IMITAR A CRISTO:
ROMANOS 15:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez
Este
capítulo concierne a los judíos y gentiles en la Iglesia, y revela tres
ministerios diferentes que debemos reconocer y comprender:
I. El Ministerio De Cristo Al Judío y Al Gentil
(Rom. 15:8–13):
El
que estudia la Biblia y no reconoce el ministerio doble de Cristo, primero al
judío y después al gentil, nunca usará correctamente la Palabra de verdad.
Cuando Cristo nació, su venida se anunció a la nación judía y se relaciona con
las promesas del AT.
Como
indica con claridad el versículo 8, Cristo
fue primero un ministro para los judíos con el propósito de confirmar los
pactos y promesas del AT. Véanse Lucas 1:30–33, 46–55, 67–80. Estos judíos
llenos del Espíritu sabían que Cristo había venido a librarlos de los gentiles
y a establecer el reino prometido.
Pero, ¿qué
ocurrió? El pueblo de Israel rechazó a su Rey en tres ocasiones:
(1) Cuando
permitieron que Herodes asesinara al mensajero del Rey, Juan el Bautista;
(2) Cuando pidieron que mataran a Cristo;
(3) Cuando mataron
a Esteban.
Tanto
en los Evangelios como en Hechos, el evangelio se entregó «al judío primeramente». Si
Israel hubiera recibido a Cristo, se hubiera establecido el reino y las
bendiciones hubieran fluido a los gentiles a través de un Israel convertido.
Pablo ya ha mostrado en Romanos 9–11 que mediante la caída de Israel (no su ascenso
a la gloria) el evangelio de la gracia de Dios ha ido ahora a los
gentiles.
Hay
un modelo de progreso en los versículos
9–11; los gentiles oyen la Palabra (Salmo 18:49); los gentiles se regocijan
junto a los judíos (Dt. 32:43); todos los gentiles alaban a Dios (Salmo 117:1);
y los gentiles confían en Cristo y disfrutan de su reino (Is. 11:10).
Estos versículos
casi resumen la historia espiritual de Israel:
· El versículo 9 (véase Hch. 10–14), cuando los judíos testificaron a los gentiles;
· El versículo 10 (véase Hch. 15–28), cuando los judíos y gentiles participaron juntos en el
testimonio de la Iglesia;
· El
versículo 11 (Hch. 28), cuando Israel finalmente
fue desechado y se les dio a los gentiles un
lugar prominente en el programa de Dios (conforme
se describe en las cartas de Pablo a los Efesios y Colosenses); y
· El versículo 12, el
reino futuro, compartido con los gentiles.
El tema de la
alabanza de los gentiles es Cristo. Hablando de ese día futuro
cuando el Rey establezca su reino, el versículo
12 dice: «Los gentiles esperarán en Él».
Pablo
entonces inicia el tema de la «esperanza» en la oración del versículo 13. No tenemos que esperar
para tener gozo,
paz
y esperanza;
el Espíritu puede darnos esas bendiciones ahora.
II. El Ministerio De Pablo Al Judío y Al Gentil
(Rom. 15:14–22):
Pablo anhela
recalcar que es el apóstol de los gentiles. Fallar en ver
el lugar especial del ministerio de Pablo en el programa de Dios traerá
confusión al estudio de la Biblia que uno realiza.
En
el versículo 16, Pablo se describe
como un sacerdote del NT., ofreciendo a los gentiles a Dios como su
sacrificio de alabanza. Cada vez que ganamos un alma para Cristo, es ofrecer
otro sacrificio para su gloria:
Ø Su ministerio
especial involucraba un mensaje único
(el evangelio de la gracia de Dios, v. 16),
Ø Milagros extraordinarios (vv. 18–19), y
Ø Un método
específico (v. 20, yendo donde Cristo no había sido predicado).
Pablo Era Un Pionero:
· No mezclaba la ley
y la gracia,
· La fe y
las obras,
· Ni Israel
y la Iglesia,
De la manera en que algunos
maestros lo hacen hoy.
Sabemos
que los judíos
piden señales (1 Cor. 1:22), pero Dios también dio milagros para
los gentiles
(en Éfeso, por ejemplo, véase Hch. 19:11, 12). No debemos pensar, entonces, que
debido a que hay milagros registrados después de Hechos 7 (el rechazo final
de Israel) que Dios todavía se está relacionado con la nación de
Israel.
A
Pablo se le impidió ir a Roma, no por Satanás, sino por las exigencias del
ministerio en tantos lugares donde el evangelio no se había predicado. Ahora
que había abarcado todo el territorio posible, estaba listo para visitar a
Roma.
El
hecho de que Pablo estaba dispuesto a predicar en Roma indica que ningún otro
apóstol había estado allí (Pedro, por
ejemplo); porque su norma era ir a lugares donde no se había predicado el
evangelio.
III. El Ministerio De Las Iglesias Gentiles a Los
Judíos (Rom. 15:23–33):
Pablo
deseaba ir a España;
si estuvo allí o no alguna vez, la Biblia no lo dice. La tradición dice que sí.
En cualquier caso, en el momento que escribió esta carta estaba participando en
llevar la ofrenda de auxilio a los judíos empobrecidos de Palestina,
contribución de las iglesias gentiles que él había fundado.
Véanse los
detalles en 1 Corintios 16 y 2 Corintios 8–9. Pablo da varias razones para esta ofrenda:
(1) Obligación
espiritual, v. 27. Puesto que los gentiles habían recibido todas sus
bendiciones espirituales a través de los judíos, debían retribuirles
materialmente en alguna medida.
Los
cristianos de hoy necesitan tener presente que los gentiles
son deudores a los judíos.
(2) Amor personal, v.
29. Pablo sentía un gran peso en su corazón
por los judíos y al traerles la ofrenda les expresaba su amor.
(3) Unidad cristiana, v. 31. Algunos
de los creyentes judíos (recuérdese Hch. 15) no
estaban contentos con la entrada de los gentiles al redil. Esta ofrenda
ayudaría a curar la brecha que algunos causaron al decir que los gentiles
tenían que convertirse primero en judíos antes de que llegaran a ser cristianos.
Nuestra
obligación hacia los judíos brota de la Gran Comisión, la gracia de Dios, quien
nos escogió y nos ha injertado en el olivo (Rom. 11:20ss), y la pura
lógica de Romanos 10:11–17. En cuanto a condenación se refiere, no hay
diferencia entre judío y gentil.
En cuanto a salvación, tampoco hay
diferencia. Pero
Israel es todavía la nación escogida de Dios, a pesar de que fue puesta a un
lado y cegada temporalmente; Israel es amada por causa de los padres (Rom. 11:28).
Ningún cristiano debía ser culpable de albergar prácticas o sentimientos anti-judíos.
Más bien, debemos procurar
testificarles y ganarles para Cristo. Como
nación, Israel ha sido cegado; pero los judíos como individuos pueden hallar a
Cristo conforme el Espíritu les abre los ojos.
Nótese: en el versículo
31 que Pablo veía venir problemas con los judíos
incrédulos, ¡y el problema surgió! Repase Hechos 21:15ss y
note cómo trataron a Pablo los judíos no salvos.
Este
capítulo enfatiza una vez más la importancia de distinguir entre el judío, el
gentil y la Iglesia (1 Cor. 10:32). Es más, las últimas palabras de Pablo en
Romanos (16:25–27) se refieren al gran misterio de la Iglesia, el cual Pablo
iba a revelar mediante su mensaje.
¡Ojalá nunca fallemos en ser administradores de sus
misterios!
Clase Para El Miércoles:
Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.
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