lunes, 22 de abril de 2019

El Pecado Más Grande De David: (2 Samuel 24:1-25)


El Pecado Más Grande De David:
(2 Samuel 24:1-25)

 Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: Ve, haz un censo de Israel y de JudáY dijo el rey a Joab, general del ejército que estaba con él: Recorre ahora todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y haz un censo del pueblo, para que yo sepa el número de la gente”.  
 (2 Samuel 24:1-25)
       Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Ayuda Pastoral:

Introducción:
El censo hecho por David, normalmente realizado por motivos tributarios o militares, se incluye para describir los sucesos que condujeron a David a comprar el sitio donde se edificaría el Templo.
El Pecado Mas Gran de David, fue que él puso su fe en la fuerza numérica en lugar de Dios. Aun Joab su general reconoció que aquella era una decisión Necia (v.3). Incitó. Fue el mismo Satanás quien incitó a David para que contase al pueblo.
Aunque Dios no puede tentar a ningún hombre (Stg.1:13), en las Escrituras frecuentemente él aparece como si él hiciera lo que sólo permite que se haga. Así, en este caso, él permitió que Satanás tentó a David (1 Crón. 21:1-4). El promotor activo fue Satanás, mientras que Dios sólo retiraba su gracia amparadora, y el gran tentador prevaleció contra el rey. (Véase Ex.7:13; 1 Sam.26:19; Salm.105:25; Is.7:17, etc.).
Fue dada la orden a Joab, quien generalmente no se sentía restringido por escrúpulos religiosas, pero ahora no dejó de manifestar, en términos fuertes (véase 1 Crón. 21:3), el pecado y el peligro de esta medida, e hizo uso de todo argumento para disuadir al rey de su propósito.
La sagrada historia no menciona objeciones que él ni otros distinguidos oficiales presentarán en el consejo de David. Pero dice expresamente que todas fueron denegadas por la inflexible decisión del rey.
Las últimas palabras de David fueron buenas, pero algunas de sus últimas obras, como las que vemos en este capítulo, no fueron buenas, aunque se arrepintió y terminó bien. Siempre se ha pensado que el pecado más grande es el caso de Betsabé y la muerte de Urías de 2 Samuel 11, pero ahora veremos cuál fue, veamos:

I.       El Pecado De Orgullo, y Censo: (2 Samuel 24:1-9):


1.1.  La Orden Que David Dio a Joab De Censar Al Pueblo De Israel y De Judá (vv.1, 2). Dos Cosas Aquí Parecen Extrañas:

         A. La Pecaminosidad De Este Censo:

¿Qué Mal Había En Él?

1) Hay quienes piensan que la falla estuvo en censar también a los menores de veinte años que tenían talla y fuerza suficientes para llevar armas, y ésta fue la causa de que el censo resultase ilegal (1 Crón.27:23, 24).
2) Otros opinan que el pecado estuvo en no requerir el medio siclo que se pagaba para el servicio del santuario siempre que se censaba al pueblo como rescate de su persona (Éx.30:12).
3) Otros dicen que David lo hizo con el objeto de imponer un tributo a la nación, a fin de enriquecer su tesoro. Pero no hay ninguna razón para pensar esto, pues nunca fue David amigo de imponer tributos.
4) O que la falta estuvo en que no había recibido orden de Dios para hacer este censo.
5) Hay incluso quienes opinan que fue una afrenta a la antigua promesa que Dios había hecho a Abraham de que su descendencia sería innumerable  como las estrellas del cielo y la arena que está a la orilla del mar  (Gn.15:5; 22:17).
6) La opinión más probable es que David hizo el censo con espíritu de vanidad y arrogancia, y ser además la usurpación de un derecho divino, pues sólo Dios tenía derecho a conocer el número de posesiones y ordenar censos, como verdadero rey de un país que se regía, al fin y al cabo, por teocracia. Algo semejante es lo que hizo después Ezequías al mostrar sus tesoros a los embajadores de Babilonia (Is.39:1-8).

B.    incitase a David (v.1)”.

NOTA v.1: Incitó: 1 Crónica 21:1: El censo provoca la ira de Jehová, 21:7-14. Si bien el censo incitado por Satanás produjo disgusto en Joab (v. 6), aún más el ceder de parte de David a tal tentación fue muy mal visto por Dios (v. 7). El escritor bíblico postexílico refleja fielmente la sensibilidad espiritual de David vista en 2 Sam.24:10 al hacer que David se arrepienta ante Dios por su pecado. Pareciera que el sufrimiento de su pueblo (v. 14) hizo que David reaccionara. Fuera este arrepentimiento anterior o posterior al sufrimiento del pueblo (ver 2 Sam.24:10-14), es obvio que era una actitud genuina de David.
Con todo y esto, el Cronista se interesa sobremanera por indicar claramente el desagrado de Dios por el censo. Esto, ineludiblemente, hace que David luzca mal. Es loable por parte del Cronista que, pese a su interés por ver a David favorablemente, se apegue a la verdad histórica y teológica vista en el libro de Samuel.

También parece extraña la causa primero de este censo, según aparece en el texto (v.1). No es extraño que volviese (una alusión, sin duda, al cap.21) a enojarse contra Israel”. Pero que, en medio de su desagrado, incitase a David a hacer el censo es muy extraño. En todo caso, estamos seguros de que Dios no puede ser el autor del pecado, ni puede siquiera tentar al pecado (Stg.1:13).
Por otra parte en 1 Crónicas 21:1 se nos dice claramente que Satanás incitó[2] a David a que hiciese censo. Satanás, al adversario se lo sugirió a David para pecar, como le puso a Judas en el corazón el entregar a Cristo (Jn. 13:2). Dios, como Justo Juez, se lo permitió con el objeto de que David aprendiera una buena lección y para que de este pecado de David pudiera aprender los príncipes de este mundo que, cuando se ciernen sobre su país los juicios de Dios, tengan motivo para sospechar que sus pecados son la causa de la calamidad y puedan así arrepentirse y reformarse.
La razón por la que, en este capítulo, el texto da a entender que fue Dios quien movió (lit.) a censar al pueblo, es que los judíos no podían concebir aún que otro poder (el del diablo) pudiese actuar por su cuenta contra la voluntad de Dios (compare con Job, cap.1), mientras que cuando se escribió, varios siglos después, 1 Crónicas 21 la intervención del diablo ya no causaba desasosiego a la mentalidad judía. Bullinger (ob. Cit., p. 5) sugiere que aquí hay una elipsis. Pues falta el sujeto del verbo movió, ese sujeto se suple con base en 1 Crónicas 21:1.
Sin embargo, la mayoría absoluta de los autores opinan que el sujeto implícito es Jehová”, en clara conformidad con el contexto anterior.

1.2.   Joab Se Puso a Esta Orden De David.
Incluso él se dio cuenta de la insensatez y vanagloria de David al dar semejante orden. No había ningún motivo para este censo, ya que no había necesidad de imponer el tributo ni organizar una distribución de funciones; todos estaban tranquilos y felices.
El deseo de Joab (v.3) era que el número de los israelitas aumentara más y más y que el rey, aunque viejo, tuviese tiempo para verlo y quedar satisfecho. Pero, ¿por qué se complace en esto mi señor el rey?, dice Joab. Como si dijese: “¿Qué necesidad hay de hacer esto?”). Dice el Proverbio latino: Pauperis est numerare pecus = Al pobre compete cantar su ganado.
Comenta agudamente F. Buck: “La protesta de Joab podría entenderse en el sentido de que temiese una rebelión y resistencia de parte de las tribus contra la demasiada organización y centralización que baja el rey se estaba haciendo. No es, pues, que Joab viese en el censo precisamente un pecado (no tenía tantos escrúpulos de conciencia), sino una mala medida política.

1.3.   A Pesar De Todo, Se Pone Por Obra La Orden De David (v.4):
La palabra del rey prevaleció”. Joab, aunque con repugnancia, se puso a dar ejecución a una tarea que no le agradaba, y tomó a los capitanes del ejército para que le ayudarán.
La cifra total fue comunicada al rey en Jerusalén (v.9): “Y fueron los de Israel 800,000 hombres fuertes que sacaban espada, y los de Judá quinientos mil hombres”. La diferencia entre estas cifras y las que vemos en 1 Crónicas 21:5 es explicada sabia y brevemente por el Dr. C. C. Ryrie Study Bible, nota a 1 Crónicas 21:5, del modo siguiente:
§  Los 8000,000 de Israel en 2 Samuel 24:9 quizá no incluyen los 300,000 enlistados en 1 Crónicas 27, lo que harían un total (como aquí) de 1’100,000.
§  Los 470,000 de Judá quizá no incluyen los 300,000 de 2 Samuel 6:1, con lo que tendríamos un total (como aquí) de 500,00.
§    O tal vez la cifra de Crónicas representa un número redondo”.

Una explicación más detallada puede verse en el comentario de Jamieson-Fausset-Brown. M. Henry reserva para el comentario a 1 Crónicas 21:5 una explicación diferente:
Ø Joab dejó sin censar dos tribus (1 Crón.21:5, 6) considerables:
Ø Leví y Benjamín, y quizá no fue exacto en su cuenta porque no lo hacía con gusto, lo cual explicaría la diferencia entre las cifras de aquí y las de 2 Samuel 24:9.
Un dato que no puede pasar desapercibido (nota del traductor) es la frase que hallamos en 1 Crónicas 27:24: “Joab, hijo de Sarvia, había comenzado a contar; pero no acabó; por lo cual, el número no fue puesto en el registro de las crónicas del rey David”.
Con esta mala gana de hacer el censo, no es extraño que las cifras no resulten claras. No se nos dice si la cifra comunicada al rey halaga su vanidad o la mortifica.

II.     Juicio, y Cese Del Castigo: (2 Samuel 24:10-17):


2.1.   Le pesó en su corazón”:
Reflexión sabia de David, su arrepentimiento y la confesión de su pecado en haber censado al pueblo. Cuanto le fue comunicado el resultado, quizás aquella misma noche, se despertó su conciencia:
1. Quedó convicto de pecado en su corazón (v.10) “Le pesó en su corazónantes de que viniera a él profeta Gad.
2. Confesó a Dios su pecado y pidió sinceramente perdón por él. Reconoció que había obrado muy neciamente, pues es cosa sumamente necia obra contra la voluntad de Dios.

2.2.   La Justicia y Necesaria Corrección Que Sufrió por su PECADO.
Quizá durmió mal, acosado por su conciencia, y se levantó muy de mañana con el propósito de hablar con su confidente el profeta Gad acerca de ellos. Pero Gad[3] el que, instruido por Dios, fue a ver a David (vv.11 y ss.) para decirle que el castigo era inevitable, aunque todavía sin definir la naturaleza del mismo.

NOTA: V.11ss.: El papel de Gad, el profeta, es importante en este relato. Tanto la fuente del Cronista como el mismo escritor de nuestro texto aluden al hecho de que Gad era vidente de David. No era extraño que en la corte del rey hubiese un profeta[*] que le ayudará a interpretar la voluntad de Dios. Es claro que el Cronista quiere mantener la idea de que un rey en pecado necesita de un profeta.
La posibilidad de escoger entre tres formas de castigo compete al profeta darla al rey. Puede ser que David escogiera la peste a manos de Dios en lugar de derrotas militares a mano de hombres, porque reconocía contra quién había pecado en último análisis.
Era justo que el pecado contra Dios fuese castigado por Dios mismo. Sea esto como fuere, es importante reconocer que David, a diferencia de otros reyes, no buscaba en su vidente sólo palabras halagadoras o lisonjeras sino palabra de Dios. Ciertamente Gad no era simplemente un profeta asalariado.

Ayuda Hermenéutica:

[*]H5030 נָבִיא = nabí: de H5012; profeta o (generalmente) hombre inspirado:- profecía, profeta.
H2374 חֹזֶה = kjozé: participio activo de H2372; contemplador en visión; también pacto (como mirado a con aprobación):- convenio, los que observan [las estrellas], profeta, ver, vidente.
חֲזָהאֵל = Kjazaél. Véase H2371. (Strong).

A. Tres Cosas Se Supone Ciertas:

1) Que David debe ser castigado por su pecado. De las siete cosas que más aborrece Dios, la primera es la altivez (Prov.6:17) o soberbia.

2) El castigo debe ser conforme a la culpa.

3) Debe ser un castigo compartido por todo el pueblo, a causa de la condición corporativa, solidaria del pueblo de Israel. Por eso, leemos (v.1) que se enojó Jehová contra Israel como en el caso de Acán, etc. David abrió las compuertas del PECADO, y todo el pueblo sufrió la inundación.

B. En Cuanto a La Clase De Castigo Que Va  A Ser Enviado:

1) Se le dice a David que escoja con qué vara quiere ser azotado (vv.12, 13). Su Padre de los cielos se ve obligado a imponer un correctivo, pero para mostrar que no lo hace de buen gusto, le da a David la opción de escoger entre guerra[4], hambre[5] o peste[6], a fin de que pueda soportar con mayor paciencia el azote, al ser uno que él mismo ha escogido. El profeta le aconseja que piense bien, para que pueda él dar respuesta al que le ha enviado.

2) David ruega que se descarte el castigo de la GUERRA; en cuanto a los otros dos, deja la elección en MANOS DE DIOS, aunque es probable que insinuara (vv.14, 15) su preferencia por la peste = déber דֶּבֶר:
a- Pide no caer en manos de hombres (v.14).
b- Se pone en manos de Dios: “Caiga ahora en mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas”. David deja en manos de Dios escoger entre  hambre =  raáb רָעָב  y peste, y Dios escoge lo más breve, para poder mostrar más prontamente su voluntad de reconciliación.
Pero otros opinan que, con sus palabras, dio David a entender que prefería la peste = déber דֶּבֶר. Esta clase de castigo era, por otro parte, más general, pues a él estaba expuesto David, y también su familia, lo mismo que el humilde y pobre de sus súbditos, mientras que él y su familia podían librarse mejor del hambre y de la espada; por lo que, consciente de su culpa, David escoge la peste.
No obstante, como hombre sinceramente arrepentido David se pone en manos de Dios porque sabe que sus misericordias son grandes (v.14); son nuevas cada mañana (Lm.3:23) Los verdaderos creyentes, aunque se hallen bajo el enojó de Dios, no tienen sino buenos pensamientos acerca de Él: “Aunque Él me mate, en él esperaré(Job 13:15).

3) Dios envía, pues, la peste (v.15), que duró desde la mañana hasta el tiempo señalado; es decir, según la opinión más probable, desde la mañana de aquel día hasta la tarde del tercer día; Dios acortó el plazo por la oración de David (v.17).

2.3.   Y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla”. (V.16):
Dios acortó benignamente el tiempo del castigo, cuando ya se iba a extender la plaga en la capital (v.16): “El ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruir”.
Quizás había allí mayor maldad, y especialmente, mayor orgullo (que era el pecado castigado en esta ocasión) que en cualquier otro lugar del país y por eso estaba extendida sobre la gran ciudad la mano del ángel exterminador; pero entonces Jehová se arrepintió del estragoy dijo al ángel: “Basta ya, detén tu mano.
Es de notar que el ángel estaba junto a la era de Arauna jebuseo, esto es, en el Monte Moria. Observa el Dr. Lightfoot que en el preciso lugar en que una contraorden del Cielo previno a Abraham de matar a su hijo, este otro ángel, por una especie de contraorden, fue prevenido de destruir Jerusalén.

2.4.   Yo pequé”:
David confiesa de nuevo su pecado en esta ocasión (v.17). Una vez que Dios le abrió los ojos, vio al ángel con la mano extendida para destruir, le vio después envainar la espada por la orden recibida de detener su mano y dijo a Jehová: “…Yo pequé, yo hice la maldad; ¿qué hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de mi padre.
Como si dijese: “Mío es el crimen, mía debe ser la cruz”. De este modo intercede por su pueblo, ya que siente en su corazón las amargas lamentaciones de los israelitas: “Pero estas ovejas, ¿qué culpa tienen de ello?”.
Que esto nos traiga a la memoria la gracia del Señor Jesús, quien se entregó a  mismo por nuestros pecados, dispuesto a que la mano de Dios pesará sobre ÉL, a fin de que nosotros escaparemos del castigo. Fue herido el pastor para que las ovejas hallasen la salud (Is.53:5, 6).

III.   Erección Del Altar. (2 Samuel 24:18-25):


3.1.   Erigir Un Altar:
David recibe la orden de erigir un altar en el lugar en que estaba el ángel cuando él lo vio (v.18). Esto fue para dar a entender a David:
1- Que Dios estaba ahora completamente reconciliado con él, porque si Jehová le hubiera querido matar, no habría aceptado de su manos un sacrificio (Jueces 13:23), y por consiguiente, no le habría ordenado levantar un altar. Cuando Dios nos anima a que le ofrezcamos sacrificios espirituales (Rom.12:1; Heb.13:15, 16), es evidente que está reconciliado con nosotros.
2- Que por medio del sacrificio se hace la paz entre Dios y los pecadores, especialmente mediante la propiciación que es Cristo (1 Jn.2:2), de quién eran tipo todos los sacrificios de la Ley.
3- Que cuando Dios detiene benignamente la mano de sus castigos, deberíamos reconocerle con gratitud y alabanza.

3.2.   La Compra Del Terreno:
La compra que David hizo de aquel terreno. El terreno (una era) pertenecía a un jebuseo llamado Arauna, quien, aun cuando era pagano de nacimiento; no hay duda de que era prosélito de la religión judía, y por ello, se le permitía, no sólo vivir entre los israelitas, sino también poseer terreno propio en una ciudad (Lv.25:29, 30). Aunque una era parecía un terreno de poca dignidad, era un terreno de labor, con lo que quedaba dignificada:

1- Que Dios estaba ahora completamente reconciliado con él, porque si Jehová le hubiera querido matar, no habría aceptado de sus manos un sacrificio (Jueces 13:23), y por consiguiente, no le habría ordenado levantar un altar. Cuando Dios nos anima a que le ofrezcamos sacrificios espirituales (Rom.12:1; Heb.13:15, 16), es evidente que está reconciliado con nosotros.
2- Que por medio del sacrificio se hace la paz entre Dios y los pecadores, especialmente mediante la propiciación que es Cristo (1 Jn.2:2), de quien eran tipo todos los sacrificios de la Ley.
3- Que cuando Dios detiene benignamente la mano de sus castigos, deberíamos reconocer con gratitud y alabanza.

3.3.   El Terreno Del Jebuseo:
La compra que David hizo de aquel terreno. El terreno (una era) pertenecía a un jebuseo Arauna, quien, aun cuando era pagano de nacimiento; no hay duda de que era prosélito de la religión judía, y por ello, se le permitía, no sólo vivir entre los israelitas, sino también poseer terreno propio en una ciudad (Lv.25:29, 30). Aunque una era parecía un terreno de poca dignidad, era un terreno de labor con lo que quedaba dignificado.

1- David fue en persona a tratar con el propietario. Véase la justicia de David, pues no quería obtener de balde ni siquiera el uso de este terreno, a pesar de que el propietario era un extranjero y él era el rey de Israel; además había recibido de Dios la orden de levantar allí un altar.
Dios aborrece el robar para ofrecer holocausto. Véase su humildad también, pues, aunque era el rey no envió a otro sino que fue él en persona (v.19), sin perder por ello ningún honor.
Cuando lo vio Arauna,se inclinó delante del rey, rostro a tierra” (v.20). Los hombres verdaderamente grandes nunca serán menos respetados por ser humildes, sino que se les respetaré y se les amará más.

2- Cuando Arauna se enteró de lo que traía a David allá (v.21), le ofreció generosamente, no sólo el terreno para erigir el altar, sino también los bueyes para el holocausto, y otras cosas que podían serle útiles para el sacrificio (v.22); todo esto, gratis y acompañado de una oración: “Jehová tu Dios te sea propicio” (v.23) Esto lo hizo:
a) Por su espíritu generoso. Era un súbdito, pero tenía corazón de príncipe.
b) Porque estimaba altamente a David, aunque era el hombre que había conquistado la ciudad de manos de los jebuseos, y Arauna era un jebuseo.
c) Porque tenía afecto a Israel y deseaba ardientemente que CESARA LA PLAGA; y el que cesará precisamente en su era, resultaba un honor muy grande para él.

3- David insistió en pagar el precio justo por la era y así lo hizo (v.24). No quería ofrecer a Dios una cosa que no le costará nada. Le pagó a Arauna cincuenta siclos de plata por la era y los bueyes usados para el sacrificio, pero le pagó además (v. 1 Crón.21:25) seiscientos siclos de oro por el terreno adyacente, para edificar sobre él el templo[*] (1 Crón.3:1), con lo que le facilitó tarea a su hijo Salomón. Cerca de allí el Hijo de David iba a ser sacrificado.

NOTA: V.24: He aquí un principio importante respecto a dar sacrificadamente. La era estaba en el Monte Moriah, una colina en la región de Moriah, donde Abraham ofreció a Isaac (véase Gn.22:2) y donde posteriormente Salomón edificó el Templo[*] (2 Crón.3:1). Moriah era un área general que incluía las colinas sobre las que posteriormente Salomón construyó el templo en Jerusalén (2 Crón.3:1). Era una jornada de acerca de 80 km.

3.4.    Erección Del Altar:
Ofrecimiento de sacrificio sobre él (v.25): Holocausto para la gloria de la justicia de Dios, y ofrendas de paz para la gloria de su Misericordia.

Concluye:

El libro de 2 Samuel termina con dos actos:
Ø Uno representativo de la gracia divina, y
Ø Otro representativo de la actitud verdadera de un adorador de Dios.

El pasaje último del libro de 2 Samuel termina con un acto de adoración de parte de David, edificando un altar y ofreciendo sacrificios a Dios; es una imagen representativa de la vida y del corazón de David, centralizada en la adoración a Dios.

El otro acto es un acto de la gracia de Dios que se manifestó en medio de su propio castigo:
§  Al tener misericordia de aquel pueblo;
§  Por la misericordia de Dios cesó la epidemia en Israel.
§  La misericordia y la gracia prevalecieron sobre el pecado de David.

El Pecado De David Fue:
Ø En vez de creer que Dios proveería para él;
Ø prefirió confiar en los números.
Ø Confiemos siempre en Dios, él tiene algo mejor para nuestras vidas.

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Nota y Bibliografía:
[1] teocracia. (Del gr. θεοκρατία, de θεός = Dios, y κράτος = dominio). f. Gobierno ejercido directamente por Dios, como el de los hebreos antes que tuviesen reyes. 2. Sociedad en que la autoridad política, considerada emanada de Dios, se ejerce por sus ministros. Microsoft® Encarta® 2009.
[2] H5496 סוּת = sut: tal vez denominativo de H7898; propiamente perforar, i.e. (figurativamente) estimulante; por impl. seducir:- apartar, engañar, incitar, persuadir, quitar. (Strong).
[3] H1410 גָּד = Gad: de H1464; Gad, un hijo de Jacob, incluido su tribu y su territorio; también un profeta:- Gad. (Strong).
[4] H2719 חֶרֶב = kjéreb: de H2717; sequía; también instrumento cortante (por su efecto destructivo), como cuchillo, espada, u otro implemento afilado:- arma, armar, cuchillo, daga, espada, guerra, hacha, herramienta, puñal.
[5] H7458 רָעָב = raáb: de H7456; hambre (más o menos extendido):- hambre.
[6] H1698 דֶּבֶר = déber: de H1696 (en sentido de destruir); pestilencia, peste:- mortandad, peste, pestilencia, plaga. (Strong).
-   MATTHEW, Henry. Comentario Bíblico. Edit. Clie. Págs. 358-360.
-   Biblia de Estudio RYRIE.
-   e-Sword-the. LEDD.
-   Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 12-02-2019. IGLESIA  EVANGÉLICA BAUTISTA EL SHADDAI”. Puyango-Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz.E-Lt.18. III Etapa.  Cel. 942-562691-Tumbes.

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