TRES VERSÍCULOS
PARA NUESTROS TEMORES:
(Isaías 41:10)
“No temas, porque yo estoy
contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra
de mi justicia”. Isaías 41:10:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Si pudieras
viajar en el tiempo a un momento en tu vida, ¿cuál sería ese momento? ¿Qué te dirías? La palabra de Dios nos dice,
desde la eternidad, lo que debemos saber para seguir adelante.
En
La Vida Solemos Tener Experiencias Muy Fuertes:
· Una relación
abusiva,
· La pérdida de un
ser querido,
· Un accidente,
· Un secuestro de
niños, por la inseguridad del país o de moda,
· Un asalto de extranjeros,
· Que te maten
descuartizado, etc…
Algunas lo son tanto que nos paralizan
emocionalmente y no sabemos qué decir, ni qué hacer, y muchas veces, ni
siquiera sabemos qué sentir. Es tan fuerte que afecta nuestra relación con
Dios, y nos preguntamos: ¿dónde está Dios en todo esto?
En su libro «La mujer del viajero en el tiempo»,
la escritora estadounidense, Audrey Niffenegger, describe la historia de Henry
quien tiene una enfermedad genética que le hace viajar en el tiempo en momentos
de estrés sin que él pueda controlar cuándo o adónde va.
La primera vez que pasó, él era un niño
y viajó solo unos segundos en el pasado para volver a ver a su madre morir en
un accidente automovilístico. Él creció con el único deseo de retornar a ese
preciso momento y decirse a sí mismo: «no tengas miedo».
A veces eso es lo único que necesitamos.
No necesitamos saber los detalles de todo lo que va a pasar en el futuro, solo
necesitamos escuchar esas palabras de aliento: «no tengas miedo».
Eso es lo que Dios nos dice a través de
su Palabra, una y otra vez. Te invito a escuchar con los oídos del corazón
estos versículos:
1.
Isaías 41:10:
“No temas[1], porque yo estoy contigo;
no
desmayes, porque yo soy tu Dios
que
te esfuerzo; siempre te ayudaré,
siempre
te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
VV.8-10:
Dios
eligió a Israel mediante Abraham porque así lo quiso, no porque el pueblo lo
mereciera (Deut. 7:6-8; 9:4-6). A pesar de que El eligió a los israelitas para
representarlo ante el mundo, estos fracasaron en lograrlo.
Por lo tanto, Dios los castigó y los
envió al cautiverio. Ahora todos los creyentes son pueblo escogido de Dios y
todos tienen la misma responsabilidad de representarlo ante el mundo. Algún día
El reunirá a todo su pueblo fiel. No debemos temer porque:
(1) La presencia de Dios está con nosotros ("Yo estoy
contigo"),
(2) Dios ha establecido una relación con
nosotros ("Yo
soy tu Dios"), y
(3) Dios nos da la
seguridad de fortalecernos, ayudarnos y vencer al pecado y a la muerte. ¿Se ha dado cuenta
de todas las maneras en que Dios le ha ayudado?
2. Salmo 23:4:
“Aunque ande en valle de
sombra de muerte,
No temeré mal alguno,
Porque
tú estarás conmigo;
Tu
vara y tu cayado me infundirán aliento”.
V.4: La muerte
proyecta una sombra aterradora sobre nuestra vida porque estamos completamente
indefensos cuando llega. Podemos luchar con muchos otros enemigos -dolor,
sufrimiento, enfermedad, daños- pero la fortaleza y el ánimo no pueden vencer a
la muerte. Esta tiene la palabra final.
Solo una persona puede caminar con
nosotros a lo largo del valle sombrío de la muerte y hacernos pasar hasta el
otro lado a salvo: el Dios de la vida, nuestro pastor. La vida es incierta, y
por eso debemos seguir a este pastor que nos ofrece eterno solaz.
3. Josué
1:9:
“Mira que te mando que te
esfuerces y seas valiente;
no
temas ni desmayes[2],
porque Jehová tu Dios estará contigo en
dondequiera que vayas”.
VV.7-9:
La
tercera orden, ser valiente y meditar en la Ley, vv. 7, 8, muestra que la
posesión de la tierra depende de la obediencia en fe al libro de la Ley. La
confianza y la obediencia se besan, no se pelean (comp. Rom. 1:5; 16:26; Stg.
2:14-26).
Aunque Josué fue preparado para esta
guerra, la obediencia, no el poder, garantizaron el éxito de la operación. Los
cristianos bajo el nuevo pacto tienen la doble ventaja de que Cristo satisfizo
las demandas de la ley y las promesas (Mt. 5:17; Rom. 3:21-26) y a través del
Espíritu ha escrito la ley sobre sus corazones (2 Cor. 3:3-6; Heb. 8:7-13;
10:15-18).
Concluyó:
Que los temores que a diario enfrentamos
de lo que pasa en nuestro contorno personales o familiares no vayan a mellar nuestra
confianza, en nuestro Salvador Jesucristo, así como Dios dio las promesas para
su pueblo, así el Señor Jesucristo nos libera de nuestro propios temores, desarrollémonos
a diario confiando en su generosa bondad para asistirnos en nuestros tiempos
más desastrosos, aprenda a descansar en su manos de ÉL...
___________
Nota y
Bibliografía:
[1] yare = (יָרִֵא, H3372), «temer, temor
reverente, temor». Este verbo se encuentra en ugarítico y hebreo
(bíblico y pos bíblico). Hay alrededor de 330 casos durante todos los períodos
del Antiguo Testamento.
Básicamente, el
verbo connota la reacción sicológica que llamamos «temor». Yare puede indicar temor de algo
o de alguien. Jacob oró: «Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú,
porque le temo; no venga acaso, y me hiera la madre con los hijos»
(Gn.32:11). (VINE).
[2] jatat = (חָתַת, H2865),
«consternado, pasmado, destrozado, quebrado, aterrorizado». Aunque por lo
general se usa en el Antiguo Testamento, algunos estudiosos han identificado
este verbo en textos antiguos acádicos y ugaríticos. El vocablo aparece unas 50
veces en el Antiguo Testamento hebreo y se menciona por primera vez en Deut.1:21
cuando Moisés desafía a Israel: «¡No temas ni desmayes!» («acobardes» lba, nbe; bnc «asustes»
bj, bbc; «desanimes» bla; «alarmarte» sbh). Como en esta cita, jatat
a menudo se usa paralelamente con el término hebreo «temer» (yare;
comp. Deut.31:8; Jos.8:1; 1 Sam.17:11). De manera similar, es frecuente que jatat
aparezca junto con «avergonzarse» (bôs; comp. Is.20:5; Jr.8:9).
(VINE).
- Juan Rojas-Hernández.
- Sword-the. LEDD.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. Tumbes-Perú....
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