miércoles, 4 de agosto de 2021

Parte IV: COMENTARIO A OSEAS: “El Amor Leal De Dios”: (I)

 Parte IV:

COMENTARIO A OSEAS: “El Amor Leal De Dios”: (I)

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Son estos capítulos los únicos que contienen la frase: “En aquellos días no había rey en Israel, y cada uno hacía lo que le parecía recto ante sus propios ojos (Juc. 17:6; Juc. 21:25; y sus derivados en 18:1 y 19:1). Oseas toma esta frase como condenación de los dos eventos preservados en estos capítulos:

·    El primero cuenta la idolatría de Micaías que tuvo su efecto en Israel desde Efraín hasta Dan.

·  La segunda cuenta el pecado sexual de Gabaa que también afectó a todo Israel. Para Oseas estos dos pecados, la idolatría y el pecado sexual, todavía constituyen la doble iniquidad que destruye al Israel actual.

 

v En La Segunda Parte De Esta Sección (vv. 11-13), Oseas Usa Una Metáfora Agrícola Para Explicar Otro Motivo Del Fin De Israel.

El pasado, futuro y presente de Israel se describen. El Señor escogió a Israel y el pueblo era obediente a esta elección. En el principio era fácil, como una vaca puede trillar y comer a la vez. Sin embargo, Dios esperaba más de su pueblo. Puso sobre Israel un yugo bello, bien hecho, ajustado y fácil de llevar (comp. Mt. 11:29-30), pero la nación se volvió en una vaca rebelde (comp. 4:16). Dios adorna a Efraín para que sea más útil en su obra.

Podemos traducir el v. 11b así: “Judá debe arar, y Jacob debe allanar para sí”. Dios tuvo una esperanza de servicio futuro por parte de Israel. Deben sembrar justicia (v. 12a), o sea actos conformes al pacto, y deben segar lealtad. Deben abrir los surcos de una relación personal con Dios para recibir las ricas bendiciones de su salvación o su justicia activa.

Sin embargo, la realidad actual de Israel no era igual a su comienzo en el desierto ni a la esperanza futura a que fue llamado. En el presente el pueblo se mostró culpable de impiedad, injusticia y mentira. El fracaso de Israel en no ser fiel a su llamado es otro motivo de su destrucción.

La unidad termina empleando una vez más el simbolismo de la guerra (vv. 14, 15). En vez de hablar de Gabaa y la guerra, allí usa el evento más reciente de Salmán en Betarbel (ver notas en la RVA). Con toda probabilidad, estas palabras se refieren a la campaña de Salmanasar III en su decimoctavo año (el año 841 a. de J.C.) cuando por primera vez los asirios pisaron la tierra de Israel. En esta campaña Salmanasar III pasó al sur de Damasco por Transjordania y el norte de Israel hasta el monte Carmelo en la costa.

Se poseen hoy los relatos asirios del evento tan destructivo como el obelisco negro que muestra a Jehú doblado ante Salmanasar, pagando tributo. Por su idolatría, sus cultos sexuales y su incapacidad de ser fiel a su elección, Israel experimentará su fin con toda la violencia de una guerra.

El Amor De Dios Por Su Pueblo. Os. 11:1-12. 

13. ¿Pecado Del Hombre o Amor De Dios?, 11:1-11.

Esta sección termina la segunda parte principal del libro de Oseas. La unidad es paralela a 2:2-23. Sin embargo, en este caso no es un asunto entre una pareja, sino que ahora se trata de un juicio contra un hijo contumaz y rebelde, una ofensa capital (comp. Deut. 21:18-21). Como en el cap. 3 se ofreció una invitación de reconciliación en un matrimonio roto, este pasaje también ofrece la posibilidad de una reconciliación entre padre e hijo.

El profeta nunca niega la realidad del pecado ni su efecto, no obstante, Oseas declara que el amor divino es más poderoso que el pecado. El amor de Dios al fin triunfará.

Dios inicia el juicio recalcando su bondad como padre (v. 1). Desde los días cuando Israel era solo un niño, lo amó y lo llamó como hijo. Es interesante que la palabra muchacho (v. 1a; na’ar  H5288) también puede significar esclavo”, y el versículo puede entenderse como un cambio en posición, de esclavo a hijo (comp. Jn. 15:15); pero aquí el vocablo heb. es mejor entendido como una descripción de Israel como un menor. Los dos verbos, amar y llamar, son del vocabulario hebreo de la doctrina de elección.

Oseas usa las tradiciones del éxodo para hablar del hecho que Israel fue elegido por Dios. Amar subraya la libertad y la gracia de Dios en escogerlo. Se usa este verbo de la relación entre un rey y sus vasallos tanto en Mari como en las cartas de Amarna (ver Diccionario Bíblico Arqueológico) para mostrar el papel de benefactor del rey a los que son leales. La elección trae una demanda de fidelidad.

Llamé (v. 1b) subraya que el Señor ha proclamado a Israel: mi hijo (v. 1b). Pero también el verbo convoca a Israel con un propósito. Israel ha sido llamado como un hijo. Este llamamiento no es un simple privilegio, sino que es una comisión al servicio.

El yo del v. 3 es enfático. Dios sigue mostrando que es un buen padre. En realidad, en Israel era más una tarea de la madre el enseñar al hijo a caminar y curar sus heridas. En el v. 4 la metáfora de Dios como madre continúa. Dios muestra los lazos del amor familiar en levantar el bebé a su mejilla e inclinarse a él (el pronombre es singular en heb., aunque varias versiones traducen con el sentido de plural común) para alimentarlo.

También, puede traducirse: “Y tiernamente le di a comer”. De todas maneras, Oseas enfatiza que no es por negligencia o descuido paternal que el hijo es rebelde. Israel tiene la culpa. Resiste toda autoridad, se va y no reconoce la soberanía del Padre.

La sentencia se pronuncia en los vv. 5 al 7: …volverá a la tierra de Egipto, y el asirio será su rey; porque no quisieron volver a mí. Debemos notar que, aun cuando nuestra traducción de Reina y Valera lo haya incluido por siglos, no debemos leer la palabra no al principio del v. 5 porque en el v. 11a declara Oseas: “Desde Egipto vendrán temblando como un pájaro” (trad. del autor; RVA trad. De Egipto acudirán…).

También en otras partes del libro leemos declaraciones de que Israel volverá a Egipto; ver 7:16; 8:13; 9:3; y 9:6. Si se colocara la palabra en heb. para no al final de la palabra anterior leeríamos: “…para alimentarlos. Volverá…” como tiene la LXX y Dios habla hoy, evitando así una contradicción.

La otra opción es entenderlo como una aseveración: “En verdad, volverá…”. Israel adora a Dios con palabras, pero no lo hace Señor de su vida. Por eso será castigado por medio del destierro. Egipto sirve como el símbolo de la esclavitud para Israel, y su realidad se encontrará en la persona del rey de Asiria, Salmanasar V.

Hay un cambio con los vv. 8 y 9. No obstante, sigue el juicio familiar. El cambio es solo que el padre no tiene el propósito de procurar el ajusticiamiento de su hijo, sino que busca su corrección. Siempre, el padre es amor. Los vv. 8 y 9 se han llamado el Getsemaní del AT, porque observamos la angustia de Dios ante la justicia divina. Como en la cruz, Dios expresa su tremendo amor para con la humanidad y aquí dice: …no volveré para destruir a Efraín, … (v. 9b).

Esta declaración y las otras del v. 9 no significan que Dios cambió su opinión y que ahora no habrá un juicio. Ni debemos entender volver como por segunda vez”, como que el pasaje se originara después del año 722-21 a. de J.C. No volveré significa no me arrepiento de mi propósito en crear a este pueblo”, “no anularé mi plan para el mundo”.

En verdad, Efraín sufrirá guerra y Samaria caerá. No obstante, su destrucción no será como la de Adma o Zeboím que fue con ira y furor (ver Deut. 29:23). Igual como Sodoma y Gomorra, tal destrucción es completa, sin esperanza de nueva vida. Mas el fin del reino del Norte, Israel, no es el fin del pueblo de Dios. Dios no es un hombre, sino Dios. Su propósito es firme, y su capacidad para realizarlo es infinita.

Los vv. 10 y 11 describen la realización del propósito de Dios. Por eso, podemos decir que describen el futuro escatológico igual que 1:10-2:1; 2:16-23; y 3:5. La escatología del libro de Oseas es una escatología profética y no una apocalíptica. En vez de ver un tiempo cuando este mundo y su historia terminarán, Oseas contempla una nueva época de la historia del mundo cuando Dios vendrá y cumplirá perfectamente su voluntad.

Algún día, el pueblo de Dios va a serle fiel y seguirlo. Puede ser que uno no oiga la voz de su padre, pero en aquel tiempo Dios rugirá como león (v. 10c). En 5:14 y 13:7 la figura de león connota juicio; aquí se refiere al gran león africano cuya voz no se pasa por alto.

En este tiempo, la voz de Dios ha de escucharse y su pueblo responderá de todas partes de la tierra habitable; sus hijos acudirán temblando (v. 10d). Parece que el verbo acudir (jarad H2729) tiene el significado básico de saltar y se refiere a un movimiento rápido. Se puede traducir: “Acudirán de prisa”.

La salvación que Dios efectuará incluye entonces la libre y plena voluntad del hombre. Habitarán en sus casas (v. 11c) después del juicio y el castigo. En realidad, por la proclamación de esta salvación comprendemos el propósito redentor de este juicio que Oseas sigue predicando desde 4:1.

Consideramos que aquí la frase dice Jehová (al final del v. 11) podría ser traducida como Oráculo del Señor”. Así se da clausura a toda la sección 4:1-11:11. Comenzó esta sección con: “Oíd la palabra del Señor” (4:1a) y termina con el énfasis en que todo lo expresado ha sido la Palabra de Dios. Elección, pecado, juicio y la promesa de salvación son los componentes principales de esta palabra de amor.

Pasos sucesivos en la caída de Israel.

(Tomado de Predicando de los libros proféticos, por K. M. Yates, CBP.)

 

George L. Robinson ha sugerido:

 

1. La carencia de conocimiento, 4:6: “Mi pueblo es destruido porque carece de conocimiento.

2.  El orgullo, 5:5: “La soberbia de Israel le acusará en su misma cara”.

3.  La inestabilidad, 6:4: “Vuestra lealtad es como la nube de la mañana y como el rocío de muy temprano se desvanece”.

4. La mundanalidad, 7:8: “Efraín se mezcla con los pueblos; Efraín es como una torta a la cual no se le ha dado la vuelta”.

5. La corrupción, 9:9: “Profundizaron su corrupción”.

6.  Rebelión, 11:7: “Entre tanto, mi pueblo está obstinado en su rebelión contra mí”.

7. La idolatría, 13:2: “Ahora han continuado pecando y con su plata se han hecho, conforme a su entendimiento, ídolos e imágenes de fundición.

IV.    MODELO DE LA HISTORIA. Oseas 11:12-14:8:

1. ¿Jacob o Israel? Os. 11:12-12:14.

Igual que los caps. 4-11, esta sección muestra la estructura de juicio (caps. 12 y 13) y luego esperanza (cap. 14). El tema general de esta parte del libro se expresa en 11:12 y 12:1: Efraín es infiel a Dios y confía en sus propios engaños; también en sus capacidades para hacer alianzas con otros poderes y así sobrevivir.

Llevan aceite (v. 1e) es una expresión sinónima con cortar un pacto según evidencia arqueológica de Asiria y Ebla. Así el v. 1 no se refiere al comercio, sino a la manipulación política de Israel. Confiar en sus propios esfuerzos es apacentarse de viento (v. 1a), o basar la vida en lo que no sostiene. Los pactos políticos con Asiria y Egipto no pueden proveerle la vida a Israel.

La mención de Judá en 11:12 es más difícil de entender. ¿Es una referencia positiva (como 1:7) o negativa (como en 5:5, 12-14; 6:4, 10, 11; y 8:14)? El significado del primer verbo que la RVA traduce divaga (v. 12c; rad  H7300) es difícil.

También puede entenderse como acompañar, seguir”. Con todo, parece que el énfasis está en que Israel sea fiel a los santos, a las huestes celestiales, o a Dios. Parece mejor entender esta frase como un contraste entre la conducta de Israel y Judá. Pero tal interpretación es, a la vez, un problema para la interpretación del v. 2.

El v. 2 es paralelo con 4:1, tanto en función como en gramática. Evidentemente esta queja se aplicó originalmente a Israel/Jacob como a Judá. El pueblo de Dios es enjuiciado por Dios porque su comportamiento es todavía como el del patriarca Jacob/Israel. Se presenta en el capítulo una interpretación original y extraordinaria de las tradiciones de Jacob que no condenan al patriarca, sino que acusan a la nación de Israel en los días de Oseas el rey. La interpretación se divide en tres partes: vv. 3 al 6, vv. 7 al 11 y vv. 12 al 14.


v La primera parte muestra que desde antes de nacer hasta su adultez Jacob luchó para mejorar su posición en una manera que no respetó ni el amor ni la lealtad a su hermano ni a su Dios, sino que se basó en el egoísmo y la arrogancia, casi equivalente a una egolatría.

La nación también usa todos los modos de engaño y fuerza para sostenerse. Sin embargo, en Betel Dios halló a Jacob, y también allí puede hablar con nosotros” (v. 4c; trad. del autor; RVA sigue la LXX y la Peshita, como explica en su nota; el TM tiene el pronombre en primera persona plural).

Oseas aplica la tradición a su pueblo para que la nación cambie su destino, así como Jacob se convirtió en Israel. A pesar del engaño y la idolatría, Dios el Señor, Dios de los Ejércitos (v. 5a), el Dios real puede perdonar. El primer verbo del v. 6 no tiene forma de imperativo, pero lleva la fuerza de una invitación: “Tú, pues, puedes volver a tu Dios; practica la lealtad y el derecho, y espera siempre en tu Dios” (v. 6; trad. del autor).

 

v El pueblo no responde, y Oseas continúa con la segunda parte de la acusación. Jacob/Israel aún supone que es autosuficiente (v. 8a), pero no es así.

En sus negocios es engañador y opresor. La palabra mercader (v. 7a; kanaan H3669) significa también cananeo (ver nota en la RVA). Israel ha perdido su identidad en su búsqueda de autosuficiencia. Ahora es igual a los cananeos. Es rico por sus propios medios, pero todos sus esfuerzos no serán suficientes para borrar el pecado que ha cometido (v. 8c).

La primera acusación presentó la opción de arrepentirse que Israel/Efraín no aceptó. Por eso, esta segunda acusación termina con una sentencia (vv. 9-11). El Dios de Israel aún es el mismo que lo sacó de Egipto. Una vez más Israel volverá a tiendas como en los días del primer encuentro.

No son días de fiesta, sino que se refiere a los días en el desierto cuando Israel no moró en casas ricas sino en tiendas pobres de nómadas. Dios ha instruido a Israel más que adecuadamente. Por eso, si hay iniquidad en Galaad (y ciertamente la hay), o si Gilgal es un lugar del culto ilícito (y ciertamente lo es) el castigo será destrucción total. En esta tercera parte de la reinterpretación de las tradiciones de Jacob hecha por Oseas (vv. 12 y 13), encontramos el uso audaz del matrimonio de Jacob.

Huyó a la tierra de Aram y sirvió allá (v. 12). Israel se sometió a un poder extranjero. El doble uso de la frase por una mujer en el v. 12 contrasta con el doble uso de por un profeta” (sin artículo definido) en el v. 13. Israel sirvió por una mujer simboliza los cultos de fertilidad que Israel utilizó para alcanzar riqueza y la vida fecunda. Pero la vida verdadera y sus bendiciones solo vienen de Dios. él las da por medio de un profeta (v. 13a) o por el culto legítimo y de ninguna manera por los cultos de fertilidad.

 

v El v. 14 es la sentencia de la tercera acusación.

No hay una conjunción al principio del versículo. Es una declaración absoluta. Tampoco aparece la palabra Dios en TM; la frase su Señor sirve como el complemento del v. 14a y el sujeto de los verbos del v. 14b. El sentido es: “Efraín ha provocado con amargura a su Señor, y su Señor dejará sobre él su culpa de sangre; su Señor le retribuirá su deshonra. (Cabe notar que el heb. para Señor usa ’adonai  H113 y no baal  H1167).

Aplicación a La Vida.


Es nuestra responsabilidad, ante la gran necesidad de los que nos rodean, el presentar al matrimonio desde el punto de vista divino.

Hoy que se habla de matrimonios a prueba o temporales, Dios habla de matrimonios comprometidos a amarse el uno al otro y a vivir para el otro. Hasta que la muerte nos separe”. Dios ve las cosas desde su punto de vista.

El amor que la Biblia enseña no es el amor que el mundo presenta. El mundo habla de algo que se siente. Dios habla de algo que se vive: “Ama a tu enemigo”. El mundo habla de algo que se recibe. Dios habla de algo que se da: “Si tu enemigo tiene hambre, dale…”.

El mundo habla de algo que llega inesperadamente. Dios habla de algo que llega deliberadamente: “Orad por los que os ultrajan y os persiguen”. El mundo habla de algo que me ciega y me controla.

Dios habla de algo por lo que puedo optar y que puedo controlar: “Si amáis a los que os aman ¿qué recompensa tendréis?”. El mundo habla de algo que se termina. Dios habla de algo que nunca deja de ser.

El Castigo a Su Pueblo. Os. 12:1-14. 

IV.    MODELO DE LA HISTORIA. Oseas 11:12-14:8:

1. ¿Jacob o Israel?, 11:12-12:14.

Igual que los caps. 4-11, esta sección muestra la estructura de juicio (caps. 12 y 13) y luego esperanza (cap. 14). El tema general de esta parte del libro se expresa en 11:12 y 12:1: Efraín es infiel a Dios y confía en sus propios engaños; también en sus capacidades para hacer alianzas con otros poderes y así sobrevivir.

Llevan aceite (v. 1e) es una expresión sinónima con cortar un pacto según evidencia arqueológica de Asiria y Ebla. Así el v. 1 no se refiere al comercio, sino a la manipulación política de Israel. Confiar en sus propios esfuerzos es apacentarse de viento (v. 1a), o basar la vida en lo que no sostiene. Los pactos políticos con Asiria y Egipto no pueden proveerle la vida a Israel.

La mención de Judá en 11:12 es más difícil de entender. ¿Es una referencia positiva (como 1:7) o negativa (como en 5:5, 12-14; 6:4, 10, 11; y 8:14)? El significado del primer verbo que la RVA traduce divaga (v. 12c; rad  H7300) es difícil. También puede entenderse como acompañar, seguir”.

Con todo, parece que el énfasis está en que Israel sea fiel a los santos, a las huestes celestiales, o a Dios. Parece mejor entender esta frase como un contraste entre la conducta de Israel y Judá. Pero tal interpretación es, a la vez, un problema para la interpretación del v. 2.

El v. 2 es paralelo con 4:1, tanto en función como en gramática. Evidentemente esta queja se aplicó originalmente a Israel/Jacob como a Judá. El pueblo de Dios es enjuiciado por Dios porque su comportamiento es todavía como el del patriarca Jacob/Israel. Se presenta en el capítulo una interpretación original y extraordinaria de las tradiciones de Jacob que no condenan al patriarca, sino que acusan a la nación de Israel en los días de Oseas el rey.

La interpretación se divide en tres partes:

Ø vv. 3 al 6,

Ø vv. 7 al 11, y

Ø vv. 12 al 14.

La primera parte muestra que desde antes de nacer hasta su adultez Jacob luchó para mejorar su posición en una manera que no respetó ni el amor ni la lealtad a su hermano ni a su Dios, sino que se basó en el egoísmo y la arrogancia, casi equivalente a una egolatría. La nación también usa todos los modos de engaño y fuerza para sostenerse.

Sin embargo, en Betel Dios halló a Jacob, y también allí puede hablar con nosotros (v. 4c; trad. del autor; RVA sigue la LXX y la Peshita, como explica en su nota; el TM tiene el pronombre en primera persona plural).

Oseas aplica la tradición a su pueblo para que la nación cambie su destino, así como Jacob se convirtió en Israel. A pesar del engaño y la idolatría, Dios el Señor, Dios de los Ejércitos (v. 5a), el Dios real puede perdonar. El primer verbo del v. 6 no tiene forma de imperativo, pero lleva la fuerza de una invitación: “Tú, pues, puedes volver a tu Dios; practica la lealtad y el derecho, y espera siempre en tu Dios” (v. 6; trad. del autor).

El pueblo no responde, y Oseas continúa con la segunda parte de la acusación. Jacob/Israel aún supone que es autosuficiente (v. 8a), pero no es así. En sus negocios es engañador y opresor. La palabra mercader (v. 7a; kanaan H3669) significa también cananeo (ver nota en la RVA). Israel ha perdido su identidad en su búsqueda de autosuficiencia. Ahora es igual a los cananeos. Es rico por sus propios medios, pero todos sus esfuerzos no serán suficientes para borrar el pecado que ha cometido (v. 8c).

La primera acusación presentó la opción de arrepentirse que Israel/Efraín no aceptó. Por eso, esta segunda acusación termina con una sentencia (vv. 9-11). El Dios de Israel aún es el mismo que lo sacó de Egipto. Una vez más Israel volverá a tiendas como en los días del primer encuentro.

No son días de fiesta, sino que se refiere a los días en el desierto cuando Israel no moró en casas ricas sino en tiendas pobres de nómadas. Dios ha instruido a Israel más que adecuadamente. Por eso, si hay iniquidad en Galaad (y ciertamente la hay), o si Gilgal es un lugar del culto ilícito (y ciertamente lo es) el castigo será destrucción total.

En esta tercera parte de la reinterpretación de las tradiciones de Jacob hecha por Oseas (vv. 12 y 13), encontramos el uso audaz del matrimonio de Jacob. Huyó a la tierra de Aram y sirvió allá (v. 12). Israel se sometió a un poder extranjero. El doble uso de la frase por una mujer en el v. 12 contrasta con el doble uso de por un profeta” (sin artículo definido) en el v. 13.

Israel sirvió por una mujer simboliza los cultos de fertilidad que Israel utilizó para alcanzar riqueza y la vida fecunda. Pero la vida verdadera y sus bendiciones solo vienen de Dios. él las da por medio de un profeta (v. 13a) o por el culto legítimo y de ninguna manera por los cultos de fertilidad.

El v. 14 es la sentencia de la tercera acusación. No hay una conjunción al principio del versículo. Es una declaración absoluta. Tampoco aparece la palabra Dios en TM; la frase su Señor sirve como el complemento del v. 14a y el sujeto de los verbos del v. 14b. El sentido es: “Efraín ha provocado con amargura a su Señor, y su Señor dejará sobre él su culpa de sangre; su Señor le retribuirá su deshonra”. (Cabe notar que el heb. para Señor usa ’adonai  H113 y no baal  H1167).

El Castigo De Dios a Su Pueblo. Os. 13:1-16. 

2. ¿Baal o Dios?, 13:1-16.

El cap. 13 consta de cuatro discursos divinos que proclaman el fin de Israel y su relación especial con Dios. Los vv. 1 al 3 dan un oráculo de juicio que muestra la opción del baalismo y su consecuencia. En los vv. 4 al 8 se encuentra otro oráculo que muestra el rechazo del Señor del pacto, y su consecuencia.

Los dos unen el pasado y el presente para explicar el futuro. Después de un discurso de disputa en los vv. 9 al 11, Oseas presenta el último oráculo de juicio del libro en los versículos 12 al 16.

En el pasado la tribu de Efraín mantuvo el lugar de honor en Israel (Gn. 48:12-20; Juc. 8:1-4). Sin embargo, en el año 733 a. de J.C. perdió su territorio e influencia a manos de los asirios. Dios explica que la pérdida es por la adoración de Baal que increíblemente aún sigue en Israel.

El culto en Betel utiliza la imagen del becerro (también se usa en Éx. 32) e individuos utilizan ídolos más pequeños en sus hogares en el culto de fertilidad. Besar la imagen es una parte del culto de Baal (ver v. 2f; comp. 1 R. 19:18). La sentencia responde a la acusación. Porque Efraín buscó vida en Baal y su control de la naturaleza, será como las cosas de la naturaleza que en realidad no son nada: niebla, rocío, tamo y humo (v. 3).

El segundo oráculo (vv. 4-8) de juicio emplea términos totalmente opuestos a los del baalismo. Dios se presenta como el Dios de la historia que no se limita a ciclos mitológicos. Dios comienza el oráculo con una declaración de su propia bondad (v. 4a) que hace la carga contra Israel aún más horrible.

Ha liberado a Israel de esclavitud para tener una relación especial: “conocer” (yada’  H3045) en el v. 5 equivale a casarse”. Dios dio a su esposa todo, pero Israel es culpable de olvidarse del Señor (v. 6, comp. 2:13). La sentencia ahora es más feroz. Dios personalmente matará a Israel como leopardo, león, osa, o un animal del campo (vv. 7, 8).

Los vv. 9 al 11 dan un discurso de disputa que responde a las objeciones de algunos a este mensaje tan duro del profeta. Ellos aún creen que la nación no será destruida; creen todavía que un nuevo rey y un nuevo pacto pueden arreglarlo todo. Sin embargo, no es el profeta el que responde, sino Dios quien disputa con su pueblo. Desde el principio la monarquía de Israel desafió el señorío del Señor.

Ahora, Dios anuncia que todos los reyes, desde Saúl hasta Oseas, han sido una expresión de su furor, y en su ira los han quitado, desde Saúl hasta Oseas. Esta disputa ocurre durante los últimos tres años de Samaria después de la cautividad del rey Oseas (comp. 2 R. 17:3-5); y contesta a los que piensan en poder establecer a un nuevo rey y que no hay nada que ellos puedan hacer que frustre el plan de Dios para castigar a Israel.

Luego, Dios presenta su último oráculo de juicio a su pueblo en los vv. 12 al 16.

Este oráculo es también muy duro; utiliza el lenguaje militar realista de su día en la sentencia del v. 16.

·      La acusación del v. 13 y

·      La sentencia del v. 15,

Por el contrario, emplea metáforas de fertilidad.

Dios declara que a pesar de todo lo que ha pasado, Israel sigue pecando y no piensa arrepentirse; no habrá un nuevo nacimiento porque Israel es torpe. El padre esperó al hijo por mucho tiempo a pesar de los dolores. Sin embargo, ya se acabó el tiempo.

Ahora no hay más compasión (comp. 11:8), sino que Dios invoca a la muerte y al Seol para que vengan a hacer lo peor a Israel. No nacerá ni producirá. Perderá todo lo que le es tesoro.

Con el v. 16. Oseas deja las metáforas y habla en términos claros y realistas. Israel definitivamente se rebeló contra su Dios. Por eso Dios usará a Salmanasar V como un instrumento de juicio. La ironía es que también Salmanasar y los asirios vienen para castigar a Israel por su rebelión política. Nada puede detener la destrucción de Samaria. En esta destrucción los más débiles sufrirán con los guerreros.

Todos caerán a espada; sus niños serán estrellados, y sus mujeres encintas serán reventadas. Esta gente buscó la vida mediante los cultos de fertilidad y el baalismo; lo que encontró fue solamente la muerte. El cap. 13 termina como se inició, proclamando la muerte de Efraín porque ha dejado al Dios de Israel para seguir a Baal.

La Restauración De Dios Para Su Pueblo Pródigo. Os. 14:1-9. 

3. La Confesión Verdadera y Ra respuesta De Dios. 14:1-8.

Este cap. 14 concluye la tercera sección del libro con una palabra de esperanza para el pueblo de Dios:

·      La primera parte de esta unidad es una confesión que Oseas ofrece al pueblo (vv. 1-3).

·   La segunda parte (vv. 4-8) es la respuesta que Dios daría si su pueblo hiciera suya esta confesión.

Estas palabras de salvación no prometen a Israel algo que sucederá automáticamente, sino que ofrecen una posibilidad de salvación que es condicional. Israel tendrá que arrepentirse en verdad para que se cumpla esta palabra del profeta Oseas.

De nuevo Oseas insiste en que Israel tiene que arrepentirse: ¡Vuelve, oh Israel...! (v. 1a). Esta necesidad de volver es aún más urgente porque Israel ha caído, o ha tropezado como advirtió el profeta en 5:5. Esta palabra de Oseas procede de los mismos días de la destrucción de Samaria en el año 722; son las últimas palabras del profeta.

La nación ha caído, pero el pueblo de Dios todavía puede acercarse al Señor si toma esta confesión en un acto auténtico de arrepentimiento. Ha de confesar su pecado: Quita toda la iniquidad… (v. 2b). El hombre tiene que reconocer que es pecador.

La próxima frase (v. 2c) lit. se traduce, y se puede interpretar siempre como una rendición sin condiciones.

Tal como explica en su nota, la RVA sigue la LXX y la Peshita con su traducción fruto en la cuarta frase del v. 2. La frase el fruto de nuestros labios suena correcto (comp, Salm. 13:2; 18:20; Is. 57:19; Heb. 13:15); pero el TM tiene parim (becerros) en vez de peri (fruto). ¿Es un error textual como las versiones la trataron?

Puede ser; pero también puede ser que el TM preserva un juego de palabras de Oseas que es imposible traducir. En el lugar de fruto, Oseas una vez más hace polémica contra los becerros físicos del baalismo mostrando que el becerro legítimo es la confesión.

La confesión modelo concluye en el v. 3 con un voto que rechaza toda infidelidad a Dios tanto en la política como en la religión. Israel debe declarar que no pondrá su confianza en una alianza política con Asiria. Tampoco lo hará con Egipto, si podemos entender no montaremos sobre caballos (v. 3b) como una referencia a los famosos caballos de Egipto (comp. 1 R. 10:28; Ez. 17:15) que eran usados para carros de guerra. (Ningún ejército del antiguo Cercano Oriente utilizó caballería como la conceptuamos hoy).

Esta confesión también debe incluir la declaración que Israel no confiará otra vez en ningún culto extranjero con sus ídolos y ritos de fecundidad, y reconocer que el Señor encontró a Israel en la historia y que lo adoptó llegando a ser hijo (Ez. 11:1) como un padre adopta a un huérfano en expresión de misericordia (v. 3e; mejor trad. sería “amor paternal”; rajam  H7355).

La última parte de estas últimas palabras de Oseas trae lo que es más sorprendente. Si Israel se arrepintiera, entonces Dios salvaría a su pueblo. La sorpresa no es que Dios los sanaría o los amaría; más bien, reside en los términos que Dios utiliza para describirse. En los vv. 5 al 8 Dios se describe a sí mismo con dos símiles:

Ø Como el rocío (v. 5a), y

Ø Como el ciprés verde (v. 8c).

Las dos figuras son una adaptación del lenguaje del baalismo y muestran la hermenéutica audaz de Oseas de aplicar los símbolos del baalismo al Dios de Israel. Declaran que Dios es el Señor y que solamente el Señor es quien puede proveer la fecundidad en cada aspecto de la vida.

El rocío puede ser la diferencia entre la vida y la muerte en el desierto. Dios es esta diferencia, y solamente mediante su presencia divina Israel crecerá. Las figuras del lirio, (el cedro de) Líbano, y el olivo son metáforas que se utilizan en la poesía de amorver Cantares!).

El lirio blanco de Galilea simboliza belleza y fertilidad, y las raíces del cedro de Líbano simbolizan poder y permanencia. El olivo, que puede vivir y producir fruto por mil años, también es un símbolo de fertilidad y permanencia. Israel tendrá en Dios todo lo que buscó en vano en Baal.

El v. 7 anticipa el símil del v. 8 cuando habla de la sombra de Dios. Es mejor aceptar la sugerencia de la nota en la RVA y leer: “Se sentarán bajo mi sombra” (v. 7a). Empleando los símbolos del trigo, la vid y el vino de Líbano, una vez más Dios promete a Israel una vida abundante bajo su protección. ¿Por qué Israel pensaría en ídolos si en realidad puede recibir todo lo que necesita del Señor? Entonces en una manera única del AT, Dios se compara con un árbol: Yo soy como el ciprés verde (v. 8c).

En los lugares altos del baalismo el árbol sagrado (’asherah  H842) representó a la diosa de fertilidad. Aquí el Señor declara en una manera inolvidable que él mismo, y solo él, es la fuente de vida para Israel. Además, el ciprés verde crecía en abundancia en las montañas de Israel y Judá.

Este árbol nativo entonces es el símbolo perfecto para decir que Israel no tiene necesidad de importar a un dios extranjero; es del Señor que Efraín recibirá su fruto (en hebreo hay un juego de palabras entreEfraín” y “fruto”). Si se arrepienten, la promesa es segura.

Joyas Bíblicas:

 

Nunca más diremos a la obra de nuestras manos: ‘Dioses nuestros’; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia (Os.14:3b).

Yo los sanaré de su infidelidad. Los amaré generosamente, porque mi furor se habrá apartado de ellos (14:4).

V.     EL DESAFÍO DE LA APLICACIÓN. Oseas 14:9:

El último versículo del libro de Oseas forma una conclusión de todo el libro que desafía al lector a actualizar su mensaje en una manera sabia:

Ø El v. 9 se escribió específicamente para el libro porque utiliza rebeldes (posheim  H6586) en vez de malos (reshaim  H7562), y

Ø Emplea de nuevo “tropezar (kashal  H3782) como en 5:5 y 14:1.

Afirma que el libro es la palabra de Dios que muestra los caminos rectos del Señor no solo a Israel sino también a todos que lo leen con fe. Este texto aclara que la persona que entiende la profecía de Oseas cambiará tanto su actitud como sus acciones. Vivir en relación con Dios consiste en aprender los caminos del Señor y poner en práctica lo que se aprende.                                  

Debemos recordar que el v. 9 presenta un desafío a toda generación para hacer esta actualización del mensaje de Oseas. No es la palabra de Dios solo cuando Oseas la predicó a Israel, el reino del Norte; ni se limitó su aplicación a Judá en el próximo siglo. El NT., utiliza a Oseas, y la contextualización que hace Pablo merece atención. Pablo cita a Oseas dos veces:

·      En Rom. 9:25-26 y

·      En 1 Cor. 15:55.

En cada caso hace una reinterpretación radical, lo que hace aún más profundo el mensaje del profeta.

En Rom. 9:25-26 Pablo cita Os. 2:23b y 1:10b. Sin embargo, Pablo hace algunos cambios en el uso de los versículos:

v Primero, Pablo usa el verbo llamar en vez de decir para hacer énfasis en su tema del llamamiento de los gentiles.

v Además, esta aplicación de Oseas a los gentiles es completamente nueva porque en Oseas los versículos se aplican a Israel.

La contribución del NT., es la integración de los gentiles con los judíos para formar el pueblo de Dios como Pablo lo hace aquí (comp. también 1 P. 2:10). También, en Rom. 9:26 el sentido de lugar no es Jezreel ni un santuario en Israel como en Oseas, sino como indica Barth, significa un cambio del lugar de repudio al lugar de aceptación. Con esta nueva interpretación de Oseas, podemos ver aún mejor la profunda verdad en la convicción del profeta: En ti el huérfano alcanzará misericordia (rajam  H7355, amor paternal).

En 1 Cor. 15:55 Pablo cita Os. 13:14b. De nuevo, las palabras del profeta incluyen algunos cambios. Pablo basa su cita de Oseas en la LXX, pero da una invocación doble a muerte en vez de llamarla Seol (gr. hades  H86). Tampoco usa la palabra castigo (RVA trad. espina con nota plagas; deber H1698); sustituye victoria”. Pablo, entonces, cita Os. 13:14b como un desafío, una burla, al poder de la muerte mientras que en Oseas Dios está llamando a la muerte para que venga y destruya a Israel. La diferencia no es un abuso por parte de Pablo.

En Oseas, muerte funciona como un siervo de Dios mientras para Pablo, muerte se opone a Dios:

·      Es el último enemigo que amenaza la vida del hombre.

En los dos pasajes, el versículo muestra que Dios es el único autor y Señor de las escrituras.

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Nota y Bibliografía:

1)  zanah = (זָנָה, H2181), «prostituirse, fornicar, ser prostituta, servir a dioses ajenos». Este es el término corriente para indicar «prostitución» a lo largo de la historia de la lengua hebrea, con matices particulares que surgen de la experiencia religiosa de Israel. El vocablo aparece alrededor de 90 veces en el Antiguo Testamento hebreo. Se usa por vez primera en el texto del final de la historia de la violación de Dina por Siquem, donde los hermanos de esta defienden la venganza con una pregunta: «¿Había de tratar él a nuestra hermana como a una prostituta(Gn. 34:31 rva). (VINE).

2)  H6945 קָדֵשׁ = Sodomita, prostituto "sagrado" o consagrado a los actos de prostitución ritual de la religión cananea (Deut. 23:18-17; Ver Diccionario Bíblico). — Pl. קְדֵשִׁים; Fem. קְדֵשָׁה (Ver allí).— קָדֹשׁ Ver קָדוֹשׁ. (Diccionario de Hebreo Bíblico).

3)  berît = (בְּרִית, H1285), «pacto; alianza; convenio; acuerdo; confederación». Lo más probable es que este nombre se derive de la raíz acádica que significa «encadenar, poner grillos»; tiene paralelos en hitita, egipcio, asirio y arameo. Berît se encuentra más de 280 veces en todas las secciones del Antiguo Testamento. El primer caso del vocablo está en Gn. 6:18: «Pero estableceré mi pacto contigo [Noé]. Entraréis en el arca tú, tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo». «Alianza» es la traducción preferida de berît por la rv: «Haced, pues, ahora alianza con nosotros» (Jos.  9:6); sobre todo en el caso de acuerdos políticos internos de Israel (2 Sam. 3:12-13; 3:21; 5:3) o entre naciones (1 R. 15:19). En estos casos las revisiones subsiguientes (rvr, rva, nrv) usan «alianza» o «pacto». En Jue. 2:2 se traduce: «Con tal que nosotros no hagais «pacto» con los moradores de esta tierra», («alianza» rva). El mandamiento también le fue dado a Israel en Ex. 23:32; 34:12-16; y en Deut. 7:2-6.

-   Dennett, E.: «Zachariah and Malachi» (Bible Truth Publishers, Oak Park, Illinois, reimpr. s/f de la edición de Londres, 1888);

-   Freeman, H.: «Nahum, Sofonías, Habacuc» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1980);

-   Kelly, W.: «The Minor Prophets» (C. A. Hammond, Londres, reimpr. s/f de la edición de 1874);

-   Morgan, G. C.: «Los Profetas Menores» (Clíe, Terrassa, 1984);

-   Rossier, H.: «El profeta Oseas» (Ed. «Las Buenas Nuevas», Montebello, Calif., 1971) y Rossier, H.: «El profeta Jonás» («Las Buenas Nuevas», 1969);

-   Tatford, E. A.: «Hageo, el profeta de la Restauración» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1974);

-   Wolf, H.: «Hageo y Malaquías, rededicación y renovación» (Pub. Portavoz Evangélico, 1980). Véase también bajo los artículos correspondientes a cada libro.

-   e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.

-   Biblia de Estudio RYRIE.

-  Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 14//04//2021. MISIÓN BAUTISTA Emanuel”. Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz.E-Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 942-562691-Tumbes.

charlyibsh@hotmail.com

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