SALUDOS PERSONALES DE PABLO:
ROMANOS 16:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Este capítulo tal vez
parezca aburrido, pero está lleno de sorpresas. Al leer
la lista de nombres no podemos menos que quedar impresionados ante el amor y el
interés de Pablo por ellos.
Sin
duda alguna muchas de estas personas se convirtieron por su ministerio y habían
llegado a Roma de una manera u otra; Pablo nunca había visitado Roma y seguro
que no había conocido a estos santos en otras ciudades. Como su Maestro, Pablo
conocía a las ovejas por nombre y se interesaba por cada una.
I. Algunos Santos a Los Cuales Saludar (Romanos
16:1–16):
Parece ser que los creyentes en Roma
no se reunían en alguna asamblea general, sino que eran miembros de varios
grupos en los hogares.
Note: los versículos 5, 10, 11 y 15. No había una «iglesia
en Roma» en el sentido organizado
(compárese Filp. 1:1). Roma era una ciudad grande y
es posible que algunas de las asambleas las compusieron principalmente
creyentes judíos.
Es evidente de que
Febe era una diaconisa que se dirigía a Roma, y por consiguiente la portadora
de la epístola. «Que la recibáis [...] y que la ayudéis» (v. 2) son buenas admoniciones para los
cristianos de hoy. Algunos eruditos sugieren que iba a Roma en busca de ayuda para
algún problema legal y que Pablo les pedía a los santos que la ayudaran en ese
problema especial.
¡Hallamos
a Priscila y a Aquila de nuevo! ¡Qué amigos queridos fueron para Pablo! Repase
Hechos 18:2–28, 1 Corintios 16:19 y 2 Timoteo 4:19. El incidente en el cual
estos dos santos arriesgaron su vida por Pablo no se registra en el NT., pero, ¡qué deuda
tiene la Iglesia con ellos por haberle salvado la vida!
Salieron
de Roma debido a la persecución, conocieron a Pablo en Corinto y ahora, al
regresar a Roma, constituyen una iglesia en su casa. ¡Qué maravillosos son los caminos del Señor
y las sendas de su providencia!
Nueve
mujeres se mencionan en este capítulo:
§ Febe, v. 1;
§ Priscila, v. 3;
§ María, v. 6;
§ Trifena, v. 12;
§ Trifosa, v. 12;
§ Pérsida, v. 12;
§ la madre de Rufo, v. 13;
§ Julia, v. 15;
y
§ la hermana de Nereo, v. 15.
Algunos
críticos han acusado a Pablo de estar en contra de las mujeres, pero ningún
hombre hizo más por emancipar a las mujeres de la servidumbre pagana y
dignificarlas de la manera que Dios intentó desde el principio. Pablo enseña
que las mujeres tienen un lugar especial e importante en el ministerio de la
iglesia local.
En
varios versículos Pablo menciona a sus
«parientes» (vv. 7, 11, 21). Esto no
necesariamente significa parientes de sangre, sino más bien compatriotas
judíos, quizás de la tribu de Benjamín. El versículo
7 menciona a dos hombres que habían sido salvados antes que Pablo y que
también fueron notables entre los apóstoles.
No eran apóstoles, sino que tenían
muy alta reputación entre los apóstoles.
Rufo
es un hombre interesante (v. 13).
Marcos 15:21 indica que el Simón que llevó la cruz fue el padre de Alejandro y
de Rufo, como si estos dos hombres fueran bien conocidos entre las iglesias en
el tiempo en que Marcos escribió su Evangelio.
Es
posible que Simón fuera en realidad el padre de Rufo, el del versículo 13, y que también ganó a su
madre para el Señor. Si él y su familia se quedaron en Jerusalén, es posible
que tuvieron a Pablo en su casa y que este «adoptó» a la madre de Rufo como si fuera la
suya propia.
II. Algunos Pecadores a Los Que Se Debe Evitar.
(Romanos 16:17–20):
Esta
advertencia suena extraña en un capítulo lleno de saludos, pero Pablo conocía
los peligros en las iglesias y quería advertir a los santos. Desde luego que
nosotros, como cristianos, debemos amar y perdonarnos unos a otros; pero se
debe enfrentar los pecados en contra del cuerpo de la Iglesia de acuerdo a la
disciplina bíblica.
Los
cristianos que causan problemas debido a sus deseos egoístas (usualmente orgullo, quieren decirle a
todos lo que tienen que hacer), no se deben recibir en la iglesia local. «Fijarse» significa
«vigilar;
tener los ojos abiertos sobre ellos». Es
correcto que la iglesia tenga un ojo sobre los «trota-iglesias»
que van
de iglesia en iglesia causando problemas y divisiones.
Estas
personas son seductoras al hablar y saben cómo engañar a los ingenuos, pero el
santo con discernimiento verá a través de sus disfraces. ¡Conquiste a Satanás, no permita que él lo
conquiste a usted!
III. Algunos Siervos a Quienes Honrar. (Romanos 16:21–24):
¡Qué
grandiosa lista de veteranos! En estos versículos hallamos a Timoteo,
el hijo de Pablo en la fe y siervo del Señor (Filp. 2:19–22) y Lucio, quien
estuvo asociado con Pablo en los primeros días en Antioquía (Hch. 13:1). (No es probable que esta persona sea Lucas).
Jasón
viajó con Pablo desde Tesalónica (Hch. 17:5–9); Sosípater era de Berea (Hch.
20:4). Pablo amaba a estos compañeros y no podía haber ministrado sin ellos. No
todos pueden ser un Pablo, pero todos podemos ayudar a otros a servir a Cristo
más eficazmente.
Tercio
era el amanuense (secretario)
al que Pablo dictó la carta, según el Espíritu le dirigió. Es probable que fuera
romano, conocido por los creyentes que recibieron la carta.
Gayo tal vez
sea la misma persona mencionada en Hechos 19:29; o tal vez Gayo de Derbe (Hch. 20:4). Es
con toda seguridad el Gayo de 1 Corintios 1:14; uno de los hombres
que Pablo bautizó durante su ministerio en Corinto. Pablo estaba allí cuando
escribió a los de roma, o romanos, de modo que esto pudiera significar que
estaba alojado en la casa de Gayo.
Vea cómo el
Señor usa muchas personas para darnos su Palabra: ¡un apóstol
inspirado, un fiel secretario y huésped cristiano amigable y una mujer
sacrificada!
Erasto
era el tesorero municipal, lo cual muestra que el evangelio había alcanzado a
las familias de funcionarios del gobierno de la ciudad. (Véase Filp. 4:22.) Tal
vez sea el mismo que se menciona en 2 Timoteo 4:20. «Y el hermano Cuarto». ¡Ningún santo
es demasiado insignificante como para que Pablo no lo mencione! Lea 1
Tesalonicenses 5:12, 13 y vea cómo este pensamiento se aplica allí.
Pablo
siempre firmaba sus cartas, con su «firma de gracia» (2 Ts. 3:17–18), y así lo
hace aquí en el versículo 24. Es
probable que lo hiciera para añadir personalmente esta gran doxología que
enfatiza el misterio de la Iglesia.
Los
profetas que menciona en el versículo 27
son los del NT., mediante los cuales Dios reveló las verdades de la Iglesia y
el evangelio de la gracia. Véanse Hechos 13:1, 15:32, 21:10; 1 Corintios
12:28–29, 14:29–32, Efesios 2:20, 3:5 y 4:11.
Así queda
completa la carta a los Romanos. Si la comprendemos y la aplicamos, el
versículo 27 será verdad: «Al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo
para siempre».
Fin Del Estudio: Al
Libro De Romanos:
Clase Para El Miércoles:
Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.
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