TRANSJORDANIA ES OCUPADA POR
DOS TRIBUS Y LA MEDIA TRIBU DE MANASÉS:
Números 32:1-42
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
I. El establecimiento de las tribus de Rubén,
Gad y parte de Manasés al lado oriental del Jordán, 32:1-42 (ver Deut.3:12-22;
4:44-49).
El pedido de Rubén y Gad,
32:1-5. Rubén se menciona primeramente aquí, aparentemente
porque era el hijo primogénito de Jacob. En el resto del capítulo, Gad se
menciona primero, indicando que la tribu de Gad tomó la iniciativa en este
pedido (ver Deut.33:21).
Dicen que la tierra al lado oriental del Jordán es
buena para ganado, y quieren quedarse allí porque tienen mucho ganado. Jazer (v. 1), y las ciudades mencionadas en
el v. 3, eran ciudades del reino de
Sejón (Deut.21:31-32). Galaad (v. 1),
a veces se refiere a la región al sur del arroyo Jaboc, pero el nombre a veces
se aplica a la tierra al norte del Jaboc también (ver 32:39, 40). Puede referirse a todo el lado oriental del Jordán (ver
Josué 22:9; 22:13). Es una tierra buena y bien regada.
Pero hay que reconocer que la tierra prometida por
Dios a los patriarcas y sus descendientes nunca incluyó el territorio al este
del Jordán. Los límites de la tierra prometida dados en 34:1-12 indican que la frontera oriental era el río Jordán. Por
eso, Moisés interpreta el pedido de algunas tribus de vivir fuera de la tierra
prometida como una indicación de una actitud de rebelión contra la palabra y
las promesas divinas.
La Ira De Moisés. Números 32:6-15.
Moisés ve detrás de este pedido un desprecio por la
buena tierra que Jehová ha prometido dar a su pueblo y una falta de fe. Esta
era la misma actitud que estaba detrás de la rebelión y la apostasía del pueblo
en Cades unos 40 años antes (ver cap. 14).
Si Rubén y Gad no cruzan el Jordán con sus hermanos,
pueden desanimar a las otras tribus que tendrán que pelear todavía para tomar
la tierra de Canaán. En esto, serán como los espías que desanimaron al pueblo
en Cadesbarnea[1].
Moisés recuerda al pueblo de los resultados desastrosos de la rebelión
anterior del pueblo: toda una generación fue rechazada. Si esta generación no obedece a Jehová, puede resultar en la
destrucción completa del pueblo.
Un Término Medio Ofrecido y Aceptado. Números 32:16-32.
Para evitar el problema de desanimar a sus hermanos,
los de Gad y Rubén proponen dejar a sus familias al este del Jordán y cruzar el
río armados con el resto de Israel para participar en la conquista del lado
occidental (vv. 16-19).
Por las limitaciones del tiempo, las ciudades que
construyen para sus familias aparentemente eran más como albergues temporales
en vez de ciudades fuertes. Proponen que no sólo acompañen a sus hermanos en la
campaña de conquistar Canaán, sino que vayan al frente del ejército, y prometen
no volver a sus familias en Galaad hasta que las otras tribus hayan recibido su
herencia al oeste del Jordán. Así todo el pueblo queda unido en su compromiso
de tomar posesión de la tierra prometida.
Moisés Acepta La Sugerencia De Rubén y Gad (vv.
20-24).
Si ellos cumplen sus promesas, pueden recibir el lado
oriental del Jordán como su herencia permanente. Pero Moisés les advierte de
que si no cumplen su palabra, serán culpables de pecado, y no podrán escapar
las consecuencias de su pecado.
Sabed que vuestro pecado os alcanzará (os hallará,
v. 23), ha llegado a ser un proverbio en inglés. Expresa la certeza de que,
aunque parezca que uno ha escapado ileso, tarde o temprano sufrirá las
consecuencias de su pecado.
Los De Rubén y Gad Reafirman Su Promesa (vv. 25-27).
Moisés entonces da órdenes a Eleazar y Josué, los que
van a estar a cargo de la repartición de la tierra, de que Rubén y Gad reciban
su herencia en la tierra de Galaad (vv.
28, 29). Pero advierte a estas tribus de que si no cumplen su promesa,
serán echadas del lado oriental del Jordán y tendrán que encontrar un lugar
entre las otras tribus en el lado occidental del Jordán, 32:30.
Por Eso, Rubén y Gad Afirman Una Vez Más Su Promesa. Números
32:31, 32.
El libro de Josué (4:11-13; 22:1-9) relata cómo
cumplieron su palabra y así recibieron su herencia al este del Jordán.
La Repartición De La Tierra Al Este Del Jordán. Números
32:33-42.
En base a la promesa de Rubén y Gad, Moisés les asigna
la tierra que antes era el territorio de los reinos amorreos de Sejón y de Og.
Encontramos aquí la primera noticia de que la mitad de la tribu de Manasés también
recibió su herencia al este del Jordán.
Puede ser que Manasés no participó en el pedido
original de Rubén y Gad, pero que al ver el arreglo hecho con esas tribus,
algunos de Manasés también pidieron recibir su herencia al este del Jordán bajo
las mismas condiciones. Deut.3:13 y Josué 13:29-31; 17:1; 22:9 confirman que
parte de Manasés se asentó en esa región.
En la repartición final de la tierra (ver Josué 13:15-32),
Rubén recibió la región más al sur, al este del mar Muerto (Salado), y la tribu
de Gad recibió la parte central, entre el mar Muerto y el mar de Galilea
(Quinéret).
Parece que había algunos cambios en la asignación de
la tierra tras el tiempo, porque algunas de las ciudades reedificadas por Gad
según 32:34, 35 (Dibón, Aroer) quedan en el territorio asignado finalmente a
Rubén (ver Josué 13:16-17), mientras Hesbón, reedificada por Rubén según 32:37,
38 y asignada a Rubén según Josué 13:17, queda en el territorio de Gad de
acuerdo a Josué 21:38-39. (Ver algo
semejante en Josué 17:11, donde la tribu occidental de Manasés posee varias
ciudades en el territorio asignado originalmente a Isacar y Aser). El
cambio de los nombres de algunas ciudades (v.
38) probablemente se hizo porque Nebo y Baal eran nombres de dioses
paganos.
Los clanes de Maquir, Jir y Nóbaj de la tribu de
Manasés, se establecieron en la parte septentrional, al este del mar de Galilea
(Quinéret; vv. 39-42). Esta región
se llama a veces Basán.
Las campañas independientes de los distintos clanes de
Manasés son semejantes a los esfuerzos locales de las diferentes tribus al lado
occidental del Jordán (ver Jueces 1:1-26).
Aunque nunca fue parte del plan de Dios que algunas de
las tribus de Israel se asentaran en Cisjordania, vemos que lo permitió. Así el
territorio de Israel fue engrandecido. Pero había problemas. El profundo valle
del Jordán formó una barrera entre las tribus orientales y las occidentales,
impidiendo que se mantuviera un sentido de identidad común y de responsabilidad
mutua.
Al fin de la conquista ya había conflictos entre las
tribus en Canaán y las en Cisjordania (Josué 22:10-34). Hubo problemas en la
época de los jueces (Jueces 8:4-17; 12:1-7). Por ejemplo las tribus de Rubén y
Gad no respondieron al pedido de ayuda de Débora y Barac (Jueces 5:15b-17a).
También las tribus orientales estaban más expuestas a
influencias extranjeras y paganas. En la época de los jueces, Galaad estaba
bajo el control de los amonitas (Jue. 10:6-11:33).
Después de la división del reino al morir Salomón,
parece que por lo menos partes del lado oriental del Jordán a veces estaban
bajo el poder de los moabitas (ver 1 R.
3 y la inscripción de la Piedra Moabita) o de los sirios (o arameos; ver 2 R.10:32-33). Cuando
Israel llegó a estar bajo el dominio de Asiria en el siglo VIII a. de J.C.,
perdió el control de Galaad.
Los israelitas que habitaron la región aparentemente
se mezclaron con otros pueblos y desaparecieron completamente de la historia.
Podemos ver la importancia de buscar y obedecer la perfecta voluntad de Dios, y
no algún término medio.
___________
Nota:
[1] H6947 קָדֹשׁ = cadósh:
Véase H6918. קָדֵשׁ בַּרְנֵעַ
= Cadésh
Barnéa; de lo mismo que H6946 y una palabra de otra
manera que no se usa (apar. compuesta de una que corresponde a H1251
y un der. de H5128) significa desierto del fugitivo; Cadesh del
Desierto de Deambular; Cadesh Barnea, un lugar en el desierto:- Cades-barnea.
(Strong).
Clase Para
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Lea Su
Biblia, Lea Su
Biblia, Lea Su Biblia.
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