sábado, 17 de septiembre de 2022

EL CANTAR DE LOS CANTARES: (Cantares 2:1-17)

 

EL CANTAR DE LOS CANTARES:

(Cantares 2:1-17)

 

Como el lirio entre los espinos,

Así es mi amiga entre las doncellas. (Cant. 2:2)

 

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

8) El Amado. Cant. 2:2.

El varón confirma la autoevaluación de su amada. Ella es como un lirio, es verdad, sólo que su belleza es tal que a su lado las demás mujeres parecen cardos. Ella también es su amada, su amiga y compañera, la más bonita de todas las doncellas. ¡Qué manera maravillosa de alentar la autoestima de su amada, que por un momento dudó de su belleza frente a las demás jóvenes!

Quizá esas jóvenes se pasaron la vida cuidando su propia viña”. Como muchachas pudientes, tuvieron más tiempo y recursos para prestar atención a su arreglo personal. Pero ella tiene una belleza natural sin parangón. Esta frescura y belleza simple es también característica muy destacada de la mujer latina.

9) La Amada. Cant. 2:3-7.

Después de una seguidilla de piropos entre el amado y la amada, ella es la primera en irrumpir en un monólogo cargado de excitación sexual y contradicciones, de nuevas comparaciones con el reino animal y vegetal, y de una gran expectativa por hacer el amor. Es muy probable que en la primera parte de su monólogo (vv. 3-7), la amada esté describiendo un sueño erótico.

Es interesante notar que, como ocurre en otros casos de poesía amatoria del Cercano Oriente, la mujer es la que toma la iniciativa y la que más se expresa. Algo similar ocurre en algunas subculturas del continente latinoamericano.

La amada no tiene inhibiciones en expresar toda la pasión y deleite sexual que siente junto a su amado. Lo compara con un manzano, que es un símbolo del amor (ver 8:5). Ella pondera aquí su destreza para hacer el amor.

En América Latina, donde generalmente son los varones los que alardean de sus cualidades sexuales, sería interesante conocer qué piensan las mujeres.

 

Nótese: el paralelismo entre las palabras de ella y las de él en el versículo anterior:

·      La expresión me agrada sentarme bajo su sombra; su fruto es dulce a mi paladar ha sido un rompecabezas para los exégetas. En buena medida, esto es así debido a prejuicios respecto de las expresiones de la sexualidad en la pareja humana. Se ha sugerido que la mujer se está refiriendo al efecto deleitoso y refrescante que produce en ella la presencia de su enamorado.

·   Otros ven aquí una referencia al sabor dulce y fresco de las palabras y acciones del amado. Aun otros señalan el manzano como símbolo de sus caricias amorosas, que ella saborea y disfruta. En cualquier caso, la muchacha está expresando aquí su placer en las técnicas amorosas en las que él la ha instruido.

La sala del banquete (lit. casa del vino) es el lugar donde el vino se cultiva, se produce, almacena o consume (i.e. la viña). Puede ser la recámara o dormitorio privado donde se celebra el banquete íntimo. Él toma la iniciativa en llevarla al lugar de celebración del amor.

Su bandera se refiere al hecho de que él es dueño de ella, y en consecuencia, ella puede mirarlo y seguirlo en la dirección en que él la conduzca.

Esta dirección, en este momento particular, es hacer el amor con ella. La frase puede ser traducida literalmente y su deseo en cuanto a mí fue hacer el amor”, o más simplemente “sus intenciones eran hacer el amor”.

El solo pensar en que su amado la lleva a la experiencia sexual excita sobremanera a la amada, que estalla en una exclamación sumamente sensual. Envuelta de pasión, reclama imperativamente que la agasajen (lit. sustentar o sostener) con pasas, y que la refresquen con manzanas.

Se creía que las manzanas tenían un alto poder afrodisíaco, y combinadas con las pasas o tortas de pasas, tenían la virtud de restaurar las fuerzas para continuar haciendo el amor. Ella está padeciendo de un deseo insaciable, que hace que se sienta literalmente enferma de amor.

La Expresión Verbal Del Afecto:


El enamorado le expresa una y otra vez a su amada palabras de amor y de ternura: 1:8, 11, 15; 1:16; 2:14; 4:15, etc. Palabras que ella devolverá también en afecto: 2:37, 16, 17, etc. Ambos intiman afectivamente a través de las palabras y las miradas.

 

Igual a aquella esposa, que en el silencio de la noche le dice a su esposo:

 

Querido, ¿me amas?

 

El, mirándola fijamente a los ojos y con voz tierna, le responde:

 

Querida, hace 40 años te dije que te quería, y sigo queriéndote más ahora que cuando primero nos casamos.

 

El amor se expresa en hechos, pero también en palabras. Ambos son parte de la intimidad afectiva.

Por fin, su pasión encendida parece encontrar satisfacción en los brazos de su amado (¡no será la única vez que ella experimente esta satisfacción sexual!; ver 8:3). Este abrazo se refiere a la unión sexual (Prov. 5:20). La posición asumida indica que ambos están acostados. Ella apoya su cabeza sobre el brazo izquierdo de él, mientras él acaricia cariñosamente el cuerpo de ella con la mano derecha, y la prepara para la relación sexual.

De manera inexplicable, la amada parece interrumpir el juego amoroso casi al punto de la consumación, para dirigirse a un grupo de testigos imaginarios. No será ésta la única vez que haga algo así (ver 3:5; 8:4).

Sus palabras parecen cerrar la primera parte de su monólogo, comenzado en 2:3. Su reclamo es urgente y enfático: ¡Juradme! Según Deut. 6:13 y 10:2, los juramentos sólo podían hacerse en el nombre del Señor: Cualquier otra cosa era idolatría y estaba prohibida (ver Mateo 5:33-37).

Para evitar nombrar al Señor, ella jura por las ciervas y por las gacelas del campo. Es interesante que aun su juramento sea erótico, ya que estos animales que menciona simbolizan el amor y son animales conocidos por su potencia sexual.

La razón de tal juramento no está muy clara en el texto. Puede ser que ella no quiere forzar el amor para que nazca antes de tiempo, sino que se desarrolle como algo natural. Según el comentarista bíblico Delitzsch, lo que ella está pidiendo es que no interrumpan el dulce sueño de amor que ella está gozando, llamándola a la realidad de la situación presente, o, como es más probable en el contexto, no comiences el proceso de intercambio amoroso hasta que se presente la oportunidad y ocasión apropiada”.

La expresión puede querer decir: “No despierten, no aceleren la pasión, antes que esté lista para brotar”. Quizá la joven está advirtiendo a las “hijas de Jerusalén” a no entregarse sexualmente a nadie (relaciones premaritales), hasta que sea con la persona adecuada y en el momento debido, como parece ser el caso de ella.

Si esta interpretación es la correcta, nos recuerda la exhortación de Pablo en 1 Cor.6:12-20 y el sabio consejo de Prov.3:1.

Obstáculos a La Intimidad El Machismo:

·      Nos dijeron que somos "machos" y debemos aguantar en las situaciones difíciles;

·      Nos dijeron que llorar es de maricones, nos dijeron que a golpes se hacen los hombres, que no jugar al fútbol o no saber de autos es ser medio afeminado.

 

Así Concreto Como Lo Escribo Nos Lo Han Enseñado:

·   No sorprende entonces entender por qué en nuestro continente existen tantos hombres golpeadores, mujeres abusadas sexualmente, hijos sin padre o madre abandonaron el matrimonio por otro[a], hombres que tienen un sin número de mujeres y abandonas con hijos, violencia familiar, etc.

·      Qué decir de muchas enfermedades psicosomáticas que esconden una incapacidad y a la vez una intensa búsqueda de intimar con alguien.

·  También esto explica el por qué es más frecuente que el hombre tenga un aventura extramatrimonial que enamorarse y mantener una relación estable. Justamente enamorarse es entregarse al otro, es estar pensando en el otro, es intimar.

 

Cantar de los Cantares tira abajo el mito del cowboy evangélico que sigue vivo en muchos creyentes. Creen que ser hombre es algo así como el hombre solitario y silencioso, de pocas palabras, en busca de aventuras que enfrentará con valentía.

 No hay lugar para los sentimientos y debilidades, no hay lugar para el llanto, para conmoverse. Sencillamente ser un cowboy evangélico es no expresar NUNCA ningún sentimiento.

2.2.  Sueños y Frustraciones. Cant. 2:8-3:5:

1) La Amada. Cant. 2:8-13.

Da la impresión como que el sueño erótico de la amada se ve interrumpido por la llegada del amado. La mujer vuelve a la realidad al despertarse con el timbre familiar de la voz de su amado y el sonar de sus pasos que se aproximan.

El v. 8 presenta un paralelismo entre montes y colinas, y entre saltando y brincando. La expresión monte y colina es común en la poesía hebrea (Is.40:4; ver Ez.6:13). Saltar y brincar son verbos que también van juntos.

