sábado, 22 de febrero de 2020

ESTUDIO 33 GÉNESIS 46–50: LA FAMILIA DE JOSÉ EN EGIPTO:


ESTUDIO 33

GÉNESIS 46–50: LA FAMILIA DE JOSÉ EN EGIPTO:

Lectura bíblica: Génesis 46:1-34...
Texto Áureo: Génesis 46:27.
Objetivo: Los alumnos aprenderán, cuan interesado este Dios en conservar a la familia del patriarca.
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Estos capítulos abarcan los últimos días de Jacob. Le vemos realizando varios actos por última vez. Es un sobrio recordatorio de que un día cada uno de nosotros enfrentará el fin.

I.       El Último Viaje De Jacob (Gn. 46–47):
Por fe Jacob salió de Hebrón y se dirigió a Egipto, y Dios honró su fe al revelársele de nuevo y renovar sus promesas (46:2–4).
Jacob sin duda recordó que Abraham había pecado al irse a Egipto (12:10ss) y que a Isaac se le había prohibido que fuera allá (26:2), de modo que la Palabra de Dios le da de nuevo la seguridad.
En lugar de ser un lugar de derrota, Egipto sería un lugar de bendición,  porque la nación crecería a pesar del sufrimiento. La familia entera fue con Jacob:
v Los treinta y tres descendientes de Lea (vv. 8–15);
v Los dieciséis de Zilpa (vv. 16–18);
v Los catorce de Raquel (vv. 19–22); y
v Los siete de Bilha (vv. 23–25).
En realidad sesenta y seis viajaron con Jacob, y cuando añadimos a Jacob y a José y a los dos hijos de este (v. 27), tenemos un total de setenta. Véase Éxodo 1:5. En Hechos 7:14 se dice que fueron setenta y cinco en la familia, pero esto quizás incluyó a los cinco hijos de Efraín y Manasés mencionados en 1 Crónicas 7:14ss.

Nótese: que Judá era ahora el de confianza, porque Jacob lo envió delante como líder. Mientras tanto José estaba preparando el camino ante Faraón, hallando lugares para que vivieran y ocupaciones para que trabajaran mientras estaban en la tierra.
Puesto que Egipto es un cuadro del sistema mundial, no es de extrañarse que los pastores fueran abominación para los no salvos. Nuestro Señor es el Buen Pastor, ¡y el mundo no quiere tener nada que ver con Él!

Jacob se presentó al Faraón, testificó de la bondad de Dios durante su larga vida y después lo bendijo. La única bendición que este mundo tiene viene de Dios mediante su pueblo, Israel (Jn. 4:22). En Génesis 47:13ss se describe la manera en que José manejaba los asuntos de Egipto, dándonos una ilustración de dedicación:
Ø las personas le entregaron su dinero, sus tierras, sus posesiones y sus cuerpos (Rom. 12:1–2).
Ø Debemos dar todo lo nuestro a Cristo que nos ha salvado y nos cuida diariamente.

II.      La Última Bendición De Jacob (Gn. 48):
Jacob pasó los últimos 17 de sus 147 años con José en Egipto, de modo que tuvo a su hijo favorito durante los primeros 17 años de la vida de José y luego los últimos 17 años de su vida. Sabiendo que estaba a punto de morir, el anciano patriarca llamó a José junto a su cama (47:31) para bendecir a sus dos hijos.
Véase Hebreos 11:21. Los dos muchachos debían tener poco más de 20 años (véanse 41:50 y 47:28).
Jacob reclamó a los muchachos como suyos, comparándolos en status con sus primeros hijos, Rubén y Simeón. (Veremos en 49:5–7 que Simeón y Leví desaparecerían como tribus separadas, de modo que Efraín y Manasés ocuparan sus lugares).
Sabiendo que Manasés era el primogénito, José puso al muchacho a la derecha de Jacob y a Efraín a la izquierda, pero Jacob cruzó sus brazos y le dio la bendición de la primogenitura a Efraín.
Esto desagradó a José, pero Dios guiaba a Jacob, porque iba a darle una mayor bendición a Efraín. Este es otro ejemplo del divino principio de echar a un lado el primero para establecer al segundo (Heb. 10:9).
Vemos esto antes en Set y Caín, Isaac e Ismael, y Jacob y Esaú. El hecho de que Jacob cruzara sus manos trae la cruz al cuadro. Es mediante la cruz que Dios crucificó la vieja naturaleza y ahora echa a un lado lo natural para establecer lo espiritual. Cuando usted nace de nuevo, Dios reordena su «orden de nacimiento» espiritual.
Jacob también bendijo a José en el nombre del Dios que le había «pastoreado» todos sus años y le dio a una parte especial de tierra (v. 22, véase Jn. 4:5). Esto fue un anticipo de toda la heredad que iba a recibir.

III.    El Último Mensaje De Jacob (Gn. 49):
Este es un capítulo difícil y no podemos entrar en detalles. En este mensaje final Jacob les revela a sus hijos su carácter y predijo su historia. Rubén era el primogénito y debía haber heredado poder y gloria, pero debido a su pecado perdió la bendición de su nacimiento (Gn. 35:22; 1 Cron. 5:1–2).
Simeón y Leví eran hijos de Lea, y ambos eran crueles y egoístas como se ve en el crimen de asesinar a los hombres de Siquem (Gn. 34). Más tarde la tribu de Judá absorbe a los descendientes de Simeón (Jos. 19:1) y Leví viene a ser la tribu sacerdotal qué gracia!) no teniendo heredad en sí misma. La declinación numérica de Simeón se ve al comparar Números 1:23 (59,300) con Números 26:14 (22,200).
A Judá se le identifica con el león, la bestia real; porque de Judá vendría el legislador (Cristo), como también los reyes piadosos de Israel. Jesús es el León de la tribu de Judá (Ap. 5:5). El versículo 10 predice que Silo el que da descanso», Cristo) no vendría sino hasta que Judá haya perdido su reino y sin duda esto se cumplió cuando Jesús nació. Los versículos 11–12 prometen grandes bendiciones materiales a Judá.
Zabulón se extendería desde el mar de Galilea hasta el Mediterráneo, de aquí su conexión con las naves. A Isacar se le pinta como un siervo humilde para otros, dispuesto a llevar sus cargas para que pudieran disfrutar de descanso, antes que resistir y tener libertad. A Dan se le relaciona con la serpiente y el engaño. No sorprende que la idolatría en Israel empezara con Dan.
Gad significa «una tropa» (30:11) y se le enlaza con la guerra; a Aser con riquezas, en especial la clase que agradaría a un rey. A Neftalí se le compara con un venado dejado libre y se le promete que sabrá cómo usar lenguaje poderoso; véase la victoria y el canto de Barac y Débora en Jueces 4–5 (nótese: 4:6).
La bendición a José es la más larga. Es rama fructífera, atacado por sus hermanos, pero al final victorioso. Jacob da a José una variedad de bendiciones, materiales y espirituales, y le asegura la victoria final a través del Dios de Israel. José es príncipe «entre sus hermanos» (final del versículo 26). A Benjamín se le compara con un lobo que captura la presa que persigue y luego disfruta de ella por la noche. El rey Saúl vino de esta tribu y fue un conquistador; Saulo de Tarso, que llegó a ser el apóstol Pablo, también vino de Benjamín.
Es difícil recalcar todos los detalles de esta sorprendente profecía. La historia ha demostrado que las palabras de Jacob se hicieron realidad. Por cierto que hay una lección aquí en cuanto a la responsabilidad personal, porque algunas de las tribus perdieron su bendición debido a los pecados de sus fundadores. José sufrió más durante su vida temprana y, sin embargo, recibió la mayor de las bendiciones.

IV.    La Última Petición De Jacob (Gn. 50):
En 49:29–33 el anciano pidió que lo sepultaran con su familia en la cueva de Macpela. Abraham, Sara, Isaac, Rebeca y Lea ya estaban sepultados allí, y el cuerpo de Jacob sería el siguiente. Cuando Jacob murió, sus hijos lo lloraron y le dieron una sepultura honorable. Al parecer, toda la tierra lamentó setenta días su muerte y durante cuarenta de esos días, los embalsamadores prepararon su cuerpo.
Este es el primer caso de un cuerpo embalsamado y de un funeral complejo en la Biblia. ¿Por qué Jacob (y luego José, 50:24–26) querían ser sepultados en Canaán? Esta era la tierra que Dios le dio; no pertenecía a este mundo (Egipto). Tal vez tenemos aquí también una lección espiritual; no sólo el espíritu del creyente va al cielo cuando muere, sino que el cuerpo también será llevado fuera de este mundo en la resurrección.
Es desafortunado que los hermanos de José no le creyeran cuando les dijo años antes que les había perdonado. Es más, su incredulidad y temor le hicieron llorar. Ellos ilustran a los cristianos débiles de hoy que no pueden aceptar la Palabra de Dios, y por consiguiente, viven en temor y duda. «¡No temáis es lo que nos dice Cristo así como José lo dijo a sus hermanos. En su ceguera quería obrar por su perdón Henos aquí por siervos tuyos», v. 18), pero él les dio perdón completo mediante la gracia.

Conclusión:

Génesis empieza con un jardín y termina con un ataúd. ¡Qué comentario de los resultados del pecado en el mundo! Pero la Biblia termina con la descripción de una hermosa «ciudad jardín» (Ap. 21–22), el hogar de todos los que depositan su confianza en Jesucristo.

CUESTIONARIO:
¿Cómo se llama la cueva donde fueron enterrados los siguientes personajes. Abraham, Sara, Isaac, Rebeca y Lea ya estaban sepultados allí, y el cuerpo de Jacob sería el siguiente?
¿Cuántas personas viajaron con Jacob, y cuando añadimos a Jacob y a José y a los dos hijos de este (v. 27), tenemos un total de?


Desde ya les estamos muy agradecidos por estos hermosos estudios, llevados durante varios meses que le sirvan en la enseñando en su vida personas, y lo comparta con otros es nuestra mejor intención Dios los bendiga






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Bibliografía:
- e-Sword – the – La Espada de Dios.
- MATERIAL DE ESTUDIO DEL LIBRO DE GÉNESIS PUBLICACIONES. “EL FARO” © EL FARO / CLIE. EDICIÓN CONJUNTA 2000. (Gn.1-23)
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Otro autor: Gn.24-50. Material Bautista.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.3-06-2019.

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