Parte I
LA SEMANA DE LA PASIÓN DE JESÚS:
“Escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos”. (1 P. 1:11)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Al dar testimonio de los sufrimientos del Mesías venidero
(1 P. 1:10–12) los escritores del Antiguo Testamento aprenden que Dios puede
dar nuevo significado al sufrimiento. Su propia experiencia al servir a Dios en
sus Propósitos Redentores para con Israel les enseñó que el amor de Dios tiene que ocuparse de compartir la aflicción y la
vergüenza de aquellos a quienes estaba procurando Redimir, como también de
soportar sus reproches (Os. 1–3; Jr. 9:1–2; 20:7–10; Is. 63:9).
Por lo tanto,
su Verdadero Siervo, que
cumplirá perfectamente su voluntad Redentora, será un Siervo Sufriente. Dicho Sufrimiento
no surgirá solamente como resultado de la fidelidad a Dios en el cumplimiento
de su vocación, sino que ha de constituir la vocación misma que debe cumplir
(Is. 53).
· Un nuevo significado y un nuevo propósito
vicarios aparecen ahora en ese sufrimiento de carácter único,
· En el que un solo se ha de Sufrir
en lugar de Todos, a la vez que como Representante de
Todos.
El Sufrimiento
puede adquirir nuevo significado para los que son miembros del Cuerpo de Cristo. Pueden compartir los
sufrimientos de Cristo (2 Cor. 1:5ss; Mr. 10:39; Rom. 8:17), y considerarse
comprometidos en una carrera o vocación de sufrimiento (Filp 1:29; 1 P. 4:1–2),
ya que los Miembros
del Cuerpo deben identificarse con la Cabeza en este
sentido (Filp. 3:10; Rom. 8:29) como también con respecto a su gloria.
Cualquiera sea la Forma que adopte el Sufrimiento del Cristiano se lo puede considerar como una CRUZ que se puede llevar al seguir a Cristo
por el Camino de su CRUZ (Mt. 16:24; Rom. 8:28–29).
· Este
Sufrimiento es, en efecto, el camino
inevitable que conduce a la Resurrección y
la Gloria (Rom. 8:18; Heb. 12:1–2; Mt. 5:10; 2 Cor. 4:17s).
·
El medio para entrar en el Reino de Dios
es la Tribulación (Hch. 14:22; Jn. 16:21).
·
La
llegada de la nueva era está precedida por dolores de parto
en la tierra, los que la iglesia comparte en forma decisiva (Mt.
24:21–22; Ap. 12:1–2, 13–17; compárese, por ejemplo, Dn. 12:1; Miq. 4:9–10; 5:2–4).
Dado que los sufrimientos de Cristo son
suficientes en sí mismos para dejar libres a TODOS los hombres (Is. 53:4–6; Heb. 10:14), es
enteramente por gracia, y de ningún modo por necesidad, el que se pueda
considerar que los sufrimientos en los que su pueblo participa con él completan
lo que falta de sus aflicciones (Col. 1:24), y que
proporcionan comunión en su Sufrimiento1) Vicario y Redentor.
El siguiente estudio estará basado en tres hechos: acontecimiento, día, referencias, veamos.
I. Semana De Pasión:
1.1. Acontecimiento: Entrada
Triunfal En Jerusalén:
El siguiente día—el Día del Señor, o domingo (véase v. 1); el día décimo del mes judío de
Nisán, cuando el Cordero Pascual era apartado para ser guardado “hasta el día catorce
de este mes”, cuando “toda la congregación
del pueblo de Israel” había de inmolarlo
(Ex. 12:3, 6). (v.12). Aun así, desde el día de esta solemne entrada en
Jerusalén, “nuestra pascua, que es Cristo”, fue virtualmente apartado para ser sacrificado “por nosotros”. (1 Cor. 5:7).
En este período las multitudes reunidas para la Pascua
podían ser inmensas. El deseo de la multitud de saludar a Jesús estaba en
marcado contraste con la línea oficial. El uso de ramas de palmera tenía su
origen en la fiesta de los Tabernáculos, pero se había asociado entonces con
otras fiestas (13). Sacudirlas era una señal de honor para una persona
victoriosa. El canto de Hosanna procede del Salm. 118:25, 26 que era uno de los
que cantaban en la subida a Jerusalén.
El título Rey de Israel muestra
claramente el significado mesiánico del cántico. En los vv. 14, 15
Juan cita Zc. 9:9 para sustentar la entrada de Jesús en Jerusalén sobre un
borriquillo más que sobre un caballo de guerra. Juan vuelve a mencionar una
falta de comprensión de parte de los discípulos. Sólo después de la
resurrección, que aquí se describe como la glorificación de Jesús, algunos de
ellos entendieron.
cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas
estaban escritas de él, etc.—Descendiendo sobre ellos el Espíritu de
parte del Salvador glorificado el día de Pentecostés, abrió repentinamente sus
ojos al verdadero sentido del Antiguo Testamento, trajo vivamente a su memoria
esta predicción mesiánica y otras, y les mostró, para su asombro indecible, que
ellos y todos los actores en estas escenas, habían estado inconscientemente cumpliendo
aquellas predicciones.
Pareciera que hay dos multitudes
diferentes mencionadas en los vv. 17, 18:
· Un grupo había visto el milagro de la restauración de Lázaro y
· El otro había oído sobre el hecho.
Todo ello había causado desesperación de parte de los
fariseos porque no podían
cumplir fácilmente su plan. Hay una exageración, fruto de esa desesperación, de
su parte al anunciar que el mundo se va tras él (ver vv. 42, 43). Para un caso paralelo de exageración
comp. 11:48.
Día: Domingo.
Referencia: Mt.
21:1-17; Mr. 11:1-11; Lc. 19:28-44; Jn.12:12-19:
1.2. Acontecimiento: La
Maldición De La Higuera:
Ciertos líderes tienden a rechazar lo
que desconocen y a eliminar a los que no pueden dominar. Los principales sacerdotes y escribas actuaban con
esa actitud frente a Jesús porque él les hacía sentir su propia falsedad. Lunes: un día de tremendo poder, 21:18, 19a, 12, 13.
Habiendo
pasado la noche en Betania, la mañana siguiente Jesús se dirigió hacia
Jerusalén con los discípulos. Mateo relata solamente dos eventos que tuvieron lugar en
el día lunes: la maldición de la higuera estéril
y la limpieza del templo. Sin embargo, en estos dos eventos Jesús
manifiesta su gran poder y autoridad. Ambos son lecciones objetivas o parábolas
en acción.
La maldición de la higuera estéril,
21:18, 19a. Como se ha
observado arriba, Mateo escribe en forma didáctica y temática, más bien que en
orden cronológico. El orden invertido de estos eventos (limpieza
del templo y maldición de la higuera), si aceptamos el orden de
Marcos, es otro ejemplo de este principio.
La figura de
la higuera, como la vid,
era un símbolo de la nación judía (comp. Lc. 13:6-9). Se sabe que de la higuera brotan higos al mismo tiempo que hojas, o a veces antes. De
modo que la presencia de hojas es promesa de higos para satisfacer el apetito
del hambriento. Mateo revela la naturaleza humana de Cristo al decir que tuvo hambre (v.
18).
La verdad central que
Jesús quería grabar en la mente de sus discípulos por medio de esta lección
objetiva, o parábola en acción, es que el hombre, como también la nación, es
responsable a Dios como mayordomo de dar
fruto que agrada a Dios. La nación de
Israel tenía una religión muy desarrollada:
· Revelación divina,
· Hermoso templo,
· Ritos,
· Fiestas,
· Sacrificios.
Toda esta
apariencia superficial daba esperanza a los que observaban de afuera que el “fruto”
de este “árbol”
sería abundante y que satisfaría el apetito espiritual de todos los que
llegaban a él (comp. Jn. 15:1-11). Pero Israel, como la higuera con hojas frondosas,
no producía lo que su apariencia prometía.
La denuncia de Jesús se dirige a la nación
judía, pueblo privilegiado, por no haber rendido a Dios el fruto que él
esperaba (comp. vv. 33-46). Más que una denuncia, es una advertencia del juicio
venidero de Dios.
Día: Lunes.
Referencia: Mt.
21:18-19; Mr. 11:12-14:
1.3. Acontecimiento: La
Purificación Del Templo:
Los cambistas
y otros mercaderes cometían fraude
en sus transacciones. Jesús cumplió la profecía de Malq. 3:1-3, por medio de
otra parábola escenificada, para demostrar su autoridad
mesiánica con respecto al fraude
y comercialización del sistema ritual de
sacrificios. Esta parece ser la segunda limpieza del templo realizada por Jesús
(véase Jn. 2:13-22).
La cita del
AT., está tomada de Is. 56:7 y Jr. 7:11.
Día: Lunes.
Referencia: Mt.
21:12-13; Mr. 11:15-18; Lc. 19:45-46:
1.4. Acontecimiento: Debates
Con Los Líderes Religiosos:
La
autoridad del Rey, 21:23-22:14. Cuando Jesús echó a los cambistas y vendedores del
templo, desafió la autoridad de los líderes religiosos. En esta sección, Mateo agrupa eventos que
tienen que ver con la autoridad de Jesús:
·
Su autoridad desafiada (21:23-27);
·
Reconocida (21:28-32);
·
No
reconocida (21:33-46); y
·
Despreciada (22:1-14).
Mateo relata
la confrontación con las autoridades y luego ilustra la verdad con tres
parábolas.
La autoridad de Jesús desafiada,
21:23-27. Los líderes del
templo, indignados por la aclamación dada a Jesús por los niños y las multitudes,
por los milagros realizados en el mismo templo y por la audacia de Jesús de
echar fuera del templo a los traficantes, se presentan para desafiar su
autoridad.
Tres grupos de gran influencia en el
templo:
· Principales sacerdotes,
· Escribas y
· Ancianos (vv. 15, 23).
Lanzan el desafío a Jesús.
Le hacen dos preguntas:
(1)
¿Con qué autoridad haces estas cosas? (v. 23b),
y
(2)
¿Quién te dio esta autoridad? (v. 23c).
Querían saber la clase y
fuente de su autoridad.
La palabra “autoridad”
traduce un vocablo griego, exousía G1849,
que significa “libertad
de escoger”, o “derecho de actuar”. De allí denota “autoridad”,
“poder”, o “capacidad”.
Día: Martes.
Referencia: Mt.
21:23-23:39; Mr. 11:27-12:40; Lc. 20:1-47:
1.5. Acontecimiento: El
Discurso En El Monte De Los Olivos:
El juicio inminente y el final,
24:1-26:2. Esta sección
constituye el quinto y último discurso de Jesús (ver caps. 5-7; 10; 13; 18).
Con la denuncia dirigida a los escribas y fariseos, Jesús concluyó su
ministerio público. En esta sección concluye la preparación de los discípulos
con el discurso sobre las últimas cosas presentado en privado, terminando los
eventos del día martes.
Hay un
consenso entre los comentaristas de que este es uno de los pasajes más
difíciles en los cuatro Evangelios.
Hay por lo menos tres causas de la
dificultad de interpretación:
·
El contenido escatológico,
·
La naturaleza apocalíptica y
·
Los
dos o tres elementos mezclados de la pregunta de los discípulos.
Día: Martes.
Referencia: Mt.
24:1-25:46; Mr. 13:1-37; Lc. 21:5-36:
1.6. Acontecimiento: Judas
Traiciona Al Señor:
El acuerdo para entregar a
Jesús. 26:14–16.
La acción de
María se ubica contigua y en marcado contraste con la actitud traicionera de
Judas. Si el acto de María fue el más elevado de amor y
fe, el de Judas es el más oscuro de traición. Uno de los doce (vv.
14, 47) enfatiza la gravedad de lo que Judas estaba haciendo y como Stagg
comenta, revela la honestidad de la iglesia primitiva de no esconder del mundo
su vergüenza.
Los
Evangelios no revelan el motivo que llevó a Judas a arreglar la entrega de
Jesús a los enemigos. Hay dos referencias al carácter de Judas que dan una
pauta de lo que era capaz. Juan menciona que Judas teniendo la bolsa a su cargo
sustraía de lo que se echaba en ella (Juan 12:6). Mateo observa que Judas tomó
la iniciativa, fue a los sacerdotes y negoció la suma que ellos pagarían por su
participación en la entrega. Se puso de acuerdo en la suma de treinta piezas de
plata, conforme a una profecía (comp. Zc. 11:12). Esta suma era el precio de un
esclavo (Ex. 21:32) y representa unos 120 denarios.
Entre los posibles motivos que llevaron
a Judas a entregar a aquél que fue su Maestro, Señor y amigo durante tres años,
se pueden mencionar:
· Primero, la gran desilusión
de Judas al comprobar que Jesús no iba a fundar un reino terrenal. Judas quería
sacar el mayor provecho material de un movimiento que para él había fracasado.
· Segundo, quizá estaba
resentido y enojado, porque Jesús le reprendió a él y a los demás discípulos
públicamente y aprobó a María en relación con el ungimiento.
· Tercero, algunos sugieren que Judas solamente quería forzar
a Jesús a manifestar su poder milagroso sin más demora y establecer su reino
terrenal.
Si éste fuera el caso, Judas no pensaba
que Jesús moriría.
Este motivo también explicaría por qué salió y se ahorcó cuando vio que Jesús
no se defendía. Para los primitivos cristianos, el motivo de Judas permaneció
siendo misterioso. Solamente podían decir con Lucas: Entonces Satanás entró en Judas (Lc. 22:3).
Los líderes religiosos iban a esperar hasta después de la Pascua para prender a Jesús, pero la oferta de Judas fue tan tentadora que no pudieron resistirla. Los eventos se desarrollaron más rápidamente de lo que habían calculado. Adelantaron sus planes y decidieron actuar sin más demora, aun con los riesgos de provocar un tumulto durante la Pascua. Tan pronto como concretó el arreglo con los sacerdotes, Judas buscaba la oportunidad (v. 16), o “buen tiempo”, para llevar a cabo el acto de traición.
Día: Martes.
Referencia: Mt. 26:14-16; Mr. 14:10-11;
Lc. 22:3-6.
1.7.
Acontecimiento:
No Se Registran Acontecimientos ¿Estaría Jesús En Betania?
Día: Miércoles.
Referencia: ---.
1.8. Acontecimiento: La última
Cena:
Institución de la Cena Del Señor. Mt. 26:26–29.
Aparentemente
Judas salió de la Cena Pascual antes
que Jesús comenzara la cena del Señor (ver Juan 13:27–30). Además del relato de la Cena en Mateo, hay
tres más en el NT.:
· Mr. 14:22–25;
· Lc. 22:17–20;
· 1 Cor. 11:23–26.
Pablo usa cinco términos clave en
referencia a la Cena:
·
Una conmemoración (1 Cor. 11:24, 25),
·
Un pacto (1 Cor. 11:25),
·
Una
proclamación (1 Cor. 11:26),
·
Una esperanza escatológica (1 Cor. 11:26) y
·
Una comunión (1 Cor. 10:16).
También es una ocasión de dar acción de gracias, o eucaristía G2169. La Cena es en realidad una parábola en acción.
Un análisis de los textos apunta
claramente a este significado simbólico de la Cena.
·
Esto es mi cuerpo (v. 26) y
·
Esto es mi sangre (v. 28)
Son dos expresiones que usan el verbo
intransitivo, una cópula, de significado simbólico.
Dos cosas merecen la atención en la
consideración de estas expresiones:
Ø
Primero, cuando Jesús
pronunció estas palabras, no había sido crucificado aún; su cuerpo y sangre estaban
intactos. Por lo tanto, en ese momento el pan y el
vino no eran realmente su cuerpo y
sangre, sino símbolo de ellos; y
así los discípulos lo habrán entendido.
Ø
Segundo, el pronombre
demostrativo esto (vv. 26, 28) es neutro en
griego en ambas expresiones, y por lo tanto no se refiere literalmente ni al pan, ni al vino, ambos de género
masculino. Este fenómeno se explica más naturalmente si la referencia es simbólica.
Día: Jueves.
Referencia: Mt. 26:17-29; Mr. 14:12-25;
Lc. 22:7-20.
1.9. Acontecimiento: El
Discurso En El Aposento Alto:
Esta
dramática escena del lavamiento de los pies es una parábola en acción, una
lección de humildad
y un vivo retrato de la auto humillación
de Cristo. Por lo general, era un siervo quien llevaba a cabo
esta humilde tarea, lo cual destaca el hecho de que Cristo vino
a servir (Mr. 10:45).
NOTA: Jn. 13:10: El que está lavado, no necesita sino los pies.
Igual que en la vida natural, una persona que ha tomado un baño solo necesita,
cuando vuelve a casa, limpiar el polvo que se ha adherido a sus pies calzados
con sandalias, así también, en la vida espiritual, una persona que ha sido
purificado de sus pecados, no debe pensar que todo está perdido cuando peca en
su caminar por la vida. Solo necesita confesar estos pecados para quedar de nuevo
completamente limpia (1 Jn. 1:9).
Día: Jueves.
Referencia: Jn.
13:2-14:31:
1.10. Acontecimiento:
Enseñanzas Camino A Getsemaní:
Cristo es la vid
y Dios es
el labrador
que cuida de los pámpanos para lograr que
produzcan fruto. Los pámpanos
son todos los que se declaran seguidores de Cristo. Los pámpanos fructíferos
son los verdaderos creyentes que mediante su unión viva con Cristo llevan mucho
fruto. Pero a los que se tornan improductivos, a los que se arrepienten de
seguir a Cristo después de comprometerse superficialmente, se
les separará de la vid. Ser improductivos es como estar muertos,
por lo cual los cortarán y los echarán fuera.
Jesús establece una diferencia entre dos
tipos de poda:
(1) Quitar, y
(2) Limpiar las ramas.
Las ramas que
llevan fruto se limpian a fin de promover el crecimiento. En otras palabras, a
veces Dios debe disciplinarnos para fortalecer nuestro carácter y nuestra fe.
Pero las ramas que no llevan fruto se quitan del tronco porque no solo son
inútiles, sino que a menudo afectan el resto del árbol. Las personas que no
llevan fruto para Dios o que intentan bloquear los esfuerzos de los que lo
siguen, serán cortados de su poder vitalizador.
Día: Jueves.
Referencia: Jn.
15:1-18:1.
1.11. Acontecimiento:
En El Huerto De Getsemaní:
Jesús elevó tres oraciones al Padre que los tres discípulos pudieron oír claramente. No fue una vana repetición, ni una mera forma
mecánica o rutinaria de orar. Más que nunca desnudó su alma
ante el Padre, en presencia de sus tres discípulos. Fue una prueba real, una
lucha real, una angustia real y una victoria real. Se dirigió a Dios con la confianza de ser
su Padre.
Marcos
registra el nombre en arameo, Abba
G5, y en griego Páter
G3962 (Mr. 14:36). A pesar de haber “afirmado su rostro” para llegar
a Jerusalén (Lc. 9:51), sabiendo que lo iban a matar, en la primera oración
parece que Jesús vacila ante la perspectiva de la cruz.
Dice: De ser posible... (v. 39).
Es una frase
condicional “de
primera clase” que da por sentada la realidad de la premisa. A veces
esta clase condicional se traduce: Puesto que... Es decir: Puesto que
es posible, pase de mí esta copa.
Jesús sentía en ese momento que había una posibilidad de no ir a la cruz.
·
Ratifica, sin embargo, su disposición de cumplir el propósito para el cual vino al mundo.
En la agonía
de este momento, como en la tentación después del bautismo, Jesús se somete a
la voluntad del Padre. La copa
(v. 42) se refiere a la muerte. Los tres discípulos, al oír el término copa, quizá recordaron lo que les había
dicho dos días antes (20:22).
Día: Jueves/Viernes.
Referencia: Mt.
26:30-46; Mr. 14:26-42; Lc. 22:39-46.
Véase Parte II.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario