecostalismo clásico fue luego
descartado por las principales denominaciones norteamericanas:
Las Asambleas de Dios, la iglesia del Evangelio Cuadrangular y la Iglesia de
Dios, las mayores entidades pentecostales de los EE.UU., se manifestaron
contrario no sólo a los énfasis de este movimiento sino también a sus premisas
teológicas.
Después del éxito
inicial, el movimiento comenzó a desgastarse, principalmente por sus promesas
irresponsables de salud perfecta, sanidad divina garantizada y la imperiosidad
de que todos los creyentes muestran señales exteriores de riqueza (si tú estás
pobre o no hay dinero “estas maldito”).
Serias investigaciones teológicas consideraron con precisión su discurso como
un simplismo incoherente.
Lamentablemente, sólo después de ese
desgaste la teológica de la prosperidad llegó al hemisferio Sur. Los
principales dilemas que la teología de la prosperidad trajo a la comunidad
latinoamericana son:
a)
Su percepción gnóstica del
conocimiento;
b) Su Cristología;
c) Su antropología;
d)
La negación de la teología de la iglesia como comunidad empática con el
sufrimiento humano.
Sin tranquilidad para
enfrentar el dolor, sin reflexión en los estratos burgueses del evangelismo
sobre la miseria, sin sacerdocio para la vocación sufriente de la iglesia, se
divisó en la teología de la prosperidad una fuga de la clase media, que siempre
deseo subir socialmente, pero se resistió a descender ante el rápido
empobrecimiento del continente. El
evangelio del poder se empobreció por el materialismo consumista revestido de
doctrina bíblica.
3.3. El Evangelio Holístico:
En la
tensión dialéctica entre los extremos doctrinales de los teólogos de la
liberación y del movimiento de la prosperidad en América Latina, surgió la
propuesta de un evangelio integral (no una parte,
del todo) en el sentido del Pacto de Lausana. Trabajando con dos
grandes vertientes del evangelio:
Proclamación
y acción social, pareció
representar movimientos evangélicos de los últimos años.
Al preservar el esquema teológico de
la ortodoxia histórica, su simpatía con el pentecostalismo y al proponer la
acción social como próximo al modelo de un evangelio de poder.
El problema, fue que el “holismo” tuvo dificultades e en pasar
del “profetismo
retórico” a una militancia comprometida. El holismo se mostró
refractario a la necesidad de desenvolverse en una sociedad y de participar de
sectores ya organizados, como sindicatos, grupos reivindicativos y
representativos.
La gran
necesidad del hombre al final del siglo XXI no es estar convencido
apologéticamente de los próximos cristianos, sino constatar de manera
contundente que el cristianismo es viable. El cristianismo enfrenta el desafío de la credibilidad, más
acentuadamente que el de la verdad.
Movimiento carismático:
El neo
-pentecostalismo o movimiento carismático es un moderno grupo cristiano cuyos
seguidores creen haber sido "llenados" o "bautizados" por el
Espíritu Santo a través de la imposición de manos. (Timothy Ross/The Image
Works Microsoft ® Encarta ® 2009).
Véase Parte IV:
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