lunes, 12 de julio de 2021

Parte II: JESÚS AFIRMA SU AUTORIDAD EN RELACIÓN CON EL PADRE: (Juan 5:17-47)

 Parte II:

JESÚS AFIRMA SU AUTORIDAD EN RELACIÓN CON EL PADRE:

(Juan 5:17-47)

 

Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajoPor esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.

(Juan 5:17-47)

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:


1.2.   El Hijo y El Juicio. Juan 5:25-29:

Esta sección comienza con otro doble amén, amén, alertando a sus oyentes a todavía otra verdad que les conviene escuchar con atención. El término hora juega un rol importante en este Evangelio (ver 4:21, 23, etc.). Si no fuera por la expresión y ahora es, se pensaría que Jesús se refería a la resurrección física, después de la muerte física. Pero el contexto define que habla de los muertos espirituales quienes, cuando oyen la voz del Hijo de Dios y la aceptan con fe, entrarán en la vida eterna.

En este Evangelio, Jesús se refiere a sí mismo solamente tres veces como el Hijo de Dios (ver 10:36; 11:4), pero Juan empleó la frase en el propósito del Evangelio (20:31) y sus enemigos la usaron al condenarlo por identificarse con este título (ver 19:7). Su título favorito es Hijo del Hombre”, encontrándose unas 13 veces en Juan.

El porqué, que traduce una conjunción causal con que se inicia la afirmación del v. 26, explica cómo es que el Hijo puede dar vida a los que él quiere. Según el AT., Dios es la fuente de toda vida (Salm. 36:9) y es él quien infundió el aliento de vida a los hombres (Gn. 2:7).

La traducción de Goodspeed capta bien el sentido de la declaración de Jesús:

·      El Padre es auto existente.

Su vida es inherente en su ser; vida es un aspecto esencial de su naturaleza. Por esta razón, los judíos no tendrían problema en la primera parte de esta declaración. Pero la segunda parte es lo que produjo cólera entre ellos.

Entendieron que Jesús sostenía que el Padre había compartido con él la misma naturaleza de su ser (ver 14:6), una naturaleza que luego Jesús compartiría con los que creyeran en él (1 Jn. 5:11s.). Este concepto los escandalizó.

El AT., también describe a Dios como el juez de todas las naciones (ver Gn. 18:25; Juc. 11:27). Jesús repite lo dicho en el v. 22, pero agrega el concepto de autoridad. Antes la autoridad para juicio era exclusivamente la prerrogativa de Dios Padre, pero aquí ese derecho fue dado al Hijo. Por los elementos en esta sección (vv. 25-29) que repiten conceptos de la sección anterior (vv. 19-24), algunos sugieren que es esencialmente lo mismo dicho en otras palabras.

Sin embargo, hay varios conceptos nuevos, inclusive la idea de derecho o de autoridad concedida. Puede ser, como afirman algunos, que esa autoridad fue dada a él por ser Hijo del Hombre, porque teniendo la naturaleza humana, además de la divina, estaría mejor equipado para juzgar a los hombres.

Corroborando esta interpretación, en el texto griego se omite el artículo definido ante Hijo, resultando en un énfasis en su naturaleza como hombre. Sin embargo, más probable es que Jesús sólo está utilizando su título favorito que es equivalente al de Hijo de Dios”. Siendo así, cumple la visión de la figura celestial de Daniel (Dn. 7:13s.) a la cual le fue dado el dominio, la majestad y la realeza…”.

Esto (v. 28) incluye todo lo que les había dicho hasta el momento:

Ø Su igualdad con el Padre,

Ø La autoridad dada a él por el Padre para juzgar al mundo y compartir vida a los que creen en él.

Es Como Si Jesús Dijera:

·      Lo más asombroso está aún en el futuro. ¡No habéis visto nada todavía!”.

La hora es la de la resurrección de los muertos del sepulcro, no la experiencia de salvación. Es una hora futura, indicando una resurrección literal; no dice y ahora es como en el v. 25. Siendo el juez de todos, buenos y malos, todosoirán su voz.

La mejor prueba de que en el v. 29 se refiere a la resurrección literal, no la espiritual, es la expresión resurrección de condenación. Este pasaje y el de Hech. 24:15 son los únicos del NT., que se refieren a la resurrección de los incrédulos. Este pasaje no enseña la salvación por buenas obras; los que hicieron el bien se refiere a los que confiaron en Jesús y recibieron vida eterna, la cual resultó en el hacer el bien, como este Evangelio enfatiza repetidas veces.

El hacer el bien es la prueba de la integridad de los creyentes y llega a ser una consideración esencial en el juicio final cuando las ovejas serán separadas de los cabritos (Mt. 25:31-46; ver Ap. 20:11-15).

Godet observa que el artículo definido ante bien y mal indica el uso de ambos términos en sentido absoluto. La expresión practicó el mal (ver 3:20) tiene como fondo el rechazar la vida que Jesús ofrecía, resultando en una vida inútil y mala. El término mal traduce una palabra griega (faulos G5337) que aquí es lo opuesto al bien, pero en 3:20 lo opuesto es verdad, indicando que tiene la connotación de lo falso.

Vincent llama la atención a la diferencia entre hicieron el bien, que puede referirse a un solo acto, y practicaron el mal, que describe una acción continuada.

 

II.  Presenta Varios Testimonios Que Le Confirman Como Enviado Del Padre. Juan 5:31-47:

En estos versículos, Jesús presenta las credenciales que le atestiguan como Enviado de Dios:

2.1.   El Testimonio Del Hijo. Juan 5:30-47.

Uno de los temas predilectos de Juan es el testimonio”. Buena parte del primer capítulo gira alrededor del testimonio de Juan el Bautista (1:19-34) y el de los primeros discípulos (1:35-51). En esta sección es Jesús mismo quien presenta testimonios para defender su reclamo de ser el Hijo de Dios y de tener autoridad divina.

No pudo presentar credenciales como los líderes religiosos de su día quienes procedían de una familia de sacerdotes, o habían recibido una preparación para ser un rabí, o cumplían las demandas de la ley según la interpretación de las autoridades”. Como un abogado en una corte legal, Jesús presenta las evidencias (testimonios) de su reclamo de ser Hijo de Dios.

 

Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Jn. 5:19. 

Jesús repite la esencia del v. 19, en ambos versículos enfatizando su dependencia del Padre:

Ø Allí en tercera persona singular (el Hijo),

Ø Pero aquí en primera persona (yo).

Jesús afirma que su juicio es justo por dos razones:

·      No se inicia en sí mismo, sino en la voz del Padre y,

·      Por lo tanto, está en perfecta armonía con la voluntad del Padre.

La implicación es que su juicio, siendo justo, es también divino. Nadie puede cuestionar el juicio de Dios; tampoco debe cuestionar el de su Hijo.

El pronombre personal yo (v. 31) es enfático y verdadero es lo opuesto de falso.

Ayuda Hermenéutica:

 

G1473 ἐγώ = egó: pronombre primario de la primario pers. yo (solo expresado con énfasis): - mí, mío. Para los otros casos y el plural véase G1691, G1698, G1700, G2248, G2249, G2254, G2257, etc. (Strong).

Jesús afirma lo obvio, que ninguno puede dar un testimonio verdadero de sí mismo; debe proceder de otro. El testimonio que uno da de sí mismo podría ser verdadero, pero no válido, porque es subjetivo. Debe ser objetivo para ser válido.

Inclusive, según la ley, dos o tres testigos son necesarios para establecer cualquier asunto (Deut. 19:15). Parece que 8:14 contradice lo que Jesús expresa aquí, pero allí el testimonio que él da es verdadero porque es corroborado por el Padre (ver 8:18).

El otro que da testimonio no es Juan el Bautista, sino el Padre. Pero el problema radica en que nadie ha visto, ni oído, al Padre dando testimonio del Hijo. A continuación, Jesús presenta tres testigos quienes se unen para establecer su autoridad:

v Juan el Bautista (vv. 33-35),

v Las obras milagrosas (v. 36) y

v Las Escrituras (37-40).

En efecto, es el Padre quien da testimonio del Hijo por medio de estos tres testigos, siendo las Escrituras la forma más clara y explícita.

El pronombre personal vosotros (v. 33) es enfático. Jesús les recuerda que Dios le había dado a un profeta quien dio testimonio de él como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo(1:29). Pero ellos no quisieron aceptar el testimonio que procedió del Padre por medio de Juan.

Ha dado testimonio traduce un verbo en el tiempo perfecto que connota resultados que continúan. Juan dio testimonio y ese testimonio permanece. Testimonio de la verdad se aclara más adelante como una referencia a la persona de Jesús quien es la verdad (14:6).

El v. 34 es algo como un comentario entre líneas. Otra vez el pronombre personal yo es enfático; pone en contraste a Jesús, quien no depende del testimonio que procede del hombre, con los judíos quienes, si hubieran recibido el testimonio de Juan, habrían sido salvos. De parte del traduce una preposición que habla de origen o procedencia. Aunque el testimonio de parte de Juan era inferior, por ser humano, hubiera sido válido y suficiente para apuntarles a ellos a la verdad en Jesús.

Ahora es Jesús mismo quien da testimonio de Juan el Bautista. El verbo era[*] podría indicar que Juan ya había sido encarcelado o martirizado. En el texto gr. hay un artículo definido ante antorcha, quizás indicando el cumplimiento de una profecía dada a Zacarías (ver Lc. 1:76-79). Jesús mismo era la luz, pero Juan prendió su lámpara a la luz de aquél.

