lunes, 15 de abril de 2019

DISCUSIÓN ACERCA DE LOS MANJARES OFRECIDOS A LOS ÍDOLOS: 1 CORINTIOS 8:


DISCUSIÓN ACERCA DE LOS MANJARES OFRECIDOS A LOS ÍDOLOS:
1 CORINTIOS 8:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Los capítulos 8 al 10 analizan las preguntas de la iglesia respecto a lo sacrificado a los ídolos. Esto era un problema serio para ellos, en especial porque la iglesia se componía tanto de judíos como de gentiles y los creyentes judíos anhelaban fervientemente evitar cualquier contacto con la idolatría pagana. La situación era como sigue: la mayoría de la carne en Corinto se deposita en los templos:
·     El sacerdote guardaba parte de la carne, pero el resto se usaba para fiestas privadas, o se vendía en los mercados.
·   A decir verdad, la carne procedente de los sacrificios se vendía a un precio más bajo, haciéndola mucho más atractiva para los cristianos pobres.
·    Si un amigo o vecino invitaba a un cristiano a una fiesta, era muy probable que la carne hubiera sido dedicada a algún ídolo.

¿Debía el cristiano participar de tal fiesta?
¿Habría algún poder demoníaco en la carne y podría hacerle algún daño al creyente?
¿Contaminaría al cristiano comer esa carne?

Nosotros no enfrentamos el mismo problema hoy en día, pero la situación básica aún está con nosotros: ¿tiene el cristiano, debido a que está libre de la ley, el derecho a vivir de la manera que le plazca?
Hoy en día existen muchas prácticas que por las Escrituras sabemos que definitivamente son incorrectas, pero hay también muchos problemas sin límites estrictamente definidos con los que incluso los cristianos consagrados no concuerdan.

En estos tres capítulos. Pablo delinea los principios básicos que deben gobernar nuestra vida cuando se trata de cosas cuestionables:
·    Aquí en el capítulo 8 usa el ejemplo de Cristo e indica que el amor nos debe controlar de modo que no hagamos tropezar a otros (véase Mt. 17:24–27).
·   En el capítulo 9 Pablo se pone como ejemplo, destacando que no es necesario que los cristianos usen sus derechos para ser felices; porque Pablo para servir a Cristo puso a un lado incluso sus derechos legítimos.
·   Al final, en el capítulo 10, usa el ejemplo: de Israel para advertir a los creyentes respecto a los pecados de presunción, particularmente con los conectados a la idolatría e inmoralidad.

Aquí en el capítulo 8 Pablo nos da cuatro admoniciones a seguir al discernir lo bueno y lo malo en el área de cosas cuestionables.

I.       Considere Su Actitud (1 Corintios 8:1–3):
Demasiado a menudo los cristianos fuertes, que conocen la Biblia, se inclinan a «envanecerse» cuando se relacionan con los cristianos más débiles. Pablo admite tanto aquí como en Romanos 14, que algunos creyentes son fuertes y maduros en la fe, mientras que otros son débiles y tienen puntos de vista legalistas de la vida cristiana. «El conocimiento envanece, pero el amor edifica» (v. 1).
Es más, ¡el que piensa que lo sabe todo está admitiendo que no sabe nada! Pablo no nos anima a ser «hermanos ignorantes», sino más bien nos advierte que una actitud orgullosa no se asemeja a Cristo.
El conocimiento y el amor se deben balancear, amor a Dios y a nuestros hermanos. No debemos juzgarnos ni rechazarse los unos a los otros (Rom. 14:4–12).

II.     Considere El Conocimiento De Su Hermano (1 Corintios 8:4–8):
La vida cristiana no puede vivirse a plenitud si se ignora la Palabra. Debemos siempre tomar en consideración que algunos cristianos no comprenden las bendiciones de la libertad que tenemos en Cristo. Viven en esclavitud religiosa y tratan de regular sus vidas con reglas y rituales (véase Col. 2:16–23).
Pablo afirma claramente que los ídolos no son reales y que la carne que se les ofrece nunca puede lastimar a nadie, ni al cuerpo ni al espíritu (v. 8). Hay un solo Dios y Salvador, y adoramos y obedecemos sólo a Él.
Pero algunos cristianos no saben esto. No se dan cuenta de que ningún alimento es pecaminoso en sí mismo (nótese Rom. 14:14) y que la carne o la bebida nunca puede hacer de nadie un mejor cristiano. ¡Qué paciente fue Cristo con sus discípulos ignorantes! ¡Y qué pacientes debemos ser los unos con los otros!
A medida que un cristiano crece en la gracia y el conocimiento, mediante la lectura y obediencia a la Palabra, comprende la verdad y esta le hace libre (Jn. 8:32). Ve el conocimiento como una herramienta para construir, no como un arma para luchar.

III.    Considere La Conciencia De Su Hermano (1 Corintios 8:9–11):
La conciencia es el juez interior que nos condena cuando hacemos lo malo, y nos elogia cuando hacemos lo correcto. Nos «da testimonio» (Rom. 2:15; 9:1). La conciencia del cristiano ha sido purificada (Heb. 9:14; 10:22) y se le llama «buena conciencia» (1 Tim. 1:5, 19).
El pecado continuo no juzgado ni confesado hará una conciencia corrompida (Tít. 1:15) y a la larga se convertirá en una conciencia cauterizada (1 Tim. 4:2) que no se condena. Debemos esforzarnos por tener una conciencia sin ofensa (Hch. 24:16).
El cristiano nuevo, o que no ha sido enseñado, tendrá una conciencia débil (1 Cor. 8:7, 10, 12). Si ve a otro cristiano comer carne que dedicada a un dios pagano, tal vez se ofenda por tal experiencia y tal vez eso le lleve a pecar.
Debido a que sus sentidos espirituales no están plenamente desarrollados, irá al otro extremo y quizás deshonre el nombre de Cristo (véase Heb. 5:11–14). Un cristiano maduro, con conciencia fuerte, no se afectará con los paganos que lo rodean; pero el creyente con conciencia débil se confundirá y, si sigue el ejemplo de su hermano, puede meterse en problemas.

Pablo usa este mismo ejemplo en 10:25–33, de modo que bien podemos mirar estos versículos de antemano. «¡No andes por todas partes siendo un detective espiritual!», afirma. «Si te invitan a una fiesta y quieres ir, asiste; pero no hagas un sinnúmero de preguntas. Sin embargo, si el anfitrión te dice que la carne fue sacrificada a un ídolo, ¡no la comas! ¿Por qué? Para que puedas ser testimonio al cristiano más débil que tal vez se ofenda y lleves a pecar».

Pablo entonces se anticipa a expresar el posible argumento:
«Pero, preguntas, ¿por qué debe la inmadurez de algún otro limitar nuestra libertad? Si bendecimos los alimentos y comemos para la gloria de Dios, ¿no es eso suficiente?».
¡No! Los creyentes deben seguir una regla diferente. Nosotros los cristianos debemos hacer todo lo posible para no ofender:
·      Ni a judíos,
·      Ni a gentiles,
·      Ni a otros cristianos.

Todo se reduce a esto: cualquier cosa que haga el cristiano, incluso en el caso de que no lo ofenda o haga daño, nunca debe ofender o hacer daño a ningún otro. Aunque pensemos que este principio nos limita, en realidad no lo hace, porque nos permite ser de una mayor bendición a otros y ganar a los perdidos para Cristo (10:33).

IV.    Considere a Cristo (1 Corintios 8:12–13):
Nuestro Señor, en los días de su carne en la tierra, se cuidó de no ser la causa de que otros tropezaran. El incidente en Mateo 17:24–27 lo ilustra: «Para no ofenderlos» es un maravilloso principio a seguir, porque significa poner el amor cristiano en la vida diaria.
Cristo murió por el cristiano más débil, por lo tanto, no debemos atrevernos a ser causa de que peque. Pecar contra otro cristiano es pecar contra Cristo.
Sería mejor no comer carne que hacer que otros caigan, dice Pablo. Podemos pensar en múltiples aplicaciones de este principio en la vida moderna. Tómese el mundo de las diversiones, por ejemplo,
Una persona puede ser capaz de asistir al teatro y no sufrir espiritualmente por eso; pero si este acto hace que un cristiano más débil se descarríe, el cristiano más fuerte ha pecado:
Ø Un cristiano maduro quizás lea una novela popular y no se afecte; pero si su selección hace que otro tropiece, ha pecado.
Ø Sí, tenemos libertad como cristianos; pero no estamos en libertad de convertirnos en piedras de tropiezo para otros.
Ø Qué tragedia si un cristiano se descarría, o si un pecador perdido rechaza a Cristo debido a que un cristiano egoístamente hizo uso de «sus derechos» y dio un mal ejemplo:
·    «Ninguno busque su propio bien, sino el del otro» afirma Pablo en 10:24, ¡ese es un maravilloso principio a seguirse!

Clase Para El Miércoles:

Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.





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