Tipos
De Santificación:
“si no, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”.
(1 P.1:15-16).
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
La
palabra "santificar" significa "poner aparte".
Existe toda una familia de palabras:
·
Santificar,
·
Santo,
·
Santificación,
·
Santidad,
·
Consagrar,
·
Consagración,
·
Consagrado.
Que tienen todo el mismo significado básico.
Muy a menudo la santificación significa el proceso de separarse de lo común o inmundo para el Servicio Divino. Pero no siempre. Si se recuerda que santificar significa "poner aparte", se tendrá una definición que se ajusta a todos los casos.
Ayuda Hermenéutica:
G38. ἁγιασμός = jagiasmós; de G37;
prop. purificación, i.e. (el estado de) pureza; concr. (por heb.) purificador: santidad,
santificación. (Strong).
Santificación,
significa:
1) Separación para Dios (1 Cor.1:30; 2
Ts.2:13; 1 P.1:2);
2) El estado que de ello resulta, la conducta apropiada por parte de aquellos así separados (Rom.6:19, 22; 1 Ts. 4:3, 4, 7; 1 Tim.2:1, 5; Heb.12:14).
En el Antiguo
Testamento, Dios santificó el séptimo día (Gn. 2:3). Los primogénitos tanto del
hombre como de las bestias eran consagrados a Dios (Éx. 13:2). A los sacerdotes
se les ordenó que se santificaran al Señor (Éx. 19:22). El tabernáculo y todos
sus utensilios fueron santificados (Éx. 40:9).
En el Nuevo
Testamento se utiliza la santificación principalmente con respecto a las
personas. No obstante, Jesús dijo que el Templo santifica al oro que hay en él,
y que el altar santifica el don que se ofrece sobre él (Mt. 23:17, 19). Pablo
enseñaba que cuando damos gracias por muestras alimentos, éstos son
santificados (1 Tim. 4:5).
Con respecto a la
santificación de las personas, Dios santificó a Cristo y le envió al mundo (Jn.
10:36); esto es, el Padre puso aparte a Su Hijo para la obra de salvarnos a nosotros
de nuestros pecados. Jesús santificó a Sí mismo (Jn. 17:19); en otras palabras,
Él se colocó aparte a Sí mismo a fin de interceder por Su pueblo.
Existe también un
sentido en el que ciertos incrédulos son santificados. "Porque el marido incrédulo es santificado
en la mujer, y la mujer incrédula en el marido" (l Cor. 7:14).
Esto significa que el cónyuge incrédulo es colocado aparte en una situación de
privilegio al tener a su cónyuge cristiano orando por su salvación.
Y hay también un
sentido en el que Cristo debería ser santificado por todos los creyentes: "Santificad
a Dios el Señor en vuestros corazones..." (l P. 3:15). Le
santificamos poniéndole a Él aparte como el Señor indiscutible de nuestras
vidas.
Además de 1o que
antecede, hay también otras cuatro clases importantes de santificación que
deberíamos distinguir en nuestro estudio del Nuevo Testamento. Estas reciben
el nombre de:
Ø
Santificación de preconversión,
Ø
Santificación posicional,
Ø
Santificación progresiva, y
Ø Santificación perfecta.
1. Santificación De Preconversión:
Mucho antes de que
una persona nazca de nuevo, el Espíritu Santo ha estado obrando en la vida de
él, poniéndole aparte del mundo para pertenecer a Cristo. Pablo se dio cuenta
de que él había sido puesto aparte antes de nacer (Gál. 1:15). En 2
Tesalonicenses 2:13 el apóstol les recuerda a los
tesalonicenses que había tres pasos en la salvación de ellos:
• Su elección por parte de Dios.
• Su santificación por el Espíritu.
• Su fe en la verdad.
Nótese: que esta
santificación de ellos tuvo lugar antes
de que creyeran y fueran salvos. En 1 Pedro 1:2 se
encadena de la siguiente manera el orden de los eventos relacionados con la
salvación:
• Elección y destino por Dios el Padre.
• Santificación por el Espíritu.
• Obediencia
a Jesucristo.
• Rociamiento con Su sangre.
Dios nos eligió en la eternidad para que le perteneciéramos a Sí mismo. Con el tiempo el Espíritu Santo nos puso aparte para el Señor. Entonces obedecimos el evangelio. Tan pronto como lo hicimos, todo el valor de la sangre derramada de Cristo nos fue aplicado. Pero el punto a señalar aquí es que la santificación de la que nos habla Pedro es del tipo que tiene lugar antes de que una persona nazca de nuevo.
2. Santificación Posicional:
En el momento en
que una persona nace de nuevo es santificado posicionalmente. Esto significa
que, por lo que respecta a su posición ante Dios, está perfectamente puesto
aparte para Dios, separado del mundo, porque él está "en Cristo". De una
manera muy real, Cristo es su santificación (1 Cor. 1:30).
Cada verdadero creyente es un santo; ha sido separado para el Señor. Esta es su posición. Así, en 1 Corintios 1:3 se describe a todos los cristianos en la iglesia local de Corinto como "santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos". No siempre se comportaban muy santamente. Toleraban el pecado en la comunión (l Cor. 5:1, 2). Iban en juicio unos contra otros (1 Cor. 6:1). Tenían maestros que negaban la Resurrección (l Cor. 15:33, 34). Pero también es cierto que ellos, por lo que a su posición se refiere, eran santos: santificados en Cristo Jesús.
Veamos ahora
algunos de los pasajes que tratan de la santificación posicional. En Hechos
20:32, la expresión "todos los santificados" se refiere a todos
los creyentes. En Hechos 26:18 el Señor describe a Su pueblo como aquellos "que son
santificados mediante la fe en mí” (VM). Los corintios son descritos
como habiendo sido "lavados ... santificados... justificados en el nombre del
Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios" (l Cor. 6:11).
Y el autor de Hebreos nos recuerda que "somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de
Jesucristo hecho una vez para siempre" (Heb. 10:10). "Porque con
una sola ofrenda ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados"
(Heb. 10:14).
La santificación posicional es también indicada a veces por la utilización de la palabra "santo". Así sucede en Colosenses 3:12, donde Pablo se refiere a los cristianos como "santos", refiriéndose a la posición de ellos ante Dios.
3. Santificación Progresiva:
Mientras que hay
muchos versículos de las Escrituras que afirman que el cristiano está
santificado, hay muchos otros que dicen que debería santificarse. Si dejamos de
distinguir los tipos de santificación, podemos confundimos.
La santificación
progresiva o práctica se refiere a lo que debería realizarse en nuestras vidas diarias. Deberíamos estar
viviendo vidas de separación para Dios saliendo del pecado y del mal. Los
santos deberían ir santificándose cada
vez más.
En este aspecto de
la santificación al que Jesús se refiere en Juan 17:17 cuando oraba por los suyos:
"Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad".
La cooperación del
creyente va envuelta en esto (2 Tim. 2:21). Siempre que se hallan exhortaciones
con respecto a la santificación o a la santidad se puede tener la certeza de
que el tema es el de la santificación práctica. Así, Pablo apremia a los
corintios, "... limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu,
perfeccionando la santidad en el temor de Dios" (2 Cor. 7:1).
Y, en la misma línea, escribía Pedro:
" ... como aquel que os llamó es santo, sed
también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir" (l P.
1:15).
Una forma
particular de santificación práctica se refiere a la separación de la
inmoralidad. "Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os
abstengáis de la fornicación; que cada uno de vosotros sepa señorearse de su
propio cuerpo, en santificación y honra" (l Ts. 4:3, 4, VM).
¿Cómo se transforma el
cristiano en más santo, más semejante al Señor Jesús? La respuesta la
hallamos en la 2 Epístola a los Corintios 3:18:
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”.
La santidad práctica proviene de nuestra ocupación con el Señor. Es un principio en la vida que nos vamos asemejando a aquello que adoramos. Cuando más contemplemos a Cristo, tanto más nos volveremos cual Él es. El Espíritu Santo obra esta maravillosa transformación: ¡no de repente, sino de un grado de gloria a otro!
4. Santificación Perfecta:
Este aspecto de la santificación es aún
futuro para el creyente. Cuando vea al Salvador cara a cara quedará para
siempre liberado de todo pecado y contaminación. Será moralmente como el Señor Jesús:
perfectamente
santificado. Es sobre esto que leemos en Colosenses 1:22: "En su
cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e
irreprensibles delante de él".
Aquel día la iglesia recibirá su
santificación definitiva: "A fin de presentársela
a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni" cosa semejante,
sino que fuese santa y sin mancha (Ef. 5:27).
Otros pasajes
describen nuestra perfecta santificación sin mencionar la palabra. Por ejemplo,
Juan dice: "... sabemos que cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es"
(1 Jn. 3:2). Y Judas nos recuerda que nuestro Señor nos presentará "sin mancha
delante de su gloria con gran alegría" (Jud. 24).
Será de gran ayuda
en el estudio bíblico distinguir entre estos varios aspectos de la
santificación. Siempre
que se hallen palabras que traten de la santidad. Uno debería de preguntarse:
Ø
"¿Sucedió esto antes de la conversión?
Ø
¿Es esto lo que soy en Cristo?
Ø
¿Es esto lo que debería ser yo más y más cada día?
Ø
¿O es esto lo
que seré cuando sea introducido a la gloriosa presencia del Señor Jesucristo?
Resumen:
Porque Escrito Está:
“si no, como aquel que os llamó es santo,
sed también vosotros santos en toda vuestra
manera de vivir; porque escrito está: Sed santos,
porque yo soy santo”.
(1 P.1:15-16).
Cuando Pedro menciona este texto del
Antiguo Testamento, nos está diciendo:
·
No solo yo digo lo
siguiente.
·
Es
Dios mismo quién lo hace.
La autoridad de esta orden no sale de la boca de un simple hombre, sale de Dios mismo. Ésta es la autoridad a la que Pedro apela, ya que él espera que tomen muy enserio lo que les pide. Pedro toma esta referencia del libro de Levítico, en donde dice:
“Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo”. (Levítico 11:45 – RVR1960).
Algo que siempre
debemos tener en cuenta, es que las escrituras son para nosotros una verdadera
fuente de autoridad. Los escritores bíblicos del Nuevo Testamento
frecuentemente se apoyan en el Antiguo; confirmando así, y por ende reafirmando
el mensaje de Dios para sus hijos. Y éste es el mensaje para nosotros.
___________
-Biblia de Estudio RYRIE.
-e-Sword-the. LEDD.
-Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 11-09-2020 Tumbes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario