miércoles, 14 de diciembre de 2016

LAS PIEDRAS CLAMAN: (Lucas 19:28-40)

LAS PIEDRAS CLAMAN:
(Lucas 19:28-40)



Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

El, respondiendo, les dijoOs digo que si éstos callaran, las piedras clamarian.
(Lucas 19:40)
Introducción:
Pareciera que, con los años, la Navidad se vuelve un asunto cada vez más comercial. Aun en los países donde la mayoría de la gente se autodenomina “cristiana”, esta época se ha convertido más en un tiempo de compras que de Adoración.
La presión por comprar regalos y organizar fiestas sofisticadas hace que resulte cada vez más difícil mantener el enfoque en su verdadero significado: El Nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo.
No obstante, todos los años también escucho el Evangelio se presenta en lugares insólitos; esos mismos sitios donde se comercializa la NAVIDAD: Los centros comerciales. Cuando oigo por los altavoces la canción que dice: “¡Navidad, Navidad, hoy es navidad!”, pienso en las palabras de Jesús a los fariseos, quienes le ordenaron que silenciara a las multitudes que lo alababan: El, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían”. (Lucas 19:40)

LAS PIEDRAS CLAMAN: Lucas 19:28-40:

VV.30-35: En este momento Jesús ya era muy conocido. Todo el que venía a Jerusalén para la Pascua había oído de Él y por un tiempo el ánimo popular estaba a su favor. "El Señor lo necesita", fue todo lo que dijeron los discípulos, y los dueños del pollino con agrado lo dieron.

VV.35-38: Los cristianos celebran el acontecimiento del Domingo de Ramos. La gente estaba a lo largo del camino, alabando a Dios, agitando ramas de árboles y tendiendo sus mantos delante del pollino a medida que pasaba.
"¡Larga vida al Rey!", era el significado de sus gritos de alegría porque sabían que Jesús cumplía con toda intención la profecía de Zacarías 9:9: "Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humildemente, cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna".
Para anunciar que Él era en realidad el Mesías, Jesús escogió el tiempo cuando todo Israel estaría congregado en Jerusalén, un lugar en el que una gran multitud lo vería, una forma por la cual mostraría que su misión era inconfundible. Las multitudes estaban entusiasmadas. Ahora tenían la seguridad de que su liberación estaba cerca.

ÚLTIMA SEMANA EN JERUSALÉN: Al acercarse a Jerusalén viniendo de Jericó (Zacarías 19:1), Jesús y sus discípulos visitaron las aldeas de Betania y Betfagé, situadas al este del Monte de los Olivos, solo a pocos kilómetros de Jerusalén. Durante las noches de esa última semana, Jesús se quedó en Betania y entraba a Jerusalén durante el día.

V.38: La multitud que alababa a Dios por darles un Rey tenía un concepto erróneo de Jesús. Estaban seguros de que sería un líder nacional que restauraría la nación a su gloria inicial y esto demostraba que eran sordos a las palabras de los profetas y ciegos a la verdadera misión de Jesús. Cuando llegó a ser evidente que Jesús no cumpliría con sus esperanzas, se volvieron en su contra.

NOTA: V.38: ¡Bendito el rey¡ etc. —Marcos más completo, “Hosanna”, es decir, “Salva ahora”; palabras del Salmo 118:25, que se entendían como refiriéndose al Mesías; y así ellos añaden: “al Hijo de David, bendito el que viene en nombre de Jehová” (Salmo 118:26), “¡Hosanna en las alturas!”. Este era el estilo más elevado en el cual pudo ser saludado el prometido Libertador. Paz, etc. — Véase acerca del Lucas 2:13, 14*.

*V.13. repentinamente—como si sólo estuviesen esperando que terminara su acompañante. Con el ángel—quien no se retira, sino que otros se unen con él, para sellar y celebrar las nuevas que había traído. Ejércitos celestiales—un ejército que está celebrando la paz [Bengel] “transfiriendo la ocupación de su estación exaltada a esta pobre tierra, que tan rara vez resuena con la pura alabanza a Dios”. [Olshausen]; para hacer saber cómo este acontecimiento es considerado en el cielo y debería ser considerado en la tierra.
*V.14. Gloria, etc.—un himno breve más conmovedor, no sólo claro en habla humana, sino en cadencia armoniosa, en forma de un paralelismo hebreo de dos cláusulas completas, y una tercera que sólo amplifica la segunda, y así sin la y de enlace . La “gloria a Dios”, que esté “Salvador” recién nacido había de traer, es la primera nota de este himno sublime; y a ésta responde, en la segunda cláusula, la “paz en la tierra”, de la cual él había de ser “el Príncipe” (Isaías 9:6); probablemente estas líneas fueron cantadas antifonalmente por el coro celestial; mientras que en seguida sigue el alegre eco de esta nota, probablemente por un tercer grupo de cantores angélicos: “Buena voluntad para con los hombres”. “Ellos no dicen: Gloria a Dios en los cielos, donde están los ángeles, sino, usando una expresión rara, ‘en lo altísimo’, a donde no aspiran los ángeles”, Heb.1:3-4. [Bengel]. Para traer esta paz y toda otra paz como resultado, fue la misión suprema del Salvador a la tierra, y junto con la paz, toda “la buena voluntad del Cielo para con los hombres”, la divina complacencia sobre una base nueva, desciende a descansar sobre los hombres, como sobre el Hijo mismo, en quien tiene Dios “contentamiento”. (Mateo 3:17, la misma palabra como aquí).

NOTA: Marcos 21:9: Hosanna. Significa “salva ahora”. La aclamación es una cita basada en Salmo 118:25-27, que se cantaba en la fiesta de los Tabernáculos. La turba quería Salvación de la opresión de Roma, no la Salvación espiritual que ofrecía Cristo.


VV.39, 40: Los fariseos consideraban que las palabras de la multitud eran sacrílegas y blasfemas. No querían a alguien que trastornara su poder y autoridad, y a la vez no querían una sublevación que sofocara el ejército romano. De ahí que pidieron a Jesús que calmara a su gente. Pero Jesús dijo que si la gente callaba, aun las piedras clamarian. ¿Por qué? No porque Jesús instituía un reino político poderoso, sino porque establecía el Reino eterno de Dios, una razón más que suficiente para la gran celebración de todos.

V.40: las piedras clamarán, etc.—Hasta ahora el Señor había impedido toda demostración a su favor; últimamente había empezado un proceder diferente; en esta ocasión sola parece que prestaba toda su alma a las aclamaciones amplias y profundas con una satisfacción misteriosa, considerándola como parte tan necesaria de su dignidad real en la cual como Mesias por última vez entraba a la ciudad, que si no fuese ofrecida por la inmensa multitud, sería arrancada de entre las piedras, antes que ser refrenada. (Habacuc 2:11).

Concluyó:

Durante la época Navideña, oímos que las piedras claman. Incluso personas que están espiritualmente muertas cantan Villancicos escritos por cristianos que murieron hace mucho tiempo, lo cual nos recuerda que, aunque ellas se esfuercen al máximo para tratar de desmentir el verdadero mensaje de Navidad, siempre fracasarán.
Independientemente del Materialismo que amenaza distorsiona el Mensaje del Nacimiento de Cristo, Dios  hará que su Buena Noticia [el evangelio de Salvación] se conozca en todo el Mundo que está bajo Condenación (Romanos 3:23).

INTENTA TENER UNA NAVIDAD SIN CRISTO ES TAN INÚTIL COMO QUERER DETENER LAS MAREAS:



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Notas y Bibliografía:
-e-Sword-the. LEDD.
-Biblia de Estudio RYRIE.

-Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 10//12//2016.

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