EL ERROR DEL PRONOSTICADOR:
(Jeremías 23:16-40)
“Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan;
os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la
boca de Jehová… Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo:
Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen:
No vendrá mal sobre vosotros… Porque ¿quién
estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó?... He aquí que la tempestad de Jehová saldrá con furor; y la
tempestad que está preparada caerá sobre la cabeza de los malos…”.
(Jr. 23:16-22)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Culpa de todo esto a los falsos profetas y a los sacerdotes,
especialmente a los profetas. Ambos son impíos (v. 11); los sacerdotes profanan
las Ordenanzas de Dios que pretenden administrar; los profetas, la Palabra de
Dios que pretenden comunicar, aun en mi casa
hallé su maldad dice Jehová (v. 11b):
·
En el tiempo, donde ministraban los
sacerdotes y
·
Donde profetizaban los profetas.
Ambos eran culpables de idolatría e
inmoralidad.
El concepto de saber a quién prestar atención tiene precedentes en las Escrituras. En la época de Jeremías, Dios advirtió a su pueblo de los falsos profetas: “No [los] escuchéis […]; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visiones de su propio corazón, no de la boca del Señor” … Ahora escuchamos palabras como: “Yo declaro”, “Yo profetizo”, “Yo ordeno”, “Yo pacto” … etcétera de cosas que dicen en la Biblia, pero que Dios no les a ordena para su pueblo de hoy. Veamos mejor a Jeremías.
I. De Dos Cosas Se Les Acusa:
1.1. De Que, Con Su Ejemplo, Enseñaban Al
Pueblo A Pecar:
Los compara con los profetas de Samaria, la capital del reino del norte,
que estaba desolada desde hacía mucho tiempo. Los profetas de Samaria habían
sido muy insensatos al profetizar en nombre de Baal (v.
13), haciendo así errar al pueblo de Israel, al
que todavía llama Dios mi pueblo. Los profetas de Jerusalén no hacían eso, pues
profetizaban en nombre del verdadero Dios y se estimaban mucho en eso de no ser
como los profetas de Israel que profetizaban por Baal; pero corrompían la
nación con sus inmoralidades (v. 14), tanto como los otros con sus idolatrías.
Hacían uso del nombre de un Dios santo, mientras se revolcaban en todo
género de impurezas. En el nombre del Dios de la verdad profetizaban, mientras
(v. 14b) andaban
en mentiras. Con todo esto, Judá y Jerusalén habían llegado a
ser como Sodoma y Gomorra (v. 14, al
final) y así los veía Dios como maduros para sufrir la misma destrucción que
las ciudades nefandas de la Pentápolis.
1.2. De Que Animaban Al Pueblo, Mediante Sus Falsas Profecías,
a Continuar Pecando:
Se habían llegado a convencer a sí mismo de que no había ningún peligro
y ningún daño en el pecado y se ajustaban, en la práctica, a esta falsa
convicción (v. 16): “hablan visiones
de su propio corazón, es decir, de su imaginación
exaltada, no de la boca de Jehová”. Les dicen a los pecadores (v.
17) que todo les irá bien, aunque persisten en sus pecados. Estos profetas
lisonjeaban falsamente al pueblo. Tenían que haberles dicho: No hay paz para los malvados (Is. 48:22; 57:21). Pero ellos les decían: “Jehová ha dicho: Paz tendréis…
No vendrá mal sobre vosotros” (v. 17b). Lo peor es que se lo decían en
nombre de Jehová.
II. Dios Repudia Todo Lo Que
Estos Falsos Profetas Decían Para Apaciguar A La Gente En Sus Pecados (v. 21):
“No envié yo aquellos profetas,
no les comisioné yo para ese ministerio; sin embargo, ellos estaban tan ávidos
de comunicar sus mensajes que corrían a hacerlo; yo no
les hablé, pero ellos profetizaban con todo atrevimiento, sin hallar las dificultades
que los verdaderos profetas hallan con frecuencia”. Les
decían a los pecadores: Paz tendréis (v. 17).
Pero (v. 18), “¿1uién asistió al
consejo de Jehová? Comunicáis vuestro mensaje con gran aplomo y
seguridad; pero, ¿habéis consultado a Dios acerca de él? No habéis percibido ni oído Su palabra, no
habéis comparado en la Escritura lo que estáis diciendo; si hubieseis tomado
nota del tenor general de la Biblia, nunca habríais pronunciado un mensaje
semejante”. Que no habían asistido
al consejo de Jehová ni habían oído Su voz, se declara después (v. 22). “Si hubiesen
asistido a mi consejo, dice Dios, como ellos pretenden:
1. Habrían hecho de las Escrituras su norma de Predicación: Habrían hecho oír mis Palabras a mí pueblo.
2. Habrían hecho
de la conversión de las almas su objeto (v. 22b) de interés
primordial, y eso es lo que habrían buscado en toda su predicación.
3. Habrían mostrado algunos sellos de su ministerio. Si hubiesen asistido a mí consejo, y las palabras que predicaban hubiese sido mis palabras ellos mismo habrían sentido el impacto de tales palabras y habrían cesado de obrar mal”.
III. Dios
Amenaza Con Castigar a Estos Profetas Por Su Maldad:
Ellos prometían al pueblo paz; y, para mostrarles la insensatez de eso,
Dios les dice que ellos mismos no habían de tener paz. Se aproxima sobre ellos
la calamidad y no aperciben de ella (v. 12). Por ser profanos los profetas y
los sacerdotes (v. 11), por tanto (v. 12), su camino será como resbaladeros en
oscuridad (compare con 13:16; Salm. 35:6). Dice Freedman:
Ø “Hasta ahora,
los corrompidos profetas habían proseguido su malvado curso con seguridad; pero
ahora el camino será resbaladizo y oscuro para ellos, de modo que tropezarán”.
v Los que pretenden enseñar a otros el camino, estarán
ellos mismos en la oscuridad.
v Los que pretenden dar a otros seguridad, no hallarán ellos mismos terreno firme donde asentar los pies.
Los que pretenden poner a la gente cómo
con sus halagos, se hallarán ellos mismos extremadamente incómodos:
·
Serán empujados y caerán (v. 12b).
Pretenden evitar el mal que amenaza a otros, pero (v. 12, al final) Dios
traerá el mal sobre ellos en el año de su visitación (compare con 11:23), que
será el año de su retribución. Más adelante (v. 15) se les amenaza con otras amarguras:
· He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les daré a beber agua de hiel (compare con 9:15).
IV. El Pueblo Se Le Advierte Aquí
Que No De Crédito Alguno A Estos Falsos Profetas (v. 16):
“No escuchéis las palabras de los profetas
que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; pues es la palabra de Jehová la que está firme y
permanece para siempre, pero no la de ellos. Ellos os dicen (v.17, al final): No vendrá mal sobre vosotros; pero oíd lo
que dice Dios (v. 19): Mirad que una
tormenta de Jehová y, por tanto, muy fuerte, va a estallar con furos. Ellos os dicen
que todo está en calma, pero Dios os dice (v. 19b) que es una
tempestad que remolineas y se cierne sobre la cabeza de los malvados,
y no la podrán aguantar.
Esta sentencia es irreversible (v. 20): No se
apartará la ira de Jehová hasta que lo haya hecho y hasta que haya cumplido los
designios de su corazón. Dios no se va a
volver atrás en modo alguno. Ellos no lo entienden ahora, pero es los postreros
días (frase mesiánica, dice Freedman)
lo entenderéis cumplidamente, esto es, os daréis cuenta perfecta de la situación
en que ahora os halláis”.
Sin embargo, Freedman hace notar que el verbo hebreo tithbónnu está en la forma Hilhpael (reflexivo),
por lo que propone la siguiente versión: “Os consideraréis
a vosotros mismos en esta (con) entendimiento”, “es decir, al
presente rehusáis reconocer esto, pero en el fin lo conoceréis a fuerza de
examinar a nosotros mismos y por nuestra experiencia”.
