domingo, 29 de septiembre de 2019

DECLARACIÓN DE PLANES: 2 CORINTIOS 13:


DECLARACIÓN DE PLANES:
2 CORINTIOS 13:

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Pablo llegaba al final de su carta y la cierra con varias admoniciones para la iglesia.

I.       Prepárense Para Mi Visita (2 CORINTIOS 13:1–4):
En 12:14 mencionó su tercera visita y ahora repite su admonición. Hace referencia a la ley del AT., de que dos o tres testigos son necesarios para resolver la verdad de un asunto (Dt. 19:15) y como si esa tercera visita fuera la oportunidad final que Dios da para que la iglesia arregle las cosas. Les dijo antes, y ahora se los recuerda, que su visita significaría juicio implacable para los culpables de pecado. ¡Su osadía para resolver el pecado sería prueba suficiente de que no era ningún enclenque! (véanse 10:10; 11:6).
Es interesante su afirmación en el versículo 4. Cristo en su muerte pareció revelar debilidad; pero su resurrección reveló el poder de Dios. En su visita anterior Pablo mostró lo que parecía ser debilidad mientras servía; la próxima visita sería diferente.
Hay ocasiones cuando mostramos su poder en nosotros dando la apariencia de debilidad; hay otras en que debemos ser severos mediante el poder de Dios. La experiencia de su aguijón en la carne es un ejemplo de ser «débil en Él» y sin embargo vivir por el poder de Dios.
Si los corintios hubieran obedecido a la Palabra de Dios, se hubieran evitado una gran cantidad de agonía tanto para ellos como para Pablo. Es cuando los cristianos ignoran y se oponen a la Palabra de Dios que acarrean problemas para sí mismos, para otros y para la iglesia. ¡Cuántos pastores han atravesado un Getsemaní debido a cristianos que rehúsan escuchar la Palabra de Dios!

II.     Asegúrense De Que Son Salvos (2 CORINTIOS 13:5–7):
Los corintios estaban gastando una gran cantidad de tiempo examinando a Pablo; ahora era tiempo de que se auto-examinarán. Sócrates dijo:
Ø «Una vida sin examen no vale la pena vivirla».

Una experiencia cristiana verdadera resistirá el examen. «¿Están en la fe?», les preguntó Pablo. «¿Son salvos de verdad?». Todo creyente debe probar su fe; nadie puede decirles a otros si han nacido de nuevo o no.
Un verdadero cristiano tiene a Cristo en sí. La palabra «reprobados» significa «falsificados». Significa literalmente «no pasar el examen».
Sus enemigos le acusaron de falsedad (un falso apóstol), acusación que negó en el versículo 6. Rogó a los corintios que se alejaran de la vida y de las palabras malas, no simplemente para que pudieran probar que Pablo era un verdadero apóstol, sino para su bien. Si se arrepentía, no tendría que probar su apostolado viniendo a disciplinarlos. Estaba dispuesto a dejar a un lado este privilegio por amor a ellos.
Pablo prefería perder su reputación para verlos recibiendo la ayuda espiritual antes que continuar en el pecado y forzarlo a ejercer su autoridad apostólica. Pedro advierte a los pastores que no deben ejercer dominio sobre la iglesia (1 P. 5:1ss) y Pablo aquí manifiesta el mismo espíritu humilde. La advertencia de la disciplina nunca tiene el propósito de exaltar al pastor, sino que siempre es para conducir al ofensor al arrepentimiento.
En este día de falsificaciones satánicas es importante que los cristianos profesantes sepan que son salvos. Recuerde las advertencias de Mateo 7:15–29 y las verdades asombrosas de 2 Corintios 11:13–15.

III.    Sean Obedientes a La Palabra De Dios (2 CORINTIOS 13:8–10):
En el versículo 8 Pablo no sugiere que no hay ninguna manera de oponerse a la verdad. Satanás ciertamente se opone a la verdad con mentiras y la gente ¡se inclina más a creer sus mentiras que a creer la verdad de Dios! Lo que Pablo dice es que el arrepentimiento de los corintios debería ser «bueno» (v. 7) y según la Palabra de Dios.
Puesto que obedecerán a la verdad, Pablo no haría nada en contra de ellos en términos de juzgar al pecado o disciplinar a los ofensores. Él mismo no quería hacer nada en la iglesia de Corinto sino la verdad.
Es más, Pablo prosigue para decir que se alegraría de hacer de su próxima visita una demostración de su debilidad (1 Cor. 2:1–5) si esto quería decir que ellos estaban viviendo en el poder de Dios. Su meta era la perfección de ellos, su madurez espiritual en Cristo.
Eran niños en Cristo, carnales y mundanos, y necesitaban madurar. «Quiero edificarlos, no destruirlos», les aseguró. «Por eso es que les escribo una carta tan severa. Quiero que empiecen a prestar atención a la Palabra de Dios y a arreglar las cosas en la iglesia. Si lo hacen, no tendré que hablar con severidad cuando llegue».

IV.    Sean Maduros En Su Fe (2 CORINTIOS 13:11–14):

Nótese: el amor que fluye de estas palabras finales. Llama hermanos a todos los cristianos corintios y no hace ninguna distinción entre los que le atacaron y los que le respaldaron. «Tened gozo» dice en el versículo 11. Pablo había escrito con lágrimas (2:1–5) y sin embargo se dispuso a «regocijarse aún más» y «dar gracias en todo».

«Perfeccionaos» es otra admonición a crecer en la fe (véase v. 9). Si fueran cristianos maduros, la bendición con la que Pablo cierra en estos versículos sería su porción. Había consolación, unidad, paz y comunión de los unos con los otros y con Dios.
El «ósculo santo» (v. 12) era una costumbre oriental entre los creyentes; una versión moderna tal vez diría (como La Biblia al día): «Dense un cálido abrazo en nombre del Señor».
Pablo concluye con una de las más grandes bendiciones de la Biblia, la bendición de la Trinidad (v. 14). «La gracia del Señor Jesucristo» nos lleva de regreso a Belén, donde Él se hizo pobre por nosotros (2 Cor. 8:9); «el amor de Dionos lleva al Calvario, donde Dios el Padre dio a su Hijo; y «la comunión del Espíritu Santo» nos lleva a Pentecostés, donde el Espíritu bautizó a todos los creyentes del cuerpo de Cristo.
¡Qué apropiada era esta bendición para esta iglesia dividida y con poca espiritualidad! Muchas iglesias necesitan esta bendición hoy.

CONCLUSIÓN:

Pablo estaba muy seguro de los planes de bienestar que Dios tenía para los corintios si se arrepentía, volvían al evangelio verdadero y adoptan un estilo de vida cristiano, digno del Salvador quien les había dado la salvación. Pero la Biblia mantiene un silencio en cuanto a la respuesta de la iglesia a la epístola de 2 Corintios (especialmente de los capítulos 10 al 13).
Ante las muchas preguntas no contestadas, hay un optimismo cauteloso entre los comentaristas en cuanto al resultado de la tercera visita de Pablo a Corinto. Si esta visita tomó lugar durante la visita a Grecia, registrada en Hechos 20:2-3, y si escribió la carta a los romanos durante los tres meses que estuvo en esa área, la ausencia de cualquier inquietud expresada en cuanto a la situación en la iglesia de Corinto, ya fuera en Hechos o Romanos, es un argumento de que la relación entre Pablo y los corintios tuvo una conclusión favorable.
Se espera que los corintios sí contribuyeron a la ofrenda para los santos en Jerusalén. Suponemos que los corintios estén incluidos entre los de Macedonia y Acaya mencionados en Rom.15:26.

Sin embargo, no conviene construir castillos en el aire en cuanto al resultado final de los esfuerzos permanentes de Pablo de ministrar a una iglesia inestable como la de los corintios. De una fuente no canónica (1 Clemente) escrita alrededor del año 96 d. de J.C., se nos da la triste noticia de que Corinto había vuelto a su antigua manera de conducta.
Sea como fuera, Pablo rehusó terminar su carta a ellos sin asegurarles de su amor y sus mejores deseos para una vida espiritual saludable y por el bienestar de la iglesia.
Hizo esto yendo más allá de la conclusión normal de una carta debido a la compasión de su corazón pastoral misionero. Deseaba que los corintios tuvieran en cuenta su buena voluntad hacia ellos; deseaba darles todo el buen estímulo para un futuro positivo, a pesar de cómo él encaja en el cuadro.

El v. 11 vibra con emoción y amor al desearles:
(1) Gozo. La emoción infalible que puede mantener a una iglesia unida y celebrando su fe en el Señor Jesucristo.
(2) Madurez cristiana. Una meta hacia la cual deben enfocarse y esforzarse por alcanzar con diligencia perseverante.
(3) Consuelo y bienestar.
(4) Unidad. Que remediara sus discordias y los soldaría en un solo cuerpo.
(5) Armonía y paz. Elementos que pueden crear el espíritu apropiado para la adoración y el servicio.
(6) La presencia del Dios de paz y de amor, de quien es poderoso para guardaros sin caída y para presentaros irreprensibles delante de su gloria con grande alegría (Jud. 24; comp. Heb.13:20-21).

Su palabra final es evocar sobre los corintios las bendiciones de la Trinidad (aunque la palabra no se menciona): “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”; y todo el pueblo debió decir: “Amén”.

Fin Del Estudio:


Clase Para El Miércoles:

Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.





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