jueves, 29 de julio de 2021

Parte II: Comentario A Joel: “¡Una gran devastación!”: (II)

Parte II:

Comentario A Joel: “¡Una gran devastación!”: (II)


El Día De Jehová: El día de Jehová, el tema principal de esta profecía, involucra la intervención especial de Dios en los asuntos de la historia. Se contemplan tres aspectos del día de Jehová:

1)   El histórico, la intervención de Dios en los asuntos de Israel (Sof. 1:14-18; Joel 1:15) y de las naciones paganas (Is. 13:6; Jr. 46:10; Ez. 30:3);

2)   El ilustrativo, por el cual un incidente representa un cumplimiento parcial del día escatológico de Jehová (Joel 2:1-11; Is. 13:6-13); y 

3)   El escatológico. Este día escatológico incluye el tiempo de la gran tribulación (Is. 2:12; 4:1), la Segunda Venida de Cristo (Joel 2:30-32) y el Milenio (Is. 4:2; 19:23-25; Jr. 30:7-9). Fecha: 835 a.C.

 

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez: 

Esperanza:

El mensaje de esperanza en 2:21 emerge después de que la tierra sintió el efecto del gran juicio divino. La gracia de Dios siempre aparecerá después de la disciplina correctiva:

·      Dios es lento para la ira”,

·      Pero es grande en misericordia”.

II.     SECCIÓN ESCATOLÓGICA. Joel 2:28-3:21:

Esta sección de Joel es futurista, desde la perspectiva y contexto históricos del profeta. Prácticamente es una extensión de las promesas de restauración observadas en la sección anterior (2:12-27), porque habrían de realizarse en algún tiempo futuro.

Aquí el profeta añade un tono apocalíptico/escatológico, al concepto del día de Jehová. Ahora sí, como un día de vindicación para Israel y de juicio para las otras naciones.

Espíritu Santo:

La revelación progresiva de Dios en el AT., nos presenta al Espíritu Santo que viene a los hombres por cierto tiempo y luego retorna al seno del Padre (Juc. 6:34; 16:20). El profeta Joel menciona el futuro advenimiento del Espíritu, como un acontecimiento histórico (Hech. 2:4; 2:16-21), para quedarse permanentemente. Su llegada sustituyó a Jesús y desarrolló el más grande poder en la vida de los discípulos.

Al principio el Padre se nos reveló como el Creador y Sustentador, luego se nos reveló en el Hijo y vimos su gloria”. Estuvo treinta y tres años en la tierra. Pero con la llegada del Espíritu Santo, Dios el Padre y Dios el Hijo tabernaculizaron para siempre con el hombre. Ahora él ha tomado a su iglesia como su morada permanente (1 Cor. 6:19; 2 Cor. 6:16; Mt. 28:20b).

1. Futura Manifestación Del Espíritu De Dios. Joel 2:28-32.

En el texto heb., estos cinco versículos constituyen el cap. 3 (véase nota en la RVA). La expresión sucederá después (v. 28) marca un tiempo indefinido en el futuro. El heb. sugiere la idea de algo que se llevará a cabo con el correr del tiempo”. La promesa del Señor es espiritual:

Ø Derramaré mi Espíritu sobre todo mortal.


NOTA: V. 28. Sueños = chalom Strong H2472: Un sueño o una visión en la noche. La raíz de este sustantivo es el verbo chalam, que significa: «soñar». En la Escritura se mencionan distintos tipos de sueños, desde aquellos que son producto de la imaginación, hasta los que sirven de vehículo a la comunicación divina con una persona (compárense Ecl. 5:3 y Gn. 20:6; véase también «sueños falsos» en Jr. 23:32).

Muchas figuras bíblicas, tales como Jacob, Labán, Faraón, Salomón y Nabucodonosor, son en parte conocidas por sus sueños (véanse 1 R. 3:5; Dn. 2:1).

La expresión conlleva un énfasis profético; es decir, la habilidad de entender, interpretar y proclamar la voluntad divina (ser portavoces del Señor).

Un don más ampliamente divulgado y/o diseminado entre la gente es el hecho de que Dios iluminará la mente y el corazón de las personas para que puedan discernir y proclamar su palabra (voluntad). No solo permitirá la obediencia personal (Ez. 36:26-27), sino que también el desarrollo de una mejor relación con el Creador (Is. 32:14-18; 44:3-5). Todo mortal es, lit., toda carne o ser humano.

Sin embargo, la expresión vuestros ancianosjóvenes, parece limitar la promesa al pueblo judío. Esta promesa pareciera cumplir el anhelo que una vez expresara Moisés (Núm. 11:29). Más aún, tanto hombres como mujeres, ancianos y jóvenes, esclavos y libres, participarán de esta labor espiritual (vv. 28b, 29).

 

NOTA: VV. 28-29: Y después de esto: Esta es la frase que introduce la sección final (2:28-3:21), la cual traza un paralelo entre la plaga de langostas y el juicio de Dios sobre las naciones al final de los tiempos:

Derramaré:

Alude a una dádiva abundante. Al igual que las lluvias reales cayeron en magnitud suficiente como para restaurar la tierra desnudada y agotada, así como para alimentar los arroyos y ríos secos, lo mismo sucedería con el derramamiento del Espíritu Santo.

Toda carne:

Se refiere a todo tipo de personas, no a todo individuo. Al igual que el arrepentimiento de v. 16 incluía tanto a los más jóvenes como a los más viejos, así el derramamiento del Espíritu alcanza a todas las edades, a gente de todas las capas sociales, tanto hombres como mujeres.

Profetizarán:

Significa proclamar los propósitos de Dios sobre las cuestiones humanas. Un profeta es una persona que habla en nombre de Dios.

Sueños y visiones:

La forma como usualmente se comunicaban las profecías en tiempos del AT. El mensaje aquí consiste en que el ministerio profético no seguiría siendo privilegio de unos pocos, sino un atributo que hasta los jóvenes poseerían.

Siervos y siervas:

Alude a los esclavos. Esto no tiene precedentes. En todo el AT., no hay ejemplo alguno de un esclavo que ejerza las funciones de profeta.

En el cap. 2 de Hechos, Pedro ve el derramamiento del Espíritu durante el Pentecostés como la consumación de esta profecía. Véase la introducción a Joel:

Ø «Trasfondo»;

Ø «El Espíritu Santo en acción».

