LA IRA:
(Proverbios 14:29;
15:1; 22:24; 29:22; 30:33)
El que tarda en airarse es grande de entendimiento;
Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.
(Prov. 14:29)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
La ira, cuando se adueña
del hombre, es generalmente una manifestación de la naturaleza pecaminosa del
hombre que monta en cólera, y queda patente la
desaprobación de Dios hacia ella y sus efectos. «La ira del hombre no obra la justicia de Dios»,
y las Escrituras insisten una y otra vez en contra de este estado de ánimo (Prov.
12:16; 15:1; 19:19; 26:17; 27:4; 29:11).
La ira, en el hombre, es
pecaminosa en cuanto es fruto de su naturaleza caída, de su egoísmo. Por la ira, el hombre puede llegar a perder el dominio propio, cosa que Dios detesta.
El creyente es exhortado a ser sobrio, lo cual implica evidentemente sobriedad en su manera de actuar, el dominio de sus emociones, para gloria de Dios.
Ayuda Hermenéutica:
חֵמָה = kjemá H2534 o (Dn. 11:44) חֵמָא = kjemá; de H3179; calor; figurativamente ira, veneno (de su fiebre): - ardor, copa, enojar, enojo, furia, furioso, furor, indignación, indignar, ira, iracundo, ponzoña, veneno. Véase H2529. (Strong).
1. Vidas Justas y Vidas Inicuas:
El que tarda en airarse es grande de entendimiento;
Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad. (Prov. 14:29)
El v. 29 utiliza dos modismos hebreos: “La nariz larga” para representar
el hombre “paciente
en no enojarse tan fácilmente” (ver 15:18; 16:32 para “nariz larga”
mientras 14:17 para el opuesto, o “nariz corta”) y “el soplo (espíritu)
corto”, que habla de la falta de la
paciencia.
Por un lado, el creyente que es lento para
la ira es un
hombre de gran entendimiento (ver Stg. 1:19-20[*]). Por otro lado, al que le
falta la paciencia exalta la insensatez (ver 12:23).
NOTA: [*] Stg. 1:19,
20: Este
versículo se refiere al enojo que surge cuando se siente herido el ego:
"Me siento herido", "No se oyen
mis opiniones". Cuando hay injusticia y pecado, debemos
enojarnos porque otros son heridos.
Pero no debemos enojarnos cuando no ganamos una discusión o cuando sentimos que fuimos ofendidos o que no se nos tomó en cuenta. El enojo egoísta nunca ha ayudado a nadie.
Aquí el hombre paciente muestra el dominio
propio sobre su ira (ver 11:12, 13; 12:16, 23;
13:3; 17:27, 28; 25:28; 29:11, 20). Aristóteles define la ira como “un deseo acompañado con el dolor para cumplir una
venganza conspicua, porque había un insulto conspicuo de parte de los hombres
sin una causa justificada”, reflejando de esa manera el concepto
hebreo (Retórica).
Parece ser que el v. 30 es una extensión
del tema del v. 29 porque se trata del corazón apacible y la envidia. El corazón apacible (ver 10:8 para corazón)
subraya la actitud de la salud, que significa “sanidad” como en 6:15; 12:18 o “apacible”
(como en 15:4) de la mente (o sea, corazón). El lema puede ser “una mente sana, un
cuerpo sano”.
Por otra parte, la
envidia, del vocablo hebreo para “ponerse del color rojo” hace “pudrir”
(ver 12:4) o destruye el cuerpo. El lema puede ser “una mente envidiosa, un cuerpo muy enfermo”.
El
mandamiento dice: No codiciarás la casa de tu
prójimo... (Ex. 20:17).
En un estudio serio en 1992, 47% de los encuestados admitieron codiciar algo de otra persona (Barna Research Group). El sabio enseña: No envidies al hombre violento... (Prov. 3:31).
2. Las Palabras Que Pacifican:
La blanda respuesta quita la ira;
Mas la palabra áspera hace subir el furor. (Prov. 15:1).
Ayuda Hermenéutica:
jemah = (חֵמָה, H2534)
«ira; calor; furia, rabia; cólera, enojo». Este nombre se encuentra en las lenguas
semíticas con acepciones como «calor, ira, ponzoña, veneno». El nombre y también
el verbo yajam denotan un alto grado
de emotividad. El nombre se usa 120
veces, por lo general en la literatura poética y profética, particularmente
en Ezequiel.
El primer uso de jemah acontece en la historia de Esaú y Jacob. Este recibe el mensaje de viajar a Harán con la esperanza que la «ira» de Esaú se disipara: «Y mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue» (Gn. 27:44). (VINE).
El v. 1 muestra la influencia de la respuesta en el contexto de
la ira.
· Por un lado, la
respuesta (ver 16:1) suave (o “blanda” según 25:15) “da vuelta” (aquí
quita) el calor o la rabia.
· Por otra parte, la
palabra que es dolorosa “incita la nariz” (la
palabra hebrea para la ira).
Así, al encontrarse en un contexto donde alguien está enojado con uno, hay que responder de una manera que se calme la situación (una respuesta blanda) y no de una manera que complique la situación (con una respuesta que causa dolor). La forma verbal del hiphil en el versículo muestra cómo cada respuesta es la responsabilidad del que responde.
3. Preceptos y
Amonestaciones:
No te entremetas con el iracundo,
Ni te acompañes con el hombre de enojos, (Prov. 22:24).
Los vv.
24 y 25 siguen la forma
imperativa, acentuando el peligro de una amistad (es decir, ser prójimo como en
3:28) o aun una relación “andante” (nos recuerda la relación entre Don Quijote y Sancho Panza)
con un hombre iracundo (lit. “señor o dueño de la nariz”; 14:29; 15:18; 16:32) o
“violento”
(lit. “hombre de
calor”; el furioso como en 6:34; 15:1, 18; 16:4; 19:19; 21:14).
Un dicho apropiado afirma: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. En el v. 25, el “amigo” del iracundo llega a “atraparse” a sí mismo (ver 1:18, 19; 21:13; 22:23). Hay que evitar la mala compañía (ver 3:31, 32; 4:14-17; 16:29; 23:20, 21; 24:1, 2; Amenemopet; Aristóteles, Magna Moralia).
4. Diferencia Sobre El Dominio Del Hombre:
El hombre iracundo levanta contiendas,
Y el furioso muchas veces
peca.
(Prov. 29:22).
El v. 22 es paralelo con el proverbio en 15:18, en la primera parte del versículo. La segunda parte, sin embargo, es sinónima y no antitética como en 15:18. El adjetivo muchas subrayan la grandeza de los errores.
El hombre iracundo
promueve contiendas;
Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla. (Prov. 15:18) [*].
[*] El v. 18 subraya la diferencia entre el hombre “de calor” o “ira” (ver 6:34; 15:1; 29:22) y el
hombre con “la
nariz larga” o “lento para enojarse” (ver 14:29; 16:32). Por un
lado, el hombre iracundo estimula o promueve intensamente (de la forma verbal de piel) la
contienda (ver 28:25; 29:22). Por otro lado, el hombre con el dominio propio
sobre su ira “aquieta”
la riña. No hay que pensar que no hay lugar para una indignación justificada.
Aquí se trata de un abuso de la ira,
donde se presenta algo apresurado y las acciones no son pensadas (ver 22:24,
25; 29:22).
Elie Wiesel, sobreviviente del campo de
concentración nazi y Premio Nobel de Literatura, protesta la sumisión a la
opresión y la crueldad, culpando a la historia de Job por motivar mal a los
judíos que no mostraron una ira apropiada.
También, Aristóteles subraya la ira apropiada
cuando se dirige hacia las cosas y las personas que la merecen, y tal hombre es
digno de ser alabado (Ethica Nicomachean).
Finalmente, se recuerda la escena de Jesús en el templo con los que vendían y compraban (ver Mr. 11:15-17) y la denuncia de los líderes religiosos (ver Mt. 23:1-36).
Las contiendas son un tema frecuente de Proverbios (ver 3:30; 10:12; 18:18, 19; 20:3; 26:17, 20, 21; 28:2, 25; 29:9). También lo es el hombre iracundo[*] (ver 22:24, 25).
Ayuda Hermenéutica:
אַף H639[*]
1) Nariz, cara,
rostro; es decir, la parte de la cara donde está la nariz (Gn. 24:47).
2) Ira:
a) va-yijár af
Yaaqóv = se encendió la ira de Jacob
(Gn. 30:2). También es posible traducir:
"se encendió su rostro" (como expresión
de su ira).
b) jarón af YHVH = el furor de la ira de YHVH (Núm. 25:4). También es
posible traducir:
"el ardor de su rostro".
c) ad shuv af
ajíja = hasta que se aplaque la
ira de tu hermano (Gn. 27:45).
d) baal af = poseedor de ira =
iracundo
(Prov. 22:24).
e) apáyim ártsa = con el rostro a
tierra (Gn. 19:1).
f) Para la expresión לְאַפֵּי en 1 Sam. 25:23 vea en la ל. — Paus. אָֽף; Suf. אַפּוֹ, אַפֶּֽךָ; Dual, אַפַּיִם (cara: igual que el Sing.); Suf. אַפָּין. (Diccionario de hebreo Bíblico).
5. El Dominio Propio Sobre
El Habla:
Ciertamente el que bate la leche sacará mantequilla,
Y el que recio se suena las narices sacará sangre;
Y el que
provoca la
ira causará contienda. (Prov. 30:33).
Sin duda alguna, la ira suscita
violencia, ya sea verbal o física.
El v. 33 repite la palabra hebrea miyts H4330, traducida bate. La idea es la
fuerza en “apretar”, que produce lo esperado: la mantequilla, la sangre que sale de la nariz y la ira. Hay que esperar
tales resultados cuando se presentan tales elementos.
Hay un juego de palabras entre la nariz y la ira. Aquí se subraya la importancia del dominio propio en no producir los elementos que anticipan la ira y, entonces, la contienda.
Concluyo:
La Escritura desaprueba la ira, del hombre. De ella trata
principalmente, en el AT., la literatura sapiencial. Con frecuencia, el motivo de desaprobarla
es muy utilitarista:
· La ira, es peligrosa, porque produce malestar
y desgracias.
Igualmente condenan la ira,
los escritos rabínicos; el hombre airado
pierde el control de sí mismo y se deja llevar por sus malas inclinaciones;
puede caer en toda clase de pecados, incluso en la idolatría.
La ira, es peligrosa, porque produce malestar y desgracias, que Dios nos ayude…en nuestro carácter.
__________
Nota y
Bibliografía:
- e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de Estudio RYRIE.
-
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 21//09//2022. MISIÓN BAUTISTA: “Emanuel”. Ciudadela de Noé. Los Cardos Mz. E - Lt.18. III Etapa. Cerca
del Hospital Regional II. Cel.
937-608382-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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