DECLARACIÓN DE PLANES:
2 CORINTIOS 13:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Pablo
llegaba al final de su carta y la cierra con varias admoniciones para la
iglesia.
I. Prepárense Para Mi Visita (2 CORINTIOS 13:1–4):
En
12:14 mencionó su tercera visita y ahora repite su admonición. Hace referencia
a la ley del AT., de que dos o tres testigos son necesarios para resolver la
verdad de un asunto (Dt. 19:15) y como si esa tercera visita fuera la
oportunidad final que Dios da para que la iglesia arregle las cosas. Les dijo
antes, y ahora se los recuerda, que su visita significaría juicio implacable
para los culpables de pecado. ¡Su osadía para resolver el pecado sería prueba suficiente
de que no era ningún enclenque! (véanse 10:10; 11:6).
Es
interesante su afirmación en el versículo 4. Cristo en su muerte pareció
revelar debilidad; pero su resurrección reveló el poder de Dios. En su visita
anterior Pablo mostró lo que parecía ser debilidad mientras servía; la próxima
visita sería diferente.
Hay
ocasiones cuando mostramos su poder en nosotros dando la apariencia de
debilidad; hay otras en que debemos ser severos mediante el poder de Dios. La experiencia
de su aguijón en la carne es un ejemplo de ser «débil en Él» y sin embargo vivir
por el poder de Dios.
Si
los corintios hubieran obedecido a la Palabra de Dios, se hubieran evitado una
gran cantidad de agonía tanto para ellos como para Pablo. Es cuando los
cristianos ignoran y se oponen a la Palabra de Dios que acarrean problemas para
sí mismos, para otros y para la iglesia.
¡Cuántos pastores han atravesado un Getsemaní debido a
cristianos que rehúsan escuchar la Palabra de Dios!
II. Asegúrense De Que Son Salvos (2 CORINTIOS 13:5–7):
Los
corintios estaban gastando una gran cantidad de tiempo examinando a Pablo;
ahora era tiempo de que se auto-examinarán. Sócrates dijo:
Ø «Una vida sin
examen no vale la pena vivirla».
Una
experiencia cristiana verdadera resistirá el examen. «¿Están en la fe?», les preguntó Pablo.
«¿Son salvos de
verdad?». Todo creyente debe probar su fe; nadie puede decirles a
otros si han nacido de nuevo o no.
Un
verdadero cristiano tiene a Cristo en sí. La palabra «reprobados» significa «falsificados».
Significa literalmente «no pasar el examen».
Sus
enemigos le acusaron de falsedad (un falso apóstol), acusación que negó en el
versículo 6. Rogó a los corintios que se alejaran de la vida y de las palabras
malas, no simplemente para que pudieran probar que Pablo era un verdadero
apóstol, sino para su bien. Si se arrepentía, no tendría que probar su
apostolado viniendo a disciplinarlos. Estaba dispuesto a dejar a un lado este
privilegio por amor a ellos.
Pablo
prefería perder su reputación para verlos recibiendo la ayuda espiritual antes
que continuar en el pecado y forzarlo a ejercer su autoridad apostólica. Pedro
advierte a los pastores que no deben ejercer dominio sobre la iglesia (1 P. 5:1ss)
y Pablo aquí manifiesta el mismo espíritu humilde. La advertencia de la
disciplina nunca tiene el propósito de exaltar al pastor, sino que siempre es
para conducir al ofensor al arrepentimiento.
En
este día de falsificaciones satánicas es importante que los cristianos
profesantes sepan que son salvos. Recuerde las advertencias de Mateo 7:15–29 y
las verdades asombrosas de 2 Corintios 11:13–15.
III. Sean Obedientes a La Palabra De Dios (2
CORINTIOS 13:8–10):
En
el versículo 8 Pablo no sugiere que no hay ninguna manera de oponerse a la
verdad. Satanás ciertamente se opone a la verdad con mentiras y la gente ¡se inclina más
a creer sus mentiras que a creer la verdad de Dios! Lo que Pablo
dice es que el arrepentimiento de los corintios debería ser «bueno»
(v. 7) y según la Palabra de Dios.
Puesto
que obedecerán a la verdad, Pablo no haría nada en contra de ellos en términos
de juzgar al pecado o disciplinar a los ofensores. Él mismo no quería hacer
nada en la iglesia de Corinto sino la verdad.
Es
más, Pablo prosigue para decir que se alegraría de hacer de su próxima visita
una demostración de su debilidad (1 Cor. 2:1–5) si esto quería decir que ellos
estaban viviendo en el poder de Dios. Su meta era la perfección de ellos, su
madurez espiritual en Cristo.
Eran
niños en Cristo, carnales y mundanos, y necesitaban madurar. «Quiero
edificarlos, no destruirlos», les aseguró. «Por eso es que les escribo una carta tan
severa. Quiero que empiecen a prestar atención a la Palabra de Dios y a arreglar
las cosas en la iglesia. Si lo hacen, no tendré que hablar con severidad cuando
llegue».