Que aquel derramamiento del Espíritu no estaría limitado a los apóstoles y sus contemporáneos queda claro en las palabras de Pedro en Hech. 2:39: «Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare».

Los sueños y las visiones son medios por los cuales los antiguos recibían mensajes proféticos, y/o conocían de la voluntad de Dios. La promesa es que Dios derramará su Espíritu como manifestación de su gracia divina. Pedro interpretó la venida del Espíritu Santo en Pentecostés como el cumplimiento de esta promesa; pero él la aplicó tanto a los judíos como a los gentiles (Hech. 2:16 ss.).

Los vv. 30 y 31 parecen sugerir que el derramamiento del Espíritu es otra de las señales o manifestaciones del día de Jehová. El lenguaje en estos dos versículos es apocalíptico; es decir, usa imágenes simbólicas que presagian eventos relacionados con los planes de Dios.

Prodigios tiene que ver con eventos extraordinarios. En los cielos y en la tierra incluye toda la naturaleza, todo lo creado. Lo que sigue son figuras bélicas:

·      Sangre,

·      Fuego y columnas de humo,

·      Todo aquello que acompaña cualquier guerra.

El profeta señala al evento mismo y sus resultados. Las señales cosmológicas (v. 31) son figuras que acompañan todo juicio divino (Is. 13:10; Mr. 13:24; Ap. 6:12). Sin embargo, hay que recordar que muchas veces el fuego es símbolo de juicio y purificación. De ahí que algunos comentaristas prefieran ver estos versículos como la manifestación del juicio divino sobre las naciones paganas, y como vindicación del pueblo judío; especialmente si se toma en cuenta que el día de Jehová será algo grande y temible (espantosoen RVR-1960. Comp. Malq. 4:5).

Sin embargo, el contexto parece apuntar al hecho que el derramamiento del Espíritu estaría acompañado de manifestaciones cósmicas, o señales extraordinarias. Esto pudo haberle servido de clave a Pedro para identificar la venida del Espíritu Santo como el cumplimiento de la profecía de Joel.

El v. 32 apunta al plan de salvación de parte de Dios. Invocar el nombre de Jehová significa entrar en comunión con él, en obediencia y adoración (Gn. 4:26). Es aceptar a Dios como su Dios. Esta es la manera de escapardel juicio divino: será salvo, ya sea en lo que representaba la plaga de langostas (como en el caso de la nación de Israel) o en el juicio final (Rom. 10:9-13).

Sion o Jerusalén es el centro de la manifestación divina, lugar donde estaba el templo y desde donde, según el pensamiento hebreo, Dios comunicaba su voluntad. También era el centro de adoración para los judíos. La figura también puede transmitir un sentido de seguridad, protección y/o salvación. Es el lugar donde estarán los libertados.

Ø La promesa de salvación es para aquellos que Jehová ha llamado, una frase que probablemente alude a quienes han respondido al llamado o invitación de Dios;

Ø O quizá se refiera al remanente judío que permanece fiel y obediente a Dios a pesar de cualquier calamidad o adversidad.

Sus Juicios, Su Consumación. Joe 3:1-21 

2. Juicio De Jehová Sobre Las Naciones. Joel  3:1-21.

En heb. esta sección constituye el capítulo 4 (ver nota en la RVA):

v El día de Jehová se proyecta como un día de juicio sobre las naciones paganas (vv. 1-15), y

v De vindicación (vv. 16, 17) y

v Bendición (vv. 18-21) para la nación israelita.

Cronológicamente, los primeros tres versículos parecen apuntar al período posexílico. En estas circunstancias pudiera decirse que Judá aún se encontraba sufriendo los estragos del cautiverio babilónico, el cual se inició con la caída de Jerusalén en el año 587/6 a. de J.C. Esto también haría pensar que la restauración ofrecida en las secciones anteriores aún no se llevaba a cabo.

Un asunto importantísimo para considerar aquí (tomando como base la traducción de la RVA), sería si la plaga de langostas solo ha servido como una representación simbólica/profética del ejército enemigo que conquistó al pueblo judío causando su destrucción total (ciudad, templo y vida nacional), o si acaso fue un instrumento punitivo (de castigo) en las manos de Dios.

Por otro lado, es posible considerar que para Joel los estragos ocasionados por la plaga de langostas eran castigo más que suficiente para Israel. En otras palabras, ellos ya habían experimentado su propia versión del día de Jehová.

Ahora, así como Dios ya había juzgado a su pueblo, con el correr del tiempo juzgaría a las naciones paganas y vindicaría al pueblo escogido. Esta sería la verdadera versión del día de Jehová, según el pensamiento judío.

He aquí que en aquellos días y en aquel tiempo es una frase indefinida. Simplemente apunta hacia el momento cuando Jehová decida actuar en favor de sus escogidos (2:32). Cuando yo restaure de la cautividad a Judá y a Jerusalén también ha sido traducido como restaurar el bienestar (BA) o haré que cambie la suerte de Judá y Jerusalén” (DHH).

Algunas Biblias en inglés traducen con la idea de un cambio de fortuna”, o cuando las cosas mejoren para Judá como parte del proceso de restauración (comp. Deut. 30:3). La mejor manera para provocar este cambio es que Dios traiga a juicio a las naciones paganas y vindique al pueblo escogido (v. 2).

El reunir a todas las naciones conlleva un sentido de juicio (Sof. 3:8); idea que está respaldada con el hecho de descender al valle de Josafat. Josafat significa Jehová juzga (ver nota en la RVA). Joel no está señalando un lugar geográfico específico, simplemente apunta a la acción de juicio de parte de Dios.

El Señor es claro al apuntar que su juicio contra las naciones es por lo que han hecho en contra de su pueblo, Israel mi heredad (v. 2b; comp. 2:17). El contexto permite observar cuáles han sido esas acciones, las mismas que también constituyen los cargos contra esas naciones. Esparcieron entre las naciones al pueblo judío, y luego se repartieron mi tierra.

Esta fue una realidad amarga que el pueblo hebreo tuvo que vivir en dos ocasiones principales:

Ø Cuando Asiria invadió y conquistó a Israel, el Reino del Norte, en el 722/1 a. de J.C. (2 R. 17:1-41), y

Ø Cuando Babilonia invadió a Judá, el Reino del Sur, en el 587/6 destruyó totalmente la ciudad y el templo (2 R. 25:1-21; Jr. 52:28-30).

Después de ser conquistados, en ambos casos el pueblo judío fue deportado. Su territorio fue ocupado por otras gentes y/o dividido entre otros pueblos.

Otro de los terribles actos contra el pueblo de Dios es que los niños fueron vendidos como esclavos. La frase pagó como prostituta debe entenderse como el precio que se pagaba para pasar un rato de placer con una ramera. Las niñas habían sido vendidas por vino para beber. La idea general es la venta de los niños por cualquier cosa, como quien dice. Por supuesto, hay que guardar en mente que todo esto era una práctica común entre los pueblos de aquel entonces; pero esto no quiere decir que Dios lo aprobara.

Los vv. 4-8 conforman una sección bastante particular:

Ø En primer lugar, porque rompen la estructura poética del libro. Estos versículos están en prosa. Quizá por eso algunos comentaristas sugieren que el párrafo pudo haber sido una adición tardía al libro de Joel. Otros comentaristas dicen que en esta sección la medida poética es otra.

Ø En segundo lugar, el párrafo es un oráculo (o pronunciamiento profético) dirigido a dos pueblos en particular: los fenicios (Tiro y Sidón) y los filisteos. Además, tanto los que abogan por una fecha temprana como los que proponen una fecha tardía para el ministerio de Joel, usan esta sección, en diferente dirección, para apoyar sus puntos de vista.

El acercamiento del profeta es retórico; como si Dios estuviera dialogando con estos pueblos. Es obvio que los oyentes de este oráculo eran los judíos, no los habitantes de esos otros pueblos.

Pero el propósito es asegurarles a los judíos que Dios los vindicaría de todo mal recibido. Tiro y Sidón estaban al norte, en la provincia fenicia. Todas las comarcas de Filistea se refieren a las cinco ciudades principales de los filisteos (Gaza, Asdod, Ascalón, Gat y Ecrón. Jos. 13:3; 1 Sam. 6:17).

¿Queréis vengaros de mí? alude a cualquier acción que esos pueblos quisieran tomar en contra del pueblo de Dios. En el pasado ellos habían actuado mal: habéis llevado mi plata y mi oro (v. 5), y Vendisteis los hijos de Judá… a los hijos de los griegos… (v. 6a). La referencia histórica pudiera ser al tiempo cuando los babilonios conquistaron a Judá, y estos pueblos también se aprovecharon de la vulnerabilidad de los judíos (comp. Abd. 8-16).

Otra posibilidad es que la referencia sea a situaciones históricas no específicas, pero que se habían repetido una y otra vez.

Los griegos (v. 6) aquí no parece hacer referencia al imperio de Alejandro el Grande (332 a. de J.C.), sino a grupos de tratantes de esclavos de esos lares; gente que se dedicaba a la compra y venta de esclavos. De ahí la expresión: para alejarlos de sus territorios (comp. Ez. 27:13).

Según la palabra de Jehová, estos pueblos sufrirían las consecuencias de sus actos. Realmente experimentarían lo mismo que habían hecho a otros pueblos (v. 7). Ellos también serían vendidos como esclavos a los sabeos, a una nación distante (v. 8). La referencia geográfica es al sur de Arabia (comp. Jr. 6:20; 1 R. 10:2; Ez. 27:22, 23). Porque Jehová ha hablado es el sello de autoridad de la revelación divina. Este es un mensaje con autoridad, tiene la certeza de cumplirse porque es Dios quien lo ha pronunciado.

Los vv. 9-15 proyectan la imagen de lo que pudiera considerarse como la última batallaentre Jehová y las naciones enemigas de Israel. El problema es decidir si la descripción debe tomarse como una batalla militar literal (v. 9), o si solo señala el hecho del juicio final, apocalípticamente hablando (v. 12).

Todo parece indicar que es esto último lo que el profeta tiene en mente; mayormente si se toma como base el hecho de que no hay nada que los ejércitos humanos puedan hacer en contra de Jehová, el Dios Todopoderoso (comp. 3:4).

¡Proclamad esto entre las naciones...! constituye un llamado retórico, una invitación para que las naciones enemigas reúnan a sus ejércitos y se preparen para la guerra. El llamado parece incluir a todas las naciones de alrededor (comp. v. 11b); inclusive aquellas que no han actuado directamente contra el pueblo escogido, pero que igualmente deseaban o buscaban su destrucción. Declarad guerra santa es una traducción permisible. En el original heb. se lee lit. santifíquense para la guerra”. La palabra santificar”, dash  H6942 significa también prepararse”. Comp. NVI prepárense para la batalla; RVR-1995 proclamad guerra”.

El v. 10 expresa lo contrario a lo que se encuentra en otros profetas (Is. 2:4; Miq. 4:3), es una inversión deliberada de la oferta de paz, probablemente por dirigirse a naciones enemigas.

Sin embargo, hay algunos comentaristas que sugieren que la frase ¡Proclamad esto...! era la forma normal o común de expresar la idea de pasar la voz entre el pueblo cuando había que prepararse para la guerra. Diga el débil: “Soy valiente habla de un llamado a todos para que tengan valor para la batalla. Las naciones enemigas iban a necesitar contar con el mayor número posible de soldados.

La primera parte del v. 11 continúa el pensamiento de unir fuerzas para la batalla contra Jehová. Apresuraos y acudid es otra forma de aconsejar el ayudarse mutuamente. El tono de todo el pasaje es irónico y sarcástico. La segunda parte de este mismo versículo parece indicar que Jehová enfrentaría a estos ejércitos con sus huestes celestiales: tus valientes.

La expresión también pudiera tomarse como una interjección de parte del profeta. En este sentido resultaría como una súplica de que Dios acabara con estos enemigos. Pero la verdad es que el propósito final de convocar a todas las naciones es para juicio, la batalla es la manera como se expresa el juicio (v. 12), (ver comentario sobre el 3:2).

La figura que se usa para hablar de la extremada maldad de las naciones paganas, y por lo cual serán juzgadas, es la de una cosecha:

v Meted la hoz, porque el grano ya está maduro (v. 13; comp. Is. 17:5; Mt. 13:39).

La abundancia del vino se aplica al hecho de que mucha es la maldad de ellos. Ambas son figuras de juicio (Is. 63:1-6). El pensamiento general también puede ser que las naciones paganas ya están listas (“maduras”) para la siega; es decir, ser juzgadas. Así, las multitudes están en el valle de la decisión, lugar donde Dios dará su veredicto final (v. 14).

La figura es igualmente simbólica a la presentada con el valle de Josafat (vv. 2, 12). En el pensamiento profético de Joel, esta es la mayor expresión del día de Jehová, el cual ya está presente, es inminente no necesariamente cercano. El v. 15 expresa poéticamente lo que el día de Jehová significará para esas naciones paganas: ¡juicio!

Jehová ruge desde Sion y da su voz desde Jerusalén (v. 16) hace eco de las palabras de Amós (Is. 1:2). La expresión parece señalar al lugar desde donde Dios hablaba, o mostraba su voluntad, según el pensamiento judío. En el libro de Amós, la palabra autoritativa de Dios señalaba el castigo merecido para Israel (el Reino del Norte). En Joel, el juicio es para las naciones paganas.

Tiemblan los cielos y la tierra habla de los efectos de (la conmoción que causa) la voz de Dios. He aquí por qué el profeta expresa una palabra de seguridad y consuelo:

Dios garantiza protección a su pueblo: Jehová es refugio para su pueblo y fortaleza para los hijos de Israel. Por otro lado, el Señor también promete su presencia, él habita en Sion. En vista de que Jehová hace de Jerusalén su morada (donde manifiesta su presencia), la ciudad debe ser santificada y limpiada: Santa será Jerusalén.

 

NOTA: V.16: rugirá  = shaag Strong H7580: Bramar, rugir como el león, retumbar como el trueno.

Este verbo aparece 22 veces y cerca de la mitad de estas referencias aluden al rugido de leones. Unos cuantos pasajes se relacionan con hombres enojados que «rugen» (véanse Salm. 22:13; 74:4; Sof. 3:3). La mayoría de los versículos restantes tiene que ver con el rugido que Dios hace cuando interviene en una batalla.

En este pasaje, como en Amo. 1:2, se declara que Jehová «rugirá desde Sion». Aquí se alude al rugido con que Dios enfrenta a los enemigos de Israel, y en Amós constituye su respuesta a las transgresiones israelitas.

Las naciones enemigas (los extraños) no tendrán más control de ella, violando así su santidad. La implicación pudiera ser más espiritual que política. Las naciones que no buscan la voluntad de Jehová no tienen lugar en la ciudad donde él es Señor Soberano. Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que esta promesa tenga sus connotaciones escatológicas (ver Ap. 21:1-8, 27; 22:14, 15).

Los últimos versículos en el libro de Joel (vv. 18-21) subrayan algunas de las abundantes bendiciones que Dios tiene reservadas para su pueblo. Cada uno de los aspectos aquí descritos son clave para lo que pudiera considerarse como la restauración del pacto entre Dios e Israel. En aquel día conecta estas promesas con lo expresado en el v. 17, y según lo observado, lo que marcará la diferencia será la presencia del Señor.

Otra de las principales promesas tiene que ver con la fertilidad de la tierra: los montes gotearán jugo de uvas, las colinas fluirán leche. La figura es congruente con la palabra profética de restauración (Amo. 9:13). Así era la tierra que Dios había prometido y reservado para su pueblo (Ex. 3:8). Lo que les había sucedido con la plaga de langostas era contrario a las promesas de Dios, pero ellos no habían sido fieles al Señor, de ahí el castigo sufrido.

Correrán aguas por todos los arroyos de Judá extiende la promesa de fertilidad. La abundancia del preciado líquido garantizaba el sostén de todo aspecto de vida en la tierra prometida. La imagen se amplía aún más: Un manantial saldrá de la casa de Jehová; es decir, del templo (ver Ez. 47:1; comp. Zc. 14:8; Ap. 22:1, 2).

El mensaje es que Dios, desde su morada, proveerá todo el sostén necesario para la vida. El valle de Sitim, o de las acacias (según nota en BA), conlleva la idea de transformar un valle improductivo en algo fértil, o proveer el agua necesaria aun para los lugares más áridos.

Otra de las bendiciones que Dios ofrece a su pueblo en este oráculo es su protección. La mención de Egipto… y Edom (v. 19) quizá solo sea representativa de todos los pueblos que han hecho violencia a los hijos de Judá, derramando así la sangre inocente (ver 1 R. 14:25-26; 2 R. 23:29; Abdías 1-21).

De ahí la importancia de que Dios ofrezca su protección permanente. A esto también debe sumarse el sentido de seguridad y estabilidad: Judá será habitada para siempre. La oferta ofrece un vivo contraste en relación con la suerte que les espera a las otras naciones. Jehová promete la permanencia de Jerusalén.

El v. 21 es de significado oscuro, especialmente en algunas otras traducciones (ver nota en la RVA). La traducción recibida en la RVA es bastante aceptable. El pensamiento parece estar conectado con el v. 19, y sugiere que Dios no pasará por alto los actos criminales cometidos contra su pueblo. Dios promete vengar la sangre inocente; él es el vindicador de su pueblo (comp. Ap. 6:10-17).

¡Jehová habita en Sion! constituye un grito de victoria. El Señor está en el lugar de su trono, y desde allí da a conocer su voluntad. él está presente en medio de su pueblo. La RVA traduce bien este pensamiento colocándolo como una cláusula independiente al final del v. 21.

Restauración y Perdón:

La Biblia nos habla de Dios como un fuego consumidor”, pero también como un Padre de misericordia”. Joel nos presenta con una maestría impresionante estas dos verdades eternas. La descripción del juicio a través de la plaga de langostas es vista como una desolación apocalíptica. Sus efectos sobre el consumo del fruto de la tierra dejan al lector perplejo y con una sensación de temor y reverencia frente al descargo de su ira.

Pero luego que el profeta anuncia, también con una maestría elocuente, las promesas de restauración y perdón, y el futuro derramamiento del Espíritu, el lector entra en un culto de adoración y acción de gracias porque sus misericordias son más grandes que los cielos”.

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Nota y Bibliografía:

1) ortóptero. (De orto- y ‒́ptero). adj. Zool. Se dice de los insectos masticadores, de metamorfosis sencillas, que tienen un par de élitros consistentes y otro de alas membranosas plegadas longitudinalmente; por ejemp., los saltamontes y los grillos. U. t. c. s. || 2. m. pl. Zool. Orden de estos insectos. ORTOGR. Escr. con may. inicial. Microsoft® Encarta® 2009. ©

2) La palabra tetigónido viene del latín científico Tettigoniidae, nombre de una familia de insectos ortópteros, muchos de ellos verdosos, con ovipositor en forma de espada (ensíferos) y alados. Los machos suelen llevar estructuras estridulatorias (productoras de sonido) en las alas anteriores.

-  e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.

-  Biblia de Estudio RYRIE.

-  Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 15//04//2021. MISIÓN BAUTISTA Emanuel”. Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 942-562691-Tumbes.

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Parte I: Comentario A Joel: “¡Una gran devastación!”: (II)

 

Parte I:

Comentario A Joel: “¡Una gran devastación!”: (II)

 

El Día De Jehová: El día de Jehová, el tema principal de esta profecía, involucra la intervención especial de Dios en los asuntos de la historia. Se contemplan tres aspectos del día de Jehová:

1)   El histórico, la intervención de Dios en los asuntos de Israel (Sof. 1:14-18; Joel 1:15) y de las naciones paganas (Is. 13:6; Jr. 46:10; Ez. 30:3);

2)   El ilustrativo, por el cual un incidente representa un cumplimiento parcial del día escatológico de Jehová (Joel 2:1-11; Is. 13:6-13); y 

3)   El escatológico. Este día escatológico incluye el tiempo de la gran tribulación (Is. 2:12; 4:1), la Segunda Venida de Cristo (Joel 2:30-32) y el Milenio (Is. 4:2; 19:23-25; Jr. 30:7-9). Fecha: 835 a.C.

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

 

Desolación. Joel 1:1-20. 

 

I.       SECCIÓN HISTÓRICA. Joel 1:1-2:27:

 

1. Título. 1:1.

Este primer versículo no ofrece mucha información en cuanto al profeta Joel, cuyo nombre significa Jehová es Dios”. La única referencia personal es el nombre de su padre Petuel, lo que pudiera funcionar como su apellido o para señalar su lugar de procedencia, probablemente Judá.

Lo importante es el hecho de que el contenido de esta profecía es la palabra de Jehová que vino a Joel, señalando a Dios como la fuente del mensaje o autoridad para el mismo.

2. Ocasión Del Mensaje Profético: ¡Una gran devastación! 1:2-20.

Los primeros versículos en esta sección (vv. 2-4) son un llamado para que el pueblo perciba el mensaje, y por lo mismo reaccione ante la gran devastación que ha ocasionado la plaga de langostas.

Los ancianos pudieran ser los líderes del pueblo o las personas mayores de edad, responsables de interpretar los eventos. Ellos eran los guardianes de las tradiciones y la historia (v. 3). Los habitantes de la tierra (el pueblo) deben también prestar atención a lo sucedido.

La pregunta del v. 2 es retórica; ¡nunca se había experimentado un desastre similar! Por eso el relato de esta tremenda devastación habría de quedar indeleblemente plasmado en la mente y el corazón del pueblo, y como un ejemplo para la posteridad (v. 3).

La severidad de esta plaga de langostas se describe vívidamente en el v. 4. Según la nota de RVA, la oruga, la langosta, el pulgón y el saltón son términos que parecen referirse a diversas fases en el desarrollo de este insecto” (se debe notar que en 2:25 se da un orden diferente), aunque algunos comentaristas sugieren que solo son diferentes términos heb. para el mismo insecto.

El escritor bíblico señala los diferentes grupos que se han visto directamente afectados por esta plaga, y las pérdidas sufridas (vv. 5-12). En medio de la crisis, les hace un llamado para considerar seriamente la situación. Al mismo tiempo describe la devastación ocasionada por la plaga de langostas. Los borrachos sufrirían de una manera especial porque se agotaría el suministro de su placer:

·      ¡... El mosto es quitado de vuestra boca!

El llamado a despertar puede ser a la sobriedad, o simplemente para que se den cuenta de la amarga realidad.

Pueblo (v. 6) es un término descriptivo de lo innumerable de los insectos, de su poder devastador, y del estado patético en que habían dejado la tierra (v. 7). Los efectos de esta destrucción se sentirían por mucho tiempo, dado que la plaga había desnudado por completo las plantaciones.

En otras palabras:

·      ¡No había quedado ni una sola hoja!

Mi vid... mi higuera pueden ser expresiones melancólicas; algo que la gente estuviera expresando. Por supuesto, no hay que olvidar que Dios muchas veces se refiere a su pueblo en estos términos (Is. 5:1-7; Jr. 2:21; Mt. 21:33-46), y se duele de cualquier castigo que tiene que infligir a sus escogidos.

En un sentido general, toda la comunidad (nación) debía lamentarse por tan tremenda devastación. El llamado se hace utilizando la figura de una joven (v. 8) o novia desposada, que pierde a su marido antes de consumar el casamiento. De ahí la señal de duelo que debe manifestarse:

·      Ceñida de cilicio,

·      Vestidos de luto.

La figura de la novia también pudiera estar apuntando a Jerusalén como el sitio donde debía reunirse el pueblo para participar de un servicio de lamento público.

Una de las razones principales para llevar a cabo este lamento comunitario es que la devastación de la tierra ha interrumpido la adoración continua en el templo, la casa de Jehová. Algunos de los ritos de adoración requerían la ofrenda vegetal (de cereales; Lv. 2:1-16; 6:14-23), y la libación de vino que acompañaba a los sacrificios de animales (Ex. 29:38-40; Núm. 28:3-8):

Ø La falta de ofrendas en el templo simbolizaba el rompimiento del compañerismo con Dios (comp. 2:14), por eso los sacerdotes… están de duelo (v. 9).

Ø Los elementos básicos para ofrecer sacrificios y ofrendas a Dios son inexistentes (v. 10).

Ø El aceite era necesario porque se mezclaba con la harina como parte de las ofrendas vegetales (cereales).

Pero quizá el grupo que más resentía esta situación eran los labradores… viñadores, aquellos que trabajaban la tierra. La razón es obvia: se ha perdido la cosecha del campo (v. 11). Todo el producto de su trabajo había desaparecido, y con ello se había desvanecido la alegría de los hijos del hombre (v. 12).

La lista de productos:

v Trigo,

v Cebada,

v Vid,

v Higuera,

v Granado,

v Palmera y manzano,

v Quizá solo sea representativa de todo lo que se había perdido, y

v Lo cual era necesario tanto para el consumo diario de las personas como para los sacrificios en el templo.

En este lamento comunitario (vv. 13, 14), los sacerdotes servidores del altar, debían ser los líderes. Ellos mejor que nadie podía interpretar la seriedad de no tener qué ofrecerle a Dios (v. 13). Además, su responsabilidad incluía el ser intercesores del pueblo delante de Dios, y dirigir la adoración pública.

Ceñíos, haced duelo, gemid, dormid sobre cilicio son todos elementos de luto o lamento público. El llamado es para que los sacerdotes se entreguen a la oración ferviente a favor del pueblo.

Por otro lado, también debían convocar al pueblo y a los líderes (ancianos) a una asamblea pública en la casa de Jehová para dedicarse al ayuno y la oración (v. 14).

Plagas Comunes En Palestina:

El v. 15 introduce lo que constituye el tema del libro: el día de Jehová (2:1, 11, 31; 3:14). Cabe considerar dos cosas muy importantes al respecto:

(1) En la mente judía esta frase tenía connotaciones de juicio, pero en el sentido de que Dios castigaría a las naciones paganas, actuando así en favor de su pueblo (Is. 13:6, Abd. 15; Sof. 1:7).

(2) Si se acepta la fecha temprana sugerida para el ministerio de Joel, él fue el primero en acuñar esta frase en un sentido adverso (como juicio) para el pueblo de Dios.

Si la fecha aceptada es la tardía, él solo está repitiendo el concepto que se encuentra en otros profetas (Amo. 5:18-20).

Además, es posible que Joel esté sugiriendo que la plaga es parte de este juicio divino, aunque algunos lo ven solo como un aviso de lo que pudiera ser el día de Jehová (especialmente si se acepta el tiempo futuro de la traducción: vendrá. En el heb. es un imperfecto, es decir una acción incompleta ofutura).

Los vv. 16-18 agregan otros de los resultados de la devastadora plaga:

Ø ¡Las reservas se han agotado!

Ø ¡No hay nada para guardar! (vv. 16, 17).

Aun los animales están sufriendo las consecuencias. Su clamor agrega un tono patético a la situación. De manera incidental, se ve que los problemas serán aún mayores en el futuro cercano si los animales no sobreviven (v. 18).

Joel une su ruego al de los varios grupos que él ha nombrado en este primer capítulo. Su oración nos permite entrever que a la plaga le siguió una horrible sequía: el fuego… la llama (v. 19). Los animales no solo no encuentran comida, sino que también les falta el agua (v. 20).

La expresión jadea detrás de ti (braman, en otras versiones), describe la desesperación de los animales por la falta del preciado líquido que el profeta proyecta como un clamor delante del Señor. ¡Aun los animales claman por la ayuda de Dios en estos momentos de crisis!

Langostas:

Seguramente el ejército de langostas que usó el Señor para disciplinar a su pueblo, dadas las características devoradoras, bien pudiera clasificarse entre los insectos llamados:

Ø Ortópteros1), pertenecientes a las familias de los acrídidos y los tetigónidos2).

Estos son herbívoros voraces y sumamente destructivos. Las patas traseras las tienen más desarrolladas, lo que les permite dar grandes saltos.

La clasificación bíblica:

·      Saltón,

·      Pulgón, y

·      Langosta.

Posiblemente describe varias familias de estos insectos que los unió Dios para sus propios fines.

El Día Del Señor:

Es una referencia a un futuro cercano donde los escritores sagrados presagian un gran día de juicio (Malq. 4:1); la eminente llegada de un Mesías y para estos últimos tiempos el retorno del Señor en gloria (1 Ts. 5:23; 2 P. 3:10). Joel presenta el día de tinieblas y de oscuridad, de nube y de sombra descrito por la invasión de langostas como día de juicio, pero a su vez presenta el día de la llegada del Espíritu Santo que inauguraría la era del evangelio.

Ahora nosotros los cristianos esperamos el Día del Señor”. Será el día más glorioso que jamás haya existido. Para algunos será de confusión perpetua; mientras que para otros será el día de la victoria completa. ¡Será el día del gran encuentro universal con todos los redimidos y los ángeles; pero sobre todo con nuestro Señor Jesucristo! ¡Quédía admirableserá ese!

Joya Bíblica:


Contaréis de esto a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación (1:3).

Desolación: La Profecía Futura De La Desolación. Joel 2:1-32. 

3. ¡El Día De Jehová! 2:1-11.

El cap. 1 da atención a la destrucción causada por la plaga de langostas, las pérdidas y el sufrimiento ocasionado entre la población. En esta sección se describe la plaga misma, los insectos, pero proyectándola a través de la imagen de un gran ejército. El profeta hace uso de varias metáforas para presentar la destrucción mortal que estos insectos han infligido sobre la nación, destruyendo todos los recursos naturales. Lo más interesante es observar cómo el profeta establece el hecho de que dichos insectos han actuado bajo la expresa dirección del Señor (v. 11).

Sin embargo, uno de los principales problemas hermenéuticos en esta sección es decidir si la descripción ofrecida es la de un ejército de insectos, o la predicción del ataque de un ejército humano. El problema parece residir en el uso del tiempo futuro (en el heb. se usa un qal participio activo de la idea de un presente progresivo: “está viviendo”) en la frase: porque viene el día de Jehová (v. 1).

La solución pudiera estar en un término medio. Joel describe al ejército de los insectos en términos de un ejército humano, pero en el fondo deja entreabierta la idea de lo terrible o devastador que sería si Dios permitiera el ataque de un ejército humano. La plaga solo es una pequeña prueba de lo que pudiera suceder en el futuro.

Los primeros dos versículos en esta sección constituyen un llamado de parte de Dios para que los sacerdotes convoquen a la nación a un período de lamento nacional por todo lo ocurrido. ¡Tocad la corneta en Sion! conlleva el sentido de sonar una alarma. La corneta o trompeta era de cuerno de carnero (shophar H7782).

Los sacerdotes las utilizaban para convocar al pueblo hebreo a la adoración, al igual que en situaciones de peligro o ataques del enemigo (Núm. 10:1-10; Jos. 6:20; Juc. 7:16-22; Ez. 33:2-4; Zc. 9:14-15). Quizá el énfasis aquí sea el lamento por el ataque ocurrido. Sion… mi santo monte, se refiere a Jerusalén, lugar donde se encontraba el templo y donde el pueblo se reunía para orar a Dios. El día de Jehová aquí tiene la connotación de un día de juicio, de castigo.

Su descripción se encuentra en el v. 2, aunque la figura parece referirse a la oscuridad y densa neblina ocasionadas por la plaga de langostas. El profeta pudiera estar reflexionando en lo que el pueblo ya experimentó, y lo que aún pudiera experimentar si no escarmienta. El impacto quedará indeleblemente grabado en la historia del pueblo (v. 2b. Comp. 1:3).

La figura del fuego y llama (v. 3) conlleva un sentido de juicio y destrucción. Es un cuadro retrospectivo de lo ocasionado por la plaga de langostas. El contraste entre lo que era el jardín de Edén y el desierto agrega un tono de desolación y abandono, y subraya de manera dramática todas las pérdidas sufridas a causa de la tremenda devastación de la plaga.

¿Acaso la comparación envuelve un sentimiento de castigo y pérdida de algo bueno o perfecto? Adán perdió el privilegio de vivir en el jardín de Edén a causa de su pecado y rebeldía. Dios lo hizo salir de allí para que labrara el campo y obtuviera de la tierra el sustento diario. El pueblo ha perdido bendiciones y ciertos privilegios debido a este castigo divino.

El ataque de los insectos se describe como el de un ejército a caballo (v. 4); nada los detiene, nada se escapa de su poder destructor (v. 5). Con crepitar de llama de fuego que consume la hojarasca describe la acción devoradora de los miles de miles de insectos que atacan las plantaciones; un sonido estrepitoso.

Su formación se parece a la de un pueblo fuerte listo para la batalla; son invencibles (vv. 7-9). Su movimiento hace parecer que la tierra tiembla, y cuando alzan el vuelo se estremecen los cielos, oscureciéndose todo el ambiente (v. 10). ¡El cuadro realmente es impresionante y hasta escalofriante!

La nota del juicio divino por medio de la plaga de langostas se cierra estableciendo un hecho muy importante: ¡Es Dios quien ha enviado todo esto! (v. 11). Su ejército se refiere a los insectos que han ejecutado su palabra, su juicio, lo cual habla de su envolvimiento directo en el uso de las fuerzas naturales para ejecutar su voluntad.

Un juicio de esta índole es inevitable o insoportable: ¿Quién lo podrá resistir? Dios en su soberanía ha permitido que suceda todo esto.

4. Un Llamado Al Arrepentimiento. 2:12-20.

Por medio de su profeta, Dios transmite un llamado directo para que la nación se arrepienta. Esta es la condición básica o principal para que Dios acuda en su ayuda. Todo lo anterior (1:1-2:11) ha mostrado que es Dios quien ha enviado este castigo o juicio; él es el único que puede aliviarlo también. Joel por su parte parece ofrecer la fórmula divina que el pueblo habría de poner en práctica para asegurar el perdón de Dios, su ayuda y restauración (comp. 2 Cron. 7:12-14).

Pero aun ahora sugiere que, a pesar de la situación, o el porqué del juicio sufrido, Dios brinda una oportunidad más a su pueblo. Volveos a mí encierra la idea de arrepentimiento, de obediencia, de cumplir la parte del pacto que les corresponde. Pero deben hacerlo con todocorazón, o sinceramente. Los elementos rituales solo son muestras externas de este arrepentimiento, aunque deben estar presentes:

·      Ayuno,

·      Llanto, y

·      Lamento.

Pero Dios no quiere expresiones mecánicas o superficiales. Jehová demanda un arrepentimiento genuino, sincero, de corazón; un arrepentimiento espiritual (v. 13). Los judíos expresaban su dolor rompiendo sus vestidos (2 R. 19:1), pero Dios demanda un corazón contrito y humillado (Salm. 51:17b). Joel estimula esta acción repitiendo lo que el pueblo sabía y había comprobado a través de los siglos: Jehová, vuestro Dios… es clemente y compasivo, lento para la ira, grande en misericordia (v. 13b. Comp. Ex. 34:6).

Desiste del castigo habla de que Dios puede detener el castigo o decidir no ejecutarlo (ver Jr. 18:8; 42:10; Amo. 7:3; 7:6). En este caso parece sugerir la posibilidad de que Dios restaure todo lo perdido a causa del juicio enviado: deja tras sí bendición (v. 14. Comp. 1:13).

La restauración incluye las provisiones necesarias para llevar a cabo los rituales en el templo, lo cual es una marcada señal de que el compañerismo con Dios es restaurado.

Dado que la crisis es nacional, el lamento también debe ser comunitario (vv. 15-17). Tocar la trompeta, pregonar ayuno, convocar asamblea, todos son elementos de un lamento nacional. La seriedad de la situación llama a tomar medidas un tanto drásticas, si se quiere, pero necesarias. Todos han de santificarse; es decir, purificarse ritualmente. Grandes y pequeños deben participar de estos actos. Los motivos de alegría deben cancelarse por el momento; es tiempo de mostrar contrición delante de Dios (v. 16).

Los sacerdotes deben actuar como líderes en este lamento público; ellos tienen el deber de interceder por la nación y suplicar la misericordia divina. Pero deben ser participantes activos, con lloro y oración (v. 17). Entre el vestíbulo y el altar (otras versiones traducenpórtico” o “entrada) parece haber sido el sitio tradicional de oración de los sacerdotes (ver Ez. 8:16). Tu heredad alude al pueblo judío. Afrenta en este caso es vergüenza, o el estado vulnerable ante el posible dominio que otros pudieran ejercer sobre la nación debido a su debilidad. ¿Dónde está su Dios? sugiere mofa o burla (comp. Miq. 7:10; Salm. 79:10). Las naciones paganas pondrían en tela de duda la existencia, grandeza o poder de Dios a causa de la debilidad del pueblo.

Por otro lado, es bueno observar que esta es una fórmula que los profetas usaron muchas veces para interceder a favor del pueblo. ¡La reputación de Jehová estaba en juego! (Comp. Ex. 32:12; Núm. 14:13-16).

El uso del tiempo pasado en los vv. 18 y 19:

Ø Tuvo celo: qana  H7065;

Ø Se apiadó: jamal  H2550;

Ø Respondió: anah  H6032.

Parece sugerir que entre estos versículos y todo lo anterior, especialmente 2:1-17, había sucedido algo interesante: ¡el pueblo se había arrepentido!

Quizá habían llevado a cabo los rituales prescritos por el profeta, y Dios ya había iniciado el proceso de restauración para la nación. Otras traducciones favorecen el tiempo futuro (“perdonará” o “tendrá piedad”), lo cual apoyaría o implicaría un sentimiento condicional.

El contexto parece apoyar la idea de que estos versículos (18-20) son más bien el posible resultado —lo que Dios está dispuesto a hacer— si el pueblo se arrepiente sinceramente, y si da muestras visibles de ese arrepentimiento (incluyendo los rituales prescritos; es decir, el lamento general o comunitario 1:13, 14; 2:12-17). Cualquiera que sea el punto de vista adoptado, es obvio que toda esta sección ofrece lo que pudiera considerarse como el inicio de un proceso de restauración, y la promesa de prosperidad.

El pueblo no tiene por qué quedarse postrado en una actitud de derrota. Dios les ofrece una nueva oportunidad. Tuvo celo (v. 18) apunta a la decisión divina para actuar en favor del pueblo judío, lo cual se respalda con el hecho de que se apiadó de ellos. La respuesta de Dios es positiva, promete proveerles lo necesario para su subsistencia: seréis saciados.

También extiende la promesa de protegerlos: Nunca más os entregaré como afrenta en medio de las naciones (v. 19). Esto último marca el final del estado vulnerable del pueblo de Dios ante los pueblos enemigos.

Lo que viene del norte alude a todo aquello que amenaza la estabilidad, paz y seguridad de la nación (v. 20). Dado que por lo común Judá era atacada militarmente desde este punto cardinal, algunas versiones traducen la frase de tal manera que sugieren que el enemigo era un ejército humano (como en Jr. 6:1).


NOTA: V.20. Al del norte: Esto debe interpretarse como el ejército de langostas que viene del norte. El mar oriental es el Mar Muerto, y el mar occidental el Mediterráneo. Algo que detiene las oleadas de langostas son los vientos que las desvían hacia grandes masas de agua. Exhalará ... su pudrición:

Ø Las langostas muertas son arrastradas por las olas.

Ø El olor de su pudrición llena el aire con su terrible hedor.

Pero el artículo neutro lo es apropiado según el contexto. El mar oriental es el mar Muerto; el mar occidental es el mar Mediterráneo. La promesa es que Dios alejaría de ellos cualquier amenaza. Lo más inmediato era (o había sido) la plaga de langostas. La destrucción de estos insectos causaría malos olores, señal de muerte. ¡Porque ha hecho grandes cosas! se refiere a la gran devastación causada por estos insectos.

Joya Bíblica:

 

Desgarrad vuestro corazón y no vuestros vestidos. Volved a Jehová, vuestro Dios, porque él es clemente y compasivo, lento para la ira, grande en misericordia, y desiste del castigo (Jr. 2:13).

5. Un Llamado a Confiar En La Gracia De Dios. Joel 2:21-27.

La tristeza, el dolor y la desolación quedan atrás; son cosa del pasado. Dios ya ha iniciado un proceso reversivo; ha comenzado a mostrar su amor y misericordia para con su pueblo (vv. 18-20). Esta nueva sección tiene un marcado contraste con todo lo visto en los pasajes anteriores. Se completa el cuadro de redención y restauración. Los beneficiarios son la tierra, los animales y la gente misma (vv. 21-23).

La tierra es personificada, ha sufrido todos los estragos mencionados anteriormente. Ahora se le invita a no temer, sino a confiar en Dios. La devastación ocasionada por la plaga se ve como un gran mal contra la naturaleza (Jr. 1:10). Pero, ahora, Jehová ha hecho grandes cosas, aludiendo al proceso de restauración iniciado, y al hecho de que la plaga ha desaparecido (v. 20).

Los animales también reciben el mismo mensaje. La promesa es que tendrán lo necesario para subsistir (comp. 1:18). El hecho de que los pastizales reverdezcan sugiere las lluvias que el campo tanto necesita. Lo demás es un corolario: los árboles producen fruto abundante (darán su riqueza, v. 22).

Los hijos de Sion, los habitantes de la tierra de Judea, también deben confiar en Dios, principalmente por la lluvia que él ha enviado en su justa medida. Esta última frase es una buena traducción de la expresión heb. que apunta a Dios como el sujeto, el que hace las cosas de manera justa y en el tiempo apropiado. La Biblia de las Américas traduce: “Él os ha dado la lluvia temprana para vuestra vindicación”.

El cuadro de restauración y vindicación es obvio. Jehová está haciendo todo lo necesario para el bien del pueblo, realmente un marcado contraste con todo lo visto anteriormente (ver 1:11, 12) y lo cual debe ser suficiente motivo para provocar el regocijo en la gente. Lo más importante es que aquí Dios se compromete a cuidar de su pueblo y a otorgarles aquello que pueda ofrecerles el sustento y la seguridad necesarios, y hacerlo abundantemente (v. 24).

El v. 25 deja claro que lo que el profeta ha señalado es la devastación sufrida por una plaga de langostas, comandadao enviada por Dios mismo: mi gran ejército, ejecutores del juicio divino. Los años parece sugerir que los ataques se habían repetido varias veces, y/o que las consecuencias habían sido funestas a lo largo de mucho tiempo. (Otra vez se repiten las varias fases en el desarrollo de estos insectos, o algunos de los varios nombres con que se conoce el mismo insecto). Pero ahora el Señor promete revertir el proceso (vv. 26, 27). Hay cuatro promesas muy importantes al respecto:

(1) Proveer el sustento necesario: comeréis hasta saciaros;

(2) Devolver al pueblo la alabanza: alabaréis el nombre de Jehová, lo cual habla de restaurar el compañerismo con el Señor (comp. 1:9, 13, 14). Maravillas alude a los favores, a la gracia divina manifestada en pro del pueblo.

(3) Protección: y nunca más será avergonzado mi pueblo; es decir, no será vulnerable a los ataques naturales o de sus enemigos.

(4) La presencia divina como corolario o sello a la promesa anterior: estoy en medio de Israel. El contraste es obvio en relación con la frase: ¿Dónde está su Dios? (ver v. 17c).


Véase Parte II.