EL PRESENTE DE ISRAEL: RECHAZO:
ROMANOS 10:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
En
este capítulo Pablo explica por qué Israel, como nación, está en su presente
condición espiritual.
I. La Razón Para El Rechazo. Rom. (Romanos 10:1–13):
La
palabra clave en este capítulo es «justicia». Los judíos querían justicia, pero
trataban de obtenerla de la manera equivocada. Como los fariseos descritos en
Mateo 23:15, los judíos gastan su energía tratando de alcanzar una posición
correcta ante Dios, pero hacían sus obras en ignorancia. «La gente religiosa» de hoy no
es diferente; piensa que Dios los aceptará por sus buenas obras.
La Biblia Habla
De Dos Clases De Justicia:
· «Justicia por obras», que viene al
obedecer la ley; y
· «justicia por fe», que es el don
de Dios a aquellos que confían en su Hijo.
Los
judíos no querían someterse a la justicia por fe; su orgullo racial y religioso
los alejaba de la simple fe y los arrastraba a la religión ciega.
Rechazaron
a Cristo y se aferraron a la ley, sin darse cuenta de que Cristo era
precisamente Aquel para el que la ley había preparado el camino, y que Él mismo
culminó en la cruz el reinado de la ley:
· La Ley Mosaica ya no es
más la base que Dios usa para relacionarse con la humanidad;
· su relación con nosotros
es en la cruz, donde Cristo murió por el mundo.
· La justicia por la fe se describe en
Levítico 18:5;
· la justicia por la fe se describe en Deuteronomio 30:12–14.
El
pasaje de Deuteronomio se usa para mostrar que la Palabra de Dios está siempre
a disposición del pecador y que Cristo está cerca de él y listo para salvarlo.
Los
versículos 6–8 son una buena ilustración de cómo Pablo usa pasajes del AT.,
para trasmitir verdades del NT. En Deuteronomio 30:11–14 Moisés le advirtió al
pueblo en contra de la desobediencia a la Palabra de Dios.
Para
que no arguyeran que la ley estaba lejos de ellos (aplicado especialmente al
tiempo de la dispersión de Israel entre las naciones, Dt. 30:1–5), Moisés les
recordó que no tenían que ir al cielo ni atravesar el mar para hallar la
Palabra de Dios: estaba en sus labios y en sus corazones.
Pablo aplicó
esto a Cristo, el Verbo (Jn. 1:1), y destacó que Israel no
necesitaba subir al cielo para traer a Cristo, ni bajar al abismo para hacerlo
subir, debido a que la Palabra de salvación estaba cerca a ellos para que pudieran
creer y ser salvos.
La
salvación viene cuando los pecadores confiesan que «Jesús es Señor [Todopoderoso Dios]»
y creen en el corazón que Cristo está vivo de entre los muertos. Lo que se cree
en el corazón se confiesa con la boca. Algunos de los judíos en los
días de Jesús no le confesaban con franqueza (Jn. 12:42–43). Cuando el pecador
recibe a Cristo por fe y le confiesa abiertamente, demostrando así su fe,
recibe el don de la justicia.
En el versículo
11.
Pablo cita de nuevo a Isaías 28:16 (véase Rom. 9:33): «Todo
aquel que en Él creyere, no será avergonzado». Al judío no le
gustaba el término «todo aquel», puesto que se creía el único «pueblo
escogido». Pero en el versículo 13 Pablo cita a Joel 2:32 para demostrar
que: ¡cualquiera que invoque a Cristo es salvo,
y no solamente el judío!
II.
El Remedio Para El Rechazo. (Romanos 10:14–17):
La
secuencia aquí es como sigue:
(1) se envían a los mensajeros;
(2) declaran la
Palabra;
(3) los pecadores
oyen la Palabra;
(4) los pecadores creen
a la Palabra;
(5) invocan a Cristo;
(6) ¡son salvados!
El
argumento aquí es simplemente que los pecadores no pueden salvarse sin la
Palabra de Dios, porque «la fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios»
(v. 17).
En
el versículo 15 Pablo se refiere a Isaías 52:7, un versículo que tendrá su
cumplimiento total en el día en que Israel sea establecido en su reino. ¡Piense en el
gozo que Israel tendrá cuando las noticias vengan de que su Mesías reina!
Pablo aplica este pasaje a la proclamación del evangelio de la paz (paz con
Dios y paz entre el judío y el gentil, Ef. 2:13–17) al Israel que hoy está
perdido.
A
menudo usamos Romanos 10:14, 15 como la base para nuestra acción de enviar misioneros
a las naciones gentiles y por cierto que esta aplicación es válida; pero el
significado básico aquí es la proclamación del evangelio a Israel hoy. Llevamos
el evangelio a los judíos, no debido a Romanos 1:16 («al judío primeramente»), sino
debido a Romanos 10:14, 15.
Si
sentimos la carga que sentía Pablo por el pueblo de Israel desearemos llevarle
el evangelio. El testigo que lleva el evangelio a los perdidos (sean judíos o
gentiles), ciertamente tiene «hermosos pies» a los ojos de Dios.
¿Cuál es la actitud de Israel hoy? La de
Isaías 53:1: «¿Quién
ha creído a nuestro anuncio?». Así como Israel se alejó en
incredulidad en el día de Cristo (Jn. 1:.37–38) y durante el tiempo de
testimonio de los apóstoles, en Hechos 1–7, así la nación hoy está afincada en
la incredulidad.
En
el versículo 18 Pablo cita el Salmo 19:4 para mostrar que la Palabra de Dios,
incluso por medio de la naturaleza, ha llegado al mundo entero; Israel no tiene
excusa.
III. El Resultado Del Rechazo. (Romanos 10:18–21):
El
resultado del rechazo de Israel es que Dios se ha vuelto a los gentiles y ahora
está tomando de entre ellos un pueblo para su nombre (véase Hch. 15). Pero aun
esto no debe sorprender a los judíos, porque en Deuteronomio 32:21 Dios
prometió usar otras naciones para provocar a celos a Israel y en Isaías 65:1, 2. Dios anunció
que Israel sería desobediente, pero que los gentiles le hallarían a Él y su salvación:
Ø Tenga presente que el AT.,
en efecto prometía la salvación de los gentiles;
Ø pero en ninguna parte
enseña que los judíos y los gentiles serían parte del mismo plan, ni que los
creyentes de ambas razas serían uno en Cristo.
El
programa que da el AT., es que los gentiles se salvarían mediante el ascenso de
Israel, o sea, su establecimiento como reino. ¡Pero Israel cayó! ¿Qué haría
entonces Dios con los gentiles? Pablo destaca en Romanos 9–11 que la
misericordia se extendió a los gentiles a través de la caída de Israel (véase
11:11):
· Dios entregó a todas las personas,
judíos y gentiles, a la incredulidad;
· Así Él podía tener
misericordia de todos mediante la gracia que se hizo posible en el Calvario (11:32).
El
versículo 21 ciertamente indica la actitud de Dios hacia Israel, incluso hoy.
Aunque se ha desechado a la nación en ceguera e incredulidad (2 Cor. 3:15–4:6;
Rom. 11:25), Dios busca ardientemente tanto al judío no salvo como al gentil
perdido.
Sin
duda, muchos judíos que oyen hoy la Palabra de Dios confiarán en Cristo después
del Arrebatamiento de la Iglesia y del inicio del período de la tribulación. En
lugar de criticar a los judíos por su ceguera espiritual debemos agradecer a
Dios de que nos dio la Biblia y el Salvador, y que incluso por medio de la
caída de ellos, ¡la
salvación se puso a disposición de los gentiles!
Antes De Dejar
Este Capítulo. Note: Varios Puntos Prácticos:
(1) La salvación no es
difícil: «Todo aquel que invocare el nombre
del Señor, será salvo» (v. 13).
(2) Es importante
proclamar la Palabra de Dios a los pecadores perdidos. Es la Palabra la
que convence, da fe, conduce a Cristo.
(3) Hay sólo dos «religiones»
en el mundo:
· Justicia por obras, y
· justicia por fe.
Ø Nadie puede cumplir la primera,
Ø pero todos podemos responder
a la segunda.
Clase Para El Miércoles:
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