CON RELACIÓN A LAS AUTORIDADES:
ROMANOS 13:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Los
cristianos han sido llamados a apartarse del mundo (Jn. 15:18; 17:14), pero
todavía tienen responsabilidad hacia el Estado. El mejor ciudadano debe ser el
cristiano. Aunque la iglesia no debe involucrarse en partidos políticos, los creyentes como individuos ciertamente deben
usar los privilegios que Dios les ha dado como ciudadanos, para vigilar que se
elijan los mejores líderes y que se emitan las mejores leyes o se apliquen con
justicia.
Cuando
pensamos en líderes piadosos como José, Daniel
y Ester que pudieron ejercer
ministerios espirituales en gobiernos paganos, podemos ver lo que el Espíritu
puede hacer mediante el creyente consagrado. En este capítulo Pablo nos da cuatro motivos para obedecer al
gobierno humano.
“Sométase[1] toda persona a las autoridades superiores; porque no hay
autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas”.
(Romanos 13:1)
I. Por Causa De La Ira (Romanos 13:1–4):
Las
«autoridades[2] superiores» (v. 1) son los gobernantes y
funcionarios del gobierno, aun si no son cristianos. Agradecemos a Dios de que
el evangelio puede alcanzar a funcionarios del gobierno, como Erasto, el
tesorero municipal (Rom. 16:23) y algunos de los oficiales de Nerón (Filp. 4:22).
Pero
debemos reconocer que incluso un funcionario inconverso del gobierno es un
ministro de Dios. Si no podemos respetar a la persona, debemos respetar el
cargo ordenado por Dios.
Los
gobernantes son terror para los malos, no para los buenos; de modo que los que
viven como cristianos consistentes no tienen necesidad de temer. (Por supuesto,
donde el gobierno se opone abiertamente a Cristo, el principio a seguirse es
Hechos 5:29.)
Tenga
presente que Dios ordenó el gobierno humano, incluyendo la pena capital,
después del diluvio (véase Gn. 8:20–9.7). La iglesia no debe llevar la espada; el
gobierno lo hace. Dios ha establecido
tres instituciones en la tierra:
· El hogar
(Gn. 2),
· La iglesia
(Hch. 2), y
· El gobierno humano (Gn. 9).
Sus
funciones no deben superponerse; cuando así ocurre, hay confusión y problemas.
II. Por Causa De La Conciencia (Romanos 13:5–7):
El
temor es quizás el motivo más bajo de la obediencia cristiana; una conciencia dirigida
por el Espíritu nos eleva a un nivel más alto. El cristiano debe experimentar
al Espíritu testificando a su conciencia (Rom. 9:1); y si desobedecemos al
Señor, lo sabemos cuándo el Espíritu convence a nuestras conciencias.
Algunas personas
tienen una mala conciencia que no es
confiable:
El
cristiano obediente debe tener una buena conciencia (1 Tim. 1:5):
· Estar siempre desobedeciendo y
rechazando el testimonio del Espíritu conduce a una conciencia corrompida (Tít. 1:15),
· Una conciencia cauterizada (encallecida)
(1 Tim. 4:2), y
· Finalmente a una
conciencia desechada (1 Tim.
1:19).
Pablo
nos amonesta a pagar los impuestos (tributos), las contribuciones (en las cosas
materiales) y dar el honor adecuado a todos los oficiales. Véase 1 Pedro 2:17ss.
III. Por Causa Del Amor (Romanos 13:8–10):
Ahora
Pablo ensancha el círculo para incluir no sólo a los oficiales del gobierno,
sino también a nuestro prójimo. Téngase presente que la definición del NT., de
un prójimo no se limita a un vecino ni a los que viven en determinado lugar
geográfico.
En
Lucas 10:29 el experto en la ley preguntó:
«¿Quién es mi prójimo?». En la parábola
del buen samaritano (Lc. 10:30–36) Jesús cambió la pregunta a: «¿Cuál de estos tres fue el prójimo para aquel?».
La cuestión no es «¿quién es mi prójimo?», sino, «¿a quién puedo
ser un prójimo para la gloria de Cristo?».
No
es cuestión de ley, sino de amor y esto es de lo que Pablo analiza aquí. Mientras
el creyente vive bajo la ley de la tierra, también lo hace bajo una ley mucho
más alta como ciudadano del cielo: la ley del amor.
Es
más, el amor es el cumplimiento de la ley, porque el amor de corazón nos
capacita para obedecer lo que esta exige. Un esposo no trabaja todo el día
debido a que la ley le ordena que sostenga a su familia, sino debido a que los
ama.
Donde hay amor:
Ø No habrá homicidios,
Ø Ni deshonestidad,
Ø Ni robos,
Ø Ni ninguna otra clase de
egoísmos.
Nótese: que
Pablo no dice nada respecto al sabat [sábado]; la ley del día de reposo era realmente una parte del
código ceremonial judío y nunca se aplicó a los gentiles o a la Iglesia.
Nueve de los Diez
Mandamientos se repiten en las epístolas para que los cristianos
los obedezcan, pero el mandamiento respecto al sabat no se repite.
Con
frecuencia es difícil amar a quienes rechazan el evangelio y ridiculizan
nuestro testimonio cristiano, pero este amor puede venir del Espíritu (Rom. 5:5)
y alcanzarlos. «El
amor nunca deja de ser» (1 Cor. 13:8).
A
la mayoría de las personas se gana más con el amor que con las argumentaciones.
El cristiano
que anda en amor es el mejor ciudadano y el que mejor testifica.
IV. Por Causa Del Salvador (Romanos 13:11–14):
En estos
versículos llegamos al pináculo de los motivos:
· Del temor a la conciencia,
· Al amor,
· A la consagración a
Cristo:
Ø «Nuestra salvación» está
más cerca, en el sentido de que está más cerca que nunca antes la venida de
Cristo por su Iglesia.
Por «salvación» Pablo quiere decir la bendición total que tendremos
cuando Cristo venga, incluyendo nuevos cuerpos y un nuevo hogar.
Los cristianos
pertenecen a la luz, no a las tinieblas. Deben estar
despiertos y alertas, comportándose como los que han visto la luz del evangelio
(2 Cor. 4). Todavía más, ¡ningún creyente quiere ser hallado en pecado cuando
Cristo vuelva! «El día se acerca»
(Véase Heb. 10:25ss.) Pablo hace aquí una lista de pecados que nunca deberían
nombrarse entre los santos.
Nótese: que la embriaguez y la inmoralidad
con frecuencia van juntos, y resultan en peleas y división.
¡Cuántos
hogares se han destrozado debido al licor! El versículo 14
nos da la doble responsabilidad del creyente:
· Positivamente, «vestirse del
Señor Jesucristo», o sea, hacer de Cristo el Señor de su vida
diaria;
· Negativamente, «no proveer
para los deseos de la carne», esto es, evitar a conciencia lo que lo
tienta al pecado.
Es incorrecto que los cristianos «planeen el pecado».
Vance
Havner dijo que cuando David dejó el campo de batalla y regresó a Jerusalén, «estaba
haciendo arreglos para pecar». A la luz de la venida de Cristo que
se acerca, es nuestra responsabilidad tener vidas sobrias, espirituales y
limpias.
Los
últimos días serán de impiedad (véanse 2 Tim. 3, y 1 Jn. 3:4). Será cada vez
más difícil para los cristianos consagrados mantener su testimonio.
Los
gobiernos rechazan cada vez más a la Biblia y a Cristo, hasta que el postrer
hombre de pecado convierta al mundo en un gran sistema satánico que se oponga a
la verdad. Lea 2 Timoteo 3:12–4:5 para ver lo que
Dios espera de nosotros en estos últimos días.
Clase Para El Miércoles:
Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.
___________
Nota:
[1] G5293
ὑποτάσσω = jupotásso: de G5259 y G5021; subordinar; reflexivamente
obedecer:- bajo,
sometido, sujeto, sumiso. (Strong).
[2] G1849 ἐξουσία =
exousía: de G1832 (en el sentido de capacidad); privilegio, i.e.
(subj.) fuerza, capacida, competencia, libertad, u (objetivamente) maestría
(concretamente magistrado, sobrehumano, potentado, símbolo de control),
influencia delegada:- autoridad, derecho, dueño, jurisdicción, libertad, poder,
potencia, potestad. (Strong).
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