V. Varias Cosas Se Ofrece A La
Consideración De Estos Falsos Profetas, A Fin De Que Se Vean Incitados A
Retractarse De Su Error:
5.1. Han De Considerar Que, Aun
Cuando Hayan Podido Engañar A Los Hombres, Dios Es Demasiado Sabio Para Que
Puedan Engañarle:
1. Dios Afirma Su Omnipotencia y Su Omnisciencia En General (vv.
23-24).
Dice textualmente el versículo 23:
“¿Acaso (soy)
un Dios de cerca yo, oráculo (Heb. nehúm)
de Jehová, y no un Dios de lejos?”. La mejor interpretación de este versículo es,
sin duda, la que da Asensio: “Jehová no es
un Dios cercano que sólo
puede conocer y dirigir lo que sucede en torno a sí, sino un Dios
lejano que, desde su altura
inaccesible a todo hombre, todo lo alcanza con su ciencia y poder”. Entre los hombres, la cercanía y la
lejanía marcan una enorme diferencia, tanto en nuestras observaciones como en
nuestras operaciones, pero con Dios no sucede así; para ÉL, lo mismo es la luz
que la oscuridad, lo que está al alcance de la mano y lo que está a una
distancia astronómica.
Por eso, ni el carácter ni la conducta del hombre pueden esconderse del
ojo divino que todo lo ve (v. 24): “¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo
vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y
la tierra?” (compare con 1 R. 8:27; Salm. 139:7-12). Ningún lugar
puede encerrar a Dios, como ningún lugar puede excluirlo.
2. Aplica Esto a Los Falsos Profetas, Que
Tenían Un Arte Notable En Disfrazarse (vv. 25, 26),
Dios les hará saber que está enterado de toda la confusión que han
sembrado en el mundo, bajo color de divina revelación. Dios descubre fácilmente
los fraudes. Dice Freedman sobre el versículo 26: “El
versículo es difícil. Su probable significado es éste: ¿Por cuánto
tiempo continuarán éstos engañando al pueblo? ¿Puede
la verdadera Palabra de Dios residir en el corazón de hombres que profetizan
engaños que ellos mismos conciben?”.
5.2. Han De Considerar Que, Al
Embaucar Al Pueblo Con Falsificadas Revelación Y Al Atribuir Sus Propias
Fantasías A La Inspiración Divina.
Están provocando el menosprecio a la
religión verdadera y hacen que los hombres se vuelven incrédulos y aun ateos (v. 27): “Los que piensan hacer que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños
que cada uno cuenta a su prójimo”. Lo que más desea Satanás es que
los hombres se olviden de Dios, especialmente de la justicia y de la santidad
de Dios, según se han manifestado en todos los tiempos.
El mejor medio de que lleguen a olvidarse del Dios verdadero es hacer
que se aficionen a dioses falsos (v. 27, al final), “Al modo que sus padres se olvidaron de mi
nombre por Baal”. Hoy día hay muchos “baales”
por los que se olvida el nombre de Dios.
5.3. Han De Considerar Qué
Colosal Diferencia Había Entre Sus Profetas y Las Que Eran Pronunciadas Por Los
Verdaderos Profetas De Jehová (v. 28):
“El profeta que tenga un sueño, cuente el sueño; y como sueño, cuente el sueño; y como sueño habrá
que considerarlo, algo que está completamente lejos de la realidad; pero el que
tenga mi palabra -dice Dios-, cuente mi palabra verdadera, que
la declare fielmente, ajustándose en todo a lo que yo le he dicho, y pronto
veréis la enorme diferencia que haya entre el sueño de un falso profeta y las
instrucciones divinas que un verdadero profeta comunica.
Los que tienen sentidos espirituales bien ejercitados pueden distinguir
fácilmente entre la paja
y el trigo.
Los sueños de la imaginación no valen para nada, como la paja que se lleva el viento; pero la Palabra de Dios es
sustanciosa, de valor, nutritivo, pan de vida”.
Otros distintivos de la Palabra de Dios
son descritos en el versículo 29: “¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y
como martillo que hace pedazos la roca?”. Los sueños de los
falsos profetas eran fantasías inútiles para la vida, sin poder ni eficacia
para cambiar la conducta; pero la Palabra de Dios es un poder, una “dinamita”
(gr. dynamis = poder) que, como el fuego, produce diferentes
afectos conforme al material en el que actúa:
·
Endurece el barro y ablanda la cera;
·
Consume la escoria, pero purifica la
plata.
Así también, la Palabra de Dios es para un olor de vida para vida; para
otros, olor de muerte para muerte (2
Cor. 2:16). También es comparada a un martillo que hace pedazos la roca. El
corazón del hombre sin humillar es como una roca; si no se derrite por el fuego
de la Palabra de Dios, será hecho pedazos por el martillo de la Palabra de
Dios.
5.4. Han De Considerarse
Finalmente Que, Mientras Siguiesen Este Curso, Dios Había De Estar Contra
Ellos:
Tres veces se les dice esto (vv. 30, 31, 32). Quedan procesados aquí; “Hurtan mis
palabras coda uno de su prójimo” (v. 30b). Eran extraños al espíritu
de la profecía, pero imitaban el lenguaje de los verdaderos profetas, tomaban
algunos buenos dichos de ellos y los comunicaban al pueblo como si fuesen de
ellos mismos. Con estas medias y, además, carentes del verdadero espíritu,
anulaban la eficacia de la Palabra de Dios en la mente y en el corazón de
algunos que quizá comenzaban a estar bajo la convicción que la Palabra de Dios,
mediante el Espíritu de Dios, imprime en el que la escucha con las debidas
disposiciones.
Dios está contra ellos (v. 31) porque usaban la lengua según les perecía bien en sus discursos al pueblo, y hacían pasar como dicho por Dios lo que era producto de su imaginación. Quedan encausados como vulgares tramposos (v. 32), pues profetizan sueños mentirosos y las cuentan con la pretensión de que se debe a la Inspiración de Dios, lo que es invento de ellos. Malo es el error del pueblo al tomar por verdades las mentiras que los falsos profetas dicen, pero es mucho peor el caso de estos falsos profetas, pues son ellos los que hacen errar al pueblo de Dios con sus mentiras y con sus lisonjas. Dios decían que no tiene nada que ver con ellos: “Yo no los envié ni les mande y, puesto que no proceden de la verdad, tampoco pueden hacer nada para la vida: ningún provecho puede hacer a este pueblo, dice Jehová”.
VI. La
Mundanidad Del Pueblo: Jeremías 23:33-40:
Así como la de los sacerdotes y profetas, es aquí condenada en un caso
particular que podría parecer de poca importancia, pero no lo es, pues la
vulgaridad profana en el modo de hablar, y la corrupción del lenguaje de una
nación, son evidencia clara del predominio de la impiedad en esa nación.
6.1. El Pecado De Que Aquí Se
Les Acusa Es Tomar A Broma A Los Profetas De Dios Y Los Vocablos Especial Que
Usaban:
Preguntan (vv. 33, 34): “¿Cuál es la
carga de Jehová?”. Recordemos que el
vocablo hebreo massá, que significa carga,
ocurre en la Biblia cuando el oráculo de Dios hace referencia especial a
ciertas amenazas o ciertos castigos que se cierne sobre los destinarios.
Los profetas verdaderos usaban este vocablo con toda la seguridad que el
caso requería, pero los contemporáneos de Jeremías lo usaban para burlarse de
él y de su mensaje, cuando deberían temblar ante el juicio que dicha carga
comunicaba. Cuando alguien hace burla de los más sagrado, pocas esperanzas
quedan de verle salvado.
6.2. A La Vez Que Se Les
Reprende Por Esta Burlona Forma De Hablar, Se Les Dice Cómo Hay Que Expresarse
Decentemente:
Vemos que el término es usado todavía después (Nah. 1:1; Hab. 1:1; Zc.
9:1; Malq. 1:1), pero aquí Dios quiere que Jeremías se atenga a la norma que
dio en 15:19b: “Y
nunca más volveréis a mencionar: Carga de Jehová
de esta forma irónica y sacrílega” (v. 36).
¿Cómo, pues, han de
expresarse? Se les dice (v.
37): “Así dirás al profeta: ¿Qué te respondió Jehová, y qué habló Jehová?”. Y
lo mismo han de hacer cuando pregunten cada uno a su prójimo y cada cual a su
hermano (v. 35).
6.3. En Esta Misma Línea De
Prohibición Al Pueblo En Cuando Al Uso Irónico Y Escarnecedor Del Término massá:
Dios amenaza (vv. 38-40) con hacer caer sobre ellos afrenta y
confusiones perpetuas (v. 40) y con hacerles caer a ellos mismos después de
levantarlos en alto (v. 39), si continúa abusando del vocablo carga (v. 38).
Hay un juego de palabras con los vocablos massá
= carga,
y nashá = cargarse (o levantar en alto) en los
versículos 38 y 39. Atención especial merece a este respecto el versículo 33: “Y cuando te
pregunte este pueblo, o el profeta o el sacerdote diciendo: ¿Cuál es la carga de Jehová?, les
dirás: ¡Qué carga! Y yo os arrojaré -oráculo[1] de Jehová” (lit.)-.
El sentido queda así un tanto oscuro con la lectura del actual texto
masorético (eth – mah
– massá: al que carga), por lo que, con una
división y una vocalización diferentes (según lo han visto la Septuaginta -los LXX- y la Vulgata Latina) tendríamos: attem hammassá: “vosotros (sois) la carga, y yo
os arrojaré como se arroja de alguien una carga” (Freedman). Así lo
entiende el gran rabino Rashi.
Concluyó:
Los falsos profetas todavía existen. Algunos “expertos” dan consejos, pero ignorando a Dios o adecuando su Palabra a los propósitos de ellos. Pero mediante la Biblia y el Espíritu Santo, Dios nos ha dado lo necesario para discernir entre lo verdadero y lo falso.
¿Qué patrón utilizas para
determinar si algo es verdadero?
__________
Nota y Bibliografía:
[1] קָסַם = casám H7080 raíz
primaria; propiamente distribuir, i.e. determinar por suerte o rollo mágico;
por impl. adivinar: - adivinación, adivinar, adivino, agorero, dar oráculo,
practicar [adivinación], usar [advinación].
qasam = (קָסַם, H7080),
«adivinar,
practicar la adivinación». Cognados de este vocablo aparecen en
arameo tardío, en cóptico, siríaco, mandeano, etiópico y arábigo, así como la
lengua de Palmira. La raíz hebrea aparece 31 veces en el texto bíblico: 11
veces como verbo, 9 como participio y 11 como nombre.
La adivinación era
un paralelo pagano de la profecía: «No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija
por el fuego, ni quien practique adivinación … Porque
estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; más a ti no te
ha permitido esto Jehová tu Dios. Profeta de en medio de ti, de tus hermanos,
como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis» (Deut. 18:10; 18:14-15:
primer uso del término).
El término qasam se refiere al acto de buscar la voluntad
de los dioses a fin de conocer sus acciones futuras o conseguir su bendición
para alguna acción propuesta (Jos. 13:22). Es posible que los adivinadores
conversaban con demonios (1 Cor. 10:20). (VINE).
NOTA: La traducción “oráculo” aparece 11 veces en
Versión de Reina y Valera, rev. 1909 en el Antiguo Testamento. En todos los
casos se trata de una traducción errónea del hebreo debír,
que se utiliza exclusivamente para el santuario interior del *templo de Salomón
(Reina Valera 1960 “lugar santísimo”).
La derivación equivocada de dibber, ‘hablar’, más bien que de dabar
en el sentido de “estar detrás”, surge de las traducciones de Aquila
y Símaco (que utilizaron jreµmatisteµrion, ‘oráculo’), y la Vulgata latina (oraculum). Indudablemente influyó
también sobre este cambio el hecho de que en los templos paganos se designaba “oráculos”
a las cámaras donde los dioses hacían sus declaraciones (el santuario oracular
de Apolo en Delfos fue el más famoso de todos). (CERTEZA).
- Biblia de Estudio RYRIE.
- MATTHEW, Henry. Comentario Bíblico. Edit. Clie. Págs. 851-852.
- e-Sword-the.
LEDD.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 26//04//2022. MISIÓN BAUTISTA: “EMANUEL”. Ciudadela de Noé. Los Cardos Mz.E-Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II. Cel. 942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’
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