Parte: I
Profecías: Concernientes
A La Muerte De Cristo:
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por
nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos
nosotros curados”.
(Is. 53:5).
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Entendido como "la
interpretación de la historia que halla el significado de la misma solo en
términos del interés, el propósito y la participación Divina", puede decirse que el profetismo
comienza con Moisés y que se refleja en la mayoría de los escritos bíblicos.
Aunque hallamos en otros pueblos ciertos
fenómenos emparentados, en ninguno se halla la profundidad e influencia del
profetismo bíblico. La razón es evidente: todo
el Antiguo Testamento mira hacia el porvenir.
Basado en lo que Dios ha hecho y dicho en el pasado, proclama la espera del
cumplimiento pleno de esas promesas. El "día de Jehová" anima no solo los libros proféticos sino también los históricos
y los poéticos.
El mismo Pentateuco, basado en el éxodo y
el pacto del Sinaí, entrevé el tiempo en que Israel, libre de toda esclavitud,
será la nación santa del Dios santo.
El Nuevo Testamento, a su vez, ve en Jesucristo y su iglesia el cumplimiento de aquella promesa y por ello valora altamente la profecía del Antiguo Testamento; se extiende hacia la plena realización del Reino, la parusía del Señor, y afirma así una dimensión profética propia.
Ayuda Hermenéutica:
El
término hebreo, nabi, traducido "profeta",
probablemente se deriva de una raíz que significa "anunciar" o "proclamar".
El Antiguo Testamento lo aplica a una variedad de personas (Gn. 20:7; Éx. 7:1;
1 R. 17-19; Malq. 4:5).
נָבִיא = nabí H5030 de H5012; profeta o (generalmente) hombre inspirado: - profecía, profeta. (Strong).
El mensaje de los profetas halla su cumplimiento en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo (Hch. 3:24); particularmente en los hechos de la pasión (Lc. 24:25-27; Hch. 3:18; 1 Cor. 15:3). La predicación a los judíos partía de esa correlación (Hch. 18:28). El Evangelio de Mateo está construido sobre esa base (por ejemplo, 1:22s; 2:5s), pero, más que predicciones en detalle, se trata del propósito redentor de Dios anunciado en los profetas y cumplido en Jesucristo (Jn. 6:14; 1 P. 2:9s). La promesa del nuevo pacto y del siervo sufriente son los puntos culminantes de esa continuidad.
En el Nuevo Testamento se conoce y tiene en alta estima el don de profecía y la figura del profeta (1 Cor. 12:10; Ef. 4:11; comp. Hch. 11:27 y Ef. 2:20). Su función parece haber sido anunciar alguna revelación particular recibida de Dios (Hch. 19:6; 21:9; 1 Cor. 11:4s; etc.), edificar o consolar con ese conocimiento de la voluntad de Dios (1 Cor. 14:1, 3, 5) o predecir un acontecimiento futuro (Mt. 11:13; 15:7; 1 P. 1:10). Por ejemplo:
PROFECÍAS DEL MESÍAS EN ZACARÍAS:
Pasaje:
Profecía:
Cumplimiento:
Zc. 11:12-13. El precio de 30 monedas de plata. Mt. 26:14-15
Zc. 11:13.
La plata usada para comprar
el campo de un alfarero. Mt. 27:9
Zc. 12:10.
Se traspasa el cuerpo del
Mesías. Jn 19:34, 37
Zc. 13:1, 6, 7. Herida del Pastor Salvador y la diseminación de las ovejas. Mt 26:31; Jn 1.
I. Profecías
Concernientes A La Muerte De Cristo:
Veremos las 34 profecías anunciadas sobre la muerte del Mesías en la Persona del Señor Jesús mediante dos medios: Profecía AT. y Cumplimiento NT.:
A. El Proto1)-Evangelio:
1. Herida De La
Simiente De La Mujer:
1.1. Profecía: Gn. 3:15.
Promesa y profecía: Esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón (3:15). Aquí encontramos una promesa y una profecía. De la simiente de la mujer nacería alguien que tendría la capacidad de vengar el engaño hecho a la mujer. Los llamados Padres de la iglesia vieron en este versículo el protoevangelio y la promesa de Jehová de proveer a Jesucristo para restaurar la comunión rota con él.
1.2. Cumplimiento: Jn. 19:18:
le crucificaron, y con él otros dos—“malhechores” (Lc. 23:33), “ladrones” (Mt. 27:38; Mr. 15:27, más bien, “asaltantes”). uno a cada lado, y Jesús en medio—recurso infernal, para indicar que él era el peor de los tres. Pero en esto, como en otros muchos hechos de ellos, “se cumplió la Escritura, que dice (Is. 53:12): Y con los inicuos fue contado” (Mr. 15:28), aunque la predicción va más honda. “Y Jesús decía (probablemente mientras era clavado en la cruz): Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc. 23:34); y otra vez fue cumplida la Escritura que dijo: “Habiendo … orado por los transgresores” (Is. 53:12), aunque esto también va más hondo.
B. Los Salmos:
2. “Dios mío,
Dios mío”:
2.1. Profecía: Salm. 22:1:
Un resumen de su queja. El abandono de Dios es el colmo de la miseria del que
sufre aplastado por la desgracia. palabras de mi clamor—demuestra que la queja se expresa adecuadamente, aun
cuando el término clamor
mejor, rugido, es figurativo, sugerido por el comportamiento de los
animales irracionales en el dolor.
2.2. Cumplimiento: Mt.
27:46:
La exclamación de desesperación de Jesús, que cita el Salm. 22:1, refleja el peso de los pecados de la humanidad, su completa identificación con los pecadores, y el real abandono que sufrió por parte de su Padre (véanse 2 Cor. 5:21; Gál. 3:13).
3. Tinieblas Sobre La Tierra:
3.1. Profecía: Salm. 22:2:
El
salmista no entiende por qué tiene que sufrir tanto, por qué Dios retira su
presencia y su protección. Es el grito de muchos que sufren; se sienten
completamente solos y abandonados. Dios mío, Dios mío nos hace pensar en Cristo desde el principio del Salmo,
pues son las palabras que él clamó desde la cruz.
3.2. Cumplimiento: Mt.
27:45:
No sabemos cómo tuvo lugar esta oscuridad, pero es claro que provino de Dios. La naturaleza testificaba de la gravedad de la muerte de Jesús, mientras los amigos y los enemigos de Jesús por igual permanecían en silencio en la oscuridad. Las tinieblas ese viernes por la tarde fueron físicas y espirituales.
4. Despreciado Por El Pueblo:
4.1. Profecía: Salmo. 22:6:
Yo soy un gusano muestra la humildad del que sufre. Cuando se pisa una serpiente, resiste y muerde; pero el
gusano es lo opuesto. El salmista se siente muy despreciable. El cumplimiento
pleno en el Siervo sufriente, el Mesías, es evidente. En Isaías 41-53 hay
varios ecos de este versículo (Is. 41:14; 52:14; 49:7; 50:6; 53:3).
Además
del terrible sufrimiento físico, sufrió la burla. Los que se burlaron de Jesús
en la cruz usaron las mismas palabras que el v. 8 (Mt. 27:43; Mr. 1:11).
4.2. Cumplimiento: Mt.
27:39-44:
Marcos y Mateo describen tres grupos
distintos que, sin piedad, lanzaban vituperios a Jesús mientras estaba muriendo
en la cruz.
· Primero, la gente en general que pasaba
lo blasfemaba (verbo de acción continua o repetida).
Los que pasaban (v. 39) indica que el
evento tuvo lugar al lado de un camino muy transitado. Los que meneaban sus
cabezas (v. 39; comp. Salm. 22:7) hacia la cruz estaban diciendo en efecto:
“Así que estás sufriendo lo que bien mereces”.
Repetía dos de las pretensiones de Jesús, mezcladas con errores: “Podría
destruir el templo y en tres días levantarlo” (refiriéndose
a su muerte y resurrección) y que era Hijo de Dios (v. 40). En
efecto, decían:
“Si tú eres quien pretendes ser, pruébalo por un acto
espectacular, descendiendo de la cruz”. La partícula condicional “si” (v.
40) introduce una oración condicional “de primera clase” que acepta la realidad de la
premisa. Puesto
que eres Hijo de Dios... capta el sentido de la construcción (comp.
4:6).
· El segundo grupo que injuriaba a Jesús
era el de los mismos líderes religiosos que habían instigado su muerte.
Ellos no se dirigían a Jesús, sino unos a
otros. Estos mencionaban dos pretensiones más. Jesús había afirmado que vino a
salvar lo que se había perdido (Luc. 19:10) y que era Rey de Israel (27:11). Sin saberlo,
estos líderes religiosos acertaron en la afirmación: A otros salvó; a sí mismo no se puede salvar (v. 42). Jesús no podía salvarse a sí mismo, ni
descender de la cruz, si iba a cumplir la voluntad del Padre, si iba a forjar
la salvación para otros. La gran verdad del evangelio es que aun Jesús, siendo Hijo de Dios,
no podía salvarse a sí mismo y salvar a otros.
El optó por negarse a sí mismo, hasta la
muerte, con el fin de poder salvar a otros (comp. 2 Cor. 5:21; Filp. 2:5–11;
Juan 3:16). Siguiendo su ejemplo, uno aprende que una de las verdades más
grandes de todas es que uno descubre la vida sólo cuando renuncia a ella por
amor a Cristo y en el servicio a favor de otros (16:24–26). Nuestra versión
hace bien (v. 42) en omitir la partícula condicional “si” que se incluye en la RVR de
1960, pues no está en los mejores manuscritos antiguos.
Los líderes religiosos razonaban entre sí de la siguiente
manera: “Este
pretende que es Hijo de Dios y que confía plenamente en él. Si fuera así,
seguramente Dios no le permitiría sufrir en esta forma. Por lo tanto, es
evidente que no es Hijo de Dios, ni confía en Dios” (v. 43).
· El tercer grupo que se mofaba de Jesús
era el de los ladrones que fueron crucificados a su lado (v. 44).
Sólo Lucas registra la reacción de uno de estos ladrones que, después de haber participado en los vituperios, se arrepintió y pidió misericordia a Jesús (Lc. 23:40 ss.).
5. Rodeado De Enemigos:
5.1. Profecía: Salmo 22:7, 8, 13:
Pues los
judíos usaron una de las expresiones (Mt. 27:39) aquí mencionadas,
escarneciendo de él suspendido en la cruz, y le denostaron (id. 43) en casi el mismo
lenguaje de este pasaje. Remítase a Jehová—lit., hizo rodar—es decir, su carga (Mt. 37:5; Prov. 16:3)
sobre el Señor. Tal es el lenguaje de los enemigos que hacen burla de la fe de él en la hora de su desamparo. estiran los labios—(comp.
el Salm. 35:21.)
Sus
enemigos, cual fortísimos toros y leones rugientes, le rodean, ávidamente
procurando su ruina. La fuerza de ambas figuras es mayor sin ninguna partícula
de comparación.
5.2. Cumplimiento: Mt.
27:39-44:
Meneando la cabeza. Un gesto de mofa en el Oriente Próximo. Véase 26:61,
donde esta acusación se hizo en el juicio de Jesús. La afirmación de Jesús se
registra en Jn. 2:19*. 26:61: Jesús dijo eso unos tres años antes (Jn. 2:19),
pero hablaba de su cuerpo, no del edificio del templo.
NOTA: *Jn. 2:19: en tres días lo levantaré. Esta expresión crítica está explicada en el v. 21, tras un versículo que muestra de que manera tan característica entendían mal los judíos a Jesús. Estas palabras se usaron para condenar a Cristo delante de Caifás.
6. Manos y Pies, Horadados:
6.1. Profecía: Salm. 22:14, 16:
La estrofa es la
descripción de un sufrimiento espantoso. Uno
podría pensar que es una descripción hiperbólica, pero a la luz de su
cumplimiento en Cristo y la explicación del NT., es claro que por inspiración el salmista está profetizando lo
que sucedería cuando Cristo muriera por nuestros pecados. La descripción tan exacta de lo que sufrió
Jesús es sorprendente.
Perros: Alude generalmente a todo tipo de gente malvada. Lo de horadar las manos y los pies se cumplió literalmente cuando Jesús fue crucificado.
6.2. Cumplimiento: Jn.
19:34. 37:
Empero uno de los soldados—para tener la
plena seguridad del hecho—le abrió el costado con una lanza—haciendo una
herida honda y ancha, como es evidente por el cap. 20:27, 29. Si hubiera quedado la vida, tendría que haber huida ahora—y
luego salió sangre y agua—“Ahora se sabe bien que el efecto de una agonía intensa y de
larga duración es frecuentemente el de producir una secreción de linfa incolora
dentro del pericardio (la membrana que
envuelve el corazón), la cual linfa en muchos
casos llega a una cantidad considerable”.
Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron—La cita es de Zc. 12:10; no tomada como
de costumbre de la Versión Septuaginta (la versión
griega corriente), que aquí está mal traducida, sino directamente
del hebreo. Y hay una exactitud notable en la elección de palabras por el
profeta y por el evangelista por “taladrar”. La palabra en Zacarías quiere decir
atravesar con lanza, jabalina, espada o arma semejante. En este sentido se usa
en todas las diez veces, donde se usa. además de aquí.
Cuán apta fue esta palabra para expresar la acción del soldado romano, es evidente; y nuestro evangelista usa la palabra que corresponde exactamente, lo que no hace la Versión Septuaginta. Muy distinta es la otra palabra por “taladrar” en el Salm. 22:16; “Horadaron mis manos y mis pies”. La palabra en este caso quiere decir horadar con lesna o a martillazos. ¡Cuán notables estas exactitudes!
7. Ningún Hueso Fue Quebrado:
7.1. Profecía: Salmo 22:17; Éx. 12:46; *Salmo 34:20:
*Esta es
una profecía que se cumplió al ser crucificado Jesús, porque ninguno de sus
huesos fue quebrantado (Jn. 19:36). Los huesos del cordero de la Pascua, que es
un símbolo de Cristo, no debían ser quebrados (Ex. 12:46).
La
prohibición de no quebrar ningún hueso del cordero (v. 46; ver Núm. 9:12; Job 34:20)
trataba posiblemente de la creencia primitiva en la acción simbólica: el animal sacrificado simbolizaba a todos los animales y dañarlo más allá
de su muerte vicaria sería un presagio de aflicción para los demás animales
durante el año entrante.
Sin
embargo, en la historia de la salvación, la prohibición llegó a tener un
sentido mucho más amplio. Juan, en su Evangelio, observa que no se le rompieron
las piernas a Cristo, el Cordero de Dios, para hacerle morir antes del "gran sábado". Juan
escribió: Porque
estas cosas sucedieron así para que se cumpliese la Escritura que dice: ‘Ninguno de sus huesos será quebrado’ (Jn. 19:36; ver 1 Cor. 5:7). Jesús fue el Cordero de Dios
que llenó en todos sentidos los requisitos de la ley pascual, y aún los sobrepasó:
·
El
cordero pascual era una víctima involuntaria e inocente escogida para ser
sacrificada;
·
El
Cordero inocente se dio voluntariamente como sacrificio para el pecado del
mundo.
No se
rompieron sus piernas y esto quedó como un símbolo y promesa a todos los del
rebaño humano, de la salvación posible por medio de él. Su sacrificio era
perfecto aún en la manera en que cumplió con la regla pascual.
7.2. Cumplimiento: Jn. 19:36:
que se cumpliese la Escritura: Hueso no quebrantaréis de él—La referencia es
al cordero pascual, en cuanto al cual esta ordenanza era estricta, Ex. 12:46;
Núm. 9:12. (Comp. 1 Cor. 5:7). Mas, aunque hemos de ver aquí el cumplimiento de
una ordenanza muy típica, hallaremos, al buscar más hondo, en ella una notable
interposición divina para proteger el cuerpo sagrado de Cristo de la menor
indignidad después que él hubo terminado la obra a él encomendada. Se había
permitido toda indignidad imaginable antes de esto, hasta el momento de su
muerte.
Pero tan pronto como hubo terminado ésta, se ve que una mano invisible ha impedido que las cachiporras de los soldados brutos toquen aquel templo de la Divinidad. Muy distinta de tal violencia fue la lanzada en su costado, por la cual daría gracias al soldado no sólo Tomás el dudador [científico], sino creyentes inteligentes en todos los siglos, para quienes la certeza de la muerte y la resurrección de su Señor es la vida misma de su cristianismo.
8. Estaba Observándole:
8.1. Profecía: Salmo 22:17:
Su cuerpo
demacrado, otro detalle de sus miserias, viene a serlo tanto más por ser objeto
de complacida contemplación por parte de sus enemigos. Los verbos mirar y fijar la vista, ocurren a menudo como sugestivos del sentimiento de
satisfacción (Salmo 27:13; 54:7; 118:7).
8.2. Cumplimiento: Mt.
27:36:
Los
soldados tenían derecho a apropiarse de los vestidos de los que eran
crucificados. La
ropa que repartieron consistía de cinco piezas: zapatos, turbante, faja o cinto, ropa interior y manto. Normalmente, cuatro soldados clavaban al preso a la cruz.
A cada soldado le tocaba una prenda de más o menos igual valor, pero el dueño
del manto se decidía echando suertes (piedrecitas o palitos; comp. Juan 19:23 s.).
Comenzamos a ver el cumplimiento de varios detalles del Salmo 22, quizá el más mesiánico de todos (comp. Salm. 22:18). Mateo perdió la oportunidad de llamar la atención al cumplimiento de estas profecías, como frecuentemente lo hace.
9. Echaron Suerte:
9.1. Profecía: Salmo 22:18:
Robarle a
una persona todo, aun su ropa, dejándolo desnudo y desamparado, es un gran
insulto a la dignidad humana. Jesús el Mesías sufriría esta experiencia
humillante en la cruz (Mt. 27:35). La mayoría de nosotros nunca conoceremos la
vergüenza y el sufrimiento de quedarse sin dinero y desnudo en un lugar
público, como les sucedió a muchos de los judíos durante la Segunda Guerra
Mundial o a los desamparados que hoy viven en las calles de nuestra ciudad.
Sin
embargo, cualquiera de nosotros se sentiría desnudo si algún
pecado nuestro, ya sea secreto o no, es descubierto. En ese momento,
necesitaremos clamar como el salmista: "Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme" (Mt. 22:19).
9.2. Cumplimiento: Mt. 27:35:
Las tres primeras horas en la cruz, 27:35–44. Al llegar a este punto en el relato del
evangelio, uno piensa que debiera encontrar una descripción en detalle del
sufrimiento físico de Jesús. Extrañamente,
no solamente se omite por completo este elemento, sino que en v. 35 el anuncio
de la crucifixión se hace con un participio que podría traducirse:
·
Y cuando
le crucificaron; o,
·
Y
habiéndolo crucificado; o, después de crucificarle (RVA).
El participio está subordinado al verbo principal: ... repartieron sus vestidos (v. 35b). A pesar de la realidad innegable del sufrimiento inhumano e indescriptible de Jesús, los evangelistas no querían distraer la atención del propósito redentor de la muerte de Jesús. El sufrimiento más penoso fue cuando se sintió separado del Padre por el pecado del mundo que llevaba sobre su cuerpo.
10. No Desgarraron La Túnica:
10.1. Profecía: Salmo 22:18:
David
describe su lucha con la muerte en un lenguaje que también es apropiado de los sufrimientos del Mesías. Los vv. 14-16 proféticamente describen la crucifixión, un medio de ejecución que no se conoció hasta el tiempo
del Imperio Romano:
·
El dolor,
·
La
profunda sed,
·
La asfixia y
·
La
gran agonía en las manos y pies.
10.2. Cumplimiento: Juan 19:24:
Los soldados romanos encargados de la crucifixión acostumbraban apropiarse de las vestimentas de los condenados. Se repartieron sus vestidos, pero les costó mucho determinar quién se llevaba su túnica, pieza valiosa de su vestimenta. De esta manera se cumplía la profecía del Salm. 22:18.
11. Entregó El Espíritu:
11.1. Profecía: Salmo 22:21; 31:5:
La
liberación se pide fundada en el socorro anterior, en medio del peligro
inminente, del enemigo más poderoso, representado por el unicornio, o sea, el
búfalo salvaje. boca de león—(comp. el Salm. 22:13). El león:
·
Figura
frecuente de enemigos violentos;
·
La
mención de la boca sugiere la rapacidad.
11.2. Cumplimiento: Jn. 19:30 (Lc. 23:46; Jn. 10:18):
El texto de Juan, Jesús recibió el vinagre
(v. 30), indica claramente que Jesús probó la bebida que se le ofrecía. En
cambio, dos de los Sinópticos indican que él no
quiso tomarlo (ver Mt. 27:34; Mr. 15:23). Aparentemente lo que pasó es que
Jesús mojó sus labios y lengua con el vinagre, pero se negó a beberlo, deseando
sufrir todos los dolores de la cruz, sin algo para mitigarlos.
La exclamación ¡Consumado
es! da lugar a dos
interpretaciones.
· Podría referirse a su propia vida que se
terminaba, pero ésta sería una manera rara de referirse a su propia muerte,
siendo un verbo en la tercera persona singular.
· Es más probable que se refiere a su
misión que llegaba a su culminación y compleción en el momento que él moría (ver 17:4).
Beasley-Murray comenta que la expresión ¡Consumado es!
traduce un verbo griego que significa “llevar a cabo” la voluntad de alguno, sea de sí
mismo o de otro. Así, las últimas palabras de Jesús interpretan su sufrimiento
y muerte como la conclusión culminante y el cenit de la obra que había
realizado en perfecta obediencia a la voluntad del Padre.
Los Sinópticos concuerdan en registrar en este momento que Jesús clamó a gran voz (Mt. 27:50; Mr. 15:37; Lc. 23:46), pero quedaba a Juan el informarnos del contenido de ese clamor a gran voz.
12. Los Testigos Falsos:
12.1. Profecía: Salmo 35:11:
Esta estrofa es un
lamento que describe a los malvados. La
oposición tomó la forma de calumnias y engaños. Devolvieron mal por bien (vv.
12-16; compare 2 Macabeos 41:9; 55:12-14). Los vv. 13 y 14 muestran el carácter
del que ama a Dios. En el v. 16 hubo escarnio y mofa colectivos. El diablo
aprovecha lo inestable de la multitud para hacer daño al piadoso.
testigos falsos—lit., testigos de injusticia y crueldad (comp. el Salm. 11:5; el 25:19).
12.2. Cumplimiento: Marcos 14:56:
Porque muchos decían
falso testimonio contra él—Por el hecho de que
ellos buscaran testigos falsos, hemos de creer que eran sobornados para que
prestaran un testimonio falso; aunque nunca faltan bastantes aduladores,
dispuestos a venderse sin precio, con tal de recibir una sonrisa de aquellos
que ocupan un puesto superior al de ellos.
Véase una
escena parecida en Hech. 6:11-14. ¡Cómo recuerda uno aquel lamento: “Levantárnosle testigos falsos; demandarme lo
que no sabía”! (Salm. 35:11) más sus
testimonios no concertaban—Si sólo
dos testigos hubieran estado de acuerdo, su testimonio habría sido cogido
ávidamente, ya que esto era todo lo que la ley exigía aun en causas capitales
(Deut. 17:6). Pero aun en esto fallaron.
No
podemos menos que admirar la providencia que aseguró este resultado, porque, de
la una parte, parece asombroso que aquellos perseguidores y sus instrumentos
dóciles chafallasen de tal manera un asunto en el cual creían envueltos todos
sus intereses, y de la otra parte, si ellos hubieran logrado hacer una causa
plausible, el efecto en el progreso del evangelio podía haber sido perjudicial
por un tiempo.
Pero en el mismo momento cuando sus enemigos estaban diciendo: “Dios lo ha dejado: perseguid y tomadle, porque no hay quien le libre” (Salm. 71:11), Aquel de quien él era Testigo y cuya obra hacía, le estaba guardando como la niña de sus ojos, y mientras hacía que la ira de los hombres le alabara, estaba reprimiendo el resto de aquella ira (Salm. 76:10).
13. Los Amigos Miraban Desde Lejos:
13.1. Profecía: Salmo 38:11:
Los
amigos le abandonan, los enemigos aumentan en malignidad. buscaban
mi alma—(1 Sam. 20:1; 22:23).
13:2. Cumplimiento: Lucas 23:49:
Sus amigos y seguidores se vieron obligados a mantenerse a cierta distancia, “mirando estas cosas” (v. 49), aunque unos pocos de ellos estuvieron (al menos, durante algún tiempo) al pie de la cruz, como vemos por Juan 19:25-27. Lucas dice que allí, de pie y a distancia, estaban “todos sus conocidos y las mujeres que le habían seguido desde Galilea”.
14. Traición De Judas:
14.1. Profecía: Salmo 41:9:
hombre de mi paz—es decir, mi amigo. mi pan comía—de mí dependía y era
bien tratado. alzó el calcañar—con violencia y desdén. Como David y sus desventuras tipificaban a Cristo y las
de él (comp. la Introducción), así estas palabras expresan el trato que aquél
recibió, así como también el que recibió nuestro Señor; por tanto, aun cuando
no son distintamente proféticas, nuestro Salvador (Jn. 13:18) las aplicó a
Judas, “para que la Escritura sea cumplida”. Esta
última frase tiene amplio uso en el NT., y no se restringe para denotar
profecías específicas.
14.2. Cumplimiento: Marcos 14:10 (Jn. 13:18-19):
Entonces Judas Iscariote, uno de los doce,
vino a los príncipes de los sacerdotes, para entregársele—es decir. para hacer
su proposición y tratar con ellos, según parece por el relato más completo de
Mateo (26:14, 15), que dice que “fue a los príncipes de los sacerdotes, y les dijo:
¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le señalaron treinta piezas de plata”.
Las treinta piezas de plata eran treinta siclos, el importe de la multa pagada por un esclavo o esclava muertos accidentalmente (Ex. 21:32), que valen entre cuatro y cinco libras esterlinas (como 17,00 dólares); “hermoso precio con que me han apreciado” (Zc. 11:13).
15. “Tengo Sed”:
15.1. Profecía: Salmo 69:3:
El
salmista se encuentra en una situación crítica. Hasta mi alma indica el fondo
de su ser; puede llevar además el sentido original de nefesh H5315
(alma) que era “cuello” o “garganta”. Aguas es figura de
calamidades.
·
Su vida
está en peligro;
· Está
para ahogarse en este mar de problemas que incluye la persecución y la
enfermedad.
Está
angustiado porque ha estado clamando sin recibir la respuesta de Dios (v. 3).
15.2. Cumplimiento: Jn. 19:28:
La expresión Tengo sed es la quinta palabra de la cruz y expresa angustia
física. La falta de comida y agua para nutrir al cuerpo durante unas 16 horas,
más la pérdida de sangre, más el calor del sol cerca del mediodía, todo sirvió
para producir una sed que hacía pegarse la lengua al paladar. Algunos piensan
que Jesús deseaba mojar la boca para poder pronunciar en voz fuerte y clara las
últimas palabras. Esta exclamación es otra evidencia de la plena humanidad de
Jesús.
Juan sigue con su énfasis en el
cumplimiento de Escritura, utilizando conceptos del AT. (ver Salm. 69:21),
aunque allí la idea es de un trato cruel mientras aquí es todo lo contrario. El
vinagre tenía el propósito evidente de amortiguar el dolor que sufría el
crucificado. Incluso hay una tradición de que las mujeres de Jerusalén proveían
esta bebida para los crucificados como acto de misericordia.
Nótese: como Mateo
(27:34, 48; ver Mr. 15:23) cambia el término para ajustarse a la cita de Salmos:
“…vino mezclado con ajenjo”. El vinagre, o
vino agrio, del Medio Oriente era una bebida sana y refrescante.
La expresión Había allí indica que probablemente había un recipiente con vinagre al alcance justamente para ofrecer a los moribundos. El término hisopo se refiere a la rama de una planta que se utilizaba para rociar la sangre en el rito de la Pascua (ver Éx. 12:22; Lv. 14; Heb. 9:19).
16. Vergüenza, Oprobio:
16.1. Profecía: Salmo 69:19:
Clamando
a Dios para que mire su aflicción, expresa la agravación de la misma producida
por la falta de amigos simpatizadores (comp. Is. 63:5; Mr. 14:50).
16.2. Cumplimiento: Mt. 27:28-29:
Jesús burlado por los
soldados, 27:27–30. Mientras algunos de la compañía romana, compuesta de
entre 200 y 600 soldados, hicieron los arreglos necesarios para la crucifixión,
otros se divirtieron cruelmente con Jesús (comp. 26:67 s.). Del estrado de
juicio, lo llevaron al Pretorio, que probablemente era la residencia del
procurador. Lo desnudaron, probablemente de la parte superior del cuerpo.
Pusieron
sobre sus hombros un manto de escarlata (v. 28). El manto sería una bufanda
gastada de Pilato, o un saco de uno de los soldados. En todo caso, representaba
un vestido real. Faltaban la corona de espinas y una caña como cetro para
completar su equipo de rey. Entendieron que él pretendía ser rey, pero para
ellos era un pobre ejemplo de rey, débil, derrotado, impotente. ¡La parodia era completa!
Su desprecio
de Jesús llegó al colmo. Escupían sobre él y le golpeaban (verbo
imperfecto de acción continuada, o repetida)
en la cabeza con la caña (v. 30). Sacaron el manto de escarlata y lo vistieron
de sus propios vestidos. Pero aparentemente dejaron la corona de espinas en su
cabeza.
Véase Parte II.
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