Exorcistas & Exorcismos:
(Hechos 19:13-17)
“Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los
que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro
por Jesús, el que predica Pablo…”. (Hechos 19:13-17)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Todos hemos oído hablar alguna vez de
exorcistas o exorcismos. Hallamos un
ejemplo muy conocido en la Biblia en el libro de los Hechos de los Apóstoles
capítulo 19 con los siete hijos de Esceva como protagonistas. Allí se nos dice
que éstos eran exorcistas ambulantes en la ciudad de Éfeso.
En el tiempo que transcurren los hechos narrados por el historiador
Lucas, compañero de Pablo en algunos de sus viajes misioneros, Éfeso era una
ciudad populosa con más de doscientos mil habitantes y sede de toda clase de
hechiceros.
El apóstol Pablo coincidió en el tiempo con estos exorcistas hijos de
Esceva, un judío jefe de los sacerdotes. Los milagros que Dios hacía por mano
de Pablo impactaron a tal punto que los propios exorcistas copiaban las
palabras que usaba el apóstol como si de un conjuro mágico se tratase.
Dado que los exorcistas consisten en pronunciar palabras con poder
mágico para invocar a dominar a los espíritus, los hijos de Esceva no dudaron
en hacer lo propio a la hora de ejercer su oficio en Éfeso.
Sin embargo, el resultado obtenido no fue el esperado y recibieron una
paliza de escándalo. De lo ocurrido allí podemos sacar algunas lecciones.
“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios…”. Mr. 16:17.
Cual es el poder con que fueron investidos ellos y, en su esencia, todos cuantos proclamen fielmente y crean sinceramente el Evangelio de Jesucristo: “Y estas señales acompañarán a los que crean”: Harán maravillas en el nombre de Cristo (Mr. 16: 17), el mismo nombre en el que han sido bautizados, en virtud del poder recibido de ÉL, y alcanzado en cada caso mediante la oración. Son mencionados algunas señales en particular: “Expulsarán demonios”, este poder era, en los tiempos apostólico más común que ningún otro.
1. La
Existencia De Los Demonios:
El célebre escritor Irlandés C. S. Lewis
al inicio de una de sus novelas ya dijo: “En lo que se refiere a los
diablos, la raza humana puede caer en dos errores iguales y se signó opuesto:
·
Uno consiste en no caer en su existencia.
·
El Otro, en creer en los diablos y sentir
por ellos un interés excesivo y malsano”.
La Biblia no deja lugar a dudas en cuanto a la existencia real de los demonios1) como espíritus inmundos, malignos, como ángeles
caídos, que siguieron a Satanás en su rebelión contra Dios su Creador.
Es tal su inquina hacia los hombres que pueden llegar a tomar posesión de sus
cuerpos y subyugarlos.
Curiosamente, es con la llegada al mundo de Jesucristo, el Hijo de Dios,
que proliferan sus manifestaciones en la Biblia. No es de extrañar que sea así.
La luz había venido para invadir las tinieblas. El reino de los cielos se había
acercado para deshacer las obras del maligno. Muchas almas iban a ser
rescatadas de la potestad del maligno y trasladadas al Reino del Amado Hijo de Dios.
Por tal motivo existen muchos relatos de enfrentamientos de estos seres malignos con el Señor Jesús. Los diablos conocen perfectamente quién es Jesús y saben que les queda poco tiempo. También saben quiénes son los hijos de Dios, pues en ellos habita el Espíritu Santo que los protege de sus ataques.
NOTA:
Demonios & Satanás:
(gr., daimonia).
Espíritus malignos (Mt. 8:16; Lc. 10:17; 10:20; comparar Mt. 17:18 y Mr. 9:25).
Pablo (Ef. 2:2; 6:12) y Juan (Ap. 16:4) hablan de la naturaleza inmaterial e
incorpórea tanto de Satanás
como de sus huestes demoníacas.
Como seres o personalidades puramente espirituales,
los demonios
operan más allá de las leyes del reino natural y son invisibles e incorpóreos.
Sin embargo, pueden ser vistos (2 R. 2:11; 6:17).
En una visión apocalíptica, Juan vio la terrible
erupción de los demonios
en forma de langostas del abismo en el día final (Ap. 9:1-12), así como los
tres horribles espíritus que emanan de la trinidad satánica como ranas (el dragón, la
bestia y el falso profeta) en la
tribulación para juntar los ejércitos del mundo para su suerte predestinada en
Armagedón (Ap. 16:13-16).
(heb., satan;
gr., Satan
o Satanas,
un adversario). Es el principal de los espíritus caídos, el gran adversario de Dios y
del hombre. Sin el artículo, la palabra hebreo se usa en un sentido general
para denotar a alguien que es un oponente, un adversario:
por ejemp., el
ángel que estorbó a Balaam (Núm. 22:22),
David como un posible oponente en batalla (1 Sam. 29:4) y un adversario
político (1 R. 11:14). Con el artículo definido como prefijado, es un nombre
propio (Job 1—2; Zc. 3:1-2), designando a Satanás como una personalidad. En el
Salm. 109:6, el artículo está ausente y la referencia pudiese ser de un
adversario humano (comparar RVA, un acusador), pero generalmente se reconoce
que en 1 Cron. 21:1 la palabra es un nombre propio sin el artículo.
En el NT., el término Satanás, trasliterado
del heb., siempre designa al Satanás personal (pero comparar Mt. 16:23; Mr. 8:33).
Él es llamado muchas veces el diablo
(gr., diabolos), que significa el calumniador (Mt. 4:1; Lc. 4:2; Jn. 8:44; Ef. 6:11; Ap. 12:12).
Otros títulos o denominaciones descriptivas aplicadas a él son: Abadón o Apolión (Ap. 9:11); acusador de nuestros hermanos (Ap. 12:10); enemigo, gr. antidikos (1 P. 5:8); Beelzebul (Mt. 12:24); Belial (2 Cor. 6:15); el que engaña a todo el mundo (Ap. 12:9); el maligno (Mt. 13:19; 13:38; 1 Jn. 2:13; 5:19); el padre de mentira (Jn. 8:44); el dios de esta edad (2 Cor. 4:4); homicida (Jn. 8:44); la serpiente antigua (Ap. 12:9); el príncipe de este mundo (Jn. 12:31; 14:30); el príncipe de la potestad del aire (Ef. 2:2); el tentador (Mt. 4:5; 1 Ts. 3:5).
2. El Uso
Supersticioso Del Nombre De Jesús:
De la misma manera que aquellos farsantes exorcistas judíos tomaron el
nombre de Jesús como una fórmula mágica para sus encantamientos, lo siguen
haciendo en la actualidad muchos hombres y mujeres de nuestra sociedad. En
algunos casos usan el nombre de Jesús para tener buena suerte.
Vemos a deportistas santiguarse o mirar al cielo al inicio de una competencia implorando la victoria sobre sus contrincantes, amar de casa que le piden a Jesús cualquier deseo confiando que en Su nombre les será dado. A diario sabemos de personas que no practican la fe cristiana en absoluto, pero que emplea en este sentido mágico el nombre de Jesús.
Lo terrible es que esto mismo pueda pasar en la Iglesia del Señor. Y se esté tomando el nombre de Jesús como una aspirina contra todos los males o peor aún como un arma arrojadiza contra Satanás. Basta con decir: “En el nombre de Jesús te ordeno Satanás…” para que el diablo obedezca nuestras órdenes. Estas frases mágicas y conjuros contra Satanás son pura fantasía.
1- Veamos
Dos Citas Bien Claras:
Marcos 9:38-40: Porque no nos seguía. Nótese: otra vez el tiempo imperfecto.
Evidentemente, Juan quería cambiar de tema debido al apuro y embarazo provocado
por su disputa. Así que le habló de un caso de gran celo de parte suya
esperando alabanza de parte de Jesús.
Quizá lo que Jesús acababa de decir en el versículo 37 suscitaba una
duda en la mente de Juan en cuanto a lo adecuado de su excesiva estrechez. Es
preciso conocer la diferencia entre la lealtad a Jesús y la defensa de los
propios estrechos prejuicios.
V.39. No se lo impidáis.
Dejad de impedírselo (më y el presente de imperativo) tal como había estado
haciendo Juan.
V.40. El que no está en contra
de nosotros, está a favor de nosotros. Este profundo dicho arroja una gran cantidad de luz en cada dirección.
El complemento de este logion
es el de Mateo 12:30: «El que
no está conmigo, está contra mí». Ambos son necesarios.
Algunas personas se imaginan que realmente están por Cristo, cuando rehúsan tomar postura abierta con y por Él.
Lucas 9:49-50: Tomando la palabra Juan Marcos. Como si Juan quisiera cambiar de tema
después de la situación embarazosa en que habían quedado por la reprensión por
su disputa acerca de la grandeza (Lc. 9:46–48). Maestro (epistata). Sólo en Lucas en el
NT., y ya en cuatro ocasiones (5:5; 8:24, 45; 9:33). Se lo prohibimos.
Imperfecto conativo como en Marcos 9:38: Intentamos impedírselo. Porque no
sigue con nosotros. Tiempo presente preservado por su vividas, donde Marcos
tiene el imperfecto ëkolouthei.
Nótese: aquí también «con nosotros» donde Marcos tiene el instrumental
asociativo hëmin. Es una mísera muestra
de estrechez partisana y de soberbia incluso en el Discípulo Amado, uno de los
Hijos del Trueno. Aquel hombre estaba haciendo la obra del Maestro en el nombre
del Maestro y con el poder del Maestro, pero no pertenecía al grupo de los
Doce.
V.50. Contra vosotros, está de vuestra parte. Marcos 9:40 tiene «contra nosotros es por nosotros».
En griego Koiné la ë y la ü se pronunciaban frecuentemente de un modo
idéntico y era fácil intercambiarlas. Así, muchos MSS. tienen aquí la misma
lectura que Marcos.
El quid es precisamente el mismo por cuanto es un dicho proverbial. Véase el dicho similar en Lucas 11:23: «El que no está conmigo, contra mí está». La prohibición aquí, como en Marcos 9:39, es general: «No se lo prohibáis», o, mejor: «Cesad de impedírselo» (më köluete, më y el presente de imperativo, no më y el aoristo subjuntivo). Hoy en día es necesaria la lección de tolerancia en los métodos de la obra para Cristo.
Los exorcismos de la Iglesia Católica y los que vemos en las películas son pura imaginación de los hombres o meros engaños del maligno. Es de Dios solamente el poder y no de las palabras humanas como si éstas por sí mismo encerraran un encantamiento especial.
La autoridad de invocar el nombre del Señor Jesús ha sido concedida
únicamente a los creyentes (Mr. 16:17; véase Lc. 10:17-20). El nombre de Jesús no puede utilizarse como algo mágico para lograr
buenos o malos resultados. No existe ninguna garantía de poder cuando se
pronuncia caprichosamente, particularmente en una situación en que se realiza
alguna actividad religiosa formal.
Sin embargo, cuando se invoca con fe en el poder del Espíritu Santo, puede esperarse que
se manifieste su potencia y su gloria. Inherente al nombre de Jesús no es sólo su autoridad, sino la plenitud de su
naturaleza y carácter. Así que toda oración ofrecida, o ministerio iniciado, en
el nombre de
Jesús, debe estar de acuerdo con su ser y propósitos. (véase Jn. 14:13).
NOTA Jn.14:13. La oración ofrecida en el nombre de Jesús
está en concordancia con su naturaleza y propósitos revelados, y cuenta con
todo el peso de su autoridad.
2- Dos
Clases De Siervos. Mateo 7:21-23:
Este párrafo destaca otro factor que hace difícil entrar en el camino
angosto y caminar en él: el autoengaño.
Entrar en el reino (v. 21) es equivalente a entrar en el camino angosto y
caminar en él. Jesús
presenta el caso de dos siervos:
Ø Uno tuvo cuidado de descubrir y
realizar la voluntad de Dios. Como súbdito en
el reino de los cielos, se somete a su Rey y le obedece conscientemente. Su
prioridad número uno es agradar a su Señor. La introducción del párrafo —no todo el que...
(v. 21)— admite que también los verdaderos siervos del Señor dicen y hacen
cosas maravillosas, pero su prioridad es otra.
Ø El otro, en cambio, se encuentra entre los que se ocuparon de “decir” y “hacer” muchas cosas, verdaderos activistas. Pronunciaron las palabras y fórmulas religiosas correctas, llamaban a Jesús Señor, Señor (v. 21). Realizaron muchas obras poderosas (milagrosas), inclusive profecías, exorcismos. Juzgando por los “frutos” exteriores, uno llegaría a la conclusión de que se trata de un verdadero gigante espiritual, un profeta al par de Elías o Eliseo, un apóstol como Pedro o Pablo.
La respuesta, o confesión abierta, de
Jesús a las personas que se describen en el v. 22 es triple:
(1) Nunca os he conocido. Significa
que nunca jamás habían entrado en una relación personal y salvadora con Cristo.
No se trata de una supuesta apostasía.
(2) ¡Apartaos de mí! es la sentencia reservada para los incrédulos, los
enemigos del reino (comp. 25:41). Dios no permite en su presencia tales
personas.
(3) Obradores de maldad presenta la clave en
el pasaje.
Aunque nos sorprende la severidad con que Jesús trató a este grupo que
había actuado tan bien, según las normas de los hombres, cuando analizamos el
término “maldad”
(anomía G458) comenzamos a
entender la gravedad de su vida y obras. El término significa literalmente “sin ley”,
o “transgresión de la ley”.
De este término viene la palabra “antinomiano” que usamos para describir a uno que
vive al margen o fuera de la ley.
Describe a las personas que se rebelan contra la ley establecida, viven fuera de la ley, son anarquistas, no reconocen la autoridad del Rey de los cielos y la tierra. Se niegan a orar venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra (6:10).
En resumen, estas personas que son rechazadas por Jesús viven en mentira, se
engañan a sí mismas, procuran establecer su propia justicia en base a obras
como los fariseos y escribas (comp. 5:20).
Por lo tanto, se encuentran en el camino espacioso que conduce a la perdición.
Algunos son engañados por los falsos profetas y no logran entrar en el
camino angosto.
Otros, peor aún, se engañan a sí mismos y no entran en el reino. El
resultado es el mismo.
Otra vez nos encontramos con la verdad
fácil de olvidar:
·
Jehová no mira lo que mira el hombre;
·
Pues el hombre mira lo que está delante
de sus ojos, pero Jehová mira el corazón (1 Sam. 16:7).
Esta verdad debe llevar a todo súbdito del reino a un sincero examen
diario de sí mismo delante de Dios, preguntando:
Ø “¿Soy yo un verdadero siervo tuyo, Señor?”.
3. La
Verdadera Liberación Del Hombre:
La situación en que se encuentra el ser humano caído en el pecado y
separado de la comunión con Dios desde Edén es tan terrible que Jesús la define
como criaturas hijas del diablo. Es verdad que no todos llegan al agónico
estado de ser poseído por los demonios como si fueran auténticas y vulnerables
marionetas sufriendo en sus propios cuerpos y haciendo sufrir a otros muchos
males perniciosos.
Pero sin llegar al extremo de la posesión, la Biblia revela claramente que el estado espiritual de todo aquel que no es un hijo de Dios no es otro que el de hijo del diablo.
Jesús se presentó como el único y gran
libertador del hombre: “Si el Hijo os libertare,
seréis verdaderamente libres”. Es así como por medio del arrepentimiento y la fe en Jesús el hombre
recibe liberación y salvación. No por conjuros mágicos ni nada por el estilo.
Sólo la conversión a Jesucristo garantiza la liberación de Satanás,
entonces “el
maligno no nos toca”. Y si bien aún persiste en andar alrededor del
creyente queriendo devorarlo, el Señor ha prometido guardar a sus hijos por su
Espíritu de tal modo que ningún poder espiritual podrá separarlos del amor de
Dios que es en Cristo Jesús. La receta de Santiago es: “Someteos pues a Dios, resistid a diablo y huirá de vosotros”. (Stg.
4:7).
NOTA: Primera
dupla, Stg. 4:7. La primera dupla de imperativos:
Ø Someteos pues a
Dios.
Ø Resistid al
diablo, y él huirá de vosotros (4:7) Fija el tono de toda
la serie.
Aunque ambos términos están expresados en imperativo:
·
El primero, someteos, está en voz pasiva;
·
Mientras que el
segundo, resistid, en voz activa.
Una traducción más cercana al texto sería:
v “Permitid a Dios someteros, y
v Resistid
al diablo”.
Como dos caras de la misma moneda, ambas cosas se
implican y se necesitan. La única manera de resistir
al diablo es someterse a Dios, así como la única manera de someterse a Dios es
resistir al diablo.
Someteos = jupotasso G5293,
significa “meterse
debajo”, subordinarse, ponerse en sujeción, obedecer, ponerse al
mando de otro.
Resistid = antijistemi G436,
por su parte, significa oponerse, ponerse a uno mismo en oposición a otro,
contradecir, contrariar, rechazar. La implicación es obvia:
· La única manera de recibir la gracia de Dios
es por la voluntad de Dios, de modo que no hay nada que nosotros mismos podamos
hacer por lo cual podamos someternos a Dios.
Todo lo contrario, sucede con el diablo. El diablo se entromete con nosotros, nos busca y nos
ataca, por eso debemos tener siempre frente a él una actitud de abierta y
decidida oposición. Si resistimos,
el diablo huye (Mt. 4:11; 1 P. 5:8, 9; Ef. 6:11–13).
Ayuda Hermenéutica:
ὑποτάσσω = jupotásso G5293 de
G5259 y G5021; subordinar; reflexivamente obedecer: - bajo, sometido,
sujeto, sumiso.
ἀνθίστημι = andsístemi G436 de G473 y G2476; pararse en contra, i.e. oponerse: - oponer, resistir, contradecir. (Strong).
4. El Poder
De Un Libro:
“Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata”. (Hechos 19:19)
Hechos 19:19. Y muchos de los que habían practicado la
magia. Un considerable número de los mismos ejecutantes o
exorcistas que sabían que habían sido unos embaucadores fueron llevados a
renunciar a sus perversas prácticas. La palabra perierga
(curioso)
es un antiguo término (peri, erga), originalmente un buscador de
bagatelas, un entrometido (1 Tim. 5:13), luego impertinente y cosas de magia
como aquí.
Sólo hay dos ejemplos de esta palabra en el NT. Es un término técnico
para la magia, como lo muestran los papiros y las inscripciones.
Deissmann (Bible Studies, pág. 323) cree que estos libros que fueron
quemados aquí eran como los Papiros Mágicos ahora recobrados de Egipto. Los
quemaron delante de todos. Imperfecto activo de katakaiö.
Es probable que se precisara de un buen rato para ello, los quemaron del todo (kata =
abajo,
uso perfectivo de kata). Estos Papiros Mágicos o tiras de
pergamino con símbolos o frases mágicas escritas en ellas se llamaban Ephesia
Grammata (Letras Efesias).
Estas Letras Efesias se usaban como amuletos o sortilegios. Trajeron (sunenegkantes),
BAS, «juntando».
Participio aoristo segundo activo de sunpherö.
¡Qué gloriosa hoguera la que se haría en cada ciudad
si todos los libros, opúsculos, revistas y diarios de carácter blasfemo
pudieran ser reunidos y quemados! Hecha la cuenta (sunepsëphizan). Primer aoristo activo de
indicativo de sunpsëphizö, contar
juntamente. En la LXX en Jeremías 29:4. Sólo aquí en el NT. Sunkatapsëphizö en 1:26. Cincuenta mil
piezas de plata (arguriou muriadas pente).
Cinco diez miles (muriadas)
de piezas de plata.
Éfeso era mayormente una ciudad griega, y probablemente las piezas de
plata eran dracmas griegas o denarios latinos; contando que fueran dracmas
griegas, se trataba de 180 kilogramos de plata, una gran cantidad de dinero,
probablemente entre 500,000 y 1’000,000 dólares USA en su valor actual (1987,
traductor).
La historia de los acontecido en Éfeso finaliza con la quema de los libros mágicos. Como muestra del arrepentimiento genuino los creyentes hicieron una hoguera donde quemar sus libros de magia.
Eran basura, no servían para nada, eran puro
engaño. El poder sólo era de Dios y su Palabra. Otro libro
ocuparía en el futuro el corazón de la humanidad, un libro que no pierde su
poder trasformador porque es la poderosa Palabra de Dios.
En él la buena noticia de la Salvación por la Gracia de Dios a través de la fe en Jesucristo ha seguido trasladando a pecadores desde el reino de las tinieblas al reino del amado Hijo de Dios. Ese libro es la Biblia y ninguna hoguera ha podido ni podrá acabar con él.
5. Que Paso
En Éfeso:
“Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los
que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro
por Jesús, el que predica Pablo… Había siete
hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto… Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús
conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes
sois?... Y el hombre en quien estaba el espíritu
malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que
huyeron de aquella casa desnudos y heridos… Y
esto fue notorio a todos los que habitaban en Efeso, así judíos como griegos; y
tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús…”. (Hechos 19:13-17)
En los vv. 13-18 encontramos la narración acerca de los hijos de Esceva. La magia y el espiritismo estaban muy difundidos en Efeso. El exorcismo era una práctica común. Si el exorcista conocía el nombre de un espíritu más poderoso que el que había entrado en la persona afectada, al pronunciarlo podía sobreponerse al espíritu malo y hacerlo salir.
exorkistes = (ἐξορκιστής, G1845) denota:
(a) A uno que administra un
juramento;
(b) A un exorcista;
·
Relacionado con exorkizo =
conjurar;
·
De
orkos
= juramento;
· Uno que emplea una fórmula de
conjuración para la expulsión de demonios (Hech.19:13).
La práctica del exorcismo la llevaban a cabo judíos ambulantes, que usaban sus poderes en la invocación de nombres particulares. (VINE).
Algunos judíos exorcistas que vieron los milagros realizados por Pablo
quisieron pervertir el uso del poder divino. Ellos pensaron que el nombre Jesús
era una palabra mágica que podía ser usada para lograr sus propios fines
egoístas.
El fracaso de los judíos exorcistas, los siete hijos
de un tal Esceva, un judío, principal
de los sacerdotes (v. 14) fue usado para advertir a la gente que el poder
espiritual que es de Dios no podía ser pervertido.
NOTA: Hechos 19:13: exorcistas. Magos que
podían echar demonios. La lección de
esta historia (vv. 13-17) es que, para usar el nombre de Jesús con eficacia en
un exorcismo,
es menester
estar completamente dedicado a ÉL. En contra de las teorías de la
magia de aquel tiempo, el nombre por sí mismo no podía
hacer nada; de hecho, este abuso se volvió contra los que lo practicaban (v.
16).
Ayuda Hermenéutica:
Σκευᾶς = Skeuás G4630 aparentemente de origen latín; zurdo; Esceva, un israelita: - Esceva. (Strong).
Su fracaso infundió a todos, fieles e infieles,
un saludable temor. El resultado fue
que muchos de esos farsantes, y muchos de los necesitados también, vieron lo
equivocados que estaban. Las prácticas (v. 18) que ellos declaran no son
simplemente acciones pecaminosas, sino supersticiones,
hechicerías y otras cosas por el
estilo.
Nada puede demostrar más definidamente la realidad del cambio que el hecho de que en la supersticiosa Éfeso estuvieran dispuestos a quemar los libros y amuletos que les reportaban tantas ganancias.
Concluyo:
Ni Cristo ni los apóstoles echaron fuera a los demonios con fórmulas
mágicas ni ritos misteriosos, sino por la autoridad de Dios (Mt. 8:16; 10:1; Mr.
5:13; Lc. 4:35).
La única vez que se usa la palabra "exorcista"2) en el Nuevo Testamento es para condenar la práctica y
a los exorcistas
profesionales que eran muy comunes en aquel tiempo (Hch. 19:13; comp.
Mt. 12:27; Mr. 9:38; Lc. 9:49, 50).
El fracaso de los exorcistas en Hch 19 no se debió a la ineficacia del conjuro, sino a que no conocían a
Cristo, cuya autoridad reconocían los demonios (19:15).
Bien diferente es el caso del Señor Jesús y de sus discípulos, que
echaban malos espíritus por la autoridad divina, y sin recurrir en absoluto a
los procedimientos del exorcismo.
___________
Nota y Bibliografía:
1) daimonion
= (δαιμόνιον,
G1140), no un diminutivo de daimon,
Nº 1, sino neutro del adjetivo daimonios,
perteneciente a un demonio. Se traduce demonios en todos los pasajes en que
aparece, a excepción de Hech. 17:18, donde denota una deidad pagana inferior.
Los demonios son los agentes espirituales que actúan en toda idolatría.
El ídolo
en sí no es nada, pero cada ídolo tiene un demonio asociado que induce idolatría,
con su adoración y sacrificios (1 Cor. 10:20-21; Ap. 9:20; comp. Deut. 32:17;
Is. 13:21; 34:14; 65:3; 65:11). Diseminan errores entre los hombres, y tratan
de seducir a los creyentes (1 Tim. 4:1). Como espíritus seductores engañan a
las personas a la suposición de que a través de mediums
(los que poseen «espíritus familiares», Lv. 20:6; 20:27, por ejemp.) pueden tener comunicaciones con seres humanos
fallecidos. De ahí el destructivo engaño del espiritismo, prohibido
en las Escrituras (Lv. 19:31; Deut. 18:11; Is. 8:19). Los demonios tiemblan
ante Dios (Stg. 2:19); reconocían a Jesús como Señor y como su futuro Juez (Mt.
8:29; Lc. 4:41). Cristo los echaba fuera de los seres humanos con su propio
poder. Sus discípulos lo hacían en su nombre, y ejerciendo fe (por ejemp., Mt.17:20).
Actuando
bajo la autoridad de Satanás (comp. Ap. 16:13-14), se les permite a los
demonios afligir con enfermedades físicas (Lc. 13:16). Siendo impuros, tientan
a los seres humanos con pensamientos impuros (Mt. 10:1; Mr. 5:2; 7:25; Lc. 8:27-29;
Ap. 16:13; 18:2, etc.). Difieren en grados de maldad (Mt. 12:45). Instigarán a
los gobernantes de las naciones al final de esta edad a que hagan guerra en
contra de Dios y de su Cristo (Ap. 16:14). Véase DIABLO. (VINE).
2) exorcista. (Del lat. exorcista,
y este del gr. ἐξορκιστής). com. Persona que exorciza
[*]. || 2. m. Rel. Clérigo que en virtud de orden o grado menor eclesiástico
tenía potestad para exorcizar. Exorcizar
[*]. (Del lat. cristiano exorcizāre, y este del gr. ἐξορκίζειν).
tr. Rel. Usar
oraciones y exorcismos contra el espíritu maligno. Microsoft®
Encarta® 2009.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- e-Sword-the. LEDD.
-
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 7//08//2021.
MISIÓN BAUTISTA “Emanuel”. Ciudadela de Noé.
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