Parte I
COMENTARIO A: LOS
SALMOS:
(Salmos 1-150)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
INTRODUCCION:
Cuando entramos en los salmos estamos entrando en el santuario de Dios,
un lugar donde, de manera especial, podemos encontrar a Dios y disfrutar de
comunión con él. Los judíos desde hace 3,000 años y los cristianos desde hace
casi 2,000 años han encontrado
en los salmos una guía inspirada para su:
·
Oración,
·
Adoración y
· Comunión con Dios.
Es cierto que Dios está presente en todo lugar; pero la Biblia también
nos enseña que Dios ha escogido ciertos lugares y tiempos para manifestar de
manera especial su presencia. Tal es el caso con los acontecimientos en lugares
como Sinaí y Jerusalén, y en
tiempos como el
éxodo y el peregrinaje de Israel, el tiempo de los grandes profetas, el de Jesús
y podríamos decir en tiempos especiales de avivamiento en la historia de la iglesia.
Siempre es claro que tales manifestaciones de la presencia y revelación
de Dios tienen el propósito de llevar su conocimiento a todos los pueblos en
todo el mundo. Vale notar que hoy los salmos se usan en todas partes del mundo.
Así el libro de Salmos puede considerarse un santuario literario que
Dios usa para enseñar, estimular y guiar la adoración de su pueblo. Como el
santuario estaba en el medio del pueblo de Israel, también los salmos están en
el lugar medio de nuestra Biblia.
Es la parte del AT., más usada por los cristianos.
A. LA INFLUENCIA Y VITALIDAD
DE LOS SALMOS:
A pesar de haber sido escritos en tiempos y contextos tan distantes de
nosotros, los salmos siguen siendo fuente de inspiración para los creyentes
hoy. Siguen teniendo tanta influencia y tanta vitalidad porque su intención es
adorar a Dios; no son primordialmente para edificar, elevar o purificar al
adorador, aunque también lo hacen; pero su propósito principal es dar gloria a
Dios.
Los salmos no son antropocéntricos sino teocéntricos, pero no olvidan la situación terrestre del hombre. Además, son de inspiración por su denuedo en la oración, su certeza teológica, su confianza en Dios, su responsabilidad histórica y social y, por supuesto, su forma estética.
B. EL CONTEXTO ANTIGUO:
Algunos de los salmos pudieron haber
sido escritos hace casi 3,500 años. En la Biblia
tenemos indicaciones de cantos y oraciones poéticas mucho antes de la formación
del Salterio. Algunos
cánticos antiguos son el cántico de Moisés (Ex.
15:1–18), los
oráculos de Balaam (Núm. 23–24), otro
cántico de Moisés (Deut. 32), el cántico de Débora (Juc. 5) y el de Ana (1 Sam. 2:1–10).
También se mencionan libros que parecieran ser colecciones de canciones: “el libro de las batallas de Jehovah” (Núm. 21:14) y “el libro de Jaser” (2 Sam. 1:18). Además, los libros de Samuel y Crónicas contienen varios salmos.
Los otros pueblos antiguos también
usaban cantos en sus cultos religiosos. Tenemos algunos de ellos de Mesopotamia, de los babilonios, de Egipto
y de Ugarit. Sin embargo, fue en Israel donde más se desarrolló la himnología.
Israel no desarrolló algunas artes como estatuas y relieves, pues el segundo
mandamiento limitó esto; tampoco desarrolló mucho las artes dramáticas, probablemente
porque en los pueblos paganos el drama tenía relación estrecha con sus ritos
paganos. Pero Israel se destacó en la música, el canto y la himnología.
La poesía de Ugarit demuestra varias semejanzas con los salmos de
Israel, pues los restos de Ugarit en Siria son producto de la civilización cananea-fenicia.
Estas poesías, de c. 1400 a. de J.C., son cantos que adoran a Baal, Astarot,
Anat y otros dioses cananeos.
Las investigaciones en los textos ugaríticos han dado luz sobre algunas expresiones que se encuentran en la Biblia y ciertas costumbres cananeas. El hecho de contener formas de poesía y pares de vocablos en líneas poéticas paralelas muy semejantes a las de los salmos ha influido para que algunos biblistas acepten fechas más tempranas para los salmos. Con todo, la poesía de los salmos es más variada y mucho mejor desarrollada que la ugarítica.
C. CARACTERISTICAS DE LA
POESIA HEBREA:
La característica más sobresaliente de la poesía hebrea es su “paralelismo”,
que algunos llaman la rima de ideas. Normalmente los versículos tendrán dos
líneas o dos partes y estas dos líneas tendrá ideas paralelas. Para
el oído hebreo era lindo escuchar este tipo de repetición.
De hecho, mucho arte consiste en repeticiones, por ejemplo, una sinfonía
repite un tema musical con muchas variaciones. Asimismo, en el arte de la poesía hebrea se
encuentra todo tipo de variación en el paralelismo. A veces habrá tres o cuatro líneas; a veces el
orden de la segunda será invertido.
Nos ayuda apreciar la belleza de los salmos si observamos este
paralelismo; hemos de verlo como una manera artística de expresar los
sentimientos del corazón. También nos ayuda a captar mejor los conceptos que el
salmista quiere comunicar. Encontramos tres clases básicas de paralelismo:
·
El sinónimo,
·
El sintético y
· El antitético.
Incluimos Aquí Dos Ejemplos De Cada Uno:
1) Paralelismo sinónimo:
“El que habita en los cielos se reirá;
el Señor se burlará de ellos” (2:4).
“Digo: ¿Qué es el hombre, para
que de él te acuerdes;
y el hijo de hombre, para que lo visites?” (8:4).
En estos casos es claro que la segunda línea repite en diferentes
palabras la misma idea que la primera.
2) El paralelismo sintético repite el mismo
concepto, pero agrega algún contenido adicional.
“Los preceptos de Jehovah son
rectos;
alegran el corazón.
El mandamiento de Jehovah es puro;
alumbra los ojos” (19:8).
“¿Con qué limpiará el joven su
camino?
Con guardar tu palabra” (119:9).
En ambos casos se agrega algo más; el segundo ejemplo es más claro, pues
contesta la primera línea. A menudo será un juicio subjetivo decidir si se
trata de un paralelismo sinónimo o sintético. Por ejemplo, el Salmo 1:1 podría
considerarse sinónimo, pero realmente se agrega algo más en cada una de las tres líneas:
“Bienaventurado el hombre que
no anda según el consejo de los impíos,
ni
se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en
la silla de los burladores” (1:1).
NOTA: Dentro del paralelismo sintético hay, por lo menos, cuatro formas particulares:
a) Progresivo:
Cuando el segundo pensamiento está íntimamente
ligado con el primero:
Sean
avergonzados y confundidos
los que
buscan mi vida;
sean
vueltos atrás y avergonzados
los
que mi mal intenta.
(Salmo 35:4)
b) Constructivo:
Cuando el
segundo pensamiento se relaciona con el primero por tener semejanza de estructura:
Encaminará a los humildes en la justicia
y enseñará a los mansos su carrera.
(Salmo 25:9)
c) Climático:
Cuando el segundo pensamiento completa el primero al
repetir palabras semejantes, al tiempo que añade otras nuevas:
Voz de Jehová que quiebra los cedros;
¡quiebra Jehová los cedros del Líbano!
(Salmo 29:5)
d) Comparativo: Cuando un pensamiento presenta un símil o se compara con
el otro:
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
así clama por ti, Dios, el alma mía.
(Salmo 42:1)
3) El paralelismo antitético es típico de la literatura sapiencial;
los proverbios son mayormente antitéticos.
Es una manera de enseñar con contrastes. Varios salmos también usan paralelismo
antitético:
“Porque Jehovah conoce el camino
de los justos,
pero
el camino de los impíos perecerá” (1:6).
“Porque los malhechores serán
destruidos,
pero
los que esperan en Jehovah heredarán la tierra” (37:9).
D. CARACTERISTICAS GENERALES
DE LOS SALMOS:
Los salmos son buena parte de la poesía
hebrea que tenemos. El fijarse en
algunas de sus características generales también nos ayuda para entender y
apreciar esta linda poesía. Los salmos se caracterizan por una sencillez de
expresión. El habla hebraica es directa y evita en lo posible explicaciones
innecesarias (comp. Salm. 95:6). Emplea símbolos gráficos tales como “la entraña”
que significa compasión o “el viento” que es el vocablo empleado para
espíritu, etc. Usa pocas oraciones complejas con frases subordinadas.
Se caracterizan por un vigor de
expresión. En el hebreo, el verbo es el centro de las construcciones
gramaticales. Del mismo se derivan los sustantivos. No es idioma
suave o “diplomático”
porque es más directo que sutil. Dentro del
sistema verbal no hay tiempo, sino acción; el tiempo proviene del contexto.
El hebreo antiguo hablaba con una franqueza que a veces nos molesta; decía lo
que sentía aun hasta vívidas maldiciones y palabras francas de venganza.
Se caracterizan por el uso de muchas
figuras literarias. El hombre
hebraico poseía una vívida imaginación; vivía intensamente su propia vida y la
relacionaba con la historia del pasado tanto como con el encuentro con la
naturaleza existencial. Sus figuras literarias saltan como “los carros de
guerra” (comp. Nah. 2:4) o viene como “el cachorro de león” (Gn. 49:9),
puede decir que Efraín podía ser “torta a la cual no se le ha dado vuelta” (Os.
7:8). La
poesía abunda en:
·
Personificaciones,
·
Metáforas,
·
Símiles,
·
Repeticiones y
·
Preguntas.
Se caracterizan por un espíritu profundamente religioso. La contribución más grande de los salmos es su concepto teocéntrico del mundo; considera a su Dios el Creador, el que sostiene y dirige la historia y por encima de todo es Salvador (Salm. 77:11 14).
E. LA FORMACION DEL SALTERIO:
El libro de los Salmos no es una
compilación hecha en un plazo corto. Su formación siguió un proceso que debe haber durado por siglos.
Algunos salmos muestran estructuras arcaicas; se piensa que algunos ya se
cantaban antes de la monarquía (sería más de un milenio antes de Cristo).
Otros salmos fueron escritos después del regreso del cautiverio babilónico,
quizá hasta 400 a. de J.C. (o, según
algunos, más tarde). De hecho, el Libro V contiene más elementos lingüísticos
tardíos que los otros.
Aunque no podemos trazar con detalle este proceso, podemos ver
indicaciones de él. El Libro Se Divide En Cinco Libros:
Ø I: Salmos 1–41,
Ø II: Salmos 42–72,
Ø III: Salmos 73–89,
Ø IV: Salmos 90–106, y
Ø V: Salmos 107–150.
Este hecho indica un proceso; los varios Libros parecen indicar etapas de desarrollo en el Salterio.
Otra indicación del proceso de desarrollo
son las duplicaciones de salmos, donde salmos que se encuentran en otros libros
se repiten en los Salmos:
·
1 Cron. 16:8–22 = Salm.
105:1–15;
·
1 Cron. 16:23–33 =
Salm. 96;
·
1 Cron. 16:34–36 =
Salm. 106:1, 47, 48.
Las duplicaciones de salmos entre los Libros I y II (Salm. 40:14–18 = Salm. 70; Salm. 14 = 53) indicaría que son diferentes colecciones de salmos.
El uso específico del nombre divino es otra indicación de etapas en la formación del libro. Normalmente los salmos abundan en el uso del nombre propio de Dios, Jehovah; pero el bloque de Salmos 42–83 usa mayormente Elohim (en otros Elohim es raro).
Nótese:
La diferencia entre el Libro I
y Salmos 42–89 (Libro II y parte de III):
Salmos 1–41 = Jehovah,
273 veces; Elohim,
15 veces.
Salmos 42–89 = Jehovah,
74 veces; Elohim
204 veces.
Esto representa trabajo editorial en alguna época (¿será por no querer decir el nombre propio de Dios?).
La
nota al fin del Salmo 72 donde dice:
“Aquí terminan las oraciones
de David…” indica que el autor
no conocía los Libros III a V. Realmente el libro de Salmos es una colección de
colecciones. Se notan tres colecciones de Salmos “de David” (o “a David”): 3–41 (excepto 33),
51–70 (excepto 66 y 67), y 138–145.
Otras colecciones son los Salmos de Asaf, 73–83, los de los hijos de Coré, 42–49, 84–88 (excepto 86), los Cánticos Graduales, 120–134, el Hallel egipcio, 113–118 (se asocia con la Pascua), y otro grupo Hallel, 146–150.
F. FECHAS Y AUTORIA DE LOS SALMOS:
Para interpretar pasajes bíblicos siempre es de ayuda conocer el
contexto histórico de su origen. Aunque los estudios han podido mostrar el
contexto general del origen de los salmos en Israel; en su historia y en su
culto es muy difícil asignar fechas a gran parte de los salmos. Afortunadamente
las características de ellos, que hemos visto, hacen que sean útiles para la
alabanza, la inspiración y la oración del pueblo de Dios en todas las épocas.
Con todo, siempre nos interesa saber, cuando es posible, la época de su origen.
Al principio de este siglo muchos dijeron que casi todos los salmos eran
posexílicos. Sin embargo, por causa de los estudios de análisis de las formas y
la influencia de los estudios ugaríticos, la tendencia recientemente ha sido
volver a pensar en fechas más antiguas, hasta pensar que la mayoría sería
preexílica, aunque siempre queda claro que algunos salmos fueron escritos
durante el cautiverio babilónico y algunos son posexílicos.
Vale notar algunas razones para fechar muchos salmos más temprano que lo que antes se acostumbraba.
a. Las muchas semejanzas con la poesía ugarítica del siglo XIV
a. de J.C.
Varios salmos muestran detalles estructurales y gramaticales típicos de
poesía muy antigua. Algunas palabras que antes señalaban esos salmos como tardíos,
se han encontrado en la poesía ugarítica.
b. El lenguaje de los salmos era común en Israel antes del tiempo de los
profetas clásicos.
Los salmos no muestran mucha influencia de los profetas, pero
encontramos influencia de los salmos en los profetas. Temas de los profetas
como el pecado moral nacional, la supremacía de la moralidad sobre lo ritual, el
juicio escatológico sobre los malos se encuentra muy poco en los salmos.
Terminología técnica de los profetas, como “en aquel día”, “el día de
Jehovah” o “los postreros días” no se encuentra en los salmos.
c. Los traductores de la LXX, en el siglo III a. de J.C. no entendieron bien el lenguaje de los salmos ni
entendieron algunos de los títulos, cosa que indica una fecha mucho antes para
la composición de los salmos.
d. Entre los Rollos del Mar Muerto hay unos 12 o 14 mss. de los Salmos que eran copias de manuscritos
anteriores, cosa que indica el transcurso de bastante tiempo.
Además, los salmos no canónicos del tiempo macabeo y asmoneo son
diferentes de los salmos aún más tardíos del AT. Tratan de imitar a los salmos
bíblicos, pero difieren en estructura y en teología.
e. Es interesante que en los salmos no se encuentran nombres propios más
tardíos que la era de David y Salomón, y no se encuentran oraciones para
restablecer la línea davídica.
Aunque estos argumentos indican que gran parte de los salmos es preexílica, siempre queda claro que algunos salmos son del tiempo del cautiverio babilónico y algunos son posexílicos.
Uno podría pensar que la presencia de la frase “salmo de David” indicaría la fecha
de muchos salmos. Pero la palabra “de David” (heb. ledavid) puede indicar que el salmo fue escrito
por David, o que fue escrito para David, o en honor de David. Lo mismo sucede con
la mención de Asaf, los hijos de Coré y otros. De modo que no sabemos quién
escribió muchos de los salmos.
Con todo, no debemos ser demasiado escépticos en cuanto a la tradición
judía. Muchos de los argumentos usados para decir que David no escribió un
salmo u otro no tienen buen fundamento ni tienen fácil respuesta. Dicen que, si
hay referencia al santuario, no puede ser de David, pero antes del templo de Salomón
existía el tabernáculo. Dicen que los arameísmos
indican fechas tardías, pero David tenía mucho contacto con los sirios (arameos); a veces los “arameísmos” pueden indicar un origen en el
norte de Israel.
Los títulos de muchos salmos mencionan un acontecimiento en la vida de
David, pero muchos biblistas descuentan esta información por completo porque
los títulos no fueron parte original del salmo.
Es cierto que a menudo los títulos fueron agregados en un tiempo
posterior a la composición del salmo. Así no podemos siempre estar seguros de
si se basa en la tradición relacionada con tal salmo, o si fue puesto como una
situación ejemplar para el uso del salmo.
Sin embargo, no hemos de despreciar el valor de los títulos. No olvidemos que son parte del texto hebreo sagrado. Los traductores de la LXX no entendieron algunos de los términos de los títulos, otra indicación de que los títulos son muy antiguos.
Probablemente se basaban en muy buena tradición sobre el origen del salmo. El uso de títulos semejantes en salmos fuera del Salterio (2 Sam. 22:1; Is. 38:9) sugiere que algunos salmos ya tenían títulos aun antes de ser incluidos en el Salterio.
La conclusión aceptada aquí es que mientras no podemos ser dogmáticos sobre la autoría o fecha de muchos salmos, debemos tomar en serio los títulos. Aunque es probable que varias veces “de David” quiere decir “dedicado a David” o “en honor a David”, no hay buenas razones para dudar que David hubiera escrito muchos salmos. Ciertamente la tradición de que él era buen músico, escribió salmos y organizó el culto tiene firme base histórica.
G. LOS TITULOS Y LOS TERMINOS
TECNICOS:
Ya hemos visto que algunos de los títulos de salmos identifican o
asocian el salmo con una persona y algunos hablan de un acontecimiento
histórico. Otros títulos tienen que ver con la clasificación, es decir, qué
tipo de salmo es.
Y otros tienen que ver con detalles musicales como instrumentos o melodías. Puesto que hoy no se sabe con toda certitud el significado de algunas de estas palabras, algunas de las conclusiones son deducciones basadas en lo que conocemos de otros vocablos relacionados con estos términos.
Las palabras clave en los títulos que
indican clasificaciones de salmos son varias:
Ø Mizmor significa “salmo” o “canción”, una canción cantada acompañada por
cuerdas; se encuentra en 57 títulos.
Ø Shir, que quiere decir “canción”, se encuentra en 30 títulos.
Ø Mictam (Salmos 16;56–60), puede significar “meditación” u “oración silenciosa”; siempre está
en títulos de oraciones davídicas ocasionadas por grandes peligros.
Ø Masquil aparece en 13 títulos (32; 42; 44; 45; 52–55; 74; 78; 88; 89; 142); es
de un verbo que significa “comprender” o “prestar atención”; su significado en los títulos
puede ser “armonía
que ayuda al entendimiento”.
Ø Tefillah, “una
oración”, se encuentra en cinco salmos (17; 86; 90; 102; 142).
Ø Tehillah, “alabanza”
(se encuentra una vez en el Salm. 145).
Ø Tehillim (plural) es el título hebreo para todo el libro.
Ø Sigayón, significa “alabanza” (Salm. 7).
Ø Lehzkir, “para recordar”,
delante de Dios. Es decir, poner delante de él una petición.
Ø Letodah, significa “para alabar” (o dar
gracias).
Ø Lelammed, “para enseñar” indica salmos didácticos.
Ø Shir yedidot, significa “canción de amores” (canción de boda).
Varios títulos indican los instrumentos
que acompañarán al cántico.
·
Neginot (4; 54; 55; 61; 67; 76) se refiere a instrumentos de
cuerda.
·
Nehilot (5) puede ser “flauta” pero el significado no es cierto.
·
Sobre Seminit (6; 12) puede significar “la octava”
o las notas bajas.
·
Alamot (46) indica las notas altas de las doncellas.
· Gitit (8; 81; 84) de Gat (lagar), puede significar cantos del lagar o puede tener relación con la ciudad de Gat.
Otros títulos que parecen extraños a
nosotros indican tonadas o melodías seguramente conocidas entre el pueblo al
cual estos salmos fueron cantados.
v Mutlabén (9), lit. “muerte al hijo” probablemente era una melodía
conocida que se usaba para cantar este salmo.
v Ajelet-sahar (22), lit. “la cierva de la aurora” no tiene nada que ver con
el contenido del salmo, de modo que debe haber sido una indicación de la tonada
usada para cantarlo.
v Asimismo, son las indicaciones Sobre lirios (45; 60; 69; 80); Mahalat (53; 58. El significado es dudoso; la palabra heb. significa “sufrimiento” o “enfermedad”. Posiblemente era una melodía usada en tiempos de aflicción); y No destruyas (57–59; 75).
Otros dos vocablos que aparecen en los títulos también eran instrucciones para los músicos. Selah (heb. salal, “alzar, elevar”) aparece 77 veces en los Salmos y tres veces en Habacuc. Es una señal litúrgica o musical; su significado preciso no es seguro.
NOTA: Título y Expresiones Técnicas:
A excepción de 34 salmos, todos los demás tienen
títulos o inscripciones que, por lo general constituyen el primer versículo en
el texto hebreo. Dichos títulos fueron añadidos después de que los salmos
fueran escritos, pero son históricamente correctos. Las dos expresiones técnicas usadas más
frecuentes son:
1) “Selah” (aparece en 71
ocasiones en los Salmos y tres veces en Habacuc) que probablemente era un signo musical que indicaba
un interludio o cambio de acompañamiento musical; y
2) “Al musico principal”
(el director del coro), expresión presente en 55 salmos (y en Hab. 3:19, “Al jefe de los
cantores”), que sugiere la existencia de una colección de salmos
para el director del coro, posiblemente para usarlos en ocasiones especiales.
Hay otros títulos y expresiones a los que se da consideraciones en salmos específicos. (Fuente: Biblia de Estudio RYRIE).
Probablemente era una indicación para que los instrumentos, que
suavemente acompañaban a los cantantes, tocaran más fuerte en un interludio. Higayón (9:16; comp. 19:14; 92:3)
significa “meditar”;
como una instrucción musical puede indicar que toquen los instrumentos más
suaves.
Véase Parte II:
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