La idea es que el amado viene corriendo rápidamente al encuentro de su amada. Los animales que se mencionan, venado y cervatillo, sirven para reforzar la idea de la agilidad, premura, velocidad y virilidad con que el amado se aproxima a ella.

Ahora él ha arribado (v. 9) y se encuentra detrás de nuestra cerca, mirando por las ventanas. El amado está todavía fuera de la casa, pero busca a su amada a través de cada ventana abierta. La expresión atisbando por las celosías sugiere que el amado se acerca para mirar por entre las hendijas.

Uno se pregunta por qué se demora en esta acción, en lugar de entrar directamente al interior de la casa y encontrarse con su enamorada. Quizá su intención es excitarse y excitar a su amada sexualmente con este juego de escondidas y con la demora del encuentro.

Probablemente desde afuera de la casa y a través de las celosías, el amado despierta a su amada y la invita a dejar de soñar, levantarse de la cama y salir a dar un paseo por el campo.

El viene entusiasmado del campo, y por eso su invitación es enfática, según lo indica el uso del imperativo en hebreo y los pronombres que los siguen: levántate y sal.

El día parece estar tan lindo y la naturaleza se muestra tan exuberante, que no es para quedarse en la cama, ni siquiera soñando con el amor, como parece haber estado la joven (vv. 3-7). De esta manera, el mejor tratamiento para una mujer postrada porque se siente enferma de amor (v. 5), no es siempre una satisfacción inmediata a su deseo sexual, sino un paseo al aire libre, fuera de la ciudad, en el que los amantes gocen de la compañía mutua.

De todos modos, nótese que su invitación no es una orden ni un capricho de él. El amado quiere sacar de la cama a su amada con expresiones cargadas de ternura y pasión: amada mía (ver 1:9; 2:2) y hermosa mía (ver 1:8). Su invitación al paseo está envuelta por estas expresiones de amor (vv. 10, 13b).

Además, el amante estimula su interés en salir describiendo la belleza de la naturaleza que despierta a la primavera. Esta es la razón de su invitación: Disfrutar la belleza de la creación.

El invierno, o estación lluviosa en Palestina, cuando se hacía la siembra, ya ha pasado. ¡Es la primavera, la estación del amor! Las flores silvestres están floreciendo sobre la alfombra verde de los campos. Las aves y los seres humanos se sienten movidos a cantar. ¡Es el tiempo de la canción!

La presencia y canto de la tórtola son evidencias de que la primavera ha comenzado. La tórtola es un ave migratoria que hace nido en Palestina durante la primavera y el verano (Cant.8:7). Por el contrario, la paloma, que se menciona en otros textos (Cant. 1:5; 2:14; 4:1; etc.), es la paloma de las rocas, que reside de manera permanente en grandes números en Palestina.

Después del olivo, la higuera era el árbol más importante en Israel y, como la vid, era símbolo de paz y seguridad (1 R.4:25; Miq.4:3-5; Zc.3:10). La higuera florece hacia mediados de marzo e inmediatamente produce un primer higo de verano, que es el precursor del verdadero higo, que madura hacia agosto y septiembre. Si el árbol no produce los primeros higos estériles, tampoco va a producir los verdaderos frutos (ver Mateo 21:18-22).

Otra evidencia de la llegada de la primavera es que las vides están florecidas (Mateo 2:15; 7:12). La atmósfera está saturada de la fragancia que despiden las flores silvestres y las vides en flor. No hay tiempo que perder. La mejor opción para el día es salir a pasear por el campo. ¡Levántate, oh amada mía! ¡Oh hermosa mía, ven! (v. 13).

 

Obstáculos a La Intimidad:

Estereotipos. 

Solemos clasificar a hombres y mujeres con características específicas:

Varón:

Mujer:

Activo, fuerte.

Independiente.

Poco emotivo, duro.

Brusco, grosero.

Intelectual, frío.

Para el trabajo.

Trae y maneja el dinero.

Toma la última decisión.

Seguro, confiado.

Dominante, "cabeza".

Pasiva, débil.

Dependiente.

Emotiva, blanda, fácil de convencer.

Cortés, educada.

Afectiva, sentimental.

Para el hogar.

Cuida a los hijos y lo gasta.

Obedece a su esposo.

Insegura, vueltera.

Sumisa, "pies".

Estos conceptos batallan en contra de la libertad de actuar en forma auténtica.

Obstáculos a la intimidad. Estereotipos[4]. Solemos clasificar a hombres y mujeres con características específicas.

(2) El Amado Cant. 2:14.

Nuevamente interviene el joven, quien probablemente todavía no entró a la casa. Atisbando por las celosías continúa procurando ver a su amada, mientras la invita a dejar la casa para ir juntos a disfrutar de la naturaleza. Nótese: que ella también está jugando a las escondidas, y esto parece ser sumamente excitante para él. Nuevamente, él la llama palomita (1:15), como aparentemente era su costumbre (4:1; 5:2, 12; 6:9). No se trata de la tórtola (v. 12), sino de la paloma de las rocas, es decir, la que se esconde en las hendijas de la peña (ver Jr. 48:28). Al igual que estas aves tímidas y recatadas, la muchacha se oculta de la vista de su amado. No lo hace por vergüenza, sino como parte del juego de escondidas en que ambos están participando.

El amado expresa su deseo de ver su figura y de oír su voz. Lo que quiere es deleitarse en la belleza del cuerpo de su amada. La contemplación de su preciosa figura le produce placer. La dulzura de su voz (es la misma palabra de v. 12 para la voz de la tórtola) le parece encantadora. Ella no es para él meramente un objeto sexual, nada más que un cuerpo bonito. Ella es un ser humano bello en toda su persona. El disfruta de su presencia.

(3) La Amada. Cant. 2:15–3:5.

Si estos versículos están de alguna manera relacionados con los anteriores podemos presuponer lo siguiente. Por alguna razón, quizá un altercado en la pareja (ver 2:15), el amado dejó la casa para salir al campo. La amada se quedó sola y se fue a dormir.

Mientras dormía, tuvo un sueño erótico (2:3–7), que fue interrumpido por la llegada del amado (2:8, 9), quien desde fuera de la casa juega a las escondidas con ella mientras la invita a salir de paseo (2:10–13). Antes de responder a su invitación, la amada parece recordar el motivo del conflicto (v. 15).

Semillero Homilético:

Cosas pequeñas que dañan el matrimonio. Cant. 2:15.

 

Introducción: Cuando hay problemas en el matrimonio, casi siempre son las cosas de menor importancia las que se acumulan para dañar el matrimonio. El autor de Cantares habla de las zorras pequeñas que entraban en las viñas en la Palestina para dañar las uvas. Consideremos algunas de las cosas pequeñas.

 

¿Cuáles son?

Distracción debido a muchas actividades que no nos permiten detenernos y analizar lo que está pasando en nuestro matrimonio.

Descuido de los aspectos importantes, tales como captar lo que está pensando el cónyuge.

Preocupación por cosas secundarias.

¿Cómo obran?

En forma inconsciente, engañándonos en cuanto a nuestros sentimientos.

En forma paulatina, para no captar lo que está pasando.

En forma progresiva, y se acumulan.

·      ¿Qué consecuencias tienen?

Se apaga el amor entre los dos.

Se descarrían los niños y se pierden del hogar.

Se mengua la consagración al Señor.


Conclusión: Para evitar que las cosas pequeñas dañen el matrimonio, hay que estar atentos a lo que está pasando. Las cosas pequeñas no tienen importancia, pero la verdad es que son como el comején.

Aunque no lo ve, está trabajando para dañar el mueble.

En toda pareja hay cosas pequeñas que echan a perder los mejores sueños y proyectos de amor. Las zorras socavaban y roían las raíces de las viñas. La joven era una experta en cuidar viñas (1:6), y utiliza esa figura para ilustrar su argumento. Las viñas, hermosas y con flores fragantes, se refieren a su pacto de amor, mientras que las zorras parecen ser un símbolo de los pequeños problemas que carcomen la relación floreciente de los amantes.

Estos pequeños conflictos no pueden ser dejados de lado. Deben ser encarados (“atrapados”) y resueltos antes que la relación pueda seguir desarrollándose. Estos pequeños animales rara vez medían más de 40 cm. Al cavar sus hoyos aflojaban la tierra y afectaban el crecimiento de las vides. Las zorras son símbolos de destrucción bien conocidos (Neh. 4:3; Ez. 13:4).

A pesar de que ella reconoce que la relación se encuentra algo deteriorada por algún conflicto, no obstante, es clara en la afirmación de su pacto de amor con su amado: ¡Mi amado es mío, y yo soy suya! (ver 6:3; 7:10). La expresión enfatiza la devoción mutua y la dedicación del uno al otro. Más allá de los pequeños problemas domésticos, ambos saben que el amor los une y que se deben el uno al otro. Por eso, ella tiene esperanza y no abriga temor (1 Jn. 4:18). El amor que se tienen hará que las sombras presentes huyan, y que raye el alba (ver 4:6). Ningún conflicto entre dos que se aman de verdad puede durar mucho tiempo.

Mientras tanto, ella es de la idea de que él apacienta entre los lirios. La expresión puede querer decir que ella desea que él le brinde su amor, a pesar de encontrarse peleados. Ella se considera como el lirio de los valles (2:1), y él mismo la estima de ese modo (2:2). Apacentar es pastorear, cuidar y alimentar. Pero en Cantares, la expresión tiene un profundo sentido erótico (ver 4:5). La mejor manera de distender las situaciones de tirantez en la pareja es una buena relación sexual.

No debe esperarse a solucionar todos los problemas antes de entregarse sexualmente. La Biblia dice que no hay más que una sola razón para no hacer el amor: la dedicación a la oración (1 Cor. 7:3–5). Puede ser también que los vv. 16, 17a sean una expresión de la entrega mutua total de los amantes, y de la manera en que ese amor compartido se expresa haciendo el amor a lo largo de toda la noche, hasta que raye el alba, y huyan las sombras.

Obstáculos a La Intimidad:

Coraza dura:


Donald Winnicott, famoso psicoanalista inglés, dice que las personas con dificultades para relacionarse y expresarse son personas que tienen una coraza dura en su exterior que protege un núcleo débil y blando en su interior (el cual trata de mantener oculto), que es la falta de confianza en sí mismo.

Este exterior "duro" hace que nadie permita conocer su interior "débil". Decimos que cuanto "más macho" por fuera más débil por dentro, cuanto más inexpresivo por fuera, más sentimental por dentro. Son personas que no pueden "desnudarse" emocionalmente, creen que deben ocultar ciertas partes de sí, ya que si otro las conociera eso sería algo vergonzoso y peligroso. Viven entonces cuidando de que los demás no conozcan aquello que vigorosamente ocultan para no ser descubiertas. Justamente para estas personas intimar sería que el otro descubra este núcleo débil y pobre, entonces asume características de firmeza y dureza. La persona que puede intimar es la que posee un exterior permeable, y un núcleo firme y consistente.

 

Su autoestima está firme y segura, su interior es estable, puede abrirse y permitir que otros lleguen a lo más profundo de su ser. Por eso, Erik Erikson, otro psicólogo, dice que el deseo de compartir es una característica del hombre maduro.

La segunda parte del v. 17 quizá exprese el anhelo de la amada durante la larga noche de ausencia de su amado. Este deseo por el compañero ausente aparentemente se cumplió, según 2:8, 9.

Así es mi amiga[esposa] entre las doncellas…

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Notas y Bibliografía:

[4] estereotipo. m. Imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable.  2. Impr. Plancha utilizada en estereotipia*. 

*Estereotipia. (De estereo- y el gr. -τυπία, de la misma raíz de τύπος =  molde). f. Repetición involuntaria e intempestiva de un gesto, acción o palabra, que ocurre sobre todo en ciertos dementes. 2. Impr. Procedimiento para reproducir una composición tipográfica, que consiste en oprimir contra los tipos un cartón especial o una lámina de otra materia que sirve de molde para vaciar el metal fundido que sustituye al de la composición. 3. Impr. Oficina donde se estereotipa. 4. Impr. Máquina de estereotipar. Microsoft® Encarta® 2009.

    AYUDAS SUPLEMENTARIAS:

-  Cate, Robert L., Introducción al Estudio del Antiguo Testamento. El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1990.

-  Comentario Bíblico Moody: El Antiguo Testamento. Editor: Pfeiffer, Charles. El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1993.

- Gillis, Carroll. El Antiguo Testamento: Un Comentario Sobre su Historia y Literatura, Tomo V. Segunda edición. El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1992.

-  Nee, T. S. (Watchman). Cantar de los Cantares. Terrassa, España: CLIE.

-   Exposición. Pablo A. Deiros. Ayudas Prácticas Bernardo Stamateas. e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.

-   Biblia de Estudio RYRIE.  

-  Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 25//08//2017. IGLESIA  EVANGELICA BAUTISTA EL SHADDAI”. Puyango-Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz.E-Lt.18. III Etapa.  Cel. 942-562691-Tumbes. (CLAVE: 589).

charlyibsh@hotmail.com

Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.

 

Vease Parte II:




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