Parte II:
Comentario
A Joel: “¡Una gran
devastación!”: (II)
El
Día De Jehová: El día de Jehová,
el tema principal de esta profecía, involucra la intervención especial de Dios
en los asuntos de la historia. Se contemplan tres aspectos del día de Jehová:
1)
El
histórico, la intervención de Dios en los asuntos de Israel (Sof. 1:14-18; Joel
1:15) y de las
naciones paganas (Is. 13:6; Jr.
46:10; Ez. 30:3);
2)
El
ilustrativo, por el cual un incidente representa un cumplimiento parcial del
día escatológico de Jehová (Joel 2:1-11; Is. 13:6-13); y
3)
El
escatológico. Este “día” escatológico
incluye el tiempo de la gran tribulación (Is. 2:12; 4:1), la Segunda
Venida de Cristo (Joel 2:30-32) y el Milenio (Is.
4:2; 19:23-25; Jr. 30:7-9). Fecha: 835 a.C.
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Esperanza:
El mensaje de esperanza en 2:21 emerge
después de que la tierra sintió el efecto del gran juicio divino. La gracia de
Dios siempre aparecerá después de la disciplina correctiva:
· Dios es “lento para la ira”,
· Pero es “grande en misericordia”.
II. SECCIÓN ESCATOLÓGICA. Joel 2:28-3:21:
Esta sección de Joel es futurista, desde
la perspectiva y contexto históricos del profeta. Prácticamente es una
extensión de las promesas de restauración observadas en la sección anterior (2:12-27), porque habrían de realizarse
en algún tiempo futuro.
Aquí el profeta añade un tono apocalíptico/escatológico, al concepto del día de Jehová. Ahora sí, como un día de vindicación para Israel y de juicio para las otras naciones.
Espíritu Santo:
La “revelación progresiva” de Dios en el AT., nos
presenta al Espíritu Santo que viene a los hombres por cierto tiempo y luego
retorna al seno del Padre (Juc. 6:34; 16:20). El profeta Joel menciona el
futuro advenimiento del Espíritu, como un acontecimiento histórico (Hech. 2:4;
2:16-21), para quedarse permanentemente. Su llegada sustituyó a Jesús y
desarrolló el más grande poder en la vida de los discípulos.
Al principio el Padre se nos reveló como el Creador y Sustentador, luego se nos reveló en el Hijo y “vimos su gloria”. Estuvo treinta y tres años en la tierra. Pero con la llegada del Espíritu Santo, Dios el Padre y Dios el Hijo “tabernaculizaron” para siempre con el hombre. Ahora él ha tomado a su iglesia como su morada permanente (1 Cor. 6:19; 2 Cor. 6:16; Mt. 28:20b).
1. Futura Manifestación Del Espíritu De Dios. Joel 2:28-32.
En el texto heb., estos cinco versículos
constituyen el cap. 3 (véase nota en la RVA). La expresión sucederá después (v. 28) marca un tiempo indefinido en el
futuro. El heb. sugiere la idea de algo que se llevará a cabo “con el correr del tiempo”. La promesa del
Señor es espiritual:
Ø Derramaré mi Espíritu sobre todo mortal.
NOTA: V. 28. Sueños
= chalom Strong H2472: Un sueño o una
visión en la noche. La raíz de este sustantivo es el verbo chalam, que significa: «soñar».
En la Escritura se mencionan distintos tipos de sueños, desde aquellos que son
producto de la imaginación, hasta los que sirven de vehículo a la comunicación
divina con una persona (compárense Ecl. 5:3 y Gn. 20:6; véase también «sueños falsos»
en Jr. 23:32).
Muchas figuras bíblicas, tales como Jacob, Labán, Faraón, Salomón y Nabucodonosor, son en parte conocidas por sus sueños (véanse 1 R. 3:5; Dn. 2:1).
La expresión conlleva un énfasis
profético; es decir, la habilidad de entender, interpretar y proclamar la
voluntad divina (ser portavoces del Señor).
Un don más ampliamente divulgado y/o diseminado entre la gente es el hecho de que Dios
iluminará la mente y el corazón de las personas para que puedan discernir y
proclamar su palabra (voluntad).
No solo permitirá la obediencia personal (Ez. 36:26-27), sino que también el
desarrollo de una mejor relación con el Creador (Is. 32:14-18; 44:3-5). Todo
mortal es, lit., “toda carne” o ser humano.
Sin embargo, la expresión vuestros ancianos… jóvenes, parece limitar la promesa al pueblo judío. Esta promesa
pareciera cumplir el anhelo que una vez expresara Moisés (Núm. 11:29). Más aún,
tanto hombres como mujeres, ancianos y jóvenes, esclavos y libres, participarán
de esta labor espiritual (vv. 28b, 29).
NOTA: VV. 28-29: Y después de esto: Esta es la frase que introduce la sección final (2:28-3:21),
la cual traza un paralelo entre la plaga de
langostas y el juicio de Dios sobre las naciones al final de los tiempos:
Derramaré:
Alude a una dádiva abundante. Al igual que las
lluvias reales cayeron en magnitud suficiente como para restaurar la tierra
desnudada y agotada, así como para alimentar los arroyos y ríos secos, lo mismo
sucedería con el derramamiento del Espíritu Santo.
Toda carne:
Se refiere a todo tipo de
personas, no a todo individuo. Al igual que el arrepentimiento de v. 16
incluía tanto a los más jóvenes como a los más viejos, así el derramamiento del
Espíritu alcanza a todas las edades, a gente de todas las capas sociales, tanto
hombres como mujeres.
Profetizarán:
Significa proclamar los
propósitos de Dios sobre las cuestiones humanas. Un profeta es
una persona que habla en nombre de Dios.
Sueños y visiones:
La
forma como usualmente se comunicaban las profecías en tiempos del AT. El
mensaje aquí consiste en que el ministerio profético no seguiría siendo
privilegio de unos pocos, sino un atributo que hasta los jóvenes poseerían.
Siervos y siervas:
Alude a los esclavos. Esto no tiene
precedentes. En todo el AT., no hay ejemplo alguno de un esclavo que ejerza las
funciones de profeta.
En
el cap. 2 de Hechos, Pedro ve el derramamiento del Espíritu durante el
Pentecostés como la consumación de esta profecía. Véase la introducción a Joel:
Ø «Trasfondo»;
Ø «El Espíritu Santo en acción».
Que aquel derramamiento del Espíritu no estaría limitado a los apóstoles y sus contemporáneos queda claro en las palabras de Pedro en Hech. 2:39: «Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare».
Los sueños
y las visiones son medios por los
cuales los antiguos recibían mensajes proféticos, y/o conocían
de la voluntad de Dios. La promesa es que Dios derramará su Espíritu como
manifestación de su gracia divina. Pedro interpretó la venida del Espíritu Santo en
Pentecostés
como el cumplimiento de esta promesa; pero él la aplicó tanto a los judíos como
a los gentiles (Hech. 2:16 ss.).
Los vv. 30 y 31 parecen sugerir que el
derramamiento del Espíritu es otra de las señales o manifestaciones del día de
Jehová. El lenguaje en estos dos versículos es apocalíptico; es decir, usa
imágenes simbólicas que presagian eventos relacionados con los planes de Dios.
Prodigios tiene que ver con eventos extraordinarios. En los cielos y
en la tierra incluye toda la naturaleza, todo lo creado. Lo que sigue son figuras bélicas:
· Sangre,
· Fuego y columnas de humo,
· Todo aquello que acompaña cualquier guerra.
El profeta señala al evento mismo y sus
resultados. Las señales cosmológicas (v.
31) son figuras que acompañan todo
juicio divino (Is. 13:10; Mr. 13:24; Ap. 6:12). Sin embargo, hay que recordar
que muchas veces el fuego es símbolo de juicio y purificación. De ahí que
algunos comentaristas prefieran ver estos versículos como la manifestación del
juicio divino sobre las naciones paganas, y como vindicación del pueblo judío;
especialmente si se toma en cuenta que el día de Jehová será algo grande y
temible (“espantoso”
en RVR-1960. Comp. Malq. 4:5).
Sin embargo, el contexto parece apuntar al hecho que el derramamiento del Espíritu estaría acompañado de manifestaciones cósmicas, o señales extraordinarias. Esto pudo haberle servido de clave a Pedro para identificar la venida del Espíritu Santo como el cumplimiento de la profecía de Joel.
El v.
32 apunta al “plan de salvación” de parte de Dios. Invocar el
nombre de Jehová significa entrar en comunión con él, en obediencia
y adoración
(Gn. 4:26). Es “aceptar”
a Dios como su Dios. Esta es la manera de “escapar”
del juicio divino: será
salvo, ya sea en lo que representaba la plaga de langostas (como en el caso de la nación de Israel) o en el juicio final (Rom. 10:9-13).
Sion o Jerusalén es el centro de la
manifestación divina, lugar donde estaba el templo y desde donde, según el
pensamiento hebreo, Dios comunicaba su voluntad. También era el centro de
adoración para los judíos. La figura también puede transmitir un sentido de seguridad, protección y/o salvación.
Es el lugar donde estarán los libertados.
Ø La promesa de salvación es para aquellos que Jehová ha llamado, una frase
que probablemente alude a quienes han respondido al llamado o invitación de
Dios;
Ø O quizá se refiera al remanente judío que permanece fiel y obediente a Dios a pesar de cualquier calamidad o adversidad.
Sus Juicios, Su Consumación. Joe 3:1-21
2. Juicio De Jehová Sobre Las Naciones. Joel 3:1-21.
En
heb. esta sección constituye el capítulo 4 (ver nota en la RVA):
v El día de Jehová se proyecta como un día de
juicio sobre las naciones paganas (vv.
1-15), y
v De vindicación (vv. 16, 17) y
v Bendición (vv. 18-21) para la nación israelita.
Cronológicamente, los primeros tres
versículos parecen apuntar al período posexílico. En estas circunstancias
pudiera decirse que Judá aún se encontraba sufriendo los estragos del
cautiverio babilónico, el cual se inició con la caída de Jerusalén en el año
587/6 a. de J.C. Esto también haría pensar que la restauración ofrecida en las
secciones anteriores aún no se llevaba a cabo.
Un asunto importantísimo para considerar aquí (tomando como base la traducción de la RVA), sería si la plaga de langostas solo ha servido como una representación simbólica/profética del ejército enemigo que conquistó al pueblo judío causando su destrucción total (ciudad, templo y vida nacional), o si acaso fue un instrumento punitivo (de castigo) en las manos de Dios.
Por otro lado, es posible considerar que
para Joel los estragos ocasionados por la plaga de langostas eran castigo más
que suficiente para Israel. En otras palabras, ellos ya habían experimentado su
propia versión del día de Jehová.
Ahora, así como Dios ya había juzgado a su pueblo, con el correr del tiempo juzgaría a las naciones paganas y vindicaría al pueblo escogido. Esta sería la verdadera versión del día de Jehová, según el pensamiento judío.
He aquí que en aquellos días y en aquel tiempo es una frase
indefinida.
Simplemente apunta hacia el momento cuando Jehová decida actuar en favor de sus
escogidos (2:32). Cuando yo restaure
de la cautividad a Judá y a Jerusalén también ha sido traducido como “restaurar el
bienestar” (BA) o “haré que cambie la suerte de Judá y Jerusalén” (DHH).
Algunas Biblias en inglés traducen con la
idea de “un
cambio de fortuna”, o cuando las cosas mejoren para Judá como parte
del proceso de restauración (comp. Deut. 30:3). La mejor manera para provocar
este cambio es que Dios traiga a juicio a las naciones paganas y vindique al
pueblo escogido (v. 2).
El reunir a todas las naciones conlleva un sentido de juicio (Sof. 3:8); idea que está respaldada con el hecho de descender al valle de Josafat. Josafat significa “Jehová juzga” (ver nota en la RVA). Joel no está señalando un lugar geográfico específico, simplemente apunta a la acción de juicio de parte de Dios.
El Señor es claro al apuntar que su juicio
contra las naciones es por lo que han hecho en contra de su pueblo, Israel mi
heredad (v. 2b; comp. 2:17). El
contexto permite observar cuáles han sido esas acciones, las mismas que también
constituyen los cargos contra esas naciones. Esparcieron entre las naciones al
pueblo judío, y luego se repartieron mi tierra.
Esta fue una realidad amarga que el pueblo hebreo tuvo que vivir
en dos ocasiones principales:
Ø Cuando Asiria invadió y conquistó a Israel,
el Reino del Norte, en el 722/1 a. de J.C.
(2 R. 17:1-41), y
Ø Cuando Babilonia invadió a Judá, el
Reino del Sur, en el 587/6 destruyó totalmente la ciudad y el templo (2 R. 25:1-21;
Jr. 52:28-30).
Después de ser conquistados, en ambos casos el pueblo judío fue deportado. Su territorio fue ocupado por otras gentes y/o dividido entre otros pueblos.
Otro de los terribles actos contra el
pueblo de Dios es que los niños fueron vendidos como esclavos. La frase pagó
como prostituta debe entenderse como el precio que se pagaba para pasar un rato
de placer con una ramera. Las niñas habían sido vendidas por vino para beber.
La idea general es la venta de los niños por cualquier cosa, como quien dice.
Por supuesto, hay que guardar en mente que todo esto era una práctica común
entre los pueblos de aquel entonces; pero esto no quiere decir que Dios lo
aprobara.
Los vv. 4-8 conforman una sección bastante particular:
Ø En primer lugar, porque rompen la estructura poética del libro. Estos versículos
están en prosa. Quizá por eso algunos comentaristas sugieren que el párrafo
pudo haber sido una adición tardía al libro de Joel. Otros comentaristas dicen
que en esta sección la medida poética es otra.
Ø En segundo lugar, el párrafo es un oráculo (o pronunciamiento profético) dirigido a dos pueblos en particular: los fenicios (Tiro y Sidón) y los filisteos. Además, tanto los que abogan por una fecha temprana como los que proponen una fecha tardía para el ministerio de Joel, usan esta sección, en diferente dirección, para apoyar sus puntos de vista.
El acercamiento del profeta es retórico;
como si Dios estuviera dialogando con estos pueblos. Es obvio que los oyentes
de este oráculo eran los judíos, no los habitantes de esos otros pueblos.
Pero el propósito es asegurarles a los
judíos que Dios los vindicaría de todo mal recibido. Tiro y Sidón estaban al
norte, en la provincia fenicia. Todas las comarcas de Filistea se refieren a
las cinco ciudades principales de los filisteos (Gaza, Asdod, Ascalón, Gat y
Ecrón. Jos. 13:3; 1 Sam. 6:17).
¿Queréis vengaros de mí? alude a cualquier
acción que esos pueblos quisieran tomar en contra del pueblo de Dios. En el
pasado ellos habían actuado mal: habéis llevado mi plata y mi oro… (v.
5), y Vendisteis
los hijos de Judá… a los hijos de los griegos… (v. 6a).
La referencia histórica pudiera ser al tiempo cuando los babilonios
conquistaron a Judá, y estos pueblos también se aprovecharon de la vulnerabilidad
de los judíos (comp. Abd. 8-16).
Otra posibilidad es que la referencia sea a situaciones históricas no específicas, pero que se habían repetido una y otra vez.
Los griegos (v. 6) aquí no parece hacer referencia al imperio de Alejandro el Grande
(332 a. de J.C.), sino a grupos de tratantes de esclavos de esos lares; gente
que se dedicaba a la compra y venta de esclavos. De ahí la expresión: para alejarlos de sus territorios (comp. Ez. 27:13).
Según la palabra de Jehová, estos pueblos sufrirían las consecuencias de sus actos. Realmente experimentarían lo mismo que habían hecho a otros pueblos (v. 7). Ellos también serían vendidos como esclavos a los sabeos, a una nación distante (v. 8). La referencia geográfica es al sur de Arabia (comp. Jr. 6:20; 1 R. 10:2; Ez. 27:22, 23). Porque Jehová ha hablado es el sello de autoridad de la revelación divina. Este es un mensaje con autoridad, tiene la certeza de cumplirse porque es Dios quien lo ha pronunciado.
Los vv.
9-15 proyectan la imagen de lo que pudiera considerarse como “la última batalla”
entre Jehová y las naciones enemigas de Israel. El problema es decidir si
la descripción debe tomarse como una batalla militar literal (v. 9), o si solo señala el hecho del
juicio final, apocalípticamente hablando (v.
12).
Todo parece indicar que es esto último lo que el profeta tiene en mente; mayormente si se toma como base el hecho de que no hay nada que los ejércitos humanos puedan hacer en contra de Jehová, el Dios Todopoderoso (comp. 3:4).
¡Proclamad esto entre las naciones...! constituye un
llamado retórico, una invitación para que las naciones enemigas reúnan a sus
ejércitos y se preparen para la guerra. El llamado parece incluir a todas las
naciones de alrededor (comp. v. 11b);
inclusive aquellas que no han actuado directamente contra el pueblo escogido,
pero que igualmente deseaban o buscaban su destrucción. Declarad guerra santa
es una traducción permisible. En el original heb. se lee lit. “santifíquense para
la guerra”. La palabra “santificar”, dash H6942
significa también “prepararse”. Comp. NVI “prepárense para la batalla”;
RVR-1995 “proclamad
guerra”.
El v.
10 expresa lo contrario a lo que se encuentra en otros profetas (Is. 2:4;
Miq. 4:3), es una inversión deliberada de la oferta de paz, probablemente por
dirigirse a naciones enemigas.
Sin embargo, hay algunos comentaristas que sugieren que la frase ¡Proclamad esto...! era la forma normal o común de expresar la idea de “pasar la voz” entre el pueblo cuando había que prepararse para la guerra. Diga el débil: “Soy valiente” habla de un llamado a todos para que tengan valor para la batalla. Las naciones enemigas iban a necesitar contar con el mayor número posible de soldados.
La primera parte del v. 11 continúa el pensamiento de unir fuerzas para la batalla
contra Jehová. Apresuraos y acudid es otra forma de aconsejar el ayudarse
mutuamente. El tono de todo el pasaje es irónico y sarcástico. La segunda parte
de este mismo versículo parece indicar que Jehová enfrentaría a estos ejércitos
con sus huestes celestiales: tus valientes.
La expresión también pudiera tomarse como una interjección de parte del profeta. En este sentido resultaría como una súplica de que Dios acabara con estos enemigos. Pero la verdad es que el propósito final de convocar a todas las naciones es para juicio, la batalla es la manera como se expresa el juicio (v. 12), (ver comentario sobre el 3:2).
La figura que se usa para hablar de la extremada maldad de las
naciones paganas, y por lo cual serán juzgadas, es la de una cosecha:
v Meted la hoz, porque el grano ya está maduro
(v. 13; comp. Is. 17:5; Mt. 13:39).
La abundancia del vino se aplica al hecho
de que mucha es la maldad de ellos. Ambas son figuras de juicio (Is. 63:1-6).
El pensamiento general también puede ser que las naciones paganas ya están
listas (“maduras”)
para la siega; es decir, ser juzgadas. Así, las multitudes están en el valle de
la decisión, lugar donde Dios dará su veredicto final (v. 14).
La figura es igualmente simbólica a la presentada con el valle de Josafat (vv. 2, 12). En el pensamiento profético de Joel, esta es la mayor expresión del día de Jehová, el cual ya está presente, es inminente no necesariamente cercano. El v. 15 expresa poéticamente lo que el día de Jehová significará para esas naciones paganas: ¡juicio!
Jehová ruge desde Sion y da su voz desde
Jerusalén (v. 16) hace eco de las
palabras de Amós (Is. 1:2). La expresión parece señalar al lugar desde donde
Dios hablaba, o mostraba su voluntad, según el pensamiento judío. En el libro
de Amós, la palabra autoritativa de Dios señalaba el castigo merecido para
Israel (el Reino
del Norte). En Joel, el juicio es para las naciones paganas.
Tiemblan los cielos y la tierra habla de
los efectos de (la
conmoción que causa) la voz de Dios. He aquí por qué el profeta expresa una
palabra de seguridad y consuelo:
Dios garantiza protección a su pueblo: Jehová es refugio para su
pueblo y fortaleza para los hijos de Israel. Por otro lado, el
Señor también promete su presencia, él habita en Sion. En vista de que Jehová hace de Jerusalén su
morada (donde manifiesta su presencia), la ciudad debe ser santificada y limpiada: Santa será Jerusalén.
NOTA: V.16: rugirá = shaag
Strong H7580: Bramar, rugir como
el león, retumbar como el trueno.
Este
verbo aparece 22 veces y cerca de la
mitad de estas referencias aluden al rugido de leones. Unos cuantos pasajes se
relacionan con hombres enojados que «rugen» (véanse Salm. 22:13; 74:4; Sof. 3:3). La
mayoría de los versículos restantes tiene que ver con el rugido que Dios hace
cuando interviene en una batalla.
En este pasaje, como en Amo. 1:2, se declara que Jehová «rugirá desde Sion». Aquí se alude al rugido con que Dios enfrenta a los enemigos de Israel, y en Amós constituye su respuesta a las transgresiones israelitas.
Las naciones enemigas (los extraños) no tendrán más control de ella, violando así su santidad. La implicación pudiera ser más espiritual que política. Las naciones que no buscan la voluntad de Jehová no tienen lugar en la ciudad donde él es Señor Soberano. Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que esta promesa tenga sus connotaciones escatológicas (ver Ap. 21:1-8, 27; 22:14, 15).
Los últimos versículos en el libro de Joel
(vv. 18-21) subrayan algunas de las
abundantes bendiciones que Dios tiene reservadas para su pueblo. Cada uno de
los aspectos aquí descritos son clave para lo que pudiera considerarse como la
restauración del pacto entre Dios e Israel. En aquel día conecta estas promesas
con lo expresado en el v. 17, y
según lo observado, lo que marcará la diferencia será la presencia del Señor.
Otra de las principales promesas tiene que ver con la fertilidad de la tierra: los montes gotearán jugo de uvas, las colinas fluirán leche. La figura es congruente con la palabra profética de restauración (Amo. 9:13). Así era la tierra que Dios había prometido y reservado para su pueblo (Ex. 3:8). Lo que les había sucedido con la plaga de langostas era contrario a las promesas de Dios, pero ellos no habían sido fieles al Señor, de ahí el castigo sufrido.
Correrán aguas por todos los arroyos de Judá extiende la promesa
de fertilidad. La
abundancia del preciado líquido garantizaba el sostén de todo aspecto de vida
en la tierra prometida. La imagen se amplía aún más: Un manantial saldrá
de la casa de Jehová; es decir, del templo (ver
Ez. 47:1; comp. Zc. 14:8; Ap. 22:1, 2).
El mensaje es que Dios, desde su morada, proveerá todo el sostén necesario para la vida. El valle de Sitim, o de las “acacias” (según nota en BA), conlleva la idea de transformar un valle improductivo en algo fértil, o proveer el agua necesaria aun para los lugares más áridos.
Otra de las bendiciones que Dios ofrece a
su pueblo en este oráculo es su protección. La mención de Egipto… y Edom (v. 19)
quizá solo sea representativa de todos los pueblos que han hecho violencia a
los hijos de Judá, derramando así la sangre inocente (ver 1 R. 14:25-26; 2 R. 23:29;
Abdías 1-21).
De ahí la importancia de que Dios ofrezca su protección permanente. A esto también debe sumarse el sentido de seguridad y estabilidad: Judá será habitada para siempre. La oferta ofrece un vivo contraste en relación con la suerte que les espera a las otras naciones. Jehová promete la permanencia de Jerusalén.
El v.
21 es de significado oscuro, especialmente en algunas otras traducciones
(ver nota en la RVA). La traducción recibida en la RVA es bastante aceptable.
El pensamiento parece estar conectado con el v. 19, y sugiere que Dios no pasará por alto los actos criminales
cometidos contra su pueblo. Dios promete vengar la sangre inocente; él es el
vindicador de su pueblo (comp. Ap. 6:10-17).
¡Jehová habita en Sion! constituye un grito de victoria. El Señor está en el lugar de su trono, y desde allí da a conocer su voluntad. él está presente en medio de su pueblo. La RVA traduce bien este pensamiento colocándolo como una cláusula independiente al final del v. 21.
Restauración y Perdón:
La Biblia nos habla de Dios como un “fuego consumidor”,
pero también como un “Padre de misericordia”. Joel nos presenta con una
maestría impresionante estas dos verdades eternas. La descripción del juicio a
través de la plaga de langostas es vista como una desolación apocalíptica. Sus
efectos sobre el consumo del fruto de la tierra dejan al lector perplejo y con
una sensación de temor y reverencia frente al descargo de su ira.
Pero luego que el profeta anuncia, también
con una maestría elocuente, las promesas de restauración y perdón, y el futuro
derramamiento del Espíritu, el lector entra en un “culto” de adoración y acción de
gracias porque sus “misericordias son más grandes que los cielos”.
___________
Nota y Bibliografía:
1) ortóptero. (De orto- y ‒́ptero). adj. Zool. Se
dice de los insectos masticadores, de metamorfosis sencillas, que tienen un par
de élitros consistentes y otro de alas membranosas plegadas longitudinalmente;
por ejemp., los saltamontes y los grillos. U. t. c. s. || 2. m. pl. Zool. Orden
de estos insectos. ORTOGR. Escr. con may. inicial. Microsoft® Encarta® 2009. ©
2) La palabra tetigónido
viene del latín científico Tettigoniidae,
nombre de una familia de insectos ortópteros, muchos de ellos verdosos, con ovipositor en forma de espada (ensíferos) y alados. Los machos suelen
llevar estructuras estridulatorias (productoras de
sonido) en las alas anteriores.
- e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
- Biblia de Estudio RYRIE.
-
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 15//04//2021.
MISIÓN BAUTISTA “Emanuel”. Ciudadela de Noé.
Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II. Cel. 942-562691-Tumbes.
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