CANTAR
DE LOS CANTARES:
(Cantares
Capítulos 1 al 2)
EL
CANTAR DE LOS CANTARES:
(1:1-17)
La
Esposa y Las Hijas De Jerusalén:
“Cantar de los
cantares, el cual es de Salomón… ¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino… A más del olor de tus suaves ungüentos, Tu nombre es como
ungüento derramado; Por eso las doncellas te aman… Atráeme; en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus
cámaras; Nos gozaremos y alegraremos en ti; Nos acordaremos de tus amores más
que del vino; Con razón te aman… Morena soy, oh
hijas de Jerusalén, pero codiciable Como las tiendas de Cedar, Como las
cortinas de Salomón…”.
(Cant. 1:1-17)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
I. TITULO. Cant. 1:1:
El libro comienza con las palabras hebreas sir[1] hassirim H7892, lit. “de todas las canciones, ésta es la canción”, es decir, la mejor o la más hermosa. El cual es de Salomón puede referirse a que Salomón lo escribió, lo editó o publicó, o que fue dedicado a él. También puede indicar que Salomón es el protagonista masculino de Cantares.
II. EL GALANTEO. Cantares 1:2-3:5:
2.1. Preparación Para El Matrimonio. Cant. 1:2-2:7:
A lo largo de toda esta sección, la pareja de enamorados intercambia expresiones de deseo, dudas, estímulo y expectativa en su juego amoroso. Aparentemente se trata de una mujer y un hombre que esperan casarse y anticipan con gran anhelo la consumación sexual de su amor.
1) La Amada. 1:2-4a.
Las primeras palabras del libro son las de
la muchacha enamorada que anhela los besos de su amado. Ella espera también su amor sexual
(dode[2] H1730),
que le resulta más apetecible que el vino. En la cultura hebrea el vino era
símbolo de una celebración gozosa. Al pensar en el nombre de su amado, la joven
recuerda un perfume de gran valor que es derramado.
Así es su aprecio por él. Tan atractiva es
la personalidad de su amado que otras doncellas se sienten atraídas por él. En
la antigüedad, existía la costumbre de frotar el cuerpo con aceite de oliva
perfumado después de bañarse, especialmente para ocasiones festivas.
El calor del cuerpo hacía que poco a poco el ungüento expidiera su aroma (Salmo 133:2). La joven enamorada, excitada por estos pensamientos, pide a su amado que la lleve a su dormitorio, ¡y que lo haga pronto! Es notable el poder que tiene el amor para atraer a los que se aman (ver Jr.31:3; Os.11:4).
La Preparación Para El Matrimonio:
Durante
la época del noviazgo la pareja debe buscar maneras de fomentar la intimidad.
Muchos matrimonios fracasan por falta de este elemento. En los Cantares hay
pasajes que nos ayudan para fomentar la intimidad. Algunos dicen que es el tema
del libro. Encontramos
cinco niveles donde la pareja casada debe intimar:
· Espiritual,
· Sexual,
· Intelectual,
· Corporal, y
· Afectivamente.
Muchas parejas luego de años de estar casados, ¡no lo están!
Sorprende ver el desconocimiento en muchos de los planos anteriormente mencionados. Cantares va promoviendo un conocimiento más íntimo entre jóvenes que están enamorados y piensan casarse.
2) El Cortejo Nupcial. Cant.1:4b.
Frecuentemente en el AT., las expresiones nos gozaremos y nos alegraremos están ligadas a la alabanza a Dios por su liberación. Aquí el objeto de la alegría es el amante. El coro imaginario parece alegrarse por lo que está ocurriendo en la intimidad de la habitación. Para ellos también el acto amoroso es más atractivo que la mejor de las celebraciones (más que del vino).
3) La Amada. Cant.1:5-7.
Ella habla primero, a otras doncellas de Jerusalén, y les expresa sus
dudas sobre su atractivo físico. Como toda casamentera, se siente mirada por
las demás mujeres, quizá de piel menos curtida que la de ella. Su piel está
bronceada por el sol, quizá por ser una muchacha campesina que pasó mucho
tiempo al aire libre.
A pesar de sus temores, sabe que es bella como las tiendas en Quedar (ver nota de RVA), o como los cortinados (pabellones) que Salomón tenía en su palacio, también hechos con pelos de cabras negras.
Luego, la muchacha
parece hablarse a sí misma (v.
6b), al reflexionar sobre su aspecto físico y las razones que justifican su
rusticidad. La frase los hijos de mi madre estaría fuera de lugar si su padre
viviera, por lo cual esta joven sería huérfana de padre. Sus hermanos eran muy
estrictos y la obligaron a trabajar duro en las viñas de la familia todo el
día. Probablemente esto ocurrió en las montañas del Líbano (Os.4:8).