Ayuda Hermenéutica:

 

[*] G2258 ῆ̓ν = jén: imperfecto de G1510; Yo (, etc.) estaba (estabas, estábamos): - (yo) era, estuviere, () eras, estuvieres, fui, fuimos. (Strong).

Los judíos, inclusive los escribas y fariseos, salieron de Jerusalén y los alrededores para escuchar el mensaje novedoso y llamativo de Juan. Al principio lo recibieron gustosos, pero pronto se cansaron, o se indignaron, por su insistencia en el arrepentimiento y su testimonio de Jesús como el enviado de Dios.

En los vv. 36-40 se destaca el testimonio del Padre: por las obras asignadas a Jesús y por la revelación en las Escrituras que ellos no estaban dispuestos a aceptar. Otra vez Jesús enfatiza su posición con el pronombre personal. Por más grande que fuera Juan, mensajero del Padre y elogiado por Jesús, su testimonio no logra establecer finalmente la autoridad de Jesús. También, otra vez Jesús aclara que no obraba independientemente del Padre.

Las Obras Se Refieren:

Ø A sus milagros,

Ø Pero también al perdón de pecados,

Ø El dar vida a los muertos espiritualmente y

Ø El juzgar a los incrédulos.

Las obras que el Padre me ha dado para cumplirlas (ver 3:35) aclara la procedencia de todo su ministerio. Jesús recibía órdenes del Padre y procedía, como Hijo obediente, a cumplirlas. Las obras llevaban la estampade divinas, no sólo por su procedencia, sino por su misma naturaleza. Por esta razón, Juan llama señales a los milagros porque apuntaban a Jesús como el Hijo de Dios.

Recién Jesús había enfatizado las obrasdel Padre que él realizaba:

 

1- Pero ahora (v. 37a) se refiere al Padre mismo.

Ha dado testimonio traduce un verbo en el tiempo perfecto, indicando que ese testimonio del Padre sigue en pie (1 Jn. 5:9). El testimonio del Padre podría referirse a sus palabras cuando Jesús fue bautizado (ver 3:16 s.), pero sólo Jesús y quizás Juan las habrían oído. Más probable es que tendría en vista todo el testimonio del AT.

Esta seguridad de ser el enviado del Padre sostenía a Jesús frente al rechazo y oposición de los judíos.

 

También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto. Jn. 5:37.

 

Ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis”. Jn. 5:38. 

Ayuda Hermenéutica:

 

G3992 πέμπω = pémpo: aparentemente verbo primario; despachar (de la noción subjetiva o punto de partida, en tanto que ἵημι = jíemi [como forma más fuerte de εἶμι = eimi] se refiere más bien al punto objetivamente o términus ad quem, y G4724 denota propiamente el movimiento ordenado involucrado), específicamente un mandado temporal; también transmitir, otorgar o ejercer: - enviar. (Strong).

 

G649 ἀποστέλλω = apostélo: de G575 y G4724; poner aparte, i.e. (por implicación) enviar (propiamente en una misión) literalmente o figurativamente: - devolver, enviar, mandar, meter, poner. (Strong).

 

V.37:    

BD342(2) Los verbos ἀκηκόατε y ἑωράκατε están coordinados por el tiempo perfecto, en el cual ver y oír son igualmente esenciales (comp. 3:32).

BD445(4) Καὶ οὐ, en el v. 38, después de las cláusulas negativas (οὔτε οὔτε[*]), no indica correlación, sino una continuación independiente: y ustedes no tienen su palabra.

 

G3777 οὔτε = oúte[*]: de G3756 y G5037; ni también, i.e. ni o no; por analogía ni siquiera: - ni. (Strong).

 

V.38:    

R703 Note el contraste entre los pronombres ἐκεῖνος[*] y τούτῳ[**].

T37 No hay mucho énfasis por el hecho de que aparece ὑμεῖς[***] en los vv. 38, 39 y 44 (algunos manuscritos corregidos han omitido este pronombre en el v. 44; en el v. 38, el pronombre se usa para indicar contraste; en el v. 39 significa: ustedes mismos; y en el v. 44 significa: personas como ustedes -BD277[1]).

 

G2045 ἐρευνάω = ereunáo[*]: o ἐραυνάω = eraunáo, aparentemente de G2046 (mediante la idea de inquirir); buscar, i.e. (figurativamente) investigar: - escrudiñar.

 

G5129 τούτῳ = toúto[**]: dativo singular masculino o neutro de G3778; a (en, con o por) esta (persona o cosa): - este, por esto.

 

G5210 ὑμεῖς = jumeís[***]: irregular plural de G4771; vosotros (como sujeto del verbo): - vosotros. (Strong).

 

2- Jesús señala dos razones por la ignorancia de los judíos (v. 37b) en cuanto a su persona:

·      No habían oído la voz de Dios, aunque Moisés sí la había oído (Ex. 33:11); y

·      No habían visto la apariencia de Dios, pero Jesús dijo que el que me ha visto, ha visto al Padre” (Ex. 14:9).

En efecto, les acusa de total ignorancia de Dios y su misión en el mundo por medio de su Hijo.

 

3- La tercera acusación que Jesús lanzó a los judíos es que la palabra de Dios no moraba en ellos.

Ellos pretendían ser los únicos custodios e intérpretes de las Escrituras. La tenían en su mente, quizás, pero no en su corazón (Salm. 119:11). Podían citar largos pasajes de memoria, pero erraban en:

Ø La interpretación y

Ø Aplicación.

La prueba de esta afirmación es que no creían en el representante personal que el Padre había enviado; más bien lo habían rechazado y ya habían decidido eliminarlo.

Hovey comenta que esta acusación a los judíos habrá caído como la de Natán a David: “Tú eres aquel hombre (2 Sam. 12:7).

Jesús se ubica en la posición del maestro quien manda a los alumnos a volver al texto para encontrar la lección céntrica que ninguno había captado en la preparación para la clase. El verbo escudriñad, interpretado aquí como un imperativo, tiene dos opciones: o imperativo (escudriñad) o indicativo (escudriñáis).

 

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí. Jn. 5:39. 

Ayuda Hermenéutica:

 

G2045 ἐρευνάω = ereunáo: o ἐραυνάω = eraunáo, aparentemente de G2046 (mediante la idea de inquirir); buscar, i.e. (figurativamente) investigar: - escrudiñar. (Strong).

 

G1124 γραφή = grafé: de G1125; documento, i.e. santo Escrito (o su contenido o declaración en él): - escritura.

 

V.39:    

R329 Ἐραυνᾶτε aquí aparentemente es un verbo indicativo: ustedes escudriñan.

 

R1183 Καί significa: y sin embargo (comp. 1:5).

 

BD273(3) El participio con artículo αἱ μαρτυροῦσαι se usa como un predicado nominal: ellas que testifican.

En el gr. las dos formas se escriben igual y el contexto normalmente determina cuál corresponde, pero aquí se admite cualquiera de los dos:

·      No estaban equivocados en pensar que el camino para la vida eterna se encontraba en las Escrituras1);

·      Su error fatal era el de pensar que:

Ø La lectura y

Ø Aprendizaje de ellas,

Ø de por sí,

Aseguraba la vida eterna.

Plummer comenta que los escribas hacían un estudio meticuloso de la palabra escrita, pero dejaron de ver la Palabra viviente revelada en ella:

·      El mandato no es leerlas,

·      Ni aprenderlas de memoria,

·      Ni aún estudiarlas,

·      Sino escudriñarlas2).

Duele pensar en el enorme tiempo que los escribas dedicaban a la lectura, sin captar la verdad. Ese peligro también existe hoy en día.

Encontramos en el Evangelio de Juan lo que se llama tonos trágicos, como aquí (v. 40) y en 1:11. El gran Médico presenta su diagnosis del grave mal que afectaba al pueblo judío en general, comenzando con los mismos líderes religiosos. No era falta de revelación, ni falta de oportunidad, sino de su no querer”. En el fondo de toda persona que rechaza a Jesús y su mensaje, habiendo tenido la clara presentación del evangelio y la oportunidad de responder, está el eterno no querer, la voluntad contraria.

La tragedia consiste en que Dios ha provisto todo lo necesario para que toda persona tenga vida eterna y abundante en su Hijo y, sin embargo, la mayoría la rechaza, resultando en su propia condenación.

La situación se compara con el caso de un médico que ofrece a un moribundo una medicina para una cura instantánea, y el moribundo la rechaza. Aquí se muestra la voluntad del hombre como libre para aceptar o rechazar la oferta de Dios. El hombre tiene sólo dos opciones:

Ø Creer en y obedecer a Cristo;

Ø O no creer en Cristo y desobedecerlo.

Jesús introduce otro elemento que comprueba su reclamo de ser el Hijo de Dios. Gloria (v. 41) significa algo como estima o alabanza. No era guiado por el deseo de congraciarse con la gente y recibir su aplauso. Antes había dicho que no recibía el testimonio de parte de los hombres (v. 34), pero ahora rehúsa la gloria.

Parece que él está anticipando la objeción de que su queja con ellos tenía que ver con su deseo del aplauso del hombre. Ellos sí buscaban la gloria de los hombres, pero él no la quería, no la necesitaba, no la buscaba y no la recibiría.

Véase Parte III.



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