domingo, 24 de abril de 2022

Parte II LA REALIDAD E IDENTIDAD DE LOS DEMONIOS: [IV] (Marcos 5:7)

 Parte II

LA REALIDAD E IDENTIDAD DE LOS DEMONIOS: [IV]

(Marcos 5:7)

 

Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios AltísimoTe conjuro por Dios que no me atormentes”.

(Mr. 5:7)

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:


2.2.   TEORIAS BASADAS EN ALUSIONES BIBLICAS:

Existen ciertos pasajes en las Escrituras que parecen sugerir un origen diferente de los demonios del comúnmente aceptado, que dice que se originaron en las filas de los ángeles caídos. Sin embargo, muchos consideraron estas alusiones escriturales como demasiado vagas e indefinidas como para sustentar una teoría. Otros las toman muy en cuenta y construyen y defienden sus teorías con gran confianza y seguridad.

 

LOS DEMONIOS SON ESPIRITUS SIN CUERPO DE HABITANTES DE UNA RAZA PRE-ADAMICA:

 

Se cree que existía una raza pre-adámica en la Tierra original (Gn. 1:1) bajo el gobierno de Satán antes de su caída, como el querubín grande(Ez.28:14).

 

Ezequiel  28:14  Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas”.

 

Ayuda Hermenéutica:

 

Querubín: H3742 כְּרוּב = kerúb: de derivación incierta; querub o figura imaginaria:- querubín, [plural] querubines.

Grande: H4473 מִמְשַׁח = mimshákj: de H4886, en sentido de expansión; esparcido (i. e. con alas extendidas): - grande. (Strong).

Satanás había ocupado un lugar de prominencia especial al guardar el trono de Dios (Comp. Éx. 24:10; 25:20).

Esta prístina esfera es considerada como el escenario de la revolución satánica (Is. 14:12-14) y a entrada del pecado en el universo produjo un horrible cataclismo que redujo todo a un caos (Gn. 1:2).

Los miembros de la raza pre-adámica, a quienes Pember describe comohombres en la carne8) quedaron de alguna manera envueltos en la rebelión, y en la catástrofe sobreviniente; sufrieron la pérdida de sus cuerpos nateriales9), quedando como espíritus desnudos o demonios10).

El hecho registrado tan a menudo, de que los demonios tratan continuamente de entrar en los cuerpos de los hombres y tratan de utilizarlos como los suyos propios, se toma como evidencia confirmatoria de que los demonios son espíritus descarnados, y su intenso deseo de reencarnación indica que la intolerancia condición de estarincorpóreos”.

Para la cual no habían sido creados, es tan poderosa que hasta se ofrecen a entrar en los cuerpos de cerdos (Lc.8:32)11). La teoría rígidamente divide a os demonios, como espíritus desnudos, de los ángeles, tanto buenos como malos.

Se afirma que los ángeles no son meros espíritus incorpóreos, sino que están vestidos con cuerpos espirituales, puesto que los participantes en la primera resurrección recibirán cuerpos espirituales (2 Cor. 5:2,3), y se dice que son iguales a los ángeles) Lc.20:36; Comp. Lc. 24:39; Filp. 3:21). Se dice que los judíos comprendieron claramente esta distinción, pues los saduceos no confesaban ni ángel, ni espíritu”, y los fariseos, que confesaban a ambos, dijeron, refiriéndose a Pablo que quizás “un espíritu le ha hablado, o un ángel” (Hech. 23:89).

Se da mayor evidencia de a diferenciación entre ángeles y los espíritus desnudos (demonios) en la falta de propensión por tanto de Satán y sus ángeles de reencarnarse ellos mismos en seres humanos. Sin embargo, se acepta libremente que lo pueden hacer para la perpetración de la maldad, aunque no por una inherente inclinación, sino solamente porque tal procedimiento es imperativo para la prosecución de alguna grande y especial conspiración del mal (Lc. 22:3). 

Las dos clases de súbditos de Satanás:

Ø Ángeles, y

Ø Demonios.

Que se consideran diferenciados así en el Nuevo Testamento, lo están de la misma manera en el Antiguo Testamento.

Los ángeles, tales como Gabriel y el príncipe de Persia y el de Grecia, están colocados en el primer orden, mientras los espíritus de pytón, adivinos o encantadores, el shedhim, seirim y Lilith se consideran a los demonios.

El significado clásico del término demonio especialmente como lo usa Hesíodo12) está tomado en su connotación esencial neotestamentaria, a pesar del hecho de que los demonios de Hesíodo, como los espíritus de hombres muertos de la mitológica edad dorada”, son deidades tutelares o héroes canonizados y son invariablemente, mientras que los demonios del Nuevo Testamento son invariablemente malos.

La obvia discrepancia tiene su explicación en los engaños de Satán, de los cuales se nos instruye que no debemos maravillarnos si en un “poema pagano (él), ensalza a sus propios agentes13).

Sin embargo, en otros aspectos del relato de Hesíodo sobre el origen de los demonios, los que abogan por esta teoría ven una asombrosa corroboración de sus puntos de vista en que representan una perversión de una tradición primitiva y pura concerniente a la Tierra pre-adámica sin pecado y a la caída que la abrumo.

La raza dorada de hombres, creada por los dioses cuando Cronos gobernaba los cielos corresponde a la creación por Dios de la raza pre-adámica, cuando Satán gobernaba como criatura perfecta. La paz, prosperidad y gozo puro de la raza dorada es reminiscente del estado privilegiado de la raza pre-adámica.

El decreto del poderoso Zeus transformando a los hombres de la raza dorada en demonios, junto con el cambio simultáneo en la dinastía celestial, con la expulsión de Cronos, llevando a su fin esta era de gozo imperturbable, os recuerda la revolución satánica, el juicio sobre la Tierra pre-adámica y la demonización de sus habitantes.

Larkin14) ve en la conducta del endemoniado, cuando el mal espíritu toma posesión de su víctima con el propósito de gratificación sensual física, un indicio de que el pecado de sensualidad fue la causa del desastre de a tierra pre-adámica15).

Esta es, brevemente, la teoría que identifica a los demonios con los espíritus desnudos de una Tierra pre-adámica. El problema es:

·      ¿Cómo se le puede avaluar?

·      ¿Hasta dónde podemos fiarnos de ello?

Aunque es muy ingeniosa, necesariamente debe descansar tan ampliamente sobre presunciones motivadas por el silencio de la revelación (por lo menos con las fuentes de información de las que disponemos actualmente), que debemos tener cuidado y no darle mayor importancia de la que se le daría a una mera teoría, que, aunque es sugestiva en algunos aspectos, está sujeta a debilidades fatales.

Desafortunadamente, todo el concepto de una raza humana pre-adámica, u hombre en la carne”, que figura como premisa vital en el argumento, es pura conjetura, sin el más mínimo sostén escritural. La Biblia no dice nada sobre una raza humana anterior a Adán (Gn. 1:26-27). Los ángeles son las únicas inteligencias creadas que se revela que existieron antes de la creación del hombre.

Parecería que a menos que recurramos al argumento por el silencio, lo cual es precario, los demonios, si se postula un origen pre-adámico, deben ser considerados como derivados de los ángeles caídos. Es en este punto, sin embargo, en donde queda invalidada toda la teoría.

Si no se puede probar que existían otros seres aparte de los ángeles antes del hombre edénico y puesto que los ángeles, como seres puramente espirituales, son incapaces de permanecer sin cuerpo, entonces toda la teoría de demonios como espíritus incorpóreos, en clara diferenciación de los ángeles, queda sin valor como sostén de la hipótesis.

Realmente, es altamente dudoso el hecho de una rígida distinción presentado por esta teoría entre ángel y espíritu, aunque su premisa básica fuera sustentable, a la luz de la identificación escritural de ángeles como espíritus (Salm. 104:4; Heb. 1:14) y el uso del término ángel para el espíritu del hombre (Mt. 18:10; Hech. 12:15).

Se puede agregar que todo el debate que presenta a los demonios como espíritus descarnados es innecesario, ya que la hipótesis misma acepta que Satán y sus ángeles malignos no solamente  pueden, sino realmente entran en seres humanos, si no se puede probar que los demonios son espíritus desnudos, el argumento de la propensión que tienen para entrar en cuerpos humanos, pierde toda su fuerza.

Por último, debemos señalar el hecho de que trazar paralelos de la mitología griega en aquellos puntos donde la revelación bíblica es silenciosa, o extremadamente reticente, es excesivamente peligroso. Y un trozo de exégesis aún más audaz es la incorporación del clásico significado griego del término demonios”, como los buenos espíritus de hombres muertos en la edad dorada en el Nuevo Testamento, donde los demonios son, sin excepción, espíritus inmundos y malvados.

La palabra demonio”, como otras palabras distintas bíblicas griegas, fue moldeada divinamente a través de las centurias pre-cristianas para su significado singular neotestamentaria, y no incorporada promiscuamente con su estricto concepto original pagano.

 LOS DEMONIOS SON LA MONSTRUOSA PROGENIE DE ANGELES CON MUJERES ANTIDILUVIANAS:

Esta antigua teoría, que se remonta por lo menos al siglo II antes de Cristo, si no antes, mantiene que los hijos de Dios (bene-ha’elohim) de Génesis 6:2 son ángeles, que cohabitaron con mujeres mortales y produjeron una monstruosa progenie, los demonios, nacidos al mismo tiempo de espíritus y carne. El locus classicus en el libro apócrifo de Enoc, dice así:

 

“¡Salieron malos espíritus del cuerpo de ellos (esto es de las mujeres), pues ellos fueron generados de seres humanos, y de los santos centinelas (ángeles) fluye el principio de su creación y su fundación primera. Los espíritus del cielo- en los cielos es su morada –y los espíritu engendrados sobre la Tierra- en la Tierra está su morada. Y los espíritus de los gigantes devorarán, oprimirán, destruirán, asaltarán, presentarán batalla, se echarán sobre la Tierra y producirán convulsiones!” 16).

Desafortunadamente, a premisa básica de esta hipótesis, la que dice que los hijos de Diosde Génesis 6:2 son ángeles, tiene sus dificultades y ha sido activamente rechazado por gran número de consagrados eruditos desde los tiempos de los padres de la Iglesia.

El punto de vista apuesto que dice que los hijos de Dios era simplemente setitas consagrados y las hijas de los hombres, “cainitas impías” que se unieron en matrimonio, ha sido expuesto por, Cirilo de Alejandría, Teodoreto, casi todos los teólogos posteriores, y ya en tiempos modernos, por Hengstenberg, Keil, Lange, Jamieson, Fausset, Brown, Matthew Henry, C.I. Scofield y muchos otros17).

Pero la teoría angelical es también sustentada por una igual lista de expositores, si no mayor, demostrando las grandes dificultades que se encuentran en ambas teorías, y ambas tienen por lo menos algún fundamento escritural para tener tantos defensores competentes.

La hipótesis angelical parece haber sido originada en la Septuaginta. Por lo menos, los manuscritos varían entre los hijos de Dios (Huioi tou Theou) y los ángeles de Dios (aggeloi tou Theou) en el Código Alejandrino.

Claramente está presentada en el libro de Enoc, como se ha señalado, y el llamado Génesis Menor”, también por Josefo, Filón y la mayoría de los escritores rabínicos, como también por los primeros padres de la Iglesia:

Ø Justo, Tertuliano, Cipriano, Ambrosio y Lactancio.

Ø Y aunque Crisóstomo, Agustín y Teodoreto lucharon celosamente contra ella y en la edad oscura fue desechada, fue expuesta por Lutero y una galaxia de exégetas modernos como:

Koppen, Twesten, Dreschler, Hofmann Baumgarten, Delitzsch, W. Kelly, A. C. Gaebelein y otros 18).

Pero no todos los escritores que defienden la teoría angelical la relacionan con el origen de los demonios. Por ejemplo:

·      Pember19), y Larkin20), y otros simplemente conectan la supuesta cohabitación angelical con mujeres mortales conlos ángeles caídosque están prisioneros en Tártaro (2 P. 2:4-5; Jud.6-7) por su crimen anormales al seducir mujeres mortales, mientras los ángeles de Satán que no son culpables de esta anormalidad especial permanecen con él en los lugares celestiales y no están encarcelados.

De otra manera a los demonios se les considera como la simiente de esta unión antinatural.

La labor para evaluar y presentar completamente los argumentos que sustentan estos puntos de vista es inmensa y más allá del alcance del presente tratado. Todo lo que podremos hacer aquí es indicar unas pocas de las dificultades que revisten estos puntos de vista, con una sugestión sobre la posible aceptación de cada uno.

La interpretación general que se refiere a los hijos de Dios como a píos setitas y a las hijas de los hombres como impías cainitas, aunque ingenuas y perfectamente ortodoxa en el sentido de que enuncia un simple principio espiritual eludiendo ciertas dificultades obvias a las cuales se exponen una exposición más viril, es manifiestamente débil y no es convincente para satisfacer la amplitud y alcance de este pasaje.

Para comenzar, no hay pruebas de que se circunscribiera las hijas de los hombresa las descendientes de los cainitas. Por el contrario, el texto evidentemente indica que la expresión se refiere al crecimiento natural de toda la familia humana, y no a una clase espacial.

Más aún, la creencia de que los hijos de Dios debe significar la piadosa descendencia de Set, parece en contraposición con el uso uniforme de este término en el Antiguo Testamento donde aparece restringido a los ángeles (Job 1:6; 2:1; 38:7).

Gaebelein dice:

 

En el AT. Nunca se aplica esta designación a los creyentes”, cuya condición de hijos, observa acertadamente es, sin lugar a dudas, una revelación del Nuevo Testamento21).

 

NOTA: los hijos de Dios. I, es, ángeles: Esta frase se usa respecto a ángeles en otros pasajes (38:7; véase Gn.6:2). Esta interpretación armoniza con el hecho de que Satanás, también un ser angelical, se unió a ellos para esa ocasión. (Biblia de Estudio RYRIE. Pág. 504).

A menudo se cita Isaías 43:6 como prueba contraria al punto de vista de que hijos de Dios en el Antiguo Testamento, describen solamente a los ángeles, ya sean buenos o malos. Pero no parece convincente, ya que la expresión allí implica hijos de Jehová, que es un término completamente diferente y que se refiere a la futura reunión del remanente pío de Israel.

Parece ser que el término hijos de Elohim”, el poderoso Creador caracteriza a aquellos que fueron creados directamente por la mano divina, y no nacido de otros seres de una misma especie. De allí viene la designación de Adán, como hijo… de Dios (Lc.3:23, 38) y también la designación de aquellos que son nacidos de nuevo por el Espíritu de Dios (Jn. 1:12).

Si los hijos de Dios son simplemente setitas piadosos que se mezclaron con las cainitas, el problema principal que queda sin explicación es por qué su progenie resultó en gigantes”, héroes poderosos que desde la antigüedad fueron varones de renombre”. No es satisfactoria la traducción de la palabra nephilim como gigantes y deja esta dificultad sin respuesta, en las versiones de Cipriani de Valera y otra.

Los traductores de la Septuaginta tomaron la expresión gigantes y esto parece ser una indicación de que tomaron a los nephilim en este pasaje y su única otra repetición en Números 13:33 como la simiente de los hijos de Dios” (ángeles) y las hijas de los hombres(mujeres mortales); pues la idea básica del término griego no es un tamaño monstruoso, que es una aceptación secundaria y posterior de su significado, sino gegenes”, “nacidos de la tierray empleada refiriéndose a los titanes que eran parte de origen terrenal y parte de origen celestial. Estos seres monstruosos, de nacimiento híbrido, se rebelaron contra su padre Urano (Cielos), y después de una larga batalla fueron vencidos por Zeus y arrojados al Tártaro*.

 

Ayuda Hermenéutica:

 

(*G5020 tartaroo = (ταρταρόω G5020) véase ARROJAR, Nº 5.  tartaroo = (ταρταρόω G5020) traducido «arrojándolos al infiernen 2 P.2:4, significa consignar al Tártaro, que no es ni el Seol ni el Hades, ni el infierno, sino el lugar en el que aquellos ángeles cuyo pecado especial es mencionado en aquel pasaje se hallan en cadenas, «para ser reservados al juicio»; la región es descrita como «prisiones de oscuridad» o, como bien lo vierte la VM, «abismos de tinieblas» VINE).

No hay dudas de que las versiones de Cipriano de Valera malentendieron la Septuaginta al traducir nephilim por gigantes”, pues la forma de la palabra hebrea denota un adjetivo verbal plural o sustantivo de significación pasiva, seguramente de naphal’,  caer”, siendo la connotación nephilim’, “los caídos significando la simiente antinatural que estaba en la Tierra antes del diluvio, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres (Gn.6:4).

Tampoco hay dudas de que la mención de a gran estatura de los nephilim, los hijos de Anac, en el maligno informe que los diez espías llevaron de la tierra de Canaán (Núm. 13:33), junto con la palabra de la Septuaginta gigantes’, sufrió la traducción como gigantes”.

Sin embargo, la idea real y original en la mente de los antiguos, bien puede haber sido los caídos”, o monstruos de nacimientos humano y angélico, que, como los rebeldes titanes, eran excesivamente malvados y violentos, de tal modo que “todo designio de los pensamientos de ellos era de continuo solamente el mal” (Gn.6:5).

Delitzsch, que expone la teoría angelical se refiere a este pasaje, como la fuente de la mitología pagana con sus leyendas22). Sea que estemos de acuerdo con él o con Lange, que considera toda la Hipótesis angelical como un mito evidente, implantado en el jardín de la historia religiosa primitiva 23), una cosa es cierta; los antiguos escritores clásicos obtuvieron sus conceptos de los dioses y semidioses, cuyas tendencias amorosas por los miembros de la raza humana llevaron a nacimientos mitad humanos y mitad divinos, de alguna fuente originalmente puro e incorrupta. No es imposible que esto pueda explicar su origen.

Volviendo al punto, si la cohabitación entre los hijos de Dios y las hijas de los hombres”, fueron meros matrimonios entre setitas y cainitas, parece imposible hallas una explicación adecuada a ciertos pasajes del Nuevo Testamento, y a la razón por la cual algunos ángeles caídos quedaron en prisión y otros están libres para andar por los lugares celestiales. Pedro describe vívidamente el crimen de cierto de estos seres espirituales, que parece ser una segunda y más profunda apostasía  que su complicidad en la insurrección primeva satánica.

El pecado de estos rebeldes más audaces, los privó de su libertad y posiciones bajo Satanás como principados, potestades, gobernadores de la tinieblas y espíritus de maldad en las regiones celestes (Ef.6:12), y dio por resultado que Dios los arrojara a Tártaro, encerrándolos en prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio (2  P. 2:4).

Y es digno de notar que todo el castigo divino aparece en estrecha y significativa conexión con los tiempos de Noé y el cataclismo del diluvio (2 P. 2:4,5). Más vívidamente aún, Judas describe la enorme malignidad de estos ángeles caídos cuando dice que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada”, y como divino castigo, los ha guardado bajo oscuridad”.

Y algo que también llama la atención es que ese horrible crimen parece estar relacionado con el vicio antinatural de Sodoma y Gomorra (Gn.19:5), fornicación de carácter anormal, buscar carne extraña”, lo que sugiere el ayuntamiento entre seres de naturaleza diferente (Jud. 6-7).

Puesto que ellos eligieron su propio reino y romper los límites y las leyes puestas por Dios para los dos mundos, para traer caos y viciosa confusión, Dios limpió los resultados de este desorden con el diluvio, echándolos a las más profundas prisiones (Tártaro), para privarlos para siempre de la oportunidad de causar mayores males.

El lugar donde están prisioneros, parece ser mucho más terrible y lúgubre que el Hades, y se distingue claramente del Gehenna (Ap. 19:20; 20:10).

En la mitología griega, el Tártaro era un lugar espantoso tan abajo del Hades como la Tierra está debajo de los cielos24), y era considerado significativamente la prisión de los titanes.

Al tener en cuenta las debilidades de la teoría que sostiene que los hijos de Dios son píos setitas, no debemos suponer que la teoría angelical no adolece también de serias fallas. Si son o no lo suficientemente graves como para hacer fatal su sustentación, debe ser determinado muy cuidadosamente. Nunca debemos olvidar, al meditar sobe Génesis 6:1-4, que, como James Orr dice:

No es fácil tener certeza en la interpretación de este pasaje.25)

La objeción más formidable a la interpretación angelical es quizás la de que los ángeles, como seres espirituales, no pueden tomar esposas de las hijas de los hombres. Gran parte del argumento gira alrededor de este problema.

El negar tal posibilidad, por lo menos entre los ángeles caídos e impuros, con una constitución pecadora y no impecable, y especialmente entre aquellos que abandonaron su propia eterna morada, parece suponer, un grado de conocimiento que el hombre no posee, de la naturaleza angélica caída.

Ciertamente, como Jesús dijo, los ángeles de Dios en el cielo no se casan ni se dan en casamiento (Mt. 22:30; Mr. 12:25; Lc.20; 35, 36) Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo”. (Mt. 22:30).

Pues son inmortales y no tienen necesidad de perpetua sus especies; tampoco hay posibilidad de  relación matrimonial entre los de su propia clase., pues se habla de todos los ángeles en género masculino. Pero los espíritus mencionados por nuestro Señor claramente son pues, criaturas sin pecado, en su inocencia primitiva, los cuales se perecerán los redimidos en gloria, y no os caídos e impuros de Satán.

Ellos indudablemente sirven solamente en el tercer cielo (2 Cor.12:2) o el cielo de de los cielos, donde Cristo está sentado a la diestra de Dios, sobre (muy por encima de) todo principado y autoridad y poder y señorío (Ef.1:20-21).

 

Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo”. (2 Cor. 12:2).

 

NOTA: VV.2-4: Pablo habla aquí de una experiencia personal y real, cuando fue  arrebatado al cielo y recibió Revelación de las que no podía hablar. Esto ocurrió ca. 43 d. C., antes del primer Viaje Misionero de Pablo. Arrebatado: Tomado, como en el arrebatamiento futuro de los creyentes (1 Ts. 4:17). El tercer cielo o el paraíso. La morada de Dios. (Biblia de Estudio RYRIE. Pág. 1183).

 

Ayuda Hermenéutica:

 

G726 ἁρπάζω = jarpázo: de un derivado de G138; apoderarse de (en varias aplicaciones): - apoderarse, arrebatar.

 

G5154 τρίτος = trítos: ordinal de G5140; tercero; neutro (como sustantivo) una tercera parte, o (como adverbio) a la (o la) tercera vez, en tercer lugar: - tercer, tercero.

 

G3772 οὐρανός = ouranós: tal vez de lo mismo que G3735 (mediante la idea de elevación); cielo; por extensión cielo (como la morada de Dios); por implicación felicidad, poder, eternidad; específicamente el evangelio (cristianismo): - celestial, cielo. (Strong).


Véase Parte III.



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