IV. Sean Maduros En Su Fe (2 CORINTIOS 13:11–14):
Nótese: el amor
que fluye de estas palabras finales. Llama hermanos a todos los cristianos
corintios y no hace ninguna distinción entre los que le atacaron y los que le
respaldaron. «Tened
gozo» dice en el versículo 11. Pablo había escrito con lágrimas (2:1–5)
y sin embargo se dispuso a «regocijarse aún más» y «dar gracias en todo».
«Perfeccionaos» es otra
admonición a crecer en la fe (véase v. 9). Si fueran cristianos maduros, la
bendición con la que Pablo cierra en estos versículos sería su porción. Había
consolación, unidad, paz y comunión de los unos con los otros y con Dios.
El
«ósculo santo»
(v. 12) era una costumbre oriental entre los creyentes; una versión moderna
tal vez diría (como
La Biblia al día): «Dense un cálido abrazo en
nombre del Señor».
Pablo
concluye con una de las más grandes bendiciones de la Biblia, la bendición de
la Trinidad (v. 14). «La gracia del Señor Jesucristo» nos lleva de
regreso a Belén, donde Él se hizo pobre por nosotros (2 Cor. 8:9); «el amor de Dios»
nos lleva al Calvario, donde Dios el Padre dio a su Hijo; y «la comunión del
Espíritu Santo» nos lleva a Pentecostés, donde el Espíritu bautizó a
todos los creyentes del cuerpo de Cristo.
¡Qué apropiada era esta bendición para esta iglesia
dividida y con poca espiritualidad! Muchas iglesias
necesitan esta bendición hoy.
CONCLUSIÓN:
Pablo estaba muy seguro de los planes de bienestar que
Dios tenía para los corintios si se arrepentía, volvían al evangelio verdadero
y adoptan un estilo de vida cristiano, digno del Salvador quien les había
dado la salvación. Pero la Biblia mantiene un silencio en cuanto a la respuesta
de la iglesia a la epístola de 2 Corintios (especialmente de los capítulos 10
al 13).
Ante las muchas preguntas no contestadas, hay un
optimismo cauteloso entre los comentaristas en cuanto al resultado de la
tercera visita de Pablo a Corinto. Si esta visita tomó lugar durante la visita
a Grecia, registrada en Hechos 20:2-3, y si escribió la carta a los romanos
durante los tres meses que estuvo en esa área, la ausencia de cualquier
inquietud expresada en cuanto a la situación en la iglesia de Corinto, ya fuera
en Hechos o Romanos, es un argumento de que la relación entre Pablo y los
corintios tuvo una conclusión favorable.
Se espera que los corintios sí contribuyeron a la
ofrenda para los santos en Jerusalén. Suponemos que los corintios estén
incluidos entre los de “Macedonia y Acaya” mencionados en Rom.15:26.
Sin embargo, no conviene construir castillos en el
aire en cuanto al resultado final de los esfuerzos permanentes de Pablo de
ministrar a una iglesia inestable como la de los corintios. De una fuente no
canónica (1 Clemente) escrita alrededor del año 96 d. de J.C., se nos da la
triste noticia de que Corinto había vuelto a su antigua manera de conducta.
Sea como fuera, Pablo rehusó terminar su carta a ellos
sin asegurarles de su amor y sus mejores deseos para una vida espiritual
saludable y por el bienestar de la iglesia.
Hizo esto yendo más allá de la conclusión normal de
una carta debido a la compasión de su corazón pastoral misionero. Deseaba que
los corintios tuvieran en cuenta su buena voluntad hacia ellos; deseaba darles
todo el buen estímulo para un futuro positivo, a pesar de cómo él encaja en
el cuadro.
El v. 11 vibra con emoción y amor al desearles:
(1) Gozo. La emoción infalible que puede mantener a una iglesia unida y
celebrando su fe en el Señor Jesucristo.
(2) Madurez
cristiana. Una meta hacia la cual deben enfocarse y esforzarse
por alcanzar con diligencia perseverante.
(3) Consuelo
y bienestar.
(4) Unidad. Que remediara sus discordias y los soldaría en un solo cuerpo.
(5) Armonía
y paz. Elementos que pueden crear el espíritu apropiado para
la adoración y el servicio.
(6) La presencia del Dios de paz y de amor, de quien “es poderoso para guardaros sin caída y para
presentaros irreprensibles delante de su gloria con grande alegría”
(Jud. 24; comp. Heb.13:20-21).
Su palabra final es evocar sobre los corintios las
bendiciones de la Trinidad (aunque la palabra no se menciona): “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión
del Espíritu Santo sean con todos vosotros”; y todo el pueblo debió
decir: “Amén”.
Fin Del Estudio:
Clase Para El Miércoles:
Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.