ESTUDIO
4
GÉNESIS
1-2:25: CRIATURA E IMAGEN ESPECIAL DE DIOS:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Lectura bíblica: Génesis 1:26 -
2:25.
Texto Aureo: I Corintios
15:45.
Objetivo: El alumno
distinguirá en esta lección entre criatura, imagen y alma viviente para darle
al ser humano la importancia que tiene ante Dios y evitar menospreciar.
INTRODUCCIÓN:
Una
de las enseñanzas sobresalientes de los primeros capítulos de Génesis es la
doctrina del hombre. De hecho, tenemos más información directa sobre el ser
humano que sobre Dios. Es cierto que Dios se revela en los primeros capítulos
de Génesis, como también en todo el resto de la Biblia, pero nos enseña en
forma directa lo que es el ser humano.
Dios se revela
enseñándonos otras cosas, y uno de los temas de nuestra enseñanza es el ser
humano mismo. (Debemos notar que en estas lecciones, como también en la Biblia,
el vocablo "hombre*" equivale a "ser humano" y no a "varón". A veces se emplea
el término en este sentido genérico y la palabra "hombre" es sinónimo de "humanidad".
Cuando se hace
referencia al sexo masculino se dice "varón",
y al femenino "hembra". En 1:27 es claro que "hombre"
es "varón**
y hembra***").
*H376
אִישׁ = ish
contracción de H582 [o tal vez más de una raíz que no se usa que
significa ser existente]; hombre como individuo o persona masculinos; que
frecuentemente se usa como adjunto para un término más def. (y en tales casos
frecuentemente no se expresa en las traducciones):- alguno, cadáver, casado, digno, extranjero,
extraño, hombre, humano, Ishi, labrador, macho, marido, marinero, paladín,
persona, soldado, varón. Compárese con H802. (Strong).
îsh
=
(אִישׁ, H376),
«hombre; marido;
pareja; ser humano; humano; alguien; cada uno; todos». Hay cognados
de esta palabra en fenicio, púnico, arameo antiguo y arábigo meridional
antiguo. El nombre aparece unas 2:183 veces y en todos los períodos del hebreo
bíblico. El plural de este nombre usualmente es îm, aunque 3 veces es îshîm
(Salm.53:3).
Básicamente
el término significa el «hombre» en su relación con la mujer; o sea, el «hombre»
es una criatura que se distingue por su virilidad. Este es el énfasis en Gn.2:24
(primer caso): «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su
madre, y se unirá a su mujer». Algunas veces la frase «hombre y mujer»
puede significar individuos de cualquier edad, incluyendo niños: «Cuando un buey
acornee a un hombre o a una mujer, y como consecuencia muera, el buey morirá
apedreado» (Ex.21:28 rva). Puede también expresar un grupo
inclusivo, con niños: «Destruyeron a filo de espada todo lo que en la ciudad había;
hombres y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes, las ovejas, y los asnos»
(Jos.6:21). A veces esta misma idea se expresa más explícitamente mediante la
serie de vocablos «hombres, mujeres y niños»: «Harás
congregar al pueblo, los hombres, las mujeres, los niños y los forasteros que
estén en tus ciudades» (Deut.31:12 rva). (VINE).
**zakar
= (זָכָר, H2145),
«varón».
Hay cognados del término en acádico, arameo y arábigo. Aparece 82 veces y por
lo general en la prosa bíblica temprana (Gn—Dt); solo se halla 5 veces en los
profetas y nunca en la literatura poética y sapiencial del Antiguo Testamento.
(Strong).
***Zakar
destaca lo «masculino»
en contraste con lo «femenino»; el vocablo indica el género de una
persona nombrada. Por lo tanto, «creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó». El vocablo puede referirse tanto a un «varón adulto»
como a un «niño
varón» (Lv.12:7). En muchos pasajes zakar tiene un sentido
colectivo, o sea que el término en singular puede tener un sentido plural
(Juec.21:11).
En
algunos contextos el vocablo indica un «animal macho»: «De todo ser
viviente, de toda carne, meterás en el arca dos de cada especie, para que
sobrevivan contigo. Serán macho y hembra» (Gn.6:19 rva). (VINE).
H5347 נְקֵבָה = nequebá:
de H5344; hembra (de forma sexual femenina):- hembra, mujer. (Strong).
EL SER HUMANO ES
CRIATURA:
Ya hemos notado
que una de las afirmaciones más importantes que podemos hacer acerca del hombre
es decir que es criatura. Ser creado es parte de su naturaleza, y si la persona
humana no lo reconoce, esto es pecado, cómo vamos a ver más tarde cuando
estudiemos lo que el libro de Génesis revela sobre el tema.
La enseñanza
bíblica sobre la creación del hombre no está en función solamente de explicar su
origen, sino más bien, y más importante, para establecer el contexto para que
el hombre pueda entenderse en relación con su Creador. La creación es una
relación constante. El libro de Génesis insiste en que para entendernos tenemos
que saber que somos seres creados y, por eso, relacionados con el Creador. Una
antropología cristiana siempre empieza con esta afirmación.
EL SER HUMANO ES
IMAGEN DE DIOS:
Aún más que
esto, el libro de Génesis presenta la verdad de que el ser humano es creado a
la imagen de Dios. El autor del libro emplea una técnica literaria hebrea --el
paralelismo-- para hacer énfasis sobre el punto. Dice que el hombre fue creado
a la imagen y semejanza de Dios. Este paralelismo amplía la idea y la hace más
concreta.
Podemos decir
que el ser humano es imagen de Dios; es parte de su naturaleza. Además, y
relacionado con ello, tiene puntos de similitud; se asemeja a Dios en algunos
puntos. En la teología llamamos estos puntos "los atributos comunicables"
de Dios.
Como imagen de
Dios el hombre es su representante y está colocado como el virrey sobre el
resto de la creación. Este es el significado de los textos que hablan sobre el
ser humano que debe señorear sobre los animales, aves, peces y plantas.
En 2:15, leemos
que el hombre fue colocado en el huerto de Edén para que "lo labrase y lo guardase".
Esta tarea también
se relaciona con su ser como imagen de Dios.
¿DOS RELATOS?
En
este punto tenemos que hacer un paréntesis.
Parece que nos
estamos saliendo del tema, aunque realmente no lo hacemos. Se Trata del asunto
de que parece que hay dos relatos de la creación del ser humano en el libro de Génesis:
v
El primero, es parte de "poema"
de creación que va de 1:1 hasta 2:3; ocupa los versículos del 26 al 31.
v
El segundo, está en el
capítulo 2, desde el v. 4 hasta el 25.
Algunos críticos
de la Biblia piensan que aquí tenemos dos distintos relatos, de dos distintas fuentes
y que representan distintas enseñanzas y doctrinas. Proceden, dicen ellos, de
distintas culturas y tradiciones.
Muchos aseveran encontrar contradicciones entre los
dos relatos.
La verdad es muy
diferente. Más bien la forma de la presentación corresponde a propósitos y
técnicas expositivas. De la misma manera que un periódico presenta la noticia en
el primer párrafo y luego da más información y comentario en el mismo artículo,
el escritor (Moisés) presenta la noticia primero, en su "poema" de creación, y
luego, en una forma más prosaica, agrega más información y el comentario.
No son dos
relatos de creación, sino la segunda parte es el complemento intencionado de la
primera.
La misma estructura del escrito tiene su mensaje.
Empieza con la
noticia de que Dios hizo todo, y por eso, todo le pertenece y todo está
relacionado con Él.
Luego notamos
que dentro de este "todo" hay algo muy especial, que tiene una
relación especial, y que esta parte de la creación es la imagen del Creador. Lo
que algunos llaman el "segundo relato" es una manera de llamar la
atención a lo especial de esta parte especial y dar exposición especial de
ello.
LO ESPECIALMENTE
ESPECIAL:
En un acto
especial, Dios hizo al ser humano como un ser especial. Lo había llamado su
imagen; ahora da a esta imagen un nombre especial. Nuestra versión de la Biblia
llama al hombre un "ser viviente". A ninguna otra parte de la
creación se le da este nombre.
La palabra en
hebreo es "nefesh";
el hombre es un "nefesh vivo".
La Septuaginta
emplea la palabra griega "psique", que se suele traducir como "alma".
La palabra "nefesh"
corresponde en concepto más a nuestra palabra "alma" que a otras
palabras.
Algunas
versiones correctamente dicen que el hombre es un alma viviente. Nácar-Colunga
traduce el término como "ser animado", que me parece inadecuado ya que
no hace específico lo especial del ser humano.
El hombre es "nefesh", "alma",
porque lleva en sí, dentro de su ser, el soplo de Dios. La idea aquí claramente
no es que el hombre respira, ya que el escritor seguramente sabía que los
animales y aves también respiran. Más bien el ser humano lleva dentro de su ser
algo de Dios, que es este soplo.
nepesh = (נֶֶפֶשׁ, H5315), «alma; ser; vida;
persona; corazón». Este es un término muy corriente tanto en las
lenguas semíticas antiguas como en las de hoy. Aparece más de 780 veces en el
Antiguo Testamento, distribuido equitativamente entre todos los períodos del
texto, aunque con mayor frecuencia en los pasajes poéticos.
El
significado fundamental parece tener relación con la forma verbal poco
frecuente: napash.
El nombre se refiere a la esencia de la vida, la respiración, tomar aliento.
Sin embargo, de este concepto concreto se fueron desarrollando una cantidad de
significados más abstractos. El nombre aparece por primera vez, en su acepción
primaria, en Gn.1:20: «seres vivientes»
rv («un bullir
de vivientes» nbe). Aparece por segunda vez en Gn.2:7: «ser viviente».
(VINE).
Esto da al ser
humano un valor especial y es parte del concepto de la imagen de Dios. Pero
todavía hay más. Esto lo estudiaremos en la siguiente lección.
CUESTIONARIO:
1. ¿A qué equivale
la palabra hombre?
2. ¿Por qué es
importante que el ser humano reconozca que es criatura de Dios?
3. ¿Cómo se le llama
a los puntos teológicos en que el hombre se asemeja a Dios?
4. ¿Qué significado
tienen las palabras "nefesh" y "psique", y qué
diferencia han en su origen etimológico?
5. ¿Qué enseñanza
nos da el texto áureo entre el primero y segundo Adán?
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