miércoles, 21 de septiembre de 2022

LA IRA: (Proverbios 14:29; 15:1; 22:24; 29:22; 30:33)

 

LA IRA:

(Proverbios 14:29; 15:1; 22:24; 29:22; 30:33)

 

El que tarda en airarse es grande de entendimiento;

 Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad. (Prov. 14:29) 



Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

La ira, cuando se adueña del hombre, es generalmente una manifestación de la naturaleza pecaminosa del hombre que monta en cólera, y queda patente la desaprobación de Dios hacia ella y sus efectos. «La ira del hombre no obra la justicia de Dios», y las Escrituras insisten una y otra vez en contra de este estado de ánimo (Prov. 12:16; 15:1; 19:19; 26:17; 27:4; 29:11).

La ira, en el hombre, es pecaminosa en cuanto es fruto de su naturaleza caída, de su egoísmo. Por la ira, el hombre puede llegar a perder el dominio propio, cosa que Dios detesta.

El creyente es exhortado a ser sobrio, lo cual implica evidentemente sobriedad en su manera de actuar, el dominio de sus emociones, para gloria de Dios.

Ayuda Hermenéutica:

 

חֵמָה = kjemá H2534 o (Dn. 11:44) חֵמָא = kjemá; de H3179; calor; figurativamente ira, veneno (de su fiebre): - ardor, copa, enojar, enojo, furia, furioso, furor, indignación, indignar, ira, iracundo, ponzoña, veneno. Véase H2529. (Strong).

1.       Vidas Justas y Vidas Inicuas:

 

El que tarda en airarse es grande de entendimiento;

 Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad. (Prov. 14:29)

El v. 29 utiliza dos modismos hebreos: “La nariz larga para representar el hombre paciente en no enojarse tan fácilmente (ver 15:18; 16:32 para nariz larga mientras 14:17 para el opuesto, o nariz corta) y el soplo (espíritu) corto”, que habla de la falta de la paciencia.

Por un lado, el creyente que es lento para la ira es un hombre de gran entendimiento (ver Stg. 1:19-20[*]). Por otro lado, al que le falta la paciencia exalta la insensatez (ver 12:23).

 

NOTA: [*] Stg. 1:19, 20: Este versículo se refiere al enojo que surge cuando se siente herido el ego: "Me siento herido", "No se oyen mis opiniones". Cuando hay injusticia y pecado, debemos enojarnos porque otros son heridos.

Pero no debemos enojarnos cuando no ganamos una discusión o cuando sentimos que fuimos ofendidos o que no se nos tomó en cuenta. El enojo egoísta nunca ha ayudado a nadie.

Aquí el hombre paciente muestra el dominio propio sobre su ira (ver 11:12, 13; 12:16, 23; 13:3; 17:27, 28; 25:28; 29:11, 20). Aristóteles define la ira como un deseo acompañado con el dolor para cumplir una venganza conspicua, porque había un insulto conspicuo de parte de los hombres sin una causa justificada, reflejando de esa manera el concepto hebreo (Retórica).

Parece ser que el v. 30 es una extensión del tema del v. 29 porque se trata del corazón apacible y la envidia. El corazón apacible (ver 10:8 para corazón) subraya la actitud de la salud, que significa sanidad como en 6:15; 12:18 o apacible (como en 15:4) de la mente (o sea, corazón). El lema puede ser una mente sana, un cuerpo sano”.

Por otra parte, la envidia, del vocablo hebreo para ponerse del color rojo hace pudrir (ver 12:4) o destruye el cuerpo. El lema puede ser una mente envidiosa, un cuerpo muy enfermo. El mandamiento dice: No codiciarás la casa de tu prójimo... (Ex. 20:17).

En un estudio serio en 1992, 47% de los encuestados admitieron codiciar algo de otra persona (Barna Research Group). El sabio enseña: No envidies al hombre violento... (Prov. 3:31).

2.       Las Palabras Que Pacifican:


La blanda respuesta quita la ira;

Mas la palabra áspera hace subir el furor. (Prov. 15:1).

 

Ayuda Hermenéutica:

 

jemah = (חֵמָה, H2534) «ira; calor; furia, rabia; cólera, enojo». Este nombre se encuentra en las lenguas semíticas con acepciones como «calor, ira, ponzoña, veneno». El nombre y también el verbo yajam denotan un alto grado de emotividad. El nombre se usa 120 veces, por lo general en la literatura poética y profética, particularmente en Ezequiel.

El primer uso de jemah acontece en la historia de Esaú y Jacob. Este recibe el mensaje de viajar a Harán con la esperanza que la «ira» de Esaú se disipara: «Y mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue» (Gn. 27:44). (VINE).

El v. 1 muestra la influencia de la respuesta en el contexto de la ira.

·      Por un lado, la respuesta (ver 16:1) suave (o blanda según 25:15) da vuelta (aquí quita) el calor o la rabia.

·      Por otra parte, la palabra que es dolorosa incita la nariz” (la palabra hebrea para la ira).

Así, al encontrarse en un contexto donde alguien está enojado con uno, hay que responder de una manera que se calme la situación (una respuesta blanda) y no de una manera que complique la situación (con una respuesta que causa dolor). La forma verbal del hiphil en el versículo muestra cómo cada respuesta es la responsabilidad del que responde.

3.        Preceptos y Amonestaciones:

 

No te entremetas con el iracundo,

Ni te acompañes con el hombre de enojos, (Prov. 22:24).

 

Los vv. 24 y 25 siguen la forma imperativa, acentuando el peligro de una amistad (es decir, ser prójimo como en 3:28) o aun una relación andante (nos recuerda la relación entre Don Quijote y Sancho Panza) con un hombre iracundo (lit. señor o dueño de la nariz; 14:29; 15:18; 16:32) o violento (lit. hombre de calor”; el furioso como en 6:34; 15:1, 18; 16:4; 19:19; 21:14).

Un dicho apropiado afirma: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. En el v. 25, el amigo del iracundo llega a atraparse a sí mismo (ver 1:18, 19; 21:13; 22:23). Hay que evitar la mala compañía (ver 3:31, 32; 4:14-17; 16:29; 23:20, 21; 24:1, 2; Amenemopet; Aristóteles, Magna Moralia).

4.      Diferencia Sobre El Dominio Del Hombre:

 

El hombre iracundo levanta contiendas,

 Y el furioso muchas veces peca. (Prov. 29:22).

 

El v. 22 es paralelo con el proverbio en 15:18, en la primera parte del versículo. La segunda parte, sin embargo, es sinónima y no antitética como en 15:18. El adjetivo muchas subrayan la grandeza de los errores.

El hombre iracundo promueve contiendas;

 Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla. (Prov. 15:18) [*]. 

[*] El v. 18 subraya la diferencia entre el hombre de calor o ira (ver 6:34; 15:1; 29:22) y el hombre con la nariz larga o lento para enojarse (ver 14:29; 16:32). Por un lado, el hombre iracundo estimula o promueve intensamente (de la forma verbal de piel) la contienda (ver 28:25; 29:22). Por otro lado, el hombre con el dominio propio sobre su ira aquieta la riña. No hay que pensar que no hay lugar para una indignación justificada. Aquí se trata de un abuso de la ira, donde se presenta algo apresurado y las acciones no son pensadas (ver 22:24, 25; 29:22).

Elie Wiesel, sobreviviente del campo de concentración nazi y Premio Nobel de Literatura, protesta la sumisión a la opresión y la crueldad, culpando a la historia de Job por motivar mal a los judíos que no mostraron una ira apropiada.

También, Aristóteles subraya la ira apropiada cuando se dirige hacia las cosas y las personas que la merecen, y tal hombre es digno de ser alabado (Ethica Nicomachean).

Finalmente, se recuerda la escena de Jesús en el templo con los que vendían y compraban (ver Mr. 11:15-17) y la denuncia de los líderes religiosos (ver Mt. 23:1-36).

Las contiendas son un tema frecuente de Proverbios (ver 3:30; 10:12; 18:18, 19; 20:3; 26:17, 20, 21; 28:2, 25; 29:9). También lo es el hombre iracundo[*] (ver 22:24, 25).

Ayuda Hermenéutica:

אַף H639[*]

1) Nariz, cara, rostro; es decir, la parte de la cara donde está la nariz (Gn. 24:47).

2) Ira:

a) va-yijár af Yaaqóv = se encendió la ira de Jacob (Gn. 30:2). También es posible traducir: "se encendió su rostro" (como expresión de su ira).

b) jarón af YHVH = el furor de la ira de YHVH (Núm. 25:4). También es posible traducir: "el ardor de su rostro". 

c) ad shuv af ajíja = hasta que se aplaque la ira de tu hermano (Gn. 27:45).

d) baal af = poseedor de ira = iracundo (Prov. 22:24).

e) apáyim ártsa = con el rostro a tierra (Gn. 19:1).

f) Para la expresión לְאַפֵּי en 1 Sam. 25:23 vea en la ל.  — Paus. אָֽף; Suf. אַפּוֹ, אַפֶּֽךָ; Dual, אַפַּיִם (cara: igual que el Sing.); Suf. אַפָּין. (Diccionario de hebreo Bíblico). 

5.       El Dominio Propio Sobre El Habla:

 

Ciertamente el que bate la leche sacará mantequilla,

 Y el que recio se suena las narices sacará sangre;

 Y el que provoca la ira causará contienda. (Prov. 30:33).

 

Sin duda alguna, la ira suscita violencia, ya sea verbal o física.

 

El v. 33 repite la palabra hebrea miyts H4330, traducida bate. La idea es la fuerza en apretar”, que produce lo esperado: la mantequilla, la sangre que sale de la nariz y la ira. Hay que esperar tales resultados cuando se presentan tales elementos.

Hay un juego de palabras entre la nariz y la ira. Aquí se subraya la importancia del dominio propio en no producir los elementos que anticipan la ira y, entonces, la contienda.

Concluyo:

La Escritura desaprueba la ira, del hombre. De ella trata principalmente, en el AT., la literatura sapiencial. Con frecuencia, el motivo de desaprobarla es muy utilitarista:

·      La ira, es peligrosa, porque produce malestar y desgracias.

Igualmente condenan la ira, los escritos rabínicos; el hombre airado pierde el control de sí mismo y se deja llevar por sus malas inclinaciones; puede caer en toda clase de pecados, incluso en la idolatría.

 

La ira, es peligrosa, porque produce malestar y desgracias, que Dios nos ayude…en nuestro carácter.

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Nota y Bibliografía:

-  e-Sword-the. LEDD.

-  Biblia de Estudio RYRIE.

- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 21//09//2022. MISIÓN BAUTISTA: Emanuel”. Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz. E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 937-608382-Tumbes.


charlyibsh@hotmail.com

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