No se dice en el texto por qué sus hermanos se enojaron con ella. La cuestión es que por cumplir con el deber impuesto ella no pudo prestar atención a su propia persona y a hacer realidad sus sueños: ¡Mi propia viña no cuidé! ¡La joven era una especie de Cenicienta! ¡Cuántas jovencitas en América Latina corren la misma suerte de esta morenita del norte de Israel!
Semillero Homilético:
Elementos esenciales
para un matrimonio feliz. Cant. 1:5–11.
Introducción: Siempre nos interesa considerar todo lo que tenga que ver
con un matrimonio de éxito. Es interesante que el autor de los Cantares nos
ayuda con tres elementos.
Una
autoapreciación que presta atención a detalles personales (v. 6).
La
amada había pasado tanto tiempo atendiendo la viña de los hermanos, y había
descuidado su propia apariencia.
La
amada no se dio cuenta de los efectos dañinos del sol sobre su piel.
El
deseo constante de fomentar el compañerismo entre los cónyuges (vv. 7, 8).
La
pareja necesita poder aislarse de los demás (v. 7).
La
pareja necesita experimentar la intimidad (v. 8).
· Una admiración profunda de su cónyuge (vv.
9–11).
Elogia
su hermosura física (bajo la figura de una yegua adornada para un desfile con los
carros del faraón).
Manifiesta
su amor y atención por regalos de perfume y joyas (vv. 10, 11).
Conclusión: Los tres elementos son tan necesarios hoy como en el día de Salomón. Necesitamos promover la expresión sincera del amor en estas maneras.
Finalmente, ella habla al amado de su alma, a quien ha escogido
amar profundamente. Se refiere a él como un pastor de ovejas. Ella quiere saber
dónde puede encontrarlo sin perder el tiempo buscándolo por todas partes,
errante como si fuese una prostituta (como con velo, como andaban las prostitutas en la
antigüedad; ver nota de RVA). Ella quiere encontrarse con él al
mediodía, cuando el calor es insoportable y hace que animales y seres humanos
descansen en lugares sombreados.
Esta jovencita campesina vive el drama de todas las muchachas de su edad. Se sabe bonita, pero tiene algunos complejos por su apariencia personal frente a otras jóvenes, quizá de un contexto más sofisticado y pulido. Con quien de veras se siente plenamente bien es con su amado pastor de ovejas. Tan ansiosa está por verlo que no puede esperar a la noche y le pide le informe en qué lugar hará su descanso de mediodía, para que pueda ir a verlo.
(4) El Amado. Cant.1:8-11.
Parece que el joven recibió el mensaje de
su enamorada y ahora le contesta. Nótese: qué bien conoce el amado a la joven, puesto que, al
complejo de ella, él responde llamándola la más hermosa de las mujeres.
No será la última vez que la califique de esta manera.
Luego, le da las
instrucciones para que ella llegue hasta su lugar de descanso. Ella debe seguir
las huellas del rebaño hasta cerca de las cabañas de los pastores. Es
interesante que en sus indicaciones el amado utilice palabras que en otros
contextos tienen un evidente sentido erótico.
La palabra hebrea para huellas[3] H6118
se traduce talón
o cascos en otros lugares
(Génesis 3:15; 49:17), y ocasionalmente se utiliza como eufemismo para los
genitales (Jr.13:22). Las cabritas son también símbolos sexuales, ya que
servían como pago para una prostituta sagrada (ver Gn.38:17). El joven crea en
su amada una expectativa para el encuentro amoroso.
El mismo se excita anticipando ese
encuentro a mediodía en la frescura de un oasis. El hacerle saber a su amada el
camino hacia el amor hace que él recuerde su hermosura y la exalte. Para él, ella
es su yegua.
En Hispanoamérica decirle “yegua”
a una mujer significaría el peor insulto. Pero no en Israel, donde los caballos
eran de un valor incalculable. Recuérdese que los caballos fueron uno de los tesoros más
preciados de Salomón (1 R.10:26-29).
Además, según el hebreo, se trata de una
yegua entre fuertes caballos de guerra. El joven le está diciendo a su amada
que ella es como una hermosa yegua entre los corceles que tiran de los carros
del faraón. ¡Su
atractivo no puede pasar desapercibido! Una yegua crearía una
intensa excitación entre los corceles reales.
Ella es la compañía más hermosa a la que un príncipe pueda
aspirar. La expresión
amada mía aparece nueve veces en Cantares, siempre en labios del amante, y
generalmente en relación con una declaración explícita de la belleza de la
amada. El significado de la raíz verbal es guardar, cuidar de, atender, con
énfasis sobre el placer y deleite que esta responsabilidad involucra.
El joven enamorado quiere brindar a su amada el amor que ella no recibió de sus hermanos en su hogar (v. 6). Esta expresión de verdadero amor tiene que haber resultado sumamente alentadora y confortante para ella.
El amante sigue pensando en los arneses de
una yegua, engalanados con joyas, metales preciosos, cuero, telas y plumas. Al
hacerlo, compara estas imágenes de belleza decorativa con la belleza del rostro
de su amada, que se ve resaltada por los ornamentos que lo rodean. De igual
modo, su cuello luce precioso engalanado con collares.
Tal es el entusiasmo del joven, que le
promete mandar hacer otras joyas de oro y plata para obsequiarle. En todas las
culturas de todos los tiempos los regalos han sido una manera adecuada de
expresar amor. La belleza natural de la joven y el cuidado que ella pone en
resaltarla con su arreglo personal, no sólo son un incentivo para la alabanza
de él, sino también para que él se sienta movido a hacerle regalos.
El Diálogo, Elemento Esencial:
Un
ejercicio pastoral que se usa frecuentemente al estar frente a la pareja es
decirle al hombre que comience a hablar como si fuese su mujer; por ejemplo:
· Yo soy Gladys y me gusta... a los cinco
minutos de hablar llega el silencio, el desconocimiento hace su aparición.
· Luego le toca a la mujer, se coloca como si fuese su marido, comienza a hablar y a los cinco minutos... el silencio aparece nuevamente. No cabe duda, falta de INTIMIDAD.
5) La Amada. Cant.1:12-14.
Parece que finalmente ocurrió el encuentro amoroso tan esperado. La mujer se describe recostada junto al rey sobre su
diván. Este era una especie de cama donde las personas se reclinaban para
comer. La escena aparentemente es de un banquete íntimo.
La mujer se perfumó con nardo, que era una fragancia aceitosa muy cara e insinuante. Con el calor del cuerpo, el perfume se iba liberando, mientras los dos comían juntos.
En este contexto de intimidad, la mujer responde a la
comparación que hizo su amante (v. 9), con otras dos
comparaciones: Por un lado, dice que él se
parece a un manojito de mirra. La mirra era una resina que se
obtenía de un árbol del sur de Arabia. Era la costumbre que la mujer llevara
una bolsita de mirra alrededor del cuello durante la noche. Ella está diciendo
que su amado, apoyado entre sus dos pechos, es como esa bolsita perfumada de
mirra.
La otra comparación dice que él es como un racimo de flores de
alheña. La alheña es una planta común en
Palestina, cuyas hojas se utilizaban como tintura de color naranja o amarillo,
y cuyas flores son fragantes. El oasis de Engadi (ver
nota de RVA), “el
lugar de las cabras salvajes”, fue por siglos un lugar de refrigerio
para los viajeros. Las viñas se refieren a todo tipo de plantas que crecen
allí, especialmente aquellas de las que se fabrican cosméticos y perfumes.
Así como en 1:9 la yegua es el mejor de todos los equinos del faraón, aquí los productos de Engadi son lo mejor de lo mejor. La muchacha devuelve los cumplidos de su amante en términos de lo mejor que ella conoce, las viñas (ver v. 6) de Engadi. Siempre es bueno hablar de la persona que se ama usando los mejores términos y conceptos. Mucho mejor es decirle a él o ella las cosas más bonitas que puedan brotar de la mente y el corazón.
VV. 15-2:3. El galanteo ha progresado ahora hasta el punto de la conversación íntima en una escena al aire libre.
6) El Amado. Cant. 1:15.
Nuevamente el amado pondera la belleza de
su dama, volviendo a repetir su expresión de v. 9 (amada mía) y haciendo otra
comparación, esta vez con una paloma. Según él, lo más bello de ella son sus
ojos, que parecen dos palomas. La belleza de los ojos era tenida como expresión
de perfección en una mujer (ver Raquel y Lea, Génesis 29:17). La tradición
rabínica identifica la belleza de los ojos con la belleza de la personalidad
(ver 2:12, 14).
Además, la paloma es símbolo de inocencia y pureza. Así era ella, como sus ojos, bella e inocente.
Intimidad Afectiva. Cant.1:15, 16.
Este
es otro de los elementos pastorales rescatados en el libro de los Cantares.
Desgraciadamente para el varón de nuestra cultura latina, intimar es algo así
como "superficialidad",
"trivialidad"
o "algo de
maricas o cobardes". Una buena pastoral de la pareja debe
revisar lo que es ser "hombre" según la Biblia.
Todos
los varones estamos traumatizados, algunos más otros menos; hemos sido víctimas
de mandatos y creencias de nuestros antepasados y de nuestra cultura actual.
Sí, no nos enseñaron lo que es ser varón, lo que es la masculinidad; o, mejor dicho, hemos sido golpeados con estereotipos que consiente o inconscientemente nos vendieron. Nos vendieron un catálogo sobre lo que es ser varón y mujer, y algunos creyentes confundidos hasta lo defendieron como "inspirado por el Espíritu Santo", siguiéndolo fielmente.
7) La Amada. Cant. 1:16-2:1.
Ella no se queda corta en sus cumplidos a su amado. Al igual que la
de él, su alabanza comienza con la expresión, ¡qué bello...! La palabra aparece
catorce veces en Cantares, pero sólo aquí en su forma masculina y dirigida al
amado. La expresión bella y dulce está cargada de ternura. Algunos se
sorprenden de que en este contexto tan romántico, la mujer mencione un mueble
propio del dormitorio, como es la cama.
Sin embargo, la cama es símbolo de la
relación sexual que corona el amor de la pareja. Al calificarla de frondosa,
probablemente se esté refiriendo a una cama con baldaquino o dosel, y
profusamente decorada con paneles tallados en maderas finas. Ella se conmueve
con sólo pensar en el escenario de su amor.
De igual modo, ella piensa en las vigas del techo de su casa y en los artesonados (adornos con molduras, que se ponen en los techos y bóvedas), que seguramente contemplará cuando se consume el acto de amor con su amado. La madera era escasa en Palestina, y sólo se usaba en los templos y palacios más lujosos (1 R.7:1-8). El cedro seguramente provenía del Líbano, mientras que los cipreses serían enebros fenicios. Para esta mujer, la cama no representaba un lugar de tortura ni de experiencias desagradables. Por el contrario, para ella era el lugar deleitoso.
Se ha dicho que la casa es una extensión del cuerpo de la mujer. Una casa bonita, bien decorada y arreglada, no puede
ser otra cosa que el resultado de una mujer que se siente ella misma como la
rosa de Sarón. Sarón es la región de la llanura de la costa al sur del monte
Carmelo. Allí crecía abundantemente una rosácea silvestre de color carne con un
tallo sin hojas. El lirio de los valles se refiere a una planta de seis hojas o
una flor de seis pétalos que crecía en los valles fértiles y húmedos.
La belleza que la mujer se reconoce es como la de las flores silvestres: sencilla en su aspecto, pero atractiva. ¡Cuánta belleza hay en la mujer hispanoamericana, sencilla, humilde, la más de las veces pobre, pero llena de valor, nobleza y pasión!
__________
Notas y
Bibliografía:
[1] shîr = (שִׁיר, H7892), «canción».
El nombre se halla unas 30 veces en el título de algunos salmos, así como en
otras partes del Antiguo Testamento. Shîr tiene la acepción de «canción» gozosa en
Génesis 31:27: «¿Por qué has huido a escondidas, engañándome, sin avisarme? Yo te habría despedido con alegría y cantares, con
tamborín y con arpa». En Jueces 5:12 el término se refiere a un «cántico»
triunfal y en Neh.12:46 el vocablo se usa con relación a una «canción»
religiosa de adoración.
El libro «Cantar de los
Cantares» (como se conoce en hebreo) es una «canción» de amor que sigue
suscitando preguntas sobre si debería estar incluido en el canon. Algún
significado especial debe tener para ameritar un título como este. En lugar de
justificar su lugar en el canon afirmando que es una alegoría sobre el amor
entre Dios e Israel y por extensión, entre Cristo y la Iglesia, quizás mejor
sería reconocer solo que es, ni más ni menos, una «canción» de amor, y que el amor
tiene su lugar en el plan de Dios para hombres y mujeres maduros. (VINE).
[2] H1730 דּוֹד = dod:
o (abreviación) דֹּד = dod; de una raíz que no se usa que significa
propiamente hervir, i.e. (figurativamente) amar; por implicación símbolo de
amor, amante, amigo; específicamente tío:-
(muy) amado,
amor, hermano del padre, tío paterno. (Strong).
[3] H6118 עֵקֶב = équeb: de H6117 en
sentido de H6119; talón, i.e. (figurativamente) lo último de
cualquier cosa (usado adverbio por siempre); también resultado, i.e.
compensación; y así (adverbio con preposición o rel), a cuenta de:- galardón, fin,
mediante, pago, por, por cuanto, porque. (Strong).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario