RAZÓN DIVINA Vs. RAZÓN HUMANA:
(Isaías
55:8-9)
“Porque mis
pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,
dijo Jehová… Como son más altos los cielos que
la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis
pensamientos más que vuestros pensamientos”.
(Is.
55:8-9)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
En esta sección desarrollamos distintos temas doctrinales del cristianismo y confrontamos lo que al respecto dice la Palabra de Dios, la Biblia, con lo que dice Francisco, Papa de la Iglesia Católico Romana.
I.
La Biblia y El Papa:
1.1. LOS SANTOS DE FRANCISCO:
La noticia saltó a la Wikipedia: “Récord de santos
canonizados. Francisco entró en la historia de la Iglesia, marcando el récord
de santos canonizados: 885 en total (hasta
el 15-10-2017), siendo el papa que ha proclamado más santos en toda la historia. Supera por
lejos el récord establecido por Juan Pablo II, con 482 santos”.
Según Roma, únicamente los creyentes
declarados santos por la iglesia tienen la confirmación de tener el privilegio
divino de la comunión con Dios bajo lo que se conoce comúnmente como la visión
beatífica. Además, los fieles católicos ya pueden rendirles culto y dedicarles
fiestas litúrgicas por todo el mundo.
Para ser reconocido santo por la Iglesia
de Roma, se requiere superar un proceso judicial denominado canonización. Es
decir, un proceso por medio del cual, si se supera, entrará en la lista que
enumera los santos aceptados por la Iglesia Católica. En la actualidad todo
comienza cuando nace una devoción popular hacia un creyente muerto en olor de
santidad, es decir, que de manera heroica ha manifestado una vida llena de fe,
esperanza y caridad.
Tras ser considerado siervo de Dios y
candidato a los altares, por sus virtudes pasa a ser reconocido como venerable.
Falta un milagro comprobado realizado en su nombre, o en su defecto la muerte
por martirio, para ser beato y ... con dos milagros el Papa es el encargado de canonizarlo.
Francisco En La Lista De Espera:
Francisco también ha confirmado que, en
este año de 2018, Pablo VI será santo. Y que está en curso la beatificación de
Juan Pablo I. Además “Benedicto y yo
en lista de espera. Rezad por nosotros”. Estas palabras dichas por
Francisco el 15 de febrero del 2018 a los párrocos de Roma en la Basílica de
San Juan de Letrán, se han tomado como una broma más del Francisco.
¿Pero cómo saberlo? Si se toma a broma la santidad de Benedicto y la suya propia, ¿qué valor tiene la santidad a sus ojos? Muchas cosas se toma este hombre a mofa. No ha dejado de bromear en relación a la virgen María desde que inició su pontificado. (Ver artículo “La Virgen de Francisco” Parte II) Y la Biblia no habla muy bien de los bromistas (Proverbios 26:19)
Así nos encontramos que el vicario de Cristo en la tierra, (según Roma), es un bromista que se toma la santidad a guasa. ¿Es así? ¿A quién decidirá próximamente Francisco señalar como digno candidato a los altares y a quien no? Es igual, no importa. Por lo que parece, lo primordial es ir dotando a los fieles católicos de toda una galería de figuras a las cuales rendir culto. Tenerlos sujetos a la superstición de las imágenes más benefactoras, por causa de las cuales se hacen peregrinaciones kilométricas, y proporcionarles un folclore popular, en vistas a mantener contenta a la feligresía.
Los Santos De Dios:
En la Biblia todos los
creyentes verdaderos son santos. No hay que esperar a estar muerto o
llegar al cielo para ser considerado santo. Por ejemplo, en el libro de los Hechos
9:32, leemos que “Pedro, visitando a todos, vino también a los santos que
habitaban en Lidia”. El apóstol Pablo al relatar su testimonio ante
el rey Agripa, en el mismo libro de Hechos 26:10, confiesa que “yo también encerré
en cárceles a muchos de los santos”.
Por tal motivo se puede observar en las epístolas que las salutaciones dirigidas a las iglesias, lo son a los santos allí residentes como leemos en Filipenses 4:21. En ningún lugar de la Biblia se habla de elevar a los altares a algunos santos hombres de Dios. Al contrario, es abominación a Dios rendirles pleitesía alguna. (Hechos 10:26; Apocalipsis 22:8 y 9)
El caso de uno de los malhechores
crucificado al lado de nuestro Señor en el monte Calvario, el cual clamó por
misericordia en el último instante de su vida, es paradigmático. Allí tenemos a
dos pecadores que estaban maldiciendo al Señor en la cruz (Mateo 27:43) pero en
la misma agonía de la muerte uno de ellos se arrepintió y con fe pidió a Jesús
que se acordara de él cuando viniera en su reino (Lucas 23:42).
¿Cuál fue la respuesta de Jesús? ¿Que tenía
primero que expiar sus pecados en el purgatorio? ¿Qué tenía que pasar por un tribunal de justicia humano para
poder entrar a la presencia del Señor? ¿O
hacer dos milagros como prueba de su santidad? En absoluto. Lo que Jesús contestó
fue:
· De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso.
Querido lector, ten la confianza de que
son los santos de Dios los que cuentan, no los que cuenta Francisco. La sangre
de Cristo es demasiado valiosa como para tomarla a broma. Con la ofrenda de
Cristo hemos sido santificados los creyentes (Hebreos 10:9-14)
Todos los que arrepentidos
de sus pecados vienen a Cristo por la fe,
verán el rostro de Dios al dejar este mundo (Lucas 23:43; Juan 14:9) y pueden
confiar en que se ha cumplido en ellos el decreto eterno de salvación como
explica Pablo a los
efesios:
· “Bendito sea el Dios y Padre
de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en
los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación
del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él”. (Efesios 1:3 y
4).
Ayuda
Hermenéutica:
ἅγιος = jágios G40 de ἅγος = jágos (cosa terrible) [Compare G53, H2282]; sagrado (físicamente puro, moralmente sin culpa o religioso, ceremonialmente consagrado): - santísimo, santo, santa. (Strong).
NOTA: Ef. 1:4: SEGÚN NOS ESCOGIÓ. La elección -la selección divina de algunas personas que iban a creer- ocurrió antes de la creación y tuvo el propósito de que esos creyentes fueran santos.
II. LA VIRGEN DE FRANCISCO:
Los cristianos que amamos la palabra de Dios nos sentimos realmente ofendidos por la caricatura que hace Francisco de... María, nuestra hermana en la fe (Hechos 1:14), virgen bendita entre todas las mujeres (Lucas 1:27-28), quien nada más y nada menos dio a luz al Hijo de Dios (Lucas 1:35), nuestro Señor y Salvador Jesucristo (Mateo 1:16-25).
Ayuda Hermenéutica:
παρθένος = pardsénos: G3933 de
origen desconocido; soltera; por implicación hija no casada: - virgen, doncella. (Strong).
NOTA: Lc. 1:27: a una virgen desposada. De acuerdo con
la ley judía, los desposorios o compromisos ligaban tanto como el matrimonio.
Véase Mateo 1:19: Mateo 1:19: su marido. Aunque José y María no estaban casados
todavía, era tan sagrado el periodo de compromiso, o desposorio, que según la
costumbre se les consideraba como si estuvieran casados. (compare Gn. 29:21;
Dt. 22:23-30). Por consiguiente, parecía que el único recurso de José era “dejarla
secretamente”, lo que significaba darle un certificado de divorcio,
que venia a decir en efecto: “Esta mujer no es
mi esposa; yo no soy su marido” (compare Oseas 2:2).
Que se entiende por virgen según el diccionario español: virgen. (Del lat. virgo, -ĭnis). com. Persona que no ha tenido relaciones sexuales. U. t. c. adj. 2. Persona que, conservando su castidad, la ha consagrado a una divinidad… Microsoft® Encarta® 2009.
Los cristianos fieles a la Palabra de Dios
estamos orgullosos de tener por hermana en la fe a María, ejemplo de obediencia y sumisión al Señor a pesar
de las pruebas con las que tuvo que lidiar a lo largo de su vida. No hace mucho
dedicamos un artículo en estas páginas (Vease artículo
III) donde resumíamos su vida singular y también seguimos ofreciendo
gratuitamente un monográfico sobre María, escrito por el exsacerdote Francisco
Rodríguez, que goza de extraordinaria aceptación y que nos solicitan
constantemente.
Por
lo tanto, el aprecio que sentimos por María contrasta con la parodia diaria a la que
nos vemos sometidos los creyentes bíblicos, en casi todos los rincones del
planeta, cuando se nos presenta de manera tan distorsionada la imagen de una
virgen María hecha a la pura semejanza de la imaginación de los
hombres, traspasando sin recato los límites del Canon de las Sagradas Escrituras.
Paladín de semejante desatino es, en la actualidad, (no podía ser otro) el Papa Francisco,
máximo representante de la iglesia católico romana.
Nos ruboriza Francisco
cada vez que le vemos inclinado ante la estatua de cualquier advocación mariana,
es decir, dando
culto a una imagen de la virgen María venerada bajo otro nombre
dependiendo del país o lugar de localización:
· Guadalupe en México,
· Pilar en España,
· Fátima en Portugal,
· Akita en Japón...y
· Así podríamos seguir de modo casi
interminable, en el mundo entero de los más de 144 concordatos con los países
que tiene roma...
Nos sonroja ver al hombre:
· Dando honor y honra a la criatura,
· En lugar
de al Creador.
¡Cómo se puede
caer tan bajo teniendo el conocimiento de la Escritura! que dice en
relación a las
imágenes, en los diez mandamientos:
· “No te inclinarás a ellas, ni
las honrarás”
(Éxodo 20:5, ver también Deuteronomio 5:9).
Nos
ofende Francisco, no sólo con sus actos, también con sus palabras, cuando expresa
sus opiniones tan particulares como peregrinas sobre María. Como por ejemplo
las mencionadas ante la ya famosa imagen de “La
Virgen Desatanudos” cuando destacó que “Dios, que derrocha su gracia para sus
hijos, quiere que nos confiemos a Ella, que le confiemos los nudos de nuestros
pecados para que ella se los acerque a su hijo Jesús”.
Todo
verdadero creyente sabe que según Juan (1 Juan 2:1), si hemos pecado, “abogado tenemos
para con el Padre a Jesucristo el Justo”. Entonces la dicotomía que
se nos presenta es, o:
· Creer
a Juan inspirado por el Espíritu Santo o
· Creer a Francisco inspirado por sí mismo.
NOTA: 1 Jn. 2:1: abogado. Lit. uno a quien
se llama para que venga a nuestro lado, un ayudador o defensor en un caso ante
los tribunales. Solo Juan lo uso en el NT., y es traducido “Consolador” (aplicado al Espíritu Santo). En
Jn. 14:16, 26; 15:26; 16:7. Nuestro defensor en el Tribunal de Dios es justo y,
por tanto, eficaz.
Nos
avergüenza igualmente Francisco cuando trata a María con su ya habitual tono burlón.
Muy conocida es su proclama de:
· “¡Y el que no quiera a María como Madre la va a tener como
suegra!” ¡Qué falta de respeto hablar así de
María!
El
18 de febrero de 2016 confesó a los periodistas que él había estado rezando
ante la imagen de la virgen de Guadalupe por más de 25 minutos y que había pedido “por el mundo, por la paz... muchas cosas. La
pobrecilla ha acabado con la cabeza cansada”. Así se
mofa Francisco de quien goza toda bendición espiritual en los lugares
celestiales con Cristo. (Efesios 1:3).
El
reguero de disparates es interminable, como cuando nos remite a la mirada de
María, mirada de la que tanto y tanto le gusta hablar. Cito algunas:
· “Lo he dicho muchas veces. Y en el discurso a los obispos les decía que había reflexionado largamente sobre el misterio de la mirada de María, sobre su ternura y su dulzura que nos infunde valor para dejarnos misericordias por Dios. Quisiera ahora recordarles algunos «modos» de mirar que tiene nuestra Señora, especialmente a sus sacerdotes, porque a través de nosotros quiere mirar a su gente”.
· “Lo que sus pueblos buscan en los ojos de María es «un regazo en el cual los hombres, siempre huérfanos y
desheredados, están en la búsqueda de un resguardo, de un hogar».
Y eso tiene que ver con sus
modos de mirar: el espacio que abren sus ojos es el
de un regazo, no el de un tribunal o el de un consultorio «profesional». Así se manifiesta la efervescente
imaginación de Francisco.
En Resumen, la virgen
de Francisco nada tiene que ver
con la virgen de Nazaret. La ha investido de
atributos extra bíblicos convirtiéndola en otra cosa, no se sabe muy bien qué,
a la cual se puede rezar, dar culto, mirar y escuchar, con esperanza incluso de
que medie por nuestros pecados ante el Señor.
Una parodia esperpéntica de la que luego hacen duplicaciones múltiples gracias a la imaginería de alfareros y artistas diversos y que no dudan en sacar a pasear en procesión, engalanadas en muchos casos de oro, plata y piedras preciosas.
A Francisco debemos decirle: La virgen María
no es nuestra salvadora. Al pecador lo salva Cristo y sólo Cristo
(Hechos 4:12):
· La virgen María no
es nuestra ayudadora, nuestra ayuda y socorro viene del Señor (Salmo 121:2).
· La virgen María ni
tiene modos de mirar ni nos habla más allá de la Biblia en la que nos invita a
hacer lo que Cristo nos dijera (Juan 2:5).
· La virgen María no
admite culto propio, ella da culto a su Señor y Salvador (Lucas 1:46-47).
· María respetaba a
los creyentes de la iglesia (Hechos 1:14), evidentemente usted, Francisco, no
le guarda el mismo respeto a ella.
Por todo ello nos duele tal distorsión de la figura de María y el extravío que llega a representar para los que sinceramente buscan entrar en el reino de los cielos.
III. Locos por Jesús: María:
“LOCOS” POR JESUS: Una serie sobre personajes bíblicos del NT., que manifestaron amor extremo a Jesús y que si bien pudieron ser considerados como locos por la sociedad de su tiempo resultan bien cuerdos, razonables y consecuentes cuando son examinados bajo la mirada escudriñadora e imparcial del testimonio de la Verdad.
3.1. MARÍA, LA MADRE DE
JESÚS.
Cuando muchos de sus discípulos habían
abandonado a Cristo, allí, al pie de la cruz, unas mujeres desafían todos los
miedos y temores. Una sobresale en entereza pues quien pende de la cruz no es
meramente su Maestro sino el hijo de sus entrañas. La espada que atravesó el
alma de María había sido anunciada con anterioridad y no era humana. Jamás
mujer alguna había sufrido, ni sufriría, pérdida y dolor semejante.
Saberse concebida por el Espíritu Santo y traer al mundo al ser más maravilloso que nunca
pisara la tierra le proporcionaba unos sentimientos difíciles de soportar ante
la desgarradora cruz que
presidia el Calvario.
Ningún
soldado romano hubiera podido detenerla en su camino al monte de los crucificados,
tampoco los prudentes consejos de sus allegados hubieran frenado su carrera
hacia la cima de la Calavera. Sin embargo, algo más fuerte que la sangre la
movía y era la definitiva explosión de un volcán de amor en su corazón.
María tuvo un gozoso y a la vez dramático aprendizaje junto
a su primogénito.
El corazón de María se convirtió con los años en un gigantesco almacén de
experiencias espirituales. Sólo ella tuvo el privilegio de la gestación del Hijo de Dios.
En su encuentro con Elizabet escuchó de nuevo unas intrigantes palabras
inspiradas por el Espíritu Santo que puestas en los labios de su prima decían:
· “Bendita tú entre las mujeres,
y bendito el fruto de tu vientre. ¿Por qué
se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?”. (Lc. 1:41-44)
Entonces
María sólo pudo responder con un cántico de agradecimiento a la obra salvadora
de Dios en su vida y la de su pueblo:
· “Engrandece mi alma al Señor y
mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador...socorrió
a Israel su siervo acordándose de la misericordia”. (Lc. 1:46-54).
Poco a poco María iba tomando conciencia de la envergadura
de aquella obra salvadora esperada por el pueblo creyente y que:
· Sólo Uno,
· El Ungido,
· El Mesías.
Podía realizar a favor de
todos los que como María reconocían... “la bajeza de su
sierva” (v. 48). y la necesidad de socorro.
El parto de María tuvo
lugar en Belén, allí en un humilde establo nació Jesús. Por tratarse
del primogénito y abrir la matriz de la madre (Lc. 2:23), María cumpliría “los días de la purificación de ellos, conforme
a la ley de Moisés” y luego traerían al niño a Jerusalén para ser
presentado al Señor. Pero antes de esto, dos acontecimientos extraordinarios
marcaron de nuevo el corazón de María.
Cuando envuelto en pañales, el niño Jesús
aún reposaba en el pesebre, recibieron la visita de unos pastores del lugar
contando como una hueste celestial se les apareció y un ángel les dijo que
había “nacido hoy, en la ciudad
de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor” (Lucas 2:11) explicándoles cómo y dónde encontrarlo.
NOTA. Lucas 2:11: Tres
títulos le fueron dados a Jesús en el anuncio de los ángeles:
1) Salvador,
2) Cristo (el Mesías o Ungido)
y
3) Señor (Jehová o Dios).
Era al mismo tiempo, Dios y hombre. (Fuente: Biblia de Estudio RYRIE. Págs. 1025)
Mas
tarde también unos
magos de oriente llegaron para adorar al niño y
ofrecerle, oro, incienso
y mirra. De nuevo el corazón de
María tenía mucho en lo que meditar. Y más aún cuando llegaron finalmente al
templo para presentar al niño y se encontraron ante Simeón y Ana la profetisa
quienes confirmaron proféticamente que aquel niño era “Luz para revelación a los gentiles y gloria de
tu pueblo Israel” (Lc. 2:32).
A
continuación, María pasó doce años cuidando personalmente de su hijo y viendo
como “el niño
crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios era sobre
él” (Lucas 2:52).
NOTA: Lc. 2:52: El segundo capítulo de Lucas nos muestra que, aunque
Jesús era especial, tuvo una niñez y una juventud normales. En términos de
desarrollo, era como nosotros.
Creció física y mentalmente, se relacionó con
otros y Dios
le amó. Una vida humana íntegra no está desequilibrada. Fue
importante para Jesús, y debiera serlo para todos los creyentes, desarrollar
armoniosamente cada uno de estos campos básicos:
· Físico,
· Mental,
· Social y
· Espiritual.
Por ese tiempo ocurrió un incidente que la
llenó de angustia. José y María llevaban un día de camino de regreso a Nazaret,
tras cumplir con la fiesta en Jerusalén, cuando notaron que el niño Jesús no se
encontraba entre la compañía. Lo buscaron entre los parientes y conocidos, pero
sin éxito. Cualquiera que ha sido padre o madre puede imaginar la zozobra,
congoja y desesperación que se siente cuando un hijo pequeño se ha perdido.
María no fue menos y su dolor e inquietud
quedaron registrados en el evangelio. Pero aquí no acabó la cosa, cuando
finalmente encontraron a Jesús en Jerusalén lo hallaron en el templo, “sentado en medio
de los doctores de la ley, oyéndolos y preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de su
inteligencia y de sus respuestas” (Lc. 2:47).
Fue María la que inquirió a su hijo por el motivo de su comportamiento, a lo que Jesús respondió: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? (Lc. 2:49). Esta respuesta la dejó hasta tal punto desconcertada que pasaría muchos años divagando en su corazón intentando comprender su significado. De ese modo, poco a poco, se iba formando en María la figura de Jesús como la de alguien infinitamente superior a ella misma, a la vez cercano y conocido, pero también extraño y trascendente.
Hijo Del Carpintero y
María, Y Demás Hermanos:
Todos estos pensamientos no fueron
obstáculo para que, con el correr del tiempo, la relación de María con su hijo Jesús se desarrollase de la manera
más normal del mundo en aquella época. Jesús fue conocido como el hijo del
carpintero y María como la “matrona”
que cuidaba de su casa y su familia (Mt. 13:55).
“¿No es éste el
hijo del carpintero? ¿No se llama su madre
María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?” (Mateo 13:55).
NOTA. V. 55: sus hermanos. Estos eran los hijos de José y María, posteriores al nacimiento de Jesús. Entender que son hijos de José de un matrimonio anterior o primos de Jesús, es contrario al sentido normal de hermanos.
Nada más comenzar Jesús su ministerio
público tuvo lugar un incidente en unas bodas, en Caná de Galilea, donde habían
sido invitados Jesús y sus discípulos.
En un momento de la fiesta el vino faltó y
María, que también se encontraba allí, le dijo a Jesús: “no
tienen vino”. El breve dialogo que mantuvieron madre e hijo fue
tenso pero respetuoso. ¿Qué tienes conmigo mujer? Aún no ha venido mi
hora. De nuevo está Jesús marcando el territorio de la obediencia al Padre por
encima de cualquier interés o demanda puramente humanas, como era la petición
de su madre. Jesús obrará a su tiempo, que es el tiempo de Dios, y no de la
voluntad humana.
María ha de tener paciencia, ya no puede
imponer sus deseos sobre su hijo. Resignada y esperanzada a la vez busca a los
que servían y les transmite un mensaje muy claro y definido: “Haced todo lo que os dijere (Jesús)”.
Así hicieron aquellos siervos y el
resultado fue un milagro que señalaría a Jesús como el Mesías, aquel que está
dotado de autoridad y majestad divinas. Aún tardaría María tres años en
reconocer que su Hijo Jesús es el Cristo. Algunos tristes episodios nos son
contados en el evangelio donde aparecen las dudas e incomprensión de María
hacia la persona y ministerio de su hijo (Mt. 12:46-50).
“Mientras él aún hablaba a la gente, he
aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar… Y le dijo
uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar… Respondiendo él
al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?... Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo:
He aquí mi madre y mis hermanos… Porque todo
aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi
hermano, y hermana, y madre”. (vv.46-50).
NOTA: vv. 46-50. Los tres sinópticos relatan el episodio en el cual la madre y hermanos de Jesús se presentan, deseando hablar con él. Jesús aprovecha la ocasión para señalar la base para pertenecer a una “nueva familia”. Mateo ubica este evento precisamente al fin de la confrontación entre Jesús y los líderes religiosos. Parece que su intención es la de mostrar que no todos los judíos pertenecían a esa perversa generación (v. 45b).
Pero finalmente triunfa la luz en el
corazón de María y la vemos no solo al pie de la cruz sino reunida en oración
con el resto de la Iglesia tras la resurrección del Señor (Hech. 1:14). A
partir de ese momento María ocupa su verdadero lugar, el de una adoradora del
Hijo de Dios.
Ahora su corazón lo comprendía todo y qué
agradecida estaba por la gracia y misericordia alcanzadas. Ella había sido la
escogida por Dios para traer al mundo al Mesías Salvador.
Ella había tenido el privilegio de
amamantar al que era el Dador de la vida. Disfrutó de su candidez infantil y
vio crecer al Santo delante de sus ojos. Cuánta paciencia había tenido Jesús
con ella. Pero finalmente la obra del Amor triunfó en su corazón y ella también
se rindió ante Aquel
que es:
· El Rey de reyes y
· Señor de señores.
Cómo pues no iba a adorarle, como no iba a servirle hasta la muerte, como no iba a convertirse en una “loca” por Jesús.
Concluyo:
Los argumentos del pensamiento del hombre
distan sobre los pensamientos de Dios el Creador lo vemos en Isaías 55:8-9.
Israel fue muy necio al actuar como si supiera lo que Dios pensaba y planeaba.
Su conocimiento y sabiduría son mucho mayores que los del hombre. Somos tontos al
querer encajar a Dios en nuestro molde, al querer que sus planes y propósitos
se conformen a los nuestros. En vez de ello, debemos esforzarnos para poder
encajar en sus planes, cual fuese el grado de liderazgo ejerzamos mientras estemos
en esta tierra [finito],
nuestro tiempo es corto y la de Dios es Eterna [infinita]…
¡Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová¡
___________
Nota y
Bibliografía:
-
En la Calle Recta.
- e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 4//01//2022.
MISIÓN BAUTISTA “Emanuel”. Ciudadela de Noé.
Los Cardos Mz.E-Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II. Cel. 942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
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