domingo, 10 de julio de 2022

Parte II COMENTARIO A: LOS SALMOS: (Salmos 1-150)

                                                                              Parte II

COMENTARIO ALOS SALMOS:

(Salmos 1-150)

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

H.     LOS GENEROS (LITERARIOS) DE SALMOS:

Hay varias maneras de clasificar los salmos; muchas son clasificaciones según el contenido: penitenciales, mesiánicos, acción de gracias, salmos de confianza. Durante el siglo XX surgieron nuevos estudios que han enfatizado más la forma literaria o género de cada salmo.

El pionero en este estudio fue Hermann Gunkel (1862–1932). Gunkel identificó y describió las formas literarias básicas de los salmos. Su énfasis se conoce como la crítica de formas. Muchos de los comentarios subsecuentes han seguido sus líneas generales de clasificación, aunque con modificaciones.

Después Sigmund Mowinckel siguió desarrollando las ideas de Gunkel y puso énfasis en la relación entre los salmos y el culto en Israel. Aunque no podemos seguir a Gunkel y Mowinckel en algunas de sus enseñanzas, los dos énfasis, de géneros y del culto en Israel, han sido valiosos en la comprensión y la interpretación de los salmos.

En este comentario hemos seguido una clasificación de los salmos según sus géneros. No hemos de exagerar la importancia de identificar el género de un salmo, pues en algunos casos un salmo puede mostrar características de más de un género. A la vez, como toda investigación del contexto nos ayuda interpretar los pasajes de la Escritura, el observar el género o la construcción del salmo y su uso en el culto de Israel nos ayudará a entender mejor los salmos.

Muchas diferencias de interpretación de pasajes bíblicos tienen que ver con la identificación de géneros. La identificación del género puede ser consciente o inconsciente, pero en cualquier caso influye en la interpretación:

·   Cuando leemos el diario, no decimos este es un diario y estamos leyendo lo que alguien describe e interpreta de los eventos de ayer”. Pero lo damos por sentado y lo leemos creyendo que así sucedieron las cosas.

·      Cuando leemos una carta, la interpretamos de acuerdo con lo que esperamos en una carta.

·      Cuando leemos las instrucciones que vienen con un televisor, lo leemos con esto en mente.

·  Cuando leemos en Esdras que el rey Darío dio una orden y buscaron en los archivos en Babilonia, pensamos que el relato es histórico.

·      Cuando leemos una epístola de Pablo, tomamos en cuenta a quiénes escribe y por qué.

Normalmente, todos estamos de acuerdo en cuanto a tales géneros, pero cuando leemos de bestias en Daniel y Apocalipsis, ¿debemos entenderlas como imágenes simbólicas o literalmente? Por lo menos alguna reflexión sobre qué género es, será importante en toda interpretación de textos escritos.

Aunque varios comentaristas difieren en algunos detalles, en general están de acuerdo en las clasificaciones, que no se han modificado mucho de lo que Gunkel había encontrado.

En este comentario se señala el género de cada salmo en el título que hemos puesto. También incluimos un cuadro que presenta un esquema global de los varios géneros. El lector notará que algunos salmos aparecen bajo más de una clasificación. En el mismo cuadro hemos incluido algunas categorías que no son propiamente géneros, sino que son temáticas, como mesiánicos y penitenciales.

En vez de explicar la estructura de los varios géneros aquí en la Introducción, se explica en el comentario de uno de los salmos de cada género. El lector encontrará, que el número de un salmo (o dos) en cada categoría está subrayado para indicar dónde encontrar la explicación de ese género.

Los géneros indicados son los siguientes (el número entre paréntesis indica el salmo donde se encuentra la explicación de ese género):

·      Himnos (103) son cantos de alabanza a Dios; también se señalan varias subcategorías como:

Ø Cánticos de Sion (84),

Ø Salmos de entronización (96) e

Ø Himnos de procesiones (84).

·      Súplicas o lamentaciones colectivas (74) son oraciones nacidas de la angustia en demanda de socorro de parte de la congregación o comunidad. El mundo del lenguaje del lamento está basado en la premisa de que Dios contestará a lo que Israel pide; Dios hará algo y la vida será restaurada.

Las subcategorías son:

Ø Oraciones colectivas de confianza y oraciones colectivas de acción de gracias.

Ø Súplicas o lamentaciones individuales (22 y 54) es el grupo más numeroso de salmos. Subgrupos son:

ü Oraciones de confianza y

ü Oraciones individuales de acción de gracias.

·      Salmos reales (132), no tienen una estructura en común sino el motivo del rey.

·      Salmos didácticos, no siguen una estructura uniforme, pero ponen énfasis en la enseñanza. Se pueden dividir en:

Ø Sapienciales (1),

Ø Enseñanzas proféticas (82) y liturgias.

·      En el cuadro mencionado (ver pp. 36, 37) también hemos señalado los salmos imprecatorios (109), de géneros mixtos,

·      Salmos mesiánicos (110),

·      Penitenciales (51) y

·      Acrósticos (119).

H.     EL USO DE LOS SALMOS:

Podemos decir que no hay y no ha habido ninguna otra literatura que haya tenido tanto uso por un tiempo tan extendido como los salmos del AT. Desde muchos siglos antes de Cristo hasta hoy los que aman a Dios usan los salmos en su vida devocional y en su adoración.

Tenemos algunas indicaciones del uso de los salmos en Israel. Los Salmos 120–134 (cantos graduales) probablemente fueron usados por la gente en el camino a los festivales.

Según el Talmud se usaban ciertos salmos durante los sacrificios diarios:

Ø Domingo, Salmo 24;

Ø Lunes, Salmo 48;

Ø Martes, Salmo 82;

Ø Miércoles, Salmo 94;

Ø Jueves, Salmo 81;

Ø Viernes, Salmo 93;

Ø Sábado, Salmo 92.

En las grandes fiestas religiosas se cantaban salmos:

·      Pascua, 113–118 y 135;

·      Dedicación, 30;

·      Luna Nueva, 81;

·      Tabernáculos, 118.

·   El Salmo 145 se usaba en cada uno de los festivales anuales (quizá es el himno a que se refiere en Mr. 14:26).

·      El Salmo 130 fue usado en el día de la Expiación.

Los usos primordiales de los salmos, tanto en Israel como en la iglesia, han sido en la vida devocional privada y en el culto. Varios salmos mencionan el santuario (96:6; 23:6; 122:1; 65:4). Los estudios de Mowinckel enfatizaron la gran influencia de los salmos en el culto del pueblo de Israel.

Los salmos y su uso en el culto realmente tuvieron una influencia preponderante en Israel. La sociología nos muestra que cada sociedad va creando su propio mundo (su mundo de valores, modas y costumbres). En Israel fue el culto que iba formando su mundo de creencias y valores y los salmos eran el instrumento principal como hacedor de su mundo.

Dios usa los salmos precisamente en el culto, el tiempo cuando los creyentes adoran a Dios juntos. Sin el culto, es decir, una comunidad que activamente procese las verdades de los Salmos, éstos quedan como literatura inerte. Es en el culto donde el creyente experimenta la convicción, la enseñanza y el poder de Dios en su propia vida. Culto es un don de Dios por el cual el poder creativo de Dios está mediado.

La obra de hacer el mundo de uno la obra dramática de adoración está autorizada y legitimada por el poder de Dios para hacer el mundo que es obra de Dios pero que es procesada por medio de la acción y habla humanas, obedientes, intencionales, disciplinadas. Estas acciones y habla humanas moldean y articulan el mundo. Así podemos decir que el hacer el mundo es obra de Dios, pero se hace por medio de actividad humana que Dios ha autorizada y en que Dios está presente.

Esta percepción del uso de los salmos y la importancia del culto es muy vigente hoy a la luz de la enseñanza de Jesús de formar una comunidad alternativa”. Hoy más que nunca la iglesia tiene que ser tal comunidad alternativa. Desafortunadamente, el mundo de la sociedad hoy está formado por los medios masivos, los avisos, el cine y la televisión con valores que en gran medida son antibíblicos. Dios usa y quiere usar más el culto para ir formando el mundo de valores de la contracultura cristiana, pues en la adoración tenemos comunión con Dios y unos con otros y el Espíritu de Dios va usando su palabra para moldear nuestras vidas cada vez más a la imagen de Cristo.

Los salmos y el culto de Israel nos enseñan cómo procesar las experiencias compartidas a través de narrativas normativas” (lenguaje del éxodo, los actos de Dios en el pasado, la redención) y nos ayuda en interpretarlas. Asimismo, el culto nos dirige a una entrega más profunda. La adoración articula y encarna (da cuerpo a) nuestra capacidad de entregarnos, someternos y abandonarnos en confianza y gratitud a Dios.

La adoración no es solamente un requisito y necesidad dad humanos, es también un deleite humano. Tenemos un hambre innata de extendernos más allá de nosotros mismos; para devolver nuestra energía y nuestro valor al Dios de quien fue dado. En este volver a Dios, encontramos nuestro gozo más profundo; esto es lo que significa Glorificar a Dios y gozarse en él para siempre”. (Nótense las decisiones de entrega en los Salmos: 19:14; 25:1; 42:11; 52:9; 57:7; 116:12, 13; 139:23, 24; 143:10).

I.       TEOLOGIA EN LOS SALMOS:

Los salmos están repletos de teología. Lo que cree un pueblo surge en su canto. De modo que todos los temas teológicos del AT., se encuentran en los salmos. Destacan tres temas continuamente que son el encuentro personal con Dios, la importancia de la naturaleza y el sentido de la historia, y que Dios ha actuado en la historia de Israel y sigue actuando.

Además, uno encuentra todos los temas teológicos como el pecado, el juicio, el amor de Dios, su misericordia, la providencia, la resurrección, y la esperanza mesiánica. Aquí sólo queremos comentar tres de los muchos aportes teológicos:

Ø El centro es Dios”,

Ø La antropología” y

Ø La oración.

El Centro Es Dios:

El centro de todo el Salterio es Dios mismo. Aunque dice muchísimo del ser humano, aunque podemos encontrar todos los estados emocionales del hombre en los salmos, Dios sigue siendo el centro. Se le llama bienaventurado al ser humano que teme a Dios y ama su palabra, pero no se le alaba, no se le rinde homenaje; esto se reserva solamente para Dios. Ni los ángeles son loados.

Aunque David era tan importante en la tradición salmista de Israel, es significativo que no encontramos ningún poema para honrar a David ni a sus héroes. El que recibe toda la honra y la gloria es Dios. Esta honra y alabanza al único Dios también conlleva un contenido rico, pues se le alaba por su poder, por quién es, por su creación, por su providencia, por su Espíritu, por su justicia, por su juicio, por su amor y misericordia, por sus actos salvíficos, por su señor sobre las naciones y sobre todo el universo. Los salmos llevan al lector al conocimiento más completo y más profundo de Dios y a la comunión íntima con él.

La Antropología:

Aunque los salmos son teocéntricos y no antropocéntricos, nos dan una buena visión de qué y cómo es el ser humano. Los psicólogos encuentran en los salmos todos los estados emocionales del hombre. Y con cada situación problemática se da una manera de enfrentarla. Describe al hombre feliz y bendecido, describe sus prioridades, sus móviles, sus pruebas y su profunda confianza en Dios. Los salmistas no pueden pensar en un ser humano íntegro sin llevar una vida de sumisión a Dios y de comunión con él.

Asimismo, los salmos describen los seres humanos que no temen a Dios. Explican también sus prioridades, su egocentrismo, su prosperidad (temporal), su rebelión contra Dios, su orgullo, su debilidad y el juicio de Dios que tienen que esperar. La lectura constante de los salmos va nutriendo la mente y el corazón del creyente.

Así se van formando en él conceptos sanos y correctos sobre Dios y en cuanto a sí mismo. En lugar de leer o escribir libros sobre la teología del Salterio es mejor leer constantemente los salmos. Algunos líderes cristianos han hecho el hábito de leer todo el libro de Salmos cada mes.

La Oración:

El libro de Salmos también se puede considerar un manual de oración. Gran cantidad de las alabanzas están dirigidas a Dios en forma de oración. Los salmos enseñan a toda la congregación qué es orar y cómo orar.

De los salmos hemos de aprender cómo orar a Dios. Lo que los biblistas, teólogos y educadores cristianos enseñan sobre la oración, ya está en los salmos. Indican que la oración incluye la adoración, la alabanza, la confesión, la petición y la intercesión. Cada uno de estos aspectos de la comunión con Dios es desarrollado de muchas formas y en múltiples contextos.

Los salmos no dejan la oración en un estado académico, seco, intelectualizado; más bien la viven con todo el calor de su amor para con Dios y su entrega absoluta a su voluntad.

Hacen hincapié en los móviles del corazón, la necesidad del corazón contrito, quebrantado y humilde delante de Dios su Señor y Rey. Los salmistas reconocen su pecado, que es menester la sanidad espiritual y física, su debilidad, su necesidad de depender completamente de la gracia y la misericordia de Dios. Reconocen que Dios quiere adoradores y oradores santos, de modo que hablan mucho de la ética, los mandamientos de Dios, la justicia, la santidad, la obediencia sumisa a Dios.

Llama la atención la cantidad de salmos en que el pueblo o el salmista está en alguna crisis, o le atacan los enemigos, o está enfermo, o está desanimado, o en algún otro peligro de muerte, o en una crisis de fe. Los salmos nos enseñan que podemos clamar a Dios en cualquier situación en que nos encontremos y que Dios siempre escucha y está consciente de nuestra situación.

También los salmistas nos muestran cómo usar la Palabra de Dios cuando oramos. Apelan al pacto que Dios hizo con su pueblo, apelan a las promesas de Dios, a sus actos maravillosos en el pasado y a su misericordia. Podemos usar el libro de Salmos como una escuela de oración. Cualquier estado emocional en que se encuentre, uno puede hallar un salmo o varios que expresan exactamente lo que su propio espíritu quiere clamar a Dios. Así durante siglos los que aman a Dios ha encontrado en los salmos, inspirados por el mismo Espíritu de Dios, las palabras justas para expresar sus clamores, su amor y su adoración al Dios de todo el universo.

Uno podría preguntar si el cristiano hoy también puede usar oraciones imprecatorias (deseando destrucción para los enemigos). Una explicación más detallada de las imprecaciones se encuentra en el comentario a estos salmos. Por supuesto, no podemos pedir mal sobre enemigos personales, pues estamos bajo el Nuevo Pacto. Sin embargo, hay un aspecto de la oración donde las imprecaciones pueden ser útiles, es la batalla contra las fuerzas malignas. Todo este tema involucra la pregunta sobre quiénes son los enemigos en los salmos.

Es claro que en el primer plano los enemigos de Israel y del salmista individual son seres humanos, son ejércitos y hombres malvados. Pero detrás de ellos hay poderes más allá de lo humano, diríamos poderes espirituales malignos. Los hebreos no eran tan analíticos como nosotros, no trataron de distinguir entre los enemigos físicos humanos y los poderes malignos. Los dos juntos constituían los enemigos de Dios.

El NT., hace claro que nuestros enemigos principales no son de sangre y carne sino nuestra lucha es contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales (Ef. 6:12). Así el creyente puede usar los salmos imprecatorios contra los enemigos espirituales.

El NT., da por sentado esta interpretación de los enemigos de Dios; el lenguaje de Romanos 8:38, 39 lo puede indicar:Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo porvenir, ni poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Si examinamos a fondo los salmos veremos que tal use de ellos en el NT., y hoy no es una espiritualización exagerada o incorrecta. Los mismos salmistas estaban conscientes de los poderes demoníacos que se oponían a Dios. Un comentarista alemán de los salmos tan reconocido como Hans-Joachim Kraus, hablando de los poderes enemigos del pueblo que también son enemigos de Dios, reconoce que son seres humanos, pero dice que incluyen poderes más allá de lo histórico.

Dice Kraus: “Pero en este contexto [de alabanza], aparece el tema enemistad’. Poderes enemigos hacen frente al Creador y Señor de las naciones (66:3; 68:1, 2, 21; 97:3; 8:2).… La enemistad contra Yahvé y contra su pueblo tiene una seriedad última que trasciende los acontecimientos históricos.… la alabanza de Israel no está a salvo de las impugnaciones y contradicción de los poderes enemigos que perturban la naturaleza y la historia.… También la alabanza que tiene como sentido la superación de los dioses apunta al mundo de la mitología (Teología de los salmos [Sígueme, 1985], 171, 172). En el contexto de erudición racionalista alemana, donde Kraus escribió, lo mitológico se refiere a lo sobrenatural.

Cuando los salmistas hablan de la destrucción de los enemigos de Israel, dice Kraus, la medida de la destrucción enemiga trasciende las dimensiones de lo histórico”. Cuando los salmistas hablan de los enemigos del individuo, usan tres grupos de imágenes, los enemigos son comparados con: un ejército enemigo que ataca a los desamparados, cazadores o pescadores que tratan de atrapar su presa y fieras salvajes voraces que atacan al hombre de manera repentina (Kraus, 147–175).

Dice Kraus: “El contraste entre los poderes enemigos y las instituciones sacras del santuario, las desamparadas víctimas y, sobre todo, la relación con el Dios que juzga y redime, subraya fuertemente el carácter demoníaco y alevoso de aquellos. Esos poderes pretenden separar de Dios a los pobres, a los justos y a los enfermos. Elevan acusaciones y pretenden cortar el lazo que une a Yahvé con sus siervos. El cuadro que se traza está pensado en algo que va más allá de lo puramente humano. Se describen poderes ocultos y prototípicamente mente malos: fuerzas de lo destructivo, enemigo de la vida, de lo que separa de Yahvé y corrompe la creación(Ibid., 178).

No es claro si un erudito como Kraus cree en la existencia de demonios o no, pero reconoce que los salmistas, sí, tenían en mente tales fuerzas detrás de los enemigos físicos. Cuando se dice que el enemigo primigenio es un poder del seol hay que añadir inmediatamente que seol y enemigo tienen una única meta o efecto único: apartar de su Dios a las personas que invocan a Yahvé… En este sentido, es cierta la afirmación de M. Buber: ‘El enemigo contra el que el salmista polemiza con celo… no son personas humanas ni poderes humanos sino el tentador primigenio que impide la redención en la historia’” (Ibid., 181).

Kraus sugiere que cuando los textos neotestamentarios hablan de demonios, no hemos de pensar solamente en su contexto helenístico,sino que habrán de tenerse en cuenta las afirmaciones veterotestamentarias sobre los poderes enemigos y situar aquellas afirmaciones en un contexto más amplio (Ibid., 181).

Los salmistas reconocen que sus enemigos son fuertes; pero es importante notar que para ellos Dios tiene infinitamente más poder; en un instante los disipa como tamo o como paja. Nunca dudan de la victoria de Dios sobre sus enemigos y a favor de su pueblo. Tiene razón Kraus en decir:Pero no los poderes enemigos, sino Yahvé es el soberano único, el que vence a los poderes caóticos primigenios en soberanía superior al mundo. Los cantores y orantes son plenamente conscientes de esta realidad (Ibid., 180).

La conclusión evidente es que el creyente neotestamentario no puede usar oraciones

imprecatorias contra sus enemigos físicos personales, pero sí, bien puede usarlas contra

los enemigos que no son de sangre y carne (J. Calvino las usaba así, comp. Salm. 18; 35; 109). Ahora bien, si podemos usar tales oraciones en nuestra lucha espiritual, también debemos aprender de todas las oraciones de los salmos para adorar a Dios, pedir su socorro y su bendición para nosotros y sobre nuestros hermanos y todas los que nos rodean. Que la confianza en Dios y la comunión con él crezca con el uso de los salmos y que estos comentarios sean útiles a Dios para el mismo propósito.

J.      INDICE DE LOS SALMOS SEGUN GENEROS LITERARIOS:

(Los números que aparecen subrayados indican aquellos salmos en cuyo comentario se encontrará la explicación de ese género):


Himnos: 8, 19, 29, 33, 65, 68, 93, 96, 98, 100, 103, 104, 105, 111, 113, 114, 117, 118, 135, 136, 145, 146, 147, 148, 149, 150.

Cánticos de Sion: 46, 48, 76, 84, 87, 122, 137.

Salmos de entronización: 47, 93, 96, 97, 98, 99.

Himnos de procesiones: 15, 24, 68:24–27, 84, 122, 132.

Súplicas y lamentos de la comunidad: 12, 44, 60, 74, 77, 79, 80, 82, 83, 85, 106, 123, 126, 129.

Más libre: 58, 90, 94:1–15, 108:10–13, 115, 137.

Oraciones colectivas de confianza: 115, 125, 129.

Oraciones colectivas de acción de gracias: 65, 67, 68, 118, 124.

Salmos reales: 110, 132.

Bodas: 45, 93.

Coronaciones: 2, 72, 101.

Oraciones antes o después de la batalla: 20, 21, 89, 144.

Acción de gracias por la victoria: 18.

 

Súplicas o lamentos individuales: 3, 5, 6, 7, 13, 17, 22, 25, 26, 27:7–14, 28, 31, 35, 38, 39, 42, 43, 51, 54, 55, 56, 57, 59, 61, 63, 64, 69, 70, 71, 86, 88, 102, 109, 120, 130, 140, 141, 142, 143.

 

Oraciones de confianza: 4, 11, 16, 23, 27:1–6, 62, 91, 121, 125, 129, 131.

Acción de gracias: 18, 30, 32, 34, 40:1–11, 41, 66, 92, 107, 116, 118, 136, 138, 139.

 

Salmos de: 8, 19, 29, 33, 46, 47, 48, 76, 84, 87, 93, 96, 97, 98, 99, 103, 104, 105.

 

Recuerdos históricos: 106, 113, 114, 117, 122, 135, 136, 137.

 

Salmos didácticos:

Sapienciales: 1, 37, 49, 73, 78, 91, 101, 112, 119, 127, 128, 133.

Enseñanzas proféticas: 14, 50, 52, 53, 75, 76, 81, 82, 95, 139.

Liturgias: 15, 24, 68, 134.

 

Imprecatorios: 7, 28:4 ss., 35, 54:5, 55:15, 56:7, 58, 59, 69, 79, 83, 109, 137, 139.

 

Mixtos: 9, 10, 36, 40, 78, 90, 94, 108, 123, 129, 137, 144.

 

Mesiánicos: 2, 16, 22, 24, 45, (68), 69, 72, 89, 110, 118, 132.

 

Penitenciales: 6, 32, 38, 51, 102, 130, 143.

 

Acrósticos: 25, 34, 37, 111, 112, 119, 145.

 

AUTORIA DE LOS SALMOS:

David

73

Libro 1, 37; Libro 2, 18; Libro 3, 2; Libro 5, 15.

Asaf

12

Salm. 50, 73-83

Los hijos de Coré

12

Salm. 42-49; 84, 85, 87, 88

Salomón

2

Salm. 72, 127

Moisés

1

Salm. 90

Etán

1

Salm. 89

 

TIPOS DE SALMOS:

Salmos Mesiánicos

Hablan de la Persona y la obra del Mesías

Salmos de lamentación

Clamor a Dios por ayuda

Salmos testimoniales

Dicen a los demás lo que Dios ha hecho

Salmos de peregrinación

Se cantaban durante la peregrinación a la ciudad santa de Jerusalén

Salmos imprecatorios

Piden juicio sobre los malvados

Salmos penitenciales

Expresan tristeza por el pecado

Salmos sapienciales

Directrices para los piadosos

Salmos históricos

Consideran los tratos de Dios en el pasado con la nación de Israel

Salmos sobre la naturaleza

La obra de Dios y su creatividad

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Nota y Bibliografía:

-  Exposición. Mervin Breneman. Ayudas Prácticas. Ricardo Souto Copeiro. Mundo Hispano.

-  Biblia de Estudio RYRIE.

-  e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.

-  Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 9//05//2022. MISIÓN BAUTISTA: Emanuel”. Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 942-562691-Tumbes.


charlyibsh@hotmail